CADENA DE SUMINISTRO

Se señala que la SCM puede representar hasta el 50% de los costos de una empresa, lo
que subraya la necesidad de desarrollar estrategias que incorporen la sostenibilidad
para mejorar la competitividad. Actualmente, los modelos de compras se centran
principalmente en la negociación de precios y plazos, sin dar suficiente importancia a la
sostenibilidad. El artículo propone un modelo de compras que integre la sostenibilidad
en la SCM, lo que generaría beneficios tanto a corto como a mediano plazo para las
empresas, especialmente en el contexto de la globalización y la creciente demanda de
sostenibilidad a nivel mundial.

La cadena de suministro (SCM) se comprende como el conjunto de acciones que

involucran la planificación, ejecución y supervisión de todas las etapas vinculadas con
la obtención, transformación y entrega de bienes y servicios, desde su origen en los
proveedores hasta su destino final en los clientes. Dentro de este proceso, se
consideran elementos clave como la gestión de proveedores, el control de inventario, la
organización logística y la gestión de la demanda, que son fundamentales para su
adecuado funcionamiento y optimización.
Así también, los objetivos de la cadena de suministro son diversos y cruciales para el
éxito de una empresa. En primer lugar, se busca maximizar la eficiencia para reducir
costos y aumentar la productividad en todas las etapas del proceso. Además, se
pretende mejorar la calidad del servicio al cliente mediante entregas rápidas y precisas.
La gestión efectiva del inventario también es prioritaria, garantizando un equilibrio
adecuado entre la oferta y la demanda. Asimismo, se busca incrementar la flexibilidad y
la capacidad de respuesta ante cambios en el mercado, adaptándose ágilmente a las
necesidades del cliente y las condiciones empresariales. Por último, se procura reducir
riesgos y mejorar la gestión de la cadena de suministro mediante prácticas de
seguridad y resiliencia. En resumen, estos objetivos buscan asegurar una cadena de
suministro eficiente y adaptable que satisfaga las necesidades del cliente y promueva
el éxito y la competitividad empresarial.
Por tanto, la evaluación del producto o servicio en la gestión de la cadena de suministro
(SCM) es crucial para garantizar la calidad y la satisfacción del cliente. Este proceso
comienza con la cuidadosa selección de proveedores, donde se consideran aspectos
como la calidad del producto, la capacidad de cumplimiento y la confiabilidad.
Posteriormente, se realiza un seguimiento continuo del desempeño del proveedor una
vez que se establece la relación comercial. Durante la fase de producción, se llevan a
cabo estrictos controles de calidad para asegurar que los productos cumplan con los
estándares requeridos y las especificaciones del cliente. Asimismo, la gestión del
inventario se enfoca en mantener un equilibrio adecuado entre la oferta y la demanda,
evitando situaciones de exceso o escasez que puedan afectar la eficiencia de la cadena
de suministro. Por último, se monitorea constantemente la satisfacción del cliente a
través de encuestas, retroalimentación directa y análisis de reclamaciones, lo que
permite identificar áreas de mejora y garantizar una experiencia positiva para el cliente
en todo momento.

así también, en la gestión de la cadena de suministro (SCM), asegurar la calidad en

todos los aspectos del flujo de productos y servicios es crucial. Desde la elección de
proveedores hasta la entrega final al cliente, se aplican medidas estrictas de control de
calidad para mantener y mejorar los estándares establecidos y las expectativas del
cliente. Esto implica la implementación de sistemas de gestión de calidad, la
realización de auditorías periódicas y una estrecha colaboración con los proveedores
para abordar posibles problemas de calidad. En definitiva, la gestión de calidad en la
SCM juega un papel clave en el fortalecimiento de la reputación empresarial, la mejora
de la satisfacción del cliente y el aumento de la competitividad en el mercado.