Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ROL
FUNDAMENTAL DEL MAESTRO EN LA CULTURA WAYUU
Resumen
Se reconocen códigos ocultos en los objetos materiales de los wayuu que habitan la península
de La Guajira, Colombia, hablantes del wayuunaiki, lengua aglutinante de carácter polifónico,
filial lingüística Arawak. Esta cultura biodiversa, establece vínculos con su territorialidad y
corporeidad. Sus tradiciones orales de mayor importancia, los jayeechi -cantos y relatos
sagrados (mitos, cuentos, leyendas, poesías), soportados en el rol de la mujer transmisora de
tradiciones y de la E’irukuu que se hereda por línea materna, tienen relación y vínculo con lo
territorial y la corporeidad del ser wayuu, tales como la Susu -mochila-; kaasha -tambor-;
yonna -danza-; piichi -vivienda-.
Palabras clave: cultura wayuu, línea materna, mujer, península de La Guajiras, patrimonio
educativo.
Abstract
Hidden codes are recognized in the material objects of the Wayuu who inhabit the peninsula
of La Guajira, Colombia, speakers of Wayuunaiki, an agglutinating language of polyphonic
character, linguistic affiliate of Arawak. This biodiverse culture establishes links with its
territoriality and corporeality. Their most important oral traditions, the jayeechi -sacred songs
and stories (myths, tales, legends, poetry), supported by the role of the woman transmitter of
traditions and the E'irukuu that is inherited through the maternal line, are related and linked to
the territorial and corporeality of the Wayuu being, such as the Susu -backpack-; kaasha -
drum-; yonna -dance-; piichi -dwelling-.
Keywords: Wayuu culture, department of La Guajira, life stories of teachers, educational
heritage.
INTRODUCCIÓN
Esta disertación es el resultado de la praxis docente e investigativa llevada a cabo a través del
programa de licenciatura en Etnoeducación, ofrecido por la Universidad de La Guajira, en sus
diversas denominaciones, hoy Etnoeducación e interculturalidad; iniciativa que se constituye
en un espacio valioso para entender la palabra en su máxima expresión por parte de sus
hablantes, más allá del intercambio acomodado a la lengua hegemónica desde la praxis de la
yuxtalinealidad, que en su avance va dejando su propia estructura y significado originario,
para acomodarse a la estructura del castellano.
Desde nuestra mirada, impulsamos la idea de una escuela puente para la
preservación de la lengua y la cultura, forjadora de nuevos pensamientos y
conocimientos. En ese marco, surge de manera relevante, la estrategia pedagógica y
didáctica de Proyectos de aula comunidad -P-AC- en los contextos donde la diversidad
cultural es primacía y la escuela etnoeducativa resignifica sus procesos, lleva al aula
los aconteceres de la comunidad y da cabida a sus integrantes -mayores, autoridades
tradicionales, mamá, papá (Sánchez 2023).
Desde mediados del siglo pasado, investigadores como Álvarez (1984; 1985;
1995; 1989; 1990; 1991a; 1992b;), Ehrman S. (1972), Hildebrandt, M. (1965; 1966),
Múgica, C (1969), Olza, J. (1979; 1985), Olza y Jusayú (2012; 1986) y Goulet, J. y
Jusayú, M.A. (1978), han centrado su interés en estudiar el wayuunaiki. Por esta vía se
conocen algunos trabajos que pretenden dar cuenta de su gramática y fonología.
Entender esta lengua en su máxima expresión es una forma de concebir el
pensamiento desde una pedagogía crítica, que invite a una interculturalidad más
inclusiva para su fomento y revitalización, en primer lugar, se propone que, desde un
Museo Pedagógico en el Centro de Información para Grupos Étnicos -CIGE- de la
Universidad de La Guajira, se facilite, el aprendizaje de la lengua tanto como aporte al
acto de comunicación entre las personas y con otras comunidades, como también,
como garante transmisora de los saberes ancestrales que se vienen tejiendo desde los
tiempos primigenios, Green (2011, 65).
En esa perspectiva, se apoya la iniciativa de la Asociación de Jefes Familiares
Wayuu de la Zona Norte de la Alta Guajira Wayuu Araurayu con la puesta en marcha
de “La Casa del Pensamiento Irma Beatriz Iguarán” en Wüinpümüin “hacia el
camino de las aguas”, población de Nazareth, Alta Guajira, en memoria a su legado
como Maestra Ilustre, gestora y líder social, reconocida como tal, por la Red de
maestras de pueblos originarios, rurales, afrodescendientes y africanas, en el VI
Coloquio internacional de maestras, llevado a cabo en la Universidad de La Guajira en
2022.
El propósito de estos Museos Pedagógicos, se centra en sistematizar y
salvaguardar el wayuunaiki en su propia configuración por los mayores monolingües
wayuu, desarrollar epistémicamente aquellas expresiones que han caído en cambios de
significados por el bilingüismo colonial ostentado desde el Estado colombiano. De
igual manera, encontrar la historia y las herramientas pedagógicas en la educación
escolarizada iniciada desde la misión capuchina española y la educación propia.
Desde los avances de la licenciatura en Etnoeducación en la Universidad de La
Guajira y con el propósito de apartarnos de la monotonía de la enseñanza de la
gramática en esta lengua, se ha investigado y encontrado que las palabras tienen
historias cargadas de múltiples connotaciones y definiciones salidas del pensamiento
propio, configurados a partir de la ontología del universo wayuu con las deidades
primigenias, hasta la generación de los actuales expresivos, herederos de todo lo
existente.
Es así, como este trabajo inicia describiendo el aprendizaje del niño wayuu a
partir de los territorios y sitios lugarizados que semejan la Apain, la huerta wayuu,
donde se cuida, se nutre y se atienden los cultivos para la vida, en cuyo perímetro,
incrustan los jüitüleru’u intersticios de las cercas para cerrar los espacios abiertos y
proteger el cultivo (Iguarán 2021, 72). Esta afirmación contrasta la preparación y
rituales de construcción de la huerta con el cuerpo de la mujer, antes, durante y
después de la menarquia en la niña, el cuidado del bebé en su vientre hasta su
desarrollo. Describe los momentos de aprendizaje en cada espacio pedagógico tales
como las Piedras de Talüwanaluupa, el Salto de Uluipanalu’u, los Médanos de
Aleewalu’u, entre otros sitios de carácter natural y sagrado. Con esto se entiende que
la educación wayuu solo tiene una sola noción la de aprendizaje, ahora por el asunto
de la interculturalidad, se hace necesario introducir la de enseñanza y con ella el
sistema de escritura y lectura.
A través de la observación participante, la compilación y análisis de elementos
tangibles e intangibles, considerados "patrimonio vivo" (prácticas, expresiones,
saberes, técnicas, cosmovisiones, transmitidas de generación en generación) en este
territorio, se hará posible interpretar las perspectivas y el pensamiento crítico de los
etnoeducadores, así como el papel que han desempeñado las maestras en la
comunidad. En este contexto, es imperativo que los docentes hagan interpretaciones de
los lugares ancestrales con la finalidad de identificar las huellas y marcas dejadas por
sus ascendientes y contribuir con propuestas que permitan la pervivencia de la lengua
y su cultura. Además, se destaca la importancia de contrastar las prácticas
pedagógicas, reconocer las disparidades presentes en las formas de aprender y enseñar,
promover la interculturalidad y fomentar el diálogo de saberes, integrando la sabiduría
de las comunidades originarias al ámbito escolar.
DESARROLLO
Fuente: Ciudadela
Imagen 2. Casa del pensamiento “Irma Beatriz Iguarán”. Nazareth, Alta Guajira
Fuente: Ingeniero Carlos Celedón. Universidad de La Guajira. Tomado de página. Web institucional
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para la cultura wayuu los tejidos, constituyen reflexiones en torno a las cosas concepto, de esa
manera se toman como ejemplos entre los múltiples que existen:
El chinchorro, Iguarán (2010), en él, se pueden vislumbrar múltiples conceptualizaciones que
van desde lo corporal hasta lo territorial, es decir, existe una unidad entre la placenta, la
matriz de la mujer y el chinchorro que tiene dos maneras de referirse, el primero y el de
mayor peso es O’ulaa, proviene de Acho’unlaa, significa matriz o placenta. El otro es Süi,
objeto pasivo. En el achounlaa se concibe el niño desde su fecundación hasta su nacimiento y
en el avance de su desarrollo, van saliendo órganos que van adquiriendo el objeto material
Süi, que tiene un cuerpo, una cabeza, unos ojos, intestinos, ombligo, hígado y senos, son las
partes del chinchorro que es fundamental en la vida wayuu, pues es la cama, mecedora, mesa,
asiento de reflexión, lecho de los muertos.
El tambor ‘kaasha’ es otro objeto que identifica claramente la existencia de
cuatro generaciones milenarias tales como deidades primigenias en su circularidad,
representa la aréola luminosa que produce un eclipse total de sol o luna; las plantas, en
su estructura física; lo animal, en el cuero que cubre su redondez y, finalmente la
cuarta generación que es la persona que ejecuta el tambor. En este instrumento se
haya lo femenino en la pasividad del tambor, es decir, cuando no está en ejecución. Es
masculino cuando está en acción, manifestado por las dos baquetas que representan el
pene “jiera kaasha” el pene del tambor.
Los ejemplos anteriores dan fe de la cultura material e inmaterial de la cultura
wayuu, clave para comprender la complejidad de su entramado y base para la
formación de los niños y jóvenes desde el legado de sus ancestros.
CONCLUSIÓN
La propuesta de Museo Pedagógico reconfigurados y reconfiguradores del saber pedagógico,
se presenta como iniciativa innovadora y estratégica destinada a poner de manifiesto el
patrimonio cultural wayuu, posibilitando una comprensión más amplia y detallada, para la
cultura en general como para la escuela etnoeducativa en particular, lo cual facilitará un
análisis profundo y crítico de diversos aspectos que caracterizan la vida escolar en los
contextos de marcada ancestralidad.
La educación y la escuela desempeñan papeles fundamentales en la iniciativa
de los Museos Pedagógicos, al promover la comprensión cultural, la adaptación a los
cambios sociales y tecnológicos y la promoción de valores interculturales en contextos
globalizados. Se busca fomentar una actitud crítica, tolerante y abierta hacia la
diversidad cultural, preparando a los estudiantes para ser ciudadanos activos y
comprometidos en un mundo cada vez más interconectado. Se corrobora entonces, que
la escuela etnoeducativa contribuye con el fortalecimiento de los aprendizajes
contextualizados, haciendo uso de los recursos existentes en los entornos locales,
promoviendo un enfoque lúdico en los procesos de aprendizaje, adoptando flexibilidad
y dinamismo, y propiciando la eliminación de estereotipos y jerarquías preestablecidas
(Sánchez, 2020).
La función de la educación y la escuela en la iniciativa de los Museos
Pedagógicos se centra en la transferencia cultural, la formación dentro de los ideales
de la sociedad y la adaptación a los cambios históricos, tecnológicos y culturales en un
contexto globalizado. La educación se entiende como proceso de construcción
colectiva y horizontal; tanto maestros como estudiantes son protagonistas en la
generación de conocimientos. Se enfatiza en la necesidad de promover la
interculturalidad, la tolerancia hacia otras culturas y la crítica al etnocentrismo.
Su finalidad se centra en identificar las raíces histórico-culturales, promover el
reconocimiento cultural y explorar diversas formas de aprendizaje. En este contexto,
se desarrollan los Proyectos de Aula-Comunidad basados en una metodología que
incorpora la observación participante y la mediación intercultural, centrándose en las
necesidades locales tanto de estudiantes como de la comunidad. Se busca transformar
las percepciones de los espacios educativos, como el aula y fomentar la participación
de la comunidad en la formación de los estudiantes. Esta pedagogía, inspirada en
principios interculturales, tiene como objetivo la reafirmación y difusión de valores sin
desafiar la dinámica natural del desarrollo sociocultural.
REFERENCIAS