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Souvenir

La canción repetida
EDICIONES EN DANZA

Fotografía de tapa: Sol Spinelli.

© 2023, Eugenia Coiro


© 2023, Ediciones en Danza
Uspallata 865 depto. 1 (CP 1269)
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Tel./fax: 4301-5031
E-mail: endanzaediciones@gmail.com
Página web: www.edicionesendanza.com.ar

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en la Argentina

Coiro, Eugenia
Souvenir La canción repetida / Eugenia Coiro
1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : En Danza, 2023.
56 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-xxx

1. Poesía. 2. Poesía Argentina. I. Título.


CDD A861
Eugenia Coiro

Souvenir
La canción repetida
No entender nunca y cruzar el puente:
¡vamos!
Por Karina Macció

Un libro de poemas armado como un libro de recortes:


poemas que son recortes de lo real, de una experiencia
que se quiere recordar, o mejor aún, revivir.
¿Puede cada palabra guardar una luz, un tono (color o
voz), una textura?
¿Pueden las palabras evocar otros sonidos que los que
ellas mismas producen?
La poesía dice sí y no al mismo tiempo.
La poesía, desde adentro de la lengua, sabe que las pala-
bras son chatas, vehículos que transportan si tenemos la
fortuna. Y sin embargo, no deja de soñar que de pronto y
por una suerte de combinación que no puede predecirse,
ese medio de transporte se levanta de la hoja, y subidos
vamos a alguna parte, a algún lugar que no sabíamos
(nunca está en nuestros planes lo que puede pasar leyen-
do, viviendo).
Souvenir nos invita a un viaje que es a la vez una con-
versación. Definitivamente es aquello que el yo poético
trajo de su desplazamiento por Europa, por las rutas, por
las playas de Buenos Aires o Colonia, ese “objeto que
sirve para recordar”. Me gusta pensar en el armado de
ese signficante francés, con el “sou” –una dirección ha-
cia abajo– y “venir”, ese verbo que depende de la posi-

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ción, voy o vengo, y a la vez, el ir está incluido. Así que
donde sea, olvidando el “hacia”, vamos.
Imaginemos entonces el poema de esta manera: un ob-
jeto que nos lleva, un objeto que nos hace recordar algo
que todavía no vivimos. Así la poesía deviene un souve-
nir mágico, expande nuestra percepción, y no sólo nos
muestra “lugares”, vemos adentro, como si la foto (el
souvenir por excelencia) se abriera y nos dejara pasar,
no ya a una realidad, sino a la extracción de aquello que
se vuelve corazón en cada memoria, y por eso, confor-
ma profundamente cada subjetividad como una huella
digital. Re-cordar es también volver a pasar por el cora-
zón (cor, cordis), porque para que un recuerdo esté vivo
(para “activarlo” en un sentido proustiano) requiere de
la emoción absorbida por todo el cuerpo. El discurso
(ejecutado por la cabeza) nunca alcanza, nunca llega.
Por eso, lo intentamos todo: fotos, filmación, apuntes,
souvenires, compras.
Sin embargo, el viaje tampoco termina de realizarse sin
su relato. Así como el recuerdo no se produce sin Otro.
Esta otredad puede tener distintas caras, incluso ser un
desdoblamiento del propio yo. Es esa existencia otra la
que nos tensa, la que perfila una salida del Uno: en la
ruptura, el fragmento, la intemperie, necesitamos articu-
lar. Es siempre y cada vez para salvar esa distancia, para
intentar al menos rozar al Otro, y así también, sentirnos
rozados.

del otro lado el puente


impasible esa única sombra

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dice: no hay refugio más que la ilusión
otra voluntad maniobra con sumo cuidado
lo insostenible del camino

La ilusión genera el camino, los puentes. ¿Hacia dón-


de? Otra vez la pregunta, claro que no importa, no pode-
mos nunca saber, igual preguntamos; nos conformamos
con respuestas mínimas, excusas del andar. Quizás tanto
pueblito medieval europeo nos traslade al pasado, como
la caverna en Ribadesella al origen de la civilización.
Quizás nos lleve a los cuentos escuchados y dibujados
en la infancia, por esas “casitas” que parecen pintadas en
las montañas, por los gatos vistos en distintos lugares,
que evocan “al de Alicia”, por las flores que estallan de
color, por el sol que en su intensidad hace brillar todo.
Y sin embargo, no sabemos. No sabemos a qué nos hace
acordar, a dónde nos lleva (hacia adentro, hacia fuera),
parece más un sueño que no podemos descifrar pero nos
mueve, nos transforma.

olor y música
algo me transporta
a la tarde en Lisboa
cuando otra mujer
desde un rincón del bar
nos saludó con una especie de guiño
inexplicable

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Lo inexplicable, el sinsentido que buscamos reponer,
surge a cada paso de este viaje. Un punto ciego, sólo
en apariencia, porque es a través de él que nos mira-
mos como viajeros y lectores. A través del yo de estos
poemas –que enlaza con un cuidado de collar de perlas
las palabras– vamos encontrando lo que no sabíamos
y venturosamente, no terminamos de saber. La ilusión,
como la poesía, funciona sin admitir explicación, por
obra de lo que suena en cada quien: “qué buscamos en
este desierto lleno de cosas y ausencias / somos chicos
esperando el fin de la siesta”. También esperamos que
“la noche no llegue”, que se alargue el momento en el
que la luz, pese al paso del tiempo, persiste, resiste dan-
do color (sentidos), como esas canciones que ponemos
una y otra vez para atrapar el momento. Ilusoriamente,
dejar en repeat un souvenir. Empezar de nuevo a leer
este libro.

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Para Wenceslao
por más viajes y canciones juntos
Te cuento esto porque una conversación es un viaje,
y es el miedo lo que le agrega valor. Llegas a entender
el viaje porque has tenido conversaciones, no al revés.
¿Cuál es el miedo dentro del lenguaje? Ningún accidente
del cuerpo puede hacer que deje de arder.
Anne Carson, Tipos de agua. El Camino de Santiago.
en la ventana
nubes que son caminos a Roma
caminos solo de ida
alguien me habla y pierdo
no hay vuelo
no hay paisaje

intento recomponer el poema


del viaje que podríamos haber hecho
con el que hicimos

no sale

puedo verme apenas de lejos


una mujer se piensa
así apoya la cabeza
contra la ventana

las nubes son caminos

o se piensa que se apoya una cabeza


o que esa cabeza es propia
y no se sabe qué
es propia ni a quién
corresponde el se

todo resulta en tu ausencia


una conversación
sin sentido

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Alicante-Playa San Juan

Subimos la cuesta
con el sol de frente
no quiero saber qué día es
evito sacar la cuenta
vivir para siempre
el calor de la aridez
desierto castillo desierto montaña
mar de fondo
los cactus gigantes desde el tranvía

como un espejismo salvaje


las algas en la orilla
el viento
nuestro amor
la construcción del viaje

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Lisboa

Es verano y el sol pleno


pero la luz
entra en la ciudad
acariciando una tonalidad naranja
pone dulzura
sobre los azulejos partidos

Las calles todas van


hacia arriba
y las sonrisas
se hacen cada vez más
sueltas

Cómo puede ser


una amabilidad así
tan cerca del mar

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Cuacos de Yuste

En el centro
una fuente de piedra
el jardín se abre en cuatro caminos
idénticos al mediodía

el calor descansa
en los álamos agitados por el viento

La ruta como una encrucijada


resuelta
me dejo llevar por el itinerario
me ato a fechas y lugares
planifico una libertad restringida
hasta empalagarme

Al fin la liberación
es perderme o abandonar
el cuerpo en la contemplación del jardín
de este monasterio

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La Rioja

Volvemos a Nájera
esta vez al amanecer
los patos regresan sobre sus pasos
desfilan pequeños corderos y guían
por la plaza a un niño vestido de rojo

En un bar pedimos tortilla


pero nadie comprende
del pueblo vienen a reírse
intentan quizás entender

no hay caso

las carcajadas son tan fuertes


parece que el río está mudo
y las montañas devuelven
en eco las risas de la gente

Anochece
el silencio de la calle se ilumina
de copitos de nieve
todos los ojos del bar van
hacia la ventana parece navidad

Vemos la oportunidad y escapamos por el río


somos un bote que rema
contra la corriente

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El camino que se angosta y una curva cerrada
con suerte pasa el auto
¿pasa el auto? alquilado precario, desconocido
¿pasa?
toda la calle va hacia abajo
vamos hacia abajo
vos al lado mío
tus manos seguras en el volante que vibra como un
/perro enojado
miro tu frente la concentración
afuera un sol recto aplana las casitas
mi sed en rojo
malvones estallados en las ventanas

del otro lado el puente


impasible esa única sombra
dice: no hay refugio más que la ilusión
otra voluntad maniobra con sumo cuidado
lo insostenible del camino

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Monasterio de San Clodio

Dormí tan profundo


hasta olvidar
el calor del día
al resguardo de esas paredes
tan anchas que separan
un mundo del otro
elevan el deseo o lo entierran vivo

Tomemos algo acá


olvidémonos el sol
pidamos un café una coca

en el bar solo encontramos un cartel


habla del honor
fantasmas confundidos en las mesas
dejando pasar el mediodía
nos acomodamos en unas sillas altas
frente a la barra desierta
nadie detrás del mostrador
y suena una música
música de otra parte
qué tendrán que ver el jazz y estas arcadas del siglo VI

Buscamos afuera
tal vez el verde galicia que crece hasta en la piedra
nos quite el gótico de la mirada
en el parque atravesamos el último gran patio
una verja y la piscina
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niños que se tiran bomba y de cabeza
grititos

como en un sueño
al borde nos observamos
las nubes salvadoras
este árbol demasiado bajo
hormigas lentas y gordas
se pierden entre la tierra

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Castilla-La Mancha

Un llamado cruza las montañas


caballero al trote
bajo el sol
la tierra amarilla y los cascos
acompasados al corazón

Se dibuja sobre mi cuerpo


la inquietud como una sombra
como un tatuaje sin brillo
desde la cabeza hasta los dedos

Él está llamado a volver


algún punto intermedio
lugar neutral
donde las caricias
reparan
una distancia que quiere
fagocitar mi futuro

23
Ribadesella
a Karina Macció

Sentí el frío
en los huesos
cuando puse un pie
en ese mar
sin querer
desperté y supe
ya eras otra

¿no había escuchado


esto que el viento decía
esa noche?

Antes de entrar al pasado


hay una mariposa
papel celeste muy fino
soplás y se levanta en el aire

¿vos podés soplar conectada


a esos cables tan finos?
todo es muy delicado ahí
delicadamente te pinchan una vez
otra te observan examinan preguntan
¿podés hablar en ese cubo
blanco de luz?

24
Sujeto la mariposa
los dedos precisos sienten
el terciopelo amarillo de las alas
abre y cierra fugacidad

cuando entro a la caverna oscura


primero no veo nada
pero después de a poco
algunas luces tenues marcan dónde
tengo que poner los pies
para no romper eso
que no se puede tocar

imagino animales prehistóricos


deslizando la panza por la tierra
y al fondo el fuego aúna
sonidos guturales gestos y bebidas calientes
la mirada el corazón
los dibujos en los relieves
laten al ritmo de las llamas

Afuera el viento rompe el hechizo


me empuja y resisto
todo es presente
las casas miran el mar
en una pausa eterna hasta el verano
¿recuerdan una época dorada
su costanera alta y adornos marítimos?

25
La distancia se espesa
cuando pienso en vos y miro
este mar gris que termina
en lugares donde nunca estuve

26
Córdoba 42°C

Deambulamos entre persianas bajas


y gatos gordos que nos espían desde los umbrales
nos empapamos la cabeza
con botellas de agua

a la orilla de un río seco


un banco de cemento nos hace saltar
calcinados en un microsegundo
nos lanza a seguir dando vueltas
alrededor de la mezquita engendro
con vírgenes embotadas de flores y telas

qué buscamos en este desierto lleno de cosas y ausencias


somos chicos esperando el fin de la siesta

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Un pueblo blanco

De la oscuridad
emerge con su silla
esta mujer vestida de sombra
pide la moneda
en un idioma que no entendemos
suelta una maldición

buscamos refugio del calor

en uno de esos bares


donde almuerza la gente del lugar
unas pocas mesas
de brillante rojo hule

olor y música
algo me transporta
a la tarde en Lisboa
cuando otra mujer
desde un rincón del bar
nos saludó con una especie de guiño
inexplicable

28
Tengo el cansancio del cuerpo
excitado por la espera
mi cabeza anda volada entre las nubes
rebalsan las ganas
las calles
caminadas otra vez
y otra vez un plural de hombros flojos
y kilómetros

reencontrarme con nosotros conmigo


con esa que sabe
abandonarse en la pendiente
discurrir por los caminos

29
Rue du Cardinal Lemoine

Asomarme y ver el río


desde la única ventana
en nuestro altillo
este sueño de París

mañanas de cruasán en la vereda


como parisinos
café para llevar
no entender nunca
la ciudad
tan sucia tan bella
la noche nos sorprende
desde el río con barcos repletos
que vienen y van sin ver

todo es gris azul


salpicado de luces
estrellas autos
transeúntes perdidos
y como faro la torre
que gira, atrapa nuestro deseo
lo despeina
y sigue

30
Arles

Veo el azul sobre el Ródano


un río oscuro
brilla en las rocas y se abre
al rededor de la ciudad

es domingo y deambula gente


con flores frutas changuitos

cruzamos el puente, me dejo llevar


por las calles que suben y bajan
un teatro romano
esta plaza seca de sol

buscando la terraza de café


caímos en la trampa
helado de lavanda y rosas
solo para turistas

pero qué importa nada si


como una fiesta al ritmo de la luz
el color vibra así en cada cosa

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Dronne

Nunca nos sentimos llegar


vimos muchachos que remaban gritaban reían
parejas de enamorados tomando champagne
pequeños perros bien acicalados
el río, el palacio, los faroles
puentes, mármoles, estatuas

Vibra la cueva su boca


los murciélagos despiertan
fantasmas pequeños con sus caricias
rodeados de una delicada bruma
todo nos hace sonreír
hasta estos animales hambrientos
batiendo sus alitas frescas
al atardecer

32
Molières

Una pequeña vuelta dentro de otra


un bucle
en él los pasos se ablandan
entre el verde desborde
este olvido

casas bajas piedras gastadas


la vuelta al pueblo
un gato pelirrojo despeinado
ciego y al sol su panza
la señora barre la galería limpia
su delantal ondea

es su lugar preferido
dice y la escoba hace un círculo felino
sería el mío también pienso
este sol soñado un pueblo de cuento
su placidez ¿es del gato?
quiero preguntarle a la señora
cómo es vivir en un lugar así
pero pregunto otra cosa, como siempre, algo parecido
ella sonríe
parece el gato de Alicia
cuando responde nunca
me voy de vacaciones
no hay ningún lugar
mejor que pueda imaginar

33
Château Légier - Fontvieille

A veces el jardín
es un lugar oscuro
a media luz cuando la tarde
muere y los pájaros
parecen lamentarse

la belleza permanece
en el sabor de las cerezas
cómo esperan
la calidez de la boca
la caricia de la lengua

34
Bayonne

La noche cae por anticipado


una cortina pesada sobre las calles
ni un alma
solo estrellas y la luz
mentida de una habitación

un falso veterano de guerra


en la vereda persigue el eco
de una moneda que cae

el gris se esparce desde abajo


toma las paredes los carteles
no queda nada
a salvo del atardecer

35
Lagrasse

Subo hasta las ruinas


respirando este aire prístino
encuentro la iglesia
vencida por el verde
y como souvenir
el rojo de las flores salpica
los pastos de sangre cátara

observo minuciosa
quiero atesorar
el idilio del pueblo medieval
con la montaña

busco un descanso
bajo la mirada hacia el camino
se revela la dureza
angulosa de sus rocas
bastaría un golpe seco imagino
para destrozar contra ellas
una cabeza

¿cómo este sol, este brillo diáfano sobre piedras insectos


/abedules
puede acariciar a los verdugos?

36
Évol

El frío en la piedra
la humedad sostenida en nube
a mi alrededor nadie
las casitas de cuento me ahuyentan
violetas de los Alpes alineadas en cada ventana
cortinas rojas lunares flores
chimeneas hace siglos apagadas

en esta perfecta escenografía


el deseo de seguir se hace pesado y torpe
como los pasos

a esta altura siento


la belleza de la montaña me aprieta el pecho
sepulta las ganas de estar acá

37
Milos - Paliochori

El mar es azul por dentro


para estar
no preciso nada
las piernas relajadas
mi cintura elástica
tan grácil en el agua
con un simple movimiento
tomo velocidad
giro a un lado y otro
subo vuelvo a zambullirme

solo me cuesta
entender la distancia
los peces
sus colores
tan mágicos
casi los puedo tocar
y sin embargo siempre
es el agua haciendo onditas
en mis dedos nada más

Para estar no preciso nada


tal vez tan solo
aceptar lo insalvable
de ciertas distancias

38
Amorgos

La sirena trepa las piedras


trabajosamente
cada noche la piel
raspada con arena fina
aguanta la respiración
suspira
está enamorada del marino
en silencio lo observa de lejos

Esta casa sobre la costanera


alguien le pintó en azul una sirena
aunque ya nadie cree
lo único monstruoso que nos queda
es el amor

Todo nos resulta un paraíso


yo te lo había dicho cuando veíamos juntos
los videos de ese yanqui
todos saltaban al son de la música
en callecitas adoquinadas
flores derramadas sobre el calor del verano

*
39
Último día en la isla soñada
llamaron de la agencia mientras almorzábamos
dónde había quedado el auto
no lo encontraban

en ese inglés que te hace poner una cara


tan simpática entre risueño y asustado
pero Don´t worry decía la voz del teléfono
en el paraíso confiaban en estos dos turistas

igual adónde iba a querer irse


ese autito sin embrague y calcinado
qué mejor lugar que Amorgos para subir y bajar
montañas entre cabras que duermen la siesta
al costado de la ruta
qué otro lugar así para pasear
gente sin miedo arrojada
acantilados de sirenas monstruos y amor

40
Acrópolis

Atenas es flores y escaleras plantas


edificios derruidos
gatos panza arriba ronroneándole a cualquier rodilla
hasta que subimos
la piedra blanca devuelve la luz
las palabras quedan se adhieren
dan el tono exacto de ese mármol

Mi vestido marinero
juega a enroscarse con el viento
la tela vibra en mi piel
te miro desde arriba ya soy una diosa
directo a los ojos
con una mano señalo el camino detrás de los olivos
con la otra solamente un gesto
apoyo el índice contra mis labios

41
San Marco

Los palacios flotan con sus mármoles


ángulos, curvas
dibujos que quiero acariciar
como si todo fuera una perfecta miniatura
andamos por una calle estrecha y
se abre ese color en la laguna verde cristal
un imposible desmentido por la mugre
el agua sube hasta los tobillos
me llega el asco la fascinación

42
Europa del este

Desde el bus con wifi


un pueblo marrón en medio de nada
todo marrón
árboles, casas, avenida, pájaros
ventanas tapiadas cartón
nadie, viento, ni un perro

gigante, un caño de metal oxidado


recorta ángulos incómodos
me pregunto a dónde se habrán ido todos
aunque a veces yo también
escapo de la fealdad

43
Costa del Este a San Bernardo

Uno de los días


caminamos para unir dos puntos
con una línea constante de interrupciones
gaviotas tortugas marinas calandrias del bosque
miramos todo y tuvimos
las conversaciones más livianas
diluidas en el horizonte entre los besos
y el mar
nuestro juego de preguntas
los planes para la noche
que venía cerrándonos el cielo
con ridículos fucsia violeta y dorado

Pasamos los días sin saber


sin darnos cuenta nunca
de lo que quedaba atrás

44
Colonia

Ando en la noche
suelta desplegada
encendida en el empedrado
bailo con cada farol
olvido la insistencia del tiempo

El río guarda
animales tesoros
despedidas

cada noche
alguien intenta
adivinar la distancia
que lo separa de la otra orilla

45
Kensington

La luz se estira azul


se apoya sobre las plantas
tiñe el jardín

por eso el silencio


es un modo de resistir
alargo el instante
para que la noche no llegue
a posarse
completamente
en tu pelo

46
Mones Cazón

Siete estrellas inventadas


arrastran la luz desde tu sueño
señalás en la dirección opuesta
es difícil escuchar lo que decís
"Vamos a despertar del otro lado"

Entonces dejo de juntar


las ramas para el fuego
intento darte vuelta, besarte
pero la luna se mueve
tan rápido
que todas las luces
desaparecen
bajo el terciopelo azul

47
Ruta 12

Que se llenen de este olor


pecho nariz cabeza
que me llegue a ese lugar del cuerpo
donde persisten los recuerdos estallados en sentido
respiro profundo
cuando ya se ven los eucaliptos arriba de la próxima loma
a la derecha adivino la silueta
el pan de azúcar siempre más alto que en la memoria

Sé que estamos llegando


o ya llegamos
desde que salimos hablamos canciones
la mirada en el camino
aunque de refilón adivine el reflejo en tus ojos refulgiendo
/verde
hojas cielo pastizal

Apenas sonrío y una pregunta


corta el silencio
me trae el color de tu voz

48
La canción repetida
mil veces
los kilómetros de curvas lomas
si vos cantás
árboles
el olor de los eucaliptos
sé que todo va a estar bien
entre risas y pelea
las montañas por vivir
el río mar
aunque estemos perdidos
la playa negra roja amarilla
cada vuelta inesperada
aunque cambiemos el paso de baile
un salto
al vacío

49
ÍNDICE
No entender nunca y cruzar el puente:¡vamos! . . . . . . 7

en la ventana... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Alicante-Playa San Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Lisboa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Cuacos de Yuste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
La Rioja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
El camino que se angosta... . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Monasterio de San Clodio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Castilla-La Mancha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Ribadesella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Córdoba 42°C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Un pueblo blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Tengo el cansancio del cuerpo... . . . . . . . . . . . . . . 29
Rue du Cardinal Lemoine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Arles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Dronne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Molières . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Château Légier - Fontvieille . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Bayonne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Lagrasse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Évol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Milos - Paliochori . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Amorgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Acrópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
San Marco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Europa del este . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Costa del Este a San Bernardo . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Colonia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Kensington . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Mones Cazón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Ruta 12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
La canción repetida... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
La presente edición de
Souvenir, de Eugenia Coiro,
se terminó de imprimir en agosto de 2023
en PROVISIONES GRÁFICAS,
Quilmes 282/284, C.A.B.A.

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