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MONOGRAFIA Resolucones Judiciales. 12
MONOGRAFIA Resolucones Judiciales. 12
Comentario.
“Toda persona y autoridad está obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales
o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial competente, en sus propios
términos lo que es congruente con el mandato constitucional del artículo 139, inciso 2;
Las disposiciones especiales que rigen los títulos ejecutivos, la ejecución de las resoluciones
judiciales y la ejecución de garantías, de la que se advierte que todos aquellos títulos
comienzan su ejecución por el requerimiento al ejecutado a cumplir con la obligación
contenida en el título.
DIAPO 01
EL MANDATO DE EJECUCIÓN
La regla general contenida en el artículo 690-C del CPC establece que: “El mandato
ejecutivo, dispondrá el cumplimiento de la obligación contenida en el título; bajo
apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada, con las particularidades señaladas en
las disposiciones especiales. En caso de exigencias no patrimoniales, el juez debe
adecuar el apercibimiento”. En armonía con dicha regla general, el artículo 715 del
CPC,
Se puede concluir que el mandato de ejecución puede contener exigencia patrimonial o
exigencia no patrimonial, y en función de ello el juez debe dictar el apercibimiento respectivo.
Lo dicho significa que el mandato y apercibimiento dependerán de la obligación que se
pretende ejecutar, sea esta de dar (bienes o suma de dinero), de hacer o de no hacer.
Ahora bien, el mandato de ejecución no es otra cosa que la orden jurisdiccional dirigida al
ejecutado (obligado) para que cumpla con la prestación debida que contiene el título ejecutivo
-resolución judicial por ejemplo-, en el plazo que se le otorga, bajo apercibimiento de hacerse
cumplir por el órgano jurisdiccional. En otras palabras, con el mandato de ejecución se
conmina al obligado a que cumpla de modo voluntario con la prestación contenida en la
resolución judicial, y en caso de no ocurrir ello el cumplimiento se produce mediante el uso de
la coerción por parte del órgano jurisdiccional.
El contenido concreto del mandato ejecutivo varía según la pretensión específica ; sin
embargo, contiene tres partes: i) Intimación o Requerimiento: Mediante esta el órgano
jurisdiccional formula un acto conminatorio por el cual requiere al ejecutado a fin de que
cumpla la prestación contenida en el título, (...), ii) Plazo: Es el tiempo que tiene el ejecutado
para que cumpla con el requerimiento; y, iii) Requerimiento: Importa una advertencia
conminatoria del juez de una sanción especial en caso de no verificarse el cumplimiento del
requerimiento de pago”.
Por último, es deber del juez, al intimar al obligado, adecuar el apercibimiento a los fines
específicos del cumplimiento de lo resuelto, si se refiere a una exigencia no patrimonial, como
sería en los casos de familia, cuando se condena a un régimen de visitas a favor de uno de los
padres; o la entrega de un menor en caso de tenencia, por citar. Como lo dice textualmente la
norma "si el mandato de ejecución contuviera exigencia no patrimonial, el juez debe adecuar
el apercibimiento a los fines específicos del cumplimiento de lo resuelto".
DIAPO 2
Quien califica el título y deniega el petitorio si considera que este no es idóneo. Esto ocurre
aun sin oposición del ejecutado, según el :
Se trata de una exigencia, de un requerimiento, de una intimación que se hace -en atención al
título de ejecución- para que cumpla con su obligación; por citar, el requerimiento para que
cumpla con pagar la acreencia o desocupar el inmueble o demoler la edificación, entre otras
situaciones de condena.
Si vencido el plazo fijado en el mandato que contiene la intimación del obligado, no satisface
este la exigencia, el ejecutante debe solicitar el inicio de la ejecución forzada. Apréciese del
mandato de ejecución, la advertencia o amenaza de invadir la esfera individual del condenado
para su transformación material, a fin de satisfacer los intereses de quien ha sido declarado
triunfador en la sentencia.
No se trata de obtener la satisfacción de lo declarado por el juez con el concurso del
adversario, sino justamente en contra de su voluntad. Ya no se está en presencia de un
obligado, como en la relación de derecho sustancial, sino en presencia de un condenado, de un
ejecutado, sometido por la fuerza coercible de la sentencia.
Esta resistencia es doblegada por la “vis compulsiva del Estado”, quien a través de sus
funcionarios judiciales se sobrepone sobre la voluntad del resistente para satisfacer el derecho
declarado; por citar, la resistencia del condenado a suscribir la escritura pública de una
compraventa, es satisfecha de manera forzada, por el propio juez, quien procede a suscribir
dicha escritura pública, ante la resistencia del condenado.
Cuando la ejecución pueda afectar derecho de tercero, se debe notificar a éste con el
mandato de ejecución. La intervención del tercero se sujetará a lo dispuesto en el Artículo
101. Si se desconociera el domicilio del tercero se procederá conforme a lo prescrito el
artículo 435.
El plazo del emplazamiento será fijado por cada procedimiento, pero en ningún caso
será mayor de sesenta días si el demandado se halla en el país, ni de noventa si
estuviese fuera de él o se trata de persona indeterminada o incierta.
En todos los casos, la publicación debe efectuarse por un periodo de tres días hábiles
acreditándose su realización, agregando al expediente la constancia de su
publicación web emitida por el especialista o secretario judicial respectivo y la
impresión de la publicación realizada en el portal institucional o, de ser el caso, el
primer y el último ejemplar de las publicaciones realizadas en los diarios.
La publicación se hará por tres días hábiles, salvo que este Código establezca número
distinto.
Están legitimados para promover ejecución quien en el título ejecutivo tiene reconocido un
derecho en su favor; contra aquel que en el mismo tiene la calidad de obligado; pero además
en el proceso de ejecución, al margen de mostrar un título que contenga una condena,
presupone una negativa, expresa o tácita, del condenado a cumplir con aquello a que está
obligado, lo que justifica que el titular concurra a los órganos de la jurisdicción para lograr la
satisfacción del derecho declarado, para lo cual, se procede coercitivamente acudiendo a la
coacción (ver el artículo 725 del CPC)
2.- Adjudicación.
Es por ello que, si la sentencia condena a demoler el muro, se demuele; si condena a entregar
el inmueble se aleja de él a quienes lo ocupen; si condena a pagar una suma de dinero y esta
no existe en el patrimonio del deudor, se embargan y se venden otros bienes para entregar su
precio al acreedor. Hasta el momento, el proceso se había desarrollado como una disputa
verbal, simple lucha de palabras; a partir de este instante cesan las palabras y comienzan los
hechos.
OTRA DIAPO
2.- En el 2do párrafo del Art 715. : El texto legal hace referencia a que "cumplido el plazo
previsto en las disposiciones generales", se proceda con las medidas de ejecución; sin
embargo, dicha redacción contiene un error: las disposiciones generales no regulan plazo
alguno para la ejecución. Si nos remitimos a la lectura del artículo 690-C del CPC
comprobaremos ello. El plazo previsto no está en las disposiciones generales ni tampoco en la
especial, como sí lo fijaba la anterior redacción del artículo 715 del CPC, en tres días; es por
ello que dicha situación que llevará a que sea el juez quien asigne el plazo para su ejecución,
en atención a la naturaleza de la prestación a satisfacer.
El otro supuesto es que se hubiera obtenido tutelar cautelar. Aquí, a petición de parte, se
ordenará las medidas de ejecución adecuadas a la pretensión amparada. Veamos, cuando la
obligación condena a dar una suma de dinero, y esta se halla en el patrimonio del deudor, la
ejecución consiste en tomar posesión de esa suma de dinero y entregarla al acreedor. Cuando
la sentencia condena a dar bien mueble determinado, que no sea dinero, el procedimiento de
ejecución se orienta a retirar el bien de la esfera de disposición del deudor, mediante actos
materiales de desapoderamiento para colocarlas bajo la esfera jurídica del acreedor.
Si hay resistencia del obligado, se acude al apoyo de la fuerza pública, tal como refiere el inciso
2 del artículo 705 del CPC. También el juez debe tener en cuenta los frutos, productos y
accesorios del bien a entregar.
1.- La intimación al ejecutado para que entregue el bien dentro del plazo fijado por el Juez
atendiendo a la naturaleza de la obligación, bajo apercibimiento de procederse a su
entrega forzada; y en caso de no realizarse la entrega por destrucción, deterioro,
sustracción u ocultamiento atribuible al obligado, se le requerirá para el pago de su valor,
si así fue demandado.
El artículo 1134 del CC hace referencia a la entrega de los accesorios, salvo que lo contrario
resulte del propio título de la obligación o de las circunstancias del caso.
El bien debe entregarse con sus accesorios, salvo que lo contrario resulte de la ley, del título
de la obligación o de las circunstancias del caso.
Ello se justifica en atención a la presunción del artículo 913 del CC que dice: "la posesión de un
bien hace presumir la posesión de sus accesorios". Supuesto que no puede ser extensivo a los
frutos y accesorios, los que tienen una regulación diversa, por ser provechos que no alteran ni
disminuyen la sustancia del bien. En caso la obligación se oriente a la entrega de un bien
mueble determinado, se procederá inmediatamente a poner al ejecutante en posesión del
mismo, practicando asimismo todas las diligencias conducentes que solicite el interesado para
tal fin. La actividad ejecutiva básica consiste en la aprehensión de la cosa para la entrega.
La posesión de un inmueble hace presumir la de los bienes muebles que se hallen en él.
Como se aprecia, no se busca en este supuesto una tutela cautelar, sino una medida de
ejecución, orientada a la satisfacción forzada del derecho definido en el título. Aquí ya no hay
cuaderno que formar, como sucede en la cautela, sino que la medida de ejecución se dictará
en el mismo expediente principal, teniendo en cuenta, en caso de pretensiones dinerarias, lo
regulado en el sub-capítulo sobre medidas cautelares para futura ejecución forzada
Esa referencia a este tipo de medidas, resulta adecuada por la naturaleza de la pretensión
dineraria a ejecutar, situación que no resulta extensiva a la medida temporal sobre el fondo, la
innovativa y la de no innovar. También véase que no son aplicables las disposiciones generales
de la cautela, pues la afectación de los bienes del deudor no se realiza bajo una función
meramente asegurativa sino para la ejecución forzada. Este detalle es importante en
pretensiones dinerarias o apreciables en dinero, pues sin bienes sobre los que recaiga la
ejecución no será posible ingresar a la ejecución forzada, sino remitirnos a los efectos del
artículo 692-A del CPC.
4.- Otro aspecto que se regula en esta segunda parte es el mecanismo operativo para
incorporar al cuaderno cautelar dentro del cuaderno principal, y es por ello que se ordena la
refoliación. Aquí conviene considerar algunas situaciones particulares antes de proceder de
modo automático a agregar el cuaderno cautelar al principal.
De ejemplo citamos el caso de aquella medida cautelar concedida mas no ejecutada. Si en este
supuesto procedemos a agregar el cuaderno cautelar al principal, ponemos en riesgo la
ejecución de la medida cautelar, pues el demandado (afectado con la medida cautelar) tiene
pleno acceso al cuaderno principal, y entonces podría informarse de la existencia de la medida
cautelar, y con ello efectuar acciones que podrían hacer ilusoria la ejecución de la medida
cautelar concedida. En este supuesto, quizá lo más razonable sea mantener la separación de
ambos cuadernos hasta por lo menos la ejecución de la medida cautelar.
OTRA DIAPO
Comentario.
Uno de los requisitos para la ejecución de una obligación de dar suma de dinero, es
que exista un título que condene al pago de cantidad líquida. Si el título contiene una
cantidad líquida se procederá inmediatamente y sin necesidad de previo requerimiento
personal al condenado, al embargo de sus bienes Si el título contuviera condena de pago a una
cantidad líquida y a otra ilíquida, procederá el embargo por la primera, Sin necesidad de
esperar a que se liquide la segunda.
LOS REQUISITOS COMUNES DEL TÍTULO EJECUTIVO Conforme al artículo 689 del CPC:
Esta disposición contiene los denominados requisitos comunes de todo título ejecutivo.
La obligación es:
i) Cierta, cuando están delimitados en el título ejecutivo los sujetos (acreedor y
deudor) y el objeto de la prestación, que puede ser de dar, hacer o no hacer;
ii) ii) expresa, cuando en el título se encuentran claramente delimitados los
elementos de la relación jurídica obligatoria;
iii) iii) cuando la prestación a cumplirse es pura o estando sometida a condición o
plazo esta se ha verificado;
iv) iv) líquida, cuando el título contiene una suma dineraria concreta e inequívoca; y,
v) v) ilíquida, cuando la suma dineraria puede obtenerse mediante operación
aritmética, con base en los datos o criterios que contiene el mismo título ejecutivo.
Puede darse el caso de que la sentencia no contenga una expresa condena pero se
puede inferir el monto de la liquidación, aun cuando aquel no estuviese expresado
numéricamente. En este caso, nos ubicamos ante una obligación liquidable mediante
operación aritmética, conforme lo señala la última parte del artículo 689 del C.P.C.
Véase elca.so de la sentencia que condena a una cantidad líquida y a los intereses que las
partes habían pactado en la relación jurídico-material o los que por Ley se fije; estos intereses
se consideran como cantidad líquida también, por cuanto en la sentencia se han de fijar el
tanto por ciento (Cuanto) y el tiempo en el que deben abonarse; ello es posible porque Se
trata de una simple operación matemática.
Una resolución judicial puede contener una prestación dinerada líquida, lo que sucede cuando
se manda pagar una suma de dinero claramente determinada en su monto (cantidad de soles
o de dólares).
SIGUIENTE DIAPO
Lo que contempla el artículo 716 del CPC es la posibilidad de dictarse, a pedido de parte,
medidas para la ejecución (siguiendo las reglas de las medidas cautelares) en caso de que no
se haya cautelado la pretensión del proceso, o enfilar hacia la ejecución forzada si ya existen
bienes cautelados judicial o extrajudicialmente.
Los dos supuestos anotados son posibles, y dependen exclusivamente de los intereses y
decisiones de la parte demandante. La segunda idea, esto es la existencia de bien cautelado,
judicial o extrajudicialmente, supone que: i) el acreedor ha solicitado medidas cautelares para
asegurar el cumplimiento de la pretensión, y que estas le han sido otorgadas por el juez del
proceso y ii) el acreedor cuenta con garantías que le han sido otorgadas extrajudicialmente (sin
intervención del órgano jurisdiccional), como por ejemplo una garantía real hipotecaria.
HASTA AQUÍ
En atención a lo regulado en este artículo, podemos señalar que estarnos ante el llamado
"embargo ejecutorio" que no solo se decreta directamente en el proceso de ejecución sino que
también puede surgir por conversión de alguna de las medidas cautelares a la ejecución
forzada. Si la medida ejecutada no fuere suficiente, puede el acreedor pedir la correspondiente
ampliación.
3.. Como se aprecia, la norma hace referencia a la medida de ejecución, que difiere de la
medida cautelar. Esta última, apreciada como un medio precautorio para asegurar las resultas
de una ejecución que aún no ha sobrevenido, ni tampoco Se sabe con certeza si acaecerá. En la
medida cautelar opera un rol de aseguramiento, de prevención; a diferencia de la medida de
ejecución que puede funcionar como un medio instrumental de una ejecución actual,
pendiente y no probable; además, parte de un supuesto: la existencia de un título ejecutivo
con que apareja ejecución.
Nótese que son diferentes los requisitos o condiciones que se exigen para ambos casos. En la
medida cautelar requiere se acredite sumariamente la verosimilitud del derecho y el peligro en
la demora; además, la resolución cautelar exigirá una adecuada contracautela por los daños
que la medida pudiera causar si fuere trabada sin derecho o con justificable abuso o exceso
(ver el artículo 611 del CPC).
Tanto la medida cautelar como la medida de ejecución son provisorias y variables, pues
cesan si se rechaza la ejecución y pueden modificarse en su naturaleza y extensión
durante el desarrollo del proceso. En los dos casos, el objeto común es: asegurar la
futura ejecución forzada o hacer posible la ejecución. Constituye un anticipo de la
garantía jurisdiccional, que se dicta, en el caso de la medida cautelar, sobre la base de la
presunción de existir una apariencia de derecho; en la medida de ejecución o medida
ejecutoria se dicta cuando ya el derecho ha sido declarado en forma definitiva,
quedando solamente una cierta incertidumbre respecto a la posible existencia de hechos
extintivos o impeditivos posteriores a la sentencia, que permiten o hacen posible un
nuevo examen sobre el derecho emanado de esta. La medida ejecutoria o rnedida de
ejecución, no implica una medida cautelar, puesto que esta se dicta, cuando hay
pronunciamiento sobre la cuestión controvertida, no existiendo dudas sobre la realidad
de la obligación que se ejecuta; en cambio, con la medida cautelar, puede existir esa
duda, ya que se otorga antes de la declaración judicial.
OTRA DIAPO
Comentario.
Un título de ejecución no siempre contiene una condena específica en Sumas de dinero
líquidas y exigibles, pero sí bases sobre las que corresponde hacer la liquidación.
Establecidas dichas bases en la sentencia, resulta necesario determinar a través de la
liquidación, la Suma que específicamente debe abonar el vencido al vencedor, a cuyo
fin se requiere una estricta correspondencia entre dicha liquidación y el contenido del
fallo, pues el proceso liquidatorio no constituye vía apta para suplir las omisiones, en
que la sentencia hubiere incurrido, siendo nula la ejecución que no guarde aquella
correspondencia
1) unas veces porque aun tratándose de sentencia, la ley admite que esta sea ilíquida,
dejando la liquidación para la fase de ejecución.
3) Cuando la ley permite que la obligación de hacer, no hacer o dar cosa específica o
genérica se transforme en obligación pecuniaria. El ejecutante, al mismo tiempo que
insta la ejecución, presentará relación de los daños y perjuicios y de su importe. Esa
relación puede venir condicionada porque en el título se hayan establecido o no las
bases para la liquidación; en et primer caso la relación tendrá que sujetarse a las bases y
en el segundo será libre. La liquidación puede ser asistida por peritos y el ejecutado,
tiene la posibilidad de observarla. Frente a dicha observación, el juez resolverá
aprobándola o no, en decisión debidamente fundamentada.
Comentario.
Cuando se trata de sentencias judiciales y arbitrales extranjeras, que resuelven asuntos
contenciosos y que se pretendan ejecutar en el país,
se exige que aquellas sean reconocidas previamente por la Sala Civil de turno de la
Corte Superior en cuya competencia territorial tiene su domicilio la persona contra
quien se pretenda hacer valer, a fin de que estas otorguen una resolución judicial de
reconocimiento. Esto es lo que se conoce como el exequátur o reconocimiento judicial,
cuya regulación se recoge en los artículos 837 al 840 de este Código Procesal.
Subcapítulo 11: Reconocimiento de resoluciones judiciales y laudos expedidos
en el extranjero
Artículo 837.- Competencia
El proceso que se refiere el Título IV del Libro X del Código Civil, se interpone
ante la Sala Civil de turno de la Corte Superior en cuya competencia territorial
tiene su domicilio la persona contra quien se pretende hacer valer.
Se aplican al proceso de reconocimiento de laudos arbitrales extranjeros las
Disposiciones Generales de esta Sección, en todo lo que no se oponga a la Ley
General de Arbitraje.
Artículo 838.- Presunción relativa
Se presume que existe reciprocidad respecto a la fuerza que se da en el
extranjero a las sentencias o laudos pronunciados en el Perú. Corresponde la
prueba negativa a quien niegue la reciprocidad.
Artículo 839.- Exclusión
No requiere seguir este proceso la actuación de exhortos y cartas rogatorias
dirigidas por Jueces extranjeros que tengan por objeto practicar notificaciones,
recibir declaraciones u otros actos análogos, bastando para ello que la solicitud
esté contenida en documentos legalizados y debidamente traducidos, de ser el
caso.
Artículo 840.- Entrega de copia certificada del expediente
Terminado el proceso, se entrega copia certificada del expediente al interesado,
manteniéndose el original en el archivo de la Sala.
Sobre el reconocimiento judicial, señala el artículo 127 de la LGA "un laudo arbitral,
cualquiera sea el país en que se haya dictado, será reconocido como vinculante y, tras la
presentación de una petición por escrito ante la Sala Civil de la Corte Superior
competente a la fecha de presentación de la petición del domicilio del demandado, o, si
el demandado no domicilia dentro del territorio de la república, la del lugar donde este
tenga sus bienes"
TITULO UNICO RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE LOS LAUDOS Artículo
127.- Reconocimiento y ejecución.- Un laudo arbitral, cualquiera sea el país en que
se haya dictado, será reconocido como vinculante y, tras la presentación de una
petición por escrito ante la Sala Civil de la Corte Superior competente a la fecha de
presentación de la petición del domicilio del demandado, o, si el demandado no
domicilia dentro del territorio de la República, la del lugar donde éste tenga sus
bienes, y será ejecutado en conformidad con las disposiciones de esta Sección. La
parte que pida el reconocimiento de un laudo deberá presentar el original del
laudo o copia del mismo, y el original del convenio arbitral o copia del mismo. Si el
laudo o el convenio arbitral no estuvieran redactados en castellano, la parte
deberá presentar una traducción a ese idioma de dichos documentos. En ambos
casos es de aplicación lo dispuesto en el Artículo 96.
Artículo 96.- Formalidad de los documentos ante el Poder Judicial.- Todo
escrito o petición dirigido a una autoridad judicial de la República, deberá
ser redactado en idioma castellano. Todo documento otorgado fuera del
país que sea presentado ante una autoridad judicial de la República,
deberá ser legalizado con arreglo a las leyes del país de donde el
documento procede y autenticado por un agente diplomático o consular
peruano, o quien haga sus veces, del lugar del otorgamiento. Si el
documento no estuviera redactado en castellano, deberá ser traducido a
dicho idioma por un agente diplomático o consular peruano o quien haga
sus veces, del lugar del otorgamiento, o por un traductor oficial.
La norma no parte del supuesto de la sentencia proveniente de un proceso no
contencioso, sino de la que proviene de una contienda cuya cognición se ha agotado en
un tribunal extranjero. Ello porque conforme señala el artículo 2108 del CC las
sentencias extranjeras que versen sobre asuntos no contenciosos de jurisdicción
facultativa no requieren de exequátur
¿Qué es el Exequatur? Es el proceso judicial que tiene como finalidad
reconocer las sentencias o laudos arbitrales firmes dicexpedidos en el
extranjero para que puedan ser reconocidas y/o ejecutadas en el Perú
C.C. Artículo 2108.- Trámite para declaración de ejecutoria de sentencia
extranjera
El exequátur implica que ninguna sentencia extranjera podía ser ejecutada sin autorización de
los jueces del lugar de la ejecución. La sentencia emanada de una soberanía diferente se
presenta ante el órgano jurisdiccional nacional para que ordene o deniegue su reconocimiento
y ejecución. La declaración de exequátur es imprescindible para que una sentencia extranjera
produzca cualquier efecto en el Perú.
la sentencia extranjera no debe atentar contra el orden público y debe gozar de la autoridad
de cosa juzgada. La sentencia debe provenir de un país donde se otorgue reciprocidad a las
sentencias emitidas por tribunales peruanos. En ese sentido, nuestro país reconoce dicha
reciprocidad al regular en el artículo 2102 del C.C.
Si no hay tratado con el país en el que se pronunció la sentencia, tiene ésta la misma
fuerza que en aquel país se da a las sentencias pronunciadas por los tribunales
peruanos.
así: "las sentencias pronunciadas por tribunales extranjeros tienen en la república la fuerza que
les conceden los tratados respectivos. Si no hay tratado con el país en el que se pronunció la
sentencia, tiene esta la misma tuerza que en aquel país se da a las sentencias pronunciadas
por los tribunales peruanos". En atención a ello, señala el artículo 838 del CPC Se presume que
existe reciprocidad respecto a la fuerza que se da en el extranjero a las sentencias o laudos
pronunciados en el Perú Corresponde la prueba negativa a quien niegue la reciprocidad.
Por último, debe precisarse que si el interés de la persona en presentar una sentencia
extranjera ante una autoridad peruana no está dirigido a la ejecución en el Perú del mandato
que ella contiene, sino a probar determinados hechos o circunstancias, no es necesario el
exequátur. El artículo 2019 del CC señala que las sentencias debidamente legalizadas producen
en el Perú el valor probatorio que se reconoce a los instrumentos públicos no requiriendo el
exequátur.
Son inscribibles en el registro del departamento o provincia donde esté ubicado cada
inmueble:
4. El cumplimiento total o parcial de las condiciones de las cuales dependan los efectos
de los actos o contratos registrados.