CONTEXTO DE LA ECONOMÍA ARGENTINA EN LOS 90

Durante la década de 1990, la economía argentina experimentó un importante cambio con

la implementación de políticas económicas que reflejaban un enfoque neoliberal. Estas
políticas se caracterizaban por un fuerte énfasis en la apertura de la economía, la
privatización de empresas estatales, la liberalización del comercio y la desregulación de los
mercados.
En este período, se adoptaron políticas económicas ortodoxas que buscaban reducir el
tamaño del Estado en la economía, limitar la intervención estatal y promover la libre
competencia. Estas medidas fueron en gran parte impulsadas por organismos
internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, con el
objetivo de estabilizar la economía y promover el crecimiento a través del libre mercado.
Sin embargo, las políticas ortodoxas también generaron críticas y tensiones sociales debido
a los altos niveles de desempleo, la pérdida de poder adquisitivo de la población y la
creciente desigualdad social. Esto llevó a un resurgimiento de enfoques más heterodoxos en
las políticas económicas, que buscaban un mayor rol del Estado en la economía para
proteger a los sectores más vulnerables y promover el desarrollo a través de medidas de
estímulo económico y redistribución de la riqueza.

Las políticas económicas heterodoxas y ortodoxas representan enfoques opuestos en cuanto

al rol del Estado en la economía y las medidas a tomar para promover el desarrollo
económico.

- Políticas ortodoxas: Estas políticas se caracterizan por enfatizar la estabilidad

macroeconómica a través de la disciplina fiscal, la liberalización del mercado, la
desregulación y la priorización de la inversión extranjera directa. Se basan en la
teoría neoliberal y promueven una mínima intervención estatal en la economía,
confiando en el libre mercado para alcanzar eficiencia y crecimiento económico.

- Políticas heterodoxas: Por otro lado, las políticas heterodoxas abogan por un mayor
rol del Estado en la economía, enfocándose en la equidad social, la redistribución de
la riqueza, y la protección de los sectores vulnerables. Se centran en políticas de
desarrollo industrial, proteccionismo, regulación de mercados y medidas de
bienestar social. Este enfoque busca corregir desigualdades y promover un
crecimiento económico más equitativo.

Debate sobre los recursos entre países desarrollados y en vías de desarrollo.

El debate sobre los recursos entre países desarrollados y en vías de desarrollo, ha sido un
tema históricamente marcado por desigualdades y conflictos de intereses. Los países
desarrollados han tendido a explotar los recursos naturales de los países en desarrollo, a
menudo en detrimento de estas naciones. La extracción de recursos ha estado influenciada
por el colonialismo, el neocolonialismo y la globalización, lo que ha generado
desequilibrios en la distribución de la riqueza y el poder a nivel mundial.

Este desigual reparto de recursos ha sido objeto de críticas y movimientos en defensa de la

soberanía de los países en desarrollo sobre sus recursos naturales, así como de luchas por
una redistribución más equitativa de los beneficios de su explotación. En la actualidad, se
busca promover un enfoque más sostenible y justo en la gestión de recursos a nivel global,
teniendo en cuenta tanto la protección ambiental como la equidad en su aprovechamiento.