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Incluso ante ese gran Otro que representa la divinidad cristiana respecto a la creación, ha de
hallarse algún pasadizo subterráneo que lleve directamente al corazón del cielo.
¿Qué es la alteridad?
El papel religioso en ambos procesos fue más que sobresaliente. Foucault lo explícita en
Historia de la locura. ¿Acaso no cifra el cambio en la experiencia de la locura con un cambio
en los valores de pobreza y caridad? ¿Acaso los dispositivos.con los que inicialmente se
gestionó la experiencia americana no son dependiente hasta la médula de las redes
conceptuales de la escolástica?
¿No es muy raro que Foucault no haya pensado en los arcanos del tarot? Sus orígenes parecen
apuntar a finales del siglo XVI, finales de la edad media, inicios del Renacimiento, lo que
daría un aporte documental importante a las tesis de Foucault. Además, el lugar que el arcano
del Loco ocupa dentro del juego de adivinación, lo hace una de las cartas más complejas y
ricas en significados -ninguno de ellos ligados a cuestiones médicas-.
Tampoco parece casual que sean la muerte y el loco los dos arcanos más extraños en el juego
del Tarot. ¿Cuál sería el resultado de apoyar la lectura foucaultiana con los orígenes, todo
parece apuntar a que italo-francés, del tarot?
Una Historia cultural de la alteridad parece que podría establecer unas ciertas invariables
históricas sobre las formas de segregación, exclusión, inclusión, tolerancia, matanza, odio
esto es, de los procesos comunitarios e inmunitarios del cuerpo social que se repiten en los
diferentes momentos históricos y sociales. El problema es que una serie de invariables tales
tienden a reificar precisamente al Otro, que en cualquier caso no es una invariable histórica,
sino un proceso cultural con diferentes fases, grupos, actores, procesos institucionales,
jurídicos, legales, militares, económicos, etc. Es una cuestión interesante la de cuales habrían
de ser los fundamentos de una historia cultural de la Alteridad, pero sin duda, incluiría
muchos de los fundamentos generales de una historia así como, un otro grupo de
fundamentos relativos a las relaciones de identidad y alteridad, inclusión/exclusión. Además,
sería interesante comprobar las correspondencias que se podrían establecer con los procesos
comunitarios/inmunitarios en torno al estatuto del munus -Roberto Esposito-. Igualmente, la
tolerancia puede ser estudiada como una de las estrategias centrales de gestión de la alteridad.
En un blog dicen esto: "Cuando digo alteridad tolerable me refiero a esos otros que son
apenas necesarios para confirmar nuestra propia mismidad, o, aquellos tolerados que son
aceptados y para quienes, inclusive, se destinan, supuestamente, muchas políticas públicas
contemporáneas que, llamo de políticas de la tolerancia. En este sentido, la tolerancia se
presenta como una de las formas a través de la cual se anuncia la diversidad: aceptar
materialmente los diferentes en la escuela no significa el reconocimiento simbólico de esos
otros, como seres irreductibles. Todavía más, ese ordenamiento basado muchas veces en la
aproximación física se da como una manera de controlar aquello que produce el
extrañamiento trasformándolo en alguna cosa familiar y normal: limpiando y limando las
diferencias, dando lugar para que pase algo más perverso todavía: la auto-exclusión que se
produce cuando los dichos diferentes, ahora acomodados de alguna forma en un mismo
espacio con los normales, no consiguen permanecer… (Extraido de
https://odiseo.com.mx/articulos/alteridad-tolerable-y-politicas-de-la-tolerancia-en-la-educacio
n/
Es muy curioso lo que el propio Todorov señala que en las narraciones de los viajes de Colon,
el orden categorial dentro del que se inscribe a los indios se encuentra entremezclado con las
descripciones sobre fauna y flora, paisajes de los que va dando cuenta en sus anotaciones. Lo
que acabará siendo el Indio aparece ya más cercano a los árboles, plantas y animales diversos
que animan la escena, que al que se encuentra entre iguales o dialoga entre iguales.
¿No se encuentra insinuado el nexo entre locura y proceso colonial español en el capítulo
VIII del Don Quijote? Ante la visión de los molinos Don Quijote afirma:
"La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertaramos a desear, porque ves allí,
amigo Sancho Panza, dónde se descubren treinta o poco más, desaforados gigantes, con quien
pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyo despojos comenzaremos a
enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de
sobre la faz de la tierra."
Don Quijote tiene un atávico pavor a lo diferente: la imperiosa necesidad que siente de
comparar y validar cada acaecimiento que se le presenta con un evento homólogo registrado
en alguna novela de caballería. La novela de caballería le sirve de baremo con el cual juzgar
todos sus acciones y decisiones, y en ella encuentran prefigurados todos los "movimientos"
que en cualquier momento debe ejecutar. Un ejemplo: No se dejó de reír don Quijote de la
simplicidad de su escudero. Y así le declaró que podía muy bien quejarse como y cuanto
quisiese, sin gana o con ella que hasta entonces no había leído cosa en contrario en la orden
de caballería."
¿No hace el Quijote un gesto similar al que Todorov encuentra en la actitud de Colón frente
al indio? ¿No tiene eso relación con el hecho de que los cronistas viesen mezquitas y judíos
en las Indias?
Quizás todas las "ciencias de la diferencia" escritas por la burguesía - y nacidas casi todas
ellas en el siglo XVIII- (Sergio Moravia) tenga un origen terrible, que avergüenza. Quizás el
precio que ha pagado para la constitución de un saber sobre la diferencia, sea la sangre y el
barro, lo totalmente innoble y despreciable. Si los ríos de sangre y la crueldad, la exclusión y
el encierro, el castigo corporal y mental, la destrucción, en fin, de todo aquello que nos
constituye, se encuentran en el origen de las ciencias del hombre ¿qué habríamos de hacer
con ellas?
¿Podría ser que a cada figura histórica de la otredad europea le acompañe, al menos
potencialmente, una ciencia para enfrentarse a ella? ¿Si hay "ciencia de la diferencia" quiere
decir que a cada figura de un otro que Europa se ha enfrentado le ha sometido a cierto
dispositivo de saber para poder manejarlo? ¿Las ciencia religiosas -que así las podemos
llamar- no son acaso un sistema de saber para gestionar esa otredad que es el indio en su
religiosidad?
Es que realmente si el gesto de Pinel es este, se trata en alguna forma de un gesto que repite
aquella discusión sobre el alma de los Indios. Porque si a los indios se les considera niños
entonces se les puede "tutorizar"; si en los locos subsiste una presencia invariable de razón,
entonces se les puede "curar". En esta estrategia podemos ver como se podrían deslindar con
objeto de construir una historia cultural de la alteridad, algunos procedimientos básicos con
los que lo otro es asimilado e integrado y sin el cual, al subsistir una radical diferencia, nos
enfrentamos a la exclusión e incomunicación total.
El que el Indio sea tratado aún conforme a la "ciencia doctrinales y escolásticas" no habla
precisamente de cómo nos encontramos en el auténtico centro de la Modernidad, pues si bien
nos enfrentamos a un otro completamente ajeno, aún no se poseen ni por asomo la
herramientas conceptuales con las que gestionarlo adecuadamente. (esto debe ser matizado).
La frenología como ciencia de la diferencia. La frenología es una ciencia para la gestión de la
diferencia.
Lo que una historia cultural de la alteridad moderna tiene pues, al menos potencialmente,
como correlato una ciencia para la alteridad manejada. Las ciencias religiosas serán el primer
instrumento con el que los españoles interpretarán y codificarán la realidad latinoamericana.
Estamos entonces afirmando que en el núcleo de la Modernidad se encuentran disciplinas
científicas que acompañan a los dispositivos de gestión de la alteridad, como pueden ser la
guerra, la conquista, la aculturación, la esclavitud, etc.
1
Lugo Vázquez, M. (2020). Foucault y la crítica a la concepción moderna de la locura. pág. 11
2
Ibid. pág. 13