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Recursos hidráulicos de México.

Dr. Carlos Humberto Maldonado Méndez


Gestión del agua
La gestión del agua es un proceso que se apoya en el
conjunto de principios, políticas, actos, recursos,
instrumentos, normas formales y no formales, bienes,
derechos, atribuciones y responsabilidades, mediante
el cual el Estado, los usuarios y la sociedad promueven
coordinadamente, en forma sustentable, el control y
manejo de este recurso en beneficio de los seres
humanos y su medio social, económico y ambiental.
Uno de los instrumentos de mayor relevancia en la
gestión de los recursos hídricos es estimar la
disponibilidad del agua en las cuencas hidrológicas, ya
que a partir de sus magnitudes se podrán establecer
los niveles de escasez o abundancia, asignar
equitativamente los requerimientos de los usuarios o
llevar a cabo la planeación del recurso agua a corto,
mediano o largo plazo.
La disponibilidad natural media de agua por
habitante en un año es un indicador fundamental
para evaluar la situación de los recursos hídricos de
una cuenca hidrológica. Se considera que existe una
escasez extrema cuando es menor a mil metros
cúbicos por habitante por año, valor que limita
drásticamente las posibilidades de desarrollo.
La disponibilidad presenta una escasez crítica si su
valor se encuentra entre mil y mil 700 metros cúbicos
por habitante por año, situación en la cual es
necesario tomar medidas urgentes para preservar el
recurso.
Se tienen disponibilidades bajas y medias si los
valores oscilan entre mil 700 y 5 mil metros cubicos
por habitante por año, y 5 mil y 10 mil metros
cúbicos por habitante por año, respectivamente. Si
las magnitudes son superiores a 10 mil metros
cúbicos por habitante por año, se considera que hay
una disponibilidad alta.
En la actualidad, más de 50 por ciento de los
países tienen disponibilidades medias anuales per
cápita menores a 5 mil metros cúbicos, y más de
15 por ciento está colocado por debajo de la
barrera que define la escasez crítica.
Con las tendencias actuales, en el año 2025 las
dos terceras partes de la población mundial
vivirán en países con disponibilidad baja de
recursos hídricos.
Además, la disponibilidad media anual de agua
por habitante es muy diferente de país a país, ya
que de acuerdo con las estimaciones realizadas
por el Sistema de Información sobre el Uso del
Agua en la Agricultura y el Medio Rural (Aquastat,
2005), para el año 2004 en Canadá era de 99 mil
700 metros cúbicos; en Argentina, de 29 mil 100;
en Estados Unidos, de 9 mil 500; en China, de 2
mil 400, y en Egipto de mil metros cúbicos.
México, con una disponibilidad de 4 mil 94 metros
cúbicos por habitante, ya se encuentra en el
grupo de los países con disponibilidad baja.
Las variables de mayor relevancia que
intervienen en la estimación de
disponibilidad natural media de agua
por habitante en un año son el
volumen de precipitación que se
presenta sobre el área de la cuenca o
región hidrológica, la magnitud de la
evaporación, y la población que habita
en su área de captación.
De no existir cambios climáticos
significativos, lluvia y evaporación se
presentan con las variaciones
normales propias de su ocurrencia,
mientras la población presenta un
crecimiento de gran magnitud.
En consecuencia, la disponibilidad por
habitante depende fundamentalmente
del número de aquella.
La disponibilidad natural media anual
por habitante en México era de 11 mil
500 metros cúbicos en 1955, y por
efecto del crecimiento demográfico
disminuyó a 4 mil 94 metros cúbicos en
2004. Es decir, se presentó una
disminución de 64 por ciento en un
periodo de 50 años.
En 2020, con el aumento poblacional
estimado por el Consejo Nacional de
Población (CONAPO, 2003), y de
continuar con los mismos esquemas de
consumo y desperdicio del agua, la
disponibilidad natural media por
habitante será de sólo 3 mil 500
metros cúbicos.
A nivel nacional la disponibilidad natural
media por habitante se ubica en la gama
de disponibilidad baja, con 4 mil 94
metros cúbicos. No obstante, por la
distribución irregular del agua en las
regiones administrativas, áreas geográficas
que la Comisión Nacional del Agua
(CONAGUA, 2005) ha implementado para
la gestión del recurso, ocurren valores que
oscilan de una escasez extrema a una
disponibilidad alta.
En fin, las perspectivas de los recursos
hídricos en el país son muy preocupantes.
Contrastan los 17 mil 254 metros cúbicos
por habitante por año disponibles en la
región administrativa XI, Frontera Sur, con
la escasez extrema de 188 metros cúbicos
por habitante por año de la región
administrativa XIII, Aguas del Valle de
México y Sistema Cutzamala.
Regiones administrativas
Las regiones administrativas son
áreas territoriales definidas de
acuerdo con criterios hidrológicos y
geológicos, y cada una de ellas está
constituida por una o varias
cuencas hidrológicas.
La República Mexicana se ha
dividido en 13 regiones
administrativas.
Las trece regiones administrativas
presentan características muy
heterogéneas en relación con su
superficie, población (al año 2004)
y lluvia media anual, estimada con
valores del periodo 1941-2004.
Superficie, población y lluvia media anual de las regiones administrativas
Situación del agua en México
México ya experimenta los efectos
negativos de la falta de agua. Durante
los últimos años, las regiones centro y
norte del país han vivido escasez de
agua debido al aumento de las
sequías.
De acuerdo con datos del Banco
Mundial, en el país la disponibilidad
promedio anual per cápita pasó de 10
mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 4
mil en 2012. Se estima que para 2030,
esta disponibilidad en México
descienda debajo de los 3 mil m3 por
habitante al año.
Por su importancia para el desarrollo
económico, ambiental y social, el Instituto
Mexicano para la Competitividad (IMCO)
realizó un estudio con el objetivo de
ofrecer un diagnóstico de la situación
actual del agua en el país, desde entender
a los cuatro grupos consumidores hasta los
retos que enfrentan los tipos de los
recursos hídricos en México.
Con ello se realizaron propuestas que
abonen al desarrollo de lineamientos de
política pública a nivel nacional que
resuelvan los problemas actuales y
prevean los riesgos futuros en la materia.
Para garantizar la demanda futura, el
Estado mexicano requiere actualizar
los marcos legales y regulatorios que
rigen el manejo del agua, así como
modernizar la infraestructura
hidráulica del país.
Es necesario tomar en consideración
las distintas características técnicas
en particular las geofísicas y desafíos
que presenta actualmente el país en
materia hídrica, tales como el
aumento poblacional, el crecimiento
de la mancha urbana, la evolución de
las sequías, así como la variación en
las precipitaciones.
En el país existen cuatro grupos
consumidores de las concesiones de agua:
1. Sector agropecuario. En 2020, este
sector tuvo 76% del total de agua
concesionada para riego de cultivos y
ganadería.
2. Abastecimiento
público. Representa 15% del total
concesionado y se distribuye a través de
las redes de agua potable a domicilios,
industrias y a otros usuarios que estén
conectados a dichas redes.
3. Industria
autoabastecida. Representa 5% del
total concesionado e incluye a las
empresas que toman agua
directamente de los ríos, arroyos, lagos
y acuíferos del país.
4. Centrales
termoeléctricas. Representa 4% del
agua concesionada.
Los recursos hídricos en México enfrentan distintos retos dependiendo de su tipo
(superficial o subterráneos), así como del tipo de fenómenos climatológicos
(precipitaciones o sequías):
Agua superficial.
En México, 60% del agua potable
proviene de los cuerpos de agua
superficiales. De los principales ríos, siete
representan 71% del agua superficial del
país, distribuidos en la zona centro y sur
del país, mientras que sólo 29% del agua
superficial se ubica en la zona norte.
El principal problema de las aguas
superficiales es la contaminación, en
particular por las aguas residuales, ya
sean domésticas, industriales, agrícolas o
ganaderas, que en la mayoría de los casos
son vertidas sin tratamiento previo y que
contienen elementos y sustancias
contaminantes disueltas.
Agua subterránea (acuíferos).

Los acuíferos en México se encuentran en


riesgo de sobreexplotación. En 2018, 18%
de los acuíferos subterráneos estaban
sobreexplotados. Esto afecta tanto el
abasto humano como las actividades
agropecuarias e industriales, al mismo
tiempo eleva los costos de extracción del
agua y ocasiona hundimientos en el
terreno.
Asimismo, 5% de los acuíferos tuvo
problemas de salinización del suelo,
proceso por el cual se incrementa la
concentración de sales y minerales de las
aguas subterráneas, y deteriora sus
parámetros de calidad. Aunado a ello, 3%
de los acuíferos en México tiene
problemas de intrusión marina, la cual se
da cuando el agua salada tierra adentro
desplaza al agua dulce.
Precipitación.
México recibe en promedio alrededor de
1.5 millones de hm3 de agua al año en
forma de precipitación. 67% cae entre junio
y septiembre, en su mayoría en la región
sur-sureste donde tiene lugar 50% de las
lluvias.
La precipitación promedio anual a nivel
nacional ha aumentado a través del
tiempo, potencialmente debido al cambio
climático. Sin embargo, este fenómeno no
se ha presentado en todas las entidades
federativas con la misma intensidad.
En la Ciudad de México y el Estado de
México la precipitación se redujo entre
2000 y 2021, mientras que durante este
mismo periodo aumentó en estados como
Campeche, Quintana Roo, Veracruz y
Guanajuato.

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