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¿QUIÉN ES JESÚS?

- ALPHA UNIVERSITARIOS

Motivación: ….

Cuando promediaba la vida pública de Jesús, es decir, esos 3 años que él dedicó a
recorrer pueblos, ciudades y predicar, ya habiendo estado mano a mano con los
apóstoles, compartido de todo, noches y días, lo habían visto hacer milagros y predicado,
momentos junto al fuego, pasado cansancio, alegrías y tristezas, llorado, todo lo que uno
puede pasar si vive tanto tiempo con una persona, llegó un momento clave. Jesús los
separa y les pregunta ¿Qué dice la gente que soy? los apóstoles le responden y después
les pregunta a ellos y ustedes, ¿quién dicen que soy?. Esa pregunta fue formulada en
primera persona a sus discípulos, y hoy también quiero proponerla para que busquemos
la respuesta: ¿Quién es Jesús?

Porque, al igual que hace 2.000 años, de Jesús se dice mucho hoy. Que fue un moralista,
un hombre de amor, un reformador, un luchador social, un adelantado, un gran
predicador. Y todavía, también, es clave en nuestra cultura.

Lo vemos en los ambientes que nos movemos, se mantiene, en mayor o menor medida.
Celebramos la Navidad, la pascua, festejamos carnaval. Partió la historia en dos: antes y
después de Cristo. El domingo, día del Señor, dominus. Santa Fe, San Francisco, San Pablo,
Villa Dolores, Exaltación de la Cruz, Rosario, lugares que llevan nombres de santos o
relacionados a Jesús o influenciados por el cristianismo y nosotros vivimos ahí.

No hay lugar del mundo donde no haya rastro de la fe cristiana. Su influencia recorre
todas las edades y clases sociales: desde los más desprotegidos a los más altos estratos,
CEOs de compañías, presidentes, reyes.

Pero entonces, ¿Quién es Jesús? ¿Quién fue esta persona que logró semejante
influencia? Pero también, ¿es relevante preguntarnos eso?

Antes que todo, para saber quién es Jesus, tenemos que responder a una pregunta
escencial: ¿Existió Jesús?”. Y es una pregunta válida, muy válida. ¿Cómo podemos
saberlo? ¿Hay evidencia? ¿Se escribe sobre él fuera de la Biblia? Sí. La respuesta es sí. HAY
MUCHA EVIDENCIA.

En primer lugar Tácito.


Historiador romano que vivió a partir del año 50, escribe directamente de Jesús cuando
describe a los cristianos, que se los había culpado -injustamente- de incendiar la ciudad
de Roma: “Cristo, de quien el nombre cristianos tuvo su origen, sufrió la pena máxima
durante el reinado de Tiberio. Su movimiento, de este modo sofocada por el momento, de
nuevo estalló no solamente en Judea, sino incluso en Roma”.

Otro historiador romano Flavio Josefo.


En el siglo primero, dice esto: “Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, hacedor
de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo,
y atrajo hacia Él a muchos judíos y a muchos gentiles. Además Era el Cristo.” Flavio Josefo
era íntimo colaborador del Imperio Romano, por lo que imagínense que hablar así de
Jesús, no fue fácil.

Hay evidencia, entonces, fuera de la Biblia. Y también la hay -y mucha- dentro del Nuevo
Testamento. ¿Cómo sabemos si lo que se escribió originalmente no cambió? ¿Cómo
podemos estar seguros que lo que está escrito ahí es verdad y no algo armado hace
poco que nos quieren hacer creer?

Hay una ciencia que se llama crítica textual, que se utiliza para determinar la
autenticidad de manuscritos antiguos. Tiene dos variables: el tiempo que pasó entre el
manuscrito y la copia más antigua que existe. Si el tiempo entre el manuscrito y la copia
es breve, se considera que es fidedigna. Y, si tenemos muuuchas copias, y todas las
copias coinciden, eso es en apoyo de la veracidad del texto. Eso nos ayuda a definir si es
confiable, fiel…es casi matemático.

Tácito, quien mencionábamos antes, hay mil años en el medio entre el manuscrito
original suyo y las copias más antiguas, y hay solo unas 20 copias.

Comentarios sobre la Guerra de las Galias, donde el propio Julio César antes de ser
emperador, allá por el año 50 AC, relata las batallas en lo que hoy conocemos como
Francia y esa zona, hay unos 950 años de distancia y 10 copias. Y claro que nadie duda de
que eso pasó.

¿Y el Nuevo Testamento? Pasemos ahí. Cuyo original fue escrito entre el año 40 y el 100
después de cristo, tenemos ya copias desde el 130 y completos desde el 350. Y hay 5mil
en Griego, 10mil en latín, y en otros idiomas.

Los relatos del Nuevo Testamento nos transmiten la experiencia directa, no son leyendas
o cuentos o mitos. Si tomamos como referencia la crítica textual y su ciencia es por lejos
el Nuevo Testamento donde más evidencia sólida encontramos de la existencia de Jesús.

Podemos estar más seguros de la existencia histórica de Jesús que de la historia de


Roma parece ser.

Usamos el Nuevo Testamento, entonces, para confirmar su existencia. Barbaro, pero


¿cómo fue? ¿Quién era? Vamos a guiarnos por los Evangelios, que son los libros que sus
discípulos escribieron, los que lo siguieron, los que estaban con Él. Marcos y Lucas,
discípulos de discípulos. Mateo y Juan, testigos oculares. Y los Evangelios tienen
pretensión histórica, es decir, mostrar que todo sucedió en un momento y lugar. Están
llenos de referencias históricas.

CITA. Lc 3, 1.
“El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato
gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de
Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene bajo el pontificado de Anás y Caifás,
Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.”

Es algo exacto, histórico. Como si dijéramos, en el año 2024, primer año de la presidencia
de Javier Milei, siendo Maximiliano gobernador de Santa Fe, provincia en donde se
encuentra la ciudad de Rosario, se propuso hacer un curso llamado Alpha para
universitarios. Un lugar y un momento donde algo sucedió.

Hay datos duros, por así decirlo, que sabemos de Jesús: hombre, judío, del siglo I, nacido
en Belén, en la provincia de Palestina, lo que hoy es Israel, bajo el imperio de Octavio
Augusto. Que se crió en Nazaret, Galilea, y vivió 30 años trabajando como carpintero,
hasta que comenzó a predicar y enseñar, generando un gran movimiento de renovación
espiritual en su Pueblo Israel, tanto en Galilea como en Samaría y Judea, durante 3 años.
Al cabo de esos años, fue a Jerusalén para celebrar la Pascua Judía con sus discípulos,
donde fue traicionado por unos de sus doce amigos, el famoso Judas Iscariote; fue
juzgado ilegalmente por el Sanedrín, entregado a los romanos, juzgado por Poncio Pilato,
azotado, humillado y maltratado, crucificado a las afueras de la ciudad y sepultado en un
sepulcro nuevo, sin usar, cerca del Calvario.

Y vamos un poco más profundo. ¿Cómo era Jesús? La Palabra de Dios está llena de
referencias también. Voy a un nivel más humano, primero. Y lo primero que me di cuenta
es que es igual que yo.

● Jesús se enojó: echa a los mercaderes. se enoja porque están vendiendo en el


templo.
● Jesús lloró: muerte de Lázaro.
● Jesús tenía hambre: ¿tienen algo para comer?
● Jesús estaba cansado: tenía que ir de una ciudad a otra, y llegó a un pozo de
agua y la Palabra dice, que estaba cansado,, frenó y pidió un poco de agua.
● Jesús tenía grandes alegrías: se estremeció de gozo cuando vio al grupo de 72
discípulos que había enviado a predicar.
● Jesús tenía amigos: “ustedes son mis amigos”,
● Jesús a veces estaba a mil también: “el hijo del hombre no tiene donde recostar
su cabeza”. tantas cosas para hacer, de un lugar a otro.

Tenía sentimientos, pensamientos, deseos, sufrimientos, como cualquier persona.

Es hombre, pero… ¿era Dios?


¿y cómo podemos decidir sobre este punto? Creo que lo podemos dividir en dos. Primero,
qué dijo Él de sí mismo. Y segundo, si tenía razón o si era verdad.

Es una realidad que Él iba revelando su identidad poco a poco, pero él dice:
- “Yo soy el camino, la verdad y la vida ”. ¿Quién se anima a decir eso? Yo no. Yo no
soy nada. Él dijo, vení, soy el camino a la felicidad, a la plenitud interior, la alegría.
Yo soy la vida, soy el que te da fuerza para vivir.
Los maestros espirituales hoy en día dicen “vayan a Dios”. Pero Jesús, como era Dios,
dice, “vengan a mí”. Yo soy.

Dicen que estamos en una cultura de deseo e insatisfacción. Deseamos cosas que no
encontramos por completo. Se nos generan muchos deseos, pienso que lo sabemos con
tanto marketing. Pero de insatisfacción, porque no importa cuánto deseamos y cuánto
saciamos, no nos alcanza. Y Jesús dice:
- “Yo soy el pan de la vida”, es decir, yo soy el que va a saciar tu hambre, tu deseo.
Y pienso que muchas veces, al menos yo, experimentamos ese vacío. Puede ser en
el trabajo, en lo que estudiamos, en la familia, en lo que queremos pero no
podemos, en tener el iphone 13 pero querer el 15, en tener un auto mejor, en tener
un viaje mejor. Siempre más. Y Jesús dice, “yo soy el pan de vida”, yo soy el que te
va a saciar, no más iphone, más viaje, más auto. No me malinterpreten, si yo
pudiese me cambiaría el auto y está genial eh, pero esto habla de algo más
profundo. Hambre de sentido de vida.

Yo SOY el camino, yo SOY el pan de vida. Es decir, sus pretensiones sobre sí mismo, eran
grandes. Ahora, ¿tenía razón?, ¿es verdad lo que él dijo?

Todos los caminos espirituales, los buenos al menos, son intentos del hombre en busca
de Dios, como que quiere encontrarlo. Pero Jesús dice que es al revés. Es Dios que llega al
hombre, es Dios que se hizo chiquito, un bebé y nació, por eso celebramos la Navidad. Por
eso es tan importante ver si es verdad lo que dijo. Porque si es quien dice ser, entonces es
verdad que Dios vino a nosotros y nos enseñó desde adentro por así decirlo.

Él dijo que era Dios, pero ¿era verdad?


JESÚS DIJO SOY DIOS. Hay 2 variables. O era Dios o no era Dios. Y se abren 3 posibilidades.

La primera posibilidad es que él era un mentiroso. Sabía que no era Dios, pero lo decía.
En ese caso era un malvado, un manipulador, manejaba a la gente.

La segunda posibilidad es que era un loco. Creía que era Dios, pero no era Dios. Era un
loco de verdad, porque cuanta más distancia hay entre lo real y lo que digo ser, mayor
locura. Si les digo, soy la mejor jugadora de fútbol de todo pilar, dirán, bueno un poco
soberbio, no lo conozco, pero puede ser que se yo. Si digo, yo soy la mejor jugadora de
fútbol de toda argentina y nadie puede hacer lo que yo hago. Ya posiblemente sepan que
estoy mintiendo. Estarías en Europa jugando, no acá en Rosario. Y si encima yo les digo,
yo soy Diego Maradona que volví de la muerte y estoy acá, van a saber que estoy
completamente loca.

La tercera posibilidad, es que él pensara que era Dios y efectivamente lo fuera. Que su
pretensión fuera verdadera.

Un malvado, un loco, o Dios.


Su enseñanza NO nos muestra que fuera un malvado o un desequilibrado. No juzguen,
perdonen, sean misericordiosos. Sobre la confianza en Dios, sobre la familia, sobre el
amor humano, sobre el matrimonio, sobre hacer el bien al prójimo, sobre cuidar al más
desprotegido, sobre servir antes que ser servido. Si miramos todo eso, podríamos decir,
que tiene sentido, que es bueno, que es algo que nos lleva hacia el bien, que nos llena el
corazón.

Sus OBRAS. Hizo milagros enormes. Muchos. Y hubo testigos. Dice la Biblia que hay un
milagro que Jesús hace frente a 500 personas. Y los grandes psicólogos están de
acuerdo en que no hay una sola evidencia de que varias personas hayan alucinado un
mismo suceso en un mismo momento. Imagínate 500 personas.

Pero pienso que lo más asombroso de Jesús, lo que más me convence de Jesús, es su
AMOR, en el nivel más esencial, más profundo. Hacia los leprosos. Hacia las prostitutas.
Hacia los paralíticos. A los niños. Hacia los más humildes. Amor en acción hacia los más
olvidados. Hacia todos.

¿Son las obras de un loco o de un malvado? No.

Miren lo que dice Jesús, hablando sobre sí mismo.


«Voy va a ser entregado en manos de los hombres: me matarán y al tercer día
resucitaré»

Esa última palabra es la que más AFECTA la respuesta de quién es Jesús. Porque si
Jesus no resucitó, simplemente hubiera sido un buen moralista, una buena persona, un
adelantado, pero nada mas y entonces: “vana sería la fe”, al pedo sería esta charla
también, no tendría sentido dedicar tanto tiempo a charlar de un buen moralista que
vivió hace 2.000 años.

Si no resucitó, listo, cerramos acá. Pero si resucitó -y para hacerlo tiene que ser Dios,
obviamente- entonces esto puede cambiarlo todo.

Lo sabemos porque lo cuentan los evangelios. Lo sabemos porque se apareció a las


personas. En carne y hueso. Come con ellos. Vive con ellos. Durante 40 días después de
haber muerto.

¿Y cuál fue el efecto?

Pasaron de ser personas temerosas, ignorantes, pescadores sencillos, egoístas. Ellos lo


habían abandonado días atrás en la cruz. Huyeron. Solo había 1 de los 12 en ese
momento. Pedro, san pedro, dijo que ni lo conocía porque tenía miedo que lo agarraran a
él. Pasaron de ser eso a semillas del cristianismo. A anunciarlo, a viajar por todo el
mundo, a predicar en las calles, a hacer milagros ellos mismos, a morir mártires. Es decir,
murieron con tal de no negar esto que habían visto. ¿Alguien sostiene una mentira hasta
dar la vida? Yo, al menos, no.
Historia Maximiliano Kolbe. Él es San Maximiliano Kolbe, un franciscano que vivió en
Auschwitz, un campo de concentración Nazi. Los nazis tenían la costumbre de matar 10
personas por 1 que intentaba escaparse. Y lo hacían matándolos de hambre en un pozo.
Dicho y hecho. En un momento, sucede eso, y una de las diez personas que seleccionar
era un hombre polaco que, llorando y rogando, en las filas de todos los prisioneros, dijo:
“mis hijos no tienen madre. Ahora se quedarán huérfanos”. En ese momento, un flaquito
fraile dio un paso adelante, como pudo, y dijo: yo voy. Intercambio mi vida. Le
concedieron el deseo y lo mandaron al bunker a matarlo de hambre. Tras 2 semanas sin
comida ni bebía, Kolbe seguía con vida. Y como necesitaban el pozo para otros
prisioneros, lo mataron.

Entonces, ¿FUE JESUS UN MITO?

En lo personal, pienso que no. Creo que su humanidad, probada como hemos visto, va
mucho más allá de ser un buen predicador, un moralista, un raví shankar de hace unos
dos mil años. Creo que es una persona real, la mejor de ellas, y que es Dios.

Si el Jesús de los Evangelios, el que los místicos vieron, el que los historiadores
referenciaron, que los santos siguieron, que sus discípulos murieron por él, que hombres y
mujeres de todos los siglos dejaron lo que tenían para expandir su mensaje, que
misioneros entregaron sus vidas antes que renegar de él, que hace que hoy esté yo acá,
si ese Jesús existió, entonces…¿NO MERECE UNA OPORTUNIDAD?

¿Por qué no aprovechar este curso para conocerlo más?

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1. ¿Creo que Jesús hombre existió o es un invento?
2. ¿La evidencia expuesta tiene sentido para confirmar que fue hombre y fue Dios?
3. ¿Me interesa encontrar la respuesta?

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