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El Reino De Dios Avanza

Dentro Hacia Afuera


Bendiciones, hoy una vez más para terminar con el contenido faltante. Vamos a definir el Avance
del Reino de Dios.

1.) El Individuo:

Después de estas dos etapas, lo que es nuestro nuevo nacimiento y el nacer de agua y de
espíritu, esto no queda allí, esto continua, porque como ya había dicho, podemos cambiar
y ser tocados, pero no transformados. Tanto el nuevo nacimiento como la transformación
son esenciales para nuestro desarrollo y el avance del Reino. ¿Qué necesitamos? Una
transformación personal.

Una vez que Dios establece y construye su reino en usted; usted, es el encargado de que El
Reino avance y se extienda.

No importa quien seas, y sin importar de que país eres, de que raza, que raíz étnica tienes,
lenguaje y disposición. Sea lo que sea, usted será fermentado por el Reino De Dios. ¡Que
Covid chico! El covid no está en aire, el Reino De Dios está en el aire, El Reino de Dios esta
todas partes. No digo que la pandemia no está, estoy diciendo que El Reino de Dios es el
que prevalece.

Tanto en la escala global, como en la escala personal, debemos estar preparados para la
transformación. Avanzas hacia el crecimiento o retrocedes hacia la seguridad.

Como ya sabemos todo empieza por nosotros. Rediseña tu vida primero, se ejemplo para
ti primero. No mires los problemas que tiene tu familia, tu comunidad, tu país, ni los
problemas que tiene el mundo. Toma distancia y observa tu vida primero. ¿Quieres que
todo sea diferente? Marca la diferencia en tu vida primero.

Hay una palabra clave, se trata de la disciplina. Ser disciplinado. No puedes esperar
disciplina de tus seguidores a menos que la demuestres en tu propia vida. Perderás pronto
el respeto, si careces de disciplina.

Y estoy seguro que a través de la disciplina se obtiene el ejemplo. Una de las cosas más
difíciles para nosotros los adolescentes es presentarnos como un modelo para los demás.
Se nos resulta más fácil observar el comportamiento de otros, y opinar si son correctos o
si dan un mal ejemplo.
¿Pero sabe de donde estoy sujeto? 1 Timoteo 4:12:

“12Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un
ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza”.

Esto lo dijo el apóstol Pablo al joven Timoteo, y puso sobre sus hombros “la presión de ser
un muchacho ejemplar”. Muchos opinan que Pablo fue demasiado exigente, y que la
juventud es solamente para equivocarse y aprender.

Cuando se pide a los jóvenes que sean ejemplos para otros, se está demandando asumir
una responsabilidad pública y caminar en la sociedad en contramano con los gustos,
costumbres y pensamientos pecaminosos.

Las responsabilidades se enseñan desde la niñez y van acorde a la edad, a mayor edad,
mayores responsabilidades. El ser un buen ejemplo es un compromiso con Dios, consigo
mismo, su familia, la iglesia, la comunidad, la nación, hasta alcanzar el mundo.

Mateo 5:16

“16Hangan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de
ustedes y alaben al padre que está en el cielo”.

La realidad del evangelio nos muestra que no hay cristianismo de palabra sino de frutos.
Pensar en predicar y no demostrar lo predicado nos volvería hipócritas. Todo joven está
obligado a sostener su fe con hechos, y así su testimonio de vida es un mensaje.

La presión de ser un joven ejemplar es guiar a otros a La Verdad. Si ignoramos esto,


ignoramos al que nos llamó, y desobedecemos el mandamiento de ser ejemplo para los
demás. Santiago 4:17 “Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo
hace”.

No hay cristianismo sin compromiso ni testimonio sin frutos. Debemos ser buenos
ejemplos y líderes modelos como lo fue Jesús; al hacerlo estamos predicando con nuestras
vidas.

Una vez nacido de nuevo, nacido de agua y de espíritu, una vez que hemos sido tocados,
una vez que hemos cambiado, una vez que hayamos sido transformados,
transformaremos nuestras familias y a nuestra comunidad.

2.) La Familia Y La Comunidad Eclesial:


La clave para que se establezca el reino en nuestras familias, es demostrar el amor de Dios
y manifestar su verdad, su belleza y su justicia. Es nada más y nada menos que ser como
un mentor para ellos.

Recuerde, que la conducta de ellos solo cambiara cuando la mente sea transformada por
la cosmovisión bíblica. Se producirá transformación en las familias y en las comunidades
cuando las mentes y las conductas humanas se vuelvan a Dios.

Cristo es el factor fundamental para que tu familia y la comunidad sean transformadas,


pero tú eres la pieza para que este proceso se lleve a cabo ¿Por qué? porque por medio de
tus obras, has sido ejemplo, y gracias al ejemplo has logrado convencerlos de que El Reino
de Dios es diferente y sublime. Gracias a ti, se dieron cuenta de que el Reino de Dios es lo
que toda su vida han estado buscando. ¿Qué hay que hacer? Reflejar Su Gloria.

3.) La Nación:

La idea de Dios, es que lo que Él te envió hacer, lo hagas bien, porque si lo haces bien, tu
familia, tu comunidad y tu nación, serán sanas, prosperaran moral y materialmente.

Si aún no has sido transformado, sigues viviendo en mediocridad. Por la tanto tu familia
jamás será sana, la sociedad y juntamente la nación será cada vez más pobre, corrupta y
disfuncional.

Procure no ser un mediocre y haga las cosas con excelencia.

4.) El Mundo:

En este punto es esencial tocar lo que es la Gran Comisión.

Hay tres pasajes en la biblia en la que Cristo da a conocer su Voluntad.

Hechos 1:8

“8Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.

Los apóstoles habían de recibir poder de arriba, mediante el Espíritu Santo, para predicar
el Evangelio y confirmarlo con milagros por el nombre de Jesús. Y como está escrito en
2 Corintios 2:16 “…16¿Y para estas cosas quien está capacitado?”. Nadie, sino aquellos a
quienes el Espíritu Santo capacita.

Dios cualifica primero, antes de enviar a los hombres a cualquier ministerio. Por esto,
Jesús había mandado a los apóstoles que no se fueran de Jerusalén hasta que recibiesen
ese poder mediante el descenso del Espíritu Santo prometido.
Con este poder los discípulos, serian testigos del Señor y para el Señor; es decir,
embajadores de Él y predicadores de Él.

Habían de proclamar Evangelio de Cristo de manera abierta y solemne. Los testigos


confirman su testimonio con juramento, pero estos testigos lo confirmarían mediante el
sello Divino de los milagros y los dones.

Y por último, predicar el evangelio comenzando por Jerusalén, y en círculos concéntricos,


hasta llegar a los últimos confines del orbe.

Como ya sabemos, todo testimonio genuino debe comenzar en el hogar. Porque puedes
salir a evangelizar, a predicar en la calle o desde el pulpito, pero mal lo hace quien no da
buen testimonio dentro de su familia.

1 Timoteo 3: 4,5

“4Debe saber gobernar bien su casa y hacer que sus hijos sean obedientes y respetuosos;
5
porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de
Dios?”.

Antes de misionar a los vecinos, antes de misionar en el extranjero, primero misione a su


familia.

¿Entonces de que trata la Gran Comisión?

Mateo 28: 18-20

“18Jesús se acercó a ellos y les dijo: Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la
tierra. 19Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.20y enseñadles a cumplir todo lo
que os he mandado…”.

Esta Comisión es un llamamiento geográfico para que el evangelio viaje por todo el
mundo. El verso que acabamos de leer, enfatiza; “Haced discípulos de todas las
naciones”. La palabra griega “ethne” designa las naciones, significa pueblo o grupo étnico.
Fíjese que hay no está escrito, <<Evangelizar>>; sino <<Discipular>>.

Y por supuesto, la evangelización suele preceder al discipulado. Pero se puede evangelizar


a la gente y nunca discipularla. El evangelio no solo ha de ir por todo el mundo, tiene
también que penetrar culturas.
Mateo 13:33

“33Les dijo otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer
tomo y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado”.

Es importante apreciar esta interpretación, ya que es interesante afirmar que esta


parábola enseña como el evangelio va penetrando en la sociedad en forma lenta pero
progresiva hasta que todo el mundo se convierta a Cristo.

Cautivemos la atención del mundo. Aquí me corrijo a mí mismo. ¿Por qué? pues, porque
yo había dicho que nos alejáramos de las personas toxicas. Pero descubrí, que así como el
cielo no es nuestra prioridad, del mismo modo el mundo no es nuestro enemigo.

¿Y cómo se capta la atención del mundo? A través de los principios, las promesas, la
autoridad del reino de Dios, y no menos importante “Ser Ejemplo”.

Dios no nos llamó para separarnos o aislarnos del mundo. En nuestro deseo de ser santos,
nos convertimos en arrogantes morales. No podemos alcanzar la cultura si escapamos de
ella, como tampoco podemos influir poderosamente, si nos aislamos del mundo.

¿Cómo puede avanzar el reino si atacamos y condenamos a las personas por sus pecados?

Sabemos que sus vidas están en completa confusión, y que están fuera de la sintonía de
Dios, pero ellos no necesitan de nuestra arrogancia moral. Si transmitimos la idea de que
somos inmunes a todos aquellos pecados. Sabrán que es lo que deberían hacer.

No es posible atraer personas hacia el reino, si las ofendemos con nuestra actitud. Sin
embargo, ofenderse debido al mensaje es un hecho totalmente diferente.

Dios no nos colocó en la Tierra, como su pueblo, para luego abandonarlo. Nos colocó aquí
para plantar y reproducir jardines de su reino a lo largo y ancho de este mundo, por
consiguiente, para reclamar y transformar el territorio asolado a causa del gobierno rapaz
del usurpador.

Dios nos llamó para reintroducir el Reino en este mundo.

Hermano, no hay mejor que ser ejemplo para los que están allá afuera. Recuerde esto,
usted puede convencer con las palabras, pero solo con el ejemplo los arrastrara hacia
aquí.

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