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Petición
Jesús, ayúdanos a vivir plenamente como tú: amando,
gozando, compartiendo y entregándonos; aceptando
lo que nos incomoda y lo que nos hace sufrir.
Con María, roguemos al Señor.
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II Estación
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Petición
Jesús, transforma nuestros corazones de piedra en
unos de carne que puedan reconocer y dolerse con
tu cruz y todas las cruces que oímos y vemos a diario.
Con María, roguemos al Señor.
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III Estación
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
Petición
Jesús, enséñanos a medirnos con tus criterios y no
con los del mundo, para que dejemos de buscar
éxito, perfección, riqueza, fama; y empecemos a
buscar ser más humanos.
Con María, roguemos al Señor.
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IV Estación
JESÚS ENCUENTRA A MARÍA
Petición
María, que tu ejemplo nos enseñe un camino de
coraje, fuerza y confianza para seguir a Jesús, sin
excusas y sin miedo.
Con María, roguemos al Señor.
Petición
Jesús, muéstranos las verdaderas oportunidades de
ser más pacientes, amables, humildes y solidarios
cada día.
Con María, roguemos al Señor.
Petición
Jesús, regálanos un corazón tierno y cariñoso, uno
como el tuyo, que siempre tuvo tiempo para otros.
Con María, roguemos al Señor.
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VII Estación
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Petición
Jesús, sánanos de esos dolores, inseguridades,
traumas. Sana las guerras, la desconfianza, el
odio, las divisiones políticas, los racismos y las
discriminaciones. Sánanos, porque lo necesitamos.
Con María, roguemos al Señor.
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VIII Estación
JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN
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IX Estación
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Petición
Jesús, revívenos por favor. Llénanos de esa vida que
es más plena, más bonita de vivir, más entretenida y
más arriesgada. Esa vida contigo.
Con María, roguemos al Señor.
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X Estación
DESPOJAN A JESÚS DE SUS VESTIDURAS
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XI Estación
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Petición
Jesús, que como Tú sepamos aceptar los momentos
dolorosos de la vida. Y así aprendamos a confiar en
que si Dios nos acompaña, todo se puede.
Con María, roguemos al Señor.
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XII Estación
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Petición
Jesús, regálanos en nuestra vida momentos para
detenernos y compadecernos. Que nuestra vida
no sea un pasar sin ver, un mirar sin sentir, una
emoción sin corazón.
Con María, roguemos al Señor.
Petición
Jesús, enséñanos a nunca olvidar a quienes ya no
están con nosotros y que no nos falten momentos
para recordarlos y extrañarlos.
Con María, roguemos al Señor.
Mirando el pesebre me gustaría poder gritar: “Miren, Si ustedes han divisado su gesto o han percibido
nosotros los cristianos seguimos a un hombre que no su estilo de hacer grandes cosas al tamaño de los
tiene cuna de reyes, sino brazos de un carpintero”. pequeños...
Sigo a un hombre que no es de mi raza, ni es de mi siglo Si ustedes han pedido perdón y han recibido a torrentes la
siquiera. paz de un abrazo invisible...
Sigo a un tal JESÚS de Nazaret que no ha escrito libros Si ustedes han sentido un cierto perfume sobrio de
ni ha mandado ejércitos. esperanza, y han gustado un pan con sabor a trabajo y
a cansancio de pobres...
Todo lo que Él ha dicho es mi palabra y mi alimento.
Si ustedes lo han divisado en la larga fila de los que
Todo lo que Él ha hecho es lo que más quiero.
lloran...
Y su camino es mi camino.
Si lo han encontrado entre los perseguidos, los
Y su Padre es mi Padre; y su causa es la mía. postergados, los desaparecidos, los exiliados, los
marginados...
Mi Madre, por él, se llama también María.
Si ustedes han tocado unas manos heridas,
De Él voy aprendiendo paso a paso la lección
traspasadas de clavos,
“Mansedumbre”, la tarea “Libertad”. Su ejemplo es la
“Justicia” transida de humildad. pero llenas del la fuerza del Espíritu...
Sigo a un hombre que me cogió por el centro de la Déjenme que les diga: ese es JESÚS, el Maestro, que nos
vida, por mi profunda interior raíz, por lo mejor de mí llama.
mismo.
Y ahora, a ponerlo todo arriesgadamente patas
Sigo a un hombre que me quiere libre, sin cadenas. arriba...
Sigo a un hombre que, siendo mi Señor, es mi mejor lo grande a servir a lo pequeño...
amigo.
el rico hecho pobre para vestir al desnudo...
A Él le reconozco por el calor de la verdad, por su pecho
el pan, para compartirlo...
herido, entregado, abierto, que me hace vivir hermano
de todos. y dejar de ser cada cual instalado en lo que era...
Sigo a un hombre por este pequeño sendero estrecho para ser cada cual mucho mejor que lo que era...
y frágil.
y mi barco y el tuyo, quilla al cielo, mástil al agua...
Sus huellas son tan únicas que caben los pasos de los
y el mundo transformado en casa para todos...
grandes santos y los pies de un niño.
Y hermanos tú y yo y ustedes todos.
Si ustedes han escuchado su voz o su murmullo;
su canto, su dura y suave verdad... Esteban Gumucio, SSCC.