Está en la página 1de 9

EL ESPÍRITU SANTO

DIVINIDAD AUN DESCONOCIDA

ORDEN SEGLAR SIERVOS DE MARÍA


FRATERNIDAD AMOR DE MARÍA. SANTANDER

1
2
EL ESPÍRITU SANTO.
INTRODUCCIÓN.

El documento más importante de Constantinopla es el


"símbolo niceno-constantinopolitano" en el que se
define la divinidad del Espíritu Santo: “Señor y
Dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo y que
es alabado y glorificado junto con el Padre y el Hijo”.
A continuación se describe la actividad salvífica del
Espíritu Santo: habló por los profetas, el perdón de los
pecados, la Resurrección, la vida eterna.

Este Concilio se inició en mayo del 381 y duró hasta


julio del mismo año. No han llegado hasta nosotros las
actas conciliares, pero sí conocemos el testimonio muy
autorizado de un Gregorio de Nacianzo, Obispo de
Constantinopla y presente en el Concilio que en sus
"Discursos teológicos" proclama abiertamente la
Divinidad del Espíritu Santo, negada por los
macedonianos.

Pero.. por qué aún hoy, transcurridos los siglos


desconocemos tanto el Espíritu Santo?
En nuestra fe, al proclamar el CREDO decimos: “Creo
en el Espíritu Santo”. El motivo de la ignorancia de la
tercera persona de la Santísima Trinidad es quizás por
las pocas manifestaciones sensibles y poco
perceptibles para la mayoría de personas. Conocemos
y adoramos a Dios Padre por sus obras presentes a
nuestros ojos: El cielo y la tierra (Salmo 18).
Conocemos y adoramos a Dios Hijo por su pasión,
muerte y resurrección (Triduo Pascual). Pero con el
Espíritu Santo ocurre que solo tres veces se ha
manifestado visiblemente: Como paloma en el
bautismo de Jesús (Mt. 3,16), como una nube en la

3
Transfiguración de Jesús (Mt. 17,5) y como lenguas de
fuego en el día de Pentecostés (Hch. 2,4).
Quién es y cuál es el papel del Espíritu Santo en la
vida del creyente y de la Iglesia?

¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es una persona, es miembro de la


Santísima Trinidad: El Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo: son tres personas distintas y un solo Dios
verdadero. Jesús al despedirse de sus apóstoles les
ordenó bautizar a la gente “en el nombre del Padre y
del hijo y del Espíritu Santo” (dándoles así igual
importancia a las tres Personas). Cuando el Padre
envía su Verbo, envía también su Aliento: misión
conjunta en la que el Hijo y el Espíritu Santo son
distintos pero inseparables.” Sin ninguna duda, Cristo
es quien se manifiesta, Imagen visible de Dios
invisible, pero es el Espíritu Santo quien lo revela”.
Catecismo de la Iglesia Católica 687-689
El Espíritu Santo es una Persona que está siempre
presente en el alma del que cree, y del que ama a
Dios.

¿Qué nombre le da la Sagrada Biblia al Espíritu


Santo?

La Sagrada Biblia le da al Espíritu Santo los nombres


de “abogado, Consolador, Paráclito” (S. Juan 14,15-
21). Esta palabra indica a uno que se coloca a nuestro
lado para defendernos, para ser nuestro amigo, para
darnos los consejos que necesitamos y animarnos en
los momentos difíciles.

San Juan Crisóstomo nos habla de ello en su reflexión


del Evangelio S. Juan 14,15-21

4
“Os he dado un mandamiento: que os améis
mutuamente y hagáis unos con otros como yo he
hecho con vosotros”. En esto consiste el amor: en
cumplir los mandamientos y ponerse al servicio del
amado. “Yo le pediré al Padre que os dé otro
Defensor”. Son palabras de despedida. Y como
todavía no lo conocían bien, era muy probable que
ellos habrían de buscar ansiosamente la compañía del
ausente, sus palabras, su presencia física, y que no
habrían de aceptar, una vez que él se hubiera
marchado, ningún tipo de consuelo. Y ¿qué es lo que
dice? “Yo le pediré al Padre que os dé otro
Defensor, esto es, otro como yo”.
Después de haberlos purificado con su sacrificio,
entonces sobrevoló el Espíritu Santo. ¿Por qué no vino
cuando Jesús estaba con ellos? Porque todavía no se
había ofrecido el sacrificio. Pero una vez que fue
borrado el pecado y ellos, enviados a los peligros, se
disponían para la lucha, era necesario el envío del
Consolador. Y ¿por qué el Espíritu no vino
inmediatamente después de la resurrección? Pues para
que, enardecidos por un deseo más vehemente, lo
recibieran con mayor fruto. . Y para que al oír hablar
del Defensor, no pensaran en una nueva encarnación y
abrigaran la esperanza de verlo con sus propios ojos, a
fin de alejar semejante sospecha, dice: “El mundo no
puede recibirlo porque no lo ve”. Llama aquí
mundo a los perversos, y de esta suerte consuela a sus
discípulos ofreciéndoles este precioso don
Porque no vivirá con vosotros como yo, sino que
habitará en vuestras almas, pues eso es lo que quiere
decir que esté con vosotros. Lo llama Espíritu de la
verdad, connotando así las figuras de la antigua ley.
Para que esté con vosotros. ¿Qué significa esté con
vosotros? Lo mismo que había dicho de sí mismo:”
5
Yo estoy con vosotros”. Pero además insinúa otra
cosa: No padecerá lo mismo que yo he padecido, ni se
ausentará.

Juan de Ávila
Sermón: Jamás te dejará si tú no le dejas
«Le pediré al Padre, y Él os dará otro Defensor que
estará siempre con vosotros» (Jn 14,16)
Sobre el Espíritu Santo, n. 30, 4.
Así como Jesucristo predicaba, así ahora el Espíritu
Santo predica; así como enseñaba, así el Espíritu Santo
enseña; así como Cristo consolaba, el Espíritu Santo
consuela y alegra. ¿Qué pides? ¿Qué buscas? ¿Qué
quieres más? ¡Que tengas tú dentro de ti un consejero,
un administrador, uno que te guíe, que te aconseje,
que te esfuerce, que te encamine, que te acompañe en
todo y por todo! Finalmente, si no pierdes la gracia,
andará tan a tu lado, que nada puedas hacer, ni decir,
ni pensar que no pase por su mano y santo consejo.
Será tu amigo fiel y verdadero; jamás te dejará si tú no
le dejas.
Así como Cristo, estando en esta vida mortal, obraba
grandes sanidades y misericordias en los cuerpos de
los que lo habían menester y lo llamaban, así este
Maestro y Consolador obra estas obras
espirituales en las ánimas donde Él mora. Sana
los cojos, hace oír a los sordos, da vista a los ciegos,
encamina a los errados, enseña a los ignorantes,
consuela a los tristes, da esfuerzo a los flacos. Como
Cristo andaba entre los hombres haciendo estas tan
santas obras, y así como estas obras no las pudiera
hacer si no fuera Dios, y las hizo en aquel hombre y las
llamamos obras que hizo Dios y hombre, así estas otras
que hace acá el Espíritu Santo en el corazón donde

6
mora, las llamamos obras del Espíritu Santo con el
hombre como menos principal.

¿No se llama desdichado y mal aventurado quien no


tiene esta unión, quien no tiene tal huésped en su
casa? Decidme, ¿lo habéis recibido? ¿Lo habéis
llamado? ¿Le habéis importunado que venga? ¡Que
Dios sea con vosotros! no sé cómo vosotros podéis
vivir sin tanto bien. Mirad todos los bienes, todas las
mercedes y misericordias que Cristo vino a hacer a los
hombres, todas ésas hace este Consolador en nuestras
almas.

Pablo VI
Audiencia General (17-05-1972): Hacer sitio al Espíritu.

Hoy, nuestro espíritu está demasiado volcado hacia el


exterior; no sabemos meditar, no sabemos orar; no
sabemos acallar todo el ruido que hacen en nosotros
los intereses exteriores, las imágenes, los humores. No
hay en el corazón el espacio tranquilo y consagrado
para recibir el fuego de Pentecostés. La conclusión es
clara: hay que darle a la vida interior un sitio en el
programa de nuestra ajetreada vida; un sitio
privilegiado, silencioso y puro; debemos encontrarnos a
nosotros mismos para que pueda vivir en nosotros el
Espíritu vivificante y santificante, si no, ¿cómo vamos a
escuchar el testimonio que el Espíritu da a nuestro
espíritu? (Cfr. S. Juan 15, 26; Romanos 8, 7).

SECUENCIA DEL
ESPIRITU SANTO
(de la Liturgia del Domingo
de Pentecostés)

7
Ven Espíritu Divino
manda tu Luz desde el Cielo, Padre amoroso del
pobre, don en tus dones espléndido,
Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro


esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas
de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en
los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina Luz y


enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro, mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,


sana el corazón enfermo,
lava las manchas e infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte todos tus dones,


según la fe de tus siervos,
Por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito,
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.

8
REFLEXIONEMOS:

QUÉ LE APORTA A MI VIDA ESPIRITUAL ESTE


ESCRITO? QUÉ PUEDO CONCLUÍR DE LO LEÍDO?

1º.
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________

2º.
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________

3º.__________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________

ORDEN SEGLAR SIERVOS DE MARÍA


FRATERNIDAD AMOR DE MARÍA. SANTANDER

También podría gustarte