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FALLOS SEGUNDO PARCIAL

ÍNDICE DE FICHAS
Autos: Duperre, Ricardo c/C.M. Sociología de Empresas S.A. ................................................................................................. 2

Autos: Mizrahi c/ Novi Carp SA ..................................................................................................................................................... 5

Autos: Frivac S.A. ............................................................................................................................................................................. 7

Autos: Augur S.A. c/ Sumampa S.A. .............................................................................................................................................. 9

Autos: Castro c/ Altos Los Polvorines. ...................................................................................................................................... 14

Autos: Abrecht c/ Cacique Camping SA. .................................................................................................................................... 16

Autos: Santesteban, Jorge Luis c/ Víctor Santesteban y Cía. S.A. s/Sumario ...................................................................... 20

Autos: Gazzolo c/ Agropecuaria La Trinidad ........................................................................................................................... 23

Autos: Vistalba S.A. c/ Banco de Galicia y Buenos Aires ........................................................................................................ 28

Autos: Diez, Jorge c/2 H S.A. ........................................................................................................................................................ 31

Autos: Eledar S.A. c/ Serer, Jorge Antonio ................................................................................................................................ 33

Autos: Aimaré c/ Impresora Offset ............................................................................................................................................ 35

Autos: Minetti y Cía. ...................................................................................................................................................................... 37

Autos: Kispia S.A. c/ Donati Hnos., S.A. ...................................................................................................................................... 39

Autos: IGJ c/ Compañía Norte SA ................................................................................................................................................ 41

Autos: Rolyfar S.A. c/ Confecciones Poza (s/sociedades constituidas en el extranjero) ................................................. 43

Autos: Sánchez, Carlos J. c/ Banco de Avellaneda S.A. y otros .............................................................................................. 45

Autos: Duquesly, Silvia c/Fuar S.A. y Cao, Silvia ...................................................................................................................... 48

Autos: Palomeque, Aldo René c/ Benemeth S.A. y otro s/ recurso de hecho deducido por Gabriel Lipovetzky,

Jacobo Lipovetzky y Sergio Lipovetzky ..................................................................................................................................... 51

Autos: Rodríguez, Máximo Ramón y otros c/ YPF Gas S.A. s/ medida precautoria .......................................................... 53

Autos: Disco S.A. c. Lorenzatti, Juan C. ....................................................................................................................................... 55

Autos: Duque Seguridad .............................................................................................................................................................. 57


FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Duperre, Ricardo c/C.M. Sociología de Empresas S.A.

Año: 1985.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Duperre era Socio y Director de la S.A. C.M. Sociología de Empresas.

En abril de 1981 el síndico de la S.A. responde a las preguntas efectuadas por Duperre, y entre las
respuestas, está la comunicación de que la sede social se encontraba en la calle Esmeralda 561.

En junio de 1981, decidido el aumento de capitales de la sociedad (mediante la emisión de nuevas


acciones), Duperre concurre a unas oficinas de la sociedad ubicadas en la Av. Córdoba (no a la sede
social), junto a su abogado y a un escribano, con el fin de dejar constancia de que concurrió a ejercer su
derecho de suscripción preferente en las acciones referentes al aumento de capital.

En el acta notarial librada a tal efecto no se expresa qué es lo que se expresó al vicepresidente de la S.A.
que es quien los atendió, solamente dice que “se le hizo conocer el propósito de nuestra visita”, a lo que
la respuesta fue que en ese momento el vicepresidente “no podía atender el pedido”.

Hecho Procesal: Duperre interpone demanda contra la S.A. sustentando su derecho en el art. 195 LGS,
que regula la acción judicial del accionista perjudicado en su derecho de suscripción preferente en caso
de un aumento de capitales. Este artículo recepta la posibilidad de que, ante el incumplimiento de la
sociedad, el damnificado obtenga judicialmente la nulidad/cancelación de las acciones suscriptas (pero
no integradas) por terceros, y la atribución de esas acciones al socio actor, conforme corresponden al
ejercicio de su derecho de suscripción preferente. Y, en caso de imposibilidad de cancelar las acciones
suscriptas (por estar ya integradas), el artículo dispone la posibilidad del socio de reclamar a la sociedad
una indemnización por los daños y perjuicios causados.

En la contestación de la demanda, la S.A. ofreció al actor la posibilidad de suscribir las acciones que
proporcionalmente le correspondían en el ejercicio de su derecho de suscripción preferente.

El Juez de 1° Instancia resuelve desestimar la demanda.

Como la pretensión del actor no era muy clara, el juez debió tomar acción para determinar cuál era
exactamente esta pretensión. En ocasión de ello, determinó que lo que pretendía Duperre era la
reparación de daños y perjuicios originados en violación de su derecho de preferencia para suscribir un
aumento de capital (es decir que el actor, en vez de buscar el reconocimiento judicial de su derecho de
preferencia, basado en su calidad de actor y su voluntad de mantener indemne su participación en la
sociedad, buscaba directamente la indemnización por los daños [que sólo procede en caso de
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incumplimiento, el cual no está presente en este caso ya que la sociedad ofreció cumplir en la
contestación de la demanda]).

El Juez, entonces, desestimó la demanda en base a la improponibilidad de la acción subsidiaria de daños


receptada en el art. 195 LGS, ya que ella sólo está disponible en el supuesto de que la opción del
accionista actor se frustre por ya haberse entregado las acciones, lo cual no ocurrió en el caso.

El actor apeló a la sentencia, y se agravia en que:

 El Juez reconoció implícitamente el estado de morosa de la sociedad demandada a partir de la


manifestación de opción efectuada a su V.P. y receptada en el acta notarial que integra la prueba
del proceso; en virtud de lo cual sería aplicable el principio de derecho común según el cual el
deudor moroso carece de derecho de cumplir con su obligación cuando el acreedor carezca de
interés en la prestación.

La Cámara, consideró:

 Que la cuestión sobre la pérdida de interés en la prestación por parte del actor fue introducida
en la segunda instancia, junto a los hechos que la fundamentarían, por lo cual ello estuvo ausente
en la demanda y todo el proceso de 1°;
 Que el accionista privado de su preferencia sólo dispone de una acción de cumplimiento, y,
únicamente en el supuesto de imposibilidad tendrá derecho a que se le indemnicen los daños
causados por el incumplimiento;
 Que, realmente, la sentencia de 1° no se expresó ni siquiera implícitamente respecto a si hubo
en los hechos una configuración en mora de la sociedad;
 Que las pruebas testimoniales aportadas por el actor son insuficientes para probar los hechos
que, según él, frustraron el ejercicio de su derecho de preferencia;
 Que el acta notarial también aportada por el actor como prueba en el proceso es inidónea para
demostrar la interpelación realizada a la sociedad, en base a la cual el actor sostiene que la
constituyó en mora. Esto es porque el derecho de preferencia no se ejecuta mediante una
petición (como ocurrió en el caso) sino mediante una declaración de voluntad (es requisito para
configurar la mora la manifestación positiva de voluntad enderezada a exigir categórica e
indudablemente el cumplimiento de una prestación), y en el caso el actor no estuvo presente al
momento de diligenciar el pedido de ejercer el derecho de preferencia, sumado a que no consta
en el acta notarial que se hayan portado o exhibido en tal ocasión ninguna de las acciones o
cupones que fundamentaban el derecho de preferencia que originaba la petición al V.P. También
consideran inoportuno el hecho de que el pedido se haya realizado en una oficina de la sociedad
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y no en la sede social que estaba dispuesta en el estatuto de la sociedad, y de la cual el actor,


director de la sociedad, tenía conocimiento.
 Por lo tanto considera la Cámara que la sociedad no había sido constituída en mora, pero, agrega,
que aún si la sociedad fuera morosa podría igualmente darse el cumplimiento de la suscripción
preferente ya que lo que se exige según el art. 195 LGS no es la morosidad de la sociedad, sino
directamente el incumplimiento (entendido como la privación del derecho de preferencia del
socio, que resulta imputable a la sociedad), y sólo en tal caso procede la reparación por los daños
y perjuicios;
 Por ello, considera la Cámara que dada la resolución de la ley especial respecto a la posibilidad
del cumplimiento, se torna inaplicable en el caso el principio de derecho común según el cual el
deudor moroso no puede cumplir en caso de haberse frustrado el interés del acreedor;
 Todo esto resulta en la consideración de la Cámara de que el actor introdujo
extemporáneamente las razones y los hechos que darían fundamento a su desinterés en la
suscripción de las acciones, lo cual se suma a la infundada pretensión de que el derecho de
preferencia se sustituya por la indemnización del art. 195 2° párrafo LGS (dado que, en los
hechos, si no participaba del aumento de capital mediante el derecho de preferencia era porque
originariamente no tenía interés, no porque haya una causa obstaculizadora que fundamente la
indemnización).

Así, la Cámara resuelve confirmar la sentencia de 1°, desestimando el recurso de apelación.

Normativa: Arts. 194 y 195 LGS.

Holding: Es improcedente el reclamo por la indemnización de los daños y perjuicios (art. 195 LGS)
ocasionados al socio por la sociedad cuando ésta dificulte el ejercicio del derecho de suscripción
preferente (dcho. de preferencia), siempre que exista aún la posibilidad de cumplir con el ejercicio del
mismo (lo cual ocurre aún si la sociedad fue constituida en mora). En tal caso, el socio no tiene derecho
a percibir la indemnización de forma alternativa al cumplimiento compulsivo.
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Autos: Mizrahi c/ Novi Carp SA

Año: 1988.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Sara Mizrahi de S. y su marido Isidoro Sztamfater fueron socios fundadores de la sociedad
anónima Novi-Carp (en 1969), junto a los dos hermanos del último, Pablo y Salomón Sztamfater.

Hasta 1979, año en que muere, Isidoro se desempeñó en la sociedad como VicePresidente y hasta ese
momento (e incluso después), Sara continuó trabajando full-time para la sociedad.

Pablo y Salomón S. eran los directores de la sociedad.

Hecho Procesal: Eventualmente, Sara intenta convocar a asamblea extraordinaria en virtud del art.
236 LGS mediante la cual se faculta a cualquier accionista que represente más del 5% del capital social,
a ello. Ante la negativa de sus consocios, inicia la acción judicial correspondiente.

Al contestar la demanda, Salomón S. reconoció que la sociedad se constituyó con un capital social de
10.000.000 pesos moneda nacional, representados en 10.000 acciones (de m$n 1.000 c/u). Alega
también que desde 1970 se emitieron las series 3 a 10 de acciones, en las cuales no participaron la
actora y su marido, lo cual conllevó a la disminución de su participación social del 20% al 4% en
conjunto.

El Juez de 1° Instancia rechazó la acción judicial, por entender que la actora no representaba el 5% del
capital social, como lo exige la LGS para convocar a la asamblea extraordinaria.

La actora apeló, pidiendo por la convocatoria a la asamblea ordinaria y extraordinaria (agraviándose


en el error del juez de 1°), la remoción de los directores Pablo. S. y Salomón S. y rendición de cuentas
sobre su gestión.

La Cámara consideró que la actora sí reunía el 5% necesario para ejercer la acción del art. 236 LGS. Ello
se sustentó sobre la base de que:

 Que la base para el cálculo del 5% es sobre el capital suscripto (no el autorizado ni el integrado);
 Que el capital autorizado de la sociedad era de $ley 100.000 (m$n 10.000.000) y no $ley 10.000
(m$n 1.000.000), como surgía de los títulos al portador (de dudosa procedencia porque tenían
tinta no evolutiva) aportados como prueba por parte de los demandados (bajando la
participación de Sara e Isidoro del 20% al 2% cada uno);
 Los demandados ignoraron los recaudos legales y estatutarios para la emisión de nuevas
acciones (el aumento de capitales perjudicó a Sara y el marido);
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 Los demandados obstruyeron la producción de una pericia contable de los libros de la sociedad
(no los entregaron), ni otros estados referentes a las asambleas sostenidas por los socios
(incluyendo una en la cual supuestamente la actora habría vendido sus acciones).

Así, la Cámara resuelve revocar la sentencia de 1°.

Holding: La Cámara se expide respecto a la base de acciones para el cálculo de la participación en el


capital social, de acuerdo al art. 236 LGS (que guarda silencio al respecto), refiriendo que la base es
sobre el capital suscripto (no el integrado ni autorizado).

La Cámara desconoció los aumentos de capitales mediante las series 3-10 de emisiones de acciones,
dado que los demandados no probaron que la actora se haya rehusado a ejercer el derecho de
preferencia. En este sentido cuando la contabilidad de la sociedad es llevada irregularmente, cabe a ella
la prueba de que sus accionistas rehusaron el ejercicio del derecho de suscripción preferente de
acciones relativas a un aumento de capital.
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Autos: Frivac S.A.

Año: 2000.

Órgano: Inspecció n General de Justicia.

Hechos: El 19/3/1999 la asamblea de accionistas de la S.A. Frivac resolvió un aumento de su capital


social, mediante la emisió n de nuevas acciones, de $300.000 a $500.000 (aumento del 66%). Dicha
asamblea contó con la presencia del 70% de los accionistas, faltando ú nicamente el Sr. R.A.M. titular
del 30% restante.

Las nuevas acciones fueron suscriptas por los accionistas presentes, en ejercicio de su derecho de
suscripció n preferente. Respecto a las acciones sobre las cuales el Sr. R.A.M. tenı́a derecho de
preferencia, inicialmente el accionista mayoritario intentó suscribirlas, pero, ante la imposibilidad de
ello, la asamblea decidió encomendar al presidente de la sociedad a la noti icació n del Sr. R.A.M. del
aumento de capital, con el in de que se expida respecto a si iba a ejercer o no la preferencia.

El 15/6/99, se cumplió con la noti icació n ordenada por la asamblea mediante una diligencia notarial
a cargo de un escribano.

Asimismo, se le entregó una copia de distintos documentos sociales, entre los cuales se encontraba la
copia de un acta de reunió n del directorio, la cual decidió efectuar el llamado a suscripció n de acciones
a los socios, haciendo constar en dicha acta que “con su recepció n queda fehacientemente noti icado
de todas las resoluciones del Directorio y Asambleas detalladas en la nota a los efectos de su
cumplimiento en lo que se re iere expresamente a dicho accionista”.

Hecho Procesal: La sociedad solicitó la inscripció n registral del aumento de capitales y de la reforma
estatutaria efectuada.

La I.G.J. exigió la presentació n del ejemplar de aviso que la sociedad debió publicar a los ines del art.
194 LGS para que los socios ausentes tuvieran la posibilidad de suscribir preferentemente las nuevas
acciones en proporció n a sus tenencias.

La sociedad respondió que la comunicació n privada y fehaciente ya se habı́a realizado.

El Departamento de Precali icació n insistió en el cumplimiento de las publicaciones legales segú n el


art. 194 LGS.

La sociedad replicó , estipulando que el directorio ya le habı́a otorgado 30 dı́as al Sr. para que ejerza su
derecho, y que é ste no lo habrı́a hecho, por lo cual habrı́a caducado.

El Inspector General de Justicia consideró :


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Que la LGS en su art. 194, establece que “La sociedad hará el ofrecimiento a los accionistas mediante
avisos por tres (3) dı́as en el diario de publicaciones legales [...]”, ello respecto al ejercicio de
suscripció n preferencial de acciones;

Que el acta notarial por la cual se pretende haber noti icado al Sr. no expresa que el notario actuante ni
el presidente de la sociedad hayan informado clara, concreta y especı́ icamente al Sr. de que con la
recepció n de la copia del acta de reunió n de directorio, quedaba noti icado el llamado a suscripció n
preferente de las acciones emitidas en razó n del aumento de capital decidido;

Que la copia del acta de reunió n de directorio fue entregada con muchas otras copias de
documentació n social (estaba enterrada en los papeles);

Que no existe noti icació n formal del llamado a suscripció n preferente mediante el acta, ya que ella no
hace referencia clara, expresa y concreta al mismo;

Que la asamblea social no decidió prescindir de la publicació n legal de avisos conforme al art. 194 LGS;

Que el derecho de suscripció n preferente tiene por funció n "evitar que con motivo de una ampliació n
del capital, se pueda alterar la medida en que cada socio participa en la formació n de la voluntad social
y en la distribució n de las utilidades";

Que la forma legal de noti icació n no puede suplirse por otra forma de noti icació n y constituye el
procedimiento seleccionado por el legislador que permite presumir iuris et de iure que todos los
accionistas han tomado conocimiento" del llamado;

Que debe cumplirse en todos los casos con el medio legal de noti icació n;

Por todo ello, resuelve el Inspector denegar la inscripció n registral del aumento de capital y la reforma
del estatuto de Frivac S.A.

Normativa: Art. 194 LGS.

Holding: El I.G.J. se pronuncia respecto a la imposibilidad de sustituir la comunicació n ( icta) legal


mediante edictos por 3 dı́as (art. 194 LGS) por una noti icació n personal fehaciente (la diligencia
notarial). La falta de noti icació n al socio para que ejerza la suscripció n preferente imposibilita la
inscripció n registral del aumento de capitales de la S.A.
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Autos: Augur S.A. c/ Sumampa S.A.

Año: 1984.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos:

LÍNEA DE TIEMPO

La sociedad anónima Sasetru era controlante de las sociedades Augur y Ayilú.


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Las sociedades Augur y Ayilú, en su conjunto, representaban la mayoría (14M votos) del capital social
de Sumampa S.A. por lo que sus votos concurrentes se imponían en la toma de decisiones de las
asambleas. La primer minoría de accionistas de Sumampa era la S.A. Accioinver (13.75M votos).

Sumampa S.A. contaba con una participación del 33% en Cervecería Córdoba S.A.

Ante el aumento de capitales de Cervecería Córdoba S.A. Con el fin de mejorar sus instalaciones y
actualizar su tecnología, la sociedad Sumampa S.A., que contaba con el 33% de la participación de la
primera, decide realizar un aumento de capital al fin de obtener fondos para poder suscribir las nuevas
acciones de C.C.S.A. y mantener su participación del 33%. El aumento de capital de Sumampa S.A. fue
totalmente suscripto por la accionista Accioinver S.A., quien se convirtió por este acto en la
representación de la mayoría de los votos en la sociedad, ante la ausencia en la asamblea de las
sociedades Ayilú y Augur, quienes (respondiendo ambas a la misma sociedad controlante, Sasetru S.A.)
antes del aumento representaban la mayoría necesaria para imponer sus decisiones en la sociedad
controlada.

Hecho Procesal: Augur S.A. interpone la acción judicial pretendiendo la declaración de nulidad del
aumento de capital resuelto por la demandada en 1981, y solicita, subsidiariamente, que se establezca
judicialmente una prima de emisión para el aumento de capital referido. La demanda se funda en:

1. La irregularidad de la confección del orden del día de la asamblea impugnada;


2. El abuso de derecho de la mayoría en la decisión, derivado de la innecesariedad del aumento de
capital decidido (que según la actora encubría la verdadera intención de desvanecer la
participación de las sociedades fallidas en Sumampa S.A.), y;
3. La violación del derecho del accionista a la integridad de su participación.

El Juez de 1° Instancia rechazó la demanda, considerando que:

1. No hubo defectos en la convocatoria ni en la enunciación del punto del orden del día;
2. Se desestimó el abuso de derecho, al no probarse una maniobra dolosa encubierta por el
aumento de capital, y siendo destacable el desinterés de las actoras en la convocatoria, quienes
no participaron de la asamblea impugnada (por negligencia de sus administradores, sumado ello
al desconocimiento del síndico de la convocatoria efectuada);
3. Se consideró razonable el aumento de capital para mantener la posición en Cervecería Córdoba,
S. A. (ya que la participación histórica de Sumampa en la empresa fue de 33%, y en el aumento
de capitales de C.C.S.A. Sumampa S.A. suscribió el mismo 33% de las acciones emitidas).
4. Respecto al pedido subsidiario de emisión a la par de las acciones derivadas del aumento de
capital resuelto, estimó que ello no necesariamente implica la anulabilidad de la decisión, al
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ponderar que el suscriptor definitivo (Accioinver S.A.) ya participaba con anterioridad de la


sociedad Sumampa, añadiendo a ello que la actora no ejerció su derecho de suscripción
preferente sobre esas nuevas acciones emitidas (lo cual le hubiera permitido el mismo beneficio
que a la eventual suscriptora).

El síndico de la quiebra de las actoras apeló la decisión adoptada, con fundamento en:

A. La imposibilidad fáctica y jurídica en que se encontraban las actoras para concurrir en la


asamblea (estaban en quiebra, por lo que no tenían la libre disposición de sus activos como para poder
ejercer el derecho de suscripción preferencial de las acciones emitidas en razón del aumento de capital
decidido en la asamblea impugnada);
B. Que el accionista Accioinver S.A. actuó de forma desleal y abusiva, al suscribir ella misma el 100%
de las acciones emitidas a causa del aumento de capital, ello en desmedro de las actoras y aprovechando
su situación falencial;
C. Finalmente, aduce el error del juzgador al tener por justificado el aumento de capital con el
motivo de “mantener la participación de Sumampa en Cervecería Córdoba” ya que la sociedad disponía
del dinero suficiente (en el Banco de la Provincia de Buenos Aires gracias a un depósito a la orden) para
suscribir las acciones correspondientes.

La Cámara consideró:

Respecto al primer agravio:

 Que el estado falencial de las actoras no es eximente de las consecuencias de no participar en las
asambleas, ello ya que el síndico de Augur admitió no haber tenido conocimiento de la
publicación de los avisos ni la celebración de la asamblea, lo que implica que aún de no haber
existido el estado de quiebra, la sociedad igualmente no hubiera participado de la asamblea por
desconocer la convocatoria.
 Que el estado de quiebra de alguna de sus accionistas no provoca, como principio, ninguna
alteración en el desenvolvimiento de la vida social (“el hecho de la falencia de uno de sus
accionistas no tiene virtualidad para detener o paralizar la gestión y evolución de la sociedad”);
 Que la sociedad demandada no es responsable de la ausencia y falta de participación de las
actoras en la asamblea impugnada (“La pasividad, la negligencia o la imprudencia de los órganos
de administración de las fallidas y del síndico del concurso no pueden recaer en la esfera de
responsabilidad de la sociedad demandada y del accionista que votó favorablemente la
resolución aprobatoria del aumento, si es que el acto nada tuvo de irregular en su constitución y
deliberación extrínseca”);
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Respecto al segundo agravio:

 Que no existen pruebas o indicios fácticos que desacrediten el argumento de la demandada


consistente en que el aumento de capital fue requerido para mantener la participación de la
sociedad en Cervecería Córdoba S.A. al no haberse demostrado una maniobra o maquinación
deliberada al convocar a la asamblea impugnada aprovechando la falencia de alguno de sus
accionistas;
 Que no puede ser alegado el abuso de las mayorías al tomar la decisión asamblearia, dado que
las actoras poseían votos suficientes como para alcanzar entre ellas la mayoría necesaria en la
asamblea, su presencia en la asamblea y la emisión de su voto hubiera constituido la mayoría, y
hubiese sido impuesta (y Accionver sólo se pronunció como mayoría gracias a la ausencia de las
actoras);

Respecto al tercer agravio:

 Que el objeto social de Sumampa S.A. consiste en la inversión en valores accionarios de otras
empresas, en particular en Cervecería Córdoba S.A (donde su participación es del 33%);
 Que Cervecería Córdoba estableció el aumento de su capital por el valor de $a300.000
(trescientos mil australes);
 Que Sumampa S.A. aportó inicialmente $50.000 obtenidos del aumento de capital, cuando la
sociedad disponía en el banco de la suma de $49.000, pero que igualmente ello representaba el
50% del monto suscripto;
 Que la emisión de acciones con prima o sobreprecio persigue el fin de equiparar la situación de
los nuevos socios con los antigüos, en el sentido que el antigüo que aportó $1.000 (por ejemplo)
hace 1 año, se vería perjudicado si un nuevo sujeto adquiere por los mismos $1.000 la calidad de
accionista y los beneficios de ello; es por ello que la emisión con prima establecería que el nuevo
accionista pague por las acciones en vez de $1.000, $1.500;
 Que al no haber ingresado un nuevo accionista con el aumento de capital de Sumampa S.A. sino
que el suscriptor ya era accionista con anterioridad, los motivos que justificarían la emisión de
acciones con prima no se dieron en el caso, por lo que no es inconsecuente la emisión a la par;
 Que existe cierta posición en la doctrina según la cual el accionista minoritario que se encuentre
impedido de suscribir las nuevas acciones a prorrata de sus tenencias, exigir que la emisión se
haga con prima, a condición de que se demuestre que el aumento que se realiza carezca de
razonabilidad, pudiendo presumirse que se hace con el propósito de romper el equilibrio entre
los accionistas; lo cual no fue demostrado en este caso;
 Que en el ordenamiento jurídico argentino el socio impedido de suscribir y que por dicha
circunstancia se perjudique por la pérdida de su posición accionaria, puede encontrar adecuada
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protección rescindiendo el vínculo social mediante el ejercicio del derecho de receso, y no


necesariamente mediante la imposición de emisión de acciones a la par;

Por todo esto, la Cámara resuelve desestimar el recurso de apelación, confirmando íntegramente la
sentencia de primera instancia.

Voto por su Voto Dr. Anaya: Identifica dos legítimos intereses de los accionistas en un aumento de
capital: la conservación de la proporcionalidad de las participaciones (que no entren extraños a la
sociedad) y el mantenimiento de la consistencia patrimonial. Considera que el derecho de preferencia
protege el primero, pero el segundo requiere emisión con prima, que la ley contempla como posibilidad,
no como un derecho.

Considera a la emisión con prima como un derecho del socio, complementario al derecho de preferencia.
Fundamenta esto en razón a que el interés de los accionistas antiguos se ve afectado si el aumento de
capital se realiza con emisiones a la par, ya que puede disminuir el valor de las acciones. Así, defiende
la necesidad de la prima para mantener invariado el valor de las acciones antiguas.

Finalmente, reconoce que en la legislación argentina (erróneamente) la emisión con prima queda sujeta
a la determinación de la asamblea, pero destaca la importancia de salvaguardar los casos en los que la
resolución pueda encubrir maniobras en perjuicio de algunos accionistas.

Holding: El voto del Dr. Anaya sugiere que existe un derecho del accionista a la emisión con prima, cuyo
contenido debe ser determinado judicialmente, estableciendo límites (adicionales a la buena fe, etc.) y
control jurisdiccional (propone que esta norma funcione de manera similar al artículo 70 de la ley
19.550 en relación con la distribución de dividendos).

Distinta es la posición del voto de la mayoría, que encuentra que como el establecimiento de la emisión
con prima está legalmente librado discrecionalmente a la asamblea de accionistas, quienes pueden
establecer emitir a la par o con prima, aquél socio que se vea descontento con la decisión de emitir a la
par, lo cual podría perjudicar sus intereses, encuentra amparo en sus derechos políticos con el ejercicio
del derecho de preferencia, y, para el caso del perjuicio de los intereses económicos, para los que existe
el instituto de la emisión con prima, el socio puede o bien negociar con los demás accionistas o ejercer
el derecho de receso. En última instancia, el socio puede exigir la emisión con prima de acciones cuando
demuestre que la emisión a la par es irrazonable y contraria al interés social.

Un comentario realizado a este razonamiento es que el derecho de receso puede ser considerado un
mero paliativo al derecho del socio a mantener íntegra su participación societaria ya que presupone la
ruptura del vínculo y no su continuidad compatibilizando los intereses en juego.
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Autos: Castro c/ Altos Los Polvorines.

Año: 1999.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Con motivo en una disputa ocurrida entre vecinos (socios) de la asociación residencial
(country) “San Jorge Village” constituido bajo la sociedad anónima “Altos Los Polvorines”, el directorio
adoptó un reglamento de admisión de nuevos residentes, el cual prescribía que “no serán admitidos
como vecinos de la urbanización residencial ‘nuevos cónyuges’ de personas cuyos precedentes
cónyuges continuasen integrando la comunidad”.

Ante un pedido de derogación por la asamblea de accionistas de la limitación establecida, el órgano de


gobierno de la sociedad se reunió a fin de emitir su opinión, el 22/10/1997. En esa oportunidad el 16%
del “poder de voto total en asamblea” se expidió a favor de la derogación; el 1,4% se expidió por la
negativa (es decir por mantener la limitación); y el 82,6% restante o faltaron a la asamblea, o retiraron
sus acciones del tema (es como si estuvieran ausentes para tratar ese tema en particular), o se
abstuvieron de votar.

Con el cálculo de las mayorías realizados por el presidente de la asamblea, siendo que el 82,6% de votos
posibles no fueron emitidos a favor ni en contra de la decisión, los consideró como extraños al fin de
determinar si se había logrado alcanzar la mayoría de votos presentes con posibilidad de ser emitidos
(art. 243 LGS). Así las cosas (excluyendo de la base para el cálculo de la mayoría a los votos abstenidos
{50% de los presentes}), se entendió que la decisión fue aprobada con el 92% de los votos emitidos
(que, en caso de haber sido incluida en la base para la conformación de la mayoría las abstenciones,
hubiera representado el 46% de los votos presentes [no alcanzando la mayoría para determinar la
voluntad del órgano]).

Hecho Procesal: Francisco V. Castro, en su calidad de socio de la S.A. interpuso demanda contra la
misma a fin de obtener la declaración judicial de nulidad de la decisión asamblearia.

La cuestión, de puro derecho, fue resuelta en 1° instancia, cuyo juez determinó que “la abstención no
puede interpretarse como conformidad ni como disconformidad, por lo que el ‘no voto’ no es
computable a favor de la mayoría ni de la minoría”, rechazando así la demanda.

El actor apeló la sentencia, por lo que la Cámara conoció en el caso, y sus jueces se expidieron en el
siguiente sentido.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Voto de la Mayoría: Decide confirmar la sentencia apelada, rechazando el pedido de declaración


judicial de nulidad de la decisión asamblearia en tanto ella no hubiera alcanzado la mayoría necesaria
de acuerdo al art. 243 LGS.

Para así decidir, los Sres. Jueces explican que la norma directorial carecía de mérito (en tanto limitar la
asociación de alguna persona es objetivamente contrario al sentido final de la entidad), y que sería
incorrecto reputar a los ausentes y a los silentes como sostén implícito de una regla que fue social pero
no empresarial, directorial pero no asamblearia, y de contenido antinatural.

Voto en Disidencia: El Dr. Cuartero se expresó respecto a que consideraba necesario conceder la
demanda apelada, ello tras un análisis minucioso que contemplaba a ambas soluciones frente a la
problemática (una primera dogmática, ceñida al texto del art. 243 LGS según la cual las abstenciones
son votos presentes y posibles de ser emitidos, por lo cual sí cuentan para el cálculo de la base de la
mayoría necesaria; y otra, que considera la interpretación de la intención de quien asiste a la asamblea
pero decide no votar, entendiendo que éste no vota ni positiva ni negativamente, sino que realiza un
acto psíquico de indiferencia el cual no puede traducirse en el apoyo de ninguna de las posiciones, por
lo cual estos votos no serían contabilizables para establecer la mayoría asamblearia de la sociedad),
determinando que ambas son lógicas pero que sólo una es racional en los hechos, y es la primera. Esta
irracionalidad de la segunda tesis deriva del hecho de que quien se abstiene de votar no apoya a la
mayoría ni a la minoría (a la positiva ni a la negativa), pero dificulta la obtención de la mayoría, lo cual
descarta las consideraciones ya explicadas por esta doctrina minoritaria.

Normativa: Arts. 243 y 244 LGS.

Holding: Establece que las abstenciones de voto en una sociedad anónima no se contabilizan para el
establecimiento del cálculo de la base que determina las mayorías necesarias para imponer una
votación. En este supuesto, el voto en disidencia reconoce que las abstenciones sí cuentan para el
cómputo de la mayoría, ya que la interpretación literal de la ley así lo establece (votos presentes con
posibilidad de ser emitidos).

Cita un precedente, en el que fue reconocida la posibilidad de articular la nulidad de decisiones


asamblearias luego de vencido el plazo de la ley 19550, art. 251, si el vicio atribuido al acto era
susceptible de ser subsumido en los supuestos de nulidad absoluta del art. 1047 CC.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Abrecht c/ Cacique Camping SA.

Año: 1996.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Los hermanos Carlos J. A. Abrecht y Jorge P. F. constituyeron la sociedad Cacique Camping
S.A. (cada uno propietario del 50% de la misma).

Esta sociedad funcionaba como una sociedad de familia, centro del patrimonio de los hermanos,
quienes aportaban a la misma una gran mayoría de su dinero.

Eventualmente, se incorporaron a la sociedad los hijos de Jorge: Marcelo, Eduardo y Gerardo.

Carlos tuvo cuatro hijos, dos con un primer matrimonio (Carlos y Sergio) y otro con uno segundo
(Pablo y Karin). Pablo era cura, profesando activamente la religión, y Karin estaba incapacitada a
causa de una enfermedad mental que obstaba a su discernimiento. La relación de Carlos con sus hijos
Pablo y Karin no era la mejor, no eran cercanos y ellos lo trataban con indiferencia.

En 1985 Carlos (padre) donó sus acciones sociales a sus cuatro hijos, resultando en la representación
en cada uno de ellos del 12,5% del capital social. Posteriormente inició un juicio para revocar la
donación a Pablo y Karin, pero su petición fue denegada.

Para 1987 los miembros del directorio de la S.A. eran Carlos (padre), Carlos (hijo), Sergio, Pablo, Jorge,
Marcelo, Eduardo y Gerardo.

En febrero de 1987 Carlos (padre) se separó de su entonces pareja, madre de sus últimos dos hijos, lo
cual produjo su expulsión del hogar.

Simultáneamente, Pablo, miembro del directorio, dejó de asistir a las reuniones del directorio sin dar
aviso ni estar a disposición de los socios, quienes no lograban comunicarse con él.

El 21 de agosto de 1987 la asamblea de accionistas resolvió un aumento de capital por 100.000


australes (representantes de 100M acciones), las cuales fueron suscriptas e integradas por la familia
de Jorge en un total de 50% (manteniendo su participación proporcional previa al aumento), y por
Carlos (hijo) y Sergio en 25% (respetando la proporción previa), y acrecida en otro 25% mediante el
uso de derecho de suscripción preferente de las acciones que podrían haber suscrito Pablo y Karin,
pero que no lo hicieron.

Así, la sociedad quedó 50% correspondiente a la familia de Jorge, 42,5% correspondiente a Carlos y
Sergio (que antes tenían el 25%), y 4% correspondientes a Pablo y Karin (quienes antes poseían el
25%).
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

El 30 de octubre de 1987 la asamblea de accionistas decidió repartir dividendos por el valor de


100.000 australes (igual suma a la incorporada a la sociedad en ese mismo trimestre).

Hecho Procesal: Pablo A. y Karin S.A. iniciaron el proceso con la pretensión principal de obtener la
invalidación de tres asambleas societarias: la del 18/8/87, la del 30/10/87 y la del 4/11/87. En
subsidio a la declaración de nulidad de la asamblea del 18/8/87, se peticionó por la nulidad del
aumento de capital decidido en ella, y, también en subsidio, peticionaron por la orden judicial de
cancelación de las acciones por emitir tras la elevación del capital que hubieran podido ser suscripta
por los actores en ejercicio del derecho de preferencia (el 25% de acciones suscriptas por los
hermanos Carlos y Sergio).

La más importante es la petición de nulidad de la asamblea que resolvió el aumento de capital, ello
con fundamento en que fue constituido un acto fraudulento orientado con sorpresa a los actores a
reducir la medida de su participación societaria (del 25% al 4%) mediante el aumento de capital.

El Juez de primera instancia, si bien calificó de innecesario e injustificado al aumento de capital,


entendió que la acción intentada estaba prescripta pues ya habían pasado más de tres meses entre la
celebración de la asamblea y el inicio del proceso judicial (tres meses que surgen del art. 251 LGS).

Aclaró el juez que el plazo de prescripción de 3 meses podría dejarse de lado de forma excepcional en
casos donde 1)la nulidad perseguida sea absoluta y 2)se perjudique el orden público o interés social.
Sin embargo, entendió que el caso perseguía una medida de nulidad que no era absoluta (ya que la
decisión de aumentar el capital está dentro de las libertades que los socios en su conjunto tienen,
como dueños y dirigentes de la sociedad y de su rumbo) y que tendía a la protección de intereses
individuales (el de mantener su participación en la sociedad), lo cual no cabría en los casos
excepcionales. Por esto, resolvió desestimar la demanda.

Apelada por los actores, con justificación en el abuso de poder de la mayoría social para hacer
prevalecer los intereses particulares de algunos socios, y la irregular publicación en el Boletín Oficial
de la convocatoria a los socios a ejercer el derecho de suscripción preferente (la convocatoria debía
realizarse desde el 21 de agosto, y se realizó desde el 25 de agosto), la causa llegó a la Cámara, cuyos
jueces consideraron:

 Que el Juez de 1° era medio boludo y falló refiriéndose a algo que no tenía que ver con la
demanda, y confundiéndose términos como orden público, interés público y derecho público;
 Que es cierto que es posible apartarse del plazo de tres meses de la LGS en circunstancias
excepcionales donde se persiga la nulidad absoluta de la asamblea, en protección del orden
público (el cual no excluye derechos patrimoniales individuales, como los del caso);
 Que el aumento de capital en 100.000 australes no se justificó con la necesidad de activos de la
sociedad ni en las dificultades económicas atravesadas en la época, ya que mediante la pericial
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

contable y la declaración de testigos que trabajan en la empresa (entre ellos el síndico), quedó
probado que la ganancia mensual promedio de la sociedad era de más de 200.000 australes,
por lo que sería ilógico recurrir al aumento de capitales para adquirir una suma tan menor a la
que mensualmente gira la compañía;
 Que la decisión de aumentar capitales no encontró ninguna otra justificación, pero que debía
hacerlo ya que perjudicaba los intereses subjetivos de los actores;
 Que, si bien es legítimo el ejercicio del derecho a distribuir dividendos en la sociedad (en
relación a la asamblea del 30/10/87), ello mínimamente lleva a la sospecha de que los
accionistas mayoritarios, hartos de la ausencia de Pablo y la carencia de contribución a la
empresa por parte de Karin, optasen por resolver una elevación de capital del cual estas
personas no tuvieran información, a fin de reducir la importante participación que ellos tenían
en la sociedad, pasando de ser ⅛ a ser 1/40.
 Que los demandados, si bien notificaron del aumento mediante los edictos correspondientes
(fuera de término), al encontrarse en una sociedad familiar donde todos son tíos, primos y
hermanos, debieron haber informado a los actores desde algún medio ajeno al de los edictos;
 Que la falta de información a los actores fue determinante para que ellos no ejercieran o
pudieran ejercer el derecho de suscripción preferente, ante tan intempestivo aumento de
capital;
 Que en el caso lo que se resuelve no es un conflicto societario sino una disputa familiar, que no
debe ser autorizada a ser resuelta con la normativa societaria;
 Que el caso halla resolución en las disposiciones del derecho civil general, y no el derecho
societario especial, por lo que la acción presentada no tiene el plazo prescriptivo de 3 meses
sino el de 2 años del CC;
 Que, siguiendo el CC, se configuró en los hechos un supuesto reprobado por su art. 953, por lo
que la ley rechaza el objeto del acto jurídico por ser ilícito y perjudicial para los derechos
subjetivos de terceros;
 Que en estos términos el aumento de capital es nulo como si no tuviese objeto, porque su
finalidad material constituyó en una ilicitud.

Por todo esto, resuelve la Cámara confirmar parcialmente la sentencia de primera (respecto a las
asambleas del 30/10 y 4/11 de 1987), y revocarla en lo atinente a la declaración de nulidad de la
asamblea del 18/8/87, declarando a ésta y su aumento decidido como nulos.

Normativa: Art. 251 LGS.

Holding: Reconoce la posibilidad de apartarse del plazo de prescripción de la acción por la nulidad de
una asamblea de una S.A. (plazo de tres meses), en casos donde la nulidad asamblearia perseguida sea
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

1) nula de nulidad absoluta, y 2) ofensiva contra el orden público (con un criterio no excluyente de los
intereses patrimoniales resguardados por el derecho privado).

Declara nula la asamblea que decidió el aumento de capitales de la S.A. con fundamento en que su
finalidad, corrupta, implicó que el acto jurídico posea un objeto ilícito o inexistente (el de menoscabar
en sus derechos a la participación de dos socios con los que el resto se llevaba mal).

Expresa que en una sociedad familiar es requerible la información personal o cercana, además de la
simple publicación por edictos, de la convocatoria a asamblea para ejercer el derecho de suscripción
preferente.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Santesteban, Jorge Luis c/ Víctor Santesteban y Cía. S.A. s/Sumario

Año: 1999 y 2000.

Órganos: Juzgado de 1° y Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: La sociedad Víctor Santesteban y Cia. S.A. Tenía por objeto social la fabricación de cremas y
tintas para cueros y calzados.

Los accionistas de la S.A, además de integrar el directorio, desarrollan tareas ejecutivas.

Hecho Procesal: Jorge Luis Santesteban, accionista y Director de la sociedad, promovió demanda de
impugnación de decisión asamblearia del 11/3/96 en los términos del art. 251 LGS.

Expresa el actor que la vida societaria se desarrolló con relativa normalidad hasta que las desavenencias
familiares y los hechos acontecidos, que culminaron con la asamblea llevada a cabo el día 11 de marzo,
han llevado a la sociedad a colocarla en una situación de grave peligro.

La actora relata detalladamente las irregularidades, absolutamente incompatibles con una


administración ordenada, que comenzó a observar a partir del año 1995.

En la contestación de demanda, la sociedad reputa falso el hecho de que el actor sea Director de la
sociedad y expresa que “no le consta que fuera accionista de la misma al momento en que se celebró la
asamblea que impugna de nulidad”. Se niega pormenorizadamente cada uno de los hechos aducidos por
la parte actora en el escrito inicial; y se solicita el rechazo de la demanda en todas sus partes.

No se agregó a la causa el acta de la asamblea cuestionada: No está incluida en la prueba documental


ofrecida por la actora; en el incidente de medidas precautorias está agregada el acta notarial que
registra la negativa de tal entrega a la actora.

Por lo tanto, la única versión sobre lo decidido en tal asamblea es la que surge del acta notarial y la
afirmación de la actora de que se aprobó el balance del ejercicio cerrado el 30.6.95; se decidió el destino
de las utilidades; se aprobó la gestión de los administradores y se desplazó al actor del directorio- Tales
afirmaciones no fueron materia de negativa expresa por la demandada.

1° Instancia:

s/Excepción de falta de legitimación activa opuesta como defensa de la sociedad:

En su escrito de contestación de demanda la S.A. manifestó que no le constaba la calidad de accionista


del actor en la fecha de la asamblea, y negó su condición de director al promover la demanda.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

La falta de constancia de la calidad de accionista no constituye una negativa precisa en los términos del
c.p.c.

Por el contrario, en el incidente de medidas precautorias el actor agregó con fecha 8.3.96 copia
certificada de 7.000 acciones ordinarias al portador numeradas del 35.001 al 40.000 y del 62.001 al
64.000 que fueron posteriormente depositadas en custodia en el Banco Ciudad de Buenos Aires.

La posesión de las acciones por el actor en fecha inmediatamente posterior a la de la asamblea y la falta
de exhibición por la demandada del libro de registro de asistencia constituye suficiente soporte
probatorio en los términos del c.p.c. 163 inc. 5to. de que aquél era cuanto menos accionista en la fecha
de la la decisión impugnada, por lo cuál se encuentra legitimado para la acción prevista por la L.S. 251

Por lo tanto, corresponde rechazar la excepción de falta de legitimación activa deducida como defensa
de fondo por la demandada.

s/ Causales de nulidad de la decisión asamblearia expuestas por el actor:

 Las acciones no fueron depositadas con la anticipación prevista por la L.S. 238 por quienes
votaron favorablemente las resoluciones impugnadas;
o Rechazada porque la eventual inobservancia del plazo previsto por la L.S. 238 no
constituye una cuestión de orden público de entidad suficiente para invalidar el acto, en
tanto se hubiera cumplido efectivamente con el depósito antes que se celebrara;
 La actuación como mandatario de letrado Andreone -a quien el actor calificó de "asesor legal" de
la sociedad;
o Rechazado porque el otorgamiento de mandato por los accionistas no se encuentra
prohibido de acuerdo con el texto literal de la L.S. 239.
 La falta de debida información previa al actor;
o Rechazado porque el actor dejó de asistir a la reunión de directorio del 21.12.95 que
aprobó el balance sin justificación válida. La sola circunstancia de encontrarse en otra
ciudad del país tres días antes de ser convocado a la reunión no justifica por sí misma su
incomparecencia.
 Destaca que el actor era corresponsable de la confección de los estados contables
y que en tal reunión debió requerir cuanta explicación considerara oportuna al
contador que había confeccionado el borrador exhibido en la causa.
 El tratamiento de documentación que técnicamente no constituía un balance;
o Rechazado porque no existe irregularidad de entidad suficiente para declarar la nulidad
de la decisión que aprobó los estados contables.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 La nulidad del destino de las utilidades acordado por la asamblea, por considerarlo violatorio de
la L.S. 261;
o Rechazada porque ella debió ser probada por el actor, y el acta notarial es insuficiente
para establecer con certeza razonable tal violación;
 La nulidad de la decisión que aprobó la gestión de los directores;
o Impugnación admitida por haberse vulnerado la prohibición de la L.S. 241 respecto de la
inhabilidad de los directores para votar en la aprobación de su propia gestión;
 La nulidad de la asamblea por habérsela desplazado del directorio;
o Impugnación rechazada ya que la decisión de reducir a tres el número de directores fue
unánime y el actor no fue propuesto por nadie.

Resuelve el Juez hacer lugar parcialmente a la demanda y declarar la nulidad de la resolución de la


asamblea de la demandada celebrada el 11.3.96 en cuanto aprobó la gestión de los directores, y
rechazarla en lo demás pretendido.

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial: Confirma en todos sus puntos a la sentencia de 1°


Instancia.

Normativa: Art. 241 LGS.

Holding: Declara la nulidad de la decisión asamblearia de aprobar la gestión de los administradores


de la sociedad, a causa de que los socios que votaron en dicha ocasión son los propios
administradores.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Gazzolo c/ Agropecuaria La Trinidad

Año: 2011.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Nilza Elena Luxardo de Gazzolo constituyó la Trinidad Sociedad en Comandita por Acciones
Agropecuaria y Comercial cuyo patrimonio es un campo de más de ochocientas hectáreas en el partido
de Chivilcoy de la Provincia de Buenos Aires.

María Carmen Gazzolo y María Mercedes Gazzolo, hijas de Nilza, poseían acciones por el 1,75% de la
empresa cada una (Nilza por el 96,5%).

En enero de 1998 se dispuso mediante asamblea la transformación de la S.C.A. en la sociedad anónima


Agropecuaria La Trinidad.

En febrero de 1999 Nilza murió, con lo cual cada una de las hijas pasó a ser titular del 50% de las
acciones de la compañía.

María Mercedes se desenvolvió como la única directora de la sociedad, siendo su hermana directora
suplente. La contabilidad no fue llevada regularmente.

En 2001 la situación económica del país y la inundación de la zona donde se ubica la sociedad
agropecuaria, provocaron una difícil situación de la sociedad (en un par de años el valor del
establecimiento se redujo de 4,4M, a 2,1M de dólares).

En 2001 se incorporó Enrique Cordeyro a la S.A. Un amigo de la infancia de María Mercedes al que le
pidió un préstamo de $60.000 (que aportó a la sociedad en forma de aportes irrevocables), y como
garantía al mismo le ofreció el 5% de sus acciones, lo cual fue aceptado.

Una vez saldada la deuda de María Mercedes, ésta le pidió a Enrique que permanezca como socio en la
S.A. Él, al no percibir que su estadía le pudiera perjudicar a María Carmen (ya que su participación
derivaba de María Mercedes, y no de ella), lo hizo.

En mayo de 2002, mediante asamblea ordinaria se decidió aumentar el capital social de $120.000 a
$186.000, ello mediante la capitalización de aportes irrevocables ya efectuados (por María Mercedes)
y reflejados en la contabilidad. Mediante este aumento, María Mercedes pasó de ser titular del 45% de
la sociedad a ser la titular del 67% de las acciones (y María Carmen pasó de tener el 50% a tener un
30% [vio licuada su participación accionaria]).

Hecho Procesal: María Carmen Gazzolo inició la presente demanda contra Agropecuaria La Trinidad
S.A., María Mercedes Gazzolo, y Enrique Cordeyro. La acción pretendía la declaración de nulidad
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

absoluta de la asamblea que decidió el aumento de capital, o, en subsidio, la inoponibilidad del mismo
a la actora; y, aún en subsidio, la indemnización por los daños y perjuicios causados.

El demandado Cordeyro, al contestar la demanda, confesó no haber asistido a dicha asamblea


societaria (lo cual se contradice con el acta en que se halla instrumentada y el libro de depósito de
acciones y asistencia asamblearia). Dijo el demandado que él nunca tuvo en sus manos ninguna acción
emitida por la S.A. y que, aún más, no se sentía un socio real de la empresa. Afirmó entonces que nunca
participó de una reunión de directorio ni asamblea.

El Juez de 1° Instancia rechazó la demanda, al entender que la acción se encontraba prescripta al


momento de interponer la demanda, pues ya había pasado el plazo de tres meses desde la celebración
de la asamblea de acuerdo al art. 241 LGS.

Apelada la sentencia por la actora, conoció en el caso la Cámara.

Voto de la Mayoría: Considera que la cuestión ronda especialmente respecto a la consideración de si


la asamblea cuya nulidad se persigue fue efectivamente realizada, o si sólo constituyó un acto
aparente carente de efectos jurídicos.

En tal orden de ideas, tomó en cuenta:

 Que el demandado Cordeyro afirmó ser falso el contenido del acta que suscribió, al no reflejar
un acto real;
 Que los dichos del Sr. se condicen con las demás declaraciones testimoniales aportadas como
prueba, y los indicios derivados de los mismos (en especial, la expareja de María Mercedes,
quien afirmó que nunca tuvo conocimiento de la realización de asambleas, sino más bien que
las actas las redactaba el abogado y él las instrumentaba [pues era contador {si bien ya no era
pareja de la demandada al momento del acta, y no puede afirmar o negar la existencia de tal
asamblea, sirve como indicio el saber que en el pasado nunca se habían realizado asambleas
formales, y que Cordeyro nunca había participado en ninguna decisión hasta donde su
conocimiento alcanzaba}]);
 Que el escribano de la familia Gazzolo informó que previo a la asamblea las hermanas
intentaron la división del campo, escisión que fracasó dado que ambas querían quedarse con el
casco de la estancia;
 Respecto a la impugnación de la actora, que alegaba que las reuniones siempre se habían citado
de forma personal en la sociedad, y que en este caso del aumento de capital, la citación se hizo
por edictos (argumentando algún tipo de mala fe de la hermana para que ella no se hiciera
presente en la asamblea), entendió que ello constituyó una medida sorpresiva, ya que la
costumbre era otra, por lo que su intencionalidad fue ilegítima porque tendió al desapropio de
bienes de otros, en infracción con el C.C. (aplica la doctrina de Abrecht c/Cacique Camping S.A.)
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Infirió la Cámara de estas consideraciones:

 Que el desacuerdo en la división del inmueble “parece” haber provocado un distanciamiento


entre las hermanas;
 Que a causa del mismo María Mercedes decidió aumentar las acciones de la empresa,
capitalizando los aportes irrevocables que ella realizó con anterioridad;
 Que María Mercedes decidió, frente al conflicto con su hermana, ampliar el capital social con el
propósito de capitalizar sus aportes, obteniendo así una posición de superioridad frente a ella
en la sociedad.

Concluyó entonces que la asamblea del 28/5/2002 nunca se realizó, sino que María Mercedes y
Enrique Cordeyro sólo firmaron un acta que reflejó una reunión inexistente, por lo que en el caso se
trata no de un acto nulo sino de un acto inexistente; lo cual fue una construcción ficticia orientada
simplemente a obtener la plataforma jurídica para lograr el aumento de capital, como necesaria
herramienta para imponer a su hermana su voluntad.

Que el acta es falsa, ya que indica no sólo la presencia física de ⅔ socios, sino la existencia de
una deliberación, y una votación que jamás ocurrieron. De ello deriva que no ha existido el
necesario acto colegial que regula la LGS en materia de asambleas, y que permite adoptar las
decisiones de gobierno [...].

Y, si bien la actora no peticionó por la inexistencia del acto sino por su nulidad absoluta, la inexistencia
puede ser declarada de oficio aún si se hubiese vencido el plazo de 3 meses de la LGS.

Igualmente, explican los jueces que aún de optar por el camino de la nulidad absoluta, la
decisión es la misma ya que también esa nulidad es declarable de oficio.

Por todo esto, resuelve la mayoría revocar la sentencia de 1° y declarar la invalidez de la asamblea del
28/5/2002.

Voto de la Minoría: El Juez minoritario considera que es propio confirmar la sentencia de 1°, y
rechazar la demanda, ello en cuanto no se ajustó su interposición al plazo de prescripción establecido
por el art. 241 LGS.

Entiende el Juez que la excepción al plazo de caducidad de 3 meses de la LGS no está presente en el
caso, ya que no se estaba presente a la nulidad absoluta de una asamblea contraria al orden público o
al régimen societario, sino que simplemente afectaba el interés particular de la actora.

Para entender que el orden público no estaba afectado por el caso, estimó que la pretensión del
juicio puede ser materia de desistimiento, transacción, o conciliación; también que la nulidad
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

perseguida no puede ser declarada de oficio; y también que la asamblea inexistente adolece de
un vicio de nulidad relativa, el cual fue subsanado por los demandados al suscribir el acta.

La otra excepción al plazo de la LS es cuando la decisión asamblearia que dispuso el aumento


de capital constituyó un mero instrumento formal para la consecución dolosa de finalidades
extrasocietarias (doctrina de Abrecht c/Cacique Camping S.A.), la cual no fue comprobada por
la actora (no se probó el dolo).

Respecto a esto, considera que la publicación por edictos no es atacable, ya que no es


una conducta jurídicamente exigible “una más fraternal o siquiera caritativa
información fuera de la publicación edictal” (doctrina de Abrecht c/Cacique Camping
S.A.).

Considera también que a la actora, como socia (sucesora) del 50% de la


sociedad, le es exigible una conducta medianamente provisoria y cuidadosa
(diligencia del buen hombre de negocios, aplicada a los herederos forzosos).

No aplica el juez la doctrina del fallo Abrecht c/Cacique Camping S.A ya que:

- La muerte de la madre y el conflicto por la estancia es una situación normal o previsible de la


vida (a diferencia de ese otro caso);
- En este caso el aumento de capital no es simulado, sino que realmente se hicieron aportes a la
sociedad;
- El aumento de capital no fue juzgado completamente innecesario, como sí en el precedente;
- En este caso no se demostró claramente una intención lesiva respecto de los actores, ya que el
dolo no se acreditó.

Rechaza también, por extensión, las peticiones subsidiarias de inoponibilidad (ya que considera que la
actora no probó sus supuestos) y de indemnización por daños y perjuicios (ya que considera que la
actora no acreditó la configuración de los presupuestos de la responsabilidad [el factor de atribución
{dolo o culpa} en especial]). Respecto a un agravio de la actora de que la emisión de acciones se
realizara sin prima, entiende aplicable el Juez el leading case Augur c/Sumampa, que establece que la
decisión de emitir con o sin prima es privativa de la sociedad, y no constituye un derecho de los socios
(y que en todo caso causaba la nulidad relativa de la asamblea, que debió invocarse dentro del plazo
de 3 meses).

Así falló el Juez en disidencia.

Normativa: Art. 241 LGS.


FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Holding: Leading Case en la materia de aumentos de capital dañoso a los socios, que se aparta de la
doctrina de la nulidad absoluta, e incursiona en una nueva doctrina sobre la inexistencia del acto
jurídico colegiado asambleario societario por ausencia de deliberación y debate entre los socios.
Establece que, para atacar una asamblea social, no será necesario probar el dolo, el fraude o la
simulación del negocio jurídico sino probar su inexistencia.

Reseña de Van Thienen: Interpreta que en el caso se estaba debatiendo una causal de nulidad
relativa, ya que considera que en el derecho societario no se involucra al orden público, por lo que no
existen las nulidades absolutas (a excepción de las expresas por la LGS en caso de el objeto ilícito de la
misma) y, por ende, la nulidad relativa las hace susceptibles de prescripción (como lo son las acciones
de colación, de partición de herencia, de nulidad de actos fraudulentos, los actos simulados, los
celebrados con violencia o intimidación, etc.).

Respecto a la prescripción aplicable, entiende que el aumento sólo podrá ser detenido si fuera
realizado en violación de la ley, los estatutos o reglamento y para este ataque el legislador previó un
plazo de caducidad de 3 meses contados desde la celebración de la asamblea; y que la doctrina del
caso Abrecht dejó de lado la norma para hacer prevalecer el derecho común y por eso la penetración
de la doctrina de la nulidad absoluta, no porque ella se aplique al régimen societario.

Entiende el autor que los ilícitos societarios están sometidos al plazo de prescripción del C.C. (2-4
años).

Critica la doctrina del fallo al entender que la inexistencia de las asambleas, lo cual haría, según el
fallo, susceptibles a las mismas de ser declaradas inválidas por ser inexistentes, contraría los usos y
costumbres que se evidencian en la vida normal y el desenvolvimiento de las sociedades cerradas de
familia, donde rara vez se persigue el procedimiento legal para tomar decisiones, sino que se hace
todo “el domingo a la hora del almuerzo”. Por su parte, entiende que la existencia del acto jurídico
colegiado, como ámbito propicio para el debate, no es un elemento esencial del acto jurídico cuya
ausencia lo torne ilícito e inexistente, sino que es una nulidad relativa que es subsanable mediante la
realización de otra asamblea o acto que la ratifique.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Vistalba S.A. c/ Banco de Galicia y Buenos Aires

Año: 1986.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Vistalba S.A. era accionista de la demandada, poseyendo el 2,83% del capital con derecho a
voto. A su vez, Yinot S.A. también era accionista en la sociedad, y sus acciones representaban el 1,40%
sobre el total de los votos posibles en la misma. Evidentemente ambas sociedades eran socias muy
minoritarias.

El 22/9/83 la sociedad Banco de Galicia y Buenos Aires realizó una asamblea general ordinaria y
extraordinaria de accionistas, y en ella se fijó en 6 la cantidad de miembros del directorio, partiendo
de la base de la continuidad en el mandato de 5 que ya estaban en el cargo. En base a este aumento del
directorio, la asamblea designó al Sr. Bullrich como nuevo director. y a otros tres directores suplentes.

Las sociedades socias Vistalba e Yinot se abstuvieron de votar en ambas decisiones asamblearias.

En 1984 el director Bullrich renuncia a su cargo, siendo sucedido por uno de los suplentes designados
en la asamblea mencionada.

Hecho Procesal: Las sociedades actoras inician el proceso judicial con la pretensión de obtener la
declaración de nulidad de la asamblea, en cuanto dispuso la cantidad de 6 directores, y en cuanto a la
elección del Sr. R. Bullrich. en tanto alega que se habría obstruido el ejercicio del voto acumulativo
ante el ilegítimo régimen de renovación parcial aplicado por la sociedad.

El Juez de 1° Instancia resolvió desestimar la demanda, por entender que el derecho de ejercer el
voto acumulativo según el art. 263 LGS es un derecho disponible, en tanto el accionista puede
voluntariamente ejercerlo o no, y ello no afecta al interés público ni las buenas costumbres, y; Que las
cláusulas estatutarias autorizaban la renovación parcial del directorio (renovación escalonada), y; Que
los actores no efectuaron ninguna moción de revocación (o renuncia) de los 5 miembros del directorio
que continuaban desde antes, por lo cual ahora no podrían exigir algo distinto por medio judicial
(doctrina de los propios actos); Finalmente, consideró el Juez que los actores carecían de interés por
no contar con una minoría suficiente dentro de la asamblea (ya que aún habiendo podido ejercer el
voto acumulativo, era imposible que lograran designar a su propio director [porque no contaban ni
con 5% de los votos]).

Apelada la sentencia, conoció la Cámara en el caso.

Voto de la Mayoría: Deciden confirmar la sentencia de 1°, rechazando la demanda, ello en base a que:
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

A. Los socios, para ejercer el voto acumulativo que dispone el art. 263 LGS, deben representar a
una minoría suficiente, no basta con cualquier minoría (la ley no reconoce a la minoría una
representación en el directorio);
a. Si esto se permitiera, el pedido de nulidad sería por la nulidad en sí misma, y no tendría
ningún efecto práctico, ya que la nueva asamblea volvería a tomar la misma decisión,
por lo que la causa podría ser declarada abstracta en ese sentido;
B. El art. 263 LGS no es de orden público, ya que el derecho que consagran puede o no ejercerse, y
ello no afecta al interés público;
C. El voto acumulativo es un derecho disponible y negociable;
D. La impugnación de las decisiones asamblearias (art. 251 LGS) procede siempre que exista una
lesión del interés de la sociedad;
E. Que los actores no sufrieron un perjuicio con la asamblea, derivado de que jamás hubieran
podido imponerse aun aplicando ambos el derecho de voto acumulativo;
F. Que la renovación escalonada está implícitamente reconocida en el estatuto de la sociedad.
G. Que la impugnación de asambleas procede cuando se afecta el interés social; y
H. Que las decisiones del directorio no se apelan mediante esta acción, sino mediante la
revocación por asamblea de la misma y la acción judicial de responsabilidad por el mal
desempeño de su cargo.

Voto de la Minoría: Decidió correspondiente revocar la sentencia de 1°, concediendo la demanda y


declarando la nulidad de la asamblea y la designación del director Bullrich y su suplente. Para ello
consideró:

 Que, a diferencia de lo interpretado por el a quo, no existía previsión estatutuaria para la


renovación escalonada del directorio, teniendo en cuenta que con la modificación del estatuto
(para adecuarse a la nueva LGS) ésta, que estaba expresamente regulada, fue eliminada;
 Que en caso de que los socios minoritarios decidan ejercer el derecho de voto acumulativo, la
asamblea deberá revocar la designación o remover de su cargo a los directores que haga falta
(mínimo 3) para que esa minoría pueda obtener representación en el órgano;
 Que es irregular el procedimiento de convocar a asamblea para fijar el número de directores
anualmente, ya que debe realizarse cada 3 ejercicios;
 Que este procedimiento irregular es también ilegal, ya que la renovación del órgano debe
producirse de forma sincronizada;
 Que de no existir la sincronización en la renovación de los directores, se obstruye el derecho de
voto acumulativo, violentando la norma imperativa del art. 263 LGS;
 Que la ley no requiere para el ejercicio del derecho a voto de los accionistas que ellos
representen determinado porcentaje mínimo del capital social;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que el art. 263 LGS es de orden público;


 Que no hizo falta la moción de remoción de directores sobrantes, ya que el hecho de renovar de
forma escalada a los miembros del órgano era una violación intrínseca al estatuto;
 Que en la asamblea debieron elegirse 6 directores, revocando la designación de los 5 que
preexistían en el cargo;

Por ello, resuelve revocar la sentencia y conceder la demanda.

Normativa: Art. 263 LGS.

Holding: El voto de la mayoría establece que el derecho a voto acumulativo que la LGS reconoce a los
socios minoritarios, sólo puede ejercerse cuando dicha minoría alcance un capital mínimo en la
asamblea, que es el necesario para que puedan, ejerciendo el voto acumulativo, elegir al menos uno de
los miembros del directorio en la decisión. Establece que en caso de que no se logre esa minoría,
entonces el pedido judicial es abstracto ya que ante una nueva asamblea, y aún pudiendo ejercer el
voto acumulativo, no lograrían elegir a ningún miembro.

También establece que el derecho a voto acumulativo es un derecho disponible y negociable, ya que el
art. 263 LGS no es de orden público.

El voto en disidencia establece que el art. 263 es de orden público, que el derecho a voto acumulativo
es una facultad de la cual el socio puede o no hacer uso, pero que no puede ser entorpecido de ninguna
forma por la sociedad, y que la renovación escalonada del directorio es una medida dirigida a impedir
el eficaz ejercicio de tal derecho, por lo que corresponde la obligatoria renovación sincronizada de los
directores.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Diez, Jorge c/2 H S.A.

Año: 1989.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: La S.A. 2 H estaba integrada por dos socios, uno mayoritario (70%) y otro minoritario (30%,
que es el actor).

Diez, el accionista minoritario de la S.A. 2 H, comunicó a la administración, previo a la celebración de


una asamblea en la que se elegirían 3 miembros del directorio, de su voluntad de ejercer el derecho a
voto acumulativo.

En dicha asamblea, se decidió por mayoría (el único otro socio, con un 70% del poder de voto) la
reducción del directorio de 3 directores a un único director.

Ante tal situación que imposibilitó el ejercicio del derecho de voto acumulativo (más bien su eficacia),
Diez se abstuvo de votar en la asamblea, no proponiendo a nadie para el único cargo a cubrir y no
pudiendo, de ninguna forma, por ser minoritario en la asamblea, revertir tal decisión.

Hecho Procesal: Diez interpuso una acción judicial contra la S.A. a fin de obtener la nulidad de la
decisión asamblearia respecto a la reducción de los directores, por cuanto ello contraría el derecho al
voto acumulativo consagrado por el art. 263 LGS.

El Juez de 1° Instancia concedió la demanda, declarando nulo lo decidido en el punto 2 del orden del
día de la asamblea ordinaria celebrada el 8/12/1986.

Apelada la sentencia por la sociedad demandada, la Cámara conoció en el casó, y consideró.

 Que a pesar de haberse abstenido de votar en la decisión, la actora se encuentra legitimada para
ejercer la acción ya que la abstención no configura conformidad ni asentimiento de la decisión
adoptada (por lo cual no aplica la prohibición de atacar la acción a quien votó favorablemente a
ella [art. 251 LGS]);
 Que el hecho de no haber votado constituye una de las condiciones de viabilidad del ejercicio de
la acción, ello porque “quien a sabiendas ha ejecutado un acto no puede pedir la declaración de
nulidad del mismo” (C.C.);
 Que el art. 263 LGS asegura a la minoría la eventual participación en el directorio, lo cual es un
derecho disponible, y su titular no puede ser obligado a ejercerlo ni privado de tal ejercicio
cuando ya decidió y comunicó que haría uso del mismo;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que la asamblea en cuanto órgano soberano de la sociedad, encuentra una limitación a sus
poderes en los artículos de la LGS y los estatutos de las sociedades;
 Que la decisión de reducir a uno el número de directores excedió el límite legal, porque el voto
acumulativo sólo sirve cuando se eligen al menos 3 directores;
 Que notificada la sociedad del ejercicio del voto acumulativo por un accionista, toda reducción o
aumento del número de integrantes del directorio que perjudique la expectativa normal de
representación numérica de la o las minorías, debe considerarse contraria a la letra y espíritu de
la institución;

Por esto, la Cámara rechaza la apelación, confirmando la sentencia de 1° Instancia y anulando la decisión
de reducir a 1 el número de 3 directores de la S.A.

Normativa: Art. 263 LGS.

Holding: Contribuye a la doctrina mayoritaria de que la esencia del voto acumulativo es dar protección
y representación a la minoría en el directorio de las S.A. por lo cual el art. 253 LGS prohíbe no sólo
derogar ese derecho, sino dificultar su ejercicio.

Agrega, de forma novedosa, la sentencia, que no se puede apelar a mecanismos legales válidos (en este
caso la potestad de la asamblea de reducir el número de miembros del directorio, otro puede ser sino
la renovación escalonada de los miembros del directorio) para excluir de la representación en el
directorio a una minoría que tenía la expectativa fundada de contar con representación en el directorio.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Eledar S.A. c/ Serer, Jorge Antonio

Año: 1997.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Jorge Antonio Serer fue presidente de la sociedad anónima Eledar.

En diciembre de 1991 la asamblea de accionistas, tras aceptar la renuncia del presidente, resuelve
solicitar rendición de cuentas a Serer, a causa de las graves transgresiones a la LGS en que habría
incurrido como presidente de la S.A.

Hecho Procesal: Eledar S.A. interpuso demanda judicial a fin de obtener la rendición de cuentas del
expresidente societario Serer, por los actos desarrollados durante la vigencia de su cargo en la misma.

El demandado interpuso la excepción de previo y especial pronunciamiento de prescripción de la


acción, al estimar que tratándose la acción de hechos ilícitos, la responsabilidad del director sería de
fuente extracontractual, por lo que operaría el plazo genérico de 2 años del CC.

El Juez de 1° Instancia resolvió desestimar ambas posiciones.

Apelada por ambas partes la sentencia, la Cámara conoció en el caso, y estimó:

Respecto a la apelación por excepción previa de prescripción:

Que ella debía ser desestimada, toda vez que el objeto del juicio es hacer efectiva la responsabilidad
del mal desempeño en sus funciones del presidente, con base a los arts. 274 y 276 LGS, lo cual la
consagra como acción normada por la misma ley, que, asimismo, no menciona que los actos atacados
por ella deban ser lícitos o ilícitos, por lo que, en este sentido, el régimen especial del derecho
societario excluye el régimen general del derecho civil, siendo aplicable entonces el plazo de
prescripción de 3 años, y no el de 2. Asimismo, refiere el juez que la responsabilidad perseguida en el
caso tiene origen contractual, porque se da en virtud a la relación jurídica entre el demandado y la
sociedad, y sólo sería entonces responsabilidad extracontractual la emanada de acciones que no
reconocen una fuente social, por lo que son de tipo delictual o cuasidelictual (el mal desempeño de
autos surge justamente por la vinculación jurídica nacida del contrato entre la sociedad y el
demandado, por lo que cualquier incumplimiento que se genere dentro del marco de esa relación será
siempre de índole contractual [y sólo será extracontractual el ajeno a esa fuente social, que será
delictual o cuasidelictual]).

Respecto a la apelación de la actora

Considera necesario desestimar la misma a causa de la falta de pruebas ofrecidas, que implica la no
acreditación de los supuestos de la acción social de responsabilidad de los directores de una S.A. (que
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

son el daño concreto y demostrado, y los demás de la teoría general de daños del derecho civil
[antijuridicidad, nexo causal y factor de atribución]). Agrega que el daño tampoco fue probado aún
considerando la responsabilidad persiguida como contractual, ya que en el marco de la relación
jurídica establecida entre las partes, los conflictos deben resolverse mediante “las reglas
concernientes a la preparación y aprobación de balances”, explíca la cámara que “el balance suple la
rendición de cuentas general que incumbe a todo administrador”. Por ello, ante la disponibilidad de
otros recursos, la vía judicial no sería una posibilidad para la actora en el marco de obtener la
declaración de responsabilidad pertinente.

Respecto a los otros recursos disponibles por la sociedad a tales efectos, señala que ellos son:

 La contabilidad regular;
 El derecho a examinar libros y papeles sociales, y de recabar informes del administrador, y;
 el derecho a aprobar o impugnar los estados contables y la gestión de los administradores.
 Todos ellos incompatibles con una acción judicial de rendición de cuentas de la gestión total
realizada durante la vigencia de la sociedad o un lapso de la misma.

Por todo esto, la Cámara resuelve rechazar las apelaciones tanto de la demandada como de la
demandante, confirmando la sentencia de 1°.

Normativa: Arts. 274 y 276 LGS.

Holding: Establece que el director de una S.A. no responde como cualquier administrador de un
patrimonio ajeno (mediante la acción de rendición de cuentas), en este sentido el balance suple la
rendición de cuentas general que incumbe a todo administrado, por lo que la sociedad debe hacer uso
de las vías intrasocietarias para que se rindan cuentas por lo administrados, las cuales excluyen a la
vía judicial, y son la contabilidad y su aprobación, la aprobación de la gestión del administrador, y el
derecho a información y control con que cuenta la sindicatura.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Aimaré c/ Impresora Offset

Año: 2004.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Los cuatro hermanos Aimaré eran socios y directores de la S.A. Impresora Offset.

Hecho Procesal: Juan Carlos Aimaré inició la acción judicial peticionando por:

- La remoción de los directores de la sociedad;


- La declaración de responsabilidad de los directores por el mal desempeño de su cargo (art. 274
LGS);
- La intervención de la sociedad mediante medida cautelar.

Los demandados contestaron la demanda, negando los hechos aludidos por el actor, y explicando que
dado el carácter de “sociedad cerrada de familia”, se habían realizado asambleas unánimes por lo que
no necesitaron de la convocatoria por edictos. Asimismo, oponen excepción de caducidad de la acción
ya que habrían pasado más de tres meses desde la última asamblea de socios.

El Juez de 1° Instancia rechaza la excepción de caducidad, concede la demanda respecto a la medida


cautelar de intervención y la remoción de los directores de su cargo, y la rechaza respecto a la acción de
responsabilidad de los directores.

Apelada la sentencia por ambas partes, conoció en el caso la Cámara, que consideró:

Respecto a los agravios de la demandada:

 Que la existencia de lazos familiares entre los accionistas no es legalmente invocable para obstar
al normal funcionamiento de la sociedad, y que no se han sostenido ni probado la existencia de
impedimentos insalvables para que la sociedad funcionara normalmente dentro del marco legal;
 Que la vía judicial elegida por el actor es óptima, y no procede el agotamiento de la vía
intrasocietaria toda vez que los administradores de la S.A. fueron quienes participaron en la
asamblea que aprobó su gestión y evitó su remoción, en vistas de la acción judicial pertinente;
 Que los administradores de la sociedad tienen el deber de obrar con lealtad y con la diligencia
de un buen hombre de negocios, obligaciones originadas por el art. 59 LGS;
 Que la pericia contable determinó severas irregularidades en la contabilidad de la sociedad, que
incluían:
- Que no existieron reuniones formales del directorio en la S.A. sino que todas
fueron informales;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

- Que el libro de actas de asamblea no corresponden con el libro de asistencia


asamblearia;
- Que presentaba irregularidades el libro de depósito de acciones, carencia de fechas
y depósitos inconsistentes con las firmas;
- El tratamiento de temas no incluidos en el orden del día de las asambleas;
- La distribución de utilidades por un total superior al 25% de las ganancias de la
empresa, en violación al art. 261 LGS;
 Por esto dio por incumplidos los deberes del art. 59 LGS, declarando su inconducta.

Respecto a la apelación de la actora, pidiendo la acción de responsabilidad por los daños ocasionados
por los directores a la empresa:

 Que procede ella respecto a la distribución de utilidades por un monto superior al 25% de las
ganancias de la empresa (art. 261 LGS);
 Que no procede respecto a la toma de una hipoteca y el pago de la misma mediante la venta de
un inmueble, ya que ello consiste en el actuar normal de la vida societaria y comprende actividad
societaria común, que fue debidamente aprobada en asamblea por el órgano correspondiente;
 Que no procede respecto a un retiro efectuado en la caja de la empresa por uno de los directores
ya que la contabilidad registra un asiento donde el mismo realizó un aporte por el mismo valor
en concepto de suscripción de futuras acciones, por lo que no existiría nada extraño en ello;

Por todo esto, la Cámara decide confirmar la sentencia de 1° Instancia, sentenciando a los directores a
la devolución del exceso en las utilidades distribuidas en exceso.

Normativa: Arts. 59 y 261 LGS.

Holding: Revoca la decisión asamblearia que decidió la remuneración del directorio por un porcentaje
mayor al legal (25% de las ganancias [art. 261]), condenando a los directores (socios que decidieron la
distribución) a la devolución de las sumas en exceso al tope de la ley (no de todo lo distribuido).
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Minetti y Cía.

Año: 1996.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: La sociedad anónima Minetti y Cía. Se retrasó en la presentación de sus estados contables.

La Comisión Nacional de Valores, en 1995, aplico a la sociedad, a sus administradores y exsíndicos una
multa de $9.000 en forma solidaria por infracción al art. 18 de las Normas.

Hecho Procesal: Los exsíndicos interpusieron recurso directo ante la Cámara, aludiendo que la
decisión de presentar extemporáneamente la contabilidad les fue ajena y estaba fuera de su control,
aclarando que fueron presentados a tiempo y forma y que la obligación de presentarlos correspondía
al órgano de administración -y no al de fiscalización-.

La Cámara consideró que:

- Según la CSJN las funciones asignadas a las bolsas para dictar normas generales son una
materialización del ejercicio de poder de policía del estado;
- Que el incumplimiento del deber de presentar adecuada y temporalmente los estados
contables de una sociedad que hace oferta pública de sus títulos autoriza el ejercicio de
las atribuciones que la ley acuerda al ente estatal de supervisión;
- Que los administradores de la sociedad deben obrar con lealtad y la diligencia de un buen
hombre de negocios, y son responsables ilimitada y solidariamente los que falten a sus
acciones, causando perjuicios por su acción u omisión.
- Que la responsabilidad del directorio surge de la sola circunstancia de integrar el órgano,
de forma que su conducta debe ser juzgada por la actividad del órgano (aún si él no
hubiera participado, ya que es función suya la de controlar la calidad de la gestión
empresarial [desinterés en la conducción encomendada]);
- Que esta responsabilidad se extiende al síndico, que está encargado de la fiscalización
constante, rigurosa y eficiente de las disposiciones del directorio; por lo que la falta
deliberada o no del debido ejercicio de sus obligaciones (en especial respecto al
cumplimiento de las leyes) los hace incurrir en una falta gravísima;
- Que entre las atribuciones del síndico está la de asistir a las reuniones de directorio del
comité ejecutivo;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Por ello consideró reprochable el actuar de los síndicos, en tanto no probaron la formulación de todas
y cada una de las objeciones posibles a la presentación extemporánea de la contabilidad social, ni la
realización de actos necesarios para evitar los hechos.

Así, la Cámara rechaza el recurso, confirmando el acto administrativo.

Normativa: Art. 59 LGS.

Holding: Reconoce a los miembros de la sindicatura de la S.A. los mismos deberes que los
administradores de obrar con la diligencia de un buen hombre de negocios, y el deber lealtad y de buena
fe. Asimismo, establece que la responsabilidad de los miembros del órgano de administración y de
fiscalización nace por el sólo hecho formal y comprobable de integrar dicho órgano, y que no es oponible
como excusa la falta de participación en los actos que se les imputa, ya que son responsables tanto por
la acción como por la omisión, sea dolosa o culposa.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Kispia S.A. c/ Donati Hnos., S.A.

Año: 1988.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hecho Procesal: La actora inició un proceso judicial con el objeto de obtener la inscripción de acciones
en la sociedad demandada. En sí el caso trata por la obtención del reconocimiento de la calidad de socio
de Kispia S.A. en la S.A. Donati Hnos.

Paralelamente a la mencionada acción principal, interpuso petición de medida cautelar para obtener la
designación de un veedor dentro de la sociedad demandada (para “compensar” el hecho de que la actora
no es reconocida como socia), mediante el instituto de la intervención judicial de la sociedad. Fundan la
cautelar en el peligro inminente que podría causarles (a sus eventuales derechos como socios) las
acciones llevadas a cabo por la sociedad demandada.

La medida cautelar busca la protección de su intereses, en caso de obtener un pronunciamiento


favorable en la acción principal.

El juez que conoció en la 1° Instancia resolvió desestimar el pedido de la medida cautelar. Ello en base
a que el art. 114 LGS establece como requisitos para la intervención judicial la acreditación de la calidad
de socio del peticionante, la existencia de un peligro y su gravedad, que la actora agotó los recursos
estipulados en el contrato social, y que se promovió acción de remoción del administrador; y que no fue
acreditado el cumplimiento de estos requisitos.

Ante el descontento y apelación de la actora, la Cámara consideró:

 Que, si bien es cierto que no se cumplieron los requisitos taxativamente enunciados en el art.
114 LGS, es necesario analizar la pretensión desde la conformidad entre el derecho de fondo de
la LGS y la ley procesal (que establece la posibilidad de la petición de cautelares), ello desde una
perspectiva flexible de los requisitos legales para el pedido de intervención judicial (a causa de
que, como se peticiona por el reconocimiento de la calidad de socio + los derechos derivados de
ello, es lógico que alguno de estos requisitos no pueda haber sido cumplido);
 Que el derecho de información y control individual de los accionistas de la S.A. está limitado por
el art. 55 LGS (en relación a que no ejercen directamente su derecho al contralor individual de
las acciones de los administradores y representantes de la sociedad, sino que lo ejercen
mediante el síndico o el consejo de vigilancia);
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que la actora, que peticiona por el reconocimiento de su calidad de socia de la S.A. Donati Hnos.,
no puede peticionar mediante la medida cautelar por derechos mejores -en el caso al acceso a
información- que el derivado de los derechos de socio;
 Que permitir la designación de un veedor particular en la sociedad que informe e intervenga en
favor de la actora sería desproporcionado con el reconocimiento de derechos a la información
derivado de la calidad de socia de la actora;

Por ello, la Cámara resuelve confirmar la sentencia de 1°, rechazando la petición cautelar.

Normativa: Art. 114 LGS.

Holding: Precedente sobre el análisis flexible de los requisitos del art. 114 LGS para establecer la
intervención judicial de una S.A. A tal fin, se compatibilizan los requisitos de las medidas cautelares
según dos leyes: la LGS y el CPCCN.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: IGJ c/ Compañía Norte SA

Año: 2006.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: En 1993 se constituyó la S.A. Compañía Norte.

Entre 1993 y 2004, la sociedad no pagó las tasas anuales correspondientes a I.G.JNo presentó balances
ni asambleas, ni denunció el cambio de sede social (lo cual podría justificar esa inactividad, si es que la
empresa se movió a otra jurisdicción).

Hecho Procesal: En 2004, el Inspector General de Justicia inició el proceso judicial a fin de que se
disponga la disolución anónima de la sociedad, en atención a la falta de actividad social. Fundó su acción
en que:

 El art. 303 LGS establece la facultad de I.G.J. para solicitar la disolución y liquidación de la
sociedad, en los términos del art. 94 LGS.
 El art. 94 LGS establece, en su inc. 4, que es causal de disolución de una sociedad la “imposibilidad
sobreviniente de lograr el objeto social”;
 La falta de actividad social es un impedimento para la consecución del objeto social;

El 22 de abril de 2004 fue notificada la S.A. quien fue posteriormente declarada en rebeldía porque no
contestó la demanda, lo que derivó en la posterior declaración de la cuestión como de puro derecho.

El Juez de 1° Instancia rechazó la acción, al entender que la falta de actividad social no se encontraba
expresamente regulada como una causal de disolución de la sociedad, por lo que aplicando el art. 100
LGS (en caso de duda de existencia de una causal de disolución, debe estarse a favor de la subsistencia
de la sociedad), y ante la ausencia de justificación para interpretar extensivamente la ley, esa causal no
existe por lo que la actora no estaría legitimada para promover la acción.

Apeló la I.G.J. afirmando que la rebeldía de la demandada implica la presunción de veracidad de los
hechos afirmados en la demanda, y demuestra el desinterés de la demandada.

La Cámara consideró:

 Que la legitimación de la I.G.J. es incuestionable, ya que debe prescindirse para determinarla del
análisis del fundamento de la pretensión;
 Que la rebeldía implica que el juez podrá tomar el silencio de la demandada como
reconocimiento de la verdad de los hechos referidos por la actora;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que mediante la aplicación extensiva del art. 94 inc. 4 puede concluirse como causal de
disolución a la falta de actividad social;
 Que si bien, en teoría, la sociedad puede revertir la situación y producir actos a futuro tendientes
a conseguir su objeto social, en el caso no existe voluntad social en ese sentido;
 Que no es aplicable el art. 100 LGS ya que ese sólo surge en caso de duda, y en el caso no hay
duda;
 Que la personalidad jurídica de la sociedad está íntimamente vinculada con la actividad social, y
que la inexistencia de la segunda conlleva a la pérdida de sentido de la primera;
 Que permitir la subsistencia de la sociedad implicaría un abuso de la personalidad jurídica por
parte de los socios una sociedad que no tiene actividad, porque no existe en los hechos la
empresa que subyace al concepto de sociedad, haciendo la figura susceptible de usarse para
defraudar a la ley y a terceros (siendo posible por ello la anulación de la sociedad por actividad
ilícita);

Por todo ello, la Cámara resuelve revocar la sentencia de 1° Instancia, dar procedencia a la acción, y
decretar la disolución de la sociedad.

Normativa: Arts. 94 inc 4, 100 y 303 inc. 3 LGS.

Holding: El precedente reconoce, mediane la interpretación extensiva del art. 94 inc. 4 LGS, que la falta
de actividad de una S.A. es una causal de disolución de la misma (ello a fin de evitar la perpetración de
actividad ilegal oculta mediante la existencia de sociedades fantasma que pueden servir, entre otras
cosas, para enajenar bienes de determinados patrimonios y resguardarlos así de su ejecutabilidad, con
un posible fin de defraudar a los acreedores). A tales efectos, se confirma la legitimación activa de la
I.G.J. para promover la acción declarativa de la disolución.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Rolyfar S.A. c/ Confecciones Poza (s/sociedades constituidas en el extranjero)

Año: 2003

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil

Hechos: En 1999 Rolyfar (cesionario), empresa uruguaya con sede en la Argentina, adquirió, mediante
un contrato de cesión (instrumentado mediante escritura pública registrada en el R.P.I.) con el Banco
extranjero Heritage Bank Limited (sociedad extranjera no inscripta en el país [cedente]), la titularidad
de la acreencia de un crédito hipotecario contra la sociedad Confecciones Poza, por la suma de U$S
1,200,000.

Hechos procesal: RolyFar demanda a Confecciones Poza por vía ejecutiva para hacer lugar al cobro.

La demandada opuso excepción de falta de legitimación sosteniendo que el acto del contrato que se
ejecuta no se trata de un acto aislado, en infracción al ART 118 de LGS.

Primera instancia concede la demanda.

La demandada apela y la cámara considera, en base a búsqueda de la verdad jurídica objetiva, encuadrar
esta excepción (no contemplada en la ley procesal) dentro de la excepción por inhabilidad de título. Al
tratarla, mediante prueba informativa al RPI surge la existencia de varias actuaciones que tuvo la
sociedad en el país lo cual desvirtúa la calificación de acto aislado pretendida en el contrato constitutivo
del crédito. No existe prueba alguna de que el accionado conociera que se trata de un acto aislado, es
decir, no está probado. La ley no define el acto aislado, por lo que, en última ratio, es el juez quien lo
interpreta.

Resolución: La Cámara no interpreta como actos aislados a los sucesivos contratos registrados en el
R.P.I. llevados a cabo por H.B.L. en la Argentina, sino como una actividad habitual. Por ello, el contrato
que fundamenta el presente juicio ejecutivo se celebró en infracción al art. 118 de la ley 19.550
(Régimen General de Sociedades). Añade la Cámara, que por infringir las disposiciones de una norma
de orden público, la sanción pertinente, que fue cedida a la actora junto con el derecho creditorio, es la
privación de la acción de tutela judicial mediante la vía ejecutiva; todo ello en virtud de lo cual resuelve
revocar la sentencia de primera instancia y admitir la excepción de inhabilidad de título, rechazando la
demanda.

Corte Suprema de Justicia de la Nación

La actora interpone Recurso extraordinario federal, rechazado. Por lo cual, presenta queja y es
concedida, se agravia en:
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que la cámara prescinde de la letra del art 544 del código procesal, que regula la excepción de
inhabilidad de título, estableciendo que ella solo se limitará a la forma extrínseca del título sin
que pueda discutirse la legitimidad de su causa “la cámara indago en la actividad comercial de la
cedente apartándose de las formas”.
 Que la ley prohíbe interponer la excepción de inhabilidad de título cuando el demandado no
niega la deuda en que se funda el juicio ejecutivo, en el caso la demandada si bien declaró negarla,
más adelante acompañó recibos de pagos parciales y acompañó una morigeración de los
intereses (lo cual, configura una contradicción y la misma no configura una negación categórica
del crédito, por lo cual no está habilitada la excepción).
 Que la demandada suscribió a la cláusula del contrato de mutuo que manifestaba que él mismo
era un acto aislado de la sociedad extranjera, lo cual constituye una declaración deliberada
jurídicamente relevante y plenamente eficaz.
 Que no coincide con la interpretación de la Cámara que consideraba actividad habitual (y no
actos aislados) a 5 operaciones realizadas en un periodo de 11 años.
 Que sería arbitraria la pretendida sanción que la cámara impone al incumplimiento del art 118
de LGS, ya que ésta sanción no está fundada en la letra de la ley.

Resuelve la CSJN, en torno al segundo ítem, conceder la queja sustanciada en la doctrina de la


arbitrariedad de sentencias, revocar la sentencia de Cámara y devolver los autos al tribunal de origen
para que un nuevo pronunciamiento se efectúe aplicando las consideraciones de la CSJN.

Normativa: Art. 118 LGS.

Holding: No expresamente, ya que no trata este tea, establece la CSJN su criterio respecto a que 5
operaciones realizadas a lo largo de 11 años por una sociedad extranjera en la Argentina no constituye
una actividad habitual que requiera cumplir con los requisitos dispuestos por el art. 118 LGS.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Sánchez, Carlos J. c/ Banco de Avellaneda S.A. y otros

Año: 1982.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Los dos grandes grupos de accionistas de la S.A. Banco de Avellaneda (representantes del
52% de los votos), para poner fin a ciertos pleitos y discrepancias que se originaron en la sociedad,
decidieron celebrar un pacto de sindicación de acciones, mediante el cual hicieron concesiones
recíprocas.

El pacto de sindicación establecía:

 El ejercicio coordinado de los derechos a la dirección, administración y desenvolvimiento de la


S.A. al igual que a los derechos a voto de los accionistas;
 El plazo de duración del contrato sería de 20 años;
 Las partes se obligaron irrevocablemente a votar en la forma que resuelva el sindicato, y a
cumplir con el programa del sindicato y el reglamento de actuación del directorio;
 El sindicato estaría integrado por dos integrantes de cada uno de los grupos de accionistas
sindicados;
 s/Mayorías: Todas las resoluciones deben ser aprobadas por mayoría, salvo para la elección de
los directores y síndico de cada grupo que serán elegidos por ellos sin acuerdo del restante;
 La falta de cumplimiento de los miembros del Comité Ejecutivo en las asambleas hacen pasible
a la parte incumplidora de la pérdida a favor de la parte cumplidora de acciones que
representen el 20% del total de votos, siendo solidariamente responsables por esta obligación
todos los miembros sindicados pertenecientes al grupo incumplidor.

Hecho Procesal: Sánchez, accionista no sindicado de la S.A. interpuso la acción judicial tendiente a
obtener la declaración de nulidad del pacto sindical, ello por cuánto su existencia y funcionamiento
imposibilitan la existencia de deliberación en las asambleas, como requisito para el legítimo
funcionamiento de la misma.

Afirma que la existencia del pacto elimina toda posibilidad de formación válida social, ya que las
decisiones que se toman en la asamblea (por los representantes del Comité Ejecutivo) vienen
predeterminadas por las decisiones tomadas extrasocietariamente por la sindicatura, lo cual viola a la
deliberación, contemplante de los derechos inderogables a ser oído y a escuchar la opinión de los
demás.

Por ello, concluye que las asambleas realizadas por la sociedad no son tales, por lo que se afecta la
organicidad societaria.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

También impugna el extenso plazo de duración del pacto (20 años), con lo cual lo califica de una
auténtica cesión del derecho a voto del accionista sindicado, derecho que es inherente e inescindible
de la acción.

A su vez, impugna el acuerdo sindical a razón de considerarlo frustratorio del voto acumulativo que le
corresponde a las minorías (ya que el mismo pacto permite que los grupos sindicados, mediante sus
representantes, ejerzan el voto acumulativo, imponiéndose ellos como primera minoría dentro de la
eventual asamblea de accionistas), frustrando así la presencia en el directorio de un representante de
las minorías.

El Juez de 1° Instancia rechazó totalmente la demanda.

Apelada la sentencia, conoció en el caso la Cámara, que consideró:

 Que la S.A. es ajena al pacto (sólo es depositaria de las acciones bloqueadas a efectos del
sindicato), por lo cual ella no puede ser demandada en el caso;
 Que el convenio de sindicación se encuentra en la órbita de autonomía privada de los
accionistas sindicados por él (contrato parasocial);
 Que el voto derivado de la acción del socio de la S.A. es un derecho facultativo y disponible por
él;
 Que las convenciones de voto son válidas en tanto se persiga el interés social;
 Que es válido en el ordenamiento jurídico argentino que la voluntad del accionista pueda
formarse fuera de la asamblea;
 Ello ocurre en casos de sociedades controladas por otras, donde las controlantes “holding”
deciden en su propia asamblea respecto a las decisiones y los votos que serán emitidos en la
futura asamblea de la sociedad controlada;
 Ello ocurre en casos donde determinadas acciones se encuentran bajo el régimen del derecho
real de condominio, donde, previamente a la asamblea social, los condóminos por mayoría
eligen el modo en que su voto será ejercido;
 Que la asamblea es el lugar donde se emite la voluntad de los accionistas, y, no necesariamente,
donde se determina;
 Que la deliberación asamblearia no es más que una oportunidad que se ofrece a los accionista,
pero no es un instrumento irrenunciable;
 Que el directorio elegido por el sindicato es legítimo, en tanto algo similar ocurre en los casos
donde la elección de directores se realiza por clase o categoría de acciones;
 Que los directores no han delegado sus funciones en el sindicato, ya que si bien hacen lo que
ellos les dice, tienen la libertad de no hacerlo, o, incluso, haciendo lo que el sindicato ordena,
los directores son responsables de igual manera;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que los sindicatos de accionistas serán válidos, en tanto su objeto sea lícito y persigan el
interés social, que es el común a todos los accionistas de la sociedad, ya sean partícipes del
convenio o terceros.

Por todo ello, resuelve la Cámara rechazar el recurso de apelación, confirmando la sentencia de 1°
Instancia y rechazando la demanda.

Normativa: Art. 266 LGS.

Holding: Establece una muy buena doctrina, en base al derecho comparado y a la legislación nacional
vigente en el momento, en especial la LGS, respecto a la validez de los sindicatos de accionistas en las
S.A. En síntesis, establece que los sindicatos de accionistas serán válidos, en tanto su objeto sea lícito y
persigan el interés social, que es el común a todos los accionistas de la sociedad, ya sean partícipes del
convenio o terceros.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Duquesly, Silvia c/Fuar S.A. y Cao, Silvia

Año: 1998.

Órgano: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.

Hechos: La actora Duquesly fue contratada como trabajadora de la S.A. Fuar, no siendo dicha relación
de dependencia debidamente registrada (trabajaba en negro).

Hecho Procesal: Con motivo a la frustración de derechos de terceros a causa del fraude al orden público
laboral (daño a la trabajadora, el sistema previsional, el sector pasivo y la comunidad empresarial),
Duquesly inicia una demanda contra Fuar S.A. a fin de obtener una indemnización por el perjuicio
sufrido.

En primera instancia la demanda fue concedida respecto a la indemnización pertinente, declarando


responsable de soportar su pago a la sociedad anónima Fuar.

La actora apela, fundando su apelación en que en el caso correspondía extender la condena solidaria a
la codemandada Cao, Silvia, quien se desempeñara como presidenta del directorio de la sociedad
demandada (ello con fundamento en el art. 59 LGS, que sanciona con responsabilidad solidaria e
ilimitada a los administradores de la sociedad que no se desempeñaran en su cargo de forma diligente).

La Cámara considera que de acuerdo a los hechos, la actuación de la sociedad constituyó un recurso
para violar la ley, el orden público, la buena fe y los derechos de terceros, por lo que de acuerdo al art.
54 LGS los socios o controlantes que la hicieron posible serán sancionados con responsabilidad
solidaria e ilimitada por los perjuicios causados.

Estima la Cámara que este artículo no resulta aplicable a la demandada Cao ya que no fue probada su
calidad de socia de la S.A. pero que sí es aplicable el art. 274 LGS que la sanciona con responsabilidad
solidaria e ilimitada ante terceros (en el caso la actora) por la violación a la ley, aclarando que no se dio
en los hechos una causal de excención de responsabilidad, como sería la oposición a tal actuar
societario, el dejar asentada la propuesta, y el anoticiar al síndico de la situación.

Así, la Cámara resuelve extender la responsabilidad solidaria a la codemandada Silvia N. Cao.

Normativa: Arts. 54, 59 y 274 LGS (ley 19.550).

Holding: Aplica la teoría de la inoponibilidad de la personalidad, a los fines de imputar la


responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios de la sociedad anónima por los actos de la sociedad
que sean extrasocietarios, violen a la ley, el orden público, la buena fe, y los derechos de terceros.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Se citan opiniones de Nissen y Poclava Lafuente que respaldan la aplicación de la


inoponibilidad de la personalidad. Nissen destaca la vinculación entre el beneficio
de la limitación de responsabilidad de la sociedad anónima y la función de garantía
que cumple el capital social. Poclava Lafuente analiza el fallo desde la perspectiva
de la teoría estadounidense de penetración de la personalidad, argumentando que
el privilegio de la responsabilidad limitada solo se justifica mientras perdure el fin
societario y se mantenga la utilidad y posibilidad de realización de dicho fin.

Según Nissen, existe una vinculación entre el beneficio de la limitación de responsabilidad que otorga
la S.A. y la función de garantía que cumple el capital social. En tal sentido, las sociedades anónimas
infracapitalizadas son un instrumento para el fraude de los terceros.

El art. 186 LGS establece el capital mínimo para las S.A. de $100.000. Ello no justifica la existencia de
sociedades que con dicho monto de capital, tengan un nivel de gastos que no sea equivalente al mismo.
De ninguna manera tal norma predica que basta con contar con tan irrisoria cifra para que resulte
operativa la limitación de la responsabilidad de los socios cuando el pasivo o el nivel de gastos de la
empresa sea superior; sino que la conservación del beneficio de limitar la responsabilidad requiere la
permanente obligación de efectuar nuevos desembolsos a los efectos de equilibrar el capital social con
las reales necesidades de la empresa.

Considera Nissen que el término “actuación” de la sociedad, receptado por el art. 54 LGS no distingue
según quién sea el sujeto activo de la misma, si el órgano de administración (directorio), de
representación (pte. del directorio), de gobierno (asamblea de accionistas) o de fiscalización
(sindicatura). La responsabilidad por la actuación de contratar en negro a una empleada corresponde
a la administración de la sociedad, pero ella puede ser extendida a los socios dado que la ley
responsabiliza no sólo a quienes decidieron o ejecutaron tal proceder, sino a “quienes lo hicieron
posible”, categoría que incluye a quienes conociendo o pudiendo conocer esa manera de actuar, nada
hicieron para ajustar el funcionamiento de la ley o al estatuto.

Según Poclava Lafuente, el fallo gira en torno a la aplicación del instituto de la inoponibilidad de la
personalidad, que recepta la teoría estadounidense de penetración de la personalidad, o disregard, y
que consiste en los límites razonables al privilegio de la responsabilidad limitada gracias a la separación
de patrimonios de la sociedad y de los socios. Dice que el mantenimiento de dicho privilegio sólo se
justifica por la permanencia de dicho fin, de su utilidad y posibilidad de realización. Según el autor, las
finalidades de la inoponibilidad de la personalidad jurídica son:

A. Permitir la imputación directa de los actos abusivos o fraudulentos a quienes los hayan cometido
utilizando a la sociedad como pantalla o instrumento, y;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

B. A causa del desbaratamiento del negocio abusivo o fraudulento, sancionar la responsabilidad


solidaria e ilimitada de socios y/o controlantes.

Así, para P.L. el desarrollo del “fin societario” determina el mantenimiento y alcance de la personalidad
jurídica.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Palomeque, Aldo René c/ Benemeth S.A. y otro s/ recurso de hecho deducido por Gabriel
Lipovetzky, Jacobo Lipovetzky y Sergio Lipovetzky

Año: 2003.

Órgano: Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Hechos:

 Aldo René Palomeque fue contratado para trabajar en la S.A. Benemeth.


 Inicialmente la relación laboral no fue registrada, hasta que con posterioridad fue registrada
(con una fecha de inicio falsa) bajo una categoría profesional incorrecta.
 Durante la relación laboral existieron pagos no registrados de la sociedad al actor -
alegadamente comisiones por ventas, que no integraban el salario-.

Hecho Procesal: El actor interpuso demanda contra la sociedad y sus tres socios y directores -los
hermanos Lipovetzky-. No expresa en el recorte del fallo el objeto de la pretensión, pero imagino que
debe haber sido por el pago de una indemnización por tenerlo mal registrado en relación a su
antigüedad, salario y puesto de trabajo.

La Jueza de 1° Instancia resolvió condenar a la sociedad anónima al pago de una “indemnización” al


actor (supongo).

Ambas partes apelaron la sentencia, la actora por el pedido de hacer extensiva la responsabilidad de la
sociedad a los hnos. Lipovetzky, y la sociedad por haber sido declarada responsable del pago de
comisiones por ventas, cuando estima que ello sólo surge de la prueba testimonial, y corresponde ser
interpretado restrictivamente (ser desestimado).

Así, conoce en el caso la Cámara, y reconoce la apelación de la actora a la vez que desestima la de la
demandada. Así, revoca parcialmente la sentencia de 1° y extiende la responsabilidad patrimonial de
la sociedad a los socios codemandados.

Para así decidir, se fundó en que:

- La práctica de no registrar ni documentar una parte del salario constituye fraude laboral
y previsional;
- La falta de registro de parte del salario del trabajador constituye un recurso para violar
la ley, el orden público, la buena fe y para frustrar derechos de terceros;
- Los codemandados son accionistas e incluso miembros del directorio de la sociedad
condenada;
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

- El actor no estuvo correctamente registrado, por lo que cabe aplicar la teoría de la


desestimación de la personalidad jurídica (se corre el velo societario) y condenar
directamente a los socios de la S.A.

Apelan entonces estos hnos. a fin de que la CSJN revoque la sentencia de cámara, invocando la
arbitrariedad de la misma.

Ante la denegación del recurso federal, se origina una queja por recurso denegado ante la CSJN.

La CSJN estima que la sentencia apelada no fue fundada ni constituyó derivación razonada del derecho
vigente, ello porque:

 No fue acreditado en la causa que la sociedad sea ficticia o fraudulenta, constituida en abuso
del derecho y con el propósito de violar la ley, que afecte al orden público laboral o evada
normas legales, y que;
 No están presentes los elementos necesarios para considerar que existía un contrato de trabajo
entre los codemandados y el actor.
 Por ello, no considera aplicable al caso la responsabilidad de los socios además de la de la
sociedad.

Holding: La CSJN rechaza el corrimiento del velo societario y la consecuente extensión de


responsabilidad de la sociedad demandada a sus socios, con justificación en la separación patrimonial
que el ordenamiento jurídico establece para el caso de las S.A. Ello en base a que la práctica de no
registrar adecuadamente a los trabajadores no constituye a la sociedad como fraudulenta, ni con
abuso del derecho ni el propósito de violar la ley, añadido a que el actor tenía relación laboral con la
sociedad y no con los socios.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Rodríguez, Máximo Ramón y otros c/ YPF Gas S.A. s/ medida precautoria

Año: 2001.

Órgano: Juzgado de 1° y Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.

Hechos: Las sociedades Repsol Gas S.A. e Y.P.F. GAS S.A. se fusionaron, de forma que la primera absorbió
a la segunda.

Y.P.F. Gas S.A. contaba con un pasivo de $45M y un activo de $176M. Y Repsol Gas S.A. un pasivo de
$83M y un activo de $50M.

A causa de la absorción, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia multó a Y.P.F. por $110M.
Por esto, el patrimonio neto de la absorbida (activos-pasivos-multa) eran negativos, lo cual implicaba
que no tenían fondos para garantizar el pago a sus acreedores.

Con la fusión de las sociedades y sus patrimonios, los acreedores de Y.P.F. se vieron beneficiados, al
aumentar la base de recursos sobre la cual podrían exigir el cobro de sus créditos.

Los 3 actores de la demanda celebraron un contrato con Y.P.F. Gas S.A. en virtud del cual ellos
conseguían clientes para la última, y ella a posteriori les pagaba una comisión.

Hecho Procesal: Alegando el incumplimiento de Y.P.F. GAS S.A. (en cuanto existirían sumas impagas a
cargo de la S.A.) los actores inician el proceso judicial tendiente a obtener como medida cautelar (art.
83, 3° LGS) el embargo de un bien inmueble propiedad de la demandada.

Tal como lo dispone el art. 83, 3° LGS, los actores realizaron, dentro del plazo legal, la oposición al
acuerdo de fusión publicitado por las demandadas.

La misma norma requiere que quien la quiera aplicar, a los fines de obtener una medida cautelar, que
sean “acreedor de fecha anterior” a la fusión. En el caso particular, el Sr. Juez estima que ya que los
actores alegan ser acreedores con causa en un contrato que sí es previo a la fusión, no es necesario el
examen sobre si son certeramente acreedores con anterioridad a la fusión, ya que ese “nivel de certeza
no es propia” de la etapa sobre medidas cautelares, sino del fin de juicio de conocimiento. Por ello, tuvo
por acreditada la existencia del contrato.

El Juez de 1° Instancia resuelve desestimar la demanda, rechazando el pedido cautelar, en base a:

 Que encuentra que no se probó suficientemente el alegado incumplimiento de Y.P.F. GAS S.A.,
por lo que no está suficientemente alegada la verosimilitud del derecho.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que considera que en el caso no existe peligro en la demora, esto a causa de que la fusión pone a
los acreedores en una mejor situación a la que se encontraban con anterioridad, porque el
mencionado proceso de transformación societario traería un patrimonio mayor con el cual
respaldar el derecho alegado por la actora (los activos del absorbente).

Apelada la sentencia por la actora, la Cámara conoció en el caso, y consideró confirmar la sentencia
apelada.

Normativa: Art. 83 LGS.

Holding: Rechaza la medida cautelar de embargo interpuesta por los acreedores de una empresa
fusionada, al entender que como la fusión fue favorable a sus créditos, no existe peligro en la demora.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Disco S.A. c. Lorenzatti, Juan C.

Año: 2005.

Órgano: Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba.

Hechos: Lorenzatti libró unos cheques no a la orden a favor de la S.A. Supramer, por lo cual se posicionó
como su deudor.

Supramer S.A. y Disco S.A. se fusionaron, de forma que la segunda absorbió a la primera, en los términos
del art. 82 LGS.

Hecho Procesal: Disco S.A. inició por vía ejecutiva el proceso de ejecución de los cheques librados por
Lorenzatti a Supramer.

Lorenzatti interpuso excepción de inhabilidad de título fundada en la falta de legitimación activa,


alegando que la fusión no le consta, que el actor no puede ser considerado portador legítimo de los
cheques, y que no se ha demostrado la calidad de acreedor alegada por la ejecutante.

En 1° Instancia, el Juez desestimó la excepción y concedió la demanda.

Apelada por la demandada, la sentencia fue revocada por la Cámara, que concedió la excepción, en base
a que:

Si bien el art. 82 LGS establece que con la fusión se produce la transferencia total de los patrimonios de
las fusionadas, “una cosa es la transmisión de obligaciones, y otra muy distinta el derrotero procesal
para hacerlas valer contra los supuestos deudores de la sociedad disuelta”;

Que el marco del proceso ejecutivo, al ser muy limitado, impide investigar acerca de la regularidad,
sinceridad y formalidades de la fusión por absorción operada;

Ante ello, la actora interpuso recurso de casación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia
de Córdoba, alegando que en causas de hechos idénticos la Cámara falló de formas diversas (en relación
al fallo Banco Francés S.A. c/Pedro H. Lozano s/Ejecutivo, donde se desestimó la excepción del
demandado).

El TSJPC resolvió que la fusión por absorción confiere a la sociedad incorporante legitimación activa
para promover acción ejecutiva para el cobro de los títulos librados a favor de la entidad absorbida,
para lo que consideró:
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

 Que el recurso era procedente dado la incompatibilidad de las dos sentencias de Cámara que
dieron una interpretación distinta del art. 82 LGS, siendo dos casos idénticos;
 Que en los términos del art. 82 LGS, con la inscripción registral del acuerdo definitivo de fusión,
se produce el traspaso a la sociedad incorporante de todos los derechos y obligaciones que
componían el patrimonio de la entidad disuelta;
 Que en este sentido la transferencia es global, y no es necesaria la cesión individual de cada uno
de los bienes o derechos de la absorbida (siendo que esta fusión opera de manera equiparable a
una sucesión universal mortis causa);
 Que la ley no habilita distinciones entre los derechos subjetivos transferidos y el derecho al
acceso a la vía procesal elegida;
 Que el fin de la ley al establecer el art. 82 es “remover obstáculos presentados a las entidades
fusionantes, para facilitar y promover los procesos de unión entre empresas”;
 Que la interpretación de la Cámara, que restringió la vía ejecutiva, consideró apartarse e incluso
contradecir el espíritu del legislador en el art. 82 LGS;
 Que el demandado no se ve afectado en su posición jurídica de deudor por la vía ejecutiva, ni se
ve vulnerado su derecho a la defensa, ya que el proceso de fusión requiere como uno de sus pasos
la publicidad por tres días, en razón a la cual se fija un plazo para formular oposiciones a la
misma;
 Que el demandado es un tercero ajeno a la fusión realizada, por lo que su interés consiste
únicamente en saber a quién pagarle;
 Que el deudor no tiene derechos para inmiscuirse en el funcionamiento interno de su acreedora,
ni está autorizado para fiscalizar el procedimiento de fusión;
 Que el deudor no puede controlar la regularidad del trámite o fiscalizar el cumplimiento de los
requisitos necesarios para llevar a cabo la fusión de su acreedora con otra empresa, ni en un
juicio ordinario ni en uno ejecutivo;

Por todo ello, revoca la sentencia de Cámara, rechaza la excepción previa y concede la demanda.

Normativa: Art. 82 LGS.

Holding: El Tribunal establece que la fusión por absorción comprende la transferencia de todos los
derechos y obligaciones de la sociedad absorbida hacia la absorbente, entre los cuales se encuentran al
igual que los derechos subjetivos, a los derechos procesales (en el caso, el derecho a la vía ejecutiva para
el cobro de cheques), sin que para ello sea necesaria la cesión individual de cada derecho. Asimismo,
establece que el acreedor de la sociedad absorbida no tiene facultades para inmiscuirse, ni mucho
menos para fiscalizar, el proceso de fusión celebrado ya que es un tercero ajeno al negocio, y que sólo
requiere de la información necesaria para saber contra quién saldar el crédito.
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

Autos: Duque Seguridad

Año: 2002.

Órgano: Inspección General de Justicia

Hechos: Las sociedades anónimas “Duque Seguridad” e “Investigaciones Duque” decidieron en el año
2000 la fusión por escisión de la primera, que sería absorbida por la segunda.

Ambas sociedades contaban con los mismos dos únicos socios.

Al momento de la decisión de la fusión, Duque Seguridad S.A. contaba con un patrimonio neto
negativo de $3.3M, y le transfirió bienes a Investigaciones Duque S.A. por el valor de $1.7M,
produciendo la pérdida de todo el capital social de la primera, y dejándola en la situación negativa de
$5M.

Hecho Procesal: Las sociedades solicitaron la inscripción de la fusión-escisión en la I.G.J. a los fines de
dar por constituida regularmente la reorganización social.

El Inspector General de Justicia consideró desestimar el pedido de inscripción, dado que la pérdida del
capital social está regulada en el art. 94 inc. 5 LGS como una causal de disolución, y, si bien una
sociedad en disolución no está impedida de escindirse, la pérdida total del capital social sí es una
causal de disolución que, desde conocida por la asamblea, debe provocar la decisión de si desea
proceder con la disolución, o reducir el capital, o reintegrarlo.

En el caso, estima que en vez de tomar estas decisiones, los actores decidieron violar el proceso
liquitadorio establecido por ley en favor de los derechos de acreedores, ello mediante la
transferencias de los bienes activos de una sociedad a otra, desnaturalizando la función de garantía
que cumple el capital social frente a los acreedores.

Estima el I.G.J. que no es el estado de disolución el que obsta a la escisión, sino la ausencia total de
capital social de la empresa escindida, con la consecuente inexistencia de garantía frente a los
acreedores.

Por ello, resuelve denegar la petición de inscripción, e intimar a Duque S.A. a considerar su disolución,
o a reintegrar total o parcialmente su capital social, o a aumentar el mismo, todo ello bajo
apercibimiento de iniciar judicialmente la acción de disolución (art. 303 inc. 3 LGS).

Normativa: Arts. 94 inc.5 y 303 inc. 3 LGS.

Holding: El I.G.J. establece que la pérdida total del capital social implica el estado automático de
disolución de la sociedad, ante el cual la asamblea debe decidir si procede con la disolución, reduce el
capital social o reintegra el mismo, pero que no puede en ningún caso proceder a la escisión de la
FALLOS SEGUNDO PARCIAL

sociedad. En el caso, los socios de la primera sociedad decidieron, ante un gran pasivo social,
conformar una nueva sociedad -libre de deudas- y traspasarle todo el patrimonio -activo- de la
primera, por lo cual, siendo ello una maniobra de fraude a los acreedores, el I.G.J. decidió la no
inscripción registral de la fusión.

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