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TEMA 7: EL ESPACIO URBANO

En España el INE considera que una ciudad es un municipio con más de 10.000 habitantes y además,
podemos que añadir que socioeconómicamente es lo opuesto a los rural. En el siguiente tema, trataremos
las características de este espacio en nuestro país a partir del desarrollo del siguiente índice.

ÍNDICE:
1. EL SISTEMA DE CIUDADES EN ESPAÑA
1.1. PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA.
1.2. EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DEINFLUENCIA.
2. PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS.
3. EL PLANO Y LA ESTRUCTURA DE LA CIUDAD.
3.1. EL PLANO DE LA CIUDAD.
3.2. LA ESTRUCTURA URBANA.

4. CONCLUSIÓN

1. EL SISTEMA DE CIUDADES EN ESPAÑA

1.1. PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA.

Gran parte de las ciudades más importantes del país presentan un largo pasado histórico; cada
época ha dejado su impronta, más o menos perdurable, de tal manera que la imagen actual está
determinada por las sucesivas adecuaciones de la ciudad a cada momento histórico. El proceso de
urbanización en España ha pasado por diferentesetapas: preindustrial, industrial y postindustrial.

LA URBANIZACIÓN PREINDUSTRIAL.

El proceso de urbanización preindustrial comprende desde el origen de las ciudades hasta el inicio
de la industrialización en el siglo XIX. Los rasgos característicos son: el porcentaje de población urbana era
modesto; el área urbanizada era reducida y se diferenciaba claramente del espacio rural circundante; y los
principales factores que favorecían la urbanización eran estratégicos, políticos, económicos, religiosos y
culturales.

En la Antigüedad aparecieron las primeras ciudades españolas ligadas a la colonización fenicia y


griega (factorías comerciales en las costas mediterránea y suratlántica como Cádiz, Ampurias…).

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La romanización, iniciada en el siglo III a.C., supuso la fundación de numerosas ciudades, como
Barcelona, Tarragona, Sevilla, Valencia o Zaragoza.

La aportación romana fue la implantación de un plano urbano de carácter geométrico


configurado a partir de dos ejes que se cortaban perpendicularmente. En su interior, el espacio urbano se
ordenaba en torno a un lugar central donde se localizaban los edificios públicos: el foro, el templo, el
pretorio, etc. Este tipo de plano se puede contemplar todavía hoy en Itálica y en Caesar Augusta.

Tras la caída del imperio romano, la urbanización peninsular que sufrió un retroceso con las
invasiones bárbaras (desurbanización) a partir del siglo III: muchas ciudades desaparecerán (Itálica) y
otras se convertirán en asentamientos rurales. En la Edad Media asistimos a una nueva fase de
urbanización, pero con dos modelos distintos,el musulmán y el cristiano.

Gran parte de las ciudades musulmanas se fundaron sobre poblados anteriores. Lo más
representativo de la ciudad islámica es su plano laberíntico, en el que destacaban unas cuantas calles
transversales o radiales de trazado sinuoso que enlazaban con las entradas o puertas de la ciudad; sin
espacios públicos, con calles estrechas, de trazado irregular, con frecuentes callejones sin salida o
adarves.
Las ciudades cristianas desempeñaban una función militar y estratégica, de ahí que el paisaje
urbano se caracterizara por pequeños recintos amurallados cuyas calles solían ser estrechas. En el centro
se situaba la plaza, donde se levantaba la iglesia, utilizada también como lugar para el mercado.

A partir del siglo XII se produjo un renacimiento urbano por el desarrollo del comercio y de la
artesanía: las ciudades situadas en las rutas comerciales, los grandes puertos y las del Camino de
Santiago, experimentaron un gran crecimiento en estosmomentos.

La Edad Moderna, fue un momento de vaivenes, dependiendo de las circunstancias políticas,


económicas y demográficas del momento. El XVI, coincidiendo con la expansión económica tras el
descubrimiento de América, el peso de algunas ciudades de Castilla y Andalucía es fundamental,
destacando Sevilla (papel en el comercio con América) y Madrid (desde que se convirtió en la capital del
reino en 1563).El crecimiento urbano se estanca en el XVII, por la crisis demográfica, económica y política.
Las ciudades del interior van perdiendo importancia en relación con las de la periferia peninsular.

El siglo XVIII es un momento de recuperación demográfica y económica, y el proceso de


urbanización se reactiva, destacando el crecimiento de Madrid y las ciudades comerciales del litoral
cantábrico y mediterráneo. El aspecto formal de algunas ciudades reflejaban las nuevas ideas impuestas

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por el reformismo ilustrado y el nuevo poder político: se mejoran las condiciones higiénicas- sanitarias
(saneamiento) y se introduce la estética urbana mediante la creación de puertas monumentales (Puerta
de Alcalá, en Madrid), avenidas o bulevares, puentes e infraestructuras urbanísticas como el alumbrado.
En definitiva, se produce un revalorización del espacio público que culmina con la creación de plazas
mayores (Salamanca o Madrid).

LA URBANIZACIÓN INDUSTRIAL.

Con la nueva división territorial en provincias (Javier de Burgos, 1833), que provocó el crecimiento
de las nuevas capitales, y con el inicio de la revolución industrial comenzó un nuevo proceso de
urbanización que iba a desarrollarse desde mediados del siglo XIX hasta la crisis económica de 1975.

La Revolución Industrial afectó de manera importante al reparto de la población en el territorio y a


la morfología y estructura de las ciudades, porque se empezaron a convertir en un foco económico y de
atracción de la población rural. Es necesario señalar, que este proceso afectó principalmente a Madrid y a
los núcleos urbanos de País Vasco, Cataluña y Asturias, mientras que el resto de ciudades se estancaron o
perdieron población. En este periodo se impondrá con rapidez uno de los modelos urbanísticos más
característicos del urbanismo español: el ensanche.

Los planes de ensanche consistían en la creación de un nuevo conjunto urbano ordenado a partir del
derribo de las murallas. Se caracterizó por su morfología de calles perfectamente alineadas de trazado
ortogonal que dibujaban manzanas de grandes proporciones en las que se levantaban edificios dispuestos
en torno a un gran patio central. Destinados a acoger la vivienda burguesa, los ensanches eran zonas de una
calidad medioambiental muy alta, por lo que terminaron favoreciendo la segregación social en la ciudad.
Entre las experiencias más importantes que se llevaron a cabo destacan los planes de ensanche de Madrid
(Plan de José María de Castro), de Barcelona (Plan de Ildefonso Cerdá, aprobado en 1860) o de Valencia.

Ya en el siglo XX, y coincidiendo con el periodo de mayor crecimiento económico, a partir de la


década de 1960, se produce el mayor crecimiento urbanístico.
LA INDUSTRIALIZACIÓN POSTINDUSTRIAL

La crisis 1975 introdujo cambios en el proceso de urbanización que dieron paso a una nueva etapa
conocida como urbanización postindustrial. Estos cambios afectaron a España a partir de 1980 y han sido los
siguientes:

a) La tasa de urbanización ha desacelerado su crecimiento. Las causas han sido la reducción

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del crecimiento natural, y la paralización del éxodo rural a raíz de la crisis industrial.

b) Los factores de la urbanización cambian: la industria pierde peso como factor de


urbanización y las actividades terciarias ganan importancia.

c) Se frena la concentración del crecimiento demográfico en las grandes ciudades, aunque


estas siguen extendiendo su área urbanizada. La razón es la difusión de parte de su población y de sus
actividades económicas hacia espacios con suelo más abundante y barato. El resultado es la extensión del
área urbanizada por espacios cada vez más amplios. Este fenómeno se conoce como “dispersión de la
urbanización” o “urbanización difusa”

1.2. EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DE INFLUENCIA.

El sistema de ciudades español está formado por las ciudades y las relaciones que se establecen
entre ellas. Las ciudades de este sistema se caracterizan por su tamaño y por desempeñar unas funciones,
según las cuales ejercen una influencia sobre un área más o menos amplia y ocupan una posición jerárquica
en el sistema urbano.

En el sistema urbano español se diferencias los siguientes niveles de jerarquía:

1. Metrópolis nacionales. Forman el primer nivel jerárquico; en él se encuentran Madrid y


Barcelona, aglomeraciones que superan los tres millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre
todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales. La dimensión
funcional básica de las metrópolis nacionales es la de ser sedes de servicios altamente
especializados.

2. Metrópolis regionales de primer orden. Este nivel lo integran ciudades como Valencia, Sevilla o
Bilbao. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes y su influencia se extiende
fundamentalmente al ámbito regional, pero estas metrópolis mantienen lazos intensos con las
nacionales. Como en el caso anterior, destacan por ser sedes de servicios especializados.

3. Metrópolis regionales de segundo orden. En este nivel se encuentran ciudades como Murcia,
Alicante, Granada, etc. Con una población comprendida entre los 200.000 y los 500.000
habitantes, conjugan el ser centros de servicios especializados con otras funciones del sector

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secundario y terciario menosespecializadas. Su ámbito de influencia es menor.

4. Ciudades medianas. Engloba capitales de provincia y ciudades que conocen un dinamismo


económico: Segovia, Castellón o Algeciras. Son centros comerciales y de ámbito provincial.

En cuanto al área de influencia urbana se puede definir como el territorio organizado por una
ciudad y que está vinculado socioeconómicamente a ella. En el área de influencia juega un papel decisivo
la distancia, de modo que la intensidad de los flujos de relación decae al alejarnos del núcleo urbano hacia
la periferia del área.

Algunas ciudades han crecido hasta conectar con otros núcleos de población. Se crean así
aglomeraciones urbanas, que pueden ser de diferentes tipos.

1. El área metropolitana es una aglomeración urbana formada por una ciudad principal y por
varios municipios de su entorno, que mantienen importantes relaciones socioeconómicas (la ciudad central
proporciona empleo y servicios, y los núcleos de área albergan trabajadores que se desplazan diariamente
a la ciudad, e instalan actividades económicas procedentes de esta). Una buena red de transportes y
comunicaciones es esencial para garantizar estas relaciones. Destacan las áreas metropolitanas de Madrid,
Barcelona, Valencia y Sevilla

2. La conurbación es una aglomeración urbana continua formada el crecimiento paralelo de


dos o más ciudades hasta unirse. Cada ciudad de la conurbación mantiene su independencia. En España, la
mayoría se deben al turismo (Málaga-Marbella).

3. La región urbana es una aglomeración urbana discontinua, integrada por ciudades dispersas
(por ejemplo, el centro de Asturias).

4. La megalópolis es una aglomeración urbana de extensión supra regional. Está constituida


por diversos elementos urbanos (áreas metropolitanas, conurbaciones, regiones urbanas, pequeñas
ciudades...) con funciones distintas, que crecen y forman un área urbana discontinua. En España podría
considerarse como tal el eje mediterráneo, desde la frontera francesa a Cartagena.

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2. PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS.

El sistema urbano peninsular se caracteriza por la localización en el centro de la mayor


aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos periféricos y por un interior poco
urbanizado, sin ejes integrados.

a) Madrid es el núcleo urbano principal de España. Se caracteriza por sus funciones terciarias y
mantiene relaciones con las principales ciudades españolas.

b) Los ejes urbanos periféricos se disponen de forma semianular en torno a la capital:


 El eje atlántico gallego se extiende por la costa entre Ferrol y Vigo. Se encuentra
especializado en el comercio.
 El eje cantábrico se localiza entre el triángulo asturiano y el País Vasco, con ramificaciones
hacia el interior. Se encuentra en fase de ajuste, con progresiva pérdida de la preeminencia
de la industria como factor de urbanización.

 El eje mediterráneo comprende desde Girona a Cartagena. Es el eje más dinámico, con una
industria muy diversificada y un fuerte peso de los servicios, sobre todo del turismo.

 El eje del valle del Ebro enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo y tiene como ciudad
principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios.

 El eje andaluz es doble. El eje litoral, entre Almería y Huelva, es dinámico y se especializa en
el comercio, el turismo y la agricultura tecnificada (Huelva-Cádiz-Málaga-Granada-Algeciras-
Almería). El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es menos dinámico
y sus ciudades están ligadas a las actividades agrarias del entorno, a industrias locales y a
actividades turísticas (Sevilla-Córdoba-Jerez-Jaén).

c) El interior peninsular carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades
especializadas en el comercio y la agroalimentación.

d) En las islas Baleares y Canarias, las ciudades más destacadas son las capitales autonómicas y
el factor de urbanización principal es el turismo.

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3. EL PLANO Y LA ESTRUCTURA DE LA CIUDAD.

3.1. EL PLANO DE LA CIUDAD

El plano nos muestra el desarrollo de la ciudad a lo largo de la historia. Los tipos de planos son:

• Plano desordenado o irregular. Propio de muchas ciudades medievales, cristianas y musulmanas. No


obedecen a ningún plan preconcebido, sino a un crecimiento espontáneo. Tiene aspecto anárquico, no tiene
ninguna arteria principal que organice a las demás. Las calles no tienen orden fijo, son sinuosas y estrechas,
generando sensación de laberinto. Constituyen los cascos históricos de muchas ciudades actuales.

• Plano radiocéntrico: Este tipo de plano es el resultado de un crecimiento urbano a partir de un núcleo
central de donde parten vías radiales que enlazan el centro con la periferia. En el centro se situaba un
monasterio, un castillo, lugar de mercado, un núcleo fortificado o encrucijada de caminos. El trazado de las
grandes vías circulares en torno al centro suele corresponderse con el trazado de las sucesivas murallas que
se fueron derribando debido al crecimiento de la ciudad. Estas áreas son características de los centros
históricos de ciudades de origen medieval. Ciudad de este tipo es Vitoria.

• Plano en cuadrícula: También llamado ortogonal o en damero. Las calles se cortan


perpendicularmente formando un damero. Es el más extendido porque se ha usado a lo largo de la historia y
por distintas civilizaciones. Obedece a una planificación. Tiene el inconveniente de que dificulta la circulación
por las intersecciones de las calles. Para evitarlo se han trazado vías diagonales, como se hizo en Barcelona.
El origen de este plano ordenado, racional y planificado se remonta a los antiguos griegos. Hipódamos de
Mileto lo concibió para organizar el crecimiento de ciudades griegas de la antigüedad.

• Plano lineal: Es un plano que se genera normalmente en torno a una vía de comunicación como
carreteras o a una línea de fijación como ríos. Fue el utilizado por Arturo Soria para su Ciudad Lineal.

3.2. LA ESTRUCTURA URBANA.

Los usos del suelo están en función de las actividades y necesidades de la población.

El Centro de Negocios o CBD se trata del área comercial y de negocios de la ciudad. No siempre
coincide con el centro histórico. Sus características son:

1. Poca población residente.

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2. Buena accesibilidad desde cualquier punto de la ciudad en transporte públicoo privado.
3. Gran densidad de tráfico y de personas.
4. Alto valor del suelo, por lo que se construyen rascacielos.
5. Escasa actividad industrial
6. Predominio de actividades comerciales y administrativas.

Las áreas residenciales se extienden por todo el tejido urbano, disminuyendo en el CBD y en las
zonas dedicadas a almacenes y centros fabriles. El aspecto de los edificios permite conocer la diferenciación
social de los habitantes que los ocupan. En las últimas décadas, han surgido barrios dormitorio, monótonos,
con alta densidad de población, sin zonas verdes, poco agradable para vivir. Del mismo modo, surgen
urbanizaciones cómodas, con zonas verdes, buenos servicios, baja densidad de población, habitadas por
clases medias de elevados ingresos.

En las áreas comerciales gran parte de los habitantes de las ciudades desarrolladas se dedican a
funciones de servicios, entre las que se incluye el comercio, hoteles, bares, agencias de viaje… En la
actualidad, existe la tendencia a concentrar estas áreas en zonas con buenas comunicaciones y
aparcamientos, grandes cadenas de hipermercados que atraen a la población. Estas zonas se sitúan en las
afueras de la ciudad.

En las áreas industriales las ciudades han ejercido siempre atracción para la localización
industrial.
Actualmente solo las industrias pequeñas y que no son molestas para los vecinos permanecen en
los barrios del centro. Las que necesitan mucha materia prima, abundante energía, contaminan, se alejan
del centro y se sitúan en la periferia donde se han creado polígonos industriales en zonas suburbanas o
localidades públicas.

Las zonas de esparcimiento son aquellos espacios reservados al ocio y la cultura. Surgen para
solucionar los problemas de la vida urbana y laboral (estrés, angustias, depresiones…). Lo constituyen
elementos tales como los museos, bibliotecas, paseos, recintos para espectáculos, bares, instalaciones
deportivas, etc. Su distribución es muy heterogénea dependiendo del tipo de ciudad y de la
disponibilidad de suelo que posean.

La zona suburbana está configurada por la yuxtaposición del espacio urbano y el rural,
confundiéndose en sus límites. Actualmente tienen un gran desarrollo por la proliferación de

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urbanizaciones y edificaciones unifamiliares con espacios verdes y jardines. La característica es que los
pobladores están en contacto directo con la naturaleza, la ausencia de contaminación atmosférica y
acústica y que actúa como redistribución de la población hacia las zonas de influencia de las ciudades en
libramiento del espacio urbano propiamente dicho.

El uso del espacio urbano ha sufrido una evolución en los últimos años debido a los avances en la
legislación urbanística (Ley de Suelo), a planes de rehabilitación de los casco históricos (con medidas de
conservación y puesta en valor) y al desarrollo de las periferias (diversas de usos como urbano, comercial,
industrial o equipamientos municipales)

4. CONCLUSIÓN

España es en la actualidad un país esencialmente urbano, en el que el 77 % de su población vive en


núcleos urbanos. Este rasgo, propio de cualquier país desarrollado y que tiende a acentuarse cada vez más,
plante graves problemas para un futuro sostenible, ya que los núcleos urbanos son grandes centros
contaminantes para el medio (basuras, emisiones de gases, consumo de materia prima). Es por ello que
uno de los grandes retos del s.XXI, sea diseñar y promover una ciudad ecológicamente sostenible, capaz de
producir su propia energía y parte de los recursos que consuma.

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