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Tarea No 2

Establezca dos diferencias entre la tentativa acabada y tentativa


inacabada. Interprete y ejemplifique un caso de tentativa acabada y
otro de tentativa inacabada.

Dentro del proceso de ejecución y consumación del delito, existen diferentes


estadíos o fases características que pueden llegar a ser punibles o no. Dichas
fases forman parte de lo que se denomina en la doctrina como iter criminis
(Villavicencio, 2006). Dentro de estas fases se pueden distinguir principalmente
dos: la fase interna (que corresponde a la ideación y resolución criminal de
cometer un delito) y la fase externa (que hace referencia a la ejecución externa
del delito previamente ideado).

Figura 1

Fases del iter criminis

Fase interna Fase externa

Ideación Actos Ejecución o


preparatorios tentativa
Deliberación Resolución
Consumación

Nota: El gráfico describe las fases del iter criminis y cada uno de sus
elementos. Adaptado de “Derecho Penal. Parte General” por Villavicencio, F.,
2006.

De esta manera, la fase interna (que engloba la ideación del plan criminal y la
resolución para llevar a la realidad dicho plan) no es punible para el derecho
penal. De acuerdo a Almanza (2022), la no punibilidad de la fase interna del
delito descansa en la protección del libre albedrío de las personas, ya que la
intromisión del derecho penal en los pensamientos de los individuos sería
inaceptable (y hasta cierto punto imposible) por atentar contra la libertad y
dignidad de las personas.

Sin embargo, la fase externa sí es punible tomando en cuenta que sí supone


una manifestación en la realidad del hecho delictivo. Esta etapa comprende los
actos preparatorios, mediante el cual el autor del delito se hace de todos los
elementos necesarios para cometer el hecho punible y que no es sancionable.
Sin embargo, los actos preparatorios sí pueden ser punibles en la medida que
pongan en peligro distintos bienes jurídicos (por ejemplo, quien asesina a un
guardia para poder robar su arma reglamentaria y disponer).

La tentativa, conforme a lo planteado por Muñoz y García (2010) se ubica en la


fase de ejecución del delito y supone la no consumación del mismo, debido a
casusa internas o externas al agente. La tentativa es punible ya que a pesar de
que equivale al inicio de la ejecución del delito este se ve interrumpido y no
logra la realización del resultado, por lo tanto, el nivel de afectación del bien
jurídico es menor y no llega a ser irreversible (dichos autores plantean como
ejemplo el homicidio consumado y las lesiones producto de una tentativa de
homicidio).

Así mismo, la tentativa puede ser acabada o inacabada, como se analizará a


continuación.

1. TENTATIVA ACABADA

Estamos frente a una tentativa acabada cuando el agente, de acuerdo a la


representación que tiene de los hechos, ha realizado todos los actos
necesarios para consumar el delito, sin embargo, este no llega a producir el fin
perseguido por causas externas o independientes al autor (Villavicencio, 2006).
Debido a que sí se han realizado todos los actos necesarios para consumar el
hecho, el nivel de gravedad que manifiesta en la realidad este tipo de tentativa
es mayor que la tentativa inacabada.

Este es el caso por ejemplo de dos delincuentes que deciden robar un banco.
Habiendo reducido a todas las personas que se encontraban en dicha
institución y luego de retirar el dinero de las cajas registradoras proceden a su
fuga, sin embargo, son interceptados por la policía luego de una persecución
intensa. A pesar de no haber consumado el delito, todos los actos ejecutados
por los delincuentes han generado consecuencias relevantes en la realidad
(movimiento del aparato policial para su captura, alarma y conmoción social por
la ferocidad del atraco)

2. TENTATIVA INACABADA

La tentativa inacabada se presenta cuando el autor no ha realizado todos los


pasos necesarios para lograr el resultado que se propuso (Almanza, 2022). A
diferencia de la tentativa acabada, en este supuesto las actividades
desplegadas por el autor son insuficientes y hacen falta más actos para
conseguir el resultado propuesto.

Tal es el caso de una persona que planifica asesinar a su expareja iniciando un


incendio en su nuevo domicilio. Sin embargo, no desactivó el sistema
contraincendios y las llamas no lograron propagarse hasta alcanzar la
habitación de su víctima. En este supuesto, si bien el autor dio inicio a un
incendio para asesinar a la víctima, no reparó en que esta última había
instalado un sistema contra incendios semanas antes del evento delictivo.

Por no acarrear la realización de todos los actos necesarios para alcanzar el


resultado buscado por el actor, el nivel puesta en peligro del bien jurídico
protegido en este tipo de tentativa es menor. En el ejemplo propuesto en el
párrafo anterior, la no previsión de la existencia de un sistema contra incendios
por parte del autor originó que este hecho no tuviera mayores consecuencias
de relevancia.

Diferencias entre las clases de tentativa

Conforme a lo expuesto en párrafos precedentes, la tentativa acabada se


caracteriza por que el autor considera (bajo su representación de los hechos)
que ha cumplido con todos los pasos necesarios para lograr el resultado
propuesto. Por otro lado, en la tentativa inacabada el autor no ha logrado
cumplir con todas fases de ejecución necesarias para alcanzar su finalidad
debido a factores externos.
Bacigalupo (1999) por su parte, sostiene que otra diferencia resaltante se da en
la posibilidad de la producción del resultado. De esta manera, la tentativa
acabada presenta un mayor riesgo de que se produzca el resultado, mientras
que en la tentativa inacabada ese riesgo es nulo ya que no se han cumplido
otras fases del plan delictivo que fueron necesarias para alcanzar el resultado.

De igual manera Almanza (2022), concuerda en que una diferencia esencial


radica en el hecho de que la tentativa acaba pudo haber logrado su finalidad
debido a que se cumplieron todos los actos necesarios. Sin embargo, en la
tentativa inacabada si bien existe un plan criminal, este no tiene la fuerza o
capacidad necesaria para alcanzar el resultado.

La tentativa inacabada no debe confundirse con la tentativa inidónea (prevista


en el artículo 17 del Código Penal), ya que en esta última el resultado no se
produce por la falta de idoneidad del medio que se utiliza para cometer el delito
o por que el objeto es impropio (Villavicencio, 2006). Tal es el supuesto de
quien pretende asesinar a otro disparando un arma que tiene balas de salva.

Conclusiones

Dentro de las fases de la ejecución del delito o iter criminis, se puede ubicar la
tentativa dentro de la fase externa, pues comprende el inicio de la ejecución del
delito sin llegar a la consumación del mismo. A diferencia de la fase interna
(ideación y adopción de la resolución criminal) la tentativa sí es punible
conforme al artículo 16 del Código Penal.

De igual modo, la tentativa puede ser acaba o inacabada, bajo un criterio


subjetivo, de acuerdo a la representación de los hechos que tenga el autor del
hecho punible. De esta manera, estaremos ante una tentativa acabada si el
autor ha llevado a cabo todos los actos necesarios para producir el resultado;
por otro lado, en la tentativa inacabada los actos desplegados son insuficientes
por sí mismos para producir el resultado buscado.

Por ende, y conforme a la opinión de los autores referenciados, una diferencia


objetiva es la posibilidad de que la tentativa produzca consecuencias
significativas. Por ello, señalan que la tentativa acabada, a diferencia de la
tentativa inacabada, sí representa un mayor nivel de peligrosidad debido a la
posibilidad de que sí se termine realizando el hecho delictivo.

En la tentativa inacabada, por su parte, al no haberse superado todas las fases


o etapas necesarias para cometer el delito, no existe mayor riesgo de que el
resultado termine alcanzado el fin planteado por el autor.
BIBLIOGRAFÍA

Almanza, F. (2022). Iter críminis y tipicidad. En Manual de Teoría del delito (pp.
141-190). San Bernardo Libros Jurídicos E.I.R.L.

Bacigalupo, E. (1999). Derecho Penal. Parte General. Editorial Hammurabi.

Muñoz, F. & García, M. (2010). Derecho penal. Parte general. Editorial Tirant
Lo Blanch.
Villavicencio, F. (2006) Derecho penal. Parte general. Editorial Grijley.

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