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Capitulo II

Marco Teórico

Antecedentes

En un estudio realizado por Díaz et al (2022) cuyo tema fue causas y complicaciones de

la celulitis facial odontógena en niños y adultos con el objetivo de determinar cuáles son las

complicaciones de la celulitis facial en niños y adultos mediante a través de un estudio de

revisión sistemática de tipo descriptivo que mostro como resultado que el 27% de los artículos

se afirma que las complicaciones más frecuentes de la celulitis son la sepsis sistémica al igual

que la trombosis del seno cavernoso llegando a la conclusión que son varias las causas que se

pueden enumerar como factor etiológico de la celulitis facial odontogénica, sin embargo, la

complicación que más se evidenció fue la sepsis sistémica.

Soto & Surichaqui (2021). Realizó un estudio científico, cuantitativo, retrospectivo y de

corte transversal cuyo tema fue prevalencia de Celulitis Facial Odontogénica en Infantes que

acuden al servicio de Pediatría del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión del Callao 2018-

2019 con el objetivo de determinar la prevalencia de Celulitis Facial Odontogénica en infantes

que acuden al servicio de Pediatría del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión durante el

periodo 2018- 2019 dando como resultado que la fascitis cérvico facial necrosante tiene una tasa

de mortalidad del 20 al 75% y la angina de Ludwig se difunde de una manera rápida como

conclusión de que la prevalencia de Celulitis Facial Odontogénica en el año 2018-2019 fue de

45 casos por cada 100 infantes que acudieron al servicio de pediatría del HNDAC.

Un estudio de tipo observacional, retrospectivo y de corte transversal con el tema de

características clínicas epidemiológicas de celulitis en pacientes pediátricos del Hospital

Goyeneche del 2011 al 2017 Arequipa, cuyo objetivo fue conocer las características clínicas y

epidemiológicas de la celulitis en pacientes pediátricos del Hospital Goyeneche 2011 a 2017, los

resultados mostraron que se presentaron complicaciones en el 18.25% de casos con una

formación de abscesos en 17.52%, como conclusión se llegó que la celulitis en edad pediátrica
viene presentando un importante aumento, y muestra manifestaciones características que

permiten un tratamiento oportuno que evita el desarrollo de complicaciones graves o la muerte

(Pacheco, 2018).

Zambrano et al (2018) con el tema de complicaciones sistémicas derivadas de celulitis

facial odontogénica en niños venezolanos menores de 6 años con el objetivo de determinar la

prevalencia de complicaciones sistémicas derivadas de celulitis facial odontogénica y su

relación con el peso y la talla de niños de 1 a 6 años hospitalizados en el Servicio de

Infectología Pediátrica del Hospital Universitario de Caracas en el periodo 2006- 2014

empleando un estudio de tipo no experimental, retrospectivo, transversal y analítico obtuvo

como resultado que la prevalencia de complicaciones sistémicas derivadas de la celulitis facial

odontogénica en esta muestra fue del 32%, y se reportan 5 complicaciones meningitis 15%,

absceso cerebral 2%, neumonía 6%, endocarditis infecciosa 5% y septicemia 4% en conclusión

las complicaciones sistémicas que se pueden derivar de una celulitis facial odontogénica son

varias y pueden comprometer la vida del paciente, en este estudio la más frecuente fue la

meningitis.

Costales et al (2018). El objetivo del presente estudio fue de revisar los casos de

celulitis facial de origen odontogénico de aquellos pacientes que hayan ingresado al hospital de

segundo nivel durante el periodo de un año, aplicando un estudio de tipo descriptivo,

observacional, discreta, nominal de tipo retrospectivo como resultado de dicho estudio se

obtuvo que la presencia de dolor y tumefacción así como fiebre está en un 22,1% y trismus en el

22,2% por ende se concluyó que se presentaron 9 casos con comportamiento de celulitis facial

drástico e invasivo, todos los casos presentaron dolor, tumefacción e incluso fiebre.

Fundamentación Teórica

Celulitis Facial

La Celulitis Odontógena es la inflamación del tejido celular subcutáneo (TCS), sin

tendencia a la limitación, que abarca varias regiones anatómicas y conduce a la necrosis de los
elementos afectados, cuyo origen está en relación con los dientes o estructuras de sostén de los

mismos (Regalado, 2016).

La Celulitis facial es una infección bacteriana severa de los tejidos blandos de la cara y

la celulitis facial odontogénica (CFO) aquella que tiene como foco de infección inicial una

enfermedad bacteriana dental (Medina, 2012).

La Celulitis facial odontogénica es la inflamación del tejido celular subcutáneo, sin

tendencia a la limitación, que abarca varias regiones anatómicas y conduce a la necrosis de los

elementos afectados, cuyo origen está en relación con patologías asociadas al tejido dentario o

estructuras de sostén de los mismos (Regalado, 2016).

Es una inflamación difusa de los tejidos blandos que no está circunscrita a una región,

pero que, a diferencia del absceso, tiende a diseminarse a través de los espacios tisulares y a lo

largo de los planos aponeuróticos. Puede ser inofensiva en su fase temprana y sumamente

peligrosa en su etapa avanzada, extendiéndose rápidamente hacia los tejidos adyacentes (Shaffer

et al, 2000).

Bagamaspad (1998) describe la celulitis como una infección aguda y dolorosa, cuya

inflamación es difusa.

Clasificación de la Celulitis Facial Odontógena

La literatura menciona diferentes clasificaciones de la celulitis de origen odontogénica

las más destacadas se muestran a continuación. Arciniegas (2002). Clasifica la celulitis

odontogénica en: agudas y crónicas.

Agudas. Su diseminación puede ser rápida comprometiendo varios espacios celulares y

pueden manifestarse con un cuadro infeccioso sistémico. La intensidad va a depender del estado

inmunitario del huésped, del área afectada y la virulencia y su evolución es cuestión de horas o

días (Donado & Martínez, 2014).


Graves. Son de lenta evolución con una presentación crónica desde el inicio o por

evolución de un cuadro agudo, mayormente no son dolorosas, solo se requiere atención las de

origen actinomicoticos. A la palpación se evidencia una piel delgada y violácea que envuelve a

un nódulo de forma oval o policíclico (Arciniegas & Sierra, 2002).

Factores Desencadenante de la Celulitis Facial Odontógena

Causas Dentarias. Es la etiología de mayor frecuencia, se origina por la evolución de

una caries no tratada a tiempo, la cual conduce a una afección pulpar (Donado & Martínez,

2014).

El origen de las infecciones Odontogénica de causa dentaria es a partir de dos

localizaciones zona periapical lesiones periapicales causadas por una necrosis pulpar y zona

periodontal por una bolsa periodontal siendo vehículo para la penetración de bacterias a los

tejidos blandos subyacentes (Gonzales, 2016).

Causas Traumáticas. Tiene una particularidad de desencadenar a una necrosis pulpar

sin la presencia de una lesión cariosa, la cual está relacionada a microtraumatismos frecuentes

ya sea por una maloclusión o un mal hábito, o por accidentes traumáticos que pueden ocasionar

fisuras o fracturas dental comprometiendo el paquete vasculo-nervioso (Rodríguez &

Rodríguez, 2009).

Causas Peridentarías. La que se manifiesta más son los procesos infecciosos

originados por la erupción de un diente, como la pericoronaritis (Rodríguez & Rodríguez,

2009).

Causas Iatrogénicas. Son ocasionado por un procedimiento inadecuado del

profesional, como procedimientos de endodoncia inadecuadas, exodoncias traumáticas sin la

aplicación de asepsia, etc.


Etiología de la Celulitis Facial Odontógena

La caries dental es la enfermedad más frecuente que afecta a los dientes, y la de mayor

prevalencia en el mundo; ha sido y todavía es la enfermedad crónica más frecuente en el

hombre moderno. En un paciente que padece de caries cuando no se lleva a cabo un tratamiento

precoz, se llega a desarrollar un proceso séptico periapical, de ahí que sean estas afecciones las

de mayor incidencia a provocar una Celulitis Facial Odontógena.

La celulitis facial odontógena puede originarse por infección de uno o varios dientes o

por patología del tejido dentario o de sostén (Fernández, 2018).

Causas Dentarias. Infección por caries o periodontitis crónica, lesiones traumáticas

externa u oclusales con inflamación o necrosis pulpar, irritación de la región periapical por

manipulación endodóntica, medicamentos empleados en la terapéutica radicular,

instrumentación endodóntica contaminada, presencia de infecciones por granuloma o quiste

periapical, debido a la erupción dentaria (Pericoronaritis), presencia de dientes retenidos,

necrosis pulpar por agentes químicos, micro y macrotraumas (Fernández, 2018).

Causas Peridentarias. Gingivitis. estomatitis, alveolitis (Fernández, 2018).

Causas Traumáticas. Traumatismos dentoalveolares, traumas de intensidad variable

que producen fisuras o fracturas en el esmalte, hábitos inadecuados, como mordedura de objetos

que producen cargas excesivas en el periodonto, exodoncias laboriosos o iatrogenias durante la

extracción dentaria que causan traumatismos de los tejidos peridentarios, contusiones,

luxaciones (Fernández, 2018).

Consecuencias de la Celulitis Facial Odontógena

La mayor parte de las infecciones odontogénicas suelen manejarse de forma adecuada

con pocas complicaciones; sin embargo, si se diseminan provocan enfermedades graves e

incluso la muerte (Flores, 2002).

Entre las complicaciones que se pueden observar son:


Sinusitis Odontogénica. Afecta la mucosa de los senos maxilares y puede ser causada

por la evolución de una lesión en el diente con formación de pus periapical que avanza en el

interior de la cavidad sinusal. Aunque las infecciones dentales son muy comunes, sólo el 5% a

10% causa sinusitis maxilar, lo que suele ocurrir debido a la interrupción de la membrana del

seno maxilar, causada por el desplazamiento iatrogénico de diente en el seno maxilar, lesión

periapical, enfermedad periodontal, lesiones de caries extensa o de extrusión de material

obturador endodóntico dentro del seno (Brook, 2006).

Trombosis del Seno Cavernoso. Es una trombosis muy rara y habitualmente séptica

del seno, causada por forúnculos nasales o una sinusitis bacteriana. Generalmente es causada

por una infección bacteriana que se ha diseminado desde los senos paranasales, los dientes, los

oídos, los ojos, la nariz o la piel de la cara.

Angina de Ludwig. Es un proceso séptico y generalmente grave del tejido blando del

suelo de la boca. Progresa con rapidez desde el piso de la boca hacia el cuello, y genera

inflamación, supuración y necrosis de las partes blandas comprometidas. La angina de Ludwig

tiene su origen en focos infecciosos ontogénicos y, dentro de ellos, los abscesos del 2do y 3er

molares, constituyen su causa principal en las raíces de los mismos. Se extienden debajo de la

cresta del músculo milohioideo y de ahí expanden la infección hacia otros espacios, originando

entre el 70 % al 90 % de los casos (Calderón et al, 2016).

Fascitis Necrotizante. Es una infección poco frecuente de los tejidos blandos de

diseminación rápida, polimicrobiana, caracterizada por una necrosis extensa y formación de gas

subcutáneo y bajo la fascia superficial. Evoluciona con necrosis muscular, moteado cutánea y

trombosis de los vasos circundantes en la medida que compromete planos subyacentes. Al ser de

origen dentario, estas infecciones son polimicrobianas con combinación de aerobios, anaerobios

facultativos y estrictos (Troncoso, 2021).

Obstrucción de Vías Respiratorias. Pueden ocurrir en cualquier parte de las vías

respiratorias. Estas obstrucciones pueden oscilar entre leves y graves además de que pueden
suponer una amenaza de vida y pueden ocurrir de forma aguda, en un período corto de tiempo, o

de manera crónica, en un intervalo de tiempo más largo. Es causada con mayor frecuencia por

infecciones.

Meningitis. Suele estar ocasionada por una infección viral, aunque también puede ser

bacteriana o fúngica. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello. Según

la causa, la meningitis puede mejorar por sí sola o puede ser grave y requerir tratamiento

urgente con antibióticos.

Septicemia. Es una enfermedad potencialmente fatal que se produce por una reacción

del cuerpo ante una infección. Normalmente, el cuerpo libera químicos en el flujo sanguíneo

para luchar contra una infección. La sepsis ocurre cuando la respuesta del cuerpo a estos

químicos está desbalanceada, lo que desencadena cambios que pueden dañar múltiples sistemas

orgánicos. Si la sepsis avanza hasta un choque séptico, la presión arterial desciende de manera

drástica. Esto puede causar la muerte (Troncoso, 2021).

Epidemiología de la Celulitis Facial Odontógena

Según Saavedra et al, (2009) manifiesta que en los últimos años se ha descrito a nivel

mundial un aumento de la incidencia de infecciones de piel y partes blandas especialmente en la

población pediátrica, con frecuencia sin factores de riesgo asociados. Esta incidencia es

especialmente elevada en América, mientras que en Europa y España parece ser mucho menor.

Los estudios epidemiológicos de las infecciones odontogénicas en la población

pediátrica y adolescentes son muy pocos. Según Flores es más frecuente en el sexo masculino

59.46% y en el grupo etario de los preescolares de 2 a 6 años 56.76% (Flores, 2002). García

coincide en que es más frecuente en varones, pero entre los 5 y 8 años de edad (García et

al.,2009). En cambio, para Medina predomina en el sexo femenino y en edades de 4 a 6 años

(Flores, 2002).

Existen además autores que abogan por una supremacía del sexo masculino, alegando

que estos son grupos de mayor riesgo al estar más expuestos a traumas y tienen más relación
con medios contaminados (Barrios & Carrero, 2011). La región afectada con mayor frecuencia

es la submandibular 65% seguida de la región geniana 55%, luego el parpado inferior 37.5 y por

último la región nasal 32.5% (Brodsky & Hartwig, 2010). Revisiones epidemiológicas de

infecciones faciales en pacientes pediátricos hospitalizados demuestran que más del 50% del

total de estas, se deben a cuadros de celulitis odontogénicas, ocupando el cuarto lugar de causas

de consulta de urgencias, y el segundo lugar en las causas de hospitalización de los niños

(Brodsky & Hartwig, 2010).

A nivel latinoamericano Barrios, reporto que, de una población de 908 historias clínicas,

248 casos correspondían con celulitis odontogénica en el Servicio de Odontopediatría del

Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Mérida- Venezuela) durante los años

2007 y 2008 y a nivel nacional Arciniegas (2002) reporta que la celulitis cervicofacial de origen

dental corresponde al 38% de todos los casos de celulitis cervicofacial en la Fundación HOMI

Hospital de la Misericordia (Barrios & Carrero, 2011).

Diagnóstico de la Celulitis Facial Odontógena

El diagnóstico etiológico puede conseguirse en un 25% de los casos de celulitis, con el

cultivo de aspirado del lugar de la inflamación, la biopsia cutánea y los hemocultivos (Saavedra

et al, 2009).

El diagnóstico como parte de todo procedimiento odontológico debe basarse

principalmente en la historia clínica. Cuando el paciente presenta una infección bucofacial y

acude al odontólogo en busca de tratamiento, el objetivo inicial debe ser determinar el

diagnóstico y la severidad de la infección (Hernandez, 2008).

El tratamiento precoz y el reconocimiento de las infecciones orofaciales en los niños es

crucial para evitar una probable afectación sistémica (Cachovan et al, 2013).

El diagnóstico de la celulitis odontogénica se basa en tres factores fundamentales:

antecedentes del paciente, examen físico y exámenes complementarios.


Anamnesis. Al igual que en otros procesos médicos o quirúrgicos, el diagnóstico

comienza con una anamnesis, en la que hay que prestar especial atención a los siguientes datos

como la evolución y duración de los síntomas, enfermedades actuales y previas del paciente,

hipersensibilidad a fármacos, tratamientos médicos y procedimientos quirúrgicos realizados

previamente sobre el proceso, así como la efectividad exhibida por los mismos y el consumo de

fármacos inmunosupresores como corticoides, citostáticos (Vicente, 2004).

Exploración física. El primer paso de la exploración física es obtener los signos vitales

del enfermo, incluyendo temperatura, presión arterial, frecuencia del pulso y frecuencia

respiratoria. Una vez obtenidos los signos vitales, se debe prestar atención a la exploración

física del paciente, la primera parte de la exploración debe ser la inspección de la apariencia

general del enfermo aspecto toxico (Hupp et al, 2014). La exploración local debe realizarse

mediante inspección, palpación y percusión (Vicente, 2004). La exploración intraoral se

realizará para tratar de encontrar la causa específica de la infección, puede haber dientes con

caries graves, un absceso periodontal evidente, diversas enfermedades periodontales,

combinaciones de caries y enfermedad periodontal o una fractura infectada de un diente o de

toda la mandíbula (Hupp et al, 2014).

Exámenes complementarios. Los estudios que proporcionan más información sobre la

extensión del proceso y sus peculiaridades lo aportan la Tomografía axial computarizada (TAC)

y la Resonancia magnética (RMN), ambas tienen la misma sensibilidad en la detección de

abscesos, si bien la TAC exhibe mayor especificidad (Vicente, 2004). Para valorar la vía

respiratoria, o si hay gas en los tejidos blandos, es útil realizar una radiografía lateral de cuello,

así como para valorar la infección retrofaríngea. Una radiografía o una TAC de los senos

maxilares puede ser útil para estudiar la participación de esas estructuras en caso de

complicaciones o de un origen de la infección facial no aparente (Chow et al, 2014).


Tratamiento de la Celulitis Facial Odontógena

Los objetivos del tratamiento de la celulitis son el alivio de los síntomas del niño y la

detección precoz y manejo de los casos susceptibles de desarrollar infecciones invasoras.

Aunque algunos niños con hallazgos cutáneos típicos y ausencia de síntomas sistémicos pueden

ser tratados en régimen ambulatorio, la decisión de hospitalización es obvia en los casos

severos, con fiebre alta o signos de toxicidad sistémica. Además de las formas graves, se debe

considerar la hospitalización cuando no pueda asegurarse un tratamiento y seguimiento

adecuados de forma ambulatoria o para descartar diagnósticos alternativos de formas invasoras.

(Álvarez et al, 2007)

El tratamiento antibiótico debe administrarse siempre de forma sistémica. El

tratamiento empírico de la celulitis tiene que estar dirigido por la historia de la enfermedad, la

localización, las características de la celulitis y la edad y el estado inmunitario del paciente. En

un neonato con celulitis se debe investigar a fondo la existencia de sepsis e iniciar el tratamiento

intravenoso empírico con un antibiótico antiestafilocócico resistente a β-lactamasas. Entre las

exploraciones complementarias se tienen que incluir hemocultivos y, cuando el lactante es

menor de 1 año y existen datos de toxicidad sistémica o no se puede realizar una exploración

adecuada, se debe practicar una punción lumbar. (Korta et al, 2013)

Moreno et al, (2019) en su estudio reporta que la penicilina fue el antimicrobiano más

empleado que obtuvo eficacia en la remisión de la celulitis facial Odontogénica en pacientes

pediátricos, con los resultados obtenidos en su estudio confirma la efectividad de los

betalactámicos en la infección odontogénica, los que se plantean como antibióticos de primera

elección para su tratamiento.

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