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AÑO DE LA CONQUISTA
Introducción
Como llamados y apartados tenemos una visión clara que es la conquista del mundo para
Cristo. En ese caminar hacia el logro de este objetivo, Dios nos ha dejado instrucciones claras
a seguir, con el fin de llegar a todos con su palabra en esta generación.
Durante cuarenta años, a través de nuestro padre en la fe, Dr. Néstor Chamorro, el Señor
nos llevó en la marcha a la tierra prometida, nos enseñó y dejó pautas claras para seguir y
poseer dicha tierra.
En la Biblia encontramos el ejemplo de hombres que fueron comisionados por Dios para una
labor y recibieron de él dirección clara para lograr cumplir la tarea encomendada. En este
primer módulo de la Serie La Conquista, estableceremos a través del ejemplo de Josué, quien
recibiera de manos de Dios el ministerio de Moisés, esos pasos claves, que hoy también son
aplicables para lograr nuestra marcha del Jordán hacia la conquista de la tierra prometida: el
mundo para Cristo.
VISION ESPIRITUAL
Año de la Conquista
En la mente de Dios siempre ha estado el deseo de bendecir. Esta es una constante promesa
que vemos en toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis.
“Bendecir”, viene del hebreo “barach”, que significa “saludar, felicitar, agradecer,
arrodillarse”. En tiempos del Antiguo Testamento, las personas se arrodillaban, ya fuera ante
Dios, o ante el trono del rey, para recibir una bendición o al disponerse a hablar. Desde la
perspectiva divina, Dios es el que bendice, el que nos prepara para vivir una vida plena y
abundante.
La primera acción de Dios el Creador con el hombre recién creado fue bendecirlo: “Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en
los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra.” (Génesis 1:28). De esta manera, se demuestra que el hombre y toda la creación
dependen de Dios para su continua existencia y multiplicación. La bendición, entonces, trae
implícita la fructificación.
Desde la creación, Dios siempre ha bendecido todo. Desde un inicio, la orden fue:
“Fructificad y multiplicaos”. No está en el plan de Dios ningún tipo de esterilidad ni de
improductividad para el hombre. Si estamos bajo la bendición de Dios, de cualquier
manera seremos multiplicados, pues la bendición siempre lleva consigo la fructificación.
La bendición es el elemento central del pacto de Dios con Abram: “De cierto te bendeciré,
y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la
orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente
serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” (Génesis
22:17-18).
La bendición de Dios en este caso se dirige a todas las naciones, a través de Abraham y
su simiente, que es Cristo. Queda bien claro, que la iniciativa de la bendición proviene de
Dios; Abraham y su simiente son el instrumento de esa bendición.
Dios nos llamó a dejar una descendencia bendecida y un legado. Ese es el gran ejemplo
que nos dejó nuestro padre en la fe. Él siempre entendió que sólo Dios puede multiplicar.
Israel fue escogido para ser un pueblo especial: “Porque tú eres pueblo santo para
Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que
todos los pueblos que están sobre la tierra.” (Deuteronomio 7:6)
Escogido para ser bendito y hacerlo fructificar: “Y te amará, te bendecirá y te
multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu
mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró
a tus padres que te daría.” (Deuteronomio 7:13)
Fruto de obedecer vendría la multiplicación: “Cuidaréis de poner por obra todo
mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y
poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. Y te acordarás
de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el
desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habíais
de guardar o no sus mandamientos.” (Deuteronomio 8:1-2)
A pesar de la dureza y la rebeldía del pueblo, los bendijo: “No pienses en tu corazón
cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me
ha traído Jehová a poseer esta tierra: pues por la impiedad de estas naciones Jehová
tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus
padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová
tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.”
(Deuteronomio 9:4-6).
La vid es una planta prolífica que se reproduce abundantemente. Una sola vid produce
muchas uvas. En el Antiguo Testamento, las uvas simbolizan la capacidad de Israel para
llevar fruto haciendo la obra de Dios en la tierra (Isaías 5:1-7)
En el libro de los Hechos, había multiplicación, porque la palabra del Señor crecía en
los pámpanos y en los discípulos:
“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”
(Hechos 6:7)
“Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia.” (Hechos 13:49)
“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.”
(Hechos 16:5)
“Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.” (Hechos 19:20)
Aplicación Teoterápica
Hay muchas cosas que atentan contra la conquista. Existen ramas en los árboles que no dan
sino hojas; son verdes y bonitas, pero no dan fruto. Por alguna razón se han resignado y
están estancadas.
Necesitamos, hoy, evaluar por qué no es realidad Éxodo 1:7 y Juan 15 en nuestras vidas, y
cuál es la causa del estancamiento. En la Biblia no está contemplado el perder, o el
mantenerse. Esto es catalogado en la parábola de los talentos, como negligencia y maldad
(Mateo 25:14-39)
El nivel crítico en la Cruzada Estudiantil y el CENTI es el distrito
La persona crítica en la Cruzada Estudiantil y el CENTI es el Director Distrital
El Director Divisional y el Asesor tienen una exclusiva función: Ser facilitadores.
LOS 40 PASOS PARA LA CONQUISTA
Josué y el pueblo de Dios recibieron instrucciones precisas para tener éxito en la conquista.
Estas características se desarrollan en aquel que verdaderamente actúa como Agente de
Cambio.
Los siguientes 40 puntos deben ser una realidad en nuestras vidas, si queremos participar de
la etapa de la Conquista en la que ahora se encuentra nuestra familia en la fe:
Este primer paso no es nuevo; fue compartido por nuestro padre en la fe, Néstor
Chamorro Pesantes, cuando enfatizaba que “una de las marcas del agente de cambio es
que todo lo que acontece en su vida, es para que se cumpla la profecía.” En otras
palabras, todo lo que ocurre en su vida – en el día a día – desde su levantar hasta su
descansar, está dentro de los propósitos y la voluntad soberana de Dios. El Agente de
cambio que Dios forma en la marcha cual Moisés, no se queda en el desierto esperando
de manera pasiva que: “se cumpla la voluntad de Dios.” Por el contrario, éste sabe que
él es el instrumento llamado y escogido por Dios para que se cumpla su Palabra en y a
través de su vida.
o El pueblo de Israel era muy inclinado a la idolatría, la cual era (y es) pecado. Muy
seguramente, de saberse la ubicación de la sepultura de Moisés, el pueblo convertiría
dicho lugar en sitio de culto e idolatría hacia un hombre
o No olvidemos que en múltiples ocasiones el pueblo de Israel contra la voluntad de
Dios y de Moisés, en abierta rebeldía, quiso y planeó detenerse y volver nuevamente
a Egipto. Imaginemos lo que pasaría si supieran el lugar de la sepultura de quien fue
su líder durante cuarenta años, es escalofriante. Sin duda alguna, esto se hubiera
convertido en el pretexto perfecto para detenerse y no avanzar. Muy seguramente,
alrededor o muy cerca al lugar de dicha sepultura hubieran construido una ciudad
para permanecer en ella. Y... ¿La tierra prometida? ¿La conquista? ¿Qué pasaría con
la promesa de Dios?
De tiempo atrás nuestro padre en la fe nos pidió que el día que Dios se lo llevara a su
casa, su cuerpo fuera cremado. Cuando cumplimos su deseo a este respecto,
comprendí por qué Dios puso en su corazón que fuera así. Él nunca hubiera
permitido que el lugar de su sepultura se convirtiese en objeto de múltiples visitas y
peregrinaciones. Por el contrario, sus cenizas fueron un pretexto perfecto que Dios
utilizó para nuevamente enfatizarnos su mandato: La Gran Comisión. Nuestro líder,
mientras Dios lo mantuvo con nosotros, nos ordenó que, una vez cremado, sus
cenizas fueran esparcidas por sus hijos en la fe en el mar de la Galilea, donde nació
la Gran Comisión.
Hasta último momento, todo lo que aconteció en la vida de nuestro padre en la fe,
sucedió para que se cumpliese la profecía. Así como Moisés fue el profeta que Dios
levantó en tiempos de Faraón (Deuteronomio 34:10-11), así mismo el Dr. Néstor
Chamorro fue el profeta que Dios dio al mundo a finales del siglo XX y a comienzos
del siglo XXI.
Al igual que Moisés, su ministerio se extendió durante cuarenta años; que fue el
tiempo de la marcha por el desierto al igual que Moisés, Dios se lo llevó justo antes
de la conquista.
Nuestro padre en la fe se consideró y vivió como un ciudadano del cielo. Siempre nos
enseñó que nuestra herencia era Dios, que debíamos vivir según las costumbres del
cielo, y no pegarnos a nada en la tierra.
Por lo tanto, en nuestro cálculo de tiempo, como ciudadano que él era del cielo, le
vamos a aplicar el tiempo, según el cielo:
Según Apocalipsis 11:2; 13:5; 12:13-14; 11:3; 12:6 y Daniel 7:24-25:
- 3.5 tiempos = 1.260 días = 42 meses
- 1 año profético = 360 días
Si el Dr. Chamorro hubiera sido un ciudadano común, no se le contaban los años
proféticos; pero él era un profeta y, por lo tanto, se toman los años proféticos para
su vida.
- Inicia la marcha el 2 de Noviembre de 1963
- Año 1963: son 60 días, del 2 de Noviembre al 31 de diciembre
Enero: 31 días
Febrero: 28 días
Marzo: 31 días
Abril: 4 + 1 (sepultura) 5 días_
Total 95 días
Ahora sumaremos los años bisiestos, que son cada 4 años. En total, 10 años
bisiestos, luego, se aumentan los 10 días más.
Lo que llevó a Josué a alcanzar el éxito, fue que hizo todo aquello en lo que fue
instruido por parte de Moisés. Los mandamientos y promesas dados por Dios a
Moisés no murieron con él; por el contrario, se cumplieron y ejecutaron a través de
Josué. Mientras muchos hijos de Dios se inventan nuevas fórmulas e interpretan a su
acomodo la voluntad de Dios para esta familia, expresada en su Palabra, Josué nos
enseña que en la conquista, el camino excelente – aquel que me lleva a dicho fin - es
el obedecer y el seguir las instrucciones dadas por Dios al profeta
Durante 40 años Dios dio a esta familia de la Cruzada y del CENTI unos fundamentos
conceptuales basados en la visión de conquistar el mundo para Cristo. No hay que
inventarse algo nuevo, ya todo está dado
Aunque muchos obedecen, muy pocos siguen instrucciones. Nuevamente hay que
enfatizar que la interpretación impide el cumplimiento de la voluntad de Dios en y a
través de mi vida: El camino fácil y cómodo es hacer lo que yo quiera, y como yo
quiera. Pero el obedecer y el seguir instrucciones es sólo para los esforzados y los
valientes; no para los fracasados y mediocres, ni para los rebeldes e inseguros.
Cuando Moisés murió, Dios le ordenó a Josué (1:7-9):
o Esfuérzate para cuidar de
hacer conforme
a toda (no lo que
Josué escogiera o Consecuencia:
quisiera) la ley que
mi siervo Moisés te 1. Serás
mandó (es decir, prosperado
obedecer) en todo
o Sé muy No te apartes de 2. Yo (tu Dios)
valiente esta ley ni a diestra estaré
ni a siniestra (sigue contigo
instrucciones)
Mantente firme.
Una y otra vez Dios le reitera a Josué que así como estuvo con Moisés, estaría con
él. Al fin y al cabo, Josué había sido testigo fiel de la manera como Dios amó,
respaldó y usó a Moisés. ¿Qué más promesa necesitaría Josué? Aquellos que
presenciamos la obra sobrenatural de Dios en y a través de la vida de quien fue
nuestro pastor, sabemos que si Dios nos respalda como lo hizo con él, la conquista
está garantizada. Dios sólo nos demanda y ordena a cada uno: “Esfuérzate y sé
muy valiente ...”
Continuamente Dios exhorta a Josué a no tener temor de los hombres, del futuro, de
las circunstancias, ni de los desafíos. Josué sabía que cumplir el mandato de la
conquista no sólo era difícil, sino imposible
Durante la marcha, mientras Moisés vivía, se había demostrado que Josué era un
varón muy valioso para Dios y para Moisés. Junto a Caleb, Josué no era un hombre
del montón. Pero de manera sorprendente y paradójica, encontramos que Josué era
un hombre temeroso ¿Temeroso de qué? ¡De confiar en sus propias fuerzas! De creer
que separado de Dios podía derrotar ejércitos, tomar pueblos y conquistar. Josué era
muy temeroso de apartarse, así fuera un centímetro, de los mandatos que Dios le
entregó a Moisés. Por eso, una y otra vez Dios le recuerda y reitera las promesas
dadas a su siervo Moisés.
5. El Agente de Cambio, en la conquista, se levanta muy temprano (Josué 3:1; 6:12; 7:16;
8:10)
6. En la conquista, vamos a pasar por lugares nunca antes recorridos (Josué 3:4)
“Dios nos llevará de gloria en gloria”, decía nuestro pastor; también repetía, “lo mejor
está por venir”. ¿Usted lo cree? Nosotros, sus hijos, no solamente lo creemos, sino
que estamos convencidos de ello
Los cimientos de la conquista fueron echados en la marcha. Sobre esos fundamentos,
nuestro padre, como pilar, como apóstol y profeta (Efesios 2:20), edificó, sabiendo
que el crecimiento lo da Dios. Sin embargo, este edificio aún no ha llegado a su
límite. En la conquista hemos de edificar mucho más de lo que se construyó en la
marcha; hemos de llegar a ciudades, países y pueblos nunca antes recorridos; hemos
de llenar estadios que nunca hemos ocupado y escenarios que el mundo nunca ha
colmado; hemos de llegar a conquistar democracias locales, regionales y nacionales
con hombres y mujeres de Dios
El querer mantener el “status quo” por parte de muchos siervos de Dios, basado en
la inseguridad y el miedo ante lo desconocido, será un factor fundamental ante lo
cual tendremos que lidiar en la Conquista. Pero, la conquista es algo irreversible e
incuestionable, la cual se hará únicamente con los esforzados y valientes. Aquellos
que orgullosamente nos llamamos hijos en la fe del Dr. Néstor Chamorro, aprendimos
de él a pedirle a Dios: “Entrégame el mundo o me muero”. Si usted se resiste a ello,
pues vive lleno de miedos, de manera calculada, siendo de vergüenza para sus hijos;
sepa algo: la conquista se hará con o sin usted. ¿Cuál es su repuesta a Dios y a esta
familia? Si es afirmativa, crea firmemente, sin doblez de corazón, que el Señor estará
con usted todos los días, hasta el fin del mundo, y que él lo hará prosperar.
8. En el camino a la conquista, los sacerdotes van delante y dan ejemplo de fe (Josué 3:6)
En el camino se observa que el primer obstáculo no fue el muro de Jericó sino el río
Jordán. Dios ya tenía en mente obrar sobrenaturalmente para que Josué y su pueblo
cruzaran y vencieran el río. Sin embargo, Dios actuaría únicamente cuando los
sacerdotes le creyeran a Dios y a Josué. Fue así como el río se detuvo ante el acto de
fe de los sacerdotes
Los sacerdotes irán siempre adelante, mostrando el camino y siendo ejemplo de fe.
El sacerdote no dice “vayan”, sino “Vamos, pero yo voy delante.” El sacerdote por su
llamado y condición, debe estar dispuesto a pagar el precio de abrir el camino. De ahí
que el sacerdote depende totalmente de Dios, no sólo en su provisión material, sino
en su diario caminar hacia la conquista. El día que no sea así, el sacerdote perece; no
por las circunstancias y obstáculos (el río Jordán), sino por rehusarse a seguir las
instrucciones del escogido de Dios y a vivir por fe.
9. El Agente de Cambio no hace lo bueno, sino aquello que lo lleva a cumplir el objetivo
(Josué 3:16)
Dentro del contexto geográfico en el cual estaba Josué y el pueblo, resalta el hecho
que cruzaran el río por el lugar que lógica y humanamente, era el menos adecuado.
Cuando Josué dio la orden de cruzarlo, estaban muy cerca de la desembocadura de
éste en el mar Muerto, o sea en el delta. Este es el lugar más ancho, más inseguro y
más peligrosos del río. Si hubieran caminado un poco más al norte, con seguridad
hubieran encontrado una locación más segura para atravesar el río
Josué no se dejó llevar por la lógica ni por su propia sabiduría. Podríamos deducir
que Josué era un torpe y fatuo para los hombres, pero sabio para Dios. Al fin y al
cabo, el éxito no radicaba en su astucia sino en la obediencia y en seguir instrucción.
Josué sabía que si algo salía mal el problema era de Dios y no suyo. Por eso, en el
camino a la conquista, hemos de dirigirnos en línea recta, sin distraernos en
discusiones buenas, ni vanas, pues ambas nos evitan llegar al objetivo.
Gilgal era un campamento que estableció el pueblo de Israel al occidente del río
Jordán, después de cruzarlo. Este lugar fue usado temporalmente por Israel como un
punto de partida para marchar hacia las grandes guerras y un punto de regreso de
éstas. Así mismo, Gilgal sería un lugar de reposo y donde trabajarían la tierra para
comer de ella
En Gilgal, el pueblo se circuncidó y se celebró la Pascua. Fue allí donde se le apareció
a Josué el varón de Dios con la espada desenvainada
En este lugar, el pueblo puso sus tiendas; nunca se pensó siquiera en construir una
ciudad permanente en este lugar. A pesar de ser un lugar de paso, su tierra era rica
y fértil, y, por lo tanto, apta para trabajarla y comer de su fruto. Allí fue donde
dejaron de depender del maná
Josué hubiera podido asumir una posición cómoda celebrando convenios y alianzas
con los reyes de aquella tierra y quedarse viviendo en Gilgal, sin preocupación
alguna. Pero, ¿dónde hubiera quedado la conquista? Como Agente de Cambio, debo
comprender que mi objetivo no es Gilgal (mi distrito). Puede que allí las cosas sean
muy cómodas, al fin y al cabo en mi distrito (mi iglesia local) me quieren, me
pastorean, me soportan y me alimentan espiritualmente. Pero mi objetivo es el
mundo para Cristo
Tarde o temprano tengo que salir de Gilgal. Seguramente el nido donde nací y donde
recibí mi leche espiritual es muy cómodo y tranquilo; pero algún día tengo que salir
para dejar de ser un aguilucho y convertirme en un águila imperial, que eleva su
vuelo de manera ilimitada por todos los surcos celestiales.
12. En la conquista, las acciones del Agente de Cambio hacen desfallecer a los opositores
(Josué 5:1)
Los cananeos contaban con que el río Jordán serviría de barrera contra cualquier
invasión de su territorio por parte de cualquier pueblo o ejército. Al ser notificados
que el pueblo de Israel había vencido el primer obstáculo, se llenó de desaliento,
porque sabían que había sido Dios quien había detenido las aguas y presagiaban que
ese mismo Dios los derrotaría
Cuando hablamos de las acciones del Agente de Cambio, nos referimos a aquellas
sobrenaturales originadas por Dios y activadas por la fe y la obediencia pronta de su
pueblo
Mientras que en la marcha muchos, por su inseguridad y miedo, se acobardaron y
anhelaron en rebeldía volver atrás, en la conquista son los cananeos los que
desfallecen a pesar de su fortaleza. Muchos en el mundo nos veían como algo
pequeño e insignificante. Ahora nos miran con temor y respeto, pues ya están
palpando que Dios está con nosotros. La fuerza incontenible del amor y el poder de
Dios hará desfallecer el corazón de quienes, como gigantes indestructibles e
intimidantes, se han apoderado de naciones enteras, sometiéndolas a sus intereses y
a la pobreza. Que no le quepa a alguno la menor duda que los hijos de Dios de esta
familia, la Cruzada Estudiantil y el CENTI, aquellos que hemos heredado el legado de
bendición del Dr. Néstor Chamorro, nos tomaremos a Colombia, el Ecuador y muchas
naciones más, para someterlas a la libertad y al amor de Dios. ¿Difícil? No.
¡Imposible! ¿Cómo lograrlo? Crea que Dios lo hará; al fin y al cabo, si Dios es
conmigo ¿Quién contra mí?
De la pascua judía podríamos extraer muchas aplicaciones útiles para nuestra familia.
Así como la pascua nos lleva a recordar, de igual manera en este período de la
conquista nunca debemos olvidar:
¿De dónde salimos?
¿Cuándo salimos?
¿Quién nos sacó?
¿Qué somos ahora?
Las nuevas generaciones que han nacido y seguirán naciendo espiritualmente dentro de
nuestra familia deberán ser enseñadas acerca de nuestro origen y nuestra historia, para
evitar que ocurra lo relatado en Jueces 2:10.
16. En la conquista, no operan los instrumentos humanos sino la estrategia de Dios ( Josué
6:3)
19. En la conquista, lo que el mundo pone como obstáculo, puede convertirse para el Agente
de Cambio en su principal aliado (Josué 6:20)
El apóstol Pablo estaba convencido que a todo aquel que ama Dios (que ha sido
llamado conforme a su propósito, que le obedece y hace su voluntad), todas las
cosas le ayudan a bien (Romanos 8:28). Cuando Pablo dice: “... conforme a su
propósito”, quiere decir que no es por méritos o por esfuerzo propio. Cuando dice:
“todas las cosas”, involucra también las injusticias, adversidades, obstáculos,
enfermedades y el sufrimiento que enfrentamos frecuentemente. Pero por difícil que
parezca comprenderlo, Dios permite y utiliza todo para bien. Esas dificultades las
utiliza Dios no sólo para formar en mí el carácter de Cristo, sino que las convierte en
mecanismos para avanzar más rápidamente a la conquista
Los cuatro mecanismos indestructibles de defensa que tenían los habitantes de
Canaán, y concretamente los de Jericó, descritos en el paso número 16, fueron todos
convertidos por Dios en contra de ellos y a favor de Josué.
o El río Jordán fue causa de desaliento al ser cruzado por el pueblo de Israel
o Las imponentes murallas, al ser derribadas, no sólo dejaron desprotegida a Jericó
sino que ocasionaron la muerte de muchos de sus soldados y habitantes en el
momento en el cual cayeron
o La inquebrantable alianza política fue objeto de división cuando supieron que los
gabaonitas se habían hecho súbditos de Israel, por el temor que se apoderó de
ellos. Además, el hecho de haber iniciado la conquista por el centro, entrando por
el este, causó una división estratégica en Canaán, que la alianza no pudo combatir
tácticamente
o Un ejército propio. Sin duda alguna los soldados de Jericó, ubicados encima y
detrás de las murallas, constituían el elemento ofensivo de dicha nación. Junto con
las murallas, eran la combinación militar perfecta para combatir cualquier ejército
enemigo que osara atacarlos. Pero, nuevamente, al caer las murallas, los primeros
que murieron fueron sus hombres de guerra, permitiendo así el paso de todos los
efectivos de Israel
Si antes éramos menos, en la conquista somos todos los que tenemos que avanzar.
En la medida en que crece el nombre y la fama de Jehová nuestro Dios (Josué 9:9),
se divulga la fama del AGENTE DE CAMBIO
El objetivo del Agente de Cambio no es divulgar su fama, sino dejar que el Espíritu
Santo lo use para glorificar a Cristo. Dentro de este objetivo grancomisionista, hemos
de divulgar:
o Nuestra fe por todo el mundo (Romanos 1:8)
o La palabra del Señor (1 Tesalonicenses 1:8). Como consecuencia de esto, de
conquistar el mundo para Cristo, Dios trae fama al Agente de Cambio
El Agente de Cambio será un hombre de fama, porque Jesucristo lo fue (Mateo 4:24;
14:1; Lucas 5:15)
o El apóstol Pablo fue un hombre de fama, porque imitó a Cristo (1 Corintios 11:1).
De manera que limitándose a imitar a Cristo, seré un hombre de fama como él lo
fue
o El Señor Jesucristo fue un hombre de fama por las obras que el Padre hizo a
través de él (Juan 14:10). Sólo con creer en él, el Agente de Cambio hará esas y
aún mayores obras (Juan 14:12). Se deduce entonces, que el Agente de Cambio
será, por las obras que Dios haga a través de él, un hombre de fama
La fama de un hombre de este mundo se basa en muchas cosas; sin embargo, la
fama del Agente de Cambio – la buena fama, la que viene de Dios – es de más
estima que la plata y el oro (Proverbios 22:1).
22. En la conquista, el Agente de Cambio no puede escuchar la voz de los hombres sino la
de Dios (Josué 7:3-5)
Cuando Josué y su pueblo derrotaron Jericó y Hai, los de Gabaón sabían que ellos
eventualmente serían derrotados por el sucesor de Moisés. Los gabaonitas usaron la
astucia, fingiendo ser lo que no eran, logrando una alianza de paz con Josué.
Recordemos que Dios había prohibido, desde los tiempos de Moisés, hacer alianza
con nación o pueblo alguno. Fue tal el engaño, que siendo Josué un hombre que
obedeció y siguió las instrucciones de Moisés, cedió ante los encantos de los
gabaonitas, violando el mandato de Dios. Al percatarse de los resultados electorales y
del potencial que representa el pueblo cristiano, muchos políticos han planteado
coaliciones y alianzas. Sin embargo, Dios nos ha escogido, no para ser hombres y
mujeres de alianzas, sino de pacto y de compromiso. Dios nos ha dado la tierra para
conquistarla y esto lo lograremos por fe, no con alianzas (Hebreos 11:32-33)
El error de los hijos de Israel se resume en cuatro palabras: “No Consultaron a
Jehová” (Josué 9:14). Cuando dejo de tener comunión con Dios y consulto mi propia
sabiduría, experiencia y capacidades, me convierto en presa fácil del engaño y los
engañadores.
Sin duda alguna, quien cruza el río Jordán, debe estar preparado para pelear la
guerra espiritual. Si la conquista consiste en cumplir la gran comisión, sembrando a
Jesucristo en el corazón de cada persona, el enemigo hará todo lo posible para evitar
que eso suceda. El control que Satanás tiene sobre el mundo – tomándose los
medios masivos de comunicación, poniendo y quitando gobernantes, convenciendo
gente sin temor de Dios que lleguen a los parlamentos para expedir leyes que acaben
con la familia – será utilizado para confundir y engañar a muchos para no aceptar el
mensaje teoterápico del amor de Dios
Como Agente de Cambio, lo mío es esforzarme, ser valiente y no dedicarme a la
holgazanería porque, “Jehová pelea por mí”. Si no me esfuerzo, Dios no peleará por
mí y la batalla será sólo mía
Dios le muestra a Josué que, así como peleó por Moisés, así lo hará por él (Éxodo
14:14). Cuando Dios me llama para él, me advierte que muchos pelearán contra mí,
pero que serán vencidos, porque Él estará conmigo para librarme (Jeremías 1:19)
Cuando Dios pelea por mí, la victoria está garantizada (2 Samuel 8:6b; 1 Crónicas
18:6b; Proverbios 21:31).
27. En la conquista, hay que ir hasta lo más remoto de la tierra (Josué 12)
30. En la conquista, a medida que se avanza, la guerra se torna más difícil (Josué 11:4, 21)
Aunque la promesa de la tierra fue dicha por Dios a Moisés cuando lo llamó en Éxodo
3: 8, el primero que la escuchó fue el patriarca Abraham en Génesis 3: 15-16. De
igual manera, cuando Dios llamó a nuestro padre en la fe, Néstor Chamorro, lo
escogió para ser padre de multitudes, y para hacer su descendencia como el polvo de
la tierra. Él hizo suya la promesa de Dios hecha a Abraham y a Moisés
En la conquista nos corresponde a nosotros, los herederos del legado que nos dejó
nuestro padre en la fe – nuestro patriarca y profeta – cruzar el Jordán y entrar a
conquistar la tierra. La conquista es ahora y es con nosotros. La promesa de Dios, de
la cual nuestro padre se apropió, fue la de ver cumplida la Gran Comisión en esta
generación. Él marchó delante, al lado y detrás nuestro, durante cuarenta años –
siendo ejemplo, modelo y molde – en pos del cumplimiento de esa promesa. Como
Moisés, él se fue al cielo, y es ahora cuando esa promesa se cumple en nosotros, su
descendencia.
El hecho que, por lo menos, treinta y tres reinos se hayan establecido en la localidad
de Canaán, significa que dicha tierra era extremadamente apetecida y pretendida
más que cualquier otra. Esta región, que sin duda alguna era la mejor de todas, fue
la que Dios dispuso, de tiempo atrás para su pueblo. Más aún, cuando Josué repartió
la tierra, ninguna de las tribus se sintió perjudicada o desmejorada, pues cada rincón
de ella era lo mejor
Así mismo en este período de conquista hemos de bendecir la tierra (el país, el clima,
el pueblo, la topografía), donde Dios nos ha puesto como embajadores de su reino
(Deuteronomio 8:10). En la conquista, no hay heredad mala, ni tierra estéril; lo malo
es la visión que como misioneros tenemos con respecto a lo que Dios nos entrega.
Como hijos de Dios debemos recordar que tenemos las herramientas para
transformar y cambiar el entorno donde somos enviados a abrir obra misionera,
pues somos Agentes de Cambio
Independiente del lugar donde esté, he de “procurar la paz de la ciudad a la cual
Dios me hace transportar, y rogar por ella a Jehová; porque en su paz tendré paz.”
(Jeremías 29:7).
Si bien es indiscutible que Dios, en su soberanía, escogió un pueblo, así mismo Dios
escogió una tribu de entre Israel: la sacerdotal, la de Leví. Los sacerdotes habían de
ministrar de tiempo completo al resto de las tribus, y éstas entregarían los diezmos
de todo a ellos
Cuando la palabra de Dios menciona la manera en que fue distribuida la tierra,
enfatiza que la tribu de Leví fue exceptuada de dicha repartición, por cuanto “Jehová
Dios de Israel, es la heredad de ellos.” Nuestro padre en la fe nos exhortaba a los
misioneros continuamente a no enraizarnos y apegarnos a las cosas pasajeras de la
tierra, porque, decía él, “mi heredad es Dios”
Esto nos hace reflexionar acerca de nuestra ciudadanía en Cristo Jesús. Los levitas,
aquellos que le sirven al Señor de tiempo completo, no pueden ni deben tener otra
función que la de ejercer el ministerio pastoral de manera exclusiva. Si bien es cierto
que todos los hijos de Dios somos embajadores del Reino de los Cielos en la tierra,
los levitas tenemos una herencia de la cual debemos apropiarnos desde aquí y desde
ahora.
Sólo el que tenga visión de Israel, entrará a conquistar; quien no, perecerá
Sólo aquellos que tuvieron la visión correcta de la tierra prometida, Josué y Caleb,
pudieron entrar a ella, conquistarla y poseerla. Estos dos varones, junto con otros
diez, habían sido enviados por Moisés para reconocer la tierra y presentar un informe
detallado de ésta a su pueblo y a sus ciudades
En su informe, Josué y Caleb le expresaron al pueblo: “La tierra por donde pasamos
para reconocerla, es tierra en gran manera buena.” (Números 14:7). Por otro lado,
Números 14:36-37 enfatiza que los otros diez espías volvieron para:
1. Hacer murmurar a la congregación contra Moisés
2. Desacreditar aquel país
3. Hablar mal de la tierra
La bendición para un hombre que tuvo la visión de Israel, como Caleb, fue doble de
acuerdo con Números 14:24:
1. Él alcanzaría la promesa de la tierra prometida
2. Su descendencia también alcanzaría dicha promesa
Pero, la consecuencia para los diez espías y para todo el pueblo que les creyó, fue
contundente: ninguno de ellos vería la tierra prometida; todos perecerían en el
camino (Números 14:23).
Si bien la palabra de Dios nos exhorta a perseverar en “el partimiento del pan”
(Hechos 2:42, 46) y a “repartir a todos según la necesidad de cada uno” (Hechos
2:45), también nos convida primero a asumir responsabilidades personales dentro de
la familia de la fe, tales como:
1. Recibir la Palabra (Hechos 2:41)
2. Ser bautizado (Hechos 2:41)
3. Perseverar en la doctrina (Hechos 2:42)
4. Perseverar en la comunión unos con otros (Hechos 2:42)
Es curioso ver como muchos hijos de Dios exigen ayuda y subsidios esgrimiendo
Hechos 2:42-47, pero al mismo tiempo, hacen lo que les da la gana, no siguen
instrucciones, se inventan sus propias visiones y estrategias y se niegan a vivir en
comunión con el resto de la familia cristiana. Aquellos que, según el apóstol Pablo,
andan desordenadamente no trabajando en nada, sino entrometiéndose en lo que no
tienen que hacer, no pueden ni deben ser objeto de ayuda ni de subsidio. A estos se
les exhorta a trabajar (dentro de los lineamientos de dirección), o de lo contrario,
que no coman (2 Tesalonicenses 3:10-12)
37. En la conquista, el Agente de Cambio vela por el bienestar de su pueblo (Josué 19:49)
38. En la conquista, los levitas reciben de Dios, a través de las tribus (Josué 21:2-3)
Así como Dios provee para todas las tribus de Israel, éstas han de ser el medio a
través del cual él provee para la de Leví. Puesto que los levitas no tendrían heredad
en la tierra, su provisión vendría directamente de Dios, a través del pueblo. Es claro
en la Biblia que aquellos que se dedican totalmente al evangelio, deben vivir del
evangelio. Es una bendición, un deber y un mandato para el pueblo (la feligresía), el
cual, como Abraham, entregó los diezmos de todo para el sostenimiento de los
sacerdotes y para la proyección grancomisionista, a través de las misiones
Gracias al cumplimiento de este principio bíblico es que Dios ha permitido que la
Cruzada Estudiantil y el CENTI tengan presencia misionera en más de 40 países con
casi mil quinientos distritos (iglesias locales). Durante estos siete años de conquista
(2004 – 2010), nuestra prioridad será la misión internacional donde se enviarán a
muchos países, sólo de Colombia y Ecuador, más de cien personas, para cumplir el
mandato grancomisionista. Aún así, hay muchos que se resisten a cumplir con el
mandato - promesa de dar, justificando su actitud de mil maneras. Si todos los hijos
de Dios de esta maravillosa familia cumpliéramos con este principio, créame que en
el año 2010, estaremos en cien países con cinco mil distritos.
39. En la conquista, los levitas han de ir por todo el mundo (Josué 21:41-42)
La conquista no puede ser parcial, debe ser total. Por eso, nuestro padre en la fe
siempre habló de “el mundo para Cristo”. Él también nos recordaba que “mi objetivo
es el mundo”. Por eso, cada persona que ingresa como misionero debe tener en
mente que, eventualmente, debe salir de su terruño (la tierra de su parentela), al
país y a la ciudad que el Señor quiera, para cumplir la voluntad grancomisionista de
Dios
Aun cuando mi responsabilidad actual como misionero sea un pequeño distrito
(iglesia local) con poca gente, mi visión debe ser el mundo. Si mi objetivo es el
mundo, entonces debo esmerarme por capacitar y formar hombres y mujeres para
que, como Agentes de Cambio, también sean enviados al mundo
Durante los cuarenta primeros años de marcha mucho es lo que se ha logrado, pero
también es mucho lo que nos hace falta. Si hemos de tener presencia en todo el
mundo, entonces debemos tener misioneros en cada país, en cada provincia,
departamento o estado de cada país, en cada municipio, pueblo y vereda, y en cada
barrio o vecindario de cada ciudad. Se puede deducir, por lo tanto, que es mucho lo
que tenemos por conquistar. Pero, tenga la certeza, que lo vamos a lograr. En la
Cruzada y en el CENTI no descansaremos hasta que así sea.
40. En la conquista, el Agente de Cambio lleva a su pueblo a servir al Señor todo el tiempo
(Josué 24:31)