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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y


Administrativas

ENSAYO EL ERROR: FICCIÓN, MIEDO, DEBACLE

México, abril de 2024

LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN INDUSTRIAL

Programa académico de Gestión de riesgos.

Secuencia: 6AM58

ALUMNA: MARTINEZ BLANCAS STEPHANIE NEFERTARI.


Análisis del documental “El error de diciembre”
Autor: Martínez Blancas Stephanie Nefertari.

“La población general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe”
(Noam Chomsky). El inicio del último sexenio de Carlos Salinas de Gortari auguraba un
futuro prometedor para México, lo llamaron el milagro mexicano, se creía que estábamos
en la puerta del primer mundo con el tratado de libre comercio, adquiriendo relaciones
importantes con Estados Unidos y Canadá. A finales de 1993 y principios de 1994 México
contaba con una reserva internacional de 25 mil millones de dólares, teníamos precios
estables, la inflación había bajado de 51.6% a 8%, el mercado de valores crecía, se contuvo
la devaluación del peso frente al dólar, sin duda el contexto inspiraba confianza a los
inversionistas. Pero esto no duró para siempre, Pedro Aspe exsecretario de Hacienda
denominó los sucesos como alfileres con su icónica frase “La economía está sostenida por
alfileres”.

Durante el desarrollo del documental “El error”, se presentan los cuatro “alfileres” que
sostenían a la economía mexicana, el primer “alfiler” se presentó del 1 de enero de 1994
con el levantamiento en armas del ejercito zapatista y su declaración de guerra contra el
gobierno federal, el 14 de marzo de 1994 el secuestro del bancario Alfredo Harp Helú y el
inversionista Angel Lozada Morelos sumaron a los sucesos de este alfiler. Para esas fechas
aun el panorama no era tan sombrío, las reservas aumentaron a 26 mil millones de dólares,
la bolsa de valores iba al alza, el tipo de cambio se mantuvo en la banda de fluctuación, sin
embargo, no se consideró el gran riesgo e impacto que tendrían los tesobonos. Los
tesobonos eran instrumentemos de deuda de corto plazo que emitía el gobierno, pero su
riesgo recaía en el tipo de negociación el cual se realizaba en pesos y su denominación
estaba en dólares, esto significaba que es inversionista recibía su capital al tipo de cambio
del día, esto fue atractivo para los inversionistas y los tesobonos fueron en aumento.

El segundo “alfiler” apareció el 23 de marzo de 1994 con el asesinato de Luis


Donaldo Colosio Murrieta, ex diputado de México y aspirante a la candidatura de 1994, es
interesante y a la vez indígnate ver en el documental la forma de la que Carlos Salinas
expresa su pesar ante la muerte de Colosio ya que hay informes y testigos que aseguran
que Salinas estuvo involucrado en el asesinato. Salinas se preparaba para dejar el cargo,
mismo que se preveía entregara a Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, diversas voces
señalan que el discurso del candidato en el que dijo que veía "un México con hambre y sed
de justicia" provocó la ruptura entre los priistas.

Otros acontecimientos se sumaron, como lo fue la caída de las reservas con una pérdida
que sumaba más de 14 mil millones de dólares lo cual genero que los inversionistas
encontraran refugio en los tesobonos y estos aumentaron haciendo crecer a la par una
deuda, el banco de México optó por un modelo de banda cambiaria en el cual se inyectaban
dólares al mercado para mantener su precio dentro de la banda de fluctuación.

El tercer “alfiler” ocurrió a mediados de 1994 con el asesinato de José Francisco Ruiz
Massieu exsecretario general del PRI y la renuncia del responsable de economía Jorge
Carpizo, las reservas eran de 16 mil 139 millones de dólares, los tesobonos aumentaron 10
veces su valor y eran mayores a las reservas reflejando una diferencia significativa de 4 mil
329 millones de dólares. A esto se sumo la fuga de capitales haciendo que el Banco de
México comprara pesos mexicanos con tal de que la moneda mexicana no tuviera
variaciones grandes, las importaciones eran mayores que las exportaciones, la apuesta era
no devaluar y esperar a que el gobierno entrante se hiciera responsable de los hechos y
tomara las medidas necesarias.

El cuarto “alfiler”, llegó nueve meses después, cuando las reservas se redujeron a tan solo
12 mil millones de dólares y el efecto del error de diciembre apenas iniciaba, la disputa
política de devaluación entre Carlos Salinas y Ernesto Zedillo originaron el gran error. La
confusión de factores políticos, económicos, financieros y la situación internacional
provocaron incertidumbre y los inversionistas llevaron parte de su dinero a otros lugares,
para frenar esto México optó por elevar las tasas de interés, estrategia que claramente no
le funciono.

Ante la queja del gobierno entrante de la condición en la que Salinas había dejado las
finanzas públicas, prendida de alfileres, añadiendo a la frase que le atribuyen al exsecretario
de Hacienda, Pedro Aspe, fue aquello de “para qué se los quitan”.

Ernesto Zedillo inicio su sexenio con una fuga de 23 mil millones de dólares de capitales, la
gente comenzó a comprar dólares hasta vaciar el banco de México. La deuda de los
tesobonos era insostenible con un valor de 19, 316 millones de dólares, en las reservas
internacionales solo había 12, 500 millones de dólares, el banco de México había invertido
4,500 millones de dólares en ellos, es decir un 44% de las reservas internacionales fueron
destinadas a deuda de tesobonos. Fue la impericia del equipo entrante de Ernesto Zedillo
la que acabó por derrumbar el castillo de naipes salinista y el error de diciembre fue transitar
de un modelo de banda cambiaria a otro de libre flotación en el precio de la moneda sin que
los nuevos operadores tuvieran experiencia interna y confianza exterior para realizar
operación tan complicada.

Así, el "milagro mexicano" de inicios del año de 1994 se convirtió en el "error de diciembre"
del mismo año, dejando al país sumido en una profunda crisis económica y política al
comienzo del sexenio de Ernesto Zedillo. La frase de Pedro Aspe, "la economía está
sostenida por alfileres", tomó un nuevo significado, reflejando la fragilidad del sistema
económico mexicano en aquellos tiempos turbulentos.

Las “72 horas clave” del 19 de diciembre de 1994 fueron decisivas del futuro de la economía
mexicana, se llevo acabo una reunión con el exsecretario de Comercio y Fomento Industrial,
y de Hacienda y Crédito Público Jaime Serra Puche, Miguel Mancera exgobernador del
Banco de México, lideres del sector privado y de la Confederación de Trabajadores de
México (CTM), la economía mexicana estaba al borde del colapso y el expresidente Ernesto
Zedillo no pudo asistir a la reunión y con soberbia y falta de ética le dijo a su secretario de
gobierno que avisara que “el presidente estaba descansando y no podía ser molestado”. El
20 de diciembre de 1994 Jaime Serra Puche informa la medida desesperada de la reunión
llevada a cabo, en la cual se anuncia una depreciación del peso en un 15% sin un paquete
de medidas, esto trajo consigo una caída en bolsa de valores con 10.57% y se libera el tipo
de cambio, sin duda uno de los errores fue posponer la decisión de ajustar el tipo de cambio
y cuando ocurrió fue muy traumático.

La reforma económica fracasó, para finales de 1994 las reservas internacionales eran de 5
mil 854 millones de dólares frente a una deuda de 20 mil 947 millones de dólares en
tesobonos, México no tenía para pagar y era imposible liquidar esas cuentas. Los
problemas con las decisiones tomadas se convirtieron en una crisis. El país necesitaba una
salvación, para lo cual Estados Unidos era consiente de que el rescate internacional no era
un problema solo de México, el efecto tequila se hizo presente arrastrando a las monedas
y mercados financieros de otras economías. Si México no pagaba los tesobonos los que
iban a quebrar eran los fondos de Estados Unidos quienes habían invertido en estos
instrumentos y junto con ellos los ahorradores y pensionistas extranjeros. La crisis de
México podría ocasionar que la economía norteamericana se redujera hasta un -1.5%
anual. Ante esta situación el expresidente de Estados Unidos William Jefferson Clinton
reunió fondos para capitalizar a México.
Para el 30 de enero de 1995, México tenia 48 horas de vida, el 31 de enero el expresidente
Clinton actuaría sin la aprobación del capitolio y extendió una línea de crédito a México con
un valor de 50 mil 800 millones de dólares con el propósito de garantizar la estabilidad
cambiaria y financiera. Sin embargo, no todo era color de rosa, el crédito contraía una tasa
de interés demasiado alta en el préstamo con la finalidad de que México se viera obligado
a pagar rápidamente. Es decir, el gobierno mexicano acepto un trato inaceptable
considerando la situación en la que se encontraba. A pesar de esto, el gobierno de México
optó por atender el reclamo internacional que resolver el problema de estructura interna.

¿Qué hizo México con los fondos de la línea de crédito de Estados Unidos?, lo primero fue
pagar el dinero de las personas que emitieron tesobonos, tratar de rescatar el sistema
bancario y buscar la forma de abonar al préstamo recibido.

¿Cómo sería pagado el costo del préstamo? El plan de acción del gobierno fue un aumento
en los impuestos de los mexicanos, disminuir el gasto público y con esto sin duda retroceder
en la calidad de vida de la mayoría de ciudadanos. En una conferencia el expresidente
Ernesto Zedillo mencionó que “México enfrentaba un serio problema económico que
irremediablemente afectaría los niveles de vida de la población y exigirá que todos hagan
un esfuerzo adicional” y claro que ese “esfuerzo adicional” que él mencionaba no recaía en
todos, esferas privilegiadas no padecieron ante esto, un reporte del periódico “La Jornada”
de 1996, menciona que el expresidente Ernesto Zedillo percibía un salario neto de 59 mil
139.26 pesos mensuales sin duda alguna no creo que haya tenido que hacer un “esfuerzo
adicional” como lo hicieron la gran mayoría de familias mexicanas donde se veía un
contraste en el salario mínimo de un trabajador el cual rondaba en 20.15 pesos, esto
evidencia una distribución injusta de la economía en México.

Los problemas se hicieron evidentes y afectaron a los niveles de vida de la población,


mientras que le gobierno pagaba un costo político la población pagó un costo social y de
bienestar. El 30% de la población estaba en pobreza alimentaria y el 70% en pobreza
patrimonial, el desempleo y los suicidios iban en aumento, muchas familias perdieron sus
casas porque los bancos las remataban y esto no era reciente, se originó desde la
privatización de la banca con Carlos Salinas ya que los bancos fueron vendidos “al mejor
postor” y no a banqueros reales, eran casa bolseros con nula experiencia en la banca, y el
problema fue cuando los bancos generaron excesivos préstamos a los ciudadanos sin
comprobar su capacidad de pago, sumándole tasas de interés altas y móviles los cuales
fueron imposibles de pagar para los deudores.
La banca cayó ya que el ciclo económico se truncó, el banco opera de la siguiente manera:
Los ahorradores reúnen y resguardan su dinero en el banco el cual lo invierte en créditos
para deudores, el deudor pasa tasas de interés hasta liquidar el préstamo, finalmente el
banco devuelve el dinero a los ahorradores con un rendimiento y además el banco gana un
porcentaje. Pero el contexto del país generó que los deudores no pudieran pagar la deuda
y por consecuencia el banco no pudo pagar a los ahorradores. En ese momento las familias
estaban en bancarrota y los patrimonios de los ahorradores parecían perdidos. La gente se
ahogaba en deudas impagables.

Necesitábamos de un segundo rescate y la luz al final del túnel era el Fondo Bancario de
Protección al Ahorro (FOBAPROA), la idea era buena, salvar a los ahorradores, a los
deudores y por consecuencia a los banqueros, pero la corrupción se adueño del proyecto
y México terminó asumiendo la deuda de empresas y bancos que tenían y podían pagar un
crédito, Andrés Manuel López Obrador, presidente actual de México mencionó en su tiempo
que era inmoral salvar a quien podía ser salvado por si mismo. El FOBAPROA condenó de
tres generaciones mexicanas, tan solo su deuda ha costado alrededor del 20% del PIB.

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) es una de las páginas más


oscuras en la historia económica de México. Este esquema, creado en 1990, fue concebido
para rescatar a los bancos mexicanos en problemas financieros. Sin embargo, lo que
comenzó como un intento de estabilizar el sistema bancario se convirtió rápidamente en un
monumental fraude que pesaría sobre la economía del país durante años. Aunque fue
creado en 1990, éste no se activó hasta 1995. La temida crisis económica prevista para su
creación sí llegó, en 1994, mismo año en que Salinas salió del poder, así que fue su
sucesor, Ernesto Zedillo, el encargado de poner en marcha la creación de su antecesor. Es
así como el gobierno terminó comprando la deuda de los bancos por 552,300 millones de
pesos.

El contexto en el que se gestó el FOBAPROA se remonta a finales de la década de 1980 y


principios de la de 1990. Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, México estaba
inmerso en un proceso de liberalización económica y privatización de empresas estatales.
En este marco, se permitió la entrada de capitales extranjeros y se flexibilizaron las
regulaciones financieras, lo que llevó a un auge de préstamos y créditos por parte de los
bancos mexicanos.
Sin embargo, esta apertura económica también trajo consigo una serie de riesgos. Muchos
bancos, incentivados por la bonanza crediticia, otorgaron préstamos sin suficiente garantía
ni evaluación de riesgos. Como resultado, se generó una burbuja especulativa que estalló
a principios de la década de 1990, cuando la crisis económica internacional afectó a México
y se desató una ola de quiebras bancarias.

Ante esta situación, el gobierno de Salinas ideó el FOBAPROA como una medida de
emergencia para rescatar a los bancos en problemas. El fondo consistía en la creación de
deuda pública respaldada por el Estado, con el fin de absorber las pérdidas de los bancos
y evitar su quiebra. En teoría, este rescate bancario se justificaba como una medida para
proteger los ahorros de los ciudadanos y mantener la estabilidad financiera del país.

Sin embargo, en la práctica, el FOBAPROA se convirtió en un instrumento de corrupción y


complicidad entre el gobierno, los banqueros y los grandes empresarios. En lugar de sanear
el sistema financiero de manera transparente, el gobierno optó por socializar las pérdidas
bancarias, cargando al pueblo mexicano con una deuda multimillonaria cuyos beneficiarios
principales fueron los mismos banqueros irresponsables y sus asociados.

Una de las principales críticas al FOBAPROA fue la falta de transparencia en su


implementación. El rescate bancario se realizó de manera discrecional, sin rendición de
cuentas ni supervisión adecuada por parte de las autoridades. Además, se sospecha que
muchos de los préstamos otorgados a los bancos en problemas nunca fueron recuperados,
lo que aumentó aún más el costo para el erario público.

El impacto del FOBAPROA en la economía mexicana fue devastador. La deuda generada


por este esquema representó una carga significativa para las finanzas públicas, limitando
la capacidad del gobierno para invertir en áreas prioritarias como educación, salud e
infraestructura. Además, la falta de confianza en el sistema financiero ahuyentó la inversión
y frenó el crecimiento económico del país.
El fraude del FOBAPROA también tuvo un profundo efecto en la percepción de la
ciudadanía sobre la clase política y el sistema bancario. Muchos mexicanos percibieron el
rescate bancario como un acto de complicidad entre el gobierno y los banqueros, en
detrimento del bienestar del pueblo. Este sentimiento de indignación y desconfianza
alimentó el descontento social y contribuyó al descrédito de las instituciones
gubernamentales.

A pesar de las críticas y las protestas populares, el FOBAPROA fue finalmente aprobado
por el Congreso mexicano en 1998, convirtiéndose en una deuda pública que el país tuvo
que pagar durante años. Sin embargo, el legado del fraude del FOBAPROA perdura hasta
el día de hoy, como un recordatorio de los peligros de la corrupción, la opacidad y la falta
de responsabilidad en la gestión de los recursos públicos.

En conclusión, el FOBAPROA representa uno de los episodios más vergonzosos en la


historia económica de México. Lo que comenzó como un intento de rescatar al sistema
financiero se convirtió en un saqueo descarado del erario público, que dejó cicatrices
profundas en la economía y en la sociedad mexicana. Este fraude es un recordatorio de la
necesidad de una mayor transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en la
gestión de los recursos públicos, así como de la importancia de combatir la corrupción en
todas sus formas. El error de diciembre de 1994 en México, lo defino como un evento que
dejó una marca indeleble en la historia económica del país. Este episodio demostró de
manera contundente la importancia crucial de la identificación y gestión adecuada de los
riesgos en la toma de decisiones económicas y financieras.

En esencia, el error de diciembre fue el resultado de una serie de malas decisiones y una
gestión inadecuada de los riesgos. En los años previos a la crisis, México había
experimentado un período de crecimiento económico impulsado por políticas de apertura
comercial y financiera, así como por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). Sin embargo, este crecimiento no estuvo exento de riesgos, y el gobierno no fue
capaz de identificar y mitigar adecuadamente estos riesgos.
Uno de los principales factores que contribuyeron al error de diciembre fue la
sobrevaloración del peso mexicano. El gobierno, en un intento por mantener el valor de la
moneda frente al dólar estadounidense, había implementado un régimen de tipo de cambio
fijo conocido como "banda de fluctuación". Sin embargo, esta política generó una falsa
sensación de estabilidad y atrajo inversiones especulativas que no estaban respaldadas
por fundamentos económicos sólidos.

Además, el gobierno mexicano había acumulado una gran cantidad de deuda en forma de
"tesobonos", instrumentos de deuda denominados en dólares, pero pagaderos en pesos
mexicanos. Esta estructura de deuda era extremadamente vulnerable a los cambios en el
tipo de cambio, ya que cualquier devaluación del peso aumentaría automáticamente el
costo de servicio de la deuda.

Cuando la economía mexicana comenzó a mostrar signos de debilitamiento a mediados de


1994, incluida una creciente inflación y un déficit en la cuenta corriente, los inversionistas
comenzaron a dudar de la capacidad del gobierno para mantener la paridad del peso. Esto
desencadenó una salida masiva de capitales y una especulación en contra del peso, lo que
llevó a una devaluación abrupta y desordenada de la moneda en diciembre de 1994.

La crisis resultante fue devastadora para la economía mexicana. El peso se devaluó en más
del 50% frente al dólar en cuestión de días, lo que provocó una crisis bancaria, una recesión
económica y una pérdida masiva de empleos. Además, la devaluación del peso aumentó
dramáticamente el costo de la deuda denominada en dólares, lo que llevó al gobierno a
renegociar su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a implementar medidas
de austeridad draconianas.

El error de diciembre de 1994 dejó una serie de lecciones importantes sobre la identificación
y gestión de riesgos en la toma de decisiones económicas. En primer lugar, resalta la
importancia de una evaluación adecuada de los riesgos y la adopción de políticas
económicas prudentes y fundamentadas en datos. El gobierno mexicano subestimó los
riesgos inherentes a su política cambiaria y de endeudamiento, lo que exacerbó la gravedad
de la crisis.

En segundo lugar, el error de diciembre subraya la necesidad de transparencia y


responsabilidad en la gestión de los asuntos económicos y financieros. La falta de
información clara y precisa sobre la situación real de la economía mexicana contribuyó a la
incertidumbre y la especulación, lo que a su vez intensificó la crisis.

Finalmente, el error de diciembre destaca la importancia de contar con mecanismos


efectivos para la gestión de crisis y la respuesta rápida y coordinada ante eventos adversos.
La respuesta del gobierno mexicano ante la crisis fue tardía e improvisada, lo que exacerbó
los efectos negativos y prolongó la recuperación económica.

En conclusión, el error de diciembre de 1994 en México fue un recordatorio doloroso de las


consecuencias devastadoras de una gestión inadecuada de los riesgos económicos y
financieros. Esta crisis dejó claro que la identificación y gestión de riesgos son
fundamentales para garantizar la estabilidad y el crecimiento económico sostenible, y que
las lecciones aprendidas de este episodio deben ser tenidas en cuenta para evitar errores
similares en el futuro.

Por último, me gustaría agregar mi opinión respecto al actual gobierno de Andrés Manuel
López Obrador y como ha sido el proceso de identificación y gestión de riesgos. Sin duda
alguna, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido objeto de un amplio
debate y análisis desde su llegada al poder en diciembre de 2018. En términos de gestión
de riesgos en el ámbito económico, su administración ha mostrado algunas características
y enfoques particulares.

En primer lugar, es importante reconocer que el gobierno de AMLO ha implementado una


serie de programas y políticas sociales con el objetivo de reducir la desigualdad y la pobreza
en México. Estas medidas, como los programas de becas para jóvenes, las pensiones para
adultos mayores y la creación de empleos a través de proyectos de infraestructura, están
dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la población.

Sin embargo, estas políticas también han generado preocupaciones en cuanto a su


sostenibilidad financiera a largo plazo. El aumento del gasto público y la falta de claridad
sobre cómo se financiarán estos programas han generado incertidumbre entre los
inversionistas y los mercados financieros. Esto se refleja en la depreciación del peso
mexicano y la volatilidad en los mercados bursátiles durante el primer año de gobierno de
AMLO.

Otro aspecto relevante es la relación del gobierno de AMLO con el sector empresarial. Si
bien ha buscado promover una mayor participación del Estado en la economía y ha criticado
abiertamente a empresarios considerados como parte de la "mafia del poder", también ha
mantenido un diálogo con otros sectores empresariales y ha tratado de promover la
inversión privada en proyectos clave como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

Sin embargo, la gestión de riesgos en estos proyectos ha sido objeto de críticas. La falta de
estudios de factibilidad claros y la posibilidad de enfrentar problemas ambientales y sociales
han generado preocupaciones sobre la viabilidad y el impacto de estas mega obras a largo
plazo. Además, la renuencia del gobierno a aceptar la participación de inversores privados
en algunos proyectos ha elevado el riesgo de que estos se conviertan en cargas financieras
para el Estado.

En cuanto a la política monetaria y fiscal, el gobierno de AMLO ha mantenido una postura


conservadora en términos de manejo de la deuda y la inflación. Ha buscado mantener la
estabilidad macroeconómica y ha evitado medidas que pudieran generar una crisis similar
al error de diciembre de 1994. Sin embargo, algunas decisiones, como la cancelación del
Nuevo Aeropuerto

Internacional de México (NAIM) en Texcoco y la reorientación de recursos hacia proyectos


de infraestructura considerados como prioritarios por el gobierno, han generado
preocupaciones sobre el manejo adecuado de los recursos públicos y la posibilidad de
aumentar el endeudamiento del país.

En resumen, la gestión de riesgos en el tema económico por parte del gobierno de Andrés
Manuel López Obrador ha sido objeto de críticas y elogios. Si bien ha buscado impulsar
políticas orientadas a reducir la desigualdad y promover el desarrollo económico, la falta de
claridad en la implementación de estas políticas y la renuencia a aceptar la participación
del sector privado en algunos proyectos clave han generado incertidumbre en los mercados
financieros y en la economía en general. A medida que el gobierno avanza en su mandato,
será crucial que tome medidas para abordar estas preocupaciones y fortalecer la confianza
tanto de los inversionistas como de la población en general.
BIBLIOGRAFÍA

ADN OPINIÓN. (2018, 13 de marzo). Error de diciembre (Documental) [Archivo de video].


YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=iSpU-v1rjhE

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-807596

https://www.jornada.com.mx/1999/08/02/expediente.html

https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Economia-prendida-de-alfileres-20220921-
0095.html

https://politica.expansion.mx/mexico/2024/03/23/quien-mato-luis-donaldo-colosio

https://elpais.com/mexico/2024-01-30/un-complot-y-un-segundo-tirador-la-fiscalia-derriba-
la-teoria-de-que-mario-aburto-actuo-en-solitario-para-asesinar-a-luis-donaldo-colosio.html

https://politica.expansion.mx/mexico/2023/06/07/que-es-el-fobaproa

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