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Recurso hídrico en Colombia, implicaciones en materia de gestión y

contaminación.

El medio ambiente se ha transformado en una de las preocupaciones más importantes de


nuestra era. Por tal motivo se han desarrollado e implementado agendas internacionales y
nacionales encaminadas a proteger los recursos que nos brinda la madre tierra, como es el
agua. El agua es un insumo esencial para el desarrollo de actividades económicas y
recreativas. Además, es un recurso vital para garantizar la salud y la supervivencia de los
seres vivos. Por lo tanto, la escasez y la contaminación de los recursos hídricos afectan
negativamente el bienestar social, el crecimiento económico y la biodiversidad.

Es importante resaltar que Colombia posee como patrimonio una gran variedad de
ecosistemas naturales, beneficio de su localización geográfica, orográfica y regímenes
climáticos que le permiten ubicarse como uno de los países con mayor riqueza en recurso
hídrico a nivel mundial. A pesar de que cada colombiano dispone en promedio del líquido
suficiente para llenar 20 piscinas olímpicas al año, problemas de distribución y gestión
hacen que esta riqueza no redunde en el bienestar de toda la población del país.
El actual modelo de administración de las aguas en Colombia comenzó a configurarse hace
más de 40 años con la adopción del “Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y
de protección del Medio ambiente” (Decreto 2811, 1974). En el marco de dicha norma se
estipula el dominio público de las aguas y se las caracteriza como bienes inalienables e
imprescriptibles, se convienen las formas en la que se pueden adquirir derechos sobre el
recurso hídrico y las obligaciones a las que están sujetos sus usuarios, se crea la figura de
las asociaciones de usuarios de aguas, plantean las posibilidades de aprovechamiento de
los recursos hidráulicos, y se sientan las bases para la elaboración de políticas
encaminadas a la gestión del recurso hídrico, entre otros aspectos relevantes
contemplados en su articulado.

En el territorio colombiano, en promedio, cada año precipitan 3.4 billones de m3 de agua,


se evaporan 1.1 billones de m3 y escurren por los cauces de los ríos 2.3 billones de m3.
Esta aparente riqueza se conjura al entender que estas cifras son los totales de oferta
hídrica del territorio nacional, los cuales se distribuyen en Colombia de forma no
uniforme, de modo que en distintas zonas hidrológicas del país varían desde 11.000
millones de metros cúbicos en la Guajira hasta 160.000 millones de metros cúbicos en la
zona hidrológica Atrato-Darién.

de acuerdo con un estudio revelado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y


Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM, 2014) se determinó que la cantidad de
ecosistemas naturales con las que cuenta el país son los principales procedentes de la
mayor riqueza hídrica que puede llegar a distribuirse entre la población y las industrias.
Sin embargo, la problemática del desabastecimiento del recurso hídrico que sufre en
detalle la población y las actividades socioeconómicas ubican al país en una crisis de
necesidades insatisfechas.
La crisis, anteriormente mencionada que se vislumbra en Colombia, se genera por el reto
que impone el manejo del recurso en donde existen cinco factores esenciales que son la
principal causa del desabastecimiento de este: 1- considerar el recurso hídrico como un
recurso abundante, afectando con ello la implementación de políticas, 2- Fragmentación
que, en las responsabilidades del control del recurso, creando una inexistencia de
estrategias nacionales, El tercero se da por el desequilibrio que existe en la coordinación
por parte de los entes ambientales y el Estado, El cuarto factor se da por la insuficiencia en
la capacidad regional, Y el quinto factor se da por la deforestación, la creación de cultivos
ilegales y la creciente expansión urbana que hay en las diversas regiones nacionales.

Este hecho deja en evidencia que la abundancia y escasez de agua pueden ser aparentes
en función del alto o bajo desarrollo en la gestión del recurso hídrico regional y local:
disfrutar de un gran volumen de oferta de agua no significa nada si no se cuenta con la
infraestructura necesaria para su adecuada gestión. Tener una baja oferta de agua es algo
manejable si se cuenta con las herramientas de gestión y los niveles de desarrollo
adecuados para enfrentarla.
Sumado a esta problemática también encontramos que la contaminación de diferentes
cuerpos de agua se explica principalmente por la actividad de la población, la producción
de bienes y servicios y el cambio climático.
Para implementar sistemas de gestión satisfactorios es necesario invertir en
infraestructura, en sistemas de uso eficiente del agua y en la promoción de la cultura del
agua. En asentamientos con bajo nivel de desarrollo económico, el déficit de recursos de
inversión es muy frecuente y bloquea el progreso en el uso sostenible del agua. 
Referencias:

Domínguez Calle, E. A. (2017, 12 octubre). Las contradicciones de la abundancia de agua en


Colombia. Semana Sostenible. https://sostenibilidad.semana.com/opinion/articulo/las-
contradicciones-de-la-abundancia-de-agua-en-colombia/38783
González, N. (2017, 1 enero). Desafíos de la gobernanza ambiental: una aproximación a las
implicaciones de la Gestión Integrada del Recurso Hídrico en Colombia | González | Ciencia
Política. BDigital Portal de revistas UN, 12.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/cienciapol/article/view/62595

Gómez Urrego, D. E. (2016, septiembre). Tres ensayos sobre eficiencia, acceso al agua potable y
política de control de la contaminación de los recursos hídricos en Colombia. Universitat Autónoma
de Barcelona. https://www.tesisenred.net/bitstream/handle/10803/400203/degu1de1.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

Moreno Pareja, A., & Casallas Jiménez, K. (2018). Factores ambientales de la gestión del recurso
hídrico: un análisis desde el marco normativo contable en Colombia.
https://ciencia.lasalle.edu.co/contaduria_publica/725

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