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La Historia hasta Hoy


-c5600 a -c4500

El Caos irrumpe desde los portales de disformidad polares

En las nieblas del pasado ancestral, los portales interdimensionales creados por los enigmáticos
Ancestrales se derrumban, permitiendo que la energía del Caos se expanda fuera de control desde los
portales de disformidad polares. Los slann, sirvientes de los Ancestrales, redoblan sus esfuerzos para
contener el daño causado por la destrucción de los portales, pero los slann son pocos. Desde
entonces el Caos existe en el mundo y su poder aumenta lentamente con cada año que pasa
(Ejércitos Warhammer: Hordas del Caos y Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto).

Transcurren miles de años.

Be´lakor se convierte en el Primer Príncipe Demonio.

Se trata del primer mortal convertido en inmortal y su reinado como príncipe demonio dura siglos. Sin
embargo, su orgullo le lleva a la perdición, encoleriza a Tzeentch y provoca la ira del Señor de la
Transformación. Be´lakor es condenado a convertirse en el verdadero espíritu del Caos y toma el título
del Heraldo, el que corona a los conquistadores (Ejércitos Warhammer: Hordas del Caos).

El primer paladín favorecido por el Caos, Morkar el Unificador, es coronado por Be´lakor.

El primer paladín del Caos en llevar la Corona de la Dominación fue Morkar el Unificador. Después,
Morkar emprende una guerra masiva desde los Desiertos del Caos, pero al final es derrotado con gran
esfuerzo por las razas antiguas. El estado de servidumbre en el que se ve obligado a vivir enciende las
llamas de la envidia y de la frustración en el corazón de Be´lakor, que cae rápidamente en un estado
de demencia (Ejércitos Warhammer: Hordas del Caos).

Transcurre un largo período de tiempo (aproximadamente 1.500 años).c1999 a c2,000

Be´lakor gobierna Mordheim como el Señor Oscuro en Mordheim.

Be´lakor logra escapar de su maldición durante un tiempo como Señor Oscuro de la ciudad en ruinas

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de Mordheim. Allí, Be´lakor invade el cuerpo del siguiente paladín favorecido, Khaardun el Glorioso,
pero acaba atrapado, retenido por la piedra bruja que impregna las ruinas de Mordheim e incapaz de
escapar. Al final, consumido por la ira y el odio, Be´lakor ve cómo su forma corpórea es destruida.
Be´lakor regresa a su torturada existencia y lentamente pierde la poca cordura que le quedaba.

Transcurren 300 años.2301-2302

La Gran Guerra contra el Caos

Asavar Kul es otro paladín coronado por Be´lakor. Kul casi logra destruir el Imperio con su invasión,
pero al final es aniquilado por Magnus el Piadoso, que, gracias a su acción, unifica a los díscolos
pueblos imperiales durante siglos. La mente de Be´lakor queda consumida por la derrota y sus
poderes se concentran en un único objetivo: asegurarse la Corona de la Dominación para sí mismo.

Transcurren 200 años.2502Karl Franz se convierte en emperador (Ejércitos Warhammer: El


Imperio).c2504Nacimiento de Valten

Grimgor lucha contra los Skavens de Karak-Ungor.

El kaudillo orco negro Grimgor Piel´ierro, siempre incansable en su búsqueda de batallas y enemigos
más fuertes a los que enfrentarse, se abre camino por Karak-Kadrin con la intención de llegar a Kislev
a través de las Montañas del Fin de Mundo. Bajo la ancestral fortaleza de Karak-Ungor, Grimgor acaba
con miles de Skavens mientras atraviesa sus túneles. El Orco Negro, cansado de enfrentarse a
enemigos menores, empieza a considerar seriamente dirigirse hacia otro sitio.

Luthor Huss se convierte en sacerdote guerrero de Sigmar.

Durante los primeros años del reinado de Karl Franz, aparece un joven en un monasterio sigmarita que
ruega ser admitido en las filas de los sacerdotes guerreros. Su deseo más ferviente es la destrucción
del Caos. El nombre de este joven es Luthor Huss y con el tiempo se convertirá en un formidable
sacerdote guerrero de Sigmar y predicará la palabra de Sigmar en combate contra los Hombres Bestia
y otros sirvientes de los Dioses Oscuros. Además, Luthor concentra sus esfuerzos en eliminar los
sacerdotes perezosos y la corrupción del culto sigmarita. Dispuesto para la batalla con el poder de su
fe y de su martillo, Huss recorre las tierras imperiales para acudir donde los habitantes del Imperio se
ven amenazados por las fuerzas demoníacas.

2518

El Conde Elector Boris Todbringer y Khazrak el Tuerto inician su enemistad. Muchas manadas de
Hombres Bestia vagan en los lugares más recónditos del Bosque de Drakwald. Una de estas manadas
está liderada por Khazrak, un astuto caudillo de los Hombres Bestia conocido por tratarse de uno de
los caudillos más peligrosos de su raza. El Conde Elector Boris Todbringer dirige muchos ataques para
destruir a Khazrak y, en una de estas ocasiones, arranca uno de los ojos del caudillo con un golpe de
su espada Colmillo Rúnico, arma entregada el día del nacimiento a todos los condes electores
imperiales. La herida de Khazrak nunca llega a cicatrizar y empuja al caudillo a realizar acciones cada

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vez más feroces y cautelosas. Khazrak planea una serie de emboscadas que atraen al conde elector a
una posición vulnerable en la que el caudillo de los Hombres Bestia, arranca un ojo a Boris Todbringer
en venganza. La vendetta entre ambos líderes continúa (Ejércitos Warhammer: Bestias del Caos).

Grimgor se enfrenta a los kurgan en las Tierras Oscuras.

Grimgor lucha contra los Skavens en sus túneles subterráneos hasta que logra derrotar a las ratas
ogro del Clan Moulder sin ayuda. Cansado de matar Skavens, el kaudillo orco negro desea enfrentarse
a un enemigo más fuerte: los guerreros del Caos de las tribus kurgan. La posición actual de Grimgor
en el corazón de las laderas del Este protege al Imperio de los ataques de los kurgans.

2520-2521

Be´lakor, con su nueva apariencia como Señor Oscuro, trata de escapar de su maldición una
vez más.

Be´lakor recupera su cordura durante un corto período de tiempo. Entretanto, surge Archaón, un nuevo
caudillo del Caos. Mientras el señor del Caos se prepara para cumplir su destino, Be´lakor realiza una
nueva tentativa de escapar de su maldición. Tras sentir el enorme poder que desprenden las Piedras
Ogham de Albión, se da cuenta de que, con esas fuentes de energía mágica, podría reclamar
finalmente la Corona de Dominación y romper para siempre el hechizo de Tzeentch. Por esta razón,
Be´lakor corrompe a algunos de los arúspices (los protectores de las Piedras Ogham) y los envía como
emisarios oscuros para que consigan Piedras Ogham para él. Los arúspices y los emisarios oscuros
buscan aliados y el conflicto se intensifica. Al final, el intento de Be´lakor de conseguir poder queda
desbaratado, aunque absorbe suficiente energía mágica para evitar su locura. Ahora su mente planea
una nueva venganza.

Aparición de Archaón, Señor del Fin de los Tiempos

Archaón, un antiguo templario de Sigmar, el guerrero que se convertiría en el Señor del Fin de los
Tiempos, finaliza la búsqueda que iniciara un siglo antes. Archaón arrebata los seis tesoros del Caos
de manos de sus guardianes y de esta forma se hace merecedor del título de Gran Elegido, el Paladín
del Caos. Archaón se enfrenta a más pruebas para conseguir el último tesoro, la Corona de
Dominación, y supera todos los desafíos que los dioses del Caos ponen en su camino. Al final,
Be´lakor se ve obligado a coronar a Archaón como Señor del Fin de los Tiempos. Archaón ansía
vengarse del Imperio, así que su primera orden consiste en reunir a sus guerreros, dirigirlos hacia el
Sur y emprender una guerra en las tierras natales de Archaón.

Archaón reúne a los cuatro paladines.

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Haargroth, un cabrero de las tribus norses, descubre un hacha ancestral perteneciente a un incursor
de los Hombres Bestia. Para hacerse con el hacha, Haargroth mata a su dueño anterior e inicia una
espiral de sangre y violencia. Gracias a Khorne, el poder de Haargroth aumenta hasta convertirse en
un gran paladín del Caos e incluso desafía a Archaón en combate singular. Tras ser derrotado,
Haargroth se une a Archaón y lidera uno de sus ejércitos.

Feytor, un joven granjero, es testigo de cómo los habitantes de su aldea mueren a consecuencia de
una plaga. Misteriosamente, Feytor se libra de los efectos de la enfermedad, así como su familia tras
pedir ayuda a cualquiera que pudiera escucharle. Los síntomas de la plaga marcan a Feytor y a sus
familiares, pero, a pesar de todo, continúan con vida. Posteriormente, la familia de Feytor es expulsada
de la aldea y muere a manos de los cazadores de brujas. Feytor se venga de los cazadores de brujas
y después recorre Norsca, región en la que acaba convirtiéndose en un gran paladín del Caos. Gracias
al favor de Nurgle, Feytor observa el cometa de doble cola y unas visiones lo conducen hasta las
montañas, donde se une a las fuerzas de Archaón al mando de uno de sus ejércitos.

Styrkaar, el hijo de un caudillo norse, recibe las visitas de una voz ultraterrenal desde el día de su
nacimiento. Guiado por esta voz, Styrkaar aprende a ejercer su influencia sobre la gente y mata a su
propio padre para hacerse con el liderazgo de su tribu. Styrkaar conduce a su tribu de victoria en
victoria en nombre de Slaanesh y atrae finalmente la atención de Archaón. Los dos caudillos se
encuentran y forman una alianza. De esta forma, Styrkaar se convierte en uno de los líderes de los
ejércitos de Archaón.

Melekh, el hijo de un herrero de una tribu norse, engendra un hijo mutante. El nombre del niño es
Cyspeth y sufre horribles malformaciones, ya que en lugar de una cabeza humana tiene la cabeza de
un ave. Melehk es desafiado por el chamán de la tribu para que aprenda el nombre verdadero de un
gran demonio de Tzeentch. Tras pasar varias pruebas con éxito, Melekh regresa a su tribu para
enfrentarse al chamán en combate. Cyspeth traiciona al chamán y lo mata, cumpliendo así una
profecía ancestral por la que el padre y el hijo se unen. Archaón es testigo de la batalla y cabalga
hacia allí para ofrecer el liderazgo de uno de sus ejércitos a la pareja.

El Gran Teogonista Volkmar muere en una batalla contra Archaón.

El Gran Teogonista reúne una gran fuerza y desafía a Archaón antes de que el Gran Elegido pueda
acumular un ejército de proporciones enormes. Archaón acepta el reto, pero Volkmar calcula mal el
poder de su oponente. Archaón obtiene la victoria, mata al Gran Teonista y abandona su cadáver en el
sangriento campo de batalla.

Se elige un nuevo gran teogonista. Luthor Huss encuentra a Valten.

Tras la muerte de Volkmar, se elige a otro gran teogonista para que lo sustituya. Sin embargo, Johann
Esmer no se parece en nada a su predecesor y enfurece a algunos miembros de la iglesia sigmarita
por sus intereses seculares. Luthor Huss está particularmente exasperado por la política de Esmer y

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acaba siendo denunciado por el Gran Teogonista por hablar en su contra. Huss vaga por el mundo
durante algún tiempo hasta que le llegan rumores sobre un herrero que ha repelido el ataque de una
horda de Hombres Bestia. Este herrero resulta ser Valten, un joven que luce sobre su pecho una
marca de nacimiento con el cometa. Luthor cree haber encontrado a la reencarnación de Sigmar y
renueva sus votos de fe con más fuerza que nunca.

2522

El Cónclave de la Luz

Karl Franz preside el Cónclave de la Luz en la capital de Altdorf e invita a la conferencia a líderes de
los estados de todo el Viejo Mundo para explicarles el estado de la invasión de Archaón y solicitar su
ayuda. Los Enanos y los Altos Elfos se comprometen a prestarle auxilio en este momento de
necesidad, así como la zarina de Kislev. En el Cónclave de la Luz se planea la estrategia de la defensa
del Imperio y se renuevan antiguas alianzas.

Crom el Conquistador llega al Este convertido en el Heraldo de Archaón.

Vardek Crom, el autoproclamado Heraldo de Archaón, lidera un ejército colosal de bárbaros del Caos
desde las Tierras Oscuras hacia el Imperio, pero su avance se ve detenido por la repentina aparición
de Grimgor y su ejército de Orcos Negros. Las dos fuerzas se enfrentan en un combate épico que
culmina con la derrota de los Orcos. Grimgor y Crom se enfrentan en combate singular, que se detiene
solo cuando Grimgor comprueba que sus machotez se están dando a la fuga. Grimgor abandona el
campo de batalla jurando vengarse de Crom y dejando el paso libre para que los bárbaros del Caos
atraviesen las montañas y ataquen el Imperio. Ahora, solo los Enanos de Karak-Kadrin pueden detener
el avance de Crom.

El encuentro de Valten y Karl Franz

Amenazado por la presencia de Valten, a quien Huss y otros muchos consideran la reencarnación del
mismísimo Sigmar, el Emperador Karl Franz debe tomar una difícil decisión: rechazar al joven
supondría desatar la ira de los que creen en él y aceptarlo sería escindir el Imperio en el momento en
que más necesita la presencia de un líder fuerte. Al final, el Emperador llega a un compromiso que
satisface a ambas partes y entrega al joven herrero el martillo Ghal Marras, aunque no cede su
soberanía sobre el Imperio. Unidos, los dos líderes se preparan para enfrentarse a Archaón.

Las fuerzas de Archaón pactan con Throt el Inmundo.

Una tribu de bárbaros del Caos que no complacía a Archaón es entregada a Throt el Inmundo para
que sirva de conejillos de indias en los experimentos de los Skavens, que intentan crear nuevas

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formas de vida deformes. En agradecimiento, las fuerzas de Archaón obtienen refuerzos con algunas
de las creaciones de Throt. Los despellejadores se unen a las Hordas del Caos gracias a este pacto
impío.

Morathi reafirma su pacto ancestral con Slaanesh.

Para alcanzar más poder y como forma de dominar a la nación druchii de Naggaroth, Morathi viaja
hacia el Norte acompañada de muchas de sus sacerdotisas favorecidas. En los Desiertos del Caos,
Morathi ratifica su pacto ancestral con Slaanesh y con el poder de su patrón demoníaco ataca a una
tribu de bárbaros denominados Hung. A continuación, Morathi conduce a sus fuerzas (incluidos sus
aliados de las Hordas del Caos) hacia el Sur, en dirección a Lustria, para buscar artefactos ancestrales
de gran poder que se encuentran en los templos de los Ancestrales.

Be´lakor resucita al Gran Teogonista Volkmar.

Be´lakor marcha a la cabeza de las legiones de demonios y durante la batalla se detiene en el lugar
donde Archaón acabó con la vida de Volkmar. Para demostrar su superioridad sobre Archaón, Be´lakor
invoca magias ancestrales y logra devolver el alma del Gran Teogonista a su cuerpo. Tras regresar de
la muerte, Volkmar se encuentra encadenado al estandarte del ejército de Be´lakor y los gritos de
desesperación del Gran Teogonista desconciertan a los enemigos del Caos (Ejércitos Warhammer:
La Tormenta del Caos).

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Desarrollo de la Contienda

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SEMANA 1
Día 0
A pesar de que algunos clamaban que los videntes solo estaban siendo alarmistas, nuestros peores
miedos se han hecho realidad. Una gran horda está invadiendo nuestras tierras desde el Norte. El
Conde Todbringer nos ha asegurado que la ayuda está en camino y que la amenaza, aunque
peligrosa, será eliminada.

Nuestros corresponsales en Altdorf han enviado aviso de que el ejército del Emperador está preparado
para partir. Algunos incluso han presenciado en persona el joven milagro de Valten, ¡que hay quien
asegura que es el mismísimo Sigmar renacido! Aquí en el Colmillo de Ámbar tenemos nuestras dudas,
pero le rezamos a Ulric para que sean injustificadas.

Aún estamos esperando informes de Kislev y de nuestros agentes en la ciudad de Erengrado. Cartas
tempranas sugerían que la Zarina había retirado las tropas de la ciudad para apoyar la defensa de la
capital. Tras los descorazonadores informes que aseguran que se han visto horribles guerreros
descendiendo sobre Zundap, me temo que debemos esperar lo peor y aceptar que Erengrado ya ha
caído.

Día 1
Las temibles legiones del Señor del Fin de los Tiempos han caído sobre las tierras del Imperio
sedientas de sangre y destrucción. Contra esta marea de barbarismo, los soldados de Boris
Todbringer y sus aliados han empezado bien, manteniéndose firmes contra la primera oleada. En el
interior de los resquebrajados muros de Wolfenburgo, los dispersos defensores han desperdigado y
destruido las bandas de guerra de Archaón con fiera determinación, y en Ferlangen bandas de
cazadores han cobrado un alto precio a las fuerzas del Caos que avanzan hacia la ciudad a través de
los densos bosques. Sin embargo, ninguna de las dos fuerzas defensoras es capaz de aguantar por
siempre y, según descienden sobre el reino más guerreros del Caos y bárbaros sedientos de sangre,
la lucha se volverá aún más desesperada.

En Zundap y Bohsenfels, el combate ha sido sin duda enconado, y los guerreros de los Dioses
Oscuros han sido contenidos a duras penas por los esfuerzos supremos de los hombres del Imperio.
En Kurst, la presencia del tanque a vapor Von Zeppel, de dudosa fiabilidad pero gran movilidad, ha
sido clave para mantener a las hordas del Caos a raya, pero se están extendiendo rápidamente unos
perturbadores rumores según los cuales unos monstruosos Cañones Infernales se están acercando al
pueblo para combatir contra la bestia mecánica.

Día 4
Nordland y Ostland están en llamas de Norte a Sur, pues las fuerzas de Archaón queman y saquean
todo lo que encuentran en su camino hacia Middenheim. Decenas de millares de brutales guerreros,
bestias deformes y monstruos terroríficos han caído sobre los valientes defensores del Imperio. Bajo
esta oleada, las defensas imperiales se debilitan. En Zundap, los soldados del Conde von Raukov han
sido obligados a retirarse hacia el Oeste, después de que sus posiciones fortificadas en el viejo molino
de vapor hayan sido arrrasadas por poderosos Ogros Dragón y gigantes mutados. Lentamente, los
cultistas, bárbaros y guerreros de los Dioses Oscuros están abriéndose camino a través de las ruinas
de Wolfenburgo, aunque les están haciendo pagar con sangre cada metro que avanzan.

El bastión de Bohsenfels sigue aguantando. Al haber conservado el control de las catacumbas que se
extienden hasta los cimientos del castillo, los defensores se parapetan ahora en las murallas para
protegerse de los devastadores asaltos del enemigo. En Ferlangen el éxito inicial de los defensores
está empezando a desaparecer en la memoria a medida que los cazadores de Nordland son obligados
a retirarse hacia sus hogares, mientras que algunos se han visto obligados a retirarse aún más, hasta

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pequeños refugios en las montañas. Se espera que el campamento caiga pronto.

Pero aún más importante que todo esto fue una explosión en la caldera del tanque a vapor Von
Zeppel, que dejó la máquina de guerra inmóvil, lo que permitió a las fuerzas del Caos que atacaban
Kurst lanzarse en incontables hordas, superando a los defensores. Kurst está ahora reducida a restos
destrozados y humeantes, pues el peso del ataque del Caos aplastó a los que fueron lo bastante
estúpidos como para mantenerse firmes en su camino. Mientras tanto, lejos hacia el Noreste, vagos
informes desde Kislev afirman que Garagrim Puñohierro y su hueste de Matadores han cruzado el
Lynsk y están luchando duramente contra las bandas de guerra del Caos y las bestias que
constantemente descienden hacia el Sur tras el avance de Archaón.

Día 5
Una dura lucha sigue teniendo lugar dentro de las resquebrajadas murallas de Wolfenburgo, donde
grupos de valientes soldados deambulan por las calles, atacando desde sótanos y edificios en ruinas
para luego desaparecer de nuevo. Esta guerra de guerrillas ha retrasado el avance de las fuerzas del
Caos considerablemente, ganando un tiempo precioso para los defensores que se encuentran en el
Oeste.

En el Castillo de Bohsenfels se respira una extraña tranquilidad, con ataques esporádicos desde los
bosques, mientras Melekh el Transmutador reúne sus fuerzas para un ataque arrollador. Los gritos de
aquellos que son sacrificados a Tzeentch suenan en los bosques durante la noche mientras el
hechicero Melekh reúne más poder mágico con el que asaltar a las desafiantes tropas del castillo. Es
poco probable que los defensores puedan resistir un ataque coordinado de las tropas del Caos.

Ferlangen se debilita, y los generales del Imperio deben decidir si enviar tropas frescas para reforzar
su defensa, debilitando sus fuerzas en otras áreas, o rendir la ciudad (y muy probablemente
Bohsenfels) a los invasores, retirándose para conservar los caminos a las montañas.

El combate en la zona de Zundap no cesa y la ciudad ha cambiado ya de manos tres veces a lo largo
de los últimos días. Igual que ocurre con otras zonas en disputa, un esfuerzo coordinado por parte de
los seguidores de Styrkaar podría aplastar los últimos vestigios de resistencia.

Día 6
Mientras la lucha continúa en el norte del Imperio, las fuerzas del Caos están al borde de la victoria en
muchas zonas en conflicto al tiempo que su número aumenta sin parar. En Wolfenburgo cada vez más
guerreros se concentran en la ciudad en ruinas, mientras que el Castillo de Bohsenfels ha quedado
aislado de cualquier posible ayuda externa. Ya es solo cuestión de tiempo hasta que caiga.

Algo más lejos, los Hombres Bestia que se han desviado hacia el Bosque de Loren se han encontrado
con una tormenta de emboscadas y trampas, diezmados por las flechas y filos de los Elfos Silvanos.
Se rumorea que Orión está reuniendo a sus seguidores para amasar un ejército con el que aplastar a
los invasores y expulsarlos de su reino sagrado de una vez por todas.

Los Reyes Funerarios han hecho grandes avances, con los ejércitos de Settra dirigiéndose desde
Numas y Khemri hacia el Norte para reclamar las viejas tumbas alrededor de las Marismas de la
Locura y hacia el Mar Agrio. Sin embargo, la resistencia crece mientras avanzan hacia el Norte y el
Este. Los Goblins de los alrededores de Karag-Orrud se han enfrentado a los No Muertos en las
estribaciones de las Montañas del Fin del Mundo, y los Orcos y las bestias procedentes del interior de
las Tierras Yermas se han visto obligados a retirarse ante el terrible avance de las huestes funerarias.

En las oscuras junglas de Lustria, los Elfos Oscuros y sus bárbaros aliados han avanzado hacia el Sur
más allá de Tlaxtlan, luchando una guerra de guerrillas contra grupos de eslizones, poderosas bestias
reptilianas e incluso la misma jungla. Los Slann están obligándose a sí mismos a despertar ante esta
intrusión, y pudiera ser que solo fuera una cuestión de tiempo antes de que los Hombres Lagarto
contraatacaran con fuerza. Hasta entonces, cada templo saqueado y cada altar profanado ayuda a la

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causa de los Elfos Oscuros.

Día 7
Después de luchar duramente durante siete días, el Conde von Raukov ha enviado aviso a las
valientes bandas de guerreros de Wolfenburgo para que se retiren de la capital de Ostland. Unas
pocas almas valerosas se están quedando atrás para continuar acosando a las fuerzas combinadas de
Archaón, Feytor y Haargroth, poniendo trampas y tendiendo emboscadas a los más y más deformes
seguidores de los Dioses Oscuros que inundan las ruinas de la ciudad. Abrumado por la increíble
escala del ataque del Caos, el Conde Elector ha cedido su ciudad para trazar una defensa más estable
en el Castillo de Lenkster y el puente que este protege. Al estar ya bien fortificado y reforzado, el
tiempo extra que los defensores de Wolfenburgo ganaron para ellos hará que el bastión sea aún más
difícil de tomar.

Por desgracia, mantener el Castillo de Lenkster podría no ser suficiente. Si Zundap cayera pronto,
entonces las apresuradas defensas de Struhelspan difícilmente podrían resistir la marea de guerreros
oscuros durante mucho tiempo, lo que permitiría a las fuerzas del Caos penetrar en el corazón de
Middenland y acercarse a la capital de Hochland, Hergig.

Rodeados y asaltados desde el exterior y desde abajo, Bohsenfels podría no aguantar mucho más. La
magia arcana liberada por Melekh el Transmutador ha empezado a tener efecto, corrompiendo y
mutando a los fieros hombres que guardan los caminos que desde el Norte se acercan a las Montañas
Centrales. Sabiendo que tras ellos Ferlangen está igualmente presionado, los soldados de la fortaleza
lucharán hasta la muerte, que puede no tardar mucho en llegar.

SEMANA 2
Día 8
La línea de defensa ha aguantado más de una semana, dolorida y magullada, pero firme. Sin
embargo, a medida que más y más de los sirvientes de Archaón asaltan las fortalezas del Imperio, las
cosas empiezan a tener mala cara. Si esta debilitada línea se rompiera, tal vez en Zundap, entonces
las tierras fértiles de Middenland estarían maduras para ser "cosechadas".

Bohsenfels sigue resistiendo mientras los comandantes dudan si retirar sus fuerzas a Ferlangen.
Cuanto más duran las discusiones, más posibilidades hay de que los pobres defensores de Ferlangen
se vean atrapados por una masiva horda de atacantes.

A estas alturas Zundap es poco más que una ruina destrozada, con los restos cadavéricos del molino
de vapor sirviendo de macabro testimonio de la ferocidad del combate. Es milagroso que todavía
aguante, cuando Kurst cayó tan rápidamente.

Y ahora el Castillo de Lenkster se alza como el próximo bastión de la esperanza, una roca que ha de
romper la embestida de la marea del Caos. Si Lenkster cayera, entonces Breder sería sin duda la
próxima víctima, abriendo el camino para que Nordbergbruche pudiera ser atacado desde dos
direcciones. A pesar de que Ferlangen y el Castillo de Lenkster están separados por muchas leguas,
sus destinos parecen estar entrelazados.

Día 11
Llegan oscuras nuevas del Norte. A pesar de que el bastión central sigue estando en manos
imperiales, los muros de Bohsenfels han sido duramente probados en los últimos días. Tal ha sido la
carnicería que los defensores se cuentan ahora tan solo por docenas. Sin duda ese gran valor ha
permitido diezmar a las fuerzas del Caos.

En Zundap, la presión continua de los ataques del Caos está empezando a tener su efecto en los

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soldados imperiales, una situación que es favorecida por la reciente llegada de Grimgor Piel'ierro y sus
Machotez. Probablemente, hay pocas esperanzas de que la impresionante muestra de resistencia del
pequeño pueblo pueda aguantar contra esta nueva oleada.

Preparados por su constante retirada de Wolfenburgo, los soldados del Conde von Raukov han
soportado los primeros ataques contra el Castillo de Lenkster con pérdidas mínimas. Reconfortados
por las noticias de valor sin precedentes que vienen de Bohsenfels, los defensores están preparados
para vender caras sus vidas con tal de evitar que Archaón y sus devotos servidores puedan penetrar
en Middenland. Solo un asalto a gran escala parece tener alguna posibilidad de hacer caer
rápidamente el castillo.

Mientras Bohsenfels permanece firme, los defensores de Ferlangen, que cuentan con menos
protección, están ahora sufriendo duras bajas a causa de un asalto inagotable. Si Ferlangen cayera,
es posible que el ejército de Melekh pudiera marchar hacia el Sur aunque Bohsenfels aguantara.

Día 12
Tras varios días de amarga lucha, las fuerzas del Caos han logrado importantes avances en el Norte y
el Sur, aunque a un elevado precio. Al pie de las Montañas Centrales, la ciudad de Ferlangen está
ahora en manos de Kordel Shorgaar, portaestandarte del Señor del Fin de los Tiempos. La hueste del
Norte ha detenido su avance y espera noticias de Bohsenfels, y los rumores dicen que Archaón está
tremendamente descontento con la falta de éxito hasta el momento de Melekh. Existe incluso la
posibilidad de que Archaón en persona se dirija al Norte para encargarse él mismo de los problemas
de Melekh.

En el Sur, el molino a vapor de Zundap ha sido convertido en un enorme palacio de tortura para placer
de Styrkaar, amado de Slaanesh. Mientras las fuerzas imperiales se reagrupan en Struhelspan, el
seguidor del Príncipe Oscuro se deleita en sus pasiones contra natura con aquellos capturados en el
combate. Sin embargo, no pasará mucho antes de que Archaón exhorte a su lugarteniente a avanzar
hacia Middenheim.

Día 13
Archaón llegó en las horas del ocaso a las afueras del sitiado castillo de Bohsenfels acompañado por
los temidos jinetes de las Espadas del Caos. Hubo un alto en el combate cuando llamó a los soldados
de Melekh para que se retiraran de los muros y atendieran a sus palabras. Se escucharon vítores por
parte de los defensores, especialmente de los mercenarios a los que inicialmente se había pagado
para defender el castillo y que ahora luchaban solo para sobrevivir. Archaón profirió las maldiciones de
los dioses sobre los seguidores de Tzeentch por no ser capaces de tomar el castillo y, para servir de
ejemplo para los demás, las Espadas del Caos asesinaron a quinientos guerreros. Mientras las
cabezas goteantes de los seguidores muertos de Tzeentch eran apiladas en una gran pira, Archaón se
enfrentó a Melekh. La Matarreyes chilló de placer a la vez que su metálico y corrupto filo mordía
profundamente el cuello del hechicero y cortaba su cabeza de un solo golpe. Un silencio ominoso
descendió sobre el lugar mientras Archaón ordenaba al hijo de Melekh, el mutado Cyspeth, que dejara
tan solo una pequeña fuerza atrincherada y avanzara a través de Ferlangen hacia el Nordbergbruche.
No había necesidad alguna de advertirle del destino que le esperaba al nuevo campeón de Archaón si
fallaba como hizo su padre.

Con la caída de Zundap, las fuerzas imperiales se vieron obligadas a retroceder para conservar el
extremo oriental del puente de Struhelspan. Los ponzoñosos placeres de los que disfrutaron Styrkaar y
su hueste de Slaanesh en las ruinas de Zundap dieron a las fuerzas en retirada el tiempo que
necesitaban para unirse a la guarnición de Struhelspan. Cuando los enloquecidos guerreros de
Styrkaar cayeron sobre los defensores del puente, vieron su ataque inicial contestado con un
devastador fuego de cañones y armas de fuego y no tuvieron más remedio que retroceder a los
bosques de momento.

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Guerreros del Caos, apoyados por Hombres Bestia de las Montañas Centrales, marcharon a gran
velocidad por el paso a través de Ferlangen y hacia el Nordbergbruche. Las relucientes laderas del
Nordberg se extendían sobre ellos en silencioso testimonio. Los desperdigados cazadores y soldados
imperiales se reunieron rápidamente para rechazar el ataque, pero tan solo lograron retrasar su
avance unas pocas horas. En particular, los defensores del Imperio se encontraron flanqueados y
emboscados por una fuerza de Skavens. Esta misma fuerza había jugado un papel crucial en la caída
de Ferlangen y estaba dirigida por un Vidente Gris llamado Skoll. Con todas estas fuerzas unidas
contra los defensores, parecía que el Nordbergbruche podía caer pronto. Y así fue hasta que un
contingente de Enanos, reclutado en las pequeñas minas y fortalezas de las Montañas Centrales, se
reunió en el mismo puente, sin duda refunfuñando sin parar sobre la deficiente arquitectura élfica
mientras lo cruzaban. Estos aliados han ayudado a detener el avance inicial del Caos.

En el Castillo de Lenkster, los valientes esfuerzos de Lord Jared von Strudt lograron detener un asalto
que pretendía cruzar el río por encima del castillo. Bajo la cobertura del bombardeo constante del Von
Brunel, Lord Jared y los demás lucharon valientemente hasta que una salida por parte de la guarnición
del castillo hizo retroceder a los invasores. Viendo su posición reforzada por los soldados del Capitán
Kaufman, Lord Jared lideró un contraataque que hizo retroceder a los atacantes, que abandonaron el
muro norte del castillo. Von Raukov, Conde de Ostland, sigue al mando del castillo. Por el momento,
parece que el puente de Lenkster está a salvo.

En el lejano Sur, más allá incluso del conocimiento del más experimentado soldado imperial, los
guerreros No Muertos de Settra continúan haciendo la guerra contra los pieles verdes y las pocas y
dispersas comunidades humanas de las Tierras Yermas. A pesar de que en un principio fueron lentos
en reaccionar ante la amenaza, tribus de las Montañas Espinazo de Dragón y pequeños ejércitos de
Goblins de los Pantanos han empezado a reunirse y a detener el avance de los Reyes Funerarios a
través de los desiertos. Sin embargo, Settra continúa avanzando hacia el Norte y hacia el Este, hacia
el Mar Amargo. Cuáles son sus planes para esta región es algo que todavía se mantiene incierto.

Día 14
En lo más profundo de las Montañas Centrales, en el Nordbergbruche, las fuerzas del Caos han hecho
progresos considerables ayudados por sus aliados Skavens, que utilizan sus túneles y caminos
ocultos para maniobrar sin conocimiento de los defensores del puente. Sin embargo, alcanzar el
puente en sí no será tan difícil como tomar el estrecho paso. Dominado por las posiciones de morteros
imperiales y situado junto a un estrecho desfiladero que impedirá al Caos y sus aliados Skavens
aprovechar su superioridad numérica, es probable que solo un asalto decidido o una guerra de
desgaste pueda traer la victoria para los servidores de Archaón.

Al sur de las montañas, protegiendo la ruta del Sur hacia el Nordbergbruche, los hombres, Elfos y
Enanos que se encuentran en el Castillo de Lenkster se ven acosados por ataques continuos del
Caos. Tras la ejecución sumarísima del débil Melekh, se dice que Archaón está volviendo a Lenkster
para supervisar el asalto personalmente. Dado el ejemplo que dio en Bohsenfels, su llegada sin duda
ha de marcar un incremento considerable en la ferocidad y fuerza de los ataques dirigidos contra la
fortaleza y las cañoneras de la Escuela de Ingenieros que la protegen.

Mientras tanto, en Struhelspan, el Vidente Gris Colmillo Venenoso ha empezado a poner en marcha su
retorcido plan para cavar un túnel bajo el río y asaltar al enemigo desde atrás. Los ataques iniciales a
las fortificaciones del puente fueron desorganizados y los hombres de Ostland y Middenland han sido
capaces de reforzar sus defensas. Sin embargo, momentáneamente saciado por sus excesos en las
ruinas de Zundap, el Campeón de Slaanesh Styrkaar se ha puesto en marcha y su ejército marcha
sobre Struhelspan con maliciosas intenciones.

Lejos de las desgracias de Middenland se desarrollan más negros eventos. En las Montañas del Fin
del Mundo, en el lejano Este, las fuerzas de Crom el Conquistador se han movido hasta el Paso de los
Picos destruyendo dos posiciones defensivas creadas por los Enanos de Karak-Kadrin. En el próximo

19
par de días, la vanguardia de su inmensa hueste de Kurgans probablemente encuentre la línea de
batalla preparada por Ungrim Puñohierro para defender la cima del paso. Si la defensa cayera aquí, el
Rey Matador bien podría tener que retroceder hasta su fortaleza para reagruparse.

En el Sur, más allá de las Montañas Grises, Athel Loren se ha convertido en un lugar de miedo y terror
para los millares de Hombres Bestia que han sido atraídos por el Caos hasta las promesas de este
peligroso bosque. Los Elfos Silvanos han respondido a esta invasión con velocidad y fiereza matando
docenas de bestias deformes con cada veloz emboscada. Ahora el cuerno de Orión suena entre las
ramas de los ancestrales árboles mientras reúne la Cacería Salvaje para barrer definitivamente a los
invasores en una oleada de ancestral cólera.

SEMANA 3
Día 15
Las Montañas Centrales resuenan día y noche con los atronadores sonidos de la batalla. Kordel
Shorgaar ha dirigido una temprana carga contra el puente que ha amenazado con romper el cordón de
tropas imperiales y resistentes guerreros Enanos, pero fue detenido antes de que el portaestandarte
de Archaón pudiera poner un pie en el arco del puente. Haciendo retroceder a sus fuerzas, Kordel
espera la llegada de Cyspeth y su ejército de Tzeentch mientras los Skavens que han llegado para
aprovecharse del peligro que corre el Imperio continúan combatiendo en los valles alrededor del paso.

En Lenkster, la llegada de la fuerza expedicionaria de la Escuela de Ingenieros ha sido la causa de los


recientes ataques mientras el Conde von Raukov continúa exhortando a los defensores del castillo a
que repelan el asalto. Un descorazonador rumor ha empezado a extenderse en el campamento
imperial, según el cual Archaón en persona marcha hacia Lenkster con sus Cañones Infernales. Los
muros del Castillo de Lenkster no aguantarán mucho tiempo contra tan devastadoras máquinas
arcanas.

Un nuevo fervor se ha apoderado del combate en el Struhelspan con la llegada de Styrkaar, elegido de
Slaanesh. Ha hablado a sus guerreros de los pueblos y ciudades que hay más allá del río y les ha
prometido libertad de acción para hacer lo que les plazca si pueden romper las líneas enemigas en
cinco días. Tales promesas de saqueo y desbocado desenfreno han llevado a los devotos de Slaanesh
a un ardiente frenesí.

Más allá del Gran Océano, pasada la isla de Ulthuan, las junglas de Lustria se han convertido en un
campo de muerte cubierto de sangre. Los saqueadores aliados a Morathi han llevado a cabo una gran
incursión hacia las ruinas de Xhotl, mientras que sus cultistas de Slaanesh siguen enfrascados en los
combates que tienen lugar en los templos cercanos a Tlanxla. En los pozos bajo las impresionantes
edificaciones Slann emergen nuevos desoves de guerreros Saurios más fuertes y mortíferos. La
batalla desesperada continúa...

Día 18
Por todo Middenland, las Montañas Centrales y Ostland, las fuerzas del Caos están arremolinándose a
las puertas de los castillos y pueblos del Imperio como mastines en una cacería. Sin embargo, los
defensores de la Ciudad del Lobo Blanco se aferran duramente a sus tierras negándose a ceder ni
siquiera un metro de terreno ante los incansables ataques de los invasores. Los ejércitos de Archaón y
de sus campeones han sufrido también los ataques de bandas errantes de pieles verdes. Parece que
los Orcos y Goblins han descendido de las montañas y han salido de los bosques para desafiar a
Archaón, señor de Crom, y apoyar así a su poderoso Señor de la Guerra Grimgor. Se dice que el
mismísimo Piel'ierro está abriéndose camino hacia el Castillo de Lenkster a fuego y sangre recogiendo
retazos de tribus y partidas de guerra por el camino en su esfuerzo por demostrar que es más
poderoso que Archaón y alcanzar Middenheim primero. Lo que su aparición significará para los pieles
verdes es un misterio para todos y tal vez ni siquiera ellos mismos sepan lo que harán a continuación.

20
Tal y como se esperaba, la lucha en Bohsenfels ha degenerado en un conjunto de pequeñas
escaramuzas y ataques a las catacumbas por parte de los mercenarios que ocupan los muros. Con
Cyspeth centrando la atención de sus partidas de guerra de Tzeentch hacia Nordbergbruche, parece
que los pocos supervivientes de las primeras oleadas podrían vivir para ver el fin de la Tormenta del
Caos y tal vez una salida decidida del interior de los muros del castillo aún pudiera causar problemas a
los que avanzan hacia el Sur para apoyar el ataque a las Montañas Centrales.

Apoyados por grupos desperdigados de Elfos y Enanos, los soldados imperiales de Struhelspan han
rechazado numerosos ataques por parte de Styrkaar, el devoto sirviente de Slaanesh. Los depravados
guerreros de este parecen estar cansándose de la guerra de desgaste, ya que la batalla constante no
logra excitar sus sentidos excepcionalmente desarrollados y les impide dedicarse a otras actividades
más placenteras.

¿Pero qué pasa con Feytor? El tres veces bendito por Nurgle no ha sido visto desde la caída de Kurst,
a pesar de que muchos de sus guerreros están ahora asaltando el Castillo de Lenkster. ¿Se oculta tal
vez alguna macabra sorpresa en las manos del corrupto?

Y en el lejano Norte, en la salvaje tundra de Kislev, los ejércitos de la Zarina combaten contra las
hordas de D'Aggorn el Exaltado mientras las fuerzas del Campeón del Caos se acercan lenta pero
inexorablemente a la capital. Se han enviado mensajeros a los cuatro puntos cardinales buscando al
ejército de Matadores de Garagrim para solicitarle su ayuda, pues las posibilidades de ganarse una
muerte honorable contra las deformes y mutadas criaturas que asaltan la ciudad de la Reina del Hielo
sin duda atraerán a los pelirrojos buscamuertes a la batalla.

Día 19
El bombardeo del Castillo de Lenkster empezó poco antes del amanecer. El aire mismo fue
desgarrado por torturados chillidos mientras los primeros disparos arcanos de los Cañones Infernales
aullaban a través del cielo e impactaban en los muros de la fortaleza destrozando piedra y carne por
igual. Desde entonces y durante más de medio día, los cañonazos infernales han continuado; partes
de la torre oriental yacen en ruinas y el muro norte tiene brechas en varios lugares. Sin embargo, y a
pesar de estos daños, Archaón retiene a sus fuerzas esperando tal vez alguna señal, alguna indicación
de los dioses que le diga que ha llegado el momento de lanzar el asalto final.

En las profundidades de las Montañas Centrales, hordas de cosas-rata mutantes y de guerreros


bárbaros se acercan al abismo del Nordbergbruche. La resistencia desesperada de hombres, Enanos
y Elfos por igual les ha impedido alcanzar el puente hasta ahora; pero, sin el apoyo de los morteros de
Middenland, a los que se les está acabando la munición y no pueden ser reaprovisionados debido a
los infiltradores Skavens, parece que el puente no aguantará más de unos pocos días. Un ataque
decidido podría destruir ahora al enemigo, el cual, incapaz de retirar sus tropas del Este, las perdería
al intentar retirarse.

En Struhelspan, la lucha se ha calmado un poco al contentarse los defensores con detener la marea
de guerreros que avanzan sobre ellos mientras Styrkaar parece pasar indolentemente las horas en
otros asuntos, distraído del combate. Sin duda no pasará mucho tiempo antes de que tal
comportamiento atraiga la atención del Señor del Fin de los Tiempos.

En Athel Loren, la llamada del cuerno de Orión resuena entre los árboles mientras los Elfos Silvanos
siguen la matanza de los apestosos Hombres Bestia que corrompen sus tierras.

Mas allá del Gran Océano, en los húmedos pantanos infestados de moscas de Lustria, los Slann se
han despertado de su meditación mientras brutales saqueadores y pálidos Druchii saquean las ruinas
de los templos que rodean Tlanxla y Quetza. Apartados los Slann de sus esfuerzos por estas
distracciones, el Reino del Caos ha crecido aún más y aumentan las apariciones de intrusiones
demoníacas. Esto no pinta bien, pues sin duda el peor de los Demonios cabalga sobre estos Vientos

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de la Magia: ¡el Señor Oscuro, Be'lakor!

Día 20
Empezó tan pronto como cayó la oscuridad. Al principio, no fue más que un tosido húmedo que pudo
oírse en la quietud de la noche. Luego se oyó otro y luego otro, por todo el muro, a medida que los
soldados caían de rodillas, devastados por espasmos y tosidos, como si se ahogaran. Intentando en
vano respirar, sus entrañas se revolvían mientras devolvían el contenido de sus estómagos sobre los
muros del castillo. Incluso los duros Enanos que habían alzado sus hachas en defensa del Castillo de
Lenkster sufrieron los efectos de esta extraña enfermedad y ni siquiera su legendaria resistencia les
sirvió de protección contra este mal antinatural.

A medida que la devastadora enfermedad barrría a los defensores del castillo, los Cañones Infernales
empezaron a rugir de nuevo y, a la luz de sus hechiceras explosiones, una marea de asediantes se
lanzó hacia el castillo inundando las brechas abiertas en los muros. Solo gracias a los esfuerzos de los
ingenieros imperiales y de sus cañoneras logró evitarse que el puente fuera tomado inmediatamente,
lo que permitió al Conde von Raukov organizar algo parecido a una retirada y evitar así que las tropas
se desperdigaran y fueran aniquiladas. Las valientes palabras que el Elector había pronunciado unos
días antes no habían servido de nada, pues se vio obligado a retirarse hacia Breder, en Middenland.

Por delante de esta retirada, una pequeña fuerza de bretonianos fue vista dirigiéndose al Norte, hacia
las Montañas Centrales, bajo órdenes de su Dama de defender el Nordbergbruche. Fueron
interceptados por los guerreros de Asil Yarp, Señor de la Guerra de Tzeentch, que desbocó todo el
horror de un Cañón Infernal sobre ellos por primera vez desperdigando a los valientes caballeros a los
cuatro vientos. Tras desbaratar este contraataque, parece inevitable que Cyspeth y sus aliados
Skavens logren cruzar el puente en cuestión de horas.

Al Sur, el río bajo Struhelspan se está llenando rápidamente de cadáveres a medida que los
seguidores de Styrkaar lanzan una nueva ofensiva. Animados por sus promesas de gloria y debacle,
los enloquecidos guerreros de Slaanesh se han lanzado una y otra vez contra los defensores, los
cuales se han visto debilitados por las peticiones de tropas de Lenkster. Sin embargo, sus esfuerzos
no han servido de nada y el puente todavía resiste.

Día 21
Expulsado de sus tierras natales, el Conde von Raukov se ha reagrupado en Breder mientras los
middenlandeses y los Lobos Blancos del Conde Todbringer marchaban a reforzar las defensas de Esk.
¿Era tal vez una pequeña cantidad de culpa por el orgullo mostrado en los muros de Lenkster? ¿O
quizá era solo la justa furia contra las bestiales criaturas y bárbaros guerreros que asolaban sus tierras
lo que impulsaba al Conde? Fuera cual fuera la razón, von Raukov reunió a sus hombres y lanzó un
asalto decidido para reclamar el Castillo de Lenkster. A pesar de que era un plan valeroso, era también
una locura, pues las fuerzas de Archaón y Feytor habían cruzado el río en grandes cantidades durante
la noche y el amanecer les vio avanzar rápidamente hacia Breder. Cogidos desprevenidos, los
soldados de Breder tuvieron serios problemas para detener la avalancha de guerreros aullantes y
monstruos rugientes que cayó sobre su ciudad. Sintiendo la victoria cercana, Archaón ha exhortado a
sus guerreros a que sigan presionando ahora que cuentan con ventaja.

Feytor ha enviado una pequeña fuerza para que se haga fuerte cerca de Esk y los primeros combates
ya han empezado a lo largo de los caminos y carreteras que conducen al pueblo. Mientras tanto, al
norte de Breder, hay todavía más malas noticias para los decididos defensores del Imperio: ¡el
Nordbergbruche ha caído!

Repentinamente asaltados desde la retaguardia por Skavens que habían cavado túneles alrededor de
las defensas, los Enanos y hombres que defendían el puente se vieron atrapados en una trampa
mortal. La magia de Tzeentch llenaba el valle a medida que Cyspeth y sus aliados hechiceros

22
desataban el terrible poder del cambio sobre sus enemigos atravesándolos con relucientes
relámpagos de energía y mutando a hombres y Enanos en deformes y temblorosos despojos. La pura
ferocidad y rapidez del ataque barrió toda resistencia y, antes de que pasara una hora, el puente había
sido tomado. Sin embargo, las celebraciones de la victoria fueron silenciadas, pues los guerreros de
Tzeentch sabían que aún debían hacer mucho más para rehacer su reputación a ojos de su señor y
que frente a ellos se alzaba todavía uno de los mayores desafíos. Si Bohsenfels les causó tantos
problemas, ¿que destino les aguardaba ante las imponentes murallas del Torreón de Latón?

A pesar de estar poco defendido, el puente de Struhelspan aún resiste, en gran parte gracias a la
naturaleza esporádica de los ataques lanzados contra él. Lo que debería haber sido poco más que un
retraso menor en el avance de Styrkaar se ha convertido en el último bastión de defensa del Sur a
causa de la naturaleza indolente de los ataques del campeón de Slaanesh. Se ha perdido un tiempo
valioso, tiempo que será muy necesario en el asalto de las posiciones de Hergig y Fuerte Schippel,
mucho más fuertes y mejor defendidas.

Día 22
Los Condes Electores Boris Todbringer y Valmir von Raukov han liderado una contraofensiva en toda
la provincia para expulsar la hueste del Caos de Esk, Breder y el Torreón de Latón de las Montañas
Centrales. El Conde de Middenland ha reunido fuerzas del Oeste y ha cabalgado con un contingente
de Lobos Blancos y guardias teutógenos bajo la bendición del Ar-Ulric. En el Torreón de Latón, una
salida de los Caballeros Pantera aplastó la vanguardia de Cyspeth mientras marchaba a través de las
montañas desde el Nordbergbruche. Dado que las columnas de tropas deben atravesar el harto difícil
terreno de las Montañas Centrales por serpenteantes caminos, los refuerzos para la creciente batalla
llegan lentamente para ambos bandos.

Styrkaar ha atacado en el Sur. Frustrado por la falta de disciplina mostrada por sus guerreros, Styrkaar
ha dirigido personalmente el siguiente ataque en una demostración de su poder y del favor de
Slaanesh. El combate fue duro y breve; el letal campeón de Slaanesh abatió a cuantos se enfrentaron
a él. Pero incluso este asalto de una furia sin precedentes podría no ser suficiente para mantener el
empuje del avance. Más tropas del Imperio se reunían en el extremo occidental del puente cuando el
desastre cayó sobre ellas. Una gran parte del suelo bajo ellos cedió precipitando a docenas de
soldados a un gran túnel que se abría en el suelo. Allí los defensores imperiales fueron atacados por
malvadas bestias que surgían del pozo en una gran marea. Mientras los restos de su máquina
tuneladora humeaban bajo el suelo, Colmillo Venenoso observaba con orgullo mientras sus leales
guerreros de clan y Alimañas barrían a los últimos hombres del Imperio que intentaban resistírseles. El
Struhelspan finalmente ha caído.

En Breder, los asaltos iniciales de Archaón y Haargroth obligaron a las fuerzas de von Raukov a
retirarse. Sin el liderazgo del Conde, parecía que la población sería barrida en la primera acometida.
Mientras el sol se alzaba en el mediodía, algo relució en el Norte moviéndose hacia Breder. Al
principio, los defensores tuvieron miedo pensando que la extraña visión serían más atacantes
marchando desde el Nordbergbruche. El miedo pronto se tornó en esperanza, sin embargo, al resultar
evidente que la hueste que se aproximaba no eran enemigos, sino una fuerza de Altos Elfos.
Liderados por Talaananthes Caídaplateada, los Elfos pronto se lanzaron al ataque y se enfrentaron a
una fuerza de guerreros de Khorne. Los defensores recuperaron fuerzas ante la visión de estos
refuerzos inesperados y ahora las fuerzas del Caos han sido devueltas de nuevo a las afueras de la
población.

Empujadas más y más al Oeste, las fuerzas de Enanos, humanos y Elfos que defienden Middenheim
se ven extendidas hasta el punto en que no pueden mantener la línea de defensa. No obstante, su
resistencia se endurece de nuevo al acortarse sus propias líneas de suministros y los veteranos de
anteriores batallas se unen a aquellos que esperan en la siguiente línea de defensa. Este hecho no es
cierto en ningún lugar más que en Esk, un potencial punto débil en el frente. Siendo un pequeño

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villorrio con un muro apenas defendible, sorprende ver que ahora tiene como guarnición a una fuerza
de combate de millares. Más allá de los muros de Esk yacen las suculentas presas que representa la
Middenland central y, finalmente, la propia Middenheim. Decididas a reclamar este trofeo para ellas,
las viles bestias rata del Caos, en la forma del Clan del Mordisco de la Muerte y bajo el liderazgo del
Jefe Skritchskritch, se han unido a los guerreros de los Dioses Oscuros en los ataques iniciales.
Combinados con los éxitos de Colmillo Venenoso en Struhelspan, parece que los objetivos retorcidos y
posiblemente conflictivos de los Skavens aún podrían tener éxito.

Dia 25
¡Khazrak ataca! Desde las profundidades del Drakwald, el tuerto Señor de las Bestias ha atacado las líneas de
defensa imperiales. En las horas más oscuras de la noche, su fuerza, compuesta por muchas partidas de guerra,
asaltó las murallas de Untergard. Sorprendidos, los defensores fueron incapaces de detener a los furiosos Gors,
Ungors y Minotauros, y sus esfuerzos por repeler el ataque fueron aplastados por la aparición de dos poderosos
Ogros Dragón Shaggoths. Khazrak se ha abierto camino hasta el puente, y ahora espera la llegada de otras
partidas de guerra para que le ayuden a cruzar el río y completar el saqueo de Untergard.

Se rumorea que Boris Todbringer ya ha ordenado a sus hombres que comiencen a retirarse de Breder,
aunque el conde von Raukov ha insistido en quedarse para defender la ciudad. Con los suministros
escasos, después de haber sido perdidos en un ataque hace varios días, es dudoso que los
ostlandeses puedan resistir sin ayuda. Tal división seguramente no puede ser beneficiosa para los
defensores, ya que ambos electores tratan de afirmar su dominio. Sintiendo que su victoria está cerca,
se rumorea que Archaon partió hacia Esk para cambiar el rumbo de la aldea, dejando el destino de
Breder en manos del asesino Haargoth, el Sangriento de Khorne.

La Fortaleza de Bronce se mantiene desafiante contra las hordas de Cyspeth, a pesar de los avances
realizados por la horda tzeentchiana y sus aliados ratas. El último bastión real de defensa entre los
atacantes y Middenheim, es indudable que aquí podría decidirse el destino de la campaña de Archaon.
Mientras tanto, en Esk, las incursiones iniciales de Feytor y sus partidas de guerra nurglesques han
logrado llegar a la aldea, y un empuje decidido por parte de los atacantes seguramente hará que la
aldea caiga rápidamente.

En Fort Schippel, los guerreros de Slaanesh que avanzan han logrado pequeños avances,
enfrentándose a una red de barricadas bien construidas y cañones y morteros emplazados. Con la
ayuda de enanos de otras zonas del Imperio, los defensores del Fuerte Schippel se sientan confiados
detrás de sus murallas y reductos enanos. Igual de desalentadora es la gran muralla de Hergig, capital
de Hochland, donde Styrkaar está preparando su próximo asalto, sin duda lleno de visiones de los
placeres hedonistas que puede disfrutar con las miles de personas atrapadas dentro de la ciudad por
los combates.

El propósito del avance de Settra se vuelve más claro, a medida que los Reyes Funerarios continúan
presionando hacia el norte y el este a través de las Tierras Inhóspitas. Las ruinas de varios
asentamientos antiguos ya han sido recuperadas y, sin embargo, el Águila del Desierto continúa
avanzando, con su ejército ahora a la vista del Mar Agrio. Más allá se encuentra la antigua y terrible
ciudadela de Nagashizzar. Tal vez Settra pretenda algo más que una simple conquista.

Entre los manglares y pantanos de Lustria, los adoradores Khaine de Morathi están empezando a
sentir el efecto debilitante del reino de los Hombres Lagarto. Los ataques de los exploradores
eslizones y ahora una defensa más coherente de las columnas de guerreros Saurus han detenido a los
Druchii justo al noreste de Quezta. La ayuda puede tardar mucho en llegar, ya que los bárbaros
aliados de la Reina Bruja sufren pérdidas por enfermedades, depredadores y ataques de los Hombres

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Lagarto.

La Cacería Salvaje está en plena vigencia en Athel Loren, ya que Orión inflige un sacrificio sangriento
a los Hombres Bestia que se esconden bajo los aleros del inmenso bosque. Con la ayuda de la propia
madera retorcida y movediza, los Elfos Silvanos han destrozado muchas partidas de guerra de
hombres bestia y las han destruido a su antojo, y parece que los parientes mutados del Caos son
incapaces de formar una apariencia de ejército para amenazar a sus enemigos.

Al norte de la frontera, un noble desposeído de Erengrado ha comenzado a reunir las fuerzas


dispersas de la zarina. Alexi Makarev, hijo de un boyardo de Erengrado, ya muerto, ha hecho un
llamamiento a las armas a todos los hombres de Kislev. A medida que los ejércitos de D'Aggorn el
Exaltado se acercan a Kislev, mientras que Praag está casi sitiada una vez más, es hora de que la
gente de Kislev se levante una vez más contra la adversidad y proteja sus hogares, como lo han hecho
durante incontables años.

SEMANA 4
Día 26
La retirada de Breder por el conde Todbringer ha dejado a los hombres de von Raukov en un aprieto.
Con las fuerzas del Caos presionando con fuerza, es probable que la ciudad caiga en cuestión de
horas, y se ha visto al Conde de Ostland reuniendo a sus hombres para una rápida marcha hacia Esk.
Es probable que haya poco respiro en la aldea, ya que parece que Boris Todbringer no tiene la
intención de defender las pequeñas aldeas en el este de Middenland, y sus fuerzas incluso ahora
continúan moviéndose hacia el oeste a lo largo de Old Forest Road. Es dudoso que los defensores
tengan muchas posibilidades de reagruparse, ya que el señor de la guerra Leth-Dar, comisario de
Cyspeth el Dotado, ha reunido un ejército al norte de la ciudad y sin duda caerá sobre cualquier tropa
que intente salir del asediado asentamiento. Otras fuerzas incluso se están alejando de la ciudad
condenada, avanzando rápidamente hacia otros objetivos. Si los ejércitos del Caos pueden avanzar
rápidamente, entonces Krudenwald e Immelscheld podrían derrocarse poco después de la caída de
Esk.

Como era de esperar, los ataques iniciales contra Brass Keep han sido cautelosos, poniendo a prueba
las considerables defensas. Una incursión inicial se encontró con los guerreros enanos de Ragargrim
Skund, sus Tronadores y máquinas de guerra se cobraron un alto precio e incluso destruyeron un Gran
Demonio que se había manifestado desde el campo mágico que rodeaba a la hueste tzeentchiana.
Hasta ahora no se ha encontrado ninguna debilidad por estos ataques de sondeo, ya que los
defensores se preparan para un largo asedio. Sin duda, se necesitará un esfuerzo monumental por
parte de las fuerzas de Cyspeth para tomar el castillo rápidamente. Recuperándose rápidamente de la
conmoción del ataque sorpresa de Khazrak, las fuerzas alrededor de Untergard se han trasladado a la
ciudad y han asaltado el área alrededor del puente en un intento de desalojar a los muchos Hombres
Bestia que ahora acechan dentro de los almacenes medio en ruinas y la extensa estación de
entrenamiento que domina el final del puente. Un asalto a lo largo del puente fue rechazado por un
contraataque de las bestias mutantes de los Dioses Oscuros, pero parece probable que el Tuerto se
vea obligado una vez más a tramar algún astuto plan de escape. A menos, por supuesto, que Khazrak
quiera que Boris Todbringer piense que tiene atrapado al Señor de las Bestias...

Con el conde Leudenhof ahora en residencia, la defensa de Hergig continúa. No se siente del todo
cómodo en el asedio en curso. Se dice que Leudenhof está planeando una salida con el Jaegerkorp,
en un intento de romper las líneas de los atacantes y comenzar a luchar contra los enemigos que
incluso ahora están marchando hacia la capital de Hochland. Cómo responderá el decadente Styrkaar

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a tal ataque solo se puede adivinar.

Aunque no es tan desalentador como la Fortaleza de Bronce, el Fuerte Schippel sigue siendo un
bastión formidable que se interpone en el camino de la retorcida legión de Styrkaar. Sabiendo muy
bien el destino que les ocurrirá si son capturados por los seguidores de Slaanesh, los defensores del
castillo han jurado morir luchando, y parece que los devotos del Príncipe Oscuro están felices de
complacer, lanzando varios asaltos en rápida sucesión, incluyendo ataques durante la noche.

Día 27
Como era de esperar, las defensas de Breder han sido invadidas por las fuerzas de Harrgoth el
Sangriento. Guerreros bestiales impulsados por la ira han salido a las calles, masacrando a todo lo
que encuentran a su paso. Los restos desorganizados del ejército defensor han sido empujados de
vuelta a Esk, con los frenéticos combatientes del Señor de las calaveras detrás.

La Fortaleza de los Metales ha visto una escalada en los combates, a medida que más fuerzas de
ambos bandos se adentran en las Montañas Medias; el ejército de Cyspeth, por un lado, desesperado
por obtener una ventaja rápida, sabiendo los defensores que detrás de ellos se encuentra un camino
casi abierto hacia Middenheim.

El pánico y la confusión en Esk, causados por la rápida retirada de von Raukov, han permitido a Feytor
y sus fétidos secuaces hacer avances contra los defensores, destruyendo varios edificios periféricos y
entrando en la propia aldea. La incursión del Conde Leudenhof en Hergig ha quedado en suspenso, ya
que las fuerzas del Caos amenazan con abrumar la puerta norte de la ciudad. Todos los hombres,
elfos y enanos son necesarios para las murallas, y el conde ha escuchado los apasionados consejos
de su consejo de guerra y ha decidido permanecer en su capital. Sin embargo, es probable que pasen
muchos más días de lucha constante antes de que se decida el destino de Hergig.

Los ataques en Fort Schippel continúan siendo pequeños y de sondeo, ya que ambos bandos intentan
reunir un plan para burlar a su enemigo. Con las tropas ahora liberadas de los combates en Breder, el
comandante del fuerte, Kristophe Gohlinghost mira con cautela hacia el norte para ver si nuevos
enemigos llegarán a su puerta, o presionarán hacia las defensas mucho más débiles como Esk.

Al oeste, Khazrak tuerto ha logrado empujar a sus bestiales guerreros hacia el puente de Untergard y
penetrar en el resto de la ciudad. Con el río en jaque, las fuerzas divididas del Señor de las Bestias
han capturado suministros destinados a Middenheim, y ahora están armados con armas robadas de
las barcazas destinadas a las huestes de Boris Todbringer.

Día 28
A media mañana, se podía oír el sonido metálico de muchas trompetas resonando a lo largo de los
caminos forestales de Middenland. Los jinetes y exploradores informaron de una gran hueste que se
movía desde el sureste; un ejército de caballeros de miles de hombres, ataviados con toda la panoplia
de la guerra y portando la heráldica de los duques bretonianos. A la cabeza de ellos cabalgaba el
duque Bohemundo, el matabestias, comandante de la vanguardia del rey Loencoeur. Hasta ahora, no
ha tenido lugar ninguna reunión entre estos nuevos refuerzos y los comandantes de los ejércitos del
Imperio, pero es probable que el lugar donde caiga su espada sea a su elección, y no a sus aliados.

La continuación de los combates en la Fortaleza de Bronce ha mantenido la presión sobre los

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defensores, pero hasta ahora las fuerzas de Cyspeth aún no han penetrado las defensas exteriores.
Los aliados ratas del señor de la guerra Tzeentch han estado callados últimamente, lo que ha llevado a
muchas especulaciones de que se están entregando a algún esfuerzo nefasto fuera de la vista del
Gran Maestre Kohlspier, líder de los Caballeros Pantera y la defensa de la Fortaleza de Bronce.

Mientras Boris Todbringer continúa dirigiéndose hacia el oeste para enfrentarse a Khazrak Tuerto, una
fuerza de Caballeros del Lobo Blanco liderada por el Gran Maestre se ha dado la vuelta y ha hecho
una valiente resistencia en las afueras de Esk. Los heroicos esfuerzos de estos feroces caballeros han
permitido que la derrota de Breder se ralentice hasta convertirse en una retirada ordenada, ya que las
fuerzas del Imperio se separan del enemigo que ahora circunnavega la aldea para atacar sus líneas de
retaguardia.

El Fuerte Schippel y sus defensores humanos y enanos siguen resistiendo a las fuerzas inhumanas
que asaltan sus murallas. Se lanzaron varios asaltos, la mayoría de ellos rechazados antes de que sus
escalas fueran levantadas y sus máquinas de asedio estuvieran cerca del castillo. Sin embargo, hay
algunos entre los defensores que son muy conscientes del destino que le tocó a Fort Lenkster y el
Kommandant desconfía del exceso de confianza.

En Hergig, se ha atentado contra la vida del conde Leudenhof. Un asaltante inhumano, descrito por el
conde como una criatura alimaña de la altura de un hombre, entró en la cámara del conde mientras
leía los informes de la lucha. Cazador entusiasta, el conde se mantenía vivo sólo gracias a su nervio
de hierro y al rifle de caza finamente elaborado que siempre tenía a su lado. El atacante resultó herido,
pero huyó y evitó ser capturado.

Khazrak continúa luchando ferozmente por la posesión del puente en Untergard, a pesar de que un
número casi abrumador de tropas fueron enviadas a la ciudad para evitar su escape. El momento del
ataque de Khazrak, lanzado para coincidir con una nueva ofensiva en Breder y Esk, no puede ser pura
coincidencia, y aunque Boris Todbringer está recordando a sus oficiales y hombres la recompensa por
la muerte de Khazrak, los comandantes de Untergard son cautelosos y cautelosos de dejarse
sorprender de nuevo.

Día 29:
La retaguardia de los Caballeros del Lobo Blanco se mantuvo en Esk, pero apenas el tiempo suficiente
para permitir que sus camaradas se retiraran hacia el oeste, hacia Krudenwald. Sin embargo, cuando
las tropas retrocedieron a sus próximas defensas, fueron golpeadas desde el norte por un rayo verde:
¡Grimgor Ironhide! Atacando desde las estribaciones de las Montañas Medias, el señor de la guerra
orco atacó al ejército en marcha en un furioso asalto. El conde von Raukov resultó herido en los
combates, pero se abrió paso y ahora la ruta a Krudenwald está abierta de par en par. Grimgor parece
tener una ventaja sobre Haargoth, y sin duda los dos guerreros sedientos de sangre estarán ansiosos
por superar al otro en sus asaltos a Krudenwald.

Un ataque coordinado en Untergard ha logrado alejar a las fuerzas de Kharak One-eye del puente, lo
que ha permitido que más tropas suban por el río. La lucha se ha desbaratado en feroces batallas calle
a calle, mientras las bandas itinerantes de Hombres Bestia acechan a sus enemigos antes de buscar
seguridad en los edificios en ruinas de la ciudad devastada por la guerra. Sin embargo, si los refuerzos
no llegan pronto, la red que se cierra sobre el Señor de las Bestias seguirá apretándose.

Como era de esperar, los castillos del Imperio han demostrado ser defensas formidables, ya que tanto
la Fortaleza de Bronce como el Fuerte Schippel continúan conteniendo a sus atacantes de las
murallas. Hasta ahora, los temidos cañones infernales aún no se han visto en ninguno de los dos

27
campos de batalla, por lo que los defensores dan gracias a los dioses a diario.

Sin inmutarse por el atentado contra su vida, el conde Leudenhof de Hochland ha reunido a sus
hombres en las murallas de Hergig, evitando sucesivos asaltos desde el norte y el este. Estos ataques
han sido fortuitos y de corta duración, y parece que Styrkaar se muestra cauteloso a la hora de realizar
un ataque total, aunque es posible que se necesiten medidas tan desesperadas contra la capital
provincial.

SEMANA 5
Día 32
¡Be'lakor! Un nombre que se ha extendido por todo el norte del Imperio en tiempos recientes,
mencionado tan solo en susurros aterrados. Ahora la pesadilla que habían previsto los videntes se ha
convertido en realidad. Los Vientos de la Magia han estado aumentando en fuerza durante varios días
y los augurios de maldad han estado inundando Middenheim y el área que la rodea. En Krudenwald,
una gran Tormenta de Magia rodeó la ciudad durante varias horas y alcanzó su cumbre cuando se
partió el cielo y vomitó una marea de bestias demoníacas nacidas de la deformada imaginación de un
loco. Al frente de ellas se encontraba el Señor Oscuro, precedido por una palpable ola de terror. Ahora
la población está rodeada por tres criaturas decididas a destruirla: Be'lakor, Grimgor Piel'ierro y
Haargroth el Carnicero. ¿Cuál será el que demuestre su poderío siendo el primero en conquistarla?
Parece que el tiempo se acaba para los desafortunados defensores. Aún queda por ver cómo
responderá Archaón a la llegada de su incorpóreo rival. Valmir von Raukov ha enviado mensajes al
Rey de Bretonia, Louen Leoncoeur, para solicitar la intervención de los caballeros bretonianos en la
desgraciada población.

Sintiendo el cambio en los Vientos de la Magia, los Chamanes del Rebaño de Khazrak le han
suplicado al líder que redoble sus esfuerzos por conservar Untergard, previendo que sus dudosos
aliados logren llegar hasta él. Los renovados combates han visto al Señor de las Bestias avanzar hacia
el puente de la población, a pesar de que la resistencia crece día a día.

El Torreón de Latón aguanta desafiante contra los Skavens y los guerreros de Tzeentch que lo
asedian. Siendo la puerta a Middenheim, esta es la más dura prueba de sus defensas hasta la fecha y,
pese a todo, resisten firmemente. Los Caballeros Pantera han dirigido la defensa admirablemente,
aumentando con su mera presencia la confianza de las tropas estatales guarnicionadas allí. Los
Enanos de las Montañas Centrales también han demostrado ser unos aliados sin precio, reparando las
barricadas destruidas y erigiendo nuevas y mortales baterías de cañones para mantener a raya a los
invasores.

A pesar de que los progresos son lentos, las fuerzas que atacan Fuerte Schippel han hecho ya su
asalto final contra los muros. Bajo la cobertura de las recién construidas torres de asedio, despiadados
guerreros y deformes mutantes alcanzaron el muro sur y, a pesar de que varios cientos de ellos
lograron lanzarse contra el parapeto, fueron rechazados tras un arduo combate. Varias torres de
asedio fueron destruidas durante el ataque, pero solo es cuestión de tiempo antes de que aparezcan
más.

Mientras tanto la capital de Hochland, Hergig, continúa resistiendo contra los depravados guerreros de
Slaanesh. El Conde Elector Aldebrand Ludenhof ha dirigido a los Jaegerkorps en una valiente salida
para destruir varias máquinas de guerra que aún estaban en construcción, fuera del alcance de los
cañones de la ciudad. Esto ha retrasado a los atacantes, prolongando aún más el asedio y poniendo a
prueba la paciencia de Styrkaar hasta su límite.

La lucha en Bohsenfels progresa en cierta medida, pues las incursiones ocasionales a las catacumbas

28
o los contraataques de los defensores derraman más sangre en el suelo ya teñido de carmesí. No está
claro si esta lucha influirá en las batallas que se están luchando al Este y al Oeste, pero para aquellos
que siguen combatiendo en el castillo se trata de una cuestión de orgullo más que de estrategia.

El humo se alza sobre las copas de los árboles de Athel Loren, con las piras en llamas de Hombres
Bestia creciendo cada vez más. Hasta el momento, se ha impedido que la mancha del Caos se
extienda hasta el interior del bosque, mientras que Orión sigue recogiendo una sangrienta cosecha de
entre los bestiales guerreros que inundan su reino.

Los Hung adoradores de Slaanesh de Morathi han lanzado un contraataque mientras sus guerreros
Elfos Oscuros mantenían su posición esperando a los ejércitos de los Hombres Lagarto. Habiendo
capeado este asalto, avanzan ahora de nuevo hacia las Ciudades-Templo de Lustria, a pesar de que
cuanto más se adentran en la jungla más bajas sin duda sufrirán.

Mientras las legiones de los Guerreros Esqueleto continúan batallando contra los pieles verdes de las
Tierras Yermas, un nuevo enemigo ha emergido para detener el avance de Settra y su ejército. En las
costas del Mar Amargo, una hueste de No Muertos dirigida por vampiros rodeó al más ilustre de los
Reyes Funerarios. Luchando sin cesar en dirección a Nagashizzar, Settra y sus guerreros No Muertos
abrieron brecha a espada y fuego entre los desorganizados defensores, pero sus progresos se han
enlentecido en tanto que más y más servidores No Muertos del antiguo mal que habita en el Pico
Tullido se alzan en su camino.

Día 33
Parece que el frustrado intento de asesinato del Conde Ludenhof de Hochland no fue un suceso
aislado, sino una parte de un plan mayor. Mientras el Conde marchaba con éxito a destruir los arietes y
las torres de asedio que estaban construyendo los guerreros de Styrkaar, una amenaza más siniestra
crecía en los bosques. Ahora los viles aliados hombres rata de los adoradores de Slaanesh han
desencadenado sus maquinarias arcanas contra los muros de Hergig y han asesinado a muchos de
los defensores. Sin embargo, las murallas resisten intactas mientras los soldados combaten
desesperadamente contra los enloquecidos y babeantes hombres rata.

Abandonada su intención de reclamar el puente de Untergard, Khazrak el Tuerto ha dirigido a sus


fuerzas hacia el Norte, con sus dos poderosos Ogros Dragón Shaggoth al frente de su intento de
huida. Tal vez este movimiento fue parte de sus planes desde el principio. Ahora se dirige hacia
Immelscheld porque en Krudenwald el asalto masivo de Orcos, Demonios y los seguidores mortales de
los Dioses Oscuros amenaza ya con barrer toda resistencia. Mientras Valmir von Raukov defiende la
población valientemente, su rival, Boris Todbringer, está inspeccionando las defensas de Immelscheld,
anticipándose a la inevitable llegada de Khazrak. Sin embargo, si Krudenwald cae y Khazrak logra huir
de Untergard, el Conde de Middenland podría bien verse atrapado entre dos fuerzas en avance, una
situación que el Tuerto sin duda aprovechará al máximo.

El Torreón de Latón se ha convertido en una matanza sangrienta a medida que millares de atacantes
humanos e inhumanos se lanzan contra sus desafiantes muros con la esperanza de ganar algún punto
de entrada. La aparente tranquilidad de los aliados Skavens de Cyspeth podría ser una indicación de
algún asalto imprevisto desde algún punto oculto.

A diferencia de los pobres desafortunados que murieron en el Castillo de Lenkster, los defensores de
Fuerte Schippel se han visto libres hasta el momento de las enfermedades y plagas antinaturales
desatadas por Feytor, protegido de Nurgle. Contando con tres pozos y un almacén de gran tamaño, los
defensores aún no han sufrido las verdaderas privaciones que acompañan al asedio de una
Inmundicia, y los indecisos ataques de los hombres de Feytor no han causado demasiadas bajas. Si el
Campeón de la Putrefacción esperaba que su dios hiciera caer a los defensores, parece haber
cometido un terrible error y tal vez debería recordar que los dioses cuidan de los que cuidan de sí

29
mismos.

Lejos en Oriente, otra gran batalla ha tenido lugar. Las fuerzas de Crom el Conquistador han atacado
uno de los bastiones exteriores de Karak-Kadrin, a menos de 10 leguas de la fortaleza Enana.
Ayudado por los trenes de esclavos de Zharr-Naggrund y las enormes máquinas de guerra que estos
han traído, Vardek Crom envió a sus guerreros contra las rotas murallas, pero se encontró con que la
tozuda resistencia de los Enanos era demasiado para ellos. Al caer la noche, Crom y su ejército fueron
expulsados de vuelta al valle, tras lo cual se retiraron más allá del alcance de los lanzavirotes y
cañones del medio derruido bastión. Sin embargo, dado que cada vez más y más armas arcanas
orientales están en posición, solo es cuestión de tiempo antes de que Crom lance su nuevo ataque.

Día 34
Los muros del Torreón de Latón han sido testigos de un feroz combate cuando los Caballeros Pantera
se han visto finalmente obligados a luchar mano a mano contra sus enemigos, que han asaltado las
murallas dirigidos por Cyspeth en persona. El puente levadizo oriental fue destruido en el combate,
pero el hueco se ha llenado con los cadáveres de los muertos a medida que los guerreros de Tzeentch
seguían empujando para intentar conseguir una cabeza de puente en los muros. Sin embargo, al final
fueron expulsados por un contraataque decidido, pero más ataques con éxito como estos acabarán
rindiendo el castillo.

En Hergig, el combate se ha iniciado a lo largo de los muros, en varios puntos, gracias a una renovada
determinación por parte de Styrkaar y sus seguidores tras el éxito del ataque de sus aliados Skavens.
Hasta el momento solo han logrado entrar en la ciudad pequeños grupos de guerreros de Slaanesh y
hombres rata, pero estos bien podrían ser las primeras gotas que preceden la inundación.

En Krudenwald la aparición del Señor Oscuro ha alterado espectacularmente la situación a favor de los
defensores. La aparición de un atormentado Volkmar que aullaba y temblaba sobre la bandera del
Príncipe Demonio ha descorazonado a los hombres del Imperio, haciendo vacilar su determinación.

En Fuerte Schippel las cosas están relativamente tranquilas. Tal vez demasiado tranquilas; ya se sabe,
ese tipo de calma que siempre precede a algo realmente desagradable...

Khazrak ha saqueado y quemado la mayor parte de Untergard durante su salida, y da la impresión de


que aún podría evitar ser capturado. El puente mismo ha sido gravemente dañado durante el combate,
lo que reduce el número de refuerzos que puede cruzar desde el Oeste para unirse a la lucha
alrededor de Hergig y Fuerte Schippel, cosa que podría resultar fatal para los defensores.

Día 35
Aunque la ofensiva de estos últimos días ha sido prometedora para Archaón y sus siervos, parece que
este período de masacres organizadas ya ha pasado. Por un tiempo al menos, los valientes
defensores de Middenheim han recuperado la ventaja.

Hergig ha sufrido terriblemente durante los renovados asaltos dirigidos por los infames Skavens y sus
infernales máquinas de guerra. El combate en la muralla occidental ha sido incesante a lo largo del día
y continuó hasta bien avanzada la noche, y las llamas de múltiples fuegos han alumbrado el cielo
nocturno desde el centro de la ciudad, avivadas por desconocidos asaltantes invisibles.

En el Torreón de Latón otro asalto monstruoso por parte de Cyspeth y su hueste ha provocado una
sangrienta batalla alrededor del castillo. Cansados y ensangrentados, los defensores lograron rechazar
el ataque, pero han sido severamente debilitados. Sin embargo aún ha de luchar y morir mucha gente
antes de que el destino del Torreón de Latón se decida, y la mayor parte de las muertes
probablemente tendrán lugar en el bando de los atacantes.

En el momento de la victoria, parece que las fuerzas de Grimgor Piel'ierro, el Señor Oscuro y

30
Haargroth se han concedido la victoria unos a otros, sin que ninguno de los inhumanos atacantes
pudiera completar el asalto final a la población. Sin duda, la desafiante actitud de Valmir von Raukov
ha contenido a los atacantes durante los últimos días, pero las disensiones entre aquellos que
compiten por la gloria de ser la perdición de Krudenwald han proporcionado al Conde Elector de
Ostland un tiempo valiosísimo para asegurar sus defensas y preparar una retirada. Si se le da un día
más, von Raukov podría bien ser capaz de retirarse ordenadamente y reunirse con el Conde Boris
Todbringer en Immelscheld.

Khazrak el Tuerto sigue todavía en los bosques alrededor de Untergard y ya ha emboscado varias
caravanas de pólvora y provisiones destinadas a las tropas imperiales y sus aliados Enanos que
defienden la población. La caza del Señor de las Bestias está ocupando tropas que algunos dirían que
resultarían más útiles al Este. Esta misma gente dice que el ejército de Khazrak está agotado y
desgastado y que representa una amenaza mínima. El Conde Todbringer, por otro lado, sabe por
experiencia propia que no es buena idea subestimar al Tuerto y ha ordenado su captura vivo o muerto
a cualquier precio.

Fuerte Schippel ha visto poca actividad últimamente. Tal vez Feytor el Corrompido espera refuerzos, o
incluso la llegada de los infames Cañones Infernales, antes de lanzar el asalto final.

Día 36
Los combates continuados en Untergard y sus alrededores se han cobrado un alto precio entre los
defensores de la zona, mientras Khazrak y sus bestias de manada siguen acosando a los hombres del
Imperio con todo tipo de emboscadas y trampas, eludiendo constantemente las patrullas y cazadores
enviados a encontrarlos. En un movimiento arriesgado, Khazrak ha vuelto a la población y ha lanzado
un ataque por sorpresa sobre el puente desde río abajo, con el que ha destruido el cruce para impedir
que más tropas puedan cruzar el río desde el Oeste. Habiendo completado su misión, el Tuerto ha
desaparecido nuevamente en los bosques y, con el puente destruido, Boris Todbringer ha empezado a
llamar a sus tropas para que vuelvan a Immelscheld para reforzar sus defensas. Los cuerpos de
cientos de Hombres Bestia, humanos, Enanos y demás yacen esparcidos en las calles de la población
medio arrasada y los bosques de los alrededores, como silencioso testamento de la larga y sangrienta
lucha por la posesión del vital cruce.

Muchas leguas al Este, los muros de Hergig han sido duramente probados por las devastadoras
máquinas de piedra bruja de los Skavens mientras Styrkaar de Slaanesh dirigía un nuevo y exitoso
asalto, esta vez contra las torres de la puerta norte. El ejército del Conde Aldebrand Ludenhof está
empezando a desintegrarse, con sus provisiones misteriosamente estropeadas y sus oficiales
asesinados en sus camas mientras sus cansados hombres retroceden abandonando los muros frente
a este asalto sin pausa.

Los muros exteriores del Torreón de Latón han sido tomados por un ataque decidido, ayudado por una
mina colapsada por los Skavens bajo los contrafuertes meridionales. Los defensores, previendo el
ataque inminente, se retiraron rápidamente ante el asalto, con lo que abandonaron el muro con pocas
bajas y se hicieron fuertes en el interior del torreón mismo. A pesar de que esta victoria es significativa,
tomar el Torreón de Latón puede demostrar ser una gesta aún más sangrienta que tomar la muralla
que lo rodea.

Las fluctuantes energías mágicas que rodean Krudenwald han causado la aparición y desaparición de
guerreros demoníacos en muchos lugares mientras la sombra de Be'lakor aún se extiende sobre la
población. Grimgor Piel'ierro ha asesinado a docenas de enemigos en persona a lo largo de los días
de combate y aún parece determinado a asaltar las defensas en solitario antes que ningún otro
guerrero. Haargroth no ha sido visto en varios días; es posible que esté cazando tropas en los bosques
o tal vez ha sido convocado por Archaón para algún propósito que aún no ha sido desvelado.

Hasta el momento, el corrupto campeón Feytor no ha hecho ningún movimiento significativo en Fuerte

31
Schippel, a pesar de que humos nocivos han empezado a emanar de los bosques de alrededor de la
ciudadela. En el frío Norte, se dice que el Boyardo desposeído Alexei Makarev está dirigiendo sus
fuerzas hacia el Sur para unirse con la Legión del Grifo en Bohsenfels. Ayudado por otras fuerzas de la
Alianza Norteña de Kislev, Makarev está planeando una serie de asaltos y emboscadas contra los
atacantes, siempre y cuando logre romper el cordón en Bohsenfels.

En la tierra natal de Makarev, los Matadores que siguen a Garagrim Puñohierro han librado una gran
batalla a los pies de las Montañas del Fin del Mundo, cerca del Paso Elevado. Garagrim fue herido por
un salvaje mutante parecido a un oso, pero se recupera de la herida, para decepción suya.

En el Este se han visto extrañas luces en el área alrededor del Castillo Drakenhof, en Sylvania. Lo que
esto pueda significar nadie lo sabe, pero pocos creen que sea un buen presagio para los hombres del
Imperio y sus aliados.

SEMANA 6
Día 39
Krudenwald ha caído ante los ataques combinados de Haargroth, Be'lakor y Grimgor. Esta hueste
monstruosa ha barrido cuanto ha encontrado en su camino hacia Immelscheld y las tropas reunidas
por Boris Todbringer. A pesar de que el ejército de Middenland está preparado, el terreno es
desfavorable e Immelscheld proporciona poca defensa. Seguro de su victoria en la población, se dice
que Archaón ha abandonado la hueste y se dirige hacia el Norte, hacia las Montañas Centrales.

En un asalto final y devastador, apoyado por las arcanas máquinas de guerra de los Skavens, Styrkaar
ha atravesado los muros de Hergig forzando a los defensores a retirarse. Con la ciudad en manos del
Señor de Slaanesh y el Conde Ludenhof retirándose hacia Talabheim, la fuerza del Sur ha quedado
libre para encararse hacia el Oeste y continuar su marcha sobre Middenheim.

Con la caída de Untergard, las tropas imperiales se han visto obligadas a combatir por todo
Middenland contra reductos de Hombres Bestia y partidas de guerra que se han adelantado hacia el
Oeste por delante del grueso de los ejércitos. Hasta la fecha, los combates más fieros han tenido lugar
alrededor de Grimminhagen, donde deformes criaturas y enloquecidos guerreros asaltaban la
población con la esperanza de cortar la retirada del Conde Boris Todbringer hacia Middenheim.

En el Torreón de Latón, los ataques incansables han logrado asegurar el patio de armas alrededor de
la ciudadela y ya se han traído los arietes desde el valle. A pesar de que los defensores lanzan virotes,
flechas, aceite y balas sin descanso sobre los atacantes llenando el patio de pilas de cadáveres,
Cyspeth sigue empujando a sus guerreros a actos mayores. Tal vez es desesperación o tal vez el
elegido del Señor de la Magia ha sido bendecido con alguna presciencia sobre el destino del Torreón.

Día 40
A pesar del éxito de los últimos días, los atacantes de Middenheim han dejado que sus avances se
estanquen y solo realizan ataques desganados en el Torreón de Latón e Immelscheld. Parece que la
repentina marcha de Archaón ha provocado una cierta laxitud entre sus lugartenientes. Probablemente
pagarán por este descanso a su retorno, pues es dudoso que Archaón esté complacido de su falta de
progreso. Mientras tanto, el Conde Valmir von Raukov se ha retirado con sus fuerzas a Grimminhagen
bajo la cobertura del ejército de Boris Todbringer en Immelscheld. Esta repentina llegada de soldados
ha permitido expulsar a los Hombres Bestia que estaban intentando tomar el control de los alrededores
de la población.

En Immelscheld propiamente dicho, los asaltos iniciales fueron repelidos sin problemas; los
deformados guerreros y sus inhumanos aliados marchaban rápidamente al ataque tan solo para ser
fácilmente derrotados. Varios ataques esporádicos por parte de los Orcos, tanto contra los defensores
como contra los atacantes, han demostrado igualmente no ser decisivos. Sin embargo, si Haargroth,

32
Be'lakor o Grimgor se volcaran completamente en el ataque, la pequeña población no aguantaría
mucho tiempo.

La aparición de los Cañones Infernales en Fuerte Denkh ha traído consigo el terror para los
defensores. A pesar de que el bombardeo ha sido efectivo, los Enanos del Caos que manejan dichas
armas son insuficientes para llevar la batalla hasta los habitantes del castillo. Si llegaran refuerzos
pronto que se unieran a los Enanos del Caos, la balanza bien podría decantarse contra los leales en la
defensa de Middenheim.

Agotados seguramente por sus esfuerzos de los últimos días, los atacantes del Torreón de Latón han
reducido ligeramente la intensidad de su asalto. Esta pausa ha dado a los defensores un tiempo
precioso para preparar improvisadas barricadas y obstáculos y para atender a sus heridos. Se rumorea
que Archaón avanza ya hacia el castillo y está claro que Cyspeth y sus aliados Skavens necesitarán
de todos sus esfuerzos para evitar la ira del Gran Elegido del Caos.

El combate sigue oscilando a favor de unos u otros en Fuerte Schippel y parece que Feytor se ha
instalado y se contenta con llevar a cabo un largo asedio. Sin embargo, con la noticia de la llegada de
Karl Franz y Valten a Talabheim, el tiempo se agota y los guerreros que están llevando a cabo ataques
aquí y en Schoppendorf bien podrían moverse al Norte para unirse al combate más cerca de
Middenheim.

Mientras tanto, en Bohsenfels, la alianza norteña de Kislev liderada por Alexei Makarev ha abierto
brecha a través de los pocos atacantes que quedaban en el castillo. A partir de aquí, la intención del
boyardo puede ser atacar la retaguardia de los ejércitos situados en el Torreón de Latón o tal vez
moverse todavía más al Sur para ayudar en los combates más allá de las Montañas Centrales. Su
ataque recibió la ayuda de la llegada de la Legión del Grifo desde el Este y el apoyo de los cañones
enviados desde la ciudad de Kislev. Forjados con las campanas de las catedrales de la ciudad, los
soldados creen que los dioses han bendecido estos cañones, a pesar de que el frágil bronce tiene
muchas probabilidades de agrietarse y romperse en caso de tener que soportar un fuego intenso.

Día 41
Grimminhagen ha sufrido un fuerte asalto cuando las fuerzas de la oscuridad han intentado atravesar
la población para llegar a Middenheim. Si las defensas de la población cayeran, los atacantes estarían
en los muros en cuestión de horas.

Boris Todbringer, temiendo que Grimminhagen pudiera caer y cortarle la retirada, ha empezado a
retirar sus fuerzas de Immelscheld. Si es capaz de retirar sus fuerzas intactas, se podría reunir con
Valmir von Raukov en Grimminhagen bajo la cobertura de una retaguardia formada por caballeros del
Lobo Blanco, como ya hiciera antes. Si Haargroth o Grimgor atacan mientras el ejército está en
camino, los de Middenland podrían sufrir fuertes bajas.

El bombardeo de Fuerte Denkh continúa mientras los aterrorizados defensores esperan un asalto que
podría barrerlos fácilmente. Los cánticos de los adoradores de Hashut resuenan constantemente junto
a los demoníacos aullidos de los Cañones Infernales.

Los nuevos combates en el Torreón de Latón han permitido finalmente que las tropas del Caos
atacasen los muros de la ciudadela interior. A pesar de las rocas y del aceite hirviendo que los
defensores derramaban sobre ellos, los arietes lograron llegar hasta el portón del bastión. El ataque ha
sido rechazado, y en el silencio que le ha seguido se podían oír ominosos sonidos bajo tierra, similares
al rascar de hierro contra piedra y al movimiento de roca contra roca. El comandante del Torreón de
Latón ha ordenado que nadie beba de los pozos, pues teme que asaltantes ocultos puedan
sabotearlos.

Feytor ha estado muy activo últimamente y ha logrado algún avance en Fuerte Schippel. El campeón
de Nurgle ha lanzado a sus hechiceros contra los defensores del muro sur tras unírsele un contingente

33
de atacantes que avanzaban hacia el Oeste desde Hergig. Humanos, Enanos y Elfos han sufrido el
blasfemo contagio e incluso las mismas piedras han empezado a resquebrajarse y derrumbarse por la
mágica corrupción.

Día 42
La retirada de Immelscheld continúa mientras los ataques de Grimgor Piel'ierro amenazan el Norte de
la población. La lucha entre los Orcos y los guerreros de Khorne de Haargroth ha retenido el asalto,
durante el cual el Señor Oscuro Be'lakor llevó a cabo un ataque contra la población, pero fue repelido
por un contingente de Enanos y por la Guardia Teutógena y numerosos Sacerdotes Guerreros de Ulric.

El combate se ha intensificado en el área alrededor de Grimminhagen a medida que llegaban tropas


de Immelscheld. Sintiendo que se le pasaba la oportunidad de romper las líneas enemigas y llegar
hasta Middenheim, Khazrak el Tuerto ha salido de los bosques liderando una fuerza de Hombres
Bestia y Guerreros del Caos. Sin embargo, hasta la fecha sus intentos de detener las columnas que se
retiran de vuelta a la población han resultado poco exitosos.

Una valiente salida desde Fuerte Denkh ha destruido uno de los Cañones Infernales que hacen llover
fuego demoníaco sobre el castillo. Caballeros de la Sangre de Sigmar atacaron bajo la cobertura de la
noche junto con cazadores de Middenland haciendo huir a la tripulación de la infernal máquina. El
cañón se liberó de sus cadenas y atacó a los caballeros antes de lanzarse en un loco frenesí contra
las líneas de Enanos del Caos para acabar detonando en una tremenda explosión de energía mágica.

El Torreón de Latón ha caído ante un letal ataque combinado sobre y bajo tierra ¡e incluso desde el
aire! Mientras los guerreros de Cyspeth asaltaban la puerta de la ciudadela, tuneladoras Skavens del
Clan Mordisco de la Muerte aparecieron en una violenta erupción de tierra y piedra en los sótanos del
castillo. Mientras los defensores se retiraban de los muros para combatir esta amenaza, sobre ellos
llovió un intenso fuego de amerratadora proveniente de un grupo de extraños aparatos aéreos que
funcionaban mediante piedra bruja y estaban construidos con los restos de Girocópteros Enanos. A
pesar de que todas estas máquinas volantes acabaron estrellándose o fueron destruidas, el asalto
aéreo planeado por Colmillo Venenoso sin duda contribuyó a la caída del castillo. Sin embargo, al
entrar en el bastión, los asaltantes descubrieron que la mayoría de los defensores habían huido
evacuando el lugar a través de un túnel oculto que los Skavens no habían localizado y se estaban ya
reagrupando en Sokh. Las tropas de Cyspeth deberán ahora reunir fuerzas y avanzar rápidamente si
quieren llegar a tiempo a Middenheim.

Putrious, uno de los campeones de Feytor, dirigió un ataque contra Fuerte Schippel. Mientras
guerreros enfermos y Demonios horripilantes asaltaban los muros, una defensa valerosa dirigida por el
Capitán Heisner logró resistir en los parapetos y retener la avalancha del pútrido mal.

En el Sur, mientras el todopoderoso Settra sigue avanzando hacia Nagashizzar, los ejércitos de Amun
II de la Tercera Gloriosa Dinastía de Khemri y del Rey Ximhotep han avanzado hacia el Norte y el
Oeste, hacia el Monte Cuerno Ensangrentado. Ambos ejércitos se han encontrado con la creciente
resistencia de Uzgor Scabgrit, Señor de la Guerra de los Orcos Negros, el cual ha logrado detener a
los No Muertos.

34
SEMANA 7
Día 43
La línea imperial entre Immelscheld y Grimminhagen ha sido puesta a prueba duramente al
desplazarse cada vez más tropas hacia el Oeste, hacia Middenheim. Boris Todbringer no ha sido visto
desde que empezó la retirada y se cree que está en los bosques alrededor de Grimminhagen
dirigiendo la búsqueda de su archienemigo Khazrak. Parece que las diferencias entre Todbringer y von
Raukov han sido resueltas, dado que el Conde Elector de Ostland fue visto enviando mensajeros para
coordinar la defensa de ambas poblaciones.

Se han desencadenado magias oscuras en la pobre población de Sokh. Un encantamiento del


extrañamente llamado Portador de la Luz, Señor de la Estrella Negra, Elegido de Tzeentch y Campeón
de la Cámara, ha corrompido los bosques alrededor del pueblo convirtiéndolos en un lugar oscuro y
retorcido donde los soldados del Imperio desaparecen y haciendo que la retirada hacia Middenheim
sea muy arriesgada.

La lucha continúa en Fuerte Denkh y en el Middenstag mientras una fuerza conocida como los
Discípulos de la Oscuridad golpea con crudeza en Fuerte Schippel con una serie de ataques que
empiezan en lo más oscuro de la noche y duran hasta más allá del amanecer. Uno de los temidos
Cañones Infernales llegó para ayudarles junto a los Skavens del Clan Pestilens en un esfuerzo por
doblegar a los defensores... y, si eso falla, para permitir que las enfermedades del Clan Pestilens y de
Nurgle corrompan a los defensores desde dentro.

Varios Cañones Infernales han llegado a El Martillo del Emperador junto con un regimiento de Enanos
del Caos. El bombardeo empezó en la posada fortificada; pero, mientras el aullante infierno descendía
sobre la posada, un alentador canto podía oírse desde el interior:

"Hombres de Ulric, dejad de soñar. ¿Acaso no os ciegan las brillantes puntas de sus lanzas? Cual
corriente avanzan hacia este campo de batalla sus gallardetes de forma belicosa. Hombres de Ulric, en
pie. ¡Alzaos! ¡Resistid y nunca os rindáis! Que nunca se diga que para la batalla no estabais

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preparados. Por llanos, colinas y montes resuene como un trueno este canto. Invocad a Ulric los
bravos ahora que estáis rodeados. Hombres de Ulric, os espera la gloria. Tened presentes mis
palabras: Middenland nunca será doblegada. ¡Sin duda alguna hoy haréis historia!"

Y, en el extremo lejano del mundo, los asentamientos de Puerto Reaver han sido visitados por
emisarios de los Slann. Encapuchados y enfundados en grandes capas, los mensajeros de las
Ciudades-Templo han traído oro y gemas en un intento de contratar mercenarios que intercepten los
navíos de los saqueadores que en estos momentos se aproximan a la costa Este y a las costas poco
defendidas cercanas a las ruinas de Xahutec.

Día 46
¡El asedio ha empezado! ¡Todo depende de esto ahora! ¡La batalla por Middenheim ha empezado por
fin!

Con las nuevas de que Karl Franz y Valten han llegado a Talabheim, Boris Todbringer dio la orden de
retirada a todas sus fuerzas hacia las defensas exteriores de Middenheim. Mientras los humanos,
Enanos y Elfos se retiraban de Grimminhagen, una sólida carga dirigida por el Rey Louen Leoncoeur
de Bretonia dispersó a las fuerzas perseguidoras del Caos. En el cuerpo a cuerpo que siguió, el Rey
de Bretonia y sus caballeros se enfrentaron a la horda demoníaca de Be'lakor. Mientras Louen
batallaba valientemente contra el Señor Oscuro, un aullido desgarrador atravesó el campo de batalla.
Lleno de una fuerza inhumana, Volkmar se liberó de las cadenas que le ataban al estandarte de
ejército de Be'lakor y atacó a los Demonios con esas mismas cadenas encantadas. Ensangrentado
pero firme, Volkmar ha alcanzado la libertad a lomos del hipogrifo del Rey y ha sido transportado hasta
el templo de Shallya en Middenheim.

Los sacerdotes de Sigmar y Ulric llamaron a sus dioses para que alzaran la oscura maldición que pesa
sobre los bosques que rodean Sokh. Sus esfuerzos acabaron por disipar las hechicerías de Tzeentch,
aunque cuatro de ellos perdieron sus vidas en el ritual. Después de que esta negra magia
desapareciera, los defensores de Sokh fueron capaces de retirarse a lugar seguro antes de que los
atacantes pudieran darse cuenta de que su presa había huido.

Mientras tanto, ha habido una doble causa de celebración en El Martillo del Emperador. La artillería de
los Enanos del Caos que había estado bombardeando la posada se ha marchado a Middenheim y el
ejército que acompañaba a los Cañones Infernales ha pasado de largo. Así pues, la taberna fortificada
todavía resiste; de hecho, El Martillo del Emperador ha mejorado su situación. Gracias a un afortunado
imprevisto, un grupo de Enanos en camino hacia la Ciudad del Lobo Blanco bendijeron la posada con
tres barriles de Tumbaosos de Bugman al encontrarse con los valerosos defensores que se negaban a
abandonar la taberna. También se sumó a esta generosidad sin parangón el Príncipe Saneth de
Ulthuan, comandante de un pequeño contingente de Altos Elfos que había presenciado la defensa del
lugar. En tributo a su coraje, los Elfos compartieron amablemente sus raciones con los defensores de
El Martillo del Emperador.

A medida que los ejércitos de Archaón y de sus lugartenientes empiezan a cercar la ciudad, los
cañones emplazados en los muros, junto con los morteros y otras máquinas de guerra, han empezado
a machacar a los atacantes que se aproximan. Cada pocas horas, el suelo tiembla y el cielo reverbera
con un estruendo monstruoso al disparar el gigantesco Trueno de Ulric su munición del tamaño de una
casa. El gigante que carga el cañón, conocido cariñosamente por la población local como "Atronador",
ha estado trabajando duramente desde que empezó el asedio. Nadie duda de que su trabajo se
acrecentará en los próximos días.

Ha sido rechazado otro sangriento asalto contra las barricadas erigidas por los Enanos del Rey Ungrim
Puñohierro, pero no antes de que varios cientos de guerreros montados atravesaran la línea de los
Enanos. Mientras estos jinetes descendían al galope desde el Paso de los Picos hacia el interior del
Imperio, se enfrentaron a un enemigo inesperado: los señores de Sylvania. Tras una breve batalla, los

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jinetes Kurgan sufrieron un terrible destino a manos de los Condes Vampiro y las filas de los von
Carstein han sido acrecentadas con los cadáveres reanimados de varios miles de saqueadores. Este
ejército de No Muertos fue visto por última tomando rumbo hacia el Oeste, hacia Middenheim.

Varios pueblos cercanos al Bosque de Loren han sido salvados en la noche por unos guardianes
misteriosos. Con sus caballeros y soldados lejos en el Norte, estos pueblos estaban maduros para ser
saqueados por Orcos y Hombres Bestia. Sin embargo, los rumores hablan de campesinos que han
despertado para encontrarse con pilas de criaturas muertas cerca de sus poblaciones. Otras historias
hablan del largo sonido de un cuerno partiendo la quietud de la noche por todo el Ducado de
Quenelles.

En las Tierras Yermas al sur, el avance de Settra ha sido detenido por Necrófagos y No Muertos que
han salido de Nagashizzar y han combatido contra la legión del Rey de Khemri hasta lograr detenerlo
en una gran batalla en las costas del Mar Amargo.

Día 47
Tras el primer día de asedio, los defensores se han unido bajo el liderazgo de Boris Todbringer y
Valmir von Raukov. Von Raukov ha dirigido los dos contraataques realizados contra los ejércitos del
Caos y de los Skavens que se aproximaban desde el Noreste. Mientras tanto, una dura defensa del
Camino Norte ha logrado conservar el portón exterior, forzando así a Haargroth a retirarse más allá del
alcance de los cañones para reunir a sus dispersas fuerzas.

Mientras Archaón dirigía el ataque contra el puente oriental, las viejas magias atadas en las piedras del
puente fueron liberadas. Cada uno de los puentes está encantado para que se colapse cuando se
realiza el ritual indicado, para así evitar que un ataque alcance a la ciudad misma. Mientras los
sacerdotes de Ulric rezaban y los hechiceros del Conde Elector llevaban a cabo sus encantamientos,
las viejas piedras labradas por los Enanos empezaron a desmoronarse. Aparecieron grietas por toda la
carretera y empezaron a caer grandes bloques de los lados despeñándose en una caída de decenas
de metros sobre el ejército del Caos que estaba debajo. Las torres de asedio y arietes salieron
despedidos del puente mientras este empezaba a derrumbarse bajo el efecto del conjuro.

Sin embargo, los hechiceros de Archaón respondieron al encantamiento. Invocando potentes magias
del Caos, brotaron del suelo unas antinaturales enredaderas de metal con afiladas piedras a modo de
pinchos que sujetaron las piedras del puente unas a otras y mantuvieron así su estructura en pie. A
pesar de que sus chamanes lograron mantener el puente en pie de esta manera, las máquinas de
guerra de Archaón siguieron cayendo a medida que llovían escombros entre los filamentos de la
metálica enredadera. Así pues, el Señor del Fin de los Tiempos se vio obligado a retroceder al inicio
del puente mientras se disputaba la terrible batalla mágica por su control. Mientras tanto, los Cañones
Infernales habían empezado ya a bombardear la ciudad a instancias de Archaón. Mientras la mágica y
aullante munición de las máquinas de los Enanos del Caos golpeaba los muros, miles de
despellejadores se han ido reuniendo tras las líneas del Caos para prepararse para el próximo ataque.

Al principio, el muro sureste y el Camino Sur corrían peligro de ser tomados al acercarse la horda de
Kordel Shorgaar en busca de entradas secretas a las catacumbas sin temer al fuego de los cañones y
morteros. La situación se puso especialmente peliaguda cuando una fuerza de Orcos, dirigida por
Grimgor Piel'ierro, pareció unirse al ataque del Caos. Cientos de Trolls empujaban dos enormes y
poderosas máquinas de guerra, Loz Diozez, hacia Middenheim. En otro lugar de las líneas Orcas, el
aire crepitaba con el poder del ¡Waaagh! alrededor del Kareto de Gorko. Cuando Kordel se
aproximaba ya a su objetivo, Grimgor hizo girar a sus tropas hacia el Norte y atravesó el flanco de la
avanzada de Kordel como una lanza. El Señor de la Guerra Orco Negro creyó que Kordel, al llevar el
estandarte de Archaón, estaría cerca del Señor del Fin de los Tiempos. Cuando Grimgor descubrió
que quien estaba allí no era más que uno de los lacayos de Archaón, entró en una furia asesina y mató
a todo aquel que se cruzó en su camino. Ante la imparable marea verde, a Kordel no le quedó más

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remedio que retirarse y permitir que los Orcos plantaran su campamento al pie del puente que conduce
a la ciudad. Retrasado en el Este, Styrkaar de Slaanesh llega finalmente a Middenheim y la presencia
de sus fuerzas en el Sur sin duda reforzará el ataque del Caos.

Al Oeste, Khazrak y el Señor Oscuro han lanzado sus ataques junto a Feytor de Nurgle. Estos tres
terrores malditos han logrado avances decisivos hacia la ciudad, pero tanto Feytor como Be'lakor se
han visto detenidos en sus esfuerzos por valientes contraataques. Continuando la batalla que había
empezado en el pasado, el Rey Louen Leoncoeur de Bretonia se ha enfrentado una vez más al Señor
Oscuro y ha vivido para contarlo. Protegido de las malvadas hechicerías del Caos del Príncipe
Demonio por los encantamientos de la Dama, el Rey Louen dirigió una carga de docenas de
Caballeros del Pegaso contra el Señor Oscuro y sus viles seguidores. A pesar de que Be'lakor no ha
sufrido daño alguno, se ha visto obligado a gastar buena parte de su poder para mantener la apertura
al Reino del Caos que permite que su legión exista. Mientras tanto, la llegada del Boyardo Alexei
Makarev y su alianza norteña de Kislev ha proporcionado unos muy necesitados refuerzos para
mantener a raya a los Ogros Dragón Shaggoth de Khazrak.

En el Este, más allá de las oscuras tierras de Sylvania, guerreros pieles verdes han descendido a
centenares como una marea desde las montañas atraídos por suculentas noticias. Muchos pensaban
que Grom el Panzudo había vuelto tras su expedición para patear bien a los Elfos, pero pronto se
dieron cuenta de que habían oído mal. No se trataba de Grom, sino de Crom, el norteño que tantos
problemas le había causado a Grimgor. A medida que corría la voz de tribu en tribu, muchos Señores
de la Guerra empezaron a afilar sus armas porque sabían que, si lograban vencer a Crom, Gorko y
Morko verían que eran aún más duros que Grimgor.

Día 48
Estas últimas horas desesperadas, los defensores de Middenheim han logrado un éxito muy
necesario. Tras la destrucción parcial del puente del Camino Este, un contingente de Lobos Blancos
dirigido por Boris Todbringer se lanzó contra el disperso ejército de Archaón. Aunque este consiguió
reunir a sus dispersos seguidores, la entrada oriental de la ciudad parece segura una vez más.

No se puede decir lo mismo del Sur y del Oeste, donde numerosos enemigos se acercan a la ciudad.
Bajo la cobertura de una ondulante niebla oscura levantada por el campeón de Tzeentch, al que
llaman el Portador de la Luz, los ejércitos del Señor de la Magia han marchado al frente hacia la
protección del acantilado noroeste. Protegidos de la artillería de los muros por las rocas que colgaban
sobre ellos, Cyspeth y su horda buscan ahora una ruta de entrada a las catacumbas que hay bajo la
ciudad.

Los defensores de la entrada occidental han tenido graves problemas y los kislevitas, bretonianos,
Enanos y hombres de Middenheim reúnen su coraje para enfrentarse a la hueste demoníaca de
Be'lakor. Su ejército de malevolencia personificada se ha envalentonado por las incursiones
demoníacas exitosas dirigidas por un Príncipe Demonio al que los defensores han empezado a llamar
el Acechante de las Sombras, una oscura criatura angelical que ya ha matado a docenas de
enemigos.

Khazrak el Tuerto ha movido su ejército contra los acantilados al suroeste de Middenheim para esperar
la llegada de Feytor. Dado el conocimiento que tiene el Señor de las Bestias de Middenheim
(duramente ganado), es probable que conozca algún camino o pasaje secreto que le lleve al interior de
la ciudad.

Mientras tanto, los problemas de Archaón han aumentado a causa de un poco ortodoxo ataque de los
Orcos de Mandíbulahiriente, Colmillo'ierro y otras tribus cercanas. Varios cañones rescatados de las
ruinas del Torreón de Latón han sido "reparados" por los pieles verdes. Muchas piezas de la artillería
robada han explotado y otras han sido notablemente "orquificadas" de forma que ahora disparan
garrapatos flatulentamente explosivos, mientras que una o dos han llegado a disparar balas de cañón

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sobre los guerreros que siguen al Señor del Fin de los Tiempos.

Día 49
¡El Trueno de Ulric ha sido silenciado! A pesar de los valientes esfuerzos de Enthardon, Príncipe de
Nagarythe, y de sus partidas de Guerreros Sombríos, siniestros asaltantes han golpeado desde las
profundidades de las catacumbas de Ulricsberg. En la hora más oscura de la noche, los sigilosos
saboteadores se arrastraron por los enormes almacenes que sirven de hogar al gigante Atronador.
Mientras el gentil gigante dormía, los sombríos atacantes situaron piedras de maldición cargadas de
piedra bruja por toda su gigantesca forma. La ciudad despertó antes del amanecer al oír los rugidos
enfurecidos y el estruendo de la piedra y la madera al quebrarse. La piedra bruja había mutado a
Atronador, cuyo cuerpo se había convertido en una pulsante y trémula masa de pústulas y tentáculos y
cuya pequeña mente había sido quebrada por las corruptoras influencias de la esencia pura del Caos.
A medida que lo que en su día fue Atronador sembraba el caos por las calles, los artilleros de Boris
Todbringer corrieron a atacarle, pero fue la intervención de Valmir von Raukov lo que finalmente le hizo
caer. Valmir atravesó el ojo del gigante con su Arco de Dragón y acabó así con su vida. Sin Atronador,
el Trueno de Ulric no puede ser cargado, dado que el mecanismo que lo cargaba automáticamente fue
desmantelado hace ya tiempo con la intención de aprovechar sus materiales para construir las
fortificaciones de Middenheim.

Enfurecido por el ataque de los Orcos contra sus fuerzas alrededor del Camino Sur, Archaón ha
ordenado a Styrkaar que lance un ataque sin contemplaciones. Dio esta orden a pesar de que el
ejército de Slaanesh acababa de llegar de su marcha forzada. Temeroso de la ira de Archaón en caso
de fallar, Styrkaar dirigió el ataque en persona destrozando no solo a los pieles verdes, sino también
abriéndose paso entre las líneas del Imperio que se encontraban más allá. Sin embargo, Grimgor y sus
aliados Orcos no se conformaron con el resultado y un contraataque de los pieles verdes hizo
retroceder al ejército de Styrkaar tanto que la mayor parte de lo que se había ganado se perdió el
mismo día.

Una fiera salva de cañones desde los muros de la ciudad ha obligado a retirarse a las fuerzas de los
atacantes que se reunían junto al Camino Oeste. Bajo la cobertura de este bombardeo, sacerdotes de
Sigmar, Ulric y Shallya han empezado a prepararse para un ritual que dispersará algo del poder que
nutre en estos momentos a las Legiones Demoníacas de Be'lakor y del Acechante de las Sombras.

Más al Sur, un rival para Khazrak ha surgido de los bosques. Aliado de los hombres rata del Señor de
la Plaga Nilax, el Señor del Bramido Morurghur tuvo éxito en su invocación de la Gran Inmundicia para
dispersar al ejército que defendía el acantilado sudoeste. El Gran Demonio de Nurgle causó un daño
horrible abriéndose camino a través de la línea imperial y permitiendo al Señor del Bramido acercarse
a la ciudad antes de ser expulsado de nuevo al Reino del Caos.

Más allá del Gran Océano, la guerra por los templos de los Ancestrales avanza y retrocede
alternativamente a medida que despiertan de su sueño los Magos Sacerdote Slann para volver su
poder contra los saqueadores Elfos Oscuros y sus aliados Hung. Los mercenarios de Puerto Reaver
también se han unido al combate a cambio del oro de los Hombres Lagarto. Sin embargo, los ejércitos
de Saurios de Hexoatl han aplastado a una gran fuerza de los Devotos de Slaanesh de Morathi cerca
de los Picos Macu y ahora amenazan con cortar la vía de retirada que los Elfos Oscuros conservaban
para volver a Naggaroth.

En Kislev, Garagrim Puñohierro se ha enfrentado a una gigantesca bestia Troll proveniente de los
Desiertos del Norte y ha sobrevivido para contarlo (para su desgracia). A pesar de que la gigantesca
criatura, diez veces mayor que el Enano, había acabado con decenas de Matadores, las hachas del
Paladín de Guerra probaron ser su perdición y la bestia cayó con las piernas cortadas bajo las rodillas.
Garagrim ha dirigido su atención ahora hacia el Oeste, hacia Praag, en busca de un enemigo que
pueda superarlo.

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El Mar de las Garras también ha visto una gran batalla, cuando varias tribus de Norses combinaron
sus flotas para lanzar un ataque contra la costa de Nordland. Sin embargo, la flotilla fue rodeada por
una niebla brillante a varias millas de la costa y fue atacada por las naves halcón de Lord Aislinn.
Confundidos por la niebla mágica, los Norses fueron incapaces de acercarse a sus ágiles enemigos y
acabaron por ser hundidos o expulsados de vuelta al Norte tras varias horas de infatigables salvas de
lanzavirotes.

Día 50
Grimgor se ha cansado rápidamente de los combates en el camino del sur porque cree que Styrkaar y
su horda de Slaanesh representan un reto bastante escaso. Así pues, ha decidido girar sus miras
hacia el Oeste y ha asaltado de nuevo al ejército de Kordel Shorgaar en un intento de atravesar sus
líneas y llegar a enfrentarse a Archaón en persona. Por ahora parece que el Señor del Fin de los
Tiempos se contenta con dejar que sean sus lugartenientes los que derroten a los molestos pieles
verdes, a pesar de que, si ellos no tienen éxito, podría verse obligado a desviar su atención de
Middenheim para encargarse de esta salvaje amenaza.

Los hombres de Middenheim y un gran contingente de Enanos de las Montañas Centrales están
esperando en los muros el momento adecuado para actuar, dudosos de las intenciones de sus
"aliados" Orcos. Como los pieles verdes han levantado su campamento, esta fuerza ha avanzado de
nuevo para ocupar la barbacana de la puerta al pie del puente. Un ataque rápido por parte de Styrkaar
bien podría pillarlos indefensos mientras intentan construir posiciones defensivas a partir de las ruinas
que han dejado tras de sí Grimgor y su horda.

En el camino occidental, un ataque liderado por el General-Barón Adelbert Wessbecker ha logrado


flanquear a la legión del Príncipe Demonio Acechante de las Sombras. Sin que el comandante imperial
lo supiera, su ataque ha contado con la ayuda de un oscuro aliado que ha emergido de las
catacumbas de Ulricsberg. El Clan Virulus, siguiendo sus propios intereses, ha atravesado las líneas
de las fuerzas demoníacas que rodean el puente occidental y ha combatido hasta llegar a las bestias
que atacaban el acantilado suroeste. A pesar de que su objetivo final no está claro, parece que el
Vidente Gris Skritchit piensa que beneficiará al Clan Virulus que el ataque del Caos fracase.

El contraataque quedó en manos de Wessbecker debido a un inquietante suceso que tuvo lugar la
noche anterior. Uno de los ayudantes de confianza del Conde Elector Valmir von Raukov, Jeffrey Tier,
había sido corrompido por el Caos y fue utilizado como conducto por las fuerzas demoníacas para
atacar a los sacerdotes que estaban llevando a cabo el ritual para expulsar a la horda demoníaca.
Varios sacerdotes fueron asesinados o heridos antes de que las flechas de punta de hueso de dragón
del Elector acabaran con el poseído.

Mientras el Clan Virulus se dirige hacia el Sur, otra fuerza de Skavens avanza hacia el Suroeste
efectuando varias incursiones en los campamentos de los kislevitas y bretonianos que protegen el
exterior de la ciudad. Colmillo Venenoso ha estado muy ocupado creando una alianza con el Profeta
de Hashut Helna Manonegra y colaborando con el Hechicero Vhaark de los Enanos del Caos. Los
problemas de Alexei Makarev, arquitecto de la Alianza Norteña de Kislev, han sido incrementados por
la llegada del Alto Zar Dahn Chytzen y sus Lobos de Hierro. El campeón del Caos juró venganza
contra el boyardo después de que sus kislevitas y sus aliados rompieran la fuerza de Chytzen para
liberar Bohsenfels.

SEMANA 8
Día 53
Tras una semana de ataques, los muros de Middenheim todavía resisten, a pesar de que llevan las
cicatrices de muchos combates. En el muro norte, un avance continuo de ostlandeses que se habían

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retirado de vuelta a la ciudad ha obligado a Haargroth y sus guerreros sedientos de sangre a retirarse
prácticamente hasta el límite del bosque, mientras que los ataques contra el puente septentrional han
sido capeados y ahora las fuerzas de Boris Todbringer están retomando los bastiones al pie de la gran
rampa.

El Puente Oriental ha visto muchos combates mientras Archaón avanzaba con tantos guerreros como
podía reunir, aunque aún no ha utilizado a sus despellejadores. Sin embargo, y tras dos días de asalto
prácticamente constante, la horda estaba agotada y el terreno que habían conquistado fue recuperado
por una certera y veloz carga combinada de los caballeros del Lobo Blanco y los Caballeros Pantera.

En el muro sudeste, Kordel Shorgaar se vio obligado a retirarse a causa de los ataques de Grimgor
Piel'ierro, al mismo tiempo que era bombardeado por la artillería de los muros de Middenheim. El
portaestandarte de Archaón lanzó un nuevo ataque más tarde que obligó a los pieles verdes a retirarse
hasta el pie del muro, pero este ataque renovado fue aplastado por la embestida del Kaudillo Goblin
Kabologobbo Aplaztapiernas y sus Maztikaelfos. El factor sorpresa derivado del uso de un carromato
capturado lleno de Fanáticos Goblins Nocturnos fue decisivo para aplastar a los jinetes de Kordel en
su momento de victoria.

El puente meridional daba la sensación de poder ser tomado, dado que las tropas de Middenland
sufrieron duramente por el asalto relámpago de Styrkaar de Slaanesh. Los defensores de Middenheim,
que aún se estaban reagrupando tras el movimiento hacia el Este de Grimgor, resistieron
valientemente y luego contraatacaron y obligaron a Styrkaar a retirarse al Drakwald.

En el acantilado sudoeste, el bestial Demonio Khar'Phaos lanzó un asalto total en un esfuerzo por
superar a Khazrak el Tuerto. Furias demoníacas con rocas entre las garras se lanzaron contra los
muros por encima mientras los Hombres Bestia intentaban forzar la entrada a las cavernas cercanas al
pie del Ulricsberg. Sin embargo, al entrar en las catacumbas, los intrusos se vieron asaltados por los
rátidos habitantes que habían hecho recientemente del Ulricsberg su hogar y fueron rechazados con
graves pérdidas.

Celerioth Quelleri, el Señor Alto Elfo, lanzó una carga devastadora contra las legiones demoníacas que
amenazaban el puente occidental. Los Demonios fueron expulsados lejos por la resplandeciente
hueste élfica, la progenie de Ulthuan bañada en la brillante luz de su magia. Cuando la legión se
desmoronaba ya, y desgarradoras aberturas al Reino del Caos cruzaban los cielos, el Señor Oscuro
respondió cubriendo el campo de batalla en la oscuridad. Confusos, los Elfos dudaron y finalmente
apareció Be'lakor en persona, que rechazó al contingente élfico de vuelta al puente sin que ningún
bando hubiera logrado una ventaja significativa.

Por fin, ha tenido lugar el primer enfrentamiento entre el ejército del Alto Zar Dahn Chytsen y las
fuerzas del hombre al que el campeón del Caos ha jurado destruir, el Boyardo kislevita Alexei Makarev.
Aunque Makarev no estuvo presente en persona en la batalla, un campesino llamado Namo llevó el
estandarte del Boyardo en alto como campeón del noble kislevita. Los lanceros alados demostraron
ser devastadoramente efectivos contra los Norses y corren rumores de que Namo en persona capturó
el estandarte de Dahn Chytzen durante el combate.

Ya para acabar, el combate en el acantilado noroeste ha ido oscilando a favor de un bando y otro. Tras
varios éxitos iniciales, los bretonianos bajo el mando de Louen Leoncoeur expulsaron a sus enemigos
del acantilado y permitieron así a los morteros imperiales derramar la muerte sobre los atacantes. Sin
embargo, una emboscada del Señor de las Bestias Kilama'garr contra las fuerzas de los Caballeros de
Lyonesse plantó el miedo y la confusión entre las filas de los defensores, los obligó a retroceder y
recuperó así buena parte del terreno que había perdido.

Día 54
Parece que las fuerzas de Archaón y sus aliados son incapaces de resistir a los ejércitos que marchan

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desde Middenheim. Desde toda la ciudad, un bombardeo masivo de cañones y morteros precedió al
contraataque, seguido por el redoblar de los tambores y el resonar de los cuernos. Los bretonianos
cargaron junto a la Legión del Grifo de Kislev al tiempo que las flechas blancas de los arqueros élficos
atravesaban las armaduras y las balas Enanas penetraban la carne. Mientras tanto, el azul y el blanco
de Middenland ondeaban orgullosamente en los postes de las banderas por toda la ciudad.

Ar-Ulric ha salido finalmente del gran templo de Ulric con un brillo salvaje en los ojos. Ha tomado el
mando de los muros meridionales, enfrentándose al ejército de Styrkaar para defenderlos. Al campeón
de Slaanesh se le ha unido recientemente otro devoto de su mismo dios, un Elfo Oscuro conocido
como Kouran Hex. Aún está por ver si los sanguinarios seguidores de Hex resultarán vitales para
tomar el puente.

En respuesta a los ataques renovados del Sur, Grimgor ha confiado a Borgut Machakajetoz la tarea de
limpiar una vía de subida al Camino Sur, mientras que él mismo se encarga de Archaón. Una vez haya
derrotado al Gran Elegido, el Señor de la Guerra planea colgar su cuerpo de la puerta meridional como
prueba de haber sido el primero en llegar a la ciudad inaccesible. Borgut sabe que no debe fallarle al
Piel'erro y por eso está reuniendo a todos los machotez que puede encontrar en un esfuerzo por llegar
a la ciudad antes que Styrkaar.

Al Este, Boris Todbringer ha declarado que Archaón no pondrá los pies en su ciudad mientras él aún
respire. Han llegado noticias de este discurso a oídos de Khazrak el Tuerto, que ahora se está
moviendo hacia el Este para ayudar a cumplir la condición del Conde Elector. Archaón ha enviado a
sus despellejadores, millares de enloquecidos guerreros mejorados por la piedra bruja y decididos a
escalar los muros de la ciudad y asesinar cuanto encuentren dentro.

En el camino norte, una fuerza combinada de Elfos y Enanos se prepara para el ataque. Teniendo en
cuenta las tensiones entre ellos, está por ver si la inquieta tregua entre ambas razas durará lo
suficiente para mantener su insegura alianza durante todo el asedio. Aún puede ser que la arrogancia
de los Elfos o la tozudez de los Enanos resulte ser el motivo de caída de la ciudad del Lobo Blanco.

Be'lakor ha reunido todo su poder y ha ordenado al Acechante de las Sombras que empiece un nuevo
ataque en el Camino Oeste, previendo el nuevo ataque de Archaón en el Este. Valmir von Raukov,
Conde de Ostland, dirige la defensa aquí, ayudado por un contingente de magos Altos Elfos,
encargados de mantener a raya la vil magia de las legiones demoníacas. ¿Mantendrán la disciplina los
hombres de Middenland a su mando o, al enfrentarse con el terrorífico poder del Señor Oscuro,
romperán las antiguas hostilidades la alianza?

En el puente oriental, un solitario Kaudillo Orco hizo un intento de entrar en la ciudad. Al mando de una
fuerza de Orcos sobre Jabalíes y Jinetes de Lobo Goblins, dirigió una carga frontal puente arriba hacia
los defensores. Sin que el Demoledor lo supiera, el puente aún estaba lleno de agujeros y grietas tras
el intento de los sacerdotes de Middenheim de destruirlo. Porkoguerra, su leal montura, era más
consciente de ello, y el jabalí se salvó de la caída hacia el bosque a través de uno de estos agujeros.
El Demoledor no tuvo tanta suerte, a pesar de que algunos de sus chikoz aseguran que ha sufrido
caídas peores y que sin duda volverá.

El Alto Zar Dahn Chytsen ha contratado los servicios del líder Skaven Colmillo Venenoso en un
inesperado giro a la creciente enemistad entre la hueste de guerra de Tzeentch del Alto Zar y el líder
de la Alianza Norteña de Kislev, Alexei Makarev. Probablemente no es una coincidencia que la pasada
noche un grupo de misteriosos atacantes asaltaran los corrales que contenían a los caballos kislevitas
y mataran o hirieran a muchos de ellos antes de ser expulsados por los Kossars que los protegían. No
se sabe si el caballo de Makarev estaba entre aquellos que murieron, ni si estaba entre ellos el corcel
de su autoproclamado campeón, Namo.

Día 55

42
Con los despellejadores acumulados en masa al pie del puente oriental, los defensores de
Middenheim tuvieron problemas para mantener el terreno que le habían ganado a la Horda de
Archaón. Los despellejadores lograron abrir un agujero en las líneas de los de Middenheim sin que los
detuvieran las defensas erigidas a través del gigantesco puente y así obligaron a los defensores a
retirarse. Sin embargo, los despellejadores, al avanzar en el punto álgido del ataque, encontraron un
nuevo enemigo: los endurecidos guerreros de la Guardia Teutógena.

Con las bendiciones de Ulric resonando en sus oídos, los veteranos Lobos Blancos hicieron una carga
contra el cuerpo principal de los despellejadores y se cobraron un caro precio con sus martillos. La
ofensiva se detuvo en este punto y las Tropas Estatales empezaron a reforzar la posición expulsando
de nuevo a los despellejadores del puente oriental. En el Sur, el puente ha sido escenario de uno de
los combates más sangrientos desde que empezó el asedio. Tanto Orcos como adoradores de
Slaanesh, Elfos Oscuros y Skavens han efectuado ataques contra el puente meridional y la zona del
Ulricsberg que lo rodea. En el corazón del combate, Styrkaar ha asesinado a varios capitanes del
ejército de Middenland y ha añadido sus pieles despellejadas a su estandarte para aumentar el frenesí
de sus seguidores. Tras el éxito del ataque, más guerreros del Caos están regresando al combate al
sentir una vez más que pueden alcanzar la gloria.

En el Oeste, la legión del Señor Oscuro ha barrido las plegarias y encantamientos de los defensores a
la vez que abría un sangriento camino a través de las defensas para alcanzar el puente occidental.
Con el combate creciendo en intensidad, el derramamiento de sangre ha proporcionado a Be'lakor una
gran cantidad de poder y su legión ha alcanzado una vez más el tamaño que tenía cuando apareció
por primera vez, sin que las bajas sufridas a lo largo de las semanas hayan contado para nada contra
la hueste inmaterial.

En el resto de frentes el ejército del Caos está en retirada. Las partidas de guerra se están volviendo
contra sus líderes y están luchando entre ellos. Muchos campeones han abandonado el ataque para
buscar botines más fáciles en otros lados antes de la llegada del segundo ejército imperial.

Viendo su ejército desintegrándose, con su objetivo al alcance de la mano en lo alto de la gran aguja
del Ulricsberg, Archaón ha enviado a sus Espadas del Caos con un discurso:

"Los ojos de los Dioses están sobre nosotros. En este lugar de fuego y muerte, su mirada se centra en
los hechos de los valientes y se aparta de la locura de los cobardes. En este momento, nunca antes
visto por el hombre mortal, los Dioses te han dado la oportunidad de alcanzar la recompensa definitiva.
No es por gloria por lo que luchamos, ni por botines, pues estas cosas desaparecerán todas con el
paso del tiempo. Ante nosotros está ahora el don definitivo, aquel que tan solo los Dioses pueden
otorgar... ¡la inmortalidad! Lucha dura y valientemente, y los Dioses te reconocerán y te elevarán hasta
su glorioso reino. ¿Qué lugar queda para la desesperación entre guerreros favorecidos de tal forma?
¡Marcha hacia delante, a matar al Lobo Blanco, y sumerge siempre tu espada en sangre!"

Al norte de las Montañas Centrales, una batalla tiene lugar por el control de la ciudad de Frote.
Controlando una ruta a las montañas desde Nordland, Frote ha sido testigo de un titánico conflicto
entre la Gran Alianza y las Hordas de la Oscuridad durante las últimas semanas. Ahora el destino de la
ciudad, y posiblemente de las Montañas Centrales mismas, ha quedado decidido.

A pesar de que algunos templos menores han cedido sus recompensas al Culto al Placer de Morathi,
las grandes Ciudades-Templo han rechazado los ataques de los Elfos Oscuros. Con los ejércitos de
Hexoatl controlando ahora las junglas septentrionales de Lustria, y temiendo que sus guerreros
puedan acabar rodeados, Morathi ha ordenado a sus generales que se dirijan a la costa occidental,
donde las Arcas Negras Torre de la Sangrienta Revelación y Palacio de la Profanación esperan a los
cultistas.

En el Paso de los Picos, Vardek Crom ha dispersado otro ejército de Enanos que se le oponía en una
batalla que ha visto a Ungrim Puñohierro caer herido en el combate. A pesar de que ha jurado seguir

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luchando, el Rey Matador está temporalmente indispuesto y las fuerzas de Crom han aprovechado su
ausencia para avanzar hacia el Oeste.

El hijo de Ungrim, Garagrim, está combatiendo con los demás Matadores en Praag, que lleva sufriendo
ataques esporádicos durante varios meses. A pesar del creciente número de Trolls, Ogros Dragón,
Minotauros y otras monstruosidades, el Paladín de Guerra aún está en perfecto estado de salud y
terriblemente decepcionado por la falta de carácter de sus adversarios.

Los rumores que llegan de Stirland hablan de una nube oscura que se extiende por toda la provincia
oscureciendo el sol y bañando las tierras en un frío mordedor. Se han empezado a extender historias
que hablan de un gran ejército de No Muertos marchando bajo la oscura tormenta, sus profundas
voces transportadas por vientos antinaturales. Día y noche el ejército marcha, sus incansables
guerreros a apenas tres días del ejército de Karl Franz.

Más al sur, los Reyes Funerarios han detenido su avance mientras los Sacerdotes Funerarios abren
muchas de las tumbas y necrópolis "liberadas" de las tribus de pieles verdes. Settra en persona se ha
detenido a pocas millas de Nagashizzar y ha lanzado un reto a quien quiera que se encuentre dentro
de la ciudadela rodeada de sombras. Ha hablado de los poderes que crepitan en el interior de la
Pirámide Negra en Khemri y pide una compensación por las desgracias que han caído sobre su gente.

Día 56
Archaón hizo una pausa en su asalto del puente oriental, obligado por el hecho de que sus
despellejadores habían gastado toda su furia el día antes, y con esto dio a los defensores el tiempo
que necesitaban para reforzar sus barricadas. Que el Señor del Fin de los Tiempos pueda reunir o no
fuerzas suficientes para un asalto final es algo que aún está por ver, a pesar de que los Cañones
Infernales han empezado su bombardeo de nuevo.

El puente meridional ha sido de nuevo testigo de una gran matanza, con hombres, Orcos y seguidores
de los Dioses Oscuros lanzándose indistintamente al torbellino de la batalla. Gracias a que los Orcos
bajo el mando de Borgut Machakajetoz y el ejército de Styrkaar se enfrentan los unos contra los otros
a la vez que tienen que luchar contra los defensores, los hombres de Middenheim han tomado algo del
territorio que habían perdido durante los asaltos de los días anteriores. Además, la horda del Señor de
la Guerra Gitsnik Dientenegro se ha unido al combate, tal vez en un intento de sustituir a Borgut como
segundo al mando y favorito de Grimgor.

Envalentonados por la aparición de un ojeroso pero desafiante Volkmar, los defensores del puente
occidental han repelido el asalto del Señor Oscuro y sus demoníacos sicarios. Con las plegarias a
Sigmar y Ulric resonando por los muros de la ciudad, los valientes defensores asaltaron a la impía
hueste y los obligaron a retirarse, aunque muchos de ellos encontraron una horrible muerte durante la
lucha. Sin embargo, a medida que se acerca la noche, la oscuridad trae consigo un frío escalofriante,
ya que Be'lakor una vez más intenta extender el terror y el desorden antes de iniciar un nuevo ataque.
¿Qué fuerzas le quedan a Volkmar para combatir este oscuro encantamiento?

Con el puente occidental recuperado, un contingente de tropas que incluía Caballeros Pantera y
Caballeros de la Sangre de Sigmar lanzó un nuevo contraataque contra las tropas situadas bajo los
acantilados noroccidentales, asegurando las barricadas y recapturando los puestos de suministros y
posiciones de artillería.

Solo en el muro norte han tenido éxito los atacantes en sus intentos de acercarse a la ciudad.
Habiendo reunido algo parecido a una fuerza de los restos de sus dispersos seguidores, Haargroth se
ha embarcado en otro furioso asalto declarando que no descansará en su tarea de tomar cráneos para
Khorne hasta que él mismo sea enviado a reunirse con su señor.

Mientras tanto, parece que están teniendo lugar combates en los oscuros túneles del Ulricsberg, a
pesar de que la mayoría no sabe quiénes son los oscuros combatientes. Se cree que hay un número

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creciente de hombres rata del Caos reuniéndose en las profundidades, convergiendo hacia un único
punto en lo más hondo de las catacumbas. Es todavía un misterio qué vil plan puedan estar siguiendo,
pero, al parecer, hay algunos entre ellos que desearían que este plan fracasara.

Día 57
En el puente oriental los despellejadores han lanzado una vez más un asalto sangriento contra los
defensores de la ciudad con la intención de retomar las defensas que estos habían recuperado
recientemente y matar cuanto encontraran en su camino. Archaón ha avanzado con sus Cañones
Infernales y otras máquinas de destrucción al amparo de este nuevo ataque, esperando una
oportunidad de efectuar un ataque decisivo.

El combate más fiero con diferencia ha tenido lugar en el puente meridional mientras se reunían tropas
de toda la ciudad para detener los avances del enemigo. Los defensores también intentaron reclamar
las barbacanas exteriores a las fuerzas de Styrkaar. Cansados pero victoriosos, los defensores han
recuperado fuerzas ante las noticias de que Karl Franz se encuentra a escasos días de distancia y el
hecho de que tal vez solo deban aguantar otro asalto.

En el muro norte, un gran número de defensores quedaron atrapados en un corrimiento de tierras


inesperado. La excavación de nuevos túneles a través del Ulricsberg, causada según algunos por un
nuevo y gigantesco animal mutante de las catacumbas, ha provocado que parte del muro se derrumbe
y que caigan rocas y ruinas sobre las legiones que batallaban bajo él.

En el puente septentrional, un Cañón Infernal avanzó frente a las líneas del Caos y se preparaba para
bombardear las puertas directamente cuando un contingente de caballeros hizo una salida. La
consiguiente explosión demoníaca pulverizó y dispersó a los templarios, lo que permitió a los Enanos
del Caos avanzar gracias a este inesperado éxito y así apoyar la carga de Haargroth.

Llenos de pía furia y liderados por Volkmar el Sombrío, los ejércitos del puente occidental se han
adentrado profundamente en territorio enemigo para expulsar a los Demonios y aplastar las partidas
de guerra de los Hombres Bestia que acechan en los bosques más allá de la ciudad. Se dice que
Volkmar está decidido a enfrentarse al Señor Oscuro para hacerle pagar por los meses de agonía que
sufrió a manos del primero de los Príncipes Demonio.

La tan largamente esperada confrontación entre el Boyardo de Kislev Alexei Makarev y el Campeón de
Tzeentch Dahn Chytsen ha tenido lugar a la vista del Acantilado Sudoeste. Las dos fuerzas
combatieron a la puesta del sol en un duro enfrentamiento que acabó en unas sangrientas tablas, a
pesar de que la llegada de las tinieblas impidió una maniobra de flanqueo de los kislevitas, liderados
por Makarev, que posiblemente les hubiera dado la victoria. Mientras los rayos moribundos del sol
bañaban el campo de batalla tiñéndolo de un brillo carmesí el Boyardo y el Hechicero se enfrentaron
en combate singular. La lucha fue intensa, y Makarev pronto logró causar algunas heridas a su
enemigo, pero el valiente Boyardo acabó sucumbiendo al poder del Campeón de los Dioses Oscuros.
Antes de que pudiera darse el golpe de gracia los leales seguidores del Boyardo arrastraron a su señor
lejos del combate, y la venganza de Chytsen quedó incompleta.

Varios ruidos y brillos extraños procedentes de las catacumbas del Ulricsberg presagiaron cómo el
oscuro plan de los Skavens llegaba a su fin. Los ecos de inimaginables actividades resuenan por las
catacumbas y numerosas expediciones a las profundidades llevadas a cabo por patrullas de guardia y
vigilantes de las alcantarillas fuertemente armados han desaparecido misteriosamente sin dejar más
que rastros espantosos. Solo el tiempo dirá si este cobarde plan tendrá éxito o no.

Hay tanto buenas como malas noticias desde la ciudad kislevita de Praag. Para los defensores las
noticias son malas, pues han perdido a un gran guerrero en la defensa de sus murallas. El objetivo de
Garagrim Puñohierro se ha cumplido: un Gigante del Caos de tres cabezas cayó sobre el Paladín de
Guerra después de que el Matador le cortara una de las cabezas y aplastó completamente al Enano.
Sus compañeros Matadores han aceptado a regañadientes el destino final de Garagrim y numerosas

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pruebas han demostrado que está muerto sin lugar a dudas. Esta valiente muerte levanta el juramento
del Matador de los hombros de su padre, el cual combate en estos mismos momentos contra la horda
de Vardek Crom, mucho más al sur del lugar donde ha muerto su hijo.

Día 60
A pesar de los valerosos esfuerzos de los más valientes y enloquecidos guerreros junto a las
exhortaciones de Archaón, los muros de Middenheim aún se alzan orgullosos. Machacados,
ensangrentados, pero sin haber cedido, los defensores han respondido a las llamadas de sus líderes y
han salido en masa de la ciudad para perseguir a las partidas de guerra dispersas y destrozadas que
aún asaltaban la ciudad.

Con la victoria deslizándose entre sus dedos, ha sido el momento de prueba para cada campeón,
señor de las bestias, Príncipe Demonio y Señor de la Guerra Skaven, el momento de elegir entre hacer
un último esfuerzo en busca de la gloria o vivir y luchar otro día.

En el puente oriental tuvo lugar un último y desesperado asalto por parte de Archaón y sus
despellejadores. Los mutados guerreros escalaron el paso elevado, subiendo por la multitud de
cadenas que colgaban de los cuerpos de los muertos que aún se aferraban al muro tras su muerte.
Salvas de las armas de fuego de mano, letales tormentas de flechas élficas y virotes de ballestas
dieron la bienvenida a los atacantes. Archaón en persona cabalgó por el puente, asesinando a muchos
de sus enemigos con la furia desatada de la Matarreyes, pero ni siquiera el Señor del Fin de los
Tiempos pudo desmoralizar a los virtuosos defensores.

Mientras los dragones del Caos asaltaban las torres, los valientes defensores lanzaban fuego de
cañón y mortero sobre la horda pulsante al pie del Ulricsberg. Los caballeros bretonianos y kislevitas
patrullaron los caminos del bosque para acabar con las partidas de guerra y los guerreros aislados,
empujando a los Hombres Bestia y los guerreros del Caos a los bosques.

Grimgor Piel'ierro y sus Kaudillos Orcos han dejado el Kareto de Gorko junto a la barbacana del puente
meridional como recordatorio para que todos vean que el poder de los Orcos es incuestionable. El
Orco Negro sigue presionando hacia el Este en busca de Archaón, un encuentro al que tal vez no
sobrevivan ninguno de los dos. Desde el Este y el Sur marchan los ejércitos de Karl Franz y Valten,
hacia Middenheim, mientras Archaón y sus lugartenientes intentan reunir algún tipo de resistencia
contra esta nueva amenaza. Un río constante de deformes y dementes guerreros se retira del asedio
camino a las ruinas del Torreón de Latón en las Montañas Centrales. Archaón ha jurado asesinar al
joven Valten; a pesar de que la Llama de Ulric está fuera de su alcance, está decidido a asestar un
duro golpe a los errados adoradores de los dioses del Viejo Mundo.

Mientras tanto, en lo más profundo del Ulricsberg, vigilado por escurridizos guerreros y bestias
mutantes, el Hemisferio de la Perdición está ya casi listo para la acción. El Proyecto Supremacía está
prácticamente completo y, a pesar de algunos problemas de última hora, el golpe maestro de los
Skavens todavía podría traer la ruina a la ciudad del Lobo Blanco.

La Tormenta del Caos se Estanca


La Batalla de Middenheim
En tanto que las victoriosas fuerzas que defienden Middenheim avanzan y persiguen a los atacantes
en retirada, Archaón ha reunido a cuantos guerreros ha podido en el camino hacia el Martillo del
Emperador. Sin embargo, la retirada hacia las montañas ha sido detenida por la incipiente llegada del
ejército de Valten. En las ruinas de Grimminhagen, Karl Franz ha hecho una pausa para unirse a las
fuerzas del Sur antes de seguir adelante. Atrapado entre tres fuerzas, Archaón ha jurado luchar hasta
el final. Su única esperanza es lograr huir hacia el Norte y unirse a las fuerzas victoriosas de la

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oscuridad en Frote.

La legión demoníaca de Be'lakor está terriblemente reducida y se ha visto obligada a retirarse hacia el
Norte, más allá de Norderingen. El Conde von Raukov, junto con un gran número de Elfos que
estuvieron implicados en el combate y ayudado por Ar-Ulric y muchos otros sacerdotes de Ulric y
Sigmar, está buscando al Señor Oscuro en los bosques que rodean la población.

No es ninguna sorpresa el hecho de que Boris Todbringer haya liderado a los Lobos Blancos y a las
fuerzas restantes de Middenland hacia el Sur y el Oeste, buscando alguna señal que le pueda conducir
hasta Khazrak. No obstante, su búsqueda es cautelosa, pues conoce bien los peligros de combatir en
el Drakwald.

Tras su desafío a Be'lakor, Volkmar el Sombrío está de nuevo al cuidado de las sacerdotisas de
Shallya. Sus esfuerzos en el campo de batalla se han cobrado un elevado precio en su cuerpo casi
lisiado mientras su mente vaga entre lo real y lo irreal, torturada por el sufrimiento que ha soportado
estos últimos meses. La mancha del Caos aún es fuerte y hay ahora una guardia constante en el
templo de Shallya. Aparentemente, esto es para proteger a Volkmar de todo peligro mientras entra y
sale de un enfebrecido sueño, pero la gente de Middenheim conoce la verdad que se oculta tras su
atenta vigilancia.

Alexi Makarev, después de luchar valientemente en la defensa de Middenheim, cabalga a gran


velocidad a su tierra natal para ayudar en la reconquista de Erengrado y la lucha que aún se libra en
Praag. Como desobedeció los deseos de la Reina del Hielo para cabalgar hacia el Sur hasta el
Imperio, aún está por ver con qué recibimiento le obsequiará la zarina.

Proyecto Supremacía
Mientras las fuerzas se mueven para ponerse en posición sobre tierra, los Skavens están intentando
asestar un golpe definitivo contra Middenheim, un lugar de odio para ellos desde los tiempos distantes
en que el Emperador Mandred frustró su conspiración para barrer el Imperio "de arriba". Repleta de
pulsante energía disforme, sus arcanos mecanismos chirriando, sus extrañas luces parpadeando y sus
tubos de ventilación goteando vapor, el Hemisferio de la Perdición ya casi está listo para detonar.

Pero, mientras los Skavens vigilan los túneles que conducen a la cámara donde se aloja este potencial
dispositivo del fin del mundo, los traidores que hay entre ellos han avisado a los habitantes de la
superficie del destino que les aguarda. Un equipo de valientes aventureros y mercenarios humanos,
elfos, enanos, halflings y ogros se adentran en estos momentos en las catacumbas con la esperanza
de detener el astuto e insidioso plan skaven.

La Batalla del Paso de los Picos


Apoyado por las máquinas de guerra arcanas y las maquinarias de destrucción poseídas por demonios
de los Dawi-Zharr, Vardek Crom ha asaltado la línea de Enanos que defendía el Paso del Pico. A
pesar de sus heridas, Ungrim Puñohierro ha aguantado contra la masiva horda de guerreros kurgan y
Enanos deformes.

A pesar de que los cañones, cañones órgano, cañones lanzallamas y lanzavirotes de Karak-Kadrin se
cobraron un sangriento precio de la horda que cargaba, los saqueadores del Norte llegaron a miles
hasta la línea de los Enanos. Aunque estaban confinados entre los propios muros del paso, el peso de
su número empezó a decantar la balanza, obligando a los Enanos a retroceder. A medida que se
ampliaba el paso, los guerreros a caballo cargaron contra los flancos del ejército enano y atacaron a
las máquinas de guerra de apoyo. Con la ruta de retirada a Karak-Kadrin cerrándose rápidamente, el
Rey Puñohierro se vio obligado a retirarse del combate.

Interesado tan solo en abrirse camino hasta el Imperio, Crom ignoró a los Enanos que retrocedían
hacia el Norte y avanzó hacia las colinas al extremo del Paso del Pico. Más allá están las tranquilas
tierras de Sylvania, desconocidas por los hombres del Norte, que piensan que es un reino rico y listo

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para ser saqueado.

Mientras Ungrim oía cerrarse de nuevo las grandes puertas de Karak-Kadrin, ya le traían noticias de la
muerte de su hijo, Garagrim. Esto fue ya demasiado como para soportarlo y, aunque la deuda
ancestral hacia su gente había sido pagada, Ungrim renovó de nuevo su juramento de matador y
prometió vengar a su hijo caído y compensar a su pueblo por su derrota. Fue un amargado rey el que
se sentó ominosamente sobre el trono de hueso de dragón de Karak-Kadrin esa noche.

La Cacería de Orión
Mientras los vientos se vuelven fríos y los primeros dedos del otoño atrapan partes de Athel Loren,
Orión empieza a cansarse de la cacería. Se ha retirado a la Gran Sala para festejar y celebrar sus
grandes victorias del verano, sus gestas contadas ahora de nuevo en las canciones y danzas de sus
vasallos. El invierno llega pronto trayendo el Tiempo de Morir y, antes de que el frío contacto de la
nieve caiga sobre el bosque místico de Athel Loren, Ariel doblega su voluntad para curar las tierras
arrasadas por los Hombres Bestia.

El bosque mismo ha reclamado muchas víctimas; la sangre y la carne de los mutantes caídos alimenta
el suelo mágicamente cargado de Athel Loren. Las hechizantes melodías de las dríadas y los
profundos murmullos de los hombres árbol resuenan en los agujeros de los árboles, cantando
canciones sobre las inacababes depredaciones sufridas a manos de la raza de Morghur y la alegría de
la victoria.

Pero entre las sombras aún acechan unas pocas bestias deformes, temerosas de los árboles y los
sombríos guerreros que se ocultan entre ellos, pero con un odio ancestral ardiendo en sus corazones.
Vencidas y derrotadas por la furia de los Elfos Silvanos, se deslizan en silencio entre las piedras
guardián, descargando su mezquina cólera en los campesinos y el ganado mientras se retiran de
vuelta a Las Cuevas y al Bosque de Chalons. Pasará el tiempo antes de que vuelvan a arder
furiosamente los fuegos en las piedras de manada, pues hay cientos de partidas de guerra que ya no
volverán a luchar, docenas de chamanes que no volverán a traer las bendiciones de los dioses. Pero
Morghur sigue en pie y, mientras él viva, las bestias volverán siempre sus ojos celosos hacia el reino
encantado de Athel Loren.

La Conquista de Anah-Kehzzar
Los Reyes Funerarios han reclamado las tierras perdidas por muchas leguas al norte del Río Mortis.
Legiones de centenares de guerreros se alzan en las viejas ruinas de los puestos avanzados de
Nehekhara listas para actuar, mientras los buitres y los lobos se alimentan de los cadáveres de los
Orcos y otros usurpadores de las Tierras Yermas.

Estas tierras, conocidas en la lengua de Khemri como Anah-Kehzzar, no son más que las cáscaras
destrozadas de su antigua gloria. La mayoría de las tumbas yacen vacías o aquellos que descansan
en su interior no se revuelven ante la llamada de los sacerdotes funerarios. Al yacer más allá de los
antiguos límites de Nehekhara, los reyes y príncipes enterrados en Anah-Kehzzar no se vieron apenas
afectados por el gran conjuro desencadenado por Nagash y aún descansan en el abrazo de la muerte.

Al no recibir respuesta a su reto, Settra se ha retirado de Nagashizzar, consciente de las fuerzas que
se reúnen en las costas del Mar Amargo. Se ha dejado una guardia en la antigua ciudadela, para estar
al tanto de cualquier indicio de que sus oscuros habitantes se preparan una vez más para
desencadenar su maldad sobre el mundo.

La Limpieza del Mar de las Garras


Los Norses hablarán por muchas generaciones del Fantasma Blanco, el Espectro Marino, la Niebla
con Colmillos. El Señor de los Mares Aislinn y sus guerreros de Lothern han sido despiadados en sus
patrullas del Mar de las Garras, en las que han asesinado a miles de guerreros destinados a las costas

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de Nordland y Kislev.

No se sabe con seguridad si Aislinn y su flota han vuelto a Ulthuan, donde se los necesita para apoyar
la guerra contra los Druchii. El terror que inspira entre las tribus norses la posibilidad de que aún esté
acechando entre las olas es suficiente por ahora para que los mares permanezcan libres de sus
barcoluengos. Cuanto tiempo dure este miedo es algo que no puede decirse y tal vez el próximo
verano ya se echen amargamente de menos las Naves Halcón y las Naves Dragón de Ulthuan.

Sangre en la Jungla
El combate en Lustria ha sido encarnizado y ni el culto de Slaanesh liderado por Morathi ni sus aliados
Hung han tenido éxito en su ataque a las ciudades templo. Por su parte, los saurios y eslizones que
protegen a los Slann han combatido sin cesar, acosando a los atacantes desde las junglas y utilizando
los ríos y marismas para interceptar y emboscar a sus enemigos.

Morathi ha oído rumores de que Hellebron está actuando contra el templo de Slaanesh que se
encuentra en Naggarond y va a volver a la capital de Naggaroth para enfrentarse al reto de la reina
bruja. Es probable que el encuentro sea sangriento, ya que los seguidores de ambas sectas desean
acabar con sus rivales. Podría incluso estallar una guerra civil en potencia si la situación no vuelve a
ponerse bajo control.

Pequeñas partidas de Elfos Oscuros han huido hacia el Norte, algunos de ellos llevando consigo
cofres de oro y gemas, pero muy pocos de los artefactos sagrados de los Ancestrales. Los Slann,
aliviados de la carga de proteger estas herencias de valor incalculable, pueden volver sus mentes
hacia el portal caído del Norte una vez más y hacia la inundación de Caos en estado puro que está
contaminando el mundo.

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