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la defensa de la persona y el respeto de su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del

estado.

El caso en particular de ANA ESTRADA abre a debate de que si le debe permitir dar fin a su vida
sin sufrimiento (eutanasia) sin embargo el artículo 3 de los derechos humanos son dice que
toda Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad
de su persona. Este derecho es reconocido como D. natural, por ende, este derecho es
inherente al sujeto.

El estado peruano está obligado a proteger a la persona aun así el sujeto no lo desee

Ejemplo: si una mujer víctima de violencia física y psicológica por parte de su marido decide
renunciar voluntariamente a su derecho inalienable a su integridad, el Estado hará caso
omiso a su declaración e intervendrá.

Derecho a la vida es inalienable, se le adscriben a la persona al margen de su consentimiento.

Por otro lado, tenemos derecho a la dignidad humana, entendemos por dignidad humana el
valor de la persona, y este valor según nuestra propia Constitución es el fin supremo de la
sociedad y el Estado. El hecho de ser humanos quiere decir que nuestra vida es digna.

El caso de ANA ESTRADA tiene una peculiaridad al expresar que le permitan hacer uso de su
libertad para realizar (eutanasia) pero indirectamente el hacer uso de su libertad de acabar con
su vida, nos da a interpretación de que su vida no es digna (principio constitucional- fin
supremo de la sociedad)

Conclusión: El respeto a la dignidad humana no consiste en facilitar la muerte de una persona.

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