Está en la página 1de 5

Año del Bicentenario, de la consolidación

de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de
Junín y Ayacucho

Integrantes: _Luis Alberto De la Cruz Solano

_Angela Cordova Vilchez

Curso: Problemas y desafío en el Perú actual

Docente:Martin Alberto Persch

Tema: Ensayo de oncenio de léguia

Peru-2024
Autoritarismo presente en el oncenio de Leguía

El 4 de julio de 1919, luego del golpe de Estado, Augusto Bernardino Leguía (1863-

1932) asumió la presidencia de la República del Perú, ese régimen político introducido

poco después de asumir el poder, el país recibió el nombre de “Nueva Patria”, e instituido

con una nueva Constitución en enero de 1920. Este régimen fue conocido como

"Oncenio". Este término se refiere a un período de once años durante el cual Leguía

ejerció el poder, es decir, de julio de 1919 a agosto de 1930, cuando fue derrocado por

el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro (Basadre 1968). La extraordinaria longevidad de

la Patria Nueva en la historia política contemporánea. La ley peruana insta a estudiar la

naturaleza del régimen y analizar sus prácticas del poder del leguismo. el Oncenio de

Leguía significo el surgimiento de los primeros partidos políticos modernos del Perú, que

reemplazaron a los viejos o tradicionales ya extintos o en decadencia (como el Civil, el

Democrático, el Constitucional y el Liberal). Ante este contexto, surge la siguiente

pregunta controversial: ¿Fue autoritario el Oncenio de Leguía? Desde mi punto de vista,

a pesar de algunas reformas progresistas, el gobierno de Augusto B. Leguía sí puede

ser considerado autoritario. A continuación, detallaré mis razones enfocadas en temas

relacionados a la asignatura.

En primer lugar, el gobierno de Augusto B. Leguía puede ser considerado autoritario

porque aplico medidas de control político y restricción de libertades civiles. El Oncenio

de Leguía fue el período del gobierno de Augusto Leguía en Perú entre 1919 y 1930.

Se caracterizó por el desplazamiento del civilismo como fuerza política dominante, el

culto a la personalidad y un estilo de gobierno dictatorial y populista. Económicamente,

hubo una gran apertura al capital extranjero, particularmente al capital estadounidense.

Fortaleció el Estado, comenzó a modernizar el país y puso en marcha un amplio plan

de obras públicas financiadas mediante empréstitos, cuyo objetivo inmediato fue

celebrar solemnemente el centenario de la independencia del Perú en 1921. En el


aspecto ideológico se produjo el colapso de los partidos políticos, los tradicionales, y el

surgimiento de nuevas corrientes como el aprismo y el socialismo. En las elecciones de

1919, convocadas por el entonces presidente José Pardo, se presentaron como

candidatos Antero Azpillaga (presidente del Partido Cívico y candidato oficial) y Augusto

Leguía (candidato opositor). Las elecciones se desarrollaron en un ambiente tranquilo y

la tendencia era que el Leguía fuera el ganador. Pero hubo denuncias de vicios y

deficiencias por parte de ambos candidatos, y el caso fue llevado al Tribunal Supremo,

que anuló miles de votos a favor del Leguía. Existía el riesgo de que las elecciones

fueran anuladas por el Congreso, que entonces sería el encargado de elegir un nuevo

presidente. Las perspectivas no eran muy prometedoras para el Leguía, ya que sus

oponentes políticos dominaban el Congreso. Otro problema para Leguía fue enfrentarse

a una mayoría opositora en el parlamento, como ocurrió en su primer gobierno.

(Obando, 2023)

En segundo lugar, durante el oncenio de Leguia se llevo a cabo diversas reformas

progresistas y a la vez hubo cambios positivos, como la modernización de la

infraestructura y la economía. La modernización del país había sido puesta a prueba por

gobiernos anteriores, pero bajo Oncenio de Leguía recibió un impulso definitivo. Los

principales fundamentos de este salto de modernización son los siguientes: Un país que

es motor de desarrollo. Leguía considera que el Estado debe fortalecerse e intervenir

de manera más dinámica y dominante, para mejorar el bienestar del país. Por lo tanto,

se distanció del modelo civilizacional del Estado, que también se basaba en la teoría

liberal. De esta manera, el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado aumentó

rápidamente, es decir, el Estado aumentó radicalmente su gasto para implementar

amplios programas de obras públicas. Un retorno a la política de grandes préstamos,

algo que no ocurría en el Perú desde las décadas de 1860 y 1870. Los malos recuerdos

de estos últimos préstamos, que llevaron a la quiebra antes de la guerra con Chile,

fueron superados y el gobierno dispuso préstamos muy cuantiosos. con bancos-banco


americano, con el que financió sus amplios planes de obras públicas. Comenzó así la

dependencia del Perú del capitalismo estadounidense, que inevitablemente obligaría al

Perú a someterse a todos los intereses de ese país (un ejemplo del capitalismo

estadounidense es el Premio de París y la solución del conflicto con Colombia, como

veremos más adelante). (Zegarra, 2009)

En tercer lugar, Augusto B. Leguía inspiró a los gobernantes de nuestro país al

autoritarismo y la permanencia en el poder; Leguía inspiró a gobernantes a cancelar

propuestas y organizaciones que no apoyen a su persona y gobierno; inspiró a trabajar,

sin importar los medios o el costo, solo para "verse bien". De esta manera podemos ver

el carácter autoritario, primero que nada, en el golpe, cuyo primer acto fue disolver el

Congreso cuando asumió el poder como presidente provisional arrestó y desterró a José

Pardo y luego hizo lo mismo con Víctor Raúl Haya de la Torre o, en otros casos, fueron

comprados con favores políticos. Asimismo, la prensa resultó perjudicada por la

abolición de la libertad de expresión. Al final, Leguía cayó por sus torpes políticas

económicas basadas en la “adicción” a los préstamos bancarios estadounidenses, que

convirtieron al Perú en un país débil ante los vaivenes del capitalismo mundial.

Sin obligaciones. Se puede cancelar en cualquier momento.

En conclusión, el gobierno de Augusto B. Leguía puede ser considerado autoritario

porque aplico medidas de control político y restricción de libertades civiles, así como

comportamientos que tuvo con la sociedad que contradicen a la democracia. A pesar

de algunas reformas positivas, el Oncenio de Leguía se caracterizó por su autoritarismo

total. El verdadero conocimiento de nuestro pasado pasa por apreciar su gloria y aceptar

sus episodios oscuros. Sólo así y con el entrenamiento del pensamiento crítico

podremos comprender y despertar el verdadero patriotismo. Es así que el conocimiento

de la historia peruana nos permite comprender el presente. Al estudiar los

acontecimientos y procesos históricos, podemos comprender las raíces de los


problemas y desafíos actuales e identificar posibles soluciones. (Cerna, 2019)

Referencias:

Cerna, D. (2019). La importancia de la historia en el orgullo nacional de un país.

Obtenido de https://www.udep.edu.pe/hoy/2019/07/la-importancia-de-la-historia-

en-el-orgullo-nacional-de-un-pais/

Obando, M. (2023). Augusto B. Leguía: así fue como comenzó el periodo llamado ‘el

oncenio’. Obtenido de https://www.infobae.com/peru/2023/02/10/augusto-b-

leguia-asi-fue-como-comenzo-el-periodo-llamado-el-oncenio/

Zegarra, M. A. (2009). El Oncenio de Leguía a través de sus elementos básicos.

Obtenido de

https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/2138/Ames_z

m.pdf?sequence=1&isAllowed=y

También podría gustarte