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―¿Quién como Jehová nuestro Dios, que se sienta en las alturas, que se
humilla a mirar en la tierra‖? (Salmo 113:5-6)
“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo,
para presentaros como un virgen pura a Cristo.” (2Co.11:2)
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo
sea formado en vosotros.” (Ga. 4:19)
“Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres;
pues en Cristo Jesús yo os engendre por medio del evangelio” (1Co.4:15)
“Desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilirico, todo lo he llenado del
evangelio de Cristo” (Ro. 15:19)
La epístola termina con unas palabras de Dios que dan por un hecho que
usted sabe muy bien quién es y lo que tiene de Dios. Este ―saber‖
impulsa a todo hijo de Dios a cumplir la gran comisión.
“ Sabemos que somos de Dios, aunque el mundo entero este controlado por
el maligno” (5:19)
La promesa de multiplicación-
(Hebreos 6:13-15)
“Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro
mayor, juro por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y
te multiplicare grandemente. Y habiendo esperado con paciencia, alcanzo la
promesa.”
“ Y lo llevo fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrella, si las
puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue
contado por justicia. (Ge. 15:5-6)- (Ge. 22:17)
―Entonces Abram se postro sobre su rostro, y Dios hablo con él, diciendo:
He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.‖
(Gen. 17:3-4)
1-La gracia- ―Dios los salvo por su gracia cuando creyeron. Ustedes no
tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un
premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de
nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de
Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, afín de que hagamos las
cosas buenas que preparo para nosotros tiempo atrás. (Ef. 2:9-10)
La gracia, es el supremo regalo de la bondad de Dios manifestado al
hombre desdichado y perdido y sin ninguna esperanza. Dios levanta al
hombre y lo sienta en lugares de honor, junto a Cristo. Esta gracia lo
vincula a la familia de Dios.
La salvación es un asunto de la pura gracia de Dios. (Salmo 113:7)
2- La justicia de Dios-
La justicia de Dios, por medio de Cristo hace libre del poder del pecado y
de la culpa al hombre, recuperándolo a su posición de hijo de Dios.
― Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo‖ (Ro. 5:1) ―Justificados por la fe‖, significa
―declarado justo‖ La persona que es declarada justa ante Dios, al poner
su fe en Cristo; es como si esta nunca hubiese cometido ningún pecado.
―Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha
desaparecido y todo queda renovado‖ (2 Co. 5:17)
Esta justicia, le imparte al que esta reconciliado con Dios, tres elementos:
1- Justica
2- Paz
3- Reposo (Isaías 32:17) — (Ro. 5:17)
Ni los ángeles, ni los profetas contaron con el gran honor de ser los
mensajeros de las buenas noticias del evangelio para la salvación del
hombre caído y separado de Dios.
El trabajo de la gran comisión, el cual radica en la evangelización y el
discipulado de las personas para edificarlas para el reino de Dios tiene
sus recompensas.
Dimensiona al hombre perdido y caído.
Nada produce tan grande gozo y satisfacción como ver este poderoso
milagro, en personas y familias.
― Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los
tuyos, y cuéntales cuan grandes cosas el Seño ha hecho contigo, y
como ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en
decapolis cuan grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se
maravillaban.‖ (Mar. 5:19-20)
―Y los redimidos del Señor Dios volverán, y vendrán a Sion con alegría; y
gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán
la tristeza y el gemido‖ (Is. 35:10)
C- Tendrán honra-
―…Porque yo honrare a los que me honran, y los que me desprecian
seran tenidos en poco.‖ (1Samuel 2:30)
Los siguientes textos, enseñan cómo es que Dios honra cuando servimos
en la gran comisión.
―Todo el que quiera ser mi discípulo debe seguirme, porque mis siervos
tiene que estar donde yo estoy. El padre honrara al que me sirva‖
(Jn 12:26)
El apóstol Pablo-
Después de su conversión, inicia dando testimonio de Cristo, luego
cuenta su experiencia de la revelación que tuvo de Cristo en gloria, luego
es un misionero consagrado y por último, el Señor Jesús lo declara como
su apóstol a os gentiles. (Hch. 9:20-22) – (1 Co.15:7-11)
El evangelista Felipe-
Inicia compartiendo su fe en Cristo, cuando el Señor lo envía para que le
hable al Etíope lo hace con diligencia, es nombrado diacono y luego
termina sus días como un evangelista consagrado y con cuatro hijas que
profetizaban. Esta es la forma más maravillosa de Dios honrarnos a los
que comenzamos con la gran comisión y terminamos de algún modo en
ella.
A la iglesia se le han entregado las llaves que abren las puertas del reino
eterno de Cristo. Si obedecemos esta comisión les estaremos dando a
muchos la oportunidad de la vida eterna. (Mat. 16:19)
Pablo dice: ¿cómo pues invocaran a aquel en el cual no han creído?
¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? (Ro. 10:14,17)
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Solo resta por decir, que se hace muy necesario volver a retomar los
principios de Dios para cumplir la tarea de la gran comisión.
Dios está esperando, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles a
su iglesia, y entonces cerrara la puerta de la gracia. (Ro. 11:25)
Cumplamos con honestidad el llamamiento que Dios nos dejó y
esforcémonos por edificar su iglesia en esta dimensión, en fin de cuentas
lo demás se quedara en este mundo, el cual está próximo a pasar por la
última semana que queda del calendario divino. ( la semana de la gran
tribulación)
LA GRAN COMISION
¿Cómo hacer que toda la iglesia se involucre en este
que es el mandamiento más grande del Señor?