Como acabamos de mencionar, la raíz de la planta cumple con varias
funciones diferenciadas, siendo tres las principales de ellas: absorción, fijación y conducción. •La absorción consiste en la asimilación de agua y nutrientes presentes en el suelo mediante los pelos radicales o radiculares de la raíz, que tienen la capacidad de absorber las sustancias que la planta necesita. Te recomendamos conocer también todo sobre la Nutrición de las plantas con este otro artículo. •La fijación es realizada por todo el órgano de la raíz y se trata de, simplemente, ofrecer un anclaje firme a la planta sobre la superficie en que se encuentra. Habitualmente este anclaje se hará en tierra o sustrato, aunque algunas plantas se fijan a otras superficies como rocas o incluso otras plantas. Las plantas de mayor tamaño, como árboles de gran altura, necesitan sistemas radiculares profundos y amplios para proporcionarles estabilidad suficiente. •La conducción, que se trata del transporte de agua y minerales desde los pelos radiculares hasta el tallo, que los llevará adonde sean necesarios. Partes de una raíz y las funciones de cada una La estructura de la raíz comprende distintas partes generales, fáciles de diferenciar: •Cuello: para empezar, la parte inmediatamente enterrada bajo el nivel del suelo recibe el nombre de cuello y es la encargada de conectar el resto del sistema radicular con el tallo. •Zona de ramificación: después del cuello encontramos la zona de ramificación. Se encuentra situada entre el cuello y la zona pilífera, y se caracteriza por ser la zona en que las raíces se ramifican y crean raíces secundarias con las que aumentar el terreno que abarcan. •Zona pilífera: se encuentra en las zonas más jóvenes de la raíz. En ella se encuentran los pelos absorbentes que se encargan de absorber agua y minerales. Estos tienen una vida de hasta tres semanas y constan de una única célula. Se forman constantemente en el extremo de la raíz, por lo que los más alejados del extremo son más largos. Pueden disponerse en una densidad de hasta 2.000 pelos por cm2 y medir hasta 1500 micrómetros de longitud. •Meristemo: seguidamente a la zona pilífera, encontramos el meristemo o zona de división celular, que es donde el crecimiento de la propia raíz se da. •Caliptra: finalmente, la cofia es el extremo de la raíz. Se trata de una especie de cobertura blanda, cuya función es proteger la raíz mientras esta se abre camino por el subsuelo. Su nombre botánico es caliptra, y resulta muy difícil de diferenciar a simple vista. Se encuentra alrededor del tejido meristemático, que está en crecimiento, protegiéndolo mecánicamente de los roces y daños que el subsuelo pudiera provocarle. A causa del desgaste que sufre, provocado por la fricción entre la raíz y el suelo, sus células se destruyen constantemente, pero son reemplazadas al mismo ritmo por las producidas en la zona de división celular o meristemo. En el esquema de la portada podrás ver bien estas partes de las raíces bien diferenciadas. Estas son las partes de la raíz más generales, pero en un sentido más específico, las partes de esta se diferencian de otra forma, más concretamente, según los tipos de tejidos de las raíces: •Epidermis: es la capa más superficial de la raíz: su piel, como el nombre sugiere. Sus células producen los pelos radiculares encargados de la absorción de agua y minerales. •Córtex: es la capa siguiente a la epidermis. Se encuentra situado bajo esta y su objetivo más destacable es el de almacenar nutrientes en forma de almidón. Además, entre sus células hay espacios que permiten el aireamiento de las mismas, y por tanto la respiración. •Endodermis: en la capa más interna del córtex y alrededor del tejido vascular encontramos la endodermis. En ella se produce una sustancia llamada suberina, que permite la formación de la banda de caspari, una suerte de barrera impermeable. Gracias a esto, el agua fluye únicamente hacia adentro. •Cilindro vascular: finalmente, en el centro se encuentra la estela o cilindro vascular, con el xilema y el floema adoptando distintas distribuciones en él según las características del tipo concreto de planta. En este esquema de aquí abajo podrás ver bien estos tejidos de las raíces. Además, te animamos a conocer más sobre los Tipos de tejidos vegetales con este otro artículo. Otros tipos de raíces y sus funciones Además de las tres funciones básicas de las raíces, hay otros tipos de raíces que cumplen con funciones adicionales o especializadas. •Los tubérculos de raíz crean zonas engrosadas que funcionan como reserva de alimentos, almacenándose en ellas gran cantidad de nutrientes de reserva. •Otras son capaces de liberar determinadas sustancias en el suelo, ya sea para eliminar la competencia de otras plantas o para ayudar en el proceso de disolución del suelo, haciéndolo más fértil y rico. •Por último, algunas plantas tienen la capacidad de desarrollar un tipo de red de comunicación bajo el suelo entre sus raíces. Gracias a ella, pueden llegar a compartir nutrientes cuando un individuo débil o enfermo los necesita. Floema y xilema son tejidos vasculares de las plantas traqueofitas, es decir, plantas portadoras de vasos que realizan el transporte de savia en los organismos vegetales: pteridófitas, gimnospermas y angiospermas, comunicando el sistema radicular a las estructuras foliares, intermediada por el tallo. Ambos son conductores de savia. El xilema transporta la savia bruta (savia cruda o savia inorgánica, ya que está compuesta de nutrientes retirados del suelo por la planta, agua y sales minerales) y está localizado en la cama más interna del tallo. Transporta la savia de las raíces hasta las hojas, donde realizará la fotosíntesis. Está formado por células muertas que tienen la función de evitar la deformación causada por la presión de la savia. El floema transporta savia elaborada (o savia orgánica, producto de la fotosíntesis, donde los nutrientes son convertidos en glucosa) y se encuentra en la capa más externa del tallo. Transporta savia elaborada de las partes clorofílicas (lugar en el que sucede la fotosíntesis) hasta las partes vivas de la planta, zonas en que la glucosa quedará convertida en energía. El floema está formado por células vivas, alargadas y sin núcleo. El transporte de savia bruta, constituida por agua y sales minerales, conducida por el xilema, es realizado a partir de la capacidad de absorción por las raíces y distribución con destino esencial a las hojas. Su composición básica reúne elementos de vasos, elementos traqueales, traqueidas, fibras y células del parénquima. El transporte de savia elaborada, formada por sustancias orgánicas producidas en la fotosíntesis, tiene su conducción por el floema, partiendo de las hojas en dirección al resto de órganos, principalmente los de reserva energética (raíces y tallo). Está formado por: elementos de tubos cribosos, células acompañantes, fibras y células de parénquimas.