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Las redes sociales pueden promover cambios en los comportamientos de las

personas y a la vez se han convertido en testigos de cómo los seres humanos nos
hemos adaptado a la cuarentena ocasionada por la pandemia del coronavirus. Se
realizó una búsqueda de información a través de metabuscadores para conocer el
papel que han tenido las redes sociales en esta pandemia; los aspectos positivos,
negativos y aquello en lo que se puede mejorar. Para este análisis se han utilizado
varios artículos científicos y de prensa confiable.

A raíz del aislamiento y distanciamiento físico, los contenidos en las redes se han
multiplicado, sin embargo, parte de esta información se trata de noticias falsas,
alimentadas por el miedo, que se difunden con muchísima facilidad. La salud mental
de muchas personas se ha visto afectada por la gran cantidad de información a la
que están expuestos a través de las redes sociales y, episodios de ansiedad y
depresión se han hecho más frecuentes. Las noticias falsas o que contengan
información no verificada también pueden generar una falsa sensación de seguridad
al asegurar que existen métodos efectivos, distintos a las normas básicas de higiene
y protección personal, de prevención o cura para la enfermedad.

Para el caso específico del Covid19, las redes deberían utilizarse para compartir
información verificada y certera, además de ofrecer datos sobre cuándo las
personas deben acudir a buscar atención médica; cuándo, dónde y cómo pueden
realizarse una prueba de diagnóstico y qué deben hacer con el resultado. Agencias
gubernamentales, organismos internacionales de salud, así como también los
mismos administradores de las redes sociales, han intentado luchar contra la
enorme difusión de noticias falsas e información no verificada, sin embargo, pueden
realizar un trabajo más exhaustivo y colaborar con las agencias estatales de salud
para mejorar la comunicación de datos a la ciudadanía y monitorear el avance de la
pandemia.

Las redes sociales tienen influencia para cambiar el comportamiento de las


personas para mejorar sus estilos de vida. Actualmente, las redes han sido testigos
de cómo la pandemia por coronavirus ha ocasionado profundos cambios en el
funcionar de la sociedad y el comportamiento humano no ha sido la excepción. Se
pueden evidenciar aspectos negativos debido a la gran cantidad de información a la
que tenemos acceso, como las noticias falsas, mayor riesgo de ansiedad y
depresión, pérdida de privacidad, entre otros. Sin embargo, también existen
aspectos positivos, como la posibilidad de recrear

nuestra mente con actividades o retos que se promueven en las redes sociales,
estar en contacto con amigos y seres queridos con los que no podemos estar
físicamente, trabajar, estudiar, entre otros.
Las redes sociales digitales deben funcionar como un espacio de información y
esparcimiento equilibrado que no cause más daño físico, mental o social del que ya
causa la pandemia; tanto usuarios como administradores de las redes debemos
actuar con responsabilidad al crear y compartir contenido. Por otro lado, las redes
sociales también pueden tener un papel más protagónico al colaborar con la
elaboración de mapas en tiempo real que ayuden a los estados a monitorear el
avance de la pandemia.

Hasta la fecha, las plataformas de redes sociales han sido importantes para
diseminar información durante el presente brote de coronavirus 2019 (COVID-19).
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en Estados
Unidos), la Organización Mundial de la Salud (OMS), numerosas revistas y otras
organizaciones de atención médica publican regularmente orientaciones en una
gran cantidad de plataformas. Los equipos empleados por dichas plataformas
también han participado en la respuesta a medida que las búsquedas de
información sobre el coronavirus han ido aumentando. Facebook está utilizando
links a noticias que dirigen a los usuarios a diversos sitios web de la OMS y a los de
las autoridades locales de salud. Google Scholar ha destacado las principales
revistas médicas y otros sitios. Twitter y otros sitios de redes sociales están
señalando de manera similar a las personas que buscan contenido relacionado con
el coronavirus en recursos fiables. Las organizaciones de atención médica, los
médicos y las personas influyentes en las redes sociales también deben dirigir
activamente el tráfico en línea a fuentes fiables.
También puede ser hora de que las plataformas de redes sociales asuman un papel
activo de salud pública y, en paralelo, utilicen pancartas, ventanas emergentes y
otras herramientas para enviar mensajes directamente a los usuarios sobre el
lavado de manos y el distanciamiento social, por ejemplo. Este enfoque aumenta la
probabilidad de que millones de personas vean los mismos mensajes cada vez que
acceden a la plataforma.

El confinamiento como medida para controlar la propagación de la pandemia del


coronavirus (COVID-19) ha provocado el aumento del tiempo que se dedica a las
redes sociales. Ya sea para comunicarse con amigos o familiares o para estar
conectados a la actualidad, lo cierto es que la mayoría de ciudadanos pasa mucho
más tiempo junto a una pantalla.
El aislamiento ha ocasionado que personas de todas las edades empiecen o
aumenten el uso de las redes sociales y otras herramientas de tecnologías de
información, sea para informarse, compartir contenido informal con sus seguidores,
comunicarse, trabajar, estudiar, entre otros. Los comportamientos en general se han
visto obligados a cambiar -y en algunos casos de forma abrupta a consecuencia de
la cuarentena y las redes son testigos de muchos de estos cambios.

Las personas se han desinhibido y han empezado a publicar contenido en sus


cuentas, que va desde compartir una fotografía, noticia, creación de vídeos,
tutoriales, hasta retos. Los expertos consideran que es un comportamiento normal al
estar en confinamiento, ya que nos permite proyectarnos y seguir estando ‘‘ahí’’ con
los demás (Malvesí, 2020).

Al momento, las redes tienen el poder de marcar la agenda mediática y amplificar la


situación de la pandemia; basta con que un tema se viralice en redes, para que al
siguiente día se convierta en el titular de los noticieros y en el tema para entrevistar
a expertos. Además, la información amplificada puede ocasionar dos escenarios;
banalización de la realidad (el coronavirus es un simple resfriado) o histeria colectiva
(Lean Factor, 2020).

Varios expertos buscan otorgarles a las redes ciertas responsabilidades y que


asuman un papel más activo en cuanto a preparación, respuesta y recuperación de
las emergencias sanitarias. Algunas de las acciones que se pueden realizar en
respuesta a la pandemia son: controlar las noticias falsas y dirigir a los usuarios a
fuentes confiables, funcionar como herramienta de diagnóstico y sistema de
referencia para aquellas personas que necesitan atención médica, brindar apoyo
psicológico a través de chats online, convertirse en plataformas para la educación
en salud (medidas de higiene, uso correcto de prendas de protección, etc.) y para
capacitación del personal sanitario (Merchant & Lurie, 2020).

Las cuentas de organizaciones gubernamentales en las redes sociales deben


también jugar un papel protagónico para difundir información veraz y oportuna. La
información relacionada con las últimas noticias sobre la pandemia y sobre el
manejo de la emergencia por parte de los gobiernos, conducen a una mayor
participación de los ciudadanos ya que les permite reducir sus incertidumbres.
Parece ser que, en momentos de crisis sanitarias, las publicaciones que contienen
texto son más apreciadas por los usuarios, que aquellas con contenido multimedia
(Chen, y otros, 2020).
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enlace:
https://noticias.usfq.edu.ec/2020/05/las-redes-sociales-en-tiempos-de-covid19.html

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