Biografía de Ezequiel

Ezequiel fue uno de los grandes profetas del antiguo testamento, proviene de una familia
sacerdotal y su nombre significa “fortalecido por Dios”, nació alrededor del 622 A.C en la
tierra de Judá y fue llevado cautivo a Babilonia en la segunda deportación junto con el rey
Joaquín y una parte del pueblo judío, fue un sacerdote llamado por Dios para ser profeta, esto
lo vemos reflejado en (Ezequiel 1:1-3), por lo que en tierra extranjera inició su ministerio.

El libro de Ezequiel está compuesto por 48 capítulos y las profecías del profeta estaban
mayoritariamente dirigidas a judíos que seguían residiendo en Judá y persistían en su
incredulidad, sin embargo, a pesar de que los mensajes eran de juicio también hablaban
sobre días gloriosos llenos de esperanza en el futuro.

Su misión era predicar a los judíos los caminos del Señor, anunciándoles los castigos y
recriminando su conducta.

Respecto a algunos acontecimientos relevantes, el profeta tuvo una gran visión a las orillas
del río Quebar, lo que marcó el inicio de su llamado profético, a raíz de esto, su ministerio
estuvo muy marcado por visiones simbólicas y actuaciones dramáticas, las cuales diseñaron
el mensaje para transmitir el mensaje de juicio y esperanzas de Dios al pueblo.

También se destaca la visión que tuvo Ezequiel respecto al valle de los huesos secos, la
vemos reflejada en Ezequiel capitulo 37, donde Dios le plantea al profeta una pregunta,
diciendo ¿“Vivirán estos huesos?”, y aunque la condición de los huesos parecía
irremediable, de forma milagrosa se unen, representando la restauración de la nación.

El profeta ejerció el papel de Centinela o Vigilante, advirtiendo al pueblo respecto al peligro

del pecado, los llamó al arrepentimiento y a la obediencia a Dios, las profecías de Ezequiel no
abordaron la situación del exilio, sino también la restauración y redención de Israel, luego de
la caída de Jerusalén, los mensajes de Ezequiel y sus profecías se basan en esperanza y
consuelo.

Es relevante mencionar que las profecías de Ezequiel llevan un orden lineal y cronológico.

El exilio duró setenta años y fueron años difíciles y desalentadores para el pueblo de Dios,
pero aun en el cautiverio fueron años valiosos para Israel, ya que aprendieron que Dios es
santo y el pecado es castigado, fueron sanados en su mayoría del pecado de la idolatría,
pasados los años del cautiverio Dios permitió que el pueblo volviese a la tierra del pacto y que
comenzaran su vida de nuevo allí.

En todo este contexto, Ezequiel fue un profeta fiel que transmitió los mensajes de Dios al
pueblo de Israel y a pesar de la oposición y del rechazo cumplió su llamado con valentía y
determinación, animando al pueblo por sus palabras llenas de gracia, mostrándonos una
historia de fe, coraje y esperanza.