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El origen de los números, así como su grafía, es un proceso sumamente complejo, que
tuvo muchos protagonistas en diferentes partes del planeta y se desarrolló a lo largo de
varios milenios.
La primera etapa en la existencia del ser humano hacia la creación de los números fue
tomar conciencia de que podía conocerse si dos conjuntos tenían la misma cantidad de
objetos, sin que existiera la idea de número. Dos conjuntos poseen la misma cantidad de
objetos, independientemente de cuál sea esa cantidad, si podemos establecer una
relación “uno a uno” entre los elementos de ambos. Hace milenios los pastores podían
comprobar, sin conocer los números, si todas las ovejas que habían sacado a pastar por
la mañana regresaban a la tarde. Para ello, los pastores debían de colocar una piedra u
otro pequeño objeto, en algún recipiente, por cada oveja que salía a pastar al campo, y
cuando regresaban, iban sacando una piedra por cada animal que llegaba. Sabían que
habían regresado todas si al final no quedaba ningún guijarro en el recipiente, y que se
había perdido alguna oveja, o habían sido atacadas por los lobos, si aún quedaban
piedras.
El Hueso de Ishango, es un hueso, el peroné de un babuino, del paleolítico superior, aprox. del
20.000 a.n.e., que contiene tres grupos de muescas, quizás como parte de un proceso de contar
animales u objetos, o tal vez relacionado con el calendario. Perteneciente al Institut Royal des
Sciences naturelles de Belgique, Bruxelles. Fuente: Wikimedia Commons
El siguiente avance lo constituyó la invención de la base de la numeración. Representar
números cada vez mayores utilizando los dedos de la mano o por acumulación de
muescas, nudos o guijarros se hizo inviable, además de la dificultad para distinguir, sin
saber contar, entre un grupo alto de marcas, nudos u otros objetos de referencia, por
ejemplo, entre IIIIIII y IIIIIIII. Se empezaron a agrupar formando grupos de 5 o 10, o
incluso otras cantidades. Es decir, cada 5 o 10 muescas, piedras o nudos, se marcaba una
muesca, piedra o nudo distinto, que tenía el valor de 5 o 10 de los normales, creando
una jerarquía de símbolos.
Muchos pueblos han utilizado el 10 como base, debido a que nuestras manos fueron el
primer sistema de referencia y la primera calculadora que tuvo el ser humano. Además,
esa misma idea en la que se basan los malgaches, es la que se utiliza en el ábaco.
Pero regresemos al tema central de esta entrada del Cuaderno de Cultura Científica,
cómo, y porqué, se desarrolló la escritura de los números y qué relación tuvo con la
invención de la escritura.
Una de las zonas de la Tierra en las que se produjo esta transformación fue
Mesopotamia, Elam y alrededores, que es el lugar en el que se originó la escritura,
también la escritura de los números.
Los primeros números que utilizaron los sumerios o los elemitas fueron “cálculos”,
objetos de barro de diferentes formas y tamaños, que utilizaron tanto para representar
los números, como para realizar con ellos las operaciones aritméticas. Su antigüedad se
remonta, al menos, al milenio IV a.n.e.
Los números sumerios consistían en un sistema de numeración aditivo (es decir, al igual
que los números romanos, cada número se obtiene por acumulación de las cifras
básicas), de base mixta 10 y 60, cuyas cifras básicas eran un cono pequeño 1, una bola
pequeña 10, un cono grande 60, un cono grande perforado 600 (= 60 x 10), una esfera
3.600 (= 602) y una esfera perforada 36.000 (= 602x 10), y se desconoce cuál era la
forma de la figura de barro, si existía, para la siguiente cantidad, 216.000 (603).
Cifras básicas sumerias, que consisten en una serie de “cálculos” de arcilla con
diferentes formas. Imagen extraída del libro Historia universal de las cifras, de Georges
Ifrah
Como el sistema de numeración sumerio era aditivo, para representar el número
164.571, se utilizaban 4 esferas perforadas, 5 esferas, 4 conos grandes perforados, 2
conos grandes, 5 esferas pequeñas y 1 cono pequeño, ya que 164.571 = 4 x 36.000 + 5 x
3.600 + 4 x 600 + 2 x 60 + 5 x 10 + 1 x 1.
Represent
ación del número 164.571 utilizando los cálculos sumerios, es decir, 4 esferas
perforadas, 5 esferas, 4 conos grandes perforados, 2 conos grandes, 5 esferas pequeñas y
1 cono pequeño
Y con estos guijarros de arcilla, los sumerios realizaban además las operaciones
aritméticas que necesitaban para la contabilidad que necesitaban. Eran métodos muy
sencillos, que no abordaremos aquí, por falta de espacio, pero que cualquiera puede
imaginar, si se pone a ello.
En otras zonas, como la vecina Elam, los cálculos (de arcilla) eran un poco diferentes,
así como sus valores, un bastoncillo 1, una bola 10, un disco 100, un cono pequeño 300
y un cono grande perforado 3.000. Aunque esencialmente era un sistema de numeración
similar, con idénticos métodos de cálculo de las operaciones aritméticas.
Así, alrededor del año 3.500 a.c. en Sumeria (y también, en Elam) empiezan a sentir la
necesidad de guardar constancia de las informaciones numéricas asociadas a las
transacciones económicas o de los muy diversos datos estadísticos relacionados con la
vida y el gobierno de Sumeria, por ejemplo, las cantidades de cereales y animales
implicados en una compra-venta entre un agricultor y un ganadero, el registro del
número de ovejas de un pastor o la población de las diferentes ciudades de Sumeria.
Para ello se representa la cantidad en cuestión con los guijarros de arcilla de su sistema
de numeración y se introducían estos en el interior de una bola de arcilla fresca, se
cerraba y en el exterior de la misma se imprimían uno o dos sellos cilíndricos para
garantizar su origen e integridad (por supuesto, los gobernantes o familias poderosas
eran quienes tenían sellos cilíndricos). Al secarse la arcilla se conservaba dentro la
información numérica deseada. Pasado un cierto tiempo, si era el momento de
comprobar la información, por ejemplo, para realizar el pago de la compra-venta, se
rompía la bola de arcilla y se podía acceder a la información numérica guardada.
Podríamos decir que fue el primer recibo de la historia.
Como lo importante eran las marcas que quedaban impresas en la arcilla, y no los
propios “cálculos”, se empezaron a realizar esas marcas con un sencillo buril (en el caso
de los números sumerios, muesca fina 1, impresión circular pequeña 10, muesca grande
60, muesca con impresión circular pequeña 600, impresión circular grande 3.600,
impresión circular grande con impresión circular pequeña 36.000), que irían derivando
hacia una grafía cuneiforme.
Tabla en la que se recogen los valores de las cifras básicas sumerias y las diferentes
formas de representarlas, primero como “cálculos” de arcilla, después las cifras
arcaicas, realizadas con un buril y que intentan imitar la forma de los cálculos al ser
impresos en la arcilla húmeda, y las cifras cuneiformes, realizadas con un también buril
pero que ya no se asemejan a los guijarros originales. Imagen: Historia universal de las
cifras, de Georges Ifrah
Tablilla contable sumeria del periodo Uruk, de la Acrópolis de Susa, aprox. 3200-2700 a.n.e. Musée du
Louvre, Département des Antiquités Orientales, París. Fotografía de Marie-Lan Nguyen / Wikimedia
Commons
Las transacciones económicas se fueron multiplicando, así como los registros contables
de las mismas, por lo que hacia el año 3.100 a.n.e. se empezaron a incluir diferentes
registros en una misma tablilla (como en la imagen de arriba) y a utilizarse pictogramas,
que son los primeros signos de la escritura, para indicar los objetos a los que se refería
cada cantidad de la tablilla (cereales, ovejas, caballos, jabalíes, pan, ropa, etc). Estos
pictogramas que al principio solo registraban objetos, poco a poco fueron incorporando
otros significados, por ejemplo, acciones. Así mismo, se empezaron a combinar varios
pictogramas para obtener nuevos significados. Fue el nacimiento de la escritura.
Tablilla económica sumeria, con números y pictogramas. En la imagen podemos ver que en la primera
columna, fila 1, se cuenta 1 oveja, en la fila 2, 80 carneros y en la fila 6, 166 cabras. Encontrada en Tello
(antiguamente Girsu). Del periodo de gobierno de Urakagina, en la ciudad-estado sumeria de Lagash,
aprox. 2350 a.n.e. Musée du Louvre, Département des Antiquités Orientales, París. Fotografía: Pierre et
Maurice Chuzeville
Tablilla sumeria, con números y pictogramas, que describe la compra-venta de 12 personas como
esclavos. Aprox. 3100 a.n.e. Una descripción completa se puede encontrar en Visible Language
Pictogramas de la escritura sumeria arcaica, del libro Historia universal de las cifras, de Georges Ifrah
Más aún, a lo largo de los siguientes siglos, esos pictogramas acabarían derivando en un
lenguaje escrito en el que las imágenes, los signos, representaban sonidos del lenguaje
oral (hacia el 2.800-2.700 a.c.). Como explica Ifrah, la imagen de un horno deja de
emplearse en las tablillas para significar el objeto, sino que pasa a expresar el sonido
“ne”, que era la palabra sumeria para horno. O la representación gráfica de una flecha,
cuyo vocablo en sumerio es “ti”, se utiliza para representar este sonido. Como vida se
decía también “ti” en sumerio, el signo escrito de la flecha sirvió también para designar
a la vida. La flecha pasó a representar, no un objeto, sino un fonema. La palabra sumeria
para herrero era “ti-bi-ra”, y se representaba por tanto con tres signos, el primero de los
cuales es una flecha. El carácter deja de ser un pictograma, para convertirse en un
fonograma.
Terminamos con una imagen de uno de esos sellos cilíndricos de los que hemos hablado
en la entrada.
Sellos cilíndricos e impresiones de los mismos. El primero encontrado en Mari (Siria), de aprox. 2500-
2400 a.n.e. Departamento de Antigüedades Orientales del Museo del Louvre (París). Fotografía de
Jastrow. Los dos últimos encontrados en Khafajah (actual Iraq), del último período Uruk, aprox. 3350-
3100 a.n.e. Imagen de la publicación Visible Language
https://culturacientifica.com/2018/10/31/el-origen-de-la-escritura-de-los-numeros/
El origen pragmático de la geometría
De esta forma, a pesar de no poseer los documentos suficientes que nos expliquen la
manera como concebían las matemáticas, es seguro que en edificaciones tan imponentes
han debido utilizar planos y modelos a escala; ingredientes básicos del origen de la
geometría según Michel Serres.
En su libro Los Orígenes de la Geometría 2, Michel Serres plantea que el paso hacia una
geometría de objetos abstractos no fue ni lineal ni sencillo. La geometría surgió a partir
de múltiples elementos de causalidad en los cuales se combinan vertientes heterogéneas
que van de lo abstracto a lo concreto y viceversa. La geometría fue el producto del
aporte de diversos entornos culturales en períodos largos de tiempo. En particular, la
geometría euclidiana no fue establecida directamente por Euclides, sino que
corresponde al producto de una variada amalgama de filósofos, astrónomos y
pensadores quienes contribuyeron en la demarcación del método y en la formulación de
algunos de los teoremas y construcciones presentes en los Elementos.
La emergencia del razonamiento deductivo
Los egipcios y babilonios recurrían a herramientas inductivas para generar hipótesis que
eran consideradas como proposiciones verdaderas. No obstante, al establecer una
hipótesis a partir de un razonamiento inductivo es imprescindible demostrar que ésta no
es sólo un elemento en común, dado que la experiencia no basta para establecer
propiedades verdaderas.
Fue tal la importancia que egipcios y babilonios le confirieron a sus resultados, que esta
geometría técnica pasó de la clase ilustre a permear en la sociedad de ambas
civilizaciones. Sin embargo, como toda civilización, los egipcios y babilonios fueron
golpeados por crisis económicas que dificultaron el desarrollo de la geometría, no se
sabe con certeza si de no existir dichas crisis en ambas culturas hubiese surgido la
necesidad de demostrar, pero lo que si es cierto, es que de acuerdo a los papiros y
tablillas cuneiformes, ambas geometrías manejaban ideas geométricas tan brillantes que,
a lo mejor, de forma lenta, habrían desembocado en la necesidad de demostrar 3,4.
Tales de Mileto fue señalado como uno de los iniciadores de la Geometría abstracta. Sin
embargo, las motivaciones primarias de Tales fueron en la resolución de problemas
prácticos, como el clásico problema de calcular la altura de las pirámides de Egipto.
Tales entendió que debía incorporar un procedimiento que le permitiera, con base en los
datos concretos, apropiarse de aquello que era imposible de manera directa. Para ello,
Tales identificó una relación directa entre los triángulos concretos que se forman por la
sombra de la pirámide y la sombra de una vara. Tales dedujo, entonces que se puede
hablar de una relación de semejanza o mejor de proporcionalidad. Lo grande se puede
conocer cuando se conozca lo pequeño; esta es la ley fundamental de la escala y de la
teoría de modelos. Esto mismo lo replica para calcular la distancia de los barcos a la
costa.
Desde una perspectiva moderna, se reconoce que Tales contribuyó a la Geometría con
cinco resultados netamente teóricos:
● El círculo es bisecado por su diámetro.
● Los ángulos de la base de un triángulo isósceles son iguales.
● Si dos rectas se interceptan en un punto, los ángulos opuestos por el vértice son
congruentes.
● El ángulo inscrito en una semicircunferencia es recto.
● Si dos triángulos tienen dos ángulos respectivos iguales y el lado comprendido
entre ellos, también, entonces ambos triángulos son iguales.
●
Aunque se carece de pruebas que constaten que efectivamente Tales formuló estos
teoremas y los demostró, a través del estudio de diversos libros relacionados con su vida
y obra se puede afirmar que Tales de Mileto comenzó a cambiar la perspectiva de la
geometría antigua; en lugar de asumir como ciertos los resultados que percibía a través
de sus sentidos, buscaba ponerlos a prueba pasando de la experiencia cotidiana a la
instauración de la experiencia trascendental, gobernada por la reflexión profunda de los
objetos geométricos en el mundo inteligible y la exigencia de demostrar sus resultados 6.
Hasta el momento con Tales y los pitagóricos ha surgido la necesidad de demostrar, pero
se carece de parámetros que indiquen los elementos con los cuales se debe demostrar y
los fundamentos que debe poseer la geometría para constituirse como una ciencia que
involucre la experiencia trascendental y se establezca como un cuerpo sólido
independiente de la métrica, la aritmética y la espiritualidad.
Si bien los pitagóricos dieron un paso hacia la abstracción de la geometría, no se tienen
documentos en los cuales podamos reconocer su filosofía completa. Los informes que
tenemos se deben fundamentalmente a Platón y Aristóteles, los dos filósofos más
influyentes en la historia de occidente.
Platón se planteó la posibilidad de establecer algunas leyes sobre las operaciones del
pensamiento, y delinear algunas reglas formales independientes del contenido de los
objetos sobre los que se razona. Platón exponía sus reflexiones a través de diálogos
entre personajes que se cuestionaban sobre algún tema en particular. En uno de sus
Diálogos10 presenta “la alegoría de la caverna” para explicar la relación entre el mundo
sensible y el mundo inteligible. A diferencia de los pitagóricos, Platón consideró que
existe una separación entre los objetos empíricos y los objetos ideales; los objetos del
mundo inteligible son puros, son verdaderos y perfectos, mientras que los objetos que
percibimos son sólo sombras y representaciones imperfectas de los objetos puros. Bajo
esta perspectiva, los caballos, las manzanas, los trazos que representan números y
objetos geométricos no son más que representaciones defectuosas de los objetos
inmaculados de un mundo ideal. La única manera de acceder a los objetos matemáticos
es a través del conocimiento, quitando las cadenas que atan al hombre a ver las sombras
de los objetos puros para pasar a la construcción del intelecto que lo conduzca fuera de
la caverna del mundo sensible.
A diferencia de los babilonios y egipcios, quienes generalizaban resultados geométricos
a través de casos particulares, para Platón no es posible partir de características comunes
de casos finitos para obtener una verdad universal de los objetos abstractos, sólo se
accede al conocimiento puro de la ciencia a través del discurso compuesto de
afirmaciones verdaderas, a través de la demostración. Para Platón, la ciencia se
compone de afirmaciones verdaderas establecidas a partir de consideraciones
verdaderas; es decir, la verdad se logra a partir de cadenas de verdades. En ese sentido,
no se puede demostrar que algo es verdadero a través de consideraciones falsas.
A partir de este momento, se empieza a esculpir el rol de la demostración en geometría.
Con Tales y los pitagóricos se evidenció la necesidad de demostrar, pero Platón, en
lugar de realizar pruebas de resultados geométricos, establece las bases del
razonamiento deductivo y la demostración directa, independientemente de la ciencia a la
cual se haga referencia.
Si bien Aristóteles está de acuerdo con Platón en que los objetos geométricos viven en
un mundo ideal diferente al empírico, la relación de dependencia y origen es contraria.
En Platón, el mundo de lo sensible es una sombra del mundo ideal que lo precede. Para
Aristóteles, los objetos geométricos se derivan de los sensibles a través de operaciones
profundas y muy articuladas. Este proceso se denomina la aphairesis. En la Metafísica
11
, una de sus obras insignes, Aristóteles plantea que la geometría despoja a los objetos
de sus cualidades sensibles y se dedica al estudio de los objetos en lo abstracto. Bajo
esta perspectiva, si bien la geometría surgió de las necesidades prácticas del hombre,
dado que la práctica no era suficiente para estudiar todas las propiedades de los objetos
geométricos y establecer sus relaciones, fue necesario llevar estos objetos a un universo
abstracto prescindiendo de sus propiedades sensibles.
Para Aristóteles, la geometría, como ciencia demostrativa, debe satisfacer los tres
principios básicos anteriormente enunciados: identidad, tercio excluido y no
contradicción. Adicionalmente, establece que la geometría requiere de tres elementos:
axiomas que constituyan los principios básicos y no requieran de demostración;
definiciones que expliquen qué son algunos de los objetos geométricos y proposiciones
a demostrar, que instauren las propiedades de dichos objetos y sus relaciones. Estos
principios y elementos, formulados sin obedecer a ninguna ciencia demostrativa en
particular, se convertirían en el canon de la geometría para la construcción,
establecimiento y criterio de aceptación de los diversos cuerpos construidos en torno a
ésta, desde la geometría euclidiana hasta la posterior axiomatización y formalización de
la geometría por David Hilbert a través de los Grundlagen der Geometrie en el siglo
XIX.
El espacio geométrico se constituye como una modelización del espacio físico; nos
permite comprender o prever ciertos fenómenos del espacio físico, pero no coincide con
él.
Aunque las figuras ideales no existen, se pueden estudiar con ayuda de sus
representaciones materiales. Desde los griegos, la regla y el compás contribuyeron a
materializar las ideas geométricas. Las construcciones que se realizan con estos
instrumentos ayudan a comprender mejor las propiedades geométricas.
No se puede decir que la geometría fuese el punto fuerte de las culturas china e india,
limitándose principalmente a la resolución de problemas sobre distancias y semejanzas
de cuerpos. También hay quien afirma que estas dos civilizaciones llegaron a
enunciados de algunos casos particulares del teorema de Pitágoras, e incluso que
desarrollaron algunas ideas sobre la demostración de este teorema.
En los matemáticos de la cultura helénica los problemas prácticos relacionados con las
necesidades de cálculos aritméticos, mediciones y construcciones geométricas
continuaron jugando un gran papel. Sin embargo, lo novedoso era, que estos problemas
poco a poco se desprendieron en una rama independiente de las matemáticas que obtuvo
la denominación de "logística". A la logística fueron atribuidas: las operaciones con
números enteros, la extracción numérica de raíces, el cálculo con la ayuda de
dispositivos auxiliares, cálculo con fracciones, resolución numérica de problemas que
conducen a ecuaciones de 1er y 2º grado, problemas prácticos de cálculo y constructivos
de la arquitectura, geometría, agrimensura, etc...
Se encuentran elementos pertenecientes a muchos autores, sin embargo todos ellos han
quedado relegados a un segundo plano tras la obra matematica más impresionante de la
historia: Los Elementos de Euclides. "Los Elementos", como denominaremos a esta
obra a partir de ahora, están constituidos por trece libros, cada uno de los cuales consta
de una sucesión de teoremas. A veces se añaden otros dos, los libros 14 y 15 que
pertenecen a otros autores pero por su contenido, están próximos al último libro de
Euclides.
En la época del dominio romano destacan algunos recetarios en forma de reglas que
permitían el cálculo de algunas áreas y volúmenes; y en especial la conocida fórmula de
Herón para calcular el área del triángulo conocidos los tres lados.
Destacaremos como avance anecdótico, pero no por ello carente de valor, la obtención
del número pi con 17 cifras exactas mediante polígonos inscritos y circunscritos en la
circunferencia realizada por Kashi (s. XV). Después de más de 150 años, en 1593, en
Europa, Viète encontró sólo nueve cifras exactas. Hubo que esperar a fines del siglo
XVI y comienzos del XVII para repetir el cálculo de Kashi.
Ehttp://www.uco.es/~ma1marea/profesor/primaria/geometri/matemati/indice.htm
MATEMÁTICAS EGIPCIAS
Heródoto contaba que el faraón Sesostris repartió el suelo entre todos los egipcios,
concediendo a cada habitante un lote cuadrangular de extensión uniforme", para
recaudar los impuestos en función de ese reparto. Si el Nilo se desbordaba, el monarca
enviaba a algunas personas a inspeccionar y medir la disminución que había sufrido el
terreno para que, en lo sucesivo, pagara una parte proporcional del tributo impuesto"
(Historia, II, 109). Según el historiador y viajero griego, fue por este tipo de
necesidades por lo que "se inventó la geometría" en Egipto, de donde luego pasó a
Grecia.
En efecto, los egipcios utilizaron la geometría, el álgebra o la aritmética –lo que
nosotros llamamos matemáticas– como herramienta para resolver problemas prácticos.
Medir las parcelas de cultivo, contabilizar el producto de las cosechas, los impuestos o
las ofrendas a los templos, calcular la altura de una pirámide o la inclinación de la
rampa necesaria para transportar sus sillares eran labores que requerían todo tipo de
operaciones matemáticas, desde las más simples a las más complejas. Los escribas que
trabajaban en la administración del Estado se enfrentaban diariamente a estas tareas, y
por ello desarrollaron una notable capacidad matemática, como evidencian los
numerosos manuscritos con ejercicios de cálculo que se han conservado.
Para la vida cotidiana también era indispensable contar con un conjunto uniforme de
medidas de longitud, peso y volumen, universalmente reconocidas. Entre las medidas de
longitud, la básica es el codo real (meh nisut), de 52,3 centímetros, dividido en 7 puños
(shesep), divididos a su vez en 4 dedos (djeba). Estas unidades eran útiles para medir
objetos de tamaño reducido, edificios e incluso la altura alcanzada por la inundación del
Nilo, como podemos ver indicado en la Piedra de Palermo, un documento grabado en
basalto que también contiene una lista de los reyes desde el Predinástico hasta la
dinastía V, censos de ganado y ceremonias religiosas. Para abarcar espacios más
considerables, como grandes parcelas agrícolas, disponían del khet, equivalente a cien
codos, o el iteru, que correspondía a 20.000 codos reales, es decir, unos 10,5 kilómetros.
En un registro que rodea la capilla Blanca de Sesostris I en Karnak se enumeran todas
las provincias (los llamados nomos) que constituían el Egipto de aquella época
(dieciséis en el Bajo Egipto y veintidós en el Alto Egipto), dando, además, la valiosa
información de la longitud del tramo del Nilo que recorría cada una de ellas. Gracias a
ello conocemos con muy buena aproximación las divisiones administrativas del Egipto
de hace casi cuatro mil años. La medida que se emplea es el iteru. Para medir áreas o
superficies se usaban medidas como el meh-ta o codo de tierra, de 100 codos cuadrados
(27,5 m2); el setjat o arura, equivalente a 10.000 codos cuadrados (2.756 m2), o el kha-
ta, correspondiente a diez aruras.
Escena de medición de campos. Tumba de Menna. Facsímil por Charles Wilkinson. 1930.
Los egipcios tenían diversas medidas de capacidad: el heqat, equivalente a 4,5 litros; el
khar o saco, equivalente a 16 heqat; el oipe, de 18,2 litros, y el hin o jarra, décima parte
del heqat. Para representar las fracciones del heqat, los escribas inventaron un curioso
sistema. Según un antiguo mito egipcio, el dios Horus, durante su confrontación con su
tío Set, perdió su ojo, que resultó fragmentado. Los trozos fueron recogidos para formar
el udjat u ojo completo, y cada parte del jeroglífico del udjat se empleó para simbolizar
una fracción del heqat. Así, mientras que el udjat equivale a un heqat, las seis partes que
se unen para formarlo corresponden a las fracciones 1/2, 1/4, 1/8, 1/16, 1/32, y 1/64.
Entre las medidas de peso, una de las más comunes fue el deben, equivalente a 91
gramos. Su décima parte era el kite. En los almacenes y tesoros se pesaban el metal y
demás piezas en balanzas con pesas calibradas en deben, que solían tener forma de
ternero o cabeza de vaca.
Todo se registraba a conciencia, de modo que los inspectores sabían en cada momento
de cuántos metales se disponía. Sin embargo, la corrupción también estaba presente. Un
texto de principios de la dinastía XXI, la Enseñanza de Amenemope, aporta un conjunto
de consejos contra la falsificación de pesos, raciones y medidas: "No muevas los
marcadores de los límites de los campos. No desplaces la posición de la cuerda de
medida [...]. No modifiques las escalas ni alteres los pesos, ni reduzcas las fracciones de
las medidas [...]. No hagas para ti mismo pesos deficientes y [...] si ves a alguien que
estafe, aléjate de él". La manipulación interesada de escalas y pesos era usada por
funcionarios corruptos ante la impotencia del campesino, obligado a pagar impuestos
que, de este modo, podían ser aún más abusivos.
El Papiro Anastasi I, versión de un texto original satírico de inicios de la dinastía XIX,
ofrece ejemplos de lo que se consideraba que un buen escriba debía saber. Uno de los
problemas que plantea es: "Te dicen que debes vaciar un almacén que está lleno de
arena bajo el coloso de tu señor, que ha sido traído desde la cantera de Gebel Ahmar.
Mide 30 codos de longitud por 20 de ancho. Su fundamento consiste en diez
compartimentos llenos de arena de la orilla, mientras que las particiones de sus
compartimentos tienen un ancho de 12 codos y una altura de 50 codos […]. ¿Cuántos
hombres serán necesarios para vaciarlos en seis horas […] para que el coloso se erija en
su lugar?".
En el Papiro de Moscú, algo más antiguo que el Rhind, destaca el problema número 10,
que podría tratar del cálculo del área de una semiesfera, muchos siglos antes de
Arquímedes de Siracusa, matemático al que se atribuye el cálculo. Y el Papiro de Berlín
6619 (del Reino Medio), que contiene solo dos problemas aritméticos, muestra las más
antiguas versiones de lo que después conoceremos como teorema de Pitágoras y
ecuación de segundo grado. Heródoto de Halicarnaso no erraba cuando reconocía que
los griegos eran deudores de Egipto en el desarrollo de una ciencia tan importante como
las matemáticas.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/el-desarrollo-de-las-matematicas-en-el-antiguo-
egipto_19170
Durante el reinado de Tutmosis III se elaboró este calendario de festivales, en el que se menciona el orto
helíaco de Sirio, cuando empieza la inundación. Museo del Louvre, París.
En una capilla de Osiris en el templo de Dendera se descubrió un relieve que representa los puntos cardinales
y los 36 decanos (a la izquierda, una reproducción)
CRONOLOGÍA ESTELAR
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/astronomia-egipto-origen-calendario_7198
APORTES EN ÁLGEBRA
En los papiros que se conservan con problemas matemáticos existe un grupo que podríamos
incluir dentro del concepto de álgebra actual. El egipcio no distinguía entre problemas
meramente aritméticos y estos en los que se pide resolver ecuaciones lineales de la forma x
+ ax = b o x + ax + bx = c. Para él todo eran matemáticas y se limitaba a seguir
procedimientos aritméticos. Por supuesto no se empleaba esta notación que usamos
nosotros sino que se pedía por ejemplo buscar un número, que ellos llamaban “aha” o
“montón” tal que … El problema más conocido del papiro Rhind sobre estas cuestiones es
el número 24 en el que se pide calcular el valor del aha si el aha y una séptima parte del aha
es 19. Este tipo de problemas aparecen resueltos con unas someras instrucciones que llevan
al resultado buscado, sin dar ninguna explicación sobre por qué usar el procedimiento.
La resolución de estos problemas se efectúa por el método que hoy conocemos como “regla
de la falsa posición” o “regula falsi”. Este método consiste en presuponer un valor para el
aha y efectuar las operaciones de la ecuación. A menos que tengas mucha suerte no
acertarás con el valor del aha a la primera, pero tampoco importa, porque una vez
efectuadas las operaciones se compara el resultado con el que debería obtenerse y con el uso
de proporciones se halla el valor correcto.
Por ejemplo, en el problema 24 hay que resolver la ecuación x + x/7 = 19 . Se supone un
valor x= 7(el más fácil de aplicar) luego x + x/7 = 8. Ahora basta con calcular un número n
tal que 19 = 8*n, el valor buscado será x= 7*n. Se divide 19/8. Efectuando las operaciones
obtenemos:
1 8
2 16
½ 4
¼ 2
⅛ 1
1 2+¼+⅛
2 4+ ½+¼
4 9+ ½
luego x= 16+½+⅛
Visto el empleo de este procedimiento podemos apreciar que los problemas de división de
cantidades fraccionarias podrían resolverse también siguiendo este mismo método, bastante
más simple, en la mayoría de los casos. Pero no sabemos por qué se elegía uno u otro, nii si
el escriba lo hacía dependiendo de algún factor.
A pesar de que este es el método más empleado en la resolución de ecuaciones lineales,
Ahmes emplea un método de factorización en el problema 30, en el que hay que resolver la
ecuación:
x+(⅔)x + (½)x +(1/7)x = 37
Para resolverla factoriza el primer miembro y divide luego 37 entre (1+⅔+½+1/7)
obteniendo un valor de x= 16 + 1/56+1/679+1/776.
2 2
x + y =100
1 1
y= ( + ¿ x
4 2
https://egiptologia.org/?page_id=147
MATEMÁTICAS EN BABILONIA
Las matemáticas babilónicas son una gama de prácticas matemáticas numéricas y más
avanzadas en el antiguo Cercano Oriente, escritas en escritura cuneiforme. El estudio se
ha centrado históricamente en el período babilónico antiguo a principios del segundo
milenio antes de Cristo debido a la gran cantidad de datos disponibles. Ha habido debate
sobre la aparición más temprana de las matemáticas babilónicas, y los historiadores
sugieren un rango de fechas entre el quinto y el tercer milenio antes de Cristo. Las
matemáticas babilónicas se escribieron principalmente en tablillas de arcilla en escritura
cuneiforme en los idiomas acadio o sumerio.
MATEMÁTICAS SUMERIAS
Aritmética
Los babilonios usaban tablas precalculadas para ayudar con la aritmética. Por ejemplo,
dos tablillas encontradas en Senkerah en el Éufrates en 1854, que datan del 2000 a. C.,
dan listas de los cuadrados de los números hasta el 59 y los cubos de los números hasta
el 32. Los babilonios usaban las listas de cuadrados junto con las fórmulas:
2 2 2
(a +b) −a −b
ab=
2
2 2
(a +b) −( a−b)
ab=
4
junto con una tabla de recíprocos. Los números cuyos únicos factores primos son 2, 3 o
5 (conocidos como números 5-lisos o regulares) tienen recíprocos finitos en notación
sexagesimal, y se han encontrado tablas con listas extensas de estos recíprocos.
Los recíprocos como 1/7, 1/11, 1/13, etc. no tienen representaciones finitas en notación
sexagesimal. Para calcular 1/13 o dividir un número por 13, los babilonios usarían una
1 7 1 1 40 280 4 40
aproximación como: = =7 x ≈ 7 x =7 x = = +
13 91 91 90 3600 3600 60 3600
Álgebra
La tablilla de arcilla babilónica YBC 7289 (c. 1800-1600 a. C.) da una aproximación de
√ 2 en cuatro cifras sexagesimales, 1; 24, 51, 10, que tiene una precisión de
aproximadamente seis dígitos decimales y es el tres lugares más cercano posible.
24 51 10 30547
representación sexagesimal de √ 2: 1+ + 2 + 3 = =1.41421296
60 60 60 21600
Para resolver una ecuación cuadrática, los babilonios usaban esencialmente la fórmula
cuadrática estándar. Consideraron ecuaciones cuadráticas de la forma: x 2+ bx=c
√
2
Sabían que una solución a esta forma de ecuación es: x= −b + ( b ) + c
c 2
que ahora podría resolverse buscando en la tabla n + n para encontrar el valor más
cercano al lado derecho. Los babilonios lograron esto sin notación algebraica,
mostrando una notable profundidad de comprensión. Sin embargo, no tenían un método
para resolver la ecuación cúbica general.
Crecimiento
Plimpton 322
La tablilla Plimpton 322 contiene una lista de "triples pitagóricos", es decir, números
enteros (a,b,c) tales que a 2+ b2=c 2. Los triples son demasiados y demasiado grandes
para haber sido obtenidos por la fuerza bruta.
(E. Robson, "Ni Sherlock Holmes ni Babilonia: una reevaluación de Plimpton 322",
Historia Math. 28 (3), p. 202).
Geometría
Los babilonios conocían las reglas comunes para medir volúmenes y áreas. Midieron la
circunferencia de un círculo como tres veces el diámetro y el área como un doceavo del
cuadrado de la circunferencia, lo que sería correcto si π se estimara como 3. Sabían que
esto era una aproximación, y un matemático antiguo babilónico tablilla excavada cerca
de Susa en 1936 (fechada entre los siglos XIX y XVII a. C.) da una mejor aproximación
de π como 25/8 = 3,125, aproximadamente un 0,5 por ciento por debajo del valor
exacto. El volumen de un cilindro se tomaba como el producto de la base por la altura,
sin embargo, el volumen del tronco de un cono o de una pirámide cuadrada se tomaba
incorrectamente como el producto de la altura por la mitad de la suma de las bases. El
teorema de Pitágoras también era conocido por los babilonios.
La "milla babilónica" era una medida de distancia equivalente a unos 11,3 km (o unas
siete millas modernas). Esta medida de distancias finalmente se convirtió en una "milla
de tiempo" utilizada para medir el viaje del Sol, por lo tanto, representando el tiempo.
Los antiguos babilonios conocían los teoremas sobre las proporciones de los lados de
triángulos similares durante muchos siglos, pero carecían del concepto de medida de un
ángulo y, en consecuencia, estudiaron los lados de los triángulos.
También utilizaron una forma de análisis de Fourier para calcular las efemérides (tablas
de posiciones astronómicas), que fue descubierta en la década de 1950 por Otto
Neugebauer. Para hacer los cálculos de los movimientos de los cuerpos celestes, los
babilonios usaban la aritmética básica y un sistema de coordenadas basado en la
eclíptica, la parte del cielo por donde viajan el sol y los planetas.
La Escuela Jónica
Tales de Mileto
2. “Los ángulos de la base de un triángulo con dos lados iguales son iguales.” (Euc. I,
5). Proclo parece dar a entender que esta afirmación fue demostrada considerando otro
triángulo isósceles idéntico, dándole la vuelta y superponiéndolo al primero, una especie
de demostración empírica.
3. “Los ángulos opuestos de líneas rectas que se intersecan, son iguales.” (Euc. I, 15).
Tales podía haber considerado esto como obvio, para Proclo fue Euclides el primero que
dio una demostración correcta de esta afirmación.
4. “Si dos triángulos son tales que dos ángulos y un lado de uno son iguales a dos
ángulos y un lado del otro, entonces los triángulos son congruentes.” (Euc. VI)
5. “El ángulo inscrito en un semicírculo es un ángulo recto.” (Euc. III, 31) Actualmente
se piensa que este teorema pudo tener su verdadero origen en Babilonia y
posteriormente ser introducido por Tales en Grecia. Esta afirmación es considerada
como uno de los mayores logros geométricos de Tales. Parece ser que pudo llegar a esta
conclusión observando que las diagonales de un rectángulo son iguales, se bisecan, y
que además éste siempre puede ser inscrito en una circunferencia.
6. “La suma de los ángulos de cualquier triángulo es igual a dos ángulos rectos.” Pero
también es posible demostrar el teorema 5, conociendo el 6. Tenemos aquí un caso de
equivalencias de dos resultados. Si conocemos 5, podemos probar 6. Si sabemos 6,
podemos probar 5. Si Tales demostró 5, ¿cómo lo hizo?, ¿habría usado 6?. Hay
referencias de Eudemo a través de Proclo, que indican que 6 no sólo fue demostrado por
los Pitagóricos, sino que incluso fue descubierto por ellos. Y por tanto se cree que Tales
quizá demostró 5, a partir del conocimiento de 6, pero que no daba una demostración
general; sólo aceptándolo como cierto a través de demostraciones de orden particular y
de carácter más experimental e intuitivo, que las que ya aparecen en Los Elementos de
Euclides.
Sin entrar en demasiados detalles astronómicos, algunas historias cuentan también que
Tales consideraba en su enseñanza que un año contenía sobre 365 días, y no doce meses
de treinta días cada uno. Se cuenta que sus predecesores intercalaban ocasionalmente un
mes para mantener a las estaciones sin desfase, así debieron darse cuenta de que el año
contenía de media más de 360 días. Hay razones para considerar que Tales creía que la
tierra era un cuerpo con forma de disco que flotaba en el agua. Tales conocía muy bien
los métodos astronómicos babilónicos, por lo que según el historiador Herodoto, pudo
haber sido capaz de predecir un eclipse de sol en el año 585 a.C, que impidió la guerra
entre los pueblos medo y lidio en Asia Menor. Se cuenta que, cuando los ejércitos de
ambos pueblos vieron el eclipse, atemorizados, lo interpretaron como un mal presagio e
inmediatamente firmaron la paz. No se sabe si Tales en verdad predijo o no el eclipse, lo
impresionante de la historia es que efectivamente el eclipse ocurrió el 28 de mayo del
año 585 a.C4 , siendo éste uno de los primeros eventos históricos del cual se sabe la
fecha exacta. Sus predicciones le proporcionaron un extraordinario prestigio como
profesor y le reservaron un lugar entre los Siete Sabios de Grecia. Tales murió en el año
547 a.C a la edad de 90 años. Según cuentan algunas fuentes, le gustaba asistir a eventos
deportivos de toda clase, y ya anciano asistió como público a una competición
gimnástica
El Teorema de Tales
Anaximandro de Mileto
La Escuela Pitagórica
Pitágoras de Samos
En Samos comenzó a impartir clases sin mucho éxito, lo que le obligó a emigrar a
Sicilia con su madre y con un único discípulo Eratocles. De allí fueron a Tarento, de
donde se mudaron a Crotona, una colonia dórica del sur de Italia, en una época bastante
turbulenta, debido a continuas revueltas sociales, como la insurrección que estalló en la
ciudad vecina de Síbari. En Crotona llevó a cabo con gran éxito la apertura de varias
escuelas, a las que asistía público muy entusiasta, ciudadanos de todos los estratos
sociales, pero sobre todo de las clases más privilegiadas, e incluso mujeres rompiendo la
ley que establecía la prohibición de que pudieran asistir a reuniones en público. La
orden pitagórica se regía por un estricto código de conducta pero era igualitaria e incluía
a varias mujeres. Entre el público femenino ha de destacarse a Teano, la joven y bella
hija de Milón, hombre rico y famoso puesto que había ganado doce veces los juegos
olímpicos. Milón estaba interesado en la filosofía y las matemáticas, y cedió parte de su
casa a Pitágoras con el fin de que crease su propia escuela. Pitágoras se casó con Teano
a pesar de la disparidad de sus edades. Teano escribió una biografía de su marido, pero
desafortunadamente se perdió y no tenemos constancia alguna de esta obra. Cuando la
escuela pitagórica se encontraba en su mayor esplendor, Hipaso, quien había sido
expulsado de la orden por revelar algunos de los conocimientos de esta, y que lideraba
el partido democrático de Crotona que representaba una corriente en contra de la
ortodoxia y los valores conservadores que caracterizaban la orden pitagórica, llevó a
cabo acusaciones infundadas contra sus antiguos compañeros. La escuela fue disuelta, y
las propiedades de la orden fueron confiscadas y Pitágoras mandado al exilio. Pitágoras
de José Ribera “el Españoleto” (1640) Pitágoras vivió en Tarento, pero también allí el
partido democrático se alzó con el poder, y Pitágoras fue expulsado a Metaponto donde
alargó su pobre existencia y murió hacia el 500 a.C. Allí se produjo una revuelta
liderada por miembros del recién llegado al poder partido democrático. Estos rodearon
la casa donde se reunían los pitagóricos, taparon las salidas y le prendieron fuego.
Muchos de los discípulos murieron. Los supervivientes huyeron y este triste hecho
sirvió para que algunos de ellos como Filolao de Tarento les fuera encargada la tarea de
divulgar los conocimientos de la hermandad, constituyendo entre otros el germen de la
Academia de Platón.
Los Pitagóricos
Este hecho hizo que fuera expulsado de manera inmediata y que los pitagóricos
erigieran metafóricamente una tumba con su nombre, mostrando así que, para ellos, él
estaba muerto. La sociedad pitagórica fue perdiendo adeptos y los estrictos
compromisos fueron abandonados gradualmente, y los logros y sus doctrinas fueron
plasmados en libros.
El primer libro (que se conozca) que recoge parte de la naturaleza de los conocimientos
pitagóricos se escribió por Filolao de Crotona en torno al año 370 a.C., y se dice que
Platón mantuvo en su poder una copia del mismo. Podemos decir sin lugar a equívocos
que durante la primera mitad del siglo V a.C., los Pitagóricos fueron la punta de lanza
en cuanto avances científicos con respecto a sus contemporáneos, pero al final todos sus
descubrimientos, y sus conocimientos fueron revelados al mundo, lo que hizo que
Atenas adquiriera el privilegio de erigirse como el centro de la nueva actividad
intelectual. Aunque es imposible separar de forma precisa a quien correspondió cada
uno de los logros intelectuales de los Pitagóricos debido fundamentalmente al carácter
comunitario e impermeable de la orden, sabemos según Proclo que fue Pitágoras quien
le dio a la geometría un carácter deductivo riguroso que se ha mantenido hasta nuestros
días y ha servido de cimiento de una enseñanza liberal. Por esta razón debemos
considerar que Pitágoras fue el primer matemático capaz de elaborar un pensamiento
deductivo presentando las principales proposiciones de una disciplina con un orden
lógico.
A Pitágoras se le conoce también por los números triangulares. Los números figurados o
de mayor orden fueron introducidos por miembros posteriores de la sociedad pitagórica.
Un número triangular es aquel que puede recomponerse en la forma de un triángulo
equilátero (por convención, el primer número triangular es el 1). De este modo el
segundo número triangular es el 3, el tercero el 6, el cuarto corresponde a 10....Si
observamos en la figura de la derecha, la fila más inferior contiene n elementos, y cada
una de las filas superiores tienen un elemento menos a medida que vamos subiendo de
fila. De este modo los números triangulares resultarán ser la suma de la serie.
Fuente: https://revista.giepm.com/wp-content/uploads/revista_impresa/numero_1/
las_escuelas_jonica_y_pitagorica.pdf
Los TRES PROBLEMAS CLÁSICOS DE LA ANTIGUA MATEMÁTICA
GRIEGA
La cuadratura del círculo La duplicación del cubo La trisección del ángulo Se trata de
construcciones que debían hacerse utilizando únicamente una regla sin marcas y un
compás (estos eran, según Platón, los instrumentos divinos). Rectas y círculos eran
considerados por los filósofos y matemáticos griegos como las curvas perfectas a partir
de las cuales todas las demás construcciones deberían ser posibles. Toda solución que
utilice otras curvas que no sean rectas ni circunferencias, o una regla con sólo un par de
marcas, eran consideradas "soluciones impuras" o "prohibidas". Cuenta Filoponus que
en el año 430A.C. una epidemia de fiebre tifoidea mató a la cuarta parte de la población
de Atenas (incluido Pericles); consultado el dios Apolo, respondió por boca del oráculo
de Delos (pequeña isla sobre el Egeo, que no debe ser confundida con Delfos, ciudad de
la antigua Grecia) que cesaría la epidemia cuando hubieran cambiado u altar, que tenía
forma cúbica, por otro nuevo cuyo volumen fuera el doble. Los atenienses procedieron a
construir un nuevo cubo cuyas aristas eran el doble de las anteriores, con lo que el
nuevo altar tenía un volumen 8 veces mayor, provocando la justa irritación del dios
Apolo. Desesperados los atenienses recurrieron al consejo de Platón, quien les hizo ver
que si el 1 er cubo tenía aristas de longitud "a", el cubo nuevo debería tener arista "x" tal
que x3 = 2 a3 (en notación moderna x = a). ¿ Será posible, dado el segmento "a" obtener
con regla sin marcas y compás el segmento x = a? Hicieron falta más de 2.200 años para
demostrar que los tres problemas son insolubles mediante el uso de regla sin marcas y
compás solamente. El primero en expresar sus dudas fue Descartes en 1637. A causa de
la relación del 2° problema con el oráculo de Delos (hay otra versión de Eratóstenes que
relaciona el problema con otros personajes), aquél, y por extensión, los otros dos, se
conocen con el nombre de "problemas délicos".
PLATON Y ARISTÓTELES
Platón y La Academia:
Destacan en la Academia:
Teeteto, como el que habría estudiado a fondo los cinco poliedros regulares, Eudoxio de
Cnido, discípulo de Platón, matemático el primero que trata la teoría de las proporciones
y método de la exhausción, mediante en cual puede calcular áreas y volúmenes de
curvas.
Aristóteles:
EUCLIDES (325-265 a. C)
EUCLIDES: LIBRO I
Sin preámbulo. Lista de 23 definiciones, entre otras
EUCLIDES: LIBRO 5
“Magnitudes se dice que tienen una razón una a la otra, cuando son capaces, tomando
múltiplos, de superar una a la otra” que es también la definición de razón. “Se dice que
magnitudes están en la misma razón, la primera a la segunda y la tercera a la cuarta,
cuando, tomados cualesquiera equimúltiplos de la primera y la tercera y cualesquiera
equimúltiplos de la segunda y la cuarta , entonces los primeros equimúltiplos ambos
exceden, son iguales o son menores que los segundos equimúltiplos, to,ados en elorden
correspondiente” que es la definición de proporción.
Teorema de Pappus.
Si en un par de rectas se toman tres puntos cualesquiera en cada una de ellas y los
unimos dos a dos, las intersecciones de las rectas que las unen estarán en una línea recta.
La “generalización” del teorema de Pitágoras, de las áreas de paralelogramos. En sus
escritos hace referencia a algunas de las obras perdidas de Apolonio, consideras como
revolucionarias para su tiempo. Considerado el último geómetra griego.
Una de las principales tareas de los astrónomos chinos en la antigüedad era preparar el
calendario: conocer el inicio de las estaciones, designar por adelantado días señalados, tabular
el movimiento de los planetas y la luna, predecir los eclipses lunares y, más difícil e importante,
los eclipses solares.
La relativa sencillez de nuestro calendario Gregoriano permite conocer con total precisión cual
será el calendario para un año dado (si es o no bisiesto, días de cada mes, día de la semana…).
Sin embargo, la naturaleza luna-solar del calendario en la antigua China hacia esta tarea mucho
más difícil y el desarrollo de las matemáticas facilitaba la tarea a los astrónomos.
Fuente: https://www.uv.es/iarribas/wikibase/Varios/Pi_China.pdf
Características de la Matemática China:
Según Collette (1986) es el autor de dos obras matemáticas importantes, una de ellas
titulada Espejos Preciosos de los Cuatro Elementos, la cual se ocupa detenidamente
de las ecuaciones simultáneas y de las ecuaciones elevadas a potencias tan altas
como la decimocuarta. En esta obra también se encuentran sumas de series como por
ejemplo:
Así mismo, en las primeras páginas de la obra se encuentra un diagrama del triángulo
aritmético llamado erróneamente “Triángulo de Pascal”.
Ya para finales del Siglo XIII los importantes trabajos chinos dejaron de ser
comprendidos y desarrollados en su mayoría. Según Xu Guangqi esto se debió a que
los estudiosos dejaron de utilizar herramientas de cálculo y una identificación de las
matemáticas con la numerología mística durante la dinastía Ming y a que los libros que
describen los métodos avanzados fueron, en la tradición China, muy concisos y sin
profesores que transmitieran el conocimiento, convirtiéndolos en algo cada vez más
complicado para que los alumnos lo aprendieran solos y directamente de ellos.
Según O'Connor y Robertson (2004) trad. por Armesto (2007), en 1889 se hizo un
importante descubrimiento en el lugar arqueológico del pueblo de Xiao Dun en el
distrito de Anyang de la provincia de Henan, que fue la capital de los reyes de la
dinastía de los Últimos Shang (esta época de los Últimos Shang es conocida también
como dinastía Yin) desde el siglo XIV a.C.
LA MATEMATICA INDIA
Esta manera de escribir los números, llamada escritura Karosthi, fue evolucionando
gradualmente para dar lugar a otro sistema de notación, conocido como el de los
caracteres Brahmi, que recuerda mucho el cifrado alfabético del sistema jónico griego;
cabe preguntarse, por lo tanto, si el hecho de que el cambio de sistema tuviera lugar
en la India poco después del período durante el cual los numerales herodiánicos se
vieron desplazados por los jónicos en Grecia, fue una simple coincidencia o no.
De los numerales cifrados del sistema Brahmi a nuestra notación moderna para los
números naturales hay que superar únicamente dos breves etapas; la primera consiste
en reconocer que, utilizando estrictamente el principio posicional, las cifras que
representan los nueve primeros números pueden servir también como cifras para los
correspondientes múltiplos de diez o, por la misma razón, como cifras para representar
los múltiplos correspondientes de cualquier potencia de diez. El reconocer este hecho
básico habría convertido de golpe en superfluas todas las cifras Brahmi salvo las
nueve primeras. No se sabe cuando se produjo exactamente esta reducción a nueve
cifras y, de hecho, lo más probable es que la transición a la notación <<más
económica>> se hiciera de una manera gradual. Parece seguro, si nos basamos en la
evidencia disponible, que este importante cambio tuvo lugar en la India, pero los
orígenes de la inspiración para llevarlo a cabo son, en cambio, poco claros.
Posiblemente los llamados numerales hindúes fueran el resultado de un desarrollo
interno únicamente; quizá se desarrollaron primero en el contexto de los intercambios
occidentales de la India con Persia, en cambio, ya que el conocimiento de la notación
posicional babilónica pudo haber conducido a una modificación del sistema Brahmi.
Es posible también que el nuevo sistema tuviera sus orígenes en los contactos hacia
el Este, con China, donde el sistema pseudoposicional de barras pudiera haber
sugerido la reducción a nueve cifras. Hay incluso una teoría que afirma que esta
reducción pudo haber tenido lugar por primera vez en Alejandría, dentro del sistema
alfabético griego, y que esta idea debió propagarse más tarde a la India. Durante el
período alejandrino tardío, la costumbre griega de escribir las fracciones usuales
poniendo el numerador debajo del denominador se invirtió, y ésta es precisamente la
forma que adoptaron los hindúes, sin la barra que los separa. Desgraciadamente los
hindúes no aplicaron el nuevo sistema de numeración para los enteros al campo de las
fracciones decimales, y así se perdió la ventaja potencial más importante del cambio
de la notación de tipo jónico.
La referencia específica más antigua a los numerales hindúes data del 662 y se
encuentra en los escritos de Severo Sebokt, un obispo sirio. Como consecuencia del
cierre de las escuelas filosóficas atenienses ordenado por Justiniano, algunos de los
sabios que enseñaban en ellas se trasladaron a Siria, donde establecieron varios
centros en los que se cultivaba el saber griego, y Severo Sebokt debió sentirse
evidentemente molesto con el desprecio que mostraban algunos de ellos por la cultura
y por el saber no griegos, y consideró necesario por lo tanto el recordar a aquellos que
<<hablaban griego>> que <<hay otros también que saben algo>>. Y para ilustrar este
punto llama la atención sobre los hindúes y sus <<sutiles descubrimientos en
astronomía>>, y especialmente <<sus valiosos métodos de cálculos s ehacen por
medio de nueve signos>>. Sabemos también que por aquella época los numerales
hindúes ya se habían estado usando durante bastante tiempo, como revela el hecho
de que el primer documento propiamente hindú sea un plato que data del año 595, en
el que aparece escrita la fecha del año 346 en notación decimal posicional.
LOS SULVASUTRAS
http://euler.mat.uson.mx/depto/publicaciones/apuntes/pdf/2-1-1-india.pdf
ARYABHATA
BRAHMAGUPTA
Dice que los números puede tratarse como pertenencia y deudas: las reglas que
propone en número son: la suma de dos pertenencias es una pertenencia, de dos
deudas una deuda, de una pertenencia y una deuda su diferencia, y si son iguales es
cero. la suma del cero y una deuda es una deuda, de una pertenencia y el cero una
pertenencia. “Positivo dividido por positivo, o negativo por negativo, es afirmativo.
Positivo dividido por negativo es negativo”.
https://matematicas.uclm.es/ita-cr/web_matematicas/trabajos/4/4_matematica_india.pdf
BASKARA
Fue uno de los matemáticos indios más notables (1114-1185), y sobre todo el más
importante del siglo XII. Destacó de forma importante como representante de la
escuela Ujjain, uno de los centros del renacimiento de las matemáticas indias durante
la edad media.
Este matemático fue el que completó algunos de los huecos de la obra de
Brahmagupta, como hizo al dar una solución de la ecuación de Pell y al enfrentarse
con el problema de la división por cero. Aristóteles ya había hecho observar que no
hay ninguna razón en la que un número tal como el cuatro exceda al número cero,
pero lo cierto es que la aritmética del cero no formó parte de la matemática griega, y
Brahmagupta no se había pronunciado sobre la división de un número distinto de cero
por cero.
Así pues, la primera vez que nos encontramos con la afirmación de que tal cociente es
infinito es en el Vijaganita de Bhaskara:
https://classroom.google.com/c/NjE3OTE0MDcyMDE1/m/NjE3OTE0MDcyMTA2/details