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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONÍA PERUANA

FACULTAD DE INGENIERÍA QUÍMICA


PLAN DE CLASE Nº 06
ASIGNATURA: QUIMICA GENERAL I
COMPETENCIA II. ESTRUCTURA ATOMICA, TABLA PERÍODICA, ENLACE
QUÍMICO

I. DATOS GENERALES

TEMA: ESTRUCTURA ATOMICA: MODELOS ATÓMICOS

DURACIÓN: 180 minutos

DOCENTE: Lastenia Ruiz Mesía

II. COMPETENCIA II: Analiza e interpreta correctamente la evolución


de las teorías, modelos atómicos y la configuración electrónica de los
elementos químicos.

ESTRUCTURA ATÓMICA
La idea del átomo surge en Grecia, 500 años antes de cristo, donde
los filósofos griegos, Leucipo y Demócrito, sostuvieron que la materia
estaba formada por muchas partículas pequeñas e indivisibles que
llamó átomos (que significa indestructible o indivisible era
indestructible).
Las evidencias experimentales de algunas investigaciones científicas
apoyaron el concepto del “atomismo”, lo que condujo, de manera
gradual, a las definiciones modernas de elementos y compuestos. En
1808, el científico inglés, profesor
John Dalton, formuló una definición precisa de las unidades
indivisibles con las que está formada la materia y que llamamos
átomos.
El trabajo de Dalton marcó el principio de la era de la química
moderna. Las hipótesis sobre la naturaleza de la materia, en las que
se basa la teoría atómica de Dalton, pueden resumirse como sigue:
1. Los elementos están formados por partículas extremadamente
pequeñas llamadas átomos.
2. Todos los átomos de un mismo elemento son idénticos, tienen
igual tamaño, masa y propiedades químicas. Los átomos de un
elemento son diferentes a los átomos de todos los demás elementos.
3. Los compuestos están formados por átomos de más de un
elemento. En cualquier compuesto, la relación del número de átomos
entre dos de los elementos presentes siempre es un número entero
o una fracción sencilla.
4. Una reacción química implica sólo la separación, combinación o
reordenamiento de los átomos; nunca supone la creación o
destrucción de los mismos.

De acuerdo con la teoría atómica de Dalton, los átomos del mismo elemento
son idénticos, pero los átomos de un elemento son distintos de los átomos
de otros. b) Compuesto formado por átomos de los elementos X y Y. En
este caso, la proporción de los átomos del elemento X con respecto a la del
elemento Y es de 2:1. Observe que la reacción química produce sólo un
reordenamiento de átomos, no su destrucción o creación.
LIMITACIONES
• El segundo postulado fue modificado con el descubrimiento de los
isótopos.
• El tercer postulado con el descubrimiento de partículas
subatómicos.
Estructura del átomo. Con base en la teoría atómica de Dalton,
un átomo se define como la unidad básica de un elemento que
puede intervenir en una combinación química. Dalton describió un
átomo como una partícula extremadamente pequeña e indivisible.
Sin embargo, una serie de investigaciones iniciadas
aproximadamente en 1850, y que continuaron hasta el siglo XX,
demostraron claramente que los átomos tienen una estructura
interna, es decir, que están formados por partículas aún más
pequeñas, llamadas partículas subatómicas. Estas investigaciones
condujeron al descubrimiento de tres partículas: electrones,
protones y neutrones. Aproximadamente se han descubierto por lo
menos 200 partículas subatómicas, de las cuales se han logrado
identificar más de 35 partículas, muchas son inestables y su
existencia es solamente de fracciones de segundos. Para el
estudio de la química son de gran interés: protón, electrón y
neutrón.

EL ELECTRÓN En la década de 1890, muchos científicos estaban


interesados en el estudio de la radiación, la emisión y transmisión
de la energía a través del espacio en forma de ondas. La
información obtenida por estas investigaciones contribuyó al
conocimiento de la estructura atómica. Para investigar este
fenómeno se utilizó un tubo de rayos catódicos, precursor de los
tubos utilizados en los televisores. Consta de un tubo de vidrio del
cual se ha evacuado casi todo el aire. Si se colocan dos placas
metálicas y se conectan a una fuente de alto voltaje, la placa con
carga negativa, llamada cátodo, emite un rayo invisible. Este rayo
catódico se dirige hacia la placa con carga positiva, llamada ánodo,
que pasa por una perforación y continúa su trayectoria hasta el otro
extremo del tubo. Cuando dicho rayo alcanza la superficie,
recubierta de una manera especial, produce una fuerte
fluorescencia o luz brillante. Debido a que los rayos catódicos son
atraídos por la placa con carga positiva y repelidos por la placa con
carga negativa, deben consistir en partículas con carga negativa.
Actualmente, estas partículas con carga negativa se conocen
como electrones.

Tubo de rayos catódicos con un campo eléctrico perpendicular a la dirección


de los rayos catódicos y un campo magnético externo. Los símbolos N y S
denotan los polos norte y sur del imán. Los rayos catódicos golpearán el
extremo del tubo en el punto A en presencia de un campo magnético, en el
punto C en presencia de un campo eléctrico y en el punto B cuando no existan
campos externos presentes o cuando los efectos del campo eléctrico y del
campo magnético S
El físico inglés J. J. Thomson, utilizó un tubo de rayos catódicos y su conocimiento
de la teoría electromagnética para determinar la relación entre la carga eléctrica y la
masa de un electrón. El número que obtuvo fue de -1.76 3 108 C/g, en donde C
corresponde a coulombs, la unidad de carga eléctrica. Más tarde, entre 1908 y 1917,
R. A. Millikan, llevó a cabo una serie de experimentos para medir la carga del
electrón con gran precisión. Su trabajo demostró que la carga de cada electrón era
exactamente la misma. En su experimento, Millikan analizó el movimiento de
minúsculas gotas de aceite que adquirían carga estática a partir de los iones del aire.
Suspendía en el aire las gotas cargadas mediante la aplicación de un campo eléctrico
y seguía su movimiento con un microscopio Al aplicar sus conocimientos sobre
electrostática.
Rayo catódico producido en un tubo de descarga, que viaja del cátodo (a la
izquierda) al ánodo (a la derecha). El rayo mismo es invisible, pero la fluorescencia
de un recubrimiento de sulfuro de zinc en el vidrio hace que se vea verde. b) El
rayo catódico se dobla hacia abajo cuando se le acerca un imán de barra. c)
Cuando se invierte la polaridad del imán, el rayo se dobla en la dirección opuesta

Millikan encontró que la carga de un electrón es de - 1.6022 x 10-19


C. A partir de estos datos calculó la masa de un electrón:

Masa del electrón= 9.1 x 10-28 g.

EL PROTÓN Y EL NÚCLEO. Desde principios de 1900 ya se


conocían dos características de los átomos: que contienen electrones
y que son eléctricamente neutros. Para que un átomo sea neutro
debe contener el mismo número de cargas positivas y negativas.

MODELO ATÓMICO DE THOMPSON


Thomson propuso que un átomo podía visualizarse como una esfera
uniforme cargada positivamente, dentro de la cual se encontraban los
electrones como si fueran las pasas en un paste Este modelo,
llamado “modelo del pudín de pasas”, se aceptó como una teoría
durante algunos años.
.
Los electrones están insertos en una esfera
uniforme cargada positivamente.

En 1910, el físico neozelandés Ernest Rutherford, quien estudió con Thomson


en la Universidad de Cambridge, utilizó partículas α para demostrar la estructura
de los átomos. Junto con su colega Hans Geiger y un estudiante de licenciatura
llamado Ernest Marsden,
Rutherford efectuó una serie de experimentos utilizando láminas muy delgadas
de oro y de otros metales, como blanco de partículas α provenientes de una fuente
radiactiva. Observaron que la mayoría de las partículas atravesaban la lámina sin
desviarse, o bien con una ligera desviación. De cuando en cuando, algunas
partículas α eran dispersadas (o desviadas) de su trayectoria con un gran ángulo.
En algunos casos, las partículas α regresaban por la misma trayectoria hacia la
fuente radiactiva. Éste fue el descubrimiento más sorprendente, pues según el
modelo de Thomson, la carga positiva del átomo era tan difusa que se esperaría
que las partículas α atravesaran las láminas sin desviarse o con una desviación
mínima. El comentario de Rutherford sobre este descubrimiento fue el siguiente:
“Resultó tan increíble como si usted hubiera lanzado una bala de 15 pulgadas
hacia un trozo de papel de seda y la bala se hubiera regresado hacia usted.”
Tiempo después, Rutherford pudo explicar los resultados del experimento de la
dispersión de partículas α utilizando un nuevo modelo de átomo. De acuerdo con
Rutherford, la mayor parte de los átomos debe ser espacio vacío. Esto explica por
qué la mayoría de las partículas α atravesaron la lámina de oro sufriendo poca o
ninguna desviación. Rutherford propuso que las cargas positivas de los átomos
estaban concentradas en un denso conglomerado central dentro del átomo, que
llamó núcleo. Cuando una partícula α pasaba cerca del núcleo en el experimento,
actuaba sobre ella una gran fuerza de repulsión, lo que originaba una gran
desviación. Además, cuando una partícula α incidía directamente sobre el núcleo,
experimentaba una repulsión tan grande que su trayectoria se invertía por
completo. Las partículas del núcleo que tienen carga positiva reciben el nombre
de protones. En otros experimentos se encontró que los protones tienen la misma
cantidad de carga que los electrones y que su masa es de 1.67262 x 10 -24 g,
aproximadamente 1 840 veces la masa del electrón con carga opuesta. Hasta este
punto, los científicos visualizaban el átomo de la siguiente manera: la masa del
núcleo constituye la mayor parte de la masa total del átomo, pero el núcleo ocupa
sólo 1/1013 del volumen total del átomo. Las dimensiones atómicas (y moleculares)
se expresarán aquí de acuerdo con la unidad del sistema internacional de medidas
llamado picómetro (pm), donde:

1 pm = 1 x 10 - 12 m

a) Diseño experimental de Rutherford para medir la dispersión de las partículas α mediante una
lámina de oro. La mayoría de las partículas α atravesaron la lámina de oro con poca o ninguna
desviación. Algunas se desviaron con un ángulo grande. En ocasiones alguna partícula α invierte
su trayectoria. b) Esquema amplificado de la trayectoria de las partículas α al atravesar o ser
desviadas por los núcleos.

El radio típico de un átomo es aproximadamente de 100 pm, en tanto que el


radio del núcleo atómico es sólo de 5 x10 - 3 pm. Se puede apreciar la diferencia relativa
entre el tamaño de un átomo y su núcleo imaginando qué si un átomo tuviera el tamaño
de un estadio deportivo, el volumen de su núcleo sería comparable con el de una pequeña
canica. Mientras que los protones están confinados en el núcleo del átomo, se considera
que los electrones están esparcidos alrededor del núcleo y a cierta distancia de él. El
concepto de radio atómico tiene utilidad experimental, pero no debe suponerse que los
átomos tienen dimensiones o superficies bien definidas. Más adelante aprenderemos que
las regiones externas de los átomos son relativamente “difusas ”

EL NEUTRÓN. El modelo de Rutherford de la estructura atómica dejaba un


importante problema sin resolver. Se sabía que el hidrógeno, el átomo más sencillo,
contiene sólo un protón, y que el átomo de helio contiene dos protones. Por lo tanto, la
relación entre la masa de un átomo de helio y un átomo de hidrógeno debería ser 2:1.
(Debido a que los electrones son mucho más ligeros que los protones, se puede ignorar
su contribución a la masa atómica.) Sin embargo, en realidad la relación es 4:1.
Rutherford y otros investigadores habían propuesto que debería existir otro tipo de
partícula subatómica en el núcleo, hecho que el físico inglés James Chadwick probó en
1932. Cuando Chadwick bombardeó una delgada lámina de berilio con partículas α, el
metal emitió una radiación de muy alta energía, similar a los rayos γ experimentos
posteriores demostraron que esos rayos en realidad constan de un tercer tipo de
partículas subatómicas, que Chadwick llamó neutrones, debido a que se demostró que
eran partículas eléctricamente neutras con una masa ligeramente mayor que la masa de
los protones. El misterio de la relación de las masas se podía explicar ahora. En el núcleo
de helio existen dos protones y dos neutrones, en tanto que en el núcleo de hidrógeno
hay sólo un protón y no hay neutrones; por lo tanto, la relación es 4:1.

Los protones y los neutrones de un átomo están confinados en un núcleo extremadamente


pequeño. Los electrones se representan como “nubes” que circundan al núcleo.

TABLA Nº 01: MASA Y CARGA DE LAS PARTÍCULAS SUB ATOMICAS

DE LA FÍSICA CLÁSICA A LA FÍSICA CUÁNTICA


Los primeros intentos de los físicos del siglo XIX para comprender el comportamiento de
los átomos y las moléculas no fueron exitosos del todo. Al suponer que las moléculas se
comportan como pelotas que rebotan, los físicos fueron capaces de predecir y explicar
algunos fenómenos macroscópicos, como la presión que ejerce un gas. Sin embargo, este
modelo no era satisfactorio para entender del todo la estabilidad de las moléculas, es decir,
no podía explicar qué fuerzas mantenían unidos a los átomos. Pasó mucho tiempo para
que se descubriera (y aún más para que se aceptara) que las propiedades de los átomos
y las moléculas no son gobernadas por las mismas leyes físicas que rigen los objetos más
grandes. La nueva era de la física comenzó en 1900 con el joven físico alemán Max
Planck. Al examinar los datos de la radiación que emitían los sólidos calentados a
diferentes temperaturas, Planck descubrió que los átomos y las moléculas emiten energía
sólo en cantidades discretas o cuántos. Los físicos siempre habían supuesto que la
energía era un proceso continuo y que en el proceso de radiación se podía liberar cualquier
cantidad de energía. La teoría cuántica de Planck revolucionó la física. Sin duda, la serie
de investigaciones que siguió a este descubrimiento modificó para siempre el concepto de
la naturaleza de la materia.
Para comprender la teoría cuántica de Planck, es necesario tener cierto conocimiento
acerca de la naturaleza de las ondas. Podemos pensar en una onda como una alteración
vibracional mediante la cual se transmite la energía. Las propiedades básicas de una onda
se ilustran con un tipo muy conocido de ondas: las del agua. La variación regular de las
crestas y los valles hace posible percibir la propagación de las ondas.

Ondas de agua oceánica

Las propiedades características de las ondas son su longitud y altura, así como el
número de ondas que pasan por determinado punto en un segundo. La longitud de onda
λ (lambda), es la distancia entre puntos iguales de ondas sucesivas. La frecuencia, v (nu),
es el número de ondas que pasan por un punto particular en un segundo. La amplitud de
la onda es la distancia vertical de la línea media de una onda a su cresta o a su valle. El
tipo de onda y el medio en el cual viaja (por ejemplo, aire, agua o vacío). La velocidad (u)
de una onda es el producto de su longitud de onda y frecuencia.
U=νxλ
Donde: U= Velocidad de una onda : cm/s, m/s, nn/s, pm/s
ν = Frecuencia: s- 1, Hertz (1/s) , ciclos /s, Hertz = 1 ciclo/s
λ = Longitud de onda: cm, nn, pm, µm.
El concepto esencial de la ecuación se comprende mejor cuando analizamos las
dimensiones físicas contenidas en los tres términos. La “longitud de onda” ( λ) expresa la
longitud de la onda, o distancia/onda. La “frecuencia” ( v) representa el número de ondas
que pasan por un punto de referencia por unidad de tiempo, es decir, ondas/tiempo. Por lo
tanto, el producto de estos términos tiene las dimensiones de distancia/tiempo, que es
velocidad:

Distancia / tiempo = distancia / onda = onda/ tiempo

a) Longitud de onda y amplitud. b) Dos ondas que tienen diferente longitud de onda
y frecuencia. La longitud de onda de la onda superior es tres veces mayor que la
de la onda inferior, pero su frecuencia es sólo un tercio de la que tiene la onda
inferior. Ambas tienen la misma velocidad y amplitud.

RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA: Existen muchos tipos de ondas, como las del


agua, del sonido y de la luz. En 1873, James Clerk Maxwell propuso que la luz visible se
compone de ondas electromagnéticas. De acuerdo con esta teoría, una onda
electromagnética tiene un componente de campo eléctrico y un componente de campo
magnético. Ambos tienen la misma longitud de onda y frecuencia y, por lo tanto, igual
velocidad, pero viajan en planos perpendiculares entre sí. La trascendencia de la teoría de
Maxwell estriba en que aporta una descripción matemática del comportamiento general de
la luz. En particular, el modelo de Maxwell describe con exactitud cómo se puede propagar
la energía en forma de radiación a través del espacio como una vibración de campos
magnético y eléctrico. La radiación electromagnética es la emisión y transmisión de energía
en forma de ondas electromagnéticas. Las ondas electromagnéticas viajan a 3.00 x 10 8
metros por segundo o 186 000 millas por segundo en el vacío (cantidades redondeadas).
Esta velocidad varía según el medio, pero no lo suficiente para modificar de manera
sustancial los cálculos. Por convención, la velocidad de las ondas electromagnéticas, que
comúnmente se llama velocidad de la luz, se expresa con el símbolo c. La longitud de onda
de las ondas electromagnéticas se expresa por lo común en nanómetros (nm).
Componentes del campo eléctrico y del campo
magnético de una onda electromagnética. Ambos
componentes tienen la misma longitud de onda,
frecuencia y amplitud, pero vibran en dos planos
recíprocamente perpendiculares

a) Tipos de radiación electromagnética. Los rayos gamma tienen la longitud de onda más corta y la
frecuencia más alta; las ondas de radio tienen la longitud de onda más larga y la frecuencia más baja.
Cada tipo de radiación abarca un intervalo específico de longitudes de onda (y frecuencias). b) La luz
visible abarca longitudes de onda que van desde 400 nm (violeta) hasta 700 nm (rojo).

TEORÍA CUÁNTICA DE PLANCK


Cuando los sólidos se someten a calentamiento emiten radiación electromagnética que
abarca una amplia gama de longitudes de onda. La luz rojiza tenue de un calentador
eléctrico o la luz blanca brillante de una lámpara de tungsteno son algunos ejemplos de
radiación que emiten los sólidos calentados. Las mediciones hechas a finales del siglo
XIX mostraron que la cantidad de energía radiante que emitía un objeto a cierta
temperatura dependía de su longitud de onda. Sin embargo, la explicación de esta
dependencia con la teoría ondulatoria establecida y con las leyes de la termodinámica no
era del todo satisfactoria. Una de las teorías explicaba la dependencia de la longitud de
onda corta pero no la de longitudes de onda más largas. Otra teoría explicaba la
dependencia de longitudes más largas, pero no la de las cortas. Era como si faltara algo
fundamental en las leyes de la física clásica. Planck resolvió el problema con una
suposición que se apartaba en forma radical de los conceptos establecidos. La física
clásica asumía que los átomos y las moléculas emitían (o absorbían) cualquier cantidad
arbitraria de energía radiante. En cambio, Planck proponía que los átomos y las moléculas
emitían (o absorbían) energía sólo en cantidades discretas, como pequeños paquetes o
cúmulos. A la mínima cantidad de energía que se podía emitir (o absorber) en forma de
radiación electromagnética, Planck la llamó cuánto. La energía E de sólo un cuanto de
energía está dada por:

E = hv
Donde E= Energía. Ergios, Joule, calorías Kilocalorías
h= Constante de Planck: 6.63x 10- 34 Joule, 6.63 x 10- 27 erg.
V = Frecuencia de la luz
λ = Longitud de onda

Como v = C/ λ
Se deduce la siguiente ecuación:

𝒉𝑪
𝑬=
𝛌

De acuerdo con la teoría cuántica, la energía siempre se emite en múltiplos de hV;


por ejemplo, hV, 2hV, 3hV, . . . , etcétera, pero nunca en cantidades como 1.67 hV
o 4.98 hV.

EL EFECTO FOTOELÉCTRICO

En 1905, sólo cinco años después de que Planck presentara su teoría cuántica,
Albert Einstein, la utilizó para resolver otro misterio en la física: el efecto
fotoeléctrico, un fenómeno en el que los electrones son expulsados desde la
superficie de ciertos metales que se han expuesto a la luz de al menos determinada
frecuencia mínima, y que se conoce como frecuencia umbral. El número de
electrones liberados, no su energía, era proporcional a la intensidad (o brillantez)
de la luz. No importaba qué tan intensa fuera la luz, los electrones no se liberaban
cuando la frecuencia no llegaba al umbral. La teoría de la onda de luz no podía
explicar el efecto fotoeléctrico, pero Einstein partió de una extraordinaria hipótesis
al considerar que un rayo de luz es, en realidad, un torrente de partículas. Tomando
como punto de partida la teoría cuántica de Planck, Einstein dedujo que cada una
de estas partículas de luz, que ahora se conocen como fotones, debe poseer una
energía E, de acuerdo con la ecuación:

E= h v

Aparato para estudiar el efecto fotoeléctrico. La luz de cierta frecuencia cae sobre
una superficie metálica limpia. El electrodo positivo atrae hacia sí los electrones
expulsados. Un detector registra el flujo de electrones. Los medidores de luz que
se utilizan en las cámaras fotográficas se basan en el efecto fotoeléctrico.

Los electrones se mantienen unidos en el metal por fuerzas de atracción y para emitirlos
se necesita una luz que tenga una frecuencia suficientemente alta, es decir, una energía
suficiente. El rayo de luz que incide sobre una superficie metálica puede compararse con
la descarga de un rayo de partículas (esto es, fotones) sobre los átomos del metal. Si la
frecuencia de los fotones es de una magnitud tal que hv es exactamente igual a la energía
de enlace de los electrones en el metal, entonces la luz tendrá la energía suficiente para
arrancar al electrón de la placa metálica o emitirlos. Con una luz de mayor frecuencia, los
electrones no sólo serán arrancados también se pondrán en movimiento y adquirirán
cierta energía cinética. Esto se resume en la siguiente ecuación

E= W + Ec
𝟏
E = + meVe2
𝟐

Donde: E= Energía incidente. hv


W= Energía de ionización llamada también función trabajo W= hv0
1
E= Energía cinética = meVe2
2
Vo = frecuencia umbral y representa la frecuencia mínima o crítica, necesaria para
separar al electrón de un metal, es característico para cada elemento.
Por lo tanto, se pude escribir:

Ec= hv0 - W

Así que cuanto más intensa sea la luz, mayor será el número de electrones emitidos
por el metal de prueba; a mayor frecuencia de la luz, mayor energía cinética de los
electrones emitidos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Brown LeMay Bursten, (2004), Química la Ciencia Central, Pearson Education, Inc.,
publicada como PRENTICE-HALL INC., Copyright © 2003., pag.1152, ISBN 970-26-
0468-0, Impreso en México.
2. Raymond Chang, Kenneth A. Goldsbys (2013), Química, McGRAW-
HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V, pag 1,100, ISBN 978-007-
340268-0, Impreso en China.
3. Luis E. Simes (2015), (Fundamentos de Química General), Primera Edición. Jorge
Sarmiento Editor-Universitas, Argentina, pag.323.

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