ARTÍCULO DE REVISIÓN

Rev AMOP
Vol. 29, Núm. 2, 2017
52-58.

Manejo de infecciones odontogénicas en niños.

Revisión de la literatura
Acosta María Gabriela,* Bolívar Marielvys,** Núñez Néstor***

RESUMEN

Las infecciones odontogénicas (IO) tienen su origen en las estructuras que forman el diente y el periodonto. Su progresión espontánea
puede afectar al hueso maxilar, estructuras adyacentes o incluso viajar a otros órganos. El objetivo de esta revisión bibliográfica es
destacar el manejo de las infecciones odontogénicas y exponer las alternativas más beneficiosas para el paciente pediátrico, así como
también sus consecuencias. Las IO ameritan un manejo cuidadoso y coordinado que a veces incluye tratamiento antimicrobiano con
indicaciones precisas, así como en algunos casos la hospitalización del paciente para su correcto manejo.

Palabras clave: infección odontogénica, niños, antimicrobiana.

Management of odontogenic infections in children. Review of the literature

ABSTRACT

Odontogenic infections (OI) arise from the structures that form the tooth and periodontium. Its spontaneous progression may affect
the jawbone, adjacent structures or even travel to other organs. The aim of this review is to highlight the importance of management
of odontogenic infections and expose more beneficial alternatives to the pediatric patient. We conclude that IO deserves a careful and
coordinated management that sometimes includes antimicrobial treatment in accurate indications and in some cases is necessary
hospitalization for proper handling.

Key words: odontogenic infection, children, antibiomicrobial.

* Doctora en ciencias odontológicas. Especialista en odontopediatría. Profesora del departamento de odontopediatría de la Universidad
de Carabobo. Valencia. Venezuela.
** Especialista en odontopediatría. UNITEC. Profesora del departamento de odontopediatría de la Universidad de Carabobo. Valencia.
Venezuela.
*** Especialista en odontopediatría. UNITEC.

Correspondencia: María Gabriela Acosta

Correo electrónico: gabrieladecamargoyahoo.com

Recibido: abril 3, 2017.

Aceptado: junio 5, 2017.
Acosta MG. y cols. Manejo de infecciones odontogénicas en niños.
Rev AMOP 2017; 29(2): 52-58.
INTRODUCCIÓN
La mayoría de las infecciones orofaciales en niños, son de
carácter autolimitado, caracterizado por el drenaje espon-
táneo.1 Generalmente estas infecciones tienen su origen en
las estructuras que forman el diente y el periodonto y su
progresión espontánea puede afectar al hueso maxilar en su
región apical. Sin embargo, en determinadas ocasiones, la
infección odontogénica (IO) no se circunscribe solamente
a esta zona denominada “infección primaria”, sino que
puede haber una diseminación secundaria, que compromete
por continuidad estructuras más alejadas de los maxilares
(espacios cervicofaciales) o todavía más lejanos (pulmón,
endocardio, cerebro, riñón, etc.) cuando se produce una
embolización séptica por vía linfática o hemática.2 Por lo
que la identificación temprana de la enfermedad oral puede
contribuir al diagnóstico precoz y tratamiento de una serie
de enfermedades sistémicas.3
En presencia de síntomas agudos de pulpitis, el trata-
miento puede ser una pulpectomía o extracción. La terapia
antimicrobiana por lo general no está indicada si la infección
dental está contenida dentro del tejido pulpar o el tejido
que lo rodea inmediatamente. Si no hay signos sistémicos
de infección como fiebre e inflamación facial, la Academia
Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) recomienda
prescripción conservadora para el uso de antimicrobianos,
debido a la creciente prevalencia de las resistencias bacteria-
nas.4 El diagnóstico y tratamiento, se basa en la eliminación
del factor causal y los antimicrobianos son un complemento
útil en el tratamiento, pero no deben sustituir la eliminación
del factor causal.5 No todas las IO requieren terapia antimi-
crobiana; dependiendo de las características del proceso, estas
pueden resolverse con procedimientos odontológicos y/o qui-
rúrgicos o antibioticoterapia; o bien la combinación de ellos. La
prescripción de antimicrobianos tiene como objetivo reducir el
inóculo bacteriano en el foco infeccioso, evitar la propagación
de la infección y su recurrencia, prevenir sus complicaciones y
obtener la curación clínica.6
Las IO son habitualmente polimicrobianas y en la práctica
habitual, generalmente no se lleva a cabo cultivo, aislamiento
e identificación de los microorganismos implicados, hacién-
dose recomendable establecer un tratamiento que abarque los
microorganismos más frecuentemente aislados.7
La importancia de dar atención oportuna y adecuada
a cualquier tipo de IO en niños es que el proceso séptico
avanza mucho más rápido que en los adultos, ya que los
espacios medulares jóvenes son más amplios. La odonto-
génesis puede verse afectada por los folículos dentarios
en formación y si la infección alcanza los centros de
crecimiento del esqueleto facial puede haber una defor-
midad maxilar permanente (sobre todo si se dañan las
regiones subcondíleas o la región vomeriana del maxilar).
La fiebre puede provocar convulsiones o daño cerebral y
el metabolismo del niño puede desencadenar desequili-
53
brio hidroelectrolítico y el paciente puede deshidratarse
fácilmente, pudiendo dejar así secuelas severas e incluso
comprometer la vida del paciente.8
El objetivo de esta revisión bibliográfica es destacar la
importancia del manejo de las infecciones odontogénicas y
exponer las alternativas más beneficiosas para el paciente
pediátrico.
CLASIFICACIONES DISPONIBLES DE LAS IO
Las infecciones mixtas que afectan a la cavidad bucal
pueden clasificarse en dos grandes grupos en función de
su localización:
Odontógenas: que incluye la caries, pulpitis, absceso,
gingivitis, periodontitis y la pericoronaritis.
No odontógenas: que abarcan las infecciones de la mucosa
oral y de las glándulas salivales.
De todas, las infecciones odontógenicas son las más fre-
cuentes. Son el motivo más habitual de consulta e intervención
del odontólogo que afectan a toda la población, desde la edad
infantil (sobre todo por caries) hasta el final de la vida (por
periodontitis).9
A su vez, la IO puede ser:
Primaria: habitualmente relacionada con la progresión de
la caries dental.
Secundaria: a traumatismos faciales, a extracciones o a
cirugía.
La mayor parte de las infecciones de la cavidad oral son
odontógenas y primarias.10
MICROORGANISMOS IMPLICADOS EN LAS IO
Según Paola et al., los agentes bacterianos frecuentemente
implicados en la infecciones de origen odontogénico son:
Streptococcus mutans (24.5 %), Porphyromona gingivalis
(23.6 %), Porphyromonas endodontalis (18.2 %). Debido a
sus factores virulentos, tipo de metabolismo bacteriano y a
los requerimientos nutricionales del paciente, se convierten
en los agentes causales más importantes; el Streptococcus
salivarius (10.1%) y el Streptococcus sanguis (8.2 %); no se
le atribuyen el rol de agentes causales de infección ya que
se encuentran formando parte de la flora bacteriana normal
de la boca y son considerados como patógenos oportunistas
o contaminantes.11
Por su parte, Leitao et al., en su estudio de accion micro-
biana en niños y adultos, encontraron que las infecciones
bucofaciales derivadas de necrosis pulpar en ambos grupos
son diferentes. Reportaron que las infecciones por aerobios
resultaron ser significantemente mayores en los niños (20 %)
en comparación con los adultos (10 %), por anaerobios en
adultos (40 %) e inexistente en niños (0 %) y que las infec-
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ciones mixtas son predominantes en ambos grupos (niños las enfermedades infecciosas hacia las regiones superiores o
75 %, adultos 45 %).12 Así se puede apreciar en el cuadro 1. inferiores de la cara puede ocurrir.1 En la mayoría de los casos,
Rush et al., hicieron un estudio en 70 niños con celulitis la prescripción de los antibióticos, para el tratamiento de las
facial aguda de origen dental, que fueron sometidos a cirugía enfermedades de tejidos duros y blandos de la cavidad bucal
(extracción o tratamiento de conducto) dentro de las primeras se realiza después que el desbridamiento local ha fallado.15
24 horas y se les administró por vía intravenosa ampicilina/ Un problema que ocurre, es que la correlación entre las
sulbactam o clindamicina durante 48 horas, seguidas por vía directrices recomendadas para la prescripción de antimi-
oral amoxicilina/ácido clavulánico o clindamicina durante crobianos para las IO y las indicaciones aplicadas por los
siete días. Las muestras de pus se cultivaron en condiciones odontólogos para los niños no tienen concordancia.16
aeróbicas y anaeróbicas. Los organismos aerobios y facultativos El manejo terapéutico de la IO debe ser abordada desde
más comunes fueron los Streptoccocus viridans, Neisseria, y tres ámbitos complementarios entre sí:
Eikenella. Entre los anaerobios, Prevotella y las especies de Tratamiento etiológico odontológico, que frecuentemente
Peptostreptococcus fueron las más frecuentes. El tratamiento incluirá actuaciones quirúrgicas de mayor o menor envergadura.
de infecciones complicadas dentales con ampicilina más un
inhibidor de la beta-lactamasa o clindamicina en combinación
con el drenaje mostraron ser eficaces.13
Es importante destacar entonces las diferencias de ambas
entidades ya que su manejo y evolución son diferentes. El Cuadro 1. Microorganismos presentes en IO en adultos y en niños.12
absceso es una cavidad patológica llena de tejido necrótico
Anaerobios en adultos Aerobios en adultos
bacterias y leucocitos causado por la colección focal localizada
Prevotella spp 80 % Streptococcus viridans 50 %
de tejido inflamatorio purulento. Mientras que la celulitis es la
inflamación cutánea o submucosa difusa de los tejidos blan- Peptostreptococcus spp 45% Difteroides 5 %
dos que no está circunscripta o confinada a un área, pero en Fusobacterium spp., Cándida albicans 5 %
contradicción con el absceso tiende a diseminarse a través de Actinomyces spp. 25 %
los espacios tisulares hasta los planos faciales.14 En el cuadro 2 Clostridium spp. 20 %
se pueden identificar de manera esquemática esas diferencias. Porphyromonas gingivalis 15%
Bacteroides 5 %
Anaerobios en niños Aerobios en niños
Existen diferentes formas Prevotella spp. 70 % Streptococcus viridans 70 %
de diseminación Pepto streptococcus spp. 50 % Otras especies de
Streptococcus spp. 45 %
Diseminación directa Actinomyces spp. 30 % Haemophylus influenza 5 %
1) Propagación hacia los tejidos superficiales: Fusobacterium spp.15 % Staphylococcus coagulasa 10 %
• Localizado como un absceso de tejido blando.
Lactobacillus 15 %
• Infección, se extiende a través de la mucosa bucal o piel.
• Infección, se propaga en los tejidos blandos y produce Clostridium spp.15 %
celulitis.
2) Diseminación hacia los espacios faciales adyacentes si-
guiendo la vía de menor resistencia.
3) Diseminación hacia los espacios medulares profundos del Cuadro 2. Diferencias entre celulitis y absceso.14
hueso alveolar produciendo osteomielitis. Celulitis Absceso
Duración 3-7 días Más de cinco días
Diseminación indirecta
Tamaño Grande Pequeño
1) Ruta linfática a nódulos regionales en la cabeza y cuello
(submental, cervical profunda, parótida y occipital). Localización Difusa Circunscrita
2) Ruta hematógena a otros órganos como el cerebro.14 Palpación Duro-blando Fluctuante
Piel Engrosada Minado y brillante
Temperatura Caliente Moderadamente
MANEJO DE LAS INFECCIONES caliente
ODONTOGÉNICAS EN NIÑOS Perdida de función Severo Moderada-severo
Fluidos Serosanguíneo Pus
El tratamiento de las IO se basa en dos principios: la elimina-
Bacteria Mixtas Anaerobios
ción de la causa subyacente y el drenaje local o desbridamien-
Severidad Muy severa Moderada-severo
to. Si una infección local se deja sin tratar, la propagación de
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Tratamiento sistémico, que abarca el tratamiento sintomáti-
co del dolor, el control de la inflamación, medidas físicas, hi-
dratación, control de la temperatura, equilibrio de la glicemia.
Tratamiento antimicrobiano con criterios de racionalidad
y eficiencia.17
USO DE ANTIBIÓTICOS EN LAS IO
García-Villarmet et al., recomiendan una serie de conside-
raciones que afectan la práctica clínica para ser tomadas en
cuenta a la hora de la prescripción de antibióticos. Las IO
tanto de origen periapical, como pericoronaritis son pro-
ducidas en mayor frecuencia por bacterias anaerobias y la
susceptibilidad antibiótica de estas bacterias es muy alta para
los antibióticos amoxicilina, amoxicilina/clavulánico, tetra-
ciclina y clindamicina, independientemente del origen de la
infección odontogénica. A pesar de encontrarse una modesta
resistencia a la amoxicilina en infecciones de origen apical
y pericoronaritis se considera que sigue siendo el antibiótico
de elección en este tipo de infecciones. La clindamicina
debería ser el tratamiento alternativo en los casos en que
fracasen la amoxicilina y/o la amoxicilina/clavulánico, así
como en aquellos pacientes alérgicos a la penicilina y por
último que algunos antibióticos que hasta ahora considerá-
bamos efectivos en las infecciones odontogénicas como es
el caso del metronidazol, la eritromicina y la azitromicina,
presentan un alto índice de resistencias.17 Isla et al., reportan
que el tratamiento de elección en infecciones odontogénicas
en población pediátrica sería amoxicilina-ácido clavulánico
en altas dosis de amoxicilina (80 mg/kg/día), debido a que se
obtienen índices de eficacia adecuados para el tratamiento de
infecciones odontológicas tanto asociadas a complicaciones
de la caries (pulpitis, abscesos periapicales), como a pericoro-
naritis y periodontitis juvenil. Aunque se puede utilizar como
alternativa la clindamicina.7
Cachovan et al., realizaron un estudio en 71 pacientes de
los cuales 40 presentaron infiltrado gingival inflamatorio y 31
absceso odontogénico, compararon el uso de la moxifloxacina
400 mg por vía oral una vez al día por cinco días y la clin-
damicina 300 mg vía oral cuatro veces al día por cinco días.
El estudio abarca dos entidades distintas, pero relacionadas
etiológicamente, por lo tanto, ambos estratos de pacientes se
analizaron por separado, reportando que los pacientes con
infiltrado gingival inflamatorio respondieron a la disminución
del dolor significativamente siendo el componente principal la
terapia médica y en los pacientes con abscesos odontogénicos
el antimicrobiano fue una terapia adyuvante al tratamiento
quirúrgico.18
Por su parte, Sánchez et al., estudiaron un total de 206 pa-
cientes con diagnóstico de infección odontogénica de cabeza
y espacio profundo del cuello, atendidos en el Hospital Uni-
versitario, servicio de cirugía oral y cráneo-maxilofacial de
la Universidad Médica de Viena entre enero de 2005 y marzo
55
2008. Los resultados del estudio reportaron que el espectro
aeróbico de resistencia a la clindamicina fue 18 %, frente a
los macrólidos un 14 %, y en contra de la penicilina G en el 7
% y para los anaerobios que son resistentes a la clindamicina
en un 11 %, al metronidazol en un 6 %, y penicilina G 8 %.19
La tasa alta de resistencia a la clindamicina (11-18 %) y los
macrólidos (14 %) fueron especialmente llamativos y pueden
requerir una adaptación de al régimen de antimicrobianos en
el futuro. El uso de antimicrobianos en infecciones de cabeza
y el cuello requiere protocolos actualizados basados pruebas
científicas relativas no solo al perfil patógeno sino también
a su resistencia.20
El tratamiento para las infecciones odontogénicas se basa,
en general, en terapéuticas combinadas (farmacológica/odon-
tológica/quirúrgica) donde la antimicrobiana no siempre es
necesaria ni suficiente. En caso en los que un antimicrobiano
esté indicado la elección del mismo es empírica en su mayoría,
cuando debería adaptarse a cada paciente y a cada situación.21
El objetivo del tratamiento antibacteriano es controlar
(reducir o eliminar) la carga infecciosa bacteriana. Para lo-
grar esto, en el caso de la IO, la acción terapéutica combina
desbridamiento mecánico, y/o cirugía, y/o terapia antibiótica
sistémica, donde sea apropiado. López et al. mencionan que
el primer paso en el caso de absceso dental es drenar y des-
bridar el absceso utilizando técnicas mecánico- quirúrgicas
con: incisión en la zona de mayor fluctuación, en casos de
absceso de origen endodóntico realizarlo a través de los
conductos radiculares. La extracción del diente proporciona
una ruta de drenaje eliminando la vía de entrada para la
infección, pero que sólo se indican en fase aguda después
de descartar el riesgo de diseminación bacteriano durante
la cirugía. Extracciones de piezas dentarias que requieren
cirugía de colgajo o la osteotomía deben retrasarse hasta
una segunda etapa, cuando la infección ha sido controlada.
El desbridamiento mecánico elimina el tejido necrótico y
consiste en desbridar la superficie radicular en el caso de
compromiso periodontal o del canal en el caso de infección
pulpar. La cirugía tiene un efecto cuantitativo sobre la carga
bacteriana dando al huésped la oportunidad de homeostasis
a través de la acción del sistema inmune. Sin embargo, estas
técnicas no modifican la composición de la biopelícula y la
persistencia de microrganismos patógenos que puedan llevar
a la recurrencia de un estado crónico.22
Lin y Lu reportaron acerca de celulitis facial de origen
odontogénico que la fuente de infección fue principalmente
dientes posteriores primarios. Los síntomas clínicos inclu-
yeron un dolor frecuente antes de la inflamación, y menos
comúnmente fiebre y trismus. La hospitalización fue nece-
saria en el 53.6 % de los pacientes, y la duración media de
la hospitalización fue de 5.03 ± 3.80 días. La intervención
quirúrgica, como la incisión y el drenaje, fue necesaria en
sólo el 25 % de los casos. La mayoría de los pacientes tenían
intervenciones quirúrgicas o dentales después de la disminu-
ción de la inflamación.23

56
Además de las IO, los antimicrobianos son usados de ma-
nera profiláctica, para prevenir infecciones perioperatorias,
como en casos de que válvulas cardíacas sean colocadas. Tam-
bién son administrados en pacientes con condición médica
existente para reducir el riesgo de infección por bacteremia.
Aun cuando es común prescribir profilaxis antimicrobiana
para muchas condiciones dentales, en general hay una falta
de evidencia científica de su efectividad y la evidencia acu-
mulada sugiere que muchas prescripciones son innecesarias.24
Se necesita fortalecer el conocimiento sobre medicamentos
que se maneja desde la época de estudiantes de la carrera, de-
sarrollar protocolos que provean terapéuticas farmacológicas
apropiadas y no ser influenciados solo por experiencias ajenas
o acceso a información sin evidencia científica reconocida.25
COMPLICACIONES
Las infecciones odontogénicas pueden ser potencialmente
mortales y en algunos casos requieren hospitalización para
la atención adecuada del paciente. Las complicaciones de
las IO, aunque raras, pueden traer desenlaces fatales si no se
gestionan adecuadamente.26
Handley et al., cuantificaron la prevalencia del síndrome
de sepsis en pacientes con IO en la Unidad Maxilofacial del
Hospital General del Sur de Glasgow, reportando que el sitio
de la infección no fue factor importante en el desarrollo del
síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) en los
pacientes con infección odontogénica, la cual estuvo presente
en un 61.2 %. Por lo tanto, lo importante es la intervención en
estos pacientes que debe ser urgente para evitar la progresión
de sepsis, siendo evidente que la mayoría de estos pacientes
estaban mal sistémicamente, por lo que proponen realizar
la evaluación de los parámetros de SIRS como rutina en la
primera la evaluación en pacientes con estas infecciones.27
Igualmente Scutari y Dobson, en su estudio de cohorte
entre 339 adultos y 143 niños (menores de 14 años), indi-
caron que los adultos y los niños con infecciones faciales
diferían en cuanto a la duración de los síntomas de pre-ad-
misión, la presencia de síntomas constitucionales, la tempe-
ratura de admisión, la ubicación de la infección, la fuente
de infección, el tratamiento, la duración del tratamiento y
las complicaciones. Sin embargo, no encontraron que la
localización de la infección fuese un parámetro clínico útil
en el manejo de la infección facial en adultos. Es diferente
el manejo en el paciente niño y este manejo se refleja en
esas diferencias.28
Es importante realizar una valoración rápida pero profunda
sobre los criterios de hospitalización del paciente pediátrico
con un problema estomatológico, ya que el área facial está
vinculada con funciones vitales como la alimentación y la res-
piración. De ahí, la importancia de una intervención adecuada.
Por otro lado, el cuerpo médico que no tiene el concepto
de trabajo interdisciplinario subestima la importancia de la
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salud estomatológica canalizando de forma imprudente a los
pacientes con enfermedades odontogénicas a un segundo nivel
de atención, postergando así su tratamiento, que en algunos
casos es de carácter vital. No sólo se trata de odontología,
sino de un paciente que requiere atención integral. Si no se
hospitaliza un paciente que lo requiere, se pone en riesgo la
vida del paciente.29
Los pacientes deben ser remitidos a un centro hospitalario
para recibir cuidados médico-quirúrgicos especializados,
cuando se incluya alguno de los siguientes criterios: celulitis
de progreso rápido, disnea, disfagia, extensión a espacios
profundos, fiebre mayor a 38 ºC, trismus intenso de la ATM.
Pacientes no colaboradores o incapaces de seguir por si
mismos el tratamiento ambulatorio, fracaso del tratamiento
inicial, afección grave al estado general y pacientes inmuno-
comprometidos.30
Los resultados de Kara et al., fueron muy interesantes, ya
que ellos estudiaron cuales situaciones hacían que el tiempo de
permanencia fuese mayor o menor en pacientes con celulitis
facial de origen odontogénico. Encontraron que el tiempo de
permanencia fue significativamente más corto en los pacientes
que se extrajo un diente en 48 horas frente a los pacientes que
tenían un diente extraído a las 48 horas o más. Fue significati-
vamente más corto en los pacientes con infecciones de la cara
superior e izquierda que las infecciones de la cara inferior e
infecciones de la cara derecha, respectivamente. Los pacientes
con una primera infección en molar primario tuvieron menor
tiempo de permanencia. Los pacientes con un recuento de
leucocitos inferior a 10.000 células/mm3 tuvieron periodos de
permanencia más corto. Concluyeron que la extracción tem-
prana de dientes puede disminuir la duración del tratamiento
de celulitis facial pediátrica de origen odontogénico. El tipo
de diente involucrado y el recuento de glóbulos blancos en
el ingreso tienen un impacto significativo en la duración de
permanencia.31 Según Thikkurissy et al., en la celulitis facial
pediátrica de origen odontogénico, el tratamiento rápido tuvo
un impacto positivo significativo en la duración de permanen-
cia, así como en el costo total del tratamiento.32
Han sido reportados casos de pacientes que por infec-
ciones odontogénicas difusas llevan a sepsis metástasica
incluyendo región del mediastino y afección hepática, en
quienes sufren de condiciones inmunodepresoras.33 Las IO
de origen periodontal también pueden generar problemas
como endocarditis infecciosas en pacientes inmunosuprimi-
dos con afecciones dentales no tratadas adecuadamente.34
Las infecciones espaciales submasetéricas son raras en cual-
quier edad. El origen de la infección suele ser odontogénico
desde una pericoronalitis del tercer molar. La inflamación
submasetérica es una inflamación profunda del espacio
facial, progresando frecuentemente a un absceso maduro y
usualmente diagnosticada erróneamente como linfoadenitis
estafilocócica o estreptocócica o parotiditis piógena. El signo
distintivo de una infección en el espacio masticatorio es el
trismus. Los signos cardinales de esta infección incluyen una
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masa firme en el cuerpo del músculo masetero con celulitis
supradyacente con trismus.35
Otra complicación observada es la fascitis necrotizante,
definida como una necrosis de rápido progreso a la fascia y
grasa subcutánea. Es rara pero es una infección caracterizada
por su progresión y rapidez que va necrosando los tejidos
subcutáneos y los planos faciales. Entre sus causas ha sido
descrito un origen dentario.36 Clifton y Kalamchi reportaron
un caso de absceso cerebral odontogénico, destacando que las
IO pueden esparcirse a cualquier órgano del cuerpo y causar
infecciones que amenacen la vida del paciente.37
En pacientes con enfermedad renal algunos procedimientos
quirúrgicos en tratamientos médicos deben ser pospuestos
debido al insatisfactorio estado de salud bucal y el potencial
de riesgo de infección postquirúrgica que puede comprometer
la vida del paciente.38 Adicional a esto, mejorar la higiene
y realizar tratamientos dentales y orales oportunos puede
prevenir la aparición de endocarditis, septicemia y artritis.39
Se concluye que las IO ameritan un manejo cuidadoso y
coordinado que a veces incluye tratamiento antimicrobiano con
indicaciones precisas, así como en algunos casos la hospitaliza-
ción del paciente para su correcto manejo. Se destaca de igual
forma la importancia de equipos multidisciplinarios para evitar
llegar a complicaciones que comprometan la vida del paciente.
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