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Introducción a

CRIMINALÍSTICA

Unidad 2
Elementos de Documentología y Balística Forense

Bienvenidos/as a la UNIDAD 2 del espacio formativo introductorio para la carrera


Licenciatura en Criminalística. En esta unidad queremos que nuestro estudiante logre:

 Diferenciar un documento público de uno privado.


 Reconocer las diferencias entre adulteraciones y falsificaciones.
 Reconocer los alcances de la Balística Forense.

Elementos de Documentología y Balística Forense

El espectro que cumple estas dos Ramas en la Criminalística, es sumamente


importante, ya que la ciencia que no atañe, se sirve de ambas Ramas para sustentarse
en las investigaciones empíricas.

De otro modo, la Documentología y la Balística, son dos patas vitales en la estructura


de la Criminalística y para demostrar cuán importante resulta, veremos en el desarrollo
de esta Unidad la implicancia que poseen éstas en la labor diaria en la que está
inmerso un Criminalista.

Desarrollo de contenidos

La Documentología es la disciplina científica que tiene por objeto de estudio, el análisis


de los documentos, públicos o privados, utilizando distintos métodos y técnicas, a fin
de establecer su autenticidad o falsedad, plasmando las conclusiones a las que
arriban a través de un informe escrito denominado Pericia Documentológica,
Scopométrica, o Caligráfica.

Se ocupa del examen de documentos a efecto de dictaminar respecto de su


autenticidad o determinar las posibles alteraciones de que haya sido objeto.

Otra definición, que podría ser utilizada es, que la documentología es la especialidad
de la Técnica Caligráfica, que auxiliándose de métodos técnicos científicos y de otras
ramas del conocimiento, como la criminalística, la química, la física, las matemáticas
y otras ciencias, estudia los documentos escritos relacionados con hechos delictivos,
o no, para ayudar a su descubrimiento, esclarecimiento y además establecer medidas
preventivas de los documentos contra la acción delictiva.
La enumeración que se va a efectuar acerca
del contenido actual de la Documentoscopia,
constituye una relación abierta, orientativa,
que pretende ser tan sólo expresiva de las
posibilidades que tiene la pericia, pues no
debe olvidarse que la investigación está
siempre subordinada a la aparición de
nuevas modalidades delictivas, que son en
última instancia las que mueven al perito a
usar las técnicas de que dispone, para así contrarrestar los efectos negativos que
aquellas producen en el tráfico jurídico fiduciario.

En este sentido, cabe señalar que los ámbitos de trabajo son los siguientes:

a. Producciones manuscritas: Aquí se integraría el estudio tanto de textos,


como de firmas. La naturaleza de los documentos donde se plasman las citadas
producciones, es de lo más variada, abarcando desde el anónimo con
amenazas hasta la firma en la escritura notarial, pasando por la escritura y firma
que cumplimenta el cheque, la firma del acepto de la letra de cambio, los textos
de las recetas de psicotrópicos, las pintadas en paredes, etc.

b. Documentos mercantiles: Cheques bancarios, cheques de viaje, letras de


cambio, pagarés, etc. El estudio en este caso no va a recaer sobre la
cumplimentación manuscrita de los mismos (pues en ese supuesto entraríamos
en el ámbito del punto anterior), sino que afectará a cualquier otro tipo de
manipulación fraudulenta de que hayan sido objeto (lavados con productos
químicos, borrados, añadidos, intercalados, confección íntegramente falsa del
documento, etc.).

c. Documentos de identidad de todo tipo: Pasaporte (nacional y extranjero),


D.N.I., cartas de identidad extranjeras, títulos de viaje, etc. La manipulación
más habitual de que suele ser objeto este tipo de documentos por parte del
falsario, consiste en la sustitución de la fotografía del titular en el documento
auténtico. Operatoria que es acompañada en ocasiones por la modificación de
la fecha de nacimiento, con el fin de acomodar tal extremo a la apariencia física
del sujeto que aparece en la fotografía.
La conducta indicada puede implicar la imitación parcial de las estampaciones
de sello húmedo o en seco, que suelen afectar la fotografía del citado titular.
También puede presentarse, si bien no de forma tan habitual dada la dificultad
que conlleva, la falsificación integral de documentos de identidad.
d. Documentos cuyos textos están confeccionados por procedimientos
mecánicos: Máquinas de escribir (primera y segunda generación), impresoras,
procedimientos de artes gráficas, etc. La pericia que suele desarrollarse en este
terreno y en especial en lo que se refiere a las máquinas de escribir electrónicas
e impresoras (ya que son los casos que podemos vivir con más frecuencia),
presenta una serie de dificultades, no siempre superables, provocadas por la
avanzada tecnología empleada en las mismas, lo que las convierte en
instrumentos de una precisión extraordinaria.

e. Otros documentos: billetes de banco, tarjetas de crédito, permisos de


conducción nacionales y extranjeros, décimos de lotería, cupones de la ONCE,
tarjetas de transportes públicos, estudios sobre estampaciones de sellos tanto
húmedos como secos, etc. La mayor incidencia de alteraciones fraudulentas
dentro de este grupo de elementos mencionado a modo de ejemplo, recae
especialmente sobre el papel moneda, que se fabrica de manera fraudulenta
usando sistemas de offset y fotocopiadoras a color.

Pero antes de todo, debemos comenzar por el principio y poder reflexionar sobre
¿Qué son los documentos?

En el terreno jurídico un documento es una información escrita que sirve de prueba o


de título. Los documentos que pueden servir de prueba o ser sometidos a análisis de
peritos son de variada naturaleza y pueden presentarse de formas inesperadas o
insólitas pues no son solo una prueba de identidad o de un derecho, sino que pueden
tener consonancias económicas, sociales y políticas a la vez, a modo de ejemplo se
citan los anónimos, las escrituras en una puerta o en servilleta, etcétera.

Los autores prestan particular atención a la naturaleza del objeto sobre el que recae
la acción delictuosa: el documento. Desde el punto de vista penal pueden indicarse
en el documento las siguientes características:

a. Ser una escritura;


b. Su contenido debe producir un efecto jurídico, de modo que de su falsificación
puede resultar un perjuicio;
c. Tener autor determinado (Soler).

Los documentos pueden ser públicos o privados. El criterio de la doctrina y la


jurisprudencia nacional ha experimentado una evolución que tiende a una mayor
amplitud en el concepto de instrumento o documento público, a los fines del derecho
criminal. El concepto al que se refiere el art. 292 de C.P. aun remitiéndose al art. 979
del C. Civil, debe ser entendido dando a la palabra ley, no solo el de las leyes
propiamente dichas, sino también, el de toda disposición jurídica por la que se
reglamente una actividad administrativa destinada a hacer fe. Mientras que, el
concepto que se ha dado de documento en general, podría decirse que el documento
privado se alcanza por exclusión de los que tienen el carácter de público. El autor
Salvat define el documento privado diciendo que es aquel que las partes otorgan por
sí solas, sin la intervención de ningún oficial público, y Soler indica que todo
documento que no revista la calidad de instrumento público, es privado.

La firma de las partes es esencial para la existencia de todo acto bajo forma privada.
Ella no puede ser reemplazada por signos ni por iniciales de nombres y apellidos. No
existe para ello forma especial.

En el Código Penal de la Nación Argentina se enuncian y reprimen los delitos de


falsificación y adulteración de documentos en general, de allí que resulta importante
desde el punto de vista pericial definir dichas prácticas de acuerdo a lo que legalmente
se solicita en las investigaciones judiciales, específicamente en lo concerniente a los
documentos públicos y privados, a tales fines y siguiendo la doctrina judicial al
respecto, se considera sustancial afianzar los conceptos sobre los aspectos legales
que debe reunir un documento.

El Código Penal de la Nación


Argentina en su Título XII
“Delitos contra la fe pública”
Capítulo III, se refiere a la
“Falsificación de Documentos
en General”.
A continuación, se transcriben
textualmente algunos de los
artículos vinculados con el
tema de referencia y su
interpretación doctrinaria:

Falsificación de documentos en general

Art. 292. El que hiciere en todo o en parte un documento falso o adultere uno
verdadero, de modo que pueda resultar perjuicio, será reprimido con reclusión o
prisión de 1 a 6 años, si se tratare de un instrumento público y con prisión de 6 meses
a 2 años, si se tratare de un instrumento privado.
Si el documento falsificado o adulterado fuera de los destinados a acreditar la
identidad de las personas o la titularidad de dominio o habilitación para circular de
vehículos automotores, la pena será de 3 a 8 años.
Para los efectos del párrafo anterior están equiparados a los documentos destinados
a acreditar la identidad de las personas, aquellas que a tal fin se dieren a los
integrantes de las fuerzas armadas, de seguridad, policiales o penitenciarias, las
cédulas de identidad expedidas por la autoridad pública competente, las libretas
cívicas o de enrolamiento y los pasaportes, así como también los certificados de parto
y de nacimiento.

Art. 293. Será reprimido con reclusión o prisión de 1 a 6 años, el que insertare o hiciere
insertar en un instrumento público declaraciones falsas, concernientes a un hecho que
el documento deba probar, de modo que pueda resultar perjuicio.
Si se tratare de los documentos o certificados mencionados en el último párrafo del
art. anterior la pena será de 3 a 8 años.
A los efectos de la acción de insertar es preciso no perder de vista que la misión del
funcionario público que da fe, no es la de certificar que están probadas las cosas que
se han declarado ante él, sino la de dar por cierto que la declaración fue hecha.

Art. 294. El que suprimiere o destruyere, en todo o en parte, un documento de modo


que pueda resultar perjuicio, incurrirá en las penas señaladas en los artículos
anteriores, en los casos respectivos.
Las acciones consisten en suprimir o destruir en todo o en parte un documento. Un
documento se suprime cuando se lo hace desaparecer materialmente como
documento. Lo primero ocurre cuando la acción recae sobre la materialidad misma.
Lo segundo cuando se obra sobre el contenido, de modo que resulte inútil como tal
documento, por ejemplo, haciéndolo ilegible, en su totalidad o en partes que impiden
entenderlo en sentido específico. El documento se destruye cuando se da fin a su
existencia material total o parcialmente. Lo mismo para la acción de suprimir, la
destrucción parcial debe incidir en el contenido específico del documento. El
procedimiento usado carece de significado legal. Quemarlo, romperlo, borrarlo, son
una de las tantas maneras de destruir. Los documentos previstos en el art. 294 son
tanto los públicos como los privados, la ley no distingue.

Art. 295. Sufrirá prisión de 1 mes a 1 año, el médico que diere por escrito un certificado
falso, concerniente a la existencia o inexistencia, presente o pasada, de alguna
enfermedad o lesión de cuando ello resulte perjuicio.
La pena será de 1 a 4 años, si el falso certificado debiera tener por consecuencia que
una persona sana fuera detenida en un manicomio, lazareto u otro hospital.
Sujeto de este delito solo puede ser un médico, sin perjuicio de la participación de
terceros en él. El hecho es doloso. Un simple error de diagnóstico en ningún caso
puede ser punible.

Art. 296. El que hiciere uso de un documento o certificado falso o adulterado, será
reprimido como si fuere autor de la falsedad.
La acción de este artículo consiste en hacer uso de un documento o certificado falso
o adulterado. Hacer uso significa utilizar el documento de modo que pueda resultar
perjudicial. Debe ser un documento falso. El autor debe ser persona que no haya
intervenido en su falsificación, ni como ejecutor ni como partícipe o bien que haya
tenido una intervención no punible.
El delito que nos ocupa se consuma al usar el documento de modo que puede resultar
perjudicial. Es un delito instantáneo.

Art. 297. Para los efectos de este Capítulo quedan equiparados a los instrumentos
públicos los testamentos ológrafos o cerrados, los certificados de parto o de
nacimiento, las letras de cambio y los títulos de crédito transmisibles por endoso o al
portador, no comprendidos en el artículo 285.

Art. 298. Cuando alguno de los delitos previstos en este Capítulo, fuere ejecutado por
un funcionario público con abuso de sus funciones, el culpable sufrirá, además,
inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la condena.

Art. 298 bis. Quienes emitan o acepten facturas de crédito que no correspondan a
compraventa, locación de cosas muebles, locación de servicios o locación de obra
realmente contratadas, serán sancionados con la pena prevista en el art. 293 de este
Código. Igual pena les corresponderá a quienes injustificadamente rechacen o eludan
la aceptación de factura de crédito, cuando en servicio ya hubiese sido prestado en
forma debida, o reteniendo la mercadería que se le hubiere entregado.

En los párrafos anteriores, nombramos los artículos vinculados a la falsificación, pero


parece importante poder definir un único concepto de las falsificaciones.

Algunos autores extranjeros y en varios diccionarios se considera como sinónimo de


la acción de falsificar a la de adulterar, pero en realidad en el sentido estrictamente
pericial, falsificar significa realizar una copia total o reproducción de algo verdadero o
auténtico.

El diccionario Aristos de la lengua española, se señala: “Falsedad: falta de verdad o


autenticidad”, y así lo es técnicamente, esa falta de verdad debe ser total o sea debe
corresponder a una reproducción, independientemente de su calidad para engañar.
Nuestra ley se refiere a hacer en todo o en parte un documento falso, lo cual parece
contradictorio, lo que sucede es que existen documentos que se componen de varias
partes (hojas), el hecho de falsificarlo en parte quiere decir hacerlo íntegro en una de
sus partes, como por ejemplo sería falsificar una hoja íntegra de un contrato auténtico
compuesto de varias hojas.

Los instrumentos públicos, como los llama el código, pueden ser objeto de falsedad
material en más de un aspecto y siempre dentro de las nociones dadas, pueden
hacerse estas distinciones:

a. Falsificación de sellos, signos y demás requisitos que dan al documento el


aspecto formal de auténtico;
b. Falsificación del texto del documento en tanto y en cuanto cambie con ello el
efecto jurídico que la escritura está destinada producir.
c. Falsificación de la firma.

Otro concepto que vamos a ir desarrollando durante esta unidad es adulteración.

Adulterar supone alterar, modificar, transformar algo ya existente; la transformación


debe ser material, ya sea suprimiendo, ya sea reemplazando, o sea agregando.
Ninguna de estas acciones supone hacer parte de un documento compuesto, porque
la acción consiste en cambiar algo de lo verdadero, haciendo aparecer como real lo
adulterado en el documento original.

El caso típico de adulteración es a modo de ejemplo el cambio del nombre o de la


fotografía en un documento de identidad personal, este tipo de peritajes se abordarán
en el capítulo 7 de esta obra.

En general los procedimientos para la falsificación de grafismos, sean estos textos o


firmas no difieren en gran medida y se usan indistintamente. Es por ello que en esta
obra y por razones didácticas, se hará mención generalmente a las firmas que son las
que más frecuentemente se falsifican, valiendo los términos que se anunciarán
también para los textos en la mayoría de los casos.

A los procedimientos se los puede dividir en dos grandes grupos teniéndose en cuenta
en ellos si hay imitación o no de escritura y/o firma auténtica, a saber:
FALSIFICACIONES SIN IMITACIÓN FALSIFICACIONES CON IMITACIÓN

No hay copia pues se carece de modelo En estos casos se copia la firma o el


o sea no se imita una firma auténtica, por texto auténtico, tratando de conseguir el
ende, entre ésta y las originales no hay mayor parecido, para lo cual se pueden
ningún tipo de parecido. aplicar diversos métodos de
reproducción. Estos procedimientos
pueden contar con diversos tipos o
formas de modelos a reproducir, estos
modelos se pueden utilizar el original
(matriz directa) o copias de originales
(matriz indirecta), algunos de estos
últimos dejan bajo la copia final restos
del modelo trasladado que se conoce
como bosquejo.

Las imitaciones se las puede clasificar


como de trazado lento o de trazado
rápido estas últimas denotan más
espontaneidad de trazado.

Entre las de tipo lentas se pueden citar:


 Imitaciones por calco, y
 Imitación servil de un modelo dado.

Entre las rápidas se citan:


 Imitaciones de memoria, y
 Imitaciones a mano libre o
ejercitadas.

Dentro de esta unidad, también abordaremos el término y los primeros inicios de la


scopometría, el origen del vocablo todavía es un misterio, si bien se sabe quién lo
impuso en la Policía de la Capital, no existen antecedentes de su creación o
motivación para su uso. Las investigaciones que se han efectuado buceando en la
historia de la criminalística de nuestro país llevan a pensar que este vocablo se inspiró
en el antecedente de su similar “Dactiloscopia” cuya adopción corresponde al ilustre
Juan Vucetich en reemplazo de su nombre original “Icnofalangometria” y a sugerencia
del periodista Francisco Latzina oriundo de la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos
Aires.

Scopometría, en principio es un vocablo compuesto por dos palabras de origen griego,


una “Skopein o scopein” que significa mirar, examinar y la otra “Metrón o metría” que
significa medir, la traducción literal medida de la observación, u observación de las
medidas. Consiste fundamentalmente en la realización de comparaciones de cosas
basándose en las medidas y detalles precisos e identificativos del objeto de estudio,
tiene su más importante aplicación en la investigación criminal sobre evidencias
físicas, por ende, también posee un lugar privilegiado en los estudios de los
criminalistas.

En resumen, se podría pensar en una


definición como: técnicas y procedimientos
derivados de la física, basados en la
observación y la medición aplicados a las
comparaciones de cosas con fines de
identificación.

La Scopometria nace como disciplina autónoma en nuestro país allá por el año 1912
a partir de la instalación de un gabinete improvisado en la azotea del actual edificio
del Departamento Central de Policía, sito en la calle Moreno 1550 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, referente a su creación la historia nos lleva a viejos
archivos policiales donde aparece una nota periodística publicada por el Sr. Anacleto
Luque que textualmente se reproduce y detalla pormenores de la creación de la
Scopometría:

LA SCOPOMETRÍA, ha comenzado sus orígenes y desarrollo en la policía. “La


mayoría de las personas, aun las más ilustradas, ignoran no solamente el origen, sino
también los procedimientos técnicos que se utilizan en la Policía de la Capital Federal
y a los cuales se le conoce con el nombre genérico de SCOPOMETRÍA. Este término
ha sido puesto de moda hace poco por el Dr. Héctor González Iramáin, cuando en el
acto de informe in voce, realizado en la Cámara de Apelaciones en lo Criminal,
manifestó lo siguiente: “Subrayó que también la Cámara Civil omitió la pericia
scopométrica de la Policía de la Capital, que de rigor siempre encarga en casos
similares”.

Han corrido ya 30 años desde el día que el Jefe de Investigaciones, Señor José
Gregorio Rossi, con el propósito de dar mayor expansión a la fotografía y procurar
más luz para los trabajos que en ella se efectuaban, mandó construir en la azotea del
Departamento Central de Policía una casilla de madera. Al empleado don Ernesto
Belaunde, que tenía a su cargo la confección de los planos ilustrativos de inspecciones
oculares, se le pasó entonces a ese local, para que lo utilizara como laboratorio en las
pericias sobre impresiones digitales. El primer plano de aquella índole confeccionado
por esa oficina fue ejecutado por disposición del Juez de Instrucción, Dr. Jorge H.
Frías, para ilustración de un sumario por homicidio.

En el año 1912, Belaunde fue ascendido a Encargado de Gabinete y ese pequeño


laboratorio iba a cobrar mayor jerarquía por la mayor jerarquía de su animador.

Esa dependencia de fotografía especializada que echó las bases, de la fotografía


científica, fue designada por el Señor Rossi con el nombre de SCOPOMETRÍA,
neologismo formado por las palabras SCOPEO, que significa examen, investigación;
y METRÍA, de medida, exactitud.

El método Scopométrico

El método Scopométrico consiste en efectuar un minucioso análisis físico del material


sometido a estudio, por medio de instrumental óptico adecuado a la investigación a
realizar y de acuerdo con principios, métodos y procedimientos que, derivados del
aporte científico, industrial y artístico, han recibido la denominación de scopométricos,
en razón a que comprenden normas ineludibles que deben observarse para realizar
las mediciones con precisión, para luego efectuar las comparaciones entre el material
dubitado e indubitado sometido a análisis y así establecer correspondencia o
descartar un común origen (procedimiento de identificación).

El proceso de comparación consiste en encontrar elementos coincidentes en calidad


y cantidad suficiente para poder abrir juicio categórico y es fundamental para arribar a
conclusiones de identificación o descarte. La disciplina scopométrica utiliza este
proceso de comparación y lo efectúa siempre en dos pasos o etapas bien definidas
fundamentales para el sistema.

A la primera etapa se lo denomina “Análisis Extrínseco” consiste en el estudio general


que se efectúa en el campo macroscópico es decir con pocos aumentos, y sirve para
dar una orientación hace la identificación o lograr un descarte.

La segunda etapa “Análisis Intrínseco”, es definitoria con respecto a la identificación y


consiste en un estudio pormenorizado, más fino y preciso en el campo microscópico,
buscando detalles íntimos de los objetos en comparación que permitan dar una
conclusión definitiva o de certeza.

El análisis extrínseco no permite la identificación, sólo puede llegar al descarte o bien


en caso de coincidencias extrínsecas, abrir la puerta al análisis intrínseco que sí
permite dar respuesta definitiva.

Básicamente ambas etapas se fundamentan en la búsqueda de elementos


identificativos que suelen consistir en detalles de construcción de las piezas o
elementos a comparar, y también en defectos adquiridos por el uso o mal uso del
instrumento que las produjo, o bien obedecen a cuestiones vinculadas con los hábitos
(idiotismos) individuales de las personas y que constituyen las esenciales constitutivas
de su personalidad (su firma gestual).

Estos detalles o características identificativas propias de cada ser u objeto, son los
detalles o puntos característicos de la identidad los cuales para esta disciplina deben
guardar una constancia y correspondencia determinada.

El proceso de identificación se basa fundamentalmente, al igual que en dactiloscopia,


en que esas características identificativas estén igualmente ubicadas, situadas y
dirigidas.

Otro tema que debemos narrar son los fundamentos técnicos sobre la escritura
y su estudio:

La escritura es la resultante de un proceso psico-fisiológico y mecánico. Psico-


fisiológico porque desentraña de la mente las imágenes grabadas a través del sentido
de la vista o, en casos determinados, del tacto y mecánico por cuanto da cuerpo o
vida gráfica a esas imágenes a través de sus miembros. Es factor primordial la
actuación de la conciencia en el ejercicio primario de la firma o manuscrito, o sea la
voluntad de realizar el acto, ajustándose a la disciplina que regulan su ejercicio. Este
acto consciente, que se repite constantemente, desemboca en el trabajo automático
de quien lo realiza. Luego de los primeros estudios, la práctica permanente en las
distintas etapas del aprendizaje permite la perfecta sincronización de orden cerebral y
trabajo manual, y lleva poco a poco en forma gradual y constante, a la automaticidad
apreciable en cualquier escritura, donde es mayor aún en la realización de firma. La
automaticidad de la firma o manuscrito, provoca que las características propias de una
determinada personalidad gráfica tiendan a aparecer en la signatura o texto, pese al
intento de autodesfiguración de su autor. Asimismo, cualquier tentativa de imitar otra
firma o manuscrito fracasará siempre.
El desarrollo del proceso de escritura ha sido observado constantemente y detallado
por los técnico-científicos dedicados a la investigación de tales principios de ejecución,
y ha permitido dilucidar esos principios y darlos a conocer como leyes de la escritura.
Dentro de este recorrido por los fundamentos de la escritura, nos encontramos con
leyes que su principal postulante fue Dr. EDMOND SOLANGE PELLAT, quien en un
postulado general determina: las leyes de la escritura no dependen de los alfabetos
utilizados. A continuación, se desarrollan diferentes leyes relacionadas con la
escritura:

1ª Ley: El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro, el órgano
que escribe, no modifica la forma de aquel si funciona normalmente y está lo bastante
adaptado a su función.
Lamartine Bizarro Mendes explica en su libro, que el órgano escritor es mero
instrumento para la expresión del gesto gráfico. La mayor prueba que se puede dar
de que el acto gráfico está en dependencia inmediata con el cerebro es que, aunque
la parte somática del órgano escritor esté funcionando normalmente y adaptado a su
función, una lesión en el centro cerebral impide al hombre realizar el gesto gráfico
normalmente.

2ª Ley: Cuando uno escribe, el “YO” está en acción, pero el sentimiento, caso
inconsciente de esta actuación, pasa por alternativas continuas de intensidad y
debilidad. Adquiere el máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es
decir, en los comienzos y el mínimo de intensidad cuando el movimiento de la escritura
viene secundado por el impulso adquirido, es decir, en los finales.
Es la ley que regula el automatismo de los gestos gráficos. El máximo de intensidad
se refiere a la acción del consciente, y el mínimo, a la expresión del subconsciente.
En los trabajos de falsificación, el falsificador al comienzo se esfuerza
conscientemente porque está excesivamente preocupado con la tarea. Al final, la
fatiga se pone de manifiesto y el falsificador se deja afectar por el hábito, registrando,
entonces las marcas que permiten algunas veces determinar la autoría de las
escrituras.

3ª Ley: No se puede modificar voluntariamente en un momento dado la escritura


natural, más que dejando en su trazado la señal del esfuerzo realizado por lograr el
cambio.
Esta ley se cumple cuando un individuo intenta disfrazar su propia escritura o imitar la
de alguien. Por ello se ve que el simulador, fatalmente se traicionará.
En el examen de las falsificaciones conviene, por esta razón, fijarse con todo
detenimiento especialmente en la parte última del documento.
No le es posible al falsificador demostrar mayor cultura de la que posee. Puede calcar
o copiar, pero no puede escribir un nuevo texto.
4ª Ley: El que escribe en circunstancias en que el acto de escribir es particularmente
difícil, traza instintivamente formas de letras que le son más habituales, o bien, formas
más sencillas y fáciles de construir.
La ley se refiere a la simplificación del gesto gráfico, forzada por otras circunstancias
ajenas a la voluntad del escritor para realizar el acto. Es la ley del menor esfuerzo que
puede ocurrir con cualquiera otro gesto del hombre.

Por su parte, el análisis de documentos está regido por principios fundamentales de


riguroso cumplimiento, el mismo, es condición indispensable para su realización:

a. Los relativos a la documentación dubitada:


Si bien los documentos cuestionados no se ofrecen libremente, los análisis se
realizan, salvo excepciones lógicas, en originales.
Esta exigencia se basa en tres circunstancias:

1. La fotografía es una fiel reproducción de la verdad, siempre que el


fotógrafo actúe de buena fe.
2. En reproducciones fotográficas, duplicados, fotocopias, etc., no se
puede efectuar el examen del papel y de la tinta.
3. Sobre reproducciones, solo es posible realizar el análisis extrínseco o
general de las firmas y manuscritos.

b. Principios relativos a la documentación indubitada:

1. Debe estar representada por documentos públicos, privados, en este


último evento, de fecha cierta.
2. Los documentos deben estar realizados extra proceso o investigación
que se adelante.
3. Las muestras de firmas y manuscritos realizados ante el funcionario
investigador, como único elemento de juicio para comparación, no son
las más idóneas, por cuanto el nerviosismo que provoca en el
escribiente, puede conducir a error al perito, Sólo se consideran aptas
para cotejo, cuando pueda obtenerse una identificación positiva.
4. Estas muestras deben ser anteriores, posteriores y contemporáneas (en
originales). En cuanto a las posteriores se obtendrán por dictado con las
siguientes características: las mismas palabras, nombres, números,
firmas, etc., que aparecen en la muestra dubitada (cuestionada); sin
permitir que el escribiente observe los elementos cuestionados.
5. Los textos y firmas auténticas ofrecidas para análisis deben estar
confeccionados con similares instrumentos y materiales similares a los
empleados en los documentos dubitables.
c. Principios relativos al análisis y demostración:

1. No se pueden comparar textos con firmas y viceversa (salvo casos de


excepción que permitan una conclusión positiva).
2. No se debe afirmar nada que el perito no pueda demostrar por medio de
reproducciones fotográficas, transparencias, filmaciones, etc.
3. Todo estudio es posible, siempre que se tenga un patrón idóneo para el
cotejo o comparación.
4. La investigación científica no se conforma con la probabilidad o verdad
formal, siempre busca obtener la certeza.

Por su parte, y no menos importante dentro de


esta unidad y a lo largo de este recorrido vamos
a ir recogiendo y apropiándose de diferentes
conceptos.

La balística es la rama de la física aplicada que


se ocupa del estudio del movimiento de los
proyectiles en general, pero en la práctica la balística se aplica concretamente a los
proyectiles militares, tales como los proyectiles de las armas portátiles, las balas de
artillería, los misiles y las bombas de aviación.

El estudio de la balística comienza con un proyectil en reposo dentro del arma, su


movimiento dentro del tubo y su salida al exterior, para seguir su recorrido en el aire,
su incidencia en el blanco y sus efectos en él.

Dentro de este amplio concepto, nos detendremos unos párrafos en narrar


brevemente la balística forense. Una definición simplificada de la balística forense se
resume en: “Ciencia que estudia el disparo”.

De esta manera pueden integrarse en ella conceptos tan extensos como tipos de
armas, efectos en las armas en el disparo, cartuchos, preparación y ejecución del
disparo, consecuencia del impacto sobre el blanco y sobre el propio proyectil, etcétera.
Hay muchas definiciones que explican que es la Balística Forense se han elegido
simples y complejas, a saber:

"Es la ciencia y arte que estudia integralmente las armas de fuego, el alcance y
dirección de los proyectiles que disparan y los efectos que producen".
(Roberto Albarracín)
“La balística forense es aquella parte del conocimiento criminalístico y médico legal
que tiene por objeto especial, el estudio de las armas de fuego, de la munición y de
los fenómenos y efectos propios de los tiros de estas armas, en lo que pueda ser útil
para el esclarecimiento y la prueba de cuestiones de hecho, de interés a la Justicia
tanto penal como civil.” (Eraldo Rabello)

Se puede agregar también que la balística forense es la que establece y estudia


cuánto detalle resulte posible realizar acerca del arma, su calibre, momento y forma
en que se ejecutó el disparo y demás circunstancias que sirvan para esclarecer las
causas que ocasionaron heridas, muertes o daños materiales en casos susceptibles
de enjuiciamiento.

Como se verá por razones prácticas la mayor cantidad de peritajes relacionados con
la balística forense comprenden el análisis de las armas de fuego, en cuanto a su
vinculación con un hecho criminal, su identificación y los efectos que producen los
proyectiles que disparan dichas armas.

Cabe acotar aquí que como se vislumbra en varias de las definiciones de esta
especialidad criminalística, hay estudios que corresponden al campo meramente físico
o criminalístico puro y otros que están dentro del campo de la Medicina Legal
propiamente dicha.

En efecto, es ya una vieja discusión la de incorporar a la Criminalística dentro de la


Medicina Legal o viceversa, en el presente trabajo se considera innecesario antiguas
e inútiles discusiones, pero sí hacer hincapié en aquello que desde la experiencia y
práctica forense cotidiana ha quedado instituido y que es la división de los trabajos
específicos del perito balístico o del criminalista general y que abarcan todos los
análisis de balística (interior, intermedia, exterior y de efectos) fuera de los que se
realicen fuera del cuerpo humano.

En suma, a la Medicina Legal le comprenden los peritajes de la piel hacia adentro


(tatuajes, orificio de entrada, trayectoria interna, rebotes y desviaciones, orificio de
salida, etcétera.), siempre dentro del cuerpo humano, el resto es campo de estudio
del criminalista balístico.

Para su mejor estudio, la balística forense se puede dividir en 3 partes. A continuación,


caracterizamos cada una de ellas.

La balística interior, que se ocupa del estudio de la totalidad de los fenómenos que
se producen en el arma a partir del momento que el percutor golpea el fulminante del
cartucho y alcanza hasta el momento mismo en que el proyectil abandona la boca de
fuego del cañón. Esta parte de la Balística se ocupa también de todo lo relativo a las
armas de fuego, su estructura, mecanismos, funcionamiento, carga y disparo de la
misma.

A esta parte de la balística exterior, le corresponde el estudio de la trayectoria del


proyectil, desde el momento en que abandona la boca del cañón del arma hasta su
arribo al blanco, y de los fenómenos que lo afectan en concordancia con las
particularidades de cada caso, tales como la gravedad, la resistencia del aire, la
influencia de la dirección e intensidad de los vientos y particularmente los obstáculos
que se le interpongan y que en definitiva son productores de los rebotes que modifican
la trayectoria original.

Por último, y tal como su nombre lo indica,


esta parte de la balística (de efectos)
estudia los efectos producidos por el
proyectil en el blanco alcanzado,
particularmente las características propias
del Orificio de Entrada (OE) causado por el
proyectil y de la zona inmediata que lo
rodea, características éstas que permitirán
establecer importantes elementos los que
avalaron conclusiones relativas a problemas
tan complejos como la determinación de la
distancia de disparo.

Continuamos desarrollando algunos conceptos y su clasificación:

Si bien los distintos diccionarios consultados definen el término “arma” como todo
instrumento destinado a atacar o defenderse, este es desde el punto de aplicación
forense solo un concepto parcial, ya que no solo los instrumentos fabricados con la
finalidad expresada deben considerarse armas pues pueden ser utilizados
eventualmente con este fin innumerables objetos que cumplan con dicha condición.
Por la razón expresada, conceptuamos el término “arma” como “todo aquello que
potencie la fuerza humana”, ya que tanto puede ser utilizado en acciones ofensivas
y/o defensivas.

Expresado nuestro concepto al respecto del término “arma”, procederemos a


continuación a efectuar una rápida clasificación de las mismas conforme sus
características de uso y diseño:

a. Por su concepción de diseño:


1. Armas propias: Son las que han sido especialmente diseñadas para
ofender (atacar) o defenderse.
2. Armas impropias o de circunstancias: Este grupo está constituido por
todos aquellos elementos que eventual o circunstancialmente puedan
llegar a utilizarse como arma, tal como un martillo de carpintero, un
cuchillo de cocina, un destornillador, etc.

b. Clasificación de las armas propias:

1. Armas blancas: Las que a su vez se subclasifican en:

i. Cortantes: Las que presentan aguzado (afilado) uno o ambos


laterales, tales como el cuchillo.
ii. Punzante: Las que presentan aguzado el extremo distal, tal como el
florete o la flecha. Este tipo de arma puede ser arrojada (disparada)
por un implemento especial (arco o ballesta) o con la fuerza de mano
y brazo (lanza), o bien haber sido diseñada para utilizar
exclusivamente con la mano (Florete).
iii. Punzo-cortante: Son las que presentan aguzado su extremo distal y
uno o ambos laterales, tal como el puñal o el facón.
iv. Contundente: Son las que provocan las lesiones por la energía con
que golpean, tal como la maza, las boleadoras o proyectiles diversos
arrojados con hondas.
v. Corto-contundentes: Son las que actúan por aplicación combinada
del golpe y el filo. A esta Subclasificación corresponden el hacha y el
sable de caballería.

2. Armas de fuego: Son las que utilizan la presión generada por los gases
producto de la deflagración de la pólvora, para impulsar uno o varios
proyectiles. Se subclasifican en:

i. Por la forma de transporte:


● Portátiles: Las que para su transporte y uso es suficiente el
empleo de una sola persona (Fusil, escopeta, revólver,)
● No Portátiles: Son aquellas que para su desplazamiento o
utilización se hace necesario el auxilio de otra persona o un medio
mecánico o animal (mortero, cañón, ametralladora)

ii. Por su forma de empleo:


● De puño: Son las que fueron diseñadas para ser utilizadas con
una sola mano (revólver, pistola, pistolón de caza).
● De hombro: Son las que para su utilización se requiere el empleo
de ambas manos y/o el apoyo en otra parte del cuerpo del tirador,
generalmente el hombro (fusil, escopeta, pistola-ametralladora).

iii. Por el sistema de disparo:


● De tiro a tiro: Son aquellas que solo pueden efectuar un solo
disparo por vez, siendo necesario la apertura del arma y
extracción manual de la vaina servida para reemplazarla por un
nuevo cartucho, su característica principal es que no poseen
almacén cargador, tal como la escopeta común de caza.
● De repetición: Corresponde a aquellas que, poseyendo almacén
cargador que les permite contener determinada cantidad de
cartuchos disponibles dentro del arma, la operación de carga,
disparo, descarga de la vaina y nueva carga del cartucho debe
operarse en forma manual a través de sistemas tales como el de
cerrojo (fusil “Maúser”), corredera (escopeta de repetición tipo
“Itaca”) o palanca (rifle “Winchester”).
● Semiautomáticas: Son aquellas en que la operación de carga
disparo, descarga de la vaina y carga del nuevo cartucho se
efectúa en forma mecánica, correspondiendo a cada
accionamiento del tirador sobre la cola del disparador un disparo,
tal el caso de las pistolas tipo sistema Browning (Colt 11,25 mm,
Browning 9 mm, etc.).
● Automáticas: Son aquellas que, manteniendo presionada la cola
del disparador producen una sucesión de disparos, tales como las
pistolas-ametralladoras y los fusiles automáticos. Generalmente
este tipo de armas posee un selector de tiro que permite al usuario
elegir el modo de operación entre dos opciones: semiautomática
y automática.

iv. Por la forma de carga:


Se subclasifican en:
● De avancarga: Armas primitivas que eran cargadas por la boca
de fuego, atracadas mediante golpes de baqueta. En la actualidad
solo tienen interés como piezas de colección, aún cuando en
ciertos lugares del mundo, como España, ha comenzado a
popularizarse el uso de réplicas de estas armas creándose incluso
clubes especiales para su práctica. Responden a esta subdivisión
el mosquete, el trabuco y las clásicas pistolas de duelo.
● De retrocarga: Son aquellas que se cargan por la recámara
ubicada en la parte media trasera del arma y que responden a la
totalidad de las armas de moderno diseño.

v. Por el tipo de cañón:


Las que a su vez se subdividen en:
● De cañón de ánima lisa: Carece de estriado y en la actualidad
se utiliza únicamente en las escopetas, diseñadas para el disparo
de proyectiles múltiples (perdigones).
● De cañón de ánima rayada o estriada: En este caso el interior
del cañón del arma (ánima) presenta un rayado particular en
bajorrelieve, de forma helicoidal, llamado “estriado” y que le
suministra a los proyectiles por ellos expulsados un movimiento
rotacional sobre su propio eje que le brinda estabilidad direccional
a la trayectoria del mismo.

Para finalizar esta unidad, abordaremos los peritajes vinculados con la balística física
o criminalística que tratan los siguientes temas:

1. Identificación de armas de fuego, neumáticas, de dióxido de carbono y de otros


sistemas físico-químicos de propulsión por medio de los proyectiles disparados
y/o de las vainas servidas recuperadas,
2. Identificación de armas de ánima lisa (escopetas, pistolas o pistolones) a través
de los elementos resultantes del cartucho, como ser: vaina servida, tacos
separadores, concentradores, postas o perdigones,
3. Identificación de armas de avancarga a través de sus iniciadores o cápsulas
fulminantes.
4. Determinación de aptitud para el tiro de las armas de fuego y su munición;
5. Determinación de las condiciones de funcionamiento de los dispositivos de las
armas de fuego,
6. Determinar la clasificación y calificación legal de armas de fuego y otros
materiales sometidos a estudio acorde a la legislación vigente. (Ver cap. 5)
7. Determinaciones sobre las características genéricas y específicas de las
armas, cartuchos, proyectiles y vainas servidas,
8. Determinación de trayectorias y distancia del disparo,
9. Detección de restos de deflagración de pólvora en armas y en superficies
agredidas por los disparos,
10. Análisis de resistencia de materiales afectados por disparos de armas de fuego
tales como chalecos antibalas, cascos, placas de policarbonato, etcétera,
11. Establecer marcas, señas, calibre, y numeraciones en las armas de fuego,
12. Establecer numeraciones ocultas o eliminadas de las armas por medios físicos,
13. Establecer distancias y ubicaciones de víctima y tirador a través el estudio de
los antecedentes de la causa (autopsia, análisis histopatológico, fotografíes,
etc.),
14. Establecer distancia de disparo producto de cartuchos de proyectiles múltiples
(escopeta) a través del estudio de la dispersión de los perdigones, ubicación
de tacos separadores de compresión o contenedores,
15. Estudio sobre huellas de efracción con determinación de las herramientas
utilizadas mediante el examen microscópico de las improntas dejadas en el
elemento afectado,
16. Determinación del calibre del proyectil actuante a través del examen de los
impactos hallados en objetos o cosas,
17. Celosidad y grado de resistencia de la cola del disparador del arma de fuego

Bibliografía Obligatoria
Carlos BONILLA, Investigación Documentológica. Ediciones Larocca, 2009.
Jorge SILVEYRA, Investigación científica del delito II. Peritajes Scopométricos,
Ediciones Larocca, 2007.
Carlos GUZMAN, Manual de Criminalística, Ediciones Larocca, 2003.
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