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Instituto Superior Nº 25
Recién hacia finales del siglo XIX, Thomson demostró que los rayos catódicos se desviaban en un
campo eléctrico.
En la figura vemos un esquema de un tubo de rayos catódicos a los cuales se les ha aplicado un
campo eléctrico, observándose que los rayos se desvían hacia la placa positiva.
En algunos experimentos se colocaron, por fuera del tubo de rayos catódicos, dos placas cargadas
eléctricamente y un electroimán. Cuando se conecta el campo magnético y el campo eléctrico
permanece desconectado, los rayos catódicos alcanzan el punto A del tubo. Cuando está
conectado solamente el campo eléctrico, los rayos llegan al punto C. Cuando tanto el campo
magnético como el eléctrico están desconectados, o bien cuando ambos están conectados pero se
balancean de forma que se cancelan mutuamente, los rayos alcanzan el punto B. De acuerdo a la
teoría electromagnética, un cuerpo cargado, en movimiento, se comporta como un imán y puede
interactuar con los campos magnéticos y eléctricos que atraviesa. Debido a que los rayos catódicos
son atraídos por la placa con carga positiva y repelidos por la placa con carga negativa, deben
consistir en partículas con carga negativa. Actualmente, estas partículas con carga negativa se
conocen como electrones.
e
1,76 . 10 8 C / g
m
ausencia de campo eléctrico o aplicando diferentes intensidades de campo eléctrico. Los valores
de carga obtenidos fueron múltiplos de 1,6 x 10-19 Coulombios, por lo cual dedujo que esa era la
carga de un electrón, ya que podían adherirse a la gota de aceite uno o más de ellos. Así el valor
de la carga del electrón determinado por Millikan fue de:
e 1,6 . 10 19 C
A partir de la cual fue posible determinar la masa del electrón:
Radiactividad
La desintegración o descomposición de las sustancias radiactivas, como el uranio, produce tres
tipos de rayos diferentes, según puede observarse en la figura:
Rayos alfa (): constan de partículas cargadas positivamente, que se apartan de la placa
cargada positivamente. Más tarde (Chadwick, 1932) se demostró que estas
partículas constaban de dos protones y dos neutrones, o sea que son núcleos
de átomos de Helio.
Rayos beta (): son electrones y se alejan de la placa cargada negativamente.
Rayos gamma (): son rayos de alta energía, no presentan carga y por ello no les afecta un
campo externo.
Experiencia de Rutherford
En 1910, Ernest Rutherford, junto a otros científicos, efectuaron una serie de experimentos
haciendo impactar rayos en láminas muy delgadas de oro y otros metales. Ellos observaron que
la mayoría de las partículas atravesaban la lámina sin desviarse, o bien se desviaban
ligeramente. De vez en cuando, algunas
partículas eran desviadas de su
trayectoria con un gran ángulo, y ¡en
algunos casos, las partículas regresaban
por la misma trayectoria hacia la fuente
radiactiva! Éste fue el descubrimiento más
asombroso ya que según el modelo
atómico de Thomson, la carga positiva era
tan difusa que se esperaría que las
partículas atravesaran la lámina sin
desviarse o con una desviación mínima.
Tiempo después Rutherford pudo explicar
los resultados del experimento utilizando
un nuevo modelo de átomo, en el cual la
mayor parte del mismo debe ser un
espacio vacío. Esto explica porque la Experimento de Rutherford y colaboradores
Espectroscopía
La luz, como la que emite el sol o una bombita incandescente, es una
forma de energía radiante. Cuando se hace pasar a través de un prisma
la luz blanca, ésta se separa en un espectro continuo o arcoiris de
colores. Los diferentes colores de la luz indican cantidades distintas de
energía radiante. La luz azul contiene más energía que la luz roja de la
misma intensidad.
Además de la luz visible existen otras formas de energía radiante, como los rayos gamma, la
radiación ultravioleta y la radiación infrarroja. Todas estas formas de energía radiante, o radiación
electromagnética, viajan por el espacio a razón de 3x10 8 m/s: la velocidad de la luz. Este tipo de
radiación viaja en ondas. La distancia entre crestas (o cualquier otro punto equivalente) se
denomina longitud de onda y se representa mediante la letra griega (lambda). El número de
crestas que pasan por un punto determinado en un segundo recibe el nombre de frecuencia, y se
representa por la letra griega (un). La velocidad de la onda se obtiene multiplicando la longitud de
onda por la frecuencia. En el caso de las radiaciones electromagnéticas, la velocidad de la onda se
representa por la letra c, y como hemos dicho tiene un valor de 3x10 8 m/s.
. c 3x108 m / s
en unidades :
m. 1 / s m / s
Las radiaciones que emiten una sola longitud de onda se denominan monocromáticas. La mayoría
de las fuentes de radiación comunes, incluidas las estrellas y las bombillas, producen radiación que
contiene muchas longitudes de onda distintas. Si separamos en sus diversos componentes de
longitud de onda la radiación de tales fuentes, obtenemos un espectro.
La luz visible abarca tan sólo una pequeña fracción del espectro electromagnético total. Nuestros
ojos perciben longitudes de onda que van desde los 400 nm (luz violeta) hasta los 750 nm (luz
roja).
La longitud de onda y la frecuencia son magnitudes inversamente proporcionales, a medida que
aumenta la longitud de onda disminuye la frecuencia.
Veamos las frecuencias correspondientes a los extremos de la luz visible:
Para la luz violeta, de longitud de onda 400 nm = 4x10 -7 m, le corresponde una frecuencia
que se calcula según:
c 3x108 m
c . s 0,75 x1015 1 7,15 x1014 Hertz
7
4 x10 m s
Para la luz rojo, cuya longitud de onda máxima es 750 nm = 7,5x10 -7 m, le corresponde
una frecuencia:
c 3x10 8 m
c . s 0,4 x1015 1 4 x1014 Hertz
7
7,5 x10 m s
Vemos entonces que la frecuencia disminuyó de 7,5x10 14 Hertz hasta 4x1014 Hertz.
Como hemos visto, la luz blanca se descompone produciendo un espectro continuo con
frecuencias comprendidas entre 4x10 14 Hertz y 7,5 x1014 Hertz. Pero no todas las fuentes de
radiación producen un espectro continuo.
El vapor de sodio produce una luz amarilla característica de algunos sistemas de alumbrado
público. Otras sustancias químicas emiten luz de colores diferentes.
Si la luz de una llama producida por el calentamiento de una sustancia química se hace pasar a
través de un prisma, sólo se observarán líneas coloridas angostas en vez del espectro continuo que
se observa cuando se hace pasar luz blanca por el prisma. Cada línea corresponde a luz de
energía y frecuencia definida. El patrón específico de líneas coloridas y frecuencias emitidas por
cada elemento, es decir su espectro de líneas, es una propiedad característica del elemento. El
espectro de líneas permite identificar a un elemento y se utiliza un instrumento denominado
espectroscopio para observar este espectro.
Las mediciones hechas en la última parte del siglo XIX, mostraron que la cantidad de energía
radiante que emitía un objeto a una cierta temperatura, dependía de su longitud de onda. Pero las
explicaciones a este fenómeno no eran satisfactorias a la luz de la física clásica.
La física clásica asumía que los átomos y las moléculas emitían o absorbían cualquier cantidad de
energía radiante. El físico alemán Max Planck resolvió el problema al proponer que los átomos y las
moléculas emitían o absorbían energía sólo en cantidades discretas, como pequeños paquetes. A
la mínima cantidad de energía que se podía emitir o absorber en forma de radiación
electromagnética, Planck la llamó cuanto. La energía de un solo cuanto de energía está dada por:
E h.
dónde h es la constante de Planck, cuyo valor es de 6,63x10-34 J s, y es la frecuencia de la
radiación.
Según la teoría de Planck la energía siempre se emite o absorbe en múltiplos de h, por ejemplo
h,2 h,3 h, etc.. Decimos que las energías permitidas están cuantizadas, o sea que sus valores
están restringidos a ciertas cantidades. La revolucionaria propuesta de Planck resultó ser correcta y
se le galardonó con el Premio Nobel de Física en 1918 por su trabajo sobre la teoría cuántica.
El efecto fotoeléctrico
Algunos años después de que Planck presentara su teoría, los científicos comenzaron a percibir su
aplicabilidad. En 1905 A. Einstein usó la teoría cuántica de Planck para explicar el efecto
fotoeléctrico, que se ilustra en la figura. Se había observado que la incidencia de luz sobre una
superficie metálica limpia hace que la superficie emita electrones. Para cada metal hay una
frecuencia mínima de luz por debajo de la cual no se emiten electrones.
Para explicar el fenómeno fotoeléctrico Einstein supuso que la energía radiante que incidía sobre la
superficie metálica es una corriente de diminutos paquetes de energía. Cada paquete de energía
se comporta como una pequeñísima partícula de luz y se denomina fotón. Extendiendo la teoría
cuántica de Planck, Einstein dedujo que cada fotón debía tener una energía proporcional a la
frecuencia de la luz E = h.. Así, también la energía radiante está cuantizada.
Sin embargo, la teoría de Einstein de la luz presenta un dilema ¿es la luz una onda o se compone
de partículas? Hasta la fecha la única forma de resolver el dilema es considerar que la luz posee
propiedades tanto de onda como partículas. Se considera así la naturaleza onda-corpuscular de
la luz.
El principio de incertidumbre
Para describir el problema que significa localizar una partícula
subatómica, Heisenberg formuló una teoría que ahora se conoce como
principio de incertidumbre de Heisenberg: es imposible conocer con
certeza el momento p (masa por velocidad) y la posición de una partícula
simultáneamente.
electrónica, es decir en zonas de alta densidad electrónica es posible que se halle un electrón. Se
define entonces como orbital a una zona del espacio dónde es posible encontrar un electrón.
Podemos entonces ejemplificar la evolución de los modelos atómicos con la siguiente figura:
Schrödinger (1926)
(modelo de nube de
electrones)
Cada nivel posee una cantidad determinada de subniveles, según se indica en la siguiente
tabla:
Nivel Subniveles
1 s
2 s p
3 s p d
4 s p d f
5 s p d f
6 s p d f
Los orbitales que tienen el mismo valor de n, reciben el nombre de "nivel" y los orbitales que
tienen igual n y l, "subnivel".
Por ejemplo, si tenemos un elemento químico en que su último orbital es el 2p: el número
cuántico principal sería 2 y el número cuántico secundario ( l) sería 1, ya que si nos fijamos en
la tabla p=1.
Otro ejemplo: si tenemos un elemento químico en que su último nivel es el 3d, el n = 3 y el l = 2.
Dentro de cada subnivel hay diferentes orientaciones, y para cada orientación hay un orbital, según
la siguiente tabla:
Cantidad de
orientaciones
Subnive
l (ele) Forma del orbital Designación de los orbitales
l =
número de orbitales
s 0 1 Esfera No hay distinción, es sólo una
p 1 3 Mancuerna px, py, pz
d 2 5 Trebol 4 hojas d1, d2, d3, d4, d5
f 3 7 Moño o lazo f1, f2, f3, f4, f5, f6, f7
Se ilustran a continuación los subniveles (subshell) s, p y d.
Otra forma de representar a los orbitales, en este caso sin respetar la forma de los mismos, es a
través de pequeños rectángulos, cada uno de los cuales representa un orbital:
En los átomos polielectrónicos, la energía de los electrones no es la misma para un mismo nivel.
Dentro de cada nivel, la energía aumenta en el orden s p d f. Los electrones resultan
atraídos por los protones del núcleo. En los átomos con muchos electrones, es sabido que los
electrones más cercanos al núcleo ejercen un efecto de pantalla con respecto a los demás. Esto
altera en alguna medida los niveles energéticos de los electrones, así podemos observar que los
electrones que pertenecen al orbital 4s, poseen menor energía que los que pertenecen a los
orbitales 3d.
Los electrones en los átomos ocupan siempre los subniveles vacíos de menor energía, por ese
motivo el subnivel 4s se ocupa primero que el 3d. En general el llenado de los subniveles podemos
memorizarlo según el siguiente diagrama de Möeller, también llamado “diagrama de lluvia”:
Ejemplo:
a) N h) Sr
b) P i) Au
c) Ar j) Be
d) Ti k) Xe
e) V l) K
f) Ge m) S
g) Br n) Sb
a) F-1
b) Ca +2
c) O-2
d) Co+3
e) Fe+2
f) N-3
g) Na+1
1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p1
Ya que el kriptón es el gas noble más cercano que antecede al indio, se utiliza el símbolo [Kr] para
la abreviación, y se tiene su configuración electrónica de kernel:
Electrón Diferencial
Se denomina electrón diferencial al último electrón que se coloca en la secuencia de la
configuración electrónica. Este puede ser identificado por sus cuatro números cuánticos.
La información del electrón diferenciador nos proporciona el número atómico del elemento.
Electrones de Valencia
Son todos los electrones que se en encuentran en el nivel más alto de energía.
Ejemplo: un átomo con 8 electrones (Z = 8), tiene una configuración electrónica 1s 2 2s2 2p4 , los
números cuánticos correspondientes se obtienen al analizar al último electrón de la configuración;
Elemento n l m s
Na
Ne
Cr
Zr
Ni
Pt
Los Grupos 1, 2, 13, 14, 15, 16 y 17 contienen elementos que están completando los subniveles s,
y p, y son los denominados elementos representativos (en color verde en la Figura).
Los Grupos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12 contienen los elementos que están completando un
subnivel d, y son los denominados elementos de transicisión (en color amarillo en la Figura).
En la parte inferior de la Tabla aparecen los elementos de transición interna que completan
orbitales f.
En el Grupo 18 (en algunas Tablas aparece como Grupo VIIIA) se hallan los gases, nobles, raros o
inertes, los cuales poseen 8 electrones en su último nivel, ecepto el Helio que posee sólo 2.
Radio atómico
Analizando las densidades electrónicas radiales en gases nobles, los científicos han hallado que en
el caso del Neón el primer nivel de electrones se halla mucho más cerca del núcleo que en el caso
del Helio.
Veamos, el Helio posee sólo 2 electrones en el primer nivel, mientras que el Neón posee 2
electrones en el primer nivel y 8 en el segundo. A su vez el He posee 2 protones en su núcleo
mientras que el Neón posee 10 protones. Por ello los 2 electrones de la primera capa del Neón son
atraídos hacia el centro por una carga positiva mucho mayor que en el caso del Helio, esto explica
el hecho que dicha capa se halle más próxima al centro. Se ha encontrado asimismo, que la capa
1s del Argón está más próxima al núcleo que en el caso del Neón, por la misma razón antedicha.
Una consecuencia del modelo de la mecánica cuántica es que un átomo no tiene una frontera bien
definida. No obstante los científicos se han valido de diversos métodos para estimar el radio
atómico. Uno de los métodos más sencillos consiste en medir la distancia que separa a dos
átomos adyacentes de la misma especie y dividir por dos.
Por ejemplo, la distancia entre dos átomos de Fe es de 2,48 por consiguiente podemos imaginar al
átomo de Fe como una esfera de radio 1,24 Å.
Los radios atómicos nos permiten predecir las longitudes de los enlaces con bastante
aproximación. La longitud de enlace C—C es de 1,54 Å, lo que implica un radio de 0,77 Å. En el
caso de la molécula de Cl2 el enlace Cl—Cl es de 1,99 Å, por lo que se asigna un radio de 0,99 Å al
Cl. En el compuesto CCl4 la longitud de enlace es de 1,77 Å, muy cercana a la suma (0,77 Å+0,99
Å) de los radios atómicos del C y del Cl.
En la Figura vemos una Tabla Periódica simplificada en la cual se indican los sentidos de
crecimiento o decrecimiento del radio atómico, las cuales se resumen según:
1) Dentro de cada columna (Grupo) el número tiende a aumentar conforme bajamos por la
columna.
2) Dentro de cada fila (Período) el radio atómico tiende a disminuir conforme nos movemos
de izquierda a derecha.
Al aumentar el número cuántico principal (de arriba hacia abajo en cada Grupo) aumenta el tamaño
del orbital.
Al movernos horizontalmente, el número de electrones internos no cambia, mientras que la carga
nuclear aumenta, eso genera una contracción de las capas (o niveles) internos. Los electrones
externos, que balancean los protones, se ubican entonces en posiciones más cercanas al núcleo.
Potencial de ionización
Afinidad electrónica
La mayor parte de los átomos puede ganar electrones para formar iones con carga negativa. El
cambio de energía que ocurre cuando se agrega un electrón a un átomo gaseoso se denomina
afinidad electrónica porque mide la atracción, o afinidad, del átomo por el electrón añadido. En
casi todos los casos se libera energía cuando se añade un electrón.
Por ejemplo:
Cl(g) + ē Cl- E = -349 KJ/mol
El signo negativo en E indica que se libera energía. La afinidad electrónica, entonces, mide la
facilidad con que un átomo gana un electrón.
Electronegatividad
Definimos la electronegatividad como la capacidad de un átomo en una molécula para atraer
electrones hacia sí mismo. Cuanto mayor sea la electronegatividad mayor será la capacidad para
atraer electrones.
El Flúor es el elemento más electronegativo, con una electronegatividad de 4,0. El elemento menos
electronegativo es el Cesio con una electronegatividad de 0,7.
Dentro de cada período hay una tendencia al aumento de la electronegatividad de izquierda a
derecha, es decir, aumenta de los elementos más metálicos a los más no metálicos. En cada grupo
la electronegatividad disminuye al aumentar el número atómico, es decir de arriba hacia abajo.
Aumento de la electronegatividad