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Antecedentes y objetivos
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240A. Haller / Política de uso de la tierra 38 (2014) 239–247Alpes, varios estudios sobre
urbanización y desarrollo del uso del suelolos mencionados ya se han realizado ( Bertrand
yVanpeene-Bruhier, 2007 ; Hersperger y Bürgi, 2009; Perlik y col.,2001; Peyrache-Gadeau y
Fleury, 2005 ) . Respecto al Cen-Andes tradicionales, por el contrario, en los últimos años se ha
prestado menos atenciónpagado a la reestructuración rural-urbana y su percepción porla
población local, especialmente en el interior de los montes intermediostain ciudades. Sin
embargo, esto es eminentemente necesario, ya que muchos medianosCiudades
latinoamericanas (Bolay y Rabinovich, 2004; Goluchowska,2002; Klaufus, 2012; Stadel, 2001;
Steel, 2013 ) están siguiendo laEl desarrollo de las metrópolis de grandes ciudades urbanas
impulsadas por la globalización.reestructuraciónBorsdorf e Hidalgo, 2008, 2013; Portes
yRoberts, 2005; Roberts, 2005 ) ; diferentes actitudes socioculturales(Knapp, 2010 ) ,
principalmente neoliberal versus indígena Weltanschau-ungen, conducen a diferentes
entendimientos de cómo debe ser el uso de la tierradirigido por planificadores y formuladores
de políticas (Othengrafen y Reimer,2013 ) . Además, las crecientes desigualdades
socioecológicas dentro delpaisaje montañoso rural-urbano: una tendencia parcialmente
impulsadapor la migración rural-urbana impulsada por la pobreza y el estilo de
vidamovimientos urbanos-rurales: conspicuamente implican potencial para la tierrautilizar
conflictos entre las partes interesadas. Entre los respectivosgrupos de interés, los habitantes
de los asentamientos agrarios periurbanosa menudo no se tienen en cuenta en la planificación
urbana, probablementeporque la lengua vernácula rural no se considera parte de la
modernaciudad. Sin embargo, estas personas representan un grupo directamente afectado
porla expansión urbana; aunque no siempre de forma perjudicial ( Robinson, 2008 , p.25;
Satterthwaite et al., 2010 ).Dados los objetivos de participación participativa del programa
ONU-HABITATresolución de problemas y gobernanza en favor de los pobres, el presente
estudio de casogeneralmente con el objetivo de investigar las percepciones de los lugareños
sobre lacambios en la tierra rural-urbana y, por lo tanto, respaldar la toma de decisionespara el
desarrollo y la gestión sostenibles en el interior(Raymond et al., 2010 ) de las ciudades andinas
de montaña. Utilizando laejemplo de Huancayo Metropolitano, una ciudad montañosa
peruanade 420.000 habitantes actualmente distribuidos en siete distritos(Haller y Borsdorf,
2013 ) , los objetivos específicos del estudio fueron los siguientes:mínimos: (1) para determinar
las actitudes de los pequeños agricultores hacia laexpansión urbana de Huancayo
Metropolitano; (2) para comprender elconsecuencias de la urbanización para su uso del suelo;
(3) para inter-pret contra estas evaluaciones (de Haller 2012) q resultados cuantitativasdel
cambio territorial rural-urbano de Huancayo. Cuales son los impactosde la urbanización en los
medios de vida de los pequeños agricultores percibidos porlas propias comunidades
afectadas? ¿Se están beneficiando de esto?desarrollo residencial mediante la venta de lotes a
la nueva periurbana¿habitantes? ¿Qué otras consecuencias tiene para la agricultura?uso rural
de la tierra y cómo se pueden vincular estos cambios con eltransformación del paisaje?
Temporalmente, la atención se centró en los últimos 15 años (1998-2013),para el Zeitgeist de
las políticas neoliberales en Perú surgió conpresidente Alberto Fujimori durante la década de
los noventa. Epistemológicamente,La presente investigación se posicionó principalmente entre
el empirismoy perspectivas humanistas, e incluía una visión historicista(Gade, 2011; Rudel,
2009 ) ; aplicando el método inductivo,La observación generalmente permitió una
aproximación paso a paso decasos individuales a un tipo característico de percepción,
mientrasLa interpretación hermenéutica condujo además a una mejor comprensiónposición
del impacto de estas actitudes en el paisaje culturalgénesis.Área de estudioLa aglomeración
central peruana de la Metropolitana de Huancayotano (3260 m snm), situado
aproximadamente a 12 ◦ 4 S y 75 ◦ 12 Wentre la Cordillera Occidental y Oriental en el Valle del
Mantaroley, ha cambiado de un pueblo rural de alrededor de 6000 personas (en elfinales del
siglo XIX) a una aglomeración comercial emergenteque ahora está experimentando
importantes cambios socioeconómicos (Hallery Borsdorf, 2013; Roberts, 1995 ) . Su núcleo
urbano se ubica enel abanico aluvial del río Shullcas, afluente del MantaroRío que desemboca
cerca del Chuspicocha (del quechua ch'uspi para"Volar" y qocha para "lago") y Lasuntay — del
quechua qasa para"Escarcha" y quntay para "humo" ( Cerrón-Palomino, 1989 ) —glaciallagos a
4600 m snm. A los efectos del presente informe cualitativoinvestigación, el lado izquierdo
orográfico del valle inferior de Shullcas(Fig.1 ) , que se ubica íntegramente dentro del distrito
de Huancayo,ha sido considerado eminentemente adecuado: (1) representa una zona
deimportante desarrollo periurbano en Huancayo Metropolitano (Hallery Borsdorf, 2013 ) y es
conocido localmente como uno de los mejoresáreas residenciales; (2) se encuentra
principalmente por debajo de los 3500 m snm dentro deel cinturón altitudinal quechuaPulgar
Vidal, 1946; Zimmerer y Bell,2013 ) , la zona donde ocurren casi todos los procesos de
urbanización(Haller, 2012 ).Las observaciones directas de campo han identificado a Palián
como el másperiférico de los asentamientos totalmente urbanizados en las ShullcasValle. Este
límite coincide con el final de la “zona de dis-trict commerce ”(zona de comercio distrital) y el
comienzo dela "zona residencial de baja densidad" (zona residencial de densidadbaja), según
lo definido por la zona de uso de suelo urbano del municipio.ción 1996-2005 ( Municipalidad
Provincial de Huancayo, 1996 ).En consecuencia, utilizando las estadísticas de 1993 de aldeas y
aldeas(Instituto Nacional de Estadística e Informática, 1993 ) así comoun mapa topográfico
(escala 1: 100.000) de la National GeographicInstituto ( Instituto Geográfico Nacional, 1999 ) -
todo el personal del distritoasentamientos agrarios o unidades agropecuarias tísticamente
definidosubicados más allá de Palián y dentro de la zona altitudinal quechua hanse han tenido
en cuenta: U˜nas, Vilcacoto y Chamisería; mientrasel primero se encuentra dentro de la "zona
residencial de baja densidad", elestos últimos ya forman parte de la "zona agrícola inviolable"
(zonaagrícola intangible). Los individuos pertenecientes al pueblo agrarioLas familias de los
lagos se han considerado entonces pequeños propietarios, inclusoaunque no todos los
miembros de la familia trabajan en el sector primario.Siguiendo (Figueroa, 1984 , págs. 13-14),
estas familias en su mayoría nuclearesLas mentiras se definen como aquellas personas que
viven en elmisma casa.materiales y métodosDiseño de muestreoDado el diseño de
investigación del estudio (grabado en audio, estructuradoentrevistas realizadas
exclusivamente por el autor), la deseadatamaño de muestra de 75 personas, la extensión
espacial del área de estudio (aprox.aproximadamente 4000 m × 500 m) y el tiempo disponible
exclusivamente paraentrevistas (un mes), apareció un muestreo de cuotas no probablesmás
adecuado para el proceso de investigación cualitativa planificado.Este método tiene como
objetivo lograr una estructura de muestra similar ala de la población total (a menudo conocida
a través de datos censales;Tabla 1 ): por ejemplo, con respecto a la distribución relativa por
génerodentro de un área determinada, a fin de permitir un cierto grado de
generalizaciónización ( Daniel, 2012 , págs. 105-107) y se aplica principalmente si no hay una
lista delos elementos estadísticos de la población existen. Por un lado, porLos entrevistados no
se seleccionan al azar, el error de muestreo no puedeestimarse y el sesgo de selección no se
minimiza. En el otromano, sin embargo, la consideración de las variables de interés (lugarde
residencia, sexo, edad) dentro de una cuota de muestreo proporcionalplan aumenta la
probabilidad de incluir incluso elementos de pequeñagrupos y permitió una identificación más
detallada de las percepcionesdentro de la muestra.Dado que la información estadística se
muestra en la Tabla 1 o ofrecido ólodatos separados (género, edad) sobre los respectivos
asentamientos 'población, sin dar detalles sobre las proporciones de género por edad
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A. Haller / Política de uso de la tierra 38 (2014) 239–247241Fig. 1. Los sitios del estudio de caso
en el valle inferior de Shullcas cerca de Huancayo Metropolitano. Se muestra el crecimiento
continuo del área urbana de 1975 a 2008. El mapa ha sido elaboradosobre la base de datos de
Landsat 2 MSS de 1975, Landsat 5 TM de 2008 y Aster GDEM.grupo: se hicieron dos
suposiciones: (1) el excedente femenino fuemás bien un producto de la emigración masculina
que el resultado de una mayornúmero de nacimientos de mujeres; (2) emigración laboral o
superiorla educación ocurrió predominantemente dentro del segundo grupo de edad(mayor
de 14 años). Así, una proporción sexual igual fuesupuesto para el primer segmento (menor o
igual a 14 años). Estafa-En consecuencia, para mantener el excedente femenino total (Tabla
1 ),las proporciones combinadas más realistas entre la población mayorresultó como se
muestra en la Tabla 2 .Los últimos estratos (hombres y mujeres> 14 años) fueron
entoncesconsiderado el único relevante, ya que las personas más jóvenes noplanteados para
tomar decisiones sobre el uso de la tierra. Además, se asumió quelas distribuciones relativas
de las variables de interés desde 1993sería válido para la situación de 2013. Así, al multiplicar
elporcentajes por lugar del grupo objetivo (Tabla 2 ) por el respectivotabla 1Características de
la población de los sitios de estudio en 1993.Ponga su
nombreCuantificaciónGéneroAñosMasculinoHembra≤14 años> 14 añosU ˜nasAbsoluto
[recuento]436485413508Relativo [%]47,352,744,855,2VilcacotoAbsoluto
[recuento]426499432493Relativo [%]46,153,946,753,3ChamiseríaAbsoluto
[recuento]66726870Relativo [%]47,852,249,350,7TotalAbsoluto
[recuento]92810569131071Relativo [%]46,853,246,054,0Fuente: Instituto Nacional de
Estadística e Informática (1993) .población total del asentamiento, y redondeando los
resultados avalores enteros: el plan de muestreo de cuotas combinado (tamaño de muestra
de75 entrevistados) podría definirse ( Tabla 3 ).Diseño de entrevistasEn vista de los objetivos
del estudio y las preguntas de investigación, seEl diseño de la entrevista fue elegido para
evaluar los impactos percibidos decambio de suelo rural-urbano en pequeños agricultores
periurbanos. Debidoa la corta duración de las entrevistas (hasta 15 minutos cada una), el
númeroEl número de entrevistados potenciales no cooperativos fue muy bajo. Así,esta técnica
permitió entrevistar personalmente a unnúmero de personas, así como para categorizar y
comparar diferentespercepciones entre la población objetivo. Por los resultados de estosLas
entrevistas exploratorias eran bien codificables, razonablementeTabla 2Grupos de edad y sus
proporciones asumidas de la población de los respectivos asentamientos porgénero.Ponga su
nombreGéneroAños≤14 años> 14 añosU ˜nasMasculino [%]22,525,0Femenino
[%]22,530,0VilcacotoMasculino [%]23,523,0Femenino [%]23,530,0ChamiseríaMasculino
[%]24,523,5Femenino [%]24,527,5TotalMasculino [%]23,024,0Femenino [%]23,030,0
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242A. Haller / Política de uso de la tierra 38 (2014) 239–247Tabla 3El plan de muestreo por
cuotas: las proporciones relativas se refieren a la población de 1993 del grupo objetivo.Ponga
su nombreGéneroEdad> 14 añosCuota [personas]Absoluto [recuento]Relativo [%]U
˜nasMasculino23121,6dieciséisHembra27725,920VilcacotoMasculino21319,914Hembra27826,
020ChamiseríaMasculino333.12Hembra393.63Total1071100,075interpretable — un hecho
importante si la metodología y la investigaciónLa producción debe contribuir al diseño de
futuras tierras sostenibles.políticas de uso. La atención se centró más bien en el contenido de
las respuestas.que en sus aspectos cuantitativos; por lo tanto, su diseño fue ampliamentede
carácter cualitativo. Todas las entrevistas fueron grabadas en audio; mientrasLas respuestas
narrativas de los encuestados a las dos preguntas abiertas fueronposteriormente transcrito, la
respuesta a la pregunta cerrada finalsobre la evaluación general de la transición rural-urbana
fue directamentemarcado por el entrevistador en el cuestionario.Para seleccionar a los
entrevistados adecuados, se pidió a las personassi tenían su lugar de residencia en el área de
estudio al menosdurante los últimos 15 años, porque esta fue una característica clave. A
continuación, elEl cuestionario se estructuró principalmente a lo largo de la investigación de
este estudio.preguntas. Se siguieron algunas palabras introductorias (un minuto)por dos
preguntas abiertas separadas (5 minutos cada una), donde elSe pidió a los espectadores que
hablaran tanto de lo positivo como de lo negativoimpactos del crecimiento periurbano durante
1998-2013 a lo largo delShullcas Valley sobre la vida de los pequeños agricultores locales:"En
su opinión, ¿cuáles fueron las { ventajas, desventajas } dela expansión urbana de la ciudad
hacia { U ˜nas, Vilcacoto, Chamisería }para la vida de los pequeños agricultores locales durante
los últimos 15 años? "Además, se preguntó a los encuestados si loslos impactos negativos de la
expansión urbana descontrolada o ninguno de losambos — prevaleció (2 min). Además,
aproximadamente dosminutos se mantuvieron libres para breves conversaciones en el sitio de
estudiocambio de paisaje durante 1998-2013, así como para algunospreguntas al final de cada
entrevista.Análisis e interpretación de datosLas entrevistas grabadas realizadas en español se
transfirieron posteriormenteescrito utilizando software de procesamiento de texto
convencional. De este modolas preguntas del entrevistador fueron excluidas, porque fueron
identificadaspreguntado ticamente dentro de cada entrevista. Además, las transcripcionesno
incluir información sobre paralelenguaje, ya que este tipo dela carpa no se consideraba
importante; con respecto a la ortografía, ella transcripción siguió las reglas estándar de la Real
AcademiaEspañola. A continuación, un análisis cualitativo del contenido manifiesto.(Hsieh y
Shannon, 2005; Krippendorff, 2013; Mayring, 2000;Schreier, 2012 ) —los componentes de
texto visibles y obvios— se aplicócon el fin de clasificar sistemáticamente las percepciones y
permitiruna interpretación intersubjetivamente comprensible. Metodologíacalicamente, un
proceso inductivo, similar a los descritos por HällgrenGraneheim y Lundman (2004) o Elo y
Kyngäs (2008) , fueadoptado para los propósitos del presente estudio exploratorio ( Tabla 4 ).
lossegmentación de las respectivas respuestas (las unidades de análisis) enunidades de
significado, y un resumen de las últimas (condensación; unadescripción cercana al texto):
habilitó la comparación de respuestasy así la generación de subcategorías razonables
(abstracción).Por lo tanto, las subcategorías surgieron "de abajo hacia arriba" (inductivamente)
delos datos. Finalmente, se analizaron estas últimas subcategorías y pudieronser interpretado
contra las preguntas de investigación formuladas (elcategorías principales "ventajas" y
"desventajas") en ordenpara comprender mejor las percepciones existentes.Resultados y
discusiónLas 76 entrevistas realizadas en febrero de 2013, es decir, en eltemporada de lluvias
culturalmente activa, compuesta por 37 personas en U˜nas (17hombre, 20 mujeres), 34 en
Vilcacoto (16 hombres, 18 mujeres) y cinco enChamisería (dos hombres, tres mujeres); por lo
tanto, los requisitos deSe podría considerar el plan de muestreo por cuotas diseñado
previamente.cumplido.Pros y contras del cambio de suelo urbano-ruralLas 20 subcategorías,
que representan una ventaja percibidalas desventajas o desventajas del cambio de suelo rural-
urbano para lapequeños agricultores periurbanos, muestran que la diversidad deimpactos (15)
es claramente superior a la variedad de impactos positivos(cinco). Por lo tanto, el número de
subcategorías (Tabla 5 ) que puederesumirse como perteneciente a un grupo de consecuencias
socioeconómicassecuencias (identificadores A, B, F, G, I, J, K, L, N, R y S) es
insignificantesuperior a la de las subcategorías asignables a un grupo de sociosimpactos
ecológicos (C, D, E, H, M, O, P, Q, T). Esta distribución equitativaprobablemente se deba a los
estrechos vínculos entre el ser humano y el medio ambiente quetípico del ámbito rural andino
central ( Gade, 1999 ), donde elconciencia social de la importancia de los recursos naturales
para la vidaEl sostenimiento de las actividades económicas (por ejemplo, la producción de
alimentos) es tradicionalmentealto.Las percepciones socioeconómicas llaman la atención
sobrecambios impulsados por la urbanización dentro de las comunidades agrarias;la
emigración de pequeños agricultores, así como la inmigración de personasde actitudes
culturales contrarias a las de los lugareños conducen a ladebilitamiento o destrucción parcial
de las redes sociales. Contrariamente ael supuesto de que la migración de la búsqueda de
comodidades de Huancayoclase alta a la interfaz periurbana causaría incomodidad
parahabitantes de los asentamientos agrarios, la llegada de otros pequeñostitulares del suni
superior (3500-3800 m snm) y el contiguozonas altitudinales de la puna (3800-5200 m snm),
que migran haciafranja rural-urbana a nivel quechua en busca de nuevas
oportunidadesvínculos, se percibe más a menudo como una desventaja, para estos "sin
educaciónpersonas ”no respetaría el medio ambiente y la sociedad localesCuadro 4El flujo de
trabajo de categorización por paso (1 denota la primera tarea), proceso y
resultado.PasoProcesoResultadoExplicaciónEjemplo1PredefiniciónCategoria principalLas
preguntas de investigación predefinidasdeterminar las categorías principalesVentajas de la
expansión urbana para la periurbanala vida de los pequeños
agricultores2SegmentaciónUnidad de significado originalLos resultados de la entrevista
transcrita sondividido en unidades de significadoLa expansión urbana es buena para el pueblo,
que ahora estáavanzando por ejemplo, se ha ampliado la carretera, etc.3CondensaciónUnidad
de significado condensadaCada unidad de significado original esresumido y simplificadoLa
expansión urbana ha provocado mejoras en la carretera.4AbstracciónSubcategoríaLas
categorías abstractas se crean paracontenido similarImplicaba la mejora del transporte
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246A. Haller / Política de uso de la tierra 38 (2014) 239–247verticalidad del interior rural y
complementariedad ecológica sensuMurra ( 2009, págs. 83-142) . Las zonas altitudinales del
suni ypuna ofrecería abundantes posibilidades para la producción de frescoscultivos
alimentarios, su procesamiento, por ejemplo, toqosh (pulpa de papa fermentada)o chu˜no
(patatas liofilizadas) —y patrimonialización ( Gade,2004 ) . Esto tendría el potencial de vincular
tanto la valorizaciónla creación de paisajes culturales y la producción dealimentos con los
consumidores urbanos, que todavía perciben laimportancia de cultivos nativos como la maca
(Lepidium meyenii) oquinua (Chenopodium quinoa) para la identidad local (Córdova Aguilaret
al., 2005 ) . Este enfoque de conservación con intensificación(Zimmerer, 2013 ) , sin embargo,
requeriría una revitalizaciónde los vínculos entre los pequeños agricultores y el mercado (Rist,
2000 ) . Ejemplos derural alpinoBender, 2010 ) y casos metropolitanos prepirenaicos(Paül y
McKenzie, 2013 ) prueban la viabilidad de la idea en diferentesentornos geográficos.Síntesis y
perspectivaLos resultados de la presente investigación muestran que el cambio de suelo
urbano-rurales un fenómeno claramente percibido por la periurbana de los sitios de
estudiopequeños agricultores; la amplia gama de 20 factores socioeconómicos y
socioeconómicosLos impactos ecológicos mencionados, ya sean positivos o negativos,
pruebanla importancia que los minifundistas centroandinos atribuyen al pro-ceses de
expansión urbana. Además, con el ejemplo de los másdesventajas vistas negativamente, el
análisis explica las fuertesinterrelaciones entre estos impactos y, en consecuencia, susefectos
sobre el comportamiento del uso de la tierra de los pequeños agricultores. En este contexto,
laEl enfoque metodológico aplicado demuestra la utilidad del análisisobtener datos primarios
recopilados in situ sobre las percepciones ambientalesutilizando técnicas tanto cuantitativas
como cualitativas, una estrategia queindudablemente desafía al investigador a cambiar entre
el objetivotivista (empirista) y la posición más subjetivista (humanista).Las percepciones del
cambio de suelo rural-urbano, determinadas porpreguntas de entrevista estructuradas pero
principalmente abiertas, revelanque ya no existe un solo grupo homogéneo de pequeños
agricultores;Las influencias culturales evidentemente han dividido a la comunidad de las
aldeas.comunidades en tradicionalistas de orientación más indígena (tienden a seropositores a
la urbanización) y grupos modernistas neoliberales (más bienproponentes). Ambos son
conscientes de los pros y los contras; sin embargo, laminoría más modernista destaca los
efectos positivos de la poblacióncrecimiento de las inversiones en infraestructura del
gobiernoy el creciente potencial comercial, mientras que las numerosas tradicionesLos
nacionalistas perciben especialmente los impactos negativos relacionados con la alimentación
yinseguridad de ingresos; sin embargo, los comentarios citados, así como la tierradecisiones de
uso impulsadas por la última percepción transmiten la impresiónsión de que, más que escasez
de alimentos, la pérdida de ingresos monetarioses temido por los pequeños agricultores
periurbanos. Los minifundistas sienten que,debido al rápido crecimiento urbano, sus
posibilidades de alquilar adicionaleslas parcelas para cultivos alimentarios están disminuyendo
drásticamente. En ordenpara compensar la producción de alimentos de regadío y orientada al
mercadopendientes perdidas, cada vez más empinadas y no irrigadas del suni secon cultivos de
madera que gozan de una alta demanda del mercado y,menor extensión, utilizada para el
cultivo de papa durante la época de lluvias.En resumen, el enfoque regional en las
peculiaridades geográficas de lossistemas humanos-ambientales en el área a planificar,
comolos Andes centrales ( Borsdorf y Stadel, 2013 ) —ha demostradoque las futuras
evaluaciones ex ante y ex post de los cambios de uso de la tierradebe concentrarse en las
percepciones de la población local afectada, paraesto cerraría la brecha social entre los "bien
educados"el mundo real de los planificadores y la percepción de los pequeños propietarios
"humildes"ambiente; por lo tanto, podría ayudar a alcanzar el programa ONU-HABITATLos
objetivos del programa de resolución participativa de problemas ygobernancia. Especialmente
en tiempos de políticas de planificación urbana neoliberalciesSager, 2011 ) , una actitud más
humanista por parte de laautoridades locales y promotores inmobiliarios (incluida la
empatíanecesario para reconocer las experiencias percibidas de los pequeños agricultoresde
urbanización) ya representaría un paso adelante haciaplanificación sostenible del uso de la
tierra, ¿quizás basada en el desempeño?entornos periurbanos. Por tanto, sobre la base de un
mutuoentendimiento entre familias de agricultores periurbanos ylos responsables de las
políticas de uso de la tierra, la "siembra de hormigón" podría resultar enuna cosecha
abundante para ambas partes: el Año Internacional de la ONULa agricultura familiar 2014
representaría un punto de partida perfecto.AgradecimientosEsta investigación contribuye al
proyecto “Rapid Urban Growth inlos Andes ”que está financiado con gratitud por el Fondo
Austriaco de Ciencias(FWF) [Proyecto No. P24692]. También estoy agradecido por la
financiación inicial.cing concedido por el Gobierno Regional del Tirol (TWF) y elUniversidad de
Innsbruck, que permitió la preparación de este estudio.La realización del proyecto no habría
sido posible sinel apoyo de mi mentor Axel Borsdorf (Instituto de
Interdisciplinariedadinvestigación disciplinaria sobre las montañas, Academia de Ciencias de
Austria), queha ofrecido excelentes consejos y la necesidad de libertad académicaEs necesario
seguir la propia curiosidad en la investigación de la montaña. Finalmente,Me gustaría
mencionar a Hildegardo Córdova Aguilar (AplicadaCentro de Investigaciones en Geografía,
Pontificia Universidad Católica del Perú)cuyas interesantes ideas influyeron en la
interpretación de los resultados de este estudioción, así como los revisores anónimos que
proporcionaron información útil ysugerencias muy específicas. ¡Muchas gracias de hecho!
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Texto o
Influencia de la urbanización en la vivienda rural y
calidad de vida en las familias - CONACyT
Resumen
Resumo
Summary
The accelerated growth of cities throughout the world imposes upon rural
environments. The study was making in a municipality near to Mexico City, with
overpopulation, and urbanization process. The research question was: Do the
changes in rural homes improve the quality of life of their inhabitants? The
objective was to answer this question based on the subjectivity of the inhabitants of
rural homes. The methodology was a combination of qualitative and quantitative
techniques. Variables: Quality of life and Enjoyment. The participants were chosen
from six towns, in each town, twenty people whose sources of income are
predominantly agricultural. There were identificated: 1) The infrastructure of towns
and of the services related to rural homes. 2) A group of categories for each one
variable and their interactions.
Introducción
Método
La zona Urbana-Rural es una planicie con los mejores suelos agrícolas, hay
agricultura de riego en grandes propiedades particulares que se dedican a cría y
explotación de ganado mayor; es la más poblada, de más rápido crecimiento
demográfico y mayor demanda de servicios. Hay un movimiento grande de
urbanización, aunque con muchas limitantes, se han establecido unidades
habitacionales de interés social, grandes centros comerciales que atraen población
de pueblos, municipios y ciudad de México.
Procedimiento Metodológico
3) Con apoyo del software MAXQDA (2001), compatible con Word y el SPSS V-7,
se marcaron en los textos cada respuesta, procedimiento que facilitó listados de
respuestas y frecuencias por categorías para el análisis cuantitativo: Estadísticas
descriptivas (promedios y porcentajes); de comparación (prueba "t" de Student) y
X2 Chi Cuadrada); de correlación ("r" Pearson) y el Escalamiento Multidimensional
(Visauta, 1998)
Resultados
Hubo diferencias significativas en los promedios de: Edad hombres 43.05 años y
mujeres 36.4 (t =-2.186 p=.031); en escolaridad coincidieron (7.9 años).
Habitantes por vivienda fue de 6, en los pueblos más cercanos (Tocuila y
Cuautlalpan) 5.4 y 7.4 en el pueblo más alejado (Amanalco).
De las 120 viviendas tienen luz 96.7%, agua entubada 75%. Los pueblos de la
Sierra, tienen menos drenaje en sus casas que los demás (X253.86, p=0.00), los
habitantes que no tienen este servicio lo suplen con "el monte o el
rio," contaminando elrio que atraviesa todo el municipio. En Amanalco menos casas
tienen cisternas o recipientes para almacenar agua (X2 21.01, p=0.001); mas
personas lavan ropa en el rio (X2 33.55 y p=0.00); utilizan más leña como
combustible (X2 29.77, p=0.00). Usan más el traspatio (X2 11.13, p=0.04) para
hortalizas, plantas alimenticias y medicinales.
Las respuestas de la categoría Familia Unida que dieron los pueblos, se relacionan
con comunicación y apoyo mutuo; sin embargo, en los pueblos mas alejados se
insiste en la cooperación y ayuda para el trabajo; que habla dificultades para
conservar la interdependencia de roles en la actividad económica. En Huexotla,
Tocuila y Cuautlalpan, hay énfasis en "reuniones familiares" porque altener
diferentes empleos no sienten la unión familiar.
A lo anterior se suma la correlación negativa (r= -.38) entre Superación Familiar
y Realización Familiar: a más emociones relacionadas con las metas, avances y
desarrollo como familia ("orgullo de mantenerse unidos, sentirse seguros de tener
casa propia, dichosa en mi casa, no pagamos renta")menosmetas económicas
concretas, derivadas de acciones económicas y beneficios de la vivienda en donde
ya no laboran todos los miembros de la familia. Es posible que las correlaciones
bajas y la negativa reflejen la diversidad de reacciones de la familia campesina al
vivir el cambio hacia familia proletaria que conlleva la transformación del campo
por la inmigración de población de la ciudad.
El análisis de contenido de las respuestas de la Variable Placer dio seis categorías
(Tabla 4)
Hubo cinco categorías: dos pares de polos excluyentes uno del otro: Espacios
Internos y Espacios Externos, y Satisfacción e Insatisfacción; y la categoría
Apreciación de la Casa por la Familia (Tabla 5)
Los Espacios Internos (33%) son mas preferidos que los externos (11%),
sobresale el gusto por la sala (sala comedor) espacio de vivienda urbana que
están adoptando por que les permite "estar todos juntos" y realizar muy variadas
actividades: "arreglan la flor; envasan conservas; ven la tele y platican; usan
cuando tienen visitas." La recámara facilita las reuniones familiares para
comunicación más personal.
Hubo mas respuestas de Satisfacción que Insatisfacción con sus viviendas, en los
poblados mas alejados y los dos de la Zona media: Amanalco (X2 = 4.4; p .00),
Tecuanulco (X2 = 5.3; p .03) Tequexquinahuac (X2 =4.7; p .03) y Huexotla (X2
=11.8; p .00). La gente se expresó de manera muy semejante con afecto y
sentimientos de seguridad, tranquilidad y arraigo. Las relaciones parentales y con
los ancestros están presentes y valoradas por haberles dejado en donde vivir, así
como el deseo de heredarles a sus hijos. En Tequexquinahuac hubo más
respuestas relacionadas con "el orgullo por haberla construido, o haber hecho un
esfuerzo y conseguirla." Solo en Huexotla hablaron de confort "mi casa es
confortable, nos da comodidad " y a pesar de estar en la Zona Urbana-rural, hay un
fuerte arraigo "siempre hemos vivido aquí; tengo recuerdos cosas de la infancia, o
sea, es la segunda mamá." Las apreciaciones negativas se relacionaron con
pobreza "sentir mi casa muy sencillita; mi hija ya quiere su propio cuarto;
quisiera tener otro cuarto pa` lavar los trastes adentro; mi casa esta caída y me
siento mal".
Conclusiones
Referencias Bibliográficas
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Visauta, B. (1998) Análisis estadístico con SPSS para Windows, Madrid: Mc Graw-
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—[201]→
Dentro de las áreas urbanas, merecen consideración especial los núcleos urbanos. En los
diferentes estudios acerca de jerarquía urbana, hay bastantes elementos de coincidencia en lo
referente a las denominaciones, no así en los criterios seguidos para su delimitación. Parece claro el
acuerdo en denominar metrópolis a las mayores ciudades del país; Madrid y Barcelona siempre
tienen el carácter de metrópolis nacionales, condición que algunos discuten para Valencia, según el
umbral se coloque en el medio millón de habitantes o en una cifra mayor. El segundo escalón urbano
es el de las metrópolis regionales, en el que sólo se engloba a Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao,
utilizando un criterio demográfico (Campesino, 1995), y se amplía a otras siete ciudades empleando
como factor discriminador la cuota de mercado estimada para cada ciudad (López Trigal, 1995).
Por debajo de las metrópolis ya no hay consenso. López Trigal considera la categoría
de capitales subregionales, incluyendo a 31 ciudades, por encima de las ciudades medias y de
las ciudades pequeñas, mientras que Campesino, que sigue en esto a Precedo, no contempla esta
categoría intercalada y pasa directamente de las metrópolis regionales a las ciudades medias. Los
criterios de asignación entre ciudades medias y ciudades pequeñas no son uniformes entre estos dos
autores, ni entre otros, que analizan grandes regiones urbanas (Delgado/García, 1995). El umbral
más socorrido, el poblacional, que utiliza Campesino, establece un mínimo de 150.000 habitantes
para la pequeña ciudad, 250.000 para la ciudad media y 500.000 para la metrópoli regional.
Pasemos ahora a los procesos. Los procesos están más sistematizados, pues se han hecho
reflexiones desde otras perspectivas, como la agraria o la industrial. Los efectos de la fuerte
expansión contemporánea, que afecta a unas periferias cada vez más lejanas, se manifiestan en
denominaciones diferentes. Como se ha señalado, «si nos situamos en la óptica rural esta
urbanización destructora se llama rururbanización y luego generalmente periurbanización; si nos
colocamos desde un punto de vista urbano, se habla de exurbanización o de contraurbanización.»
(Barrere, 1990).
En realidad, han tenido bastante aceptación las cuatro fases del proceso que enunció Klaasen en
el año 1981. Una primera etapa es la urbanización, en la cual la ciudad central aglutina población y
recursos. Una segunda fase es la suburbanización, marcada por un descenso demográfico de la
ciudad central y un aumento del papel de las periferias. En tercer lugar figura la desurbanización,
también llamada contraurbanización, consistente en un «decrecimiento de las zonas metropolitanas
en beneficio de las zonas rurales colindantes o de ciudades medias más alejadas». El último de los
períodos es la reurbanización, al que se llega cuando se revitaliza en términos de actividad y empleo
el centro de la —205→ ciudad (Valenzuela, 1988-89). Todos estos neologismos son profusamente
utilizados en la literatura geográfica española, aunque en muchas ciudades de tamaño reducido no se
haya superado todavía la primera fase. En alguna área metropolitana, sin embargo, algunos autores
creen reconocer ya atisbos, en términos de crecimiento relativo, de la tercera etapa.
Tras este breve repaso terminológico, creemos llegado el momento de pasar al análisis del
contenido de las nuevas periferias.
3. La «formación de áreas industriales indiscriminadas sobre las vías de acceso a las ciudades».
y 4. La «proliferación en las inmediaciones de las grandes ciudades, como consecuencia de la
aparente facilidad de los desplazamientos que ha traído consigo la civilización del automóvil, de
áreas de segunda residencia a modo de ciudad jardín», de las que pronostica que «su incidencia
sobre el paisaje y sobre la estructura misma de la ciudad va a ser de mucho más alcance del que
pensaban tanto quienes las proyectaron como quienes las legitimaron» (Moneo, 1982).
Esas constataciones sirven también para acotar temporalmente la evolución reciente de las
nuevas periferias, por lo que volveremos a ellas después (vid. III). Los cambios que se evidencian
hoy y no señalaba Moneo tenían poco o nulo desarrollo hacia 1980, erigiéndose pues en las
modificaciones más recientes.
II. Los cambios morfológicos representativos de los últimos veinte
años
Comparando la situación descrita en 1980 con la actual, hay algunos hechos que resultan casi
exclusivos del devenir reciente de la ciudad. Las antiguas periferias degradadas y suburbiales
mejoran mucho en su calidad edificatoria, mientras que en el avance de la mancha urbana aparece
una trama largo tiempo pretendida en nuestras ciudades, la edificación unifamiliar. Por fin,
respondiendo a los nuevos ritmos de vida, la plétora de nuevas formas comerciales en los bordes de
las aglomeraciones resulta apabullante. Veamos estas tres circunstancias con algún detalle.
Hasta 1975 era una nota clara la presencia en las ciudades españolas de dos tejidos periféricos
de vivienda de baja calidad: las barriadas de autoconstrucción y los polígonos de vivienda pública.
En ambos casos se ha notado el paso del tiempo, y para bien.
Los barrios de urbanización marginal han tenido en la península un fuerte proceso de
remodelación interna, casi siempre autóctona, que dificulta hoy el reconocimiento en ellas de las
características iniciales. El cambio ha venido de la mano del aumento del volumen construido,
inducido por las ordenanzas, hasta un horizonte común de 3 ó 4 plantas. El proceso de cambio ha
contado con el indudable beneficio del aumento de precio del suelo, que ha quedado por lo general
en manos de los primeros usuarios de las barriadas, que han podido realizar también su plusvalía.
Las nuevas construcciones son casi siempre —207→ residencias, de tono popular o medio, pero
de una calidad constructiva incomparablemente mayor que los edificios a los que sustituyen. De un
modo evidente, esta transformación puede simbolizar el cambio social y económico del país, en el
que ya no se puede decir que sus ciudades están rodeadas de suburbios tercermundistas.
Este cambio, trascendental, es comprobable en la mayor parte de las ciudades. Espacios que
habían llegado a ser simbólicos en los medios universitarios, por la existencia de publicaciones
científicas, como puedan ser el barrio de los Pajarillos Altos de Valladolid, las parcelaciones de la
Bassa en Badalona o el barrio Schammann en Las Palmas, se hallan muy transformados:
conviviendo las construcciones originales con las modernas, o totalmente sustituidas por éstas.
Este proceso general de remodelación del suburbio ha contado con el beneplácito del
planeamiento, que, por lo general, ha legalizado las parcelaciones suburbiales, confiriéndoles
además una calificación de residencial intensiva. Si sólo esta circunstancia ya dice mucho acerca de
la planificación urbana y su relación con la política de hechos consumados en nuestro país, algunos
matices de detalle dentro del panorama estatal también dan que pensar. Nos referimos en concreto a
la conversión de algunos suburbios en barriadas jardín y al proceso de remodelación suburbial en
Madrid.
En efecto, en algunas ocasiones, coincidiendo con una escasa densificación del suburbio inicial
y su localización cercana a áreas cotizadas, el suburbio ha podido ser reconducido hacia la trama de
vivienda unifamiliar, exenta, en hilera o adosada. Es lo que ha ocurrido en la barcelonesa barriada de
C'an Caralleu, ubicada en el tramo occidental de la Sierra de Collçerola, y cercana por lo tanto al
sector de mayores precios residenciales de la ciudad. Y en el sector nordeste del área metropolitana
de Madrid también se halla algún caso, como Corralejos (Canosa, 1995, 212). Cabe recordar que
este cambio no es demasiado extraño, si se tiene en cuenta que ya en el pasado algunas barriadas
jardín de comienzos de siglo se habían acabado proletarizando, al menos en las ciudades de Madrid
y Barcelona. Encontramos aquí, por lo tanto, otro ejemplo de la importancia que tiene la producción
inicial del suelo urbano, sin que la modalidad primitiva sea lo decisivo, pues la propia ciudad se
encarga luego de ir reinterpretando el papel que a cada pieza de la ciudad le corresponde.
La remodelación del suburbio de Madrid ha sido muchas veces comentada (Mas, 1989) y se ha
convertido casi en enseña de un período urbanístico, que se proclama en los manuales y se muestra a
los visitantes extranjeros como síntoma del cambio y del desarrollo español. En la remodelación de
Palomeras, que incluye otra barriada casi mítica, como el Pozo del Tío Raimundo, el suburbio
original ha desaparecido por completo, incluso en el plano. En su lugar hay —208→ bloques de
vivienda en edificación abierta, que dejan lugar a múltiples servicios y equipamientos. La clave de la
operación consistió en la negativa inicial del planeamiento a que el suburbio se consolidara, a
diferencia de lo que era común, como hemos dicho, y a la concesión final de que la Administración
pública garantizaba el realojamiento en viviendas de nueva construcción «in situ» para los habitantes
del suburbio inicial. La remodelación ha sido tan completa que ha sobrado suelo para crear una
minibarriada de nueva vivienda pública y social, Madrid Sur, y que el antiguo suburbio pasa a tener
alguna centralidad, de lo que puede ser muestra de que allí se construye la próxima sede del
parlamento autonómico, la Asamblea de Madrid.
Los polígonos de vivienda pública han tenido también una evolución peculiar. De entrada han
mantenido casi sin oposición su individualidad, pues después del franquismo no se ha vuelto a
construir apenas vivienda de promoción pública en cantidades significativas. Lo que fuera llamado el
suburbio vertical (García Fernández, 1974, 85) ha necesitado de unas fuertes inversiones de
mantenimiento, que ha llegado incluso a su sustitución completa en bastantes ocasiones. Es
importante señalar que la propiedad de las viviendas se ha transferido a las Comunidades
Autónomas, con lo que se ha dado lugar a situaciones contrapuestas.
La marginalidad física se ha atenuado bastante, en vialidad, en transporte y en dotaciones.
Muchas ciudades han tenido como prioritaria la búsqueda de la reconstrucción de las periferias, por
utilizar el término de Bohigas (1986, 47), entendiendo por ello las actuaciones en el espacio público
y los equipamientos, con lo que plazas, parques y paseos ocupan ahora el lugar de los antiguos
descampados. Incluso los espacios vacantes de muchos polígonos públicos periféricos han dado
lugar a equipamientos -deportivos, asistenciales, culturales- que están al servicio de la ciudad
completa, como sucede en algunas ciudades pequeñas.
Estos polígonos, por lo demás, han tenido una vida asociativa muy rica, lo que ha acabado
propiciando una más intensa labor pública de mejora general de las barriadas. Suelen tener una
población muy envejecida, planteándose ahora el relevo generacional y fuertes interrogantes en la
cohesión social futura. En estas barriadas, también se está realizando un trasvase general de la
propiedad de los pisos, desde las instancias públicas hacia sus ocupantes, que a veces se ralentizan
por la presión de los vecinos a que las necesarias reformas de las obras las paguen los estamentos
públicos antes de entregar las escrituras (Tatjer, 1995). De cara al futuro, la movilidad de la
propiedad, ya privatizada, es la que acabará dando cuenta del diferente grado de marginalidad que
puedan atesorar todavía tales barriadas.
—209→
A pesar de las monografías existentes sobre la creación de esos polígonos, suelen ser espacios
bastante marginados en la literatura oficial de las ciudades, no suelen aparecer en los planos
turísticos, en las guías, están al margen de los grandes fastos urbanos, etc... En realidad, gran parte
de los habitantes de la ciudad pueden no conocerlos o no han estado nunca en ellos. Es por ello que
hay que insistir en las iniciativas encaminadas a su plena inserción en la ciudad y en la vida
comunitaria1.
En conjunto, pensamos que en buena parte de las situaciones son válidos los términos
utilizados para la evolución reciente de una barriada barcelonesa:
«Al final de casi medio siglo de vida, el barrio de la
Trinidad Nueva puede afrontar su futuro con esperanza. Se ha
consolidado un fuerte movimiento vecinal y asociativo que
ha cohesionado una verdadera vida de barrio y ha propiciado
el entendimiento entre todos los habitantes.
Se han mejorado los transportes públicos, los servicios y
las infraestructuras, y la fisonomía del barrio ha cambiado en
los últimos años de un modo tan espectacular que su paisaje
tiene poco que ver con el que tuvo durante más de tres
décadas. En definitiva, la Trinidad Nueva está dejando de ser
periferia para comenzar a convertirse en ciudad»
(Tatjer, 1995, p.
129).
El cambio en los hábitos y en las fórmulas comerciales es, sin duda, uno de los más aparatosos
en la ciudad española contemporánea. Y en el proceso general de cambio comercial, la periferia
juega un papel muy destacado, erigiéndose en el lugar elegido por buena parte de las fórmulas más
innovadoras.
El hipermercado es una fórmula comercial bien característica de las últimas décadas. Su
primera instalación en España se produjo en el año 1973 (Gómez, 1983), pero diez años después el
número de hipermercados era ya de 58. Y la evolución sigue después siendo muy rápida, pues para
el año de 1995 se alcanza ya la cifra de 155 (López González, 1995). El total de instalaciones se
distribuye de un modo muy consecuente con las áreas más urbanizadas y las turísticas, siendo claro
su matiz periférico, tanto en las principales ciudades como en las áreas metropolitanas.
El crecimiento fulgurante de los hipermercados es paralelo, aunque retrasado, con respecto a lo
ocurrido en los países europeos más urbanizados, Francia y Alemania, en especial. Y presenta unas
notas muy distintivas en los diferentes planos del análisis urbano. En primer lugar, es un sector muy
concentrado desde el punto de vista empresarial, con lo que la capacidad de decisión, y —212→
de organización espacial de tales sociedades es muy notoria y, en consecuencia, el gran comercio
urbano se ha convertido ya en un poderoso agente urbano, con estrategias propias de localización y
capaz de pugnar fuerte por ellas. En segundo término, su actuación territorial no es neutra, pues a la
vez que se instala en emplazamientos estratégicos, su propia presencia tiende a inducir o reforzar
nuevas pautas de urbanización en su entorno. Y ello es así, por la estricta dependencia de la mayor
parte de los hipermercados con las vías periurbanas de circulación rápida, que acaba provocando una
masiva utilización del vehículo privado y un fuerte aumento de la movilidad intraurbana (Gómez,
1983). Por lo que a su forma se refiere, el modelo se repite de un modo sistemático: grandes playas
de aparcamiento rodeando a un núcleo comercial en el que la ubicación de las mercancías y los
puntos de cobro siguen también pautas estereotipadas; tal es el tipo de hipermercado periférico, que
puede tener variaciones en los emplazamientos más céntricos o los ubicados en los centros
comerciales de nuevo cuño.
En el detalle de los emplazamientos se reconocen los principios generales con claridad. Así,
cuando a mitad de los años 80 se hace un repaso de las grandes superficies comerciales en Madrid, el
hipermercado tiene una localización mucho más periférica que las otras fórmulas comerciales
analizadas, como eran los almacenes populares, los supermercados o los grandes almacenes; y se
comprueba, además que la crisis económica de los primeros 80 repercutió en un acercamiento de los
hipermercados a la ciudad consolidada, para lo que tuvo que adaptar su morfología, incorporando el
aparcamiento en la superficie edificada (Sanabria, 1986).
Y puede resultar modélica, en la presentación general del modelo y en el detalle de la
ubicación, la reflexión que se hace para un hipermercado de Murcia «... y no deja de tener interés el
recordar que PRYCA -en suma, del centro a la periferia, de la ciudad de antaño a la que se está
haciendo, la tercera generación de las superficies comerciales, después de la tienda de la ciudad vieja
y el gran almacén del nuevo centro de negocios-, que PRYCA se ha instalado oportunamente en dos
puntos estratégicos de la estructura urbana de la aglomeración: en el contacto de la ciudad y de la
huerta, al encuentro de la metrópoli y de su zona de influencia, pero también en la frontera, social y
espacial, de las clientelas acomodadas que residen en la ciudad y las clientelas populares que habitan
los barrios más periféricos del casco o viven en la huerta» (Herin, 1990, 52).
Los centros comerciales suponen un segundo tipo de innovación comercial. Son espacios
integrados de nuevo cuño, que además de comercio incluyen otras actividades, como la restauración
o el ocio como complementos necesarios.
—213→
En el panorama bosquejado por Moneo es evidente que había unas líneas de apertura espacial
de la ciudad hacia el exterior, después de haber permanecido largo tiempo casi inmóvil, anclada en
unas líneas tradicionales de crecimiento, que apenas habían tenido modificación desde la aparición
del ferrocarril o el tranvía. Las nuevas pautas de organización del espacio que el automóvil supone
no han hecho sino imponerse en los últimos veinte años, de modo que la importancia de los viales
periféricos, la salida de las industrias del centro urbano, la proliferación de equipamientos en las
afueras y el crecimiento irrefrenable de la segunda residencia contribuyen a extremar la movilidad
cotidiana —216→ de la población urbana, urdiendo en las afueras de las ciudades una maraña de
relaciones complejas bastante difícil de desentrañar. Repasemos los fenómenos uno a uno.
2. La industria en la periferia
Pero son muchas las personas que cada mañana salen de la ciudad con destino a la periferia.
Moneo señalaba las escuelas y los hospitales como nuevos usos periféricos, pero la serie de
establecimientos se está haciendo ya muy larga. En las áreas extremas de la ciudad encontramos a
muchas Universidades, que además proliferan incluso en ciudades pequeñas, al calor de la
organización autonómica. Están también los mercados centrales, que de modo sistemático están
fuera, a la espera de las mercancías alimenticias que traen los camiones. Incluso se han hecho ya
centros de transporte periféricos, donde se maneja todo tipo de mercancía y se facilita su transbordo
a vehículos mejor adaptados al tráfico urbano. También salen de la ciudad los cuarteles, los
cementerios privados, los recintos feriales, las cárceles o los equipamientos deportivos.
Un uso que ha salido sólo esporádicamente del centro es el sector de oficinas. En realidad, las
puede haber en algún eje de salida con buena accesibilidad, cerca de algún aeropuerto o junto a
recintos feriales de nuevo cuño y parques industriales de punta. Pero en torno a 1990 se creyó en la
descentralización masiva de las oficinas, coincidiendo con una subida de precios muy fuerte en el
subsector. Y ello animó a la iniciativa privada, y al sector público, a promover —220→ polígonos
de oficinas en las afueras. En el área metropolitana de Madrid las oficinas se levantaron a unos 20
km. del centro de la ciudad, y no han tenido ciertamente mucho éxito, pues su ocupación ha
coincidido con una sobreoferta de oficinas en el centro, con la consiguiente reducción de precios y la
preferencia por el emplazamiento céntrico 6. Es ésta una buena muestra de la influencia de los ciclos
inmobiliarios en la organización espacial de la ciudad.
La implantación de esos usos periféricos varía, como es lógico, según el tamaño de la ciudad.
En las mayores áreas metropolitanas las últimas excrecencias de la ciudad, como pueden ser los
grandes centros penitenciarios (Ciempozuelos, Alcalá-Meco, Soto del Real, Cardedeu-La Roca,..)
están ya a decenas de kilómetros del centro, confundidas con la industria o la segunda residencia, en
plena amalgama periurbana. Y en las ciudades de menor tamaño hay una mayor gradación territorial,
tal como se ha descrito recientemente para Salamanca de un modo ejemplar:
* en los bordes de la ciudad: el cementerio, los cuarteles, la plaza de toros, la Campsa y, desde
hace poco, el gran hipermercado del Pryca.
* en los municipios inmediatos: barrios dormitorio, polígonos residenciales segregados,
urbanizaciones de segunda residencia reconvertidas, industrias, talleres y almacenes en polígonos o
agrupaciones dispersas, una gran instalación deportiva como el Estadio Helmántico.
* en pleno medio rural: a 20 km. están el aeropuerto y una fábrica de envasado de uranio, y a
25 un macrocentro penitenciario. A distancias similares del centro han aparecido también un campo
de golf (en Zarapicos) y un centro de recuperación de toxicómanos en la Armuña. Junto a estas
instalaciones puntuales «habría que sumar de manera generalizada los usos residenciales que han
transformado el caserío de los núcleos rurales o han picoteado con urbanizaciones parte del ancestral
paisaje agrario y ganadero» (Cabero, 1996, 113).
Los equipamientos deportivos tienen un especial protagonismo en el relleno de la periferia, en
consonancia con una mayor disponibilidad de tiempo libre y el aumento de la calidad de vida. En ese
ámbito, la práctica del golf adquiere un notable interés geográfico, por cuanto exige una cantidad de
terreno determinada, en torno a 50 hectáreas, lo que le hace ser relevante en términos de usos del
suelo. Además el golf se vincula casi siempre a soluciones urbanísticas —221→ de residencia
unifamiliar de lujo, con lo que propicia también una clara lectura social del espacio. Y el golf se
asocia también a las tan debatidas estrategias urbanas, pues se suele incluir la existencia de estos
recintos como un atractivo más en las áreas de expansión económica. Donde sí hay una relación
clara es en la versión turística del golf, muy comprobada en las zonas de turismo litoral (Costa del
Sol, Mallorca, Costa Blanca), que parece intentarse ahora también en alguna que otra ciudad del
interior (Cáceres, Lerma). Muchos de esos factores se combinan y explican la presencia de estas
nuevas instalaciones en un número creciente de ciudades.
Un ejemplo que combina muchos de los factores, ya referidos, de reciente transformación de la
periferia, es la descripción de una promoción inmobiliaria en las cercanías de Murcia, que se
transcribe como modelo de funcionamiento actual de las zonas extremas de la ciudad:
«Urbanización Altorreal, Murcia. Situada a 10 km. de
Murcia, con el único campo de golf de la ciudad. La nueva
autovía de Murcia, autovía nacional Madrid-Albacete, pondrá
la urbanización de Altorreal a 5 minutos del centro de la
ciudad. La urbanización bordeada por la autovía dispondrá de
salida a la misma mediante un enlace a distinto nivel. Urbis
está comercializando parcelas individuales de 800 metros
cuadrados, casas adosadas con parcela de 300 metros
cuadrados y residencial colectiva. Con independencia de la
forma, tamaño y distribución de parcelas, los derechos
edificatorios en dicha urbanización permitirán a Urbis una
actuación continuada durante 8 a 10 años»
(Urbis, 1995, 39).
Hasta ahora hemos prestado atención preferente a los aspectos físicos de las periferias, pero
llegado es el momento de reseñar también otras cuestiones que carecen a veces de una traducción
espacial tan clara, pero no por ello son menos significativas 8. Al respecto figuran algunos hechos
reseñables, como los relativos a la distribución de la población y su movilidad, la permanencia de la
—224→ segregación social de las periferias y las pautas recientes del planeamiento del espacio
suburbano.
Como suele ocurrir, el estudio de la población siempre constituye un punto de referencia básico
en los asuntos de geografía humana. En tal sentido, una síntesis muy clarificadora de las
modificaciones recientes en las periferias urbanas es la cartografía realizada de los potenciales
demográficos y su variación reciente en el Atlas Nacional de España. Las cuadrículas de 25
kilómetros cuadrados allí delimitadas muestran de modo rotundo la evolución poblacional de las
principales áreas urbanas en los últimos recuentos de población. Entre 1970 y 1991 resulta evidente
a la pérdida de dinamismo demográfico en las ciudades centrales frente al aumento del ritmo de
crecimiento poblacional de sus periferias. Lo que hace 25 años era exclusivo de Madrid y Barcelona,
en 1991 se extiende ya a un total de doce ciudades. Aunque fenómenos de índole diversa explican
casos particulares, como el de las ciudades vascas, Cádiz o Cartagena, la atribución del fenómeno a
la difusión urbana resulta inequívoca (Calvo/Pueyo/Jover, 1992).
Y hay detalles de la evolución demográfica reciente en las mayores áreas metropolitanas que
ponen de relieve fenómenos de interés. Para Madrid, se ha señalado un decrecimiento del ritmo de
aumento en las ciudades-dormitorio, mientras las mayores tasas de aumento demográfico corren a
cargo de los núcleos más alejados, el denominado «rural metropolitano» para el período 1986-1991;
en ello, los autores del trabajo creen ver un ejemplo del «modelo de difusión por contagio en ondas»
(Méndez/Razquín, 1992). Procesos similares se observan en Barcelona, donde las coronas
metropolitanas parecen basar su crecimiento en «la lenta redistribución desde la metrópoli hacia la
periferia» (Suau, 1995, 105); es singular algún detalle, como el retroceso absoluto de población en el
último intercensal de un núcleo de la primera corona metropolitana, como es Badalona, fenómeno en
el que debe haber influido la emigración de retorno (Dura, 1995).
En cualquier caso, la propia movilidad cotidiana de la población pone de relieve el alcance de
los fenómenos de integración laboral de las periferias urbanas. En las áreas metropolitanas es ya un
asunto recurrente en los análisis, pero recientes trabajos ponen de manifiesto que el fenómeno afecta
también a ciudades medias y pequeñas (Ganau, 1995, Salom/Carrasco y otros, 1995). Se confirma el
hecho de que la incorporación de la población periurbana al mercado laboral urbano es un fenómeno
más extendido que el de la incorporación de población urbana a los núcleos rurales periurbanos
(Valenzuela, 1986, 104).
—225→
2. La segregación de la periferia
—227→
Referencias bibliográficas
Resumen
1. Marco teórico
Las macroestructuras del nuevo sistema mundo han incentivado la neo-modernización del
mundo rural chileno, con un estímulo económico centrado en la explotación de los recursos
naturales, que ha conducido a la reprimarización de la economía chilena.
Desde el punto de vista regional estas ciudades de tamaño mediano por su posición y
jerarquía, podrían funcionar a futuro como centros naturales de verdaderos subsistemas
potenciales a escala regional, en donde podrían constituirse en las piezas claves del proceso
de descentralización, para no caer en el extremo de la descentralización excesiva (Randle P,
1992).
FIGURA Nº1
El mundo rural de la Región Metropolitana se sitúa en la Región Frutícola que es uno de los
enclaves más exitosos del modelo neo-liberal. Ella reúne en sí ventajas comparativas de
suelos, climas, población, vías de comunicación y fuerza laboral. Esta situación también es
compartida por las otras regiones enclaves: la Forestal, la Ganadera, la Pesquera y la Minera.
Ellas constituyen los ejes claves de las empresas agro-exportadoras y del mercado
internacional.
Pese a ello existen otras regiones, las llamadas deprimidas o perdedoras que poseen
características internas de marginalidad y pobreza, originándose de esta manera
contradicciones y nuevos desequilibrios regionales en el país. Desde el punto de vista socio
espacial (Fig.Nº2), se podrían distinguir en el mundo rural chileno las siguientes áreas:
Figura 2
Al interior de las regiones dinámicas, en este caso la Región Frutícola, se presentan serios
conflictos internos entre la agricultura campesina o familiar y la empresa agroexportadoa. Cada
una de ellas con una funcionamiento propio que se proyecta nítidamente en el territorio. Es
necesario señalar que la pequeña agricultura familiar o campesina corresponde a aquel
trabajador rural que se dedica al cultivo de la tierra o/a actividades pecuarias, en compañía de
su familia, sin importar el régimen jurídico que le corresponde (pequeño propietario, mediero,
etc.). Su empresa se basa principalmente en la mano de obra que él mismo aporta y la de los
miembros de su familia. A estas características, se suman el uso de una tecnología
rudimentaria y una división simple del trabajo.
FIGURA Nº3
De acuerdo a la distribución espacial de la agricultura campesina en Chile, en el campo de la
Región Metropolitana viven alrededor de 9.149 pequeños agricultores, en donde unas 441
familias se localizan en el secano interior, 398 en el valle de secano, 8.140 en el valle de riego
y finalmente 170 en la pre-cordillera (Echenique, 1997).
Cabe señalar que en el año 1980 entró en vigencia el decreto 3.516, que autorizó la subdivisión
de predios agrícolas y su utilización para uso agroresidencial, promoviendo de esta manera la
urbanización de parcelas agrícolas, acelerando más bien la transformación del espacio rural
existente. Los campesinos parceleros comenzaron a vender sus tierras debido a las
debilidades estructurales, que les impedían manejarse en el nuevo modelo de desarrollo. Los
beneficiarios directos de estas ventas, fueron en un primer momento, empresarios
agroexportadores, y posteriormente, inmobiliarias. Estas últimas, han ido dinamizando hasta
ahora, un mercado de tierras, que está representado por urbanizaciones de elite para
residentes urbanos, en la mayoría de elevados ingresos.
c. por satelización, especialmente en las ciudades nuevas o antiguas, donde el suelo fuera de
baja calidad.
Habiéndose presupuestado una población para la Metrópoli de Santiago, de 5.000.000 de
habitantes para el año 2000, en el núcleo central, incluidos los Satélites Residenciales, y
llegando esta previsión a 6.000.000 para toda el área metropolitana, incluyendo los Satélites
Industriales, y a 9.000.000, incluyendo la totalidad de la Megalópoli, que abarca desde el valle
del río Teno hasta el valle del río La Ligua-Petorca, el crecimiento por satelización de la
Metrópoli de Santiago se conformó por un conjunto de sistemas complementarios entre si,
contenidos en el correspondiente Plan Micro-Regional. Para toda la Megalópoli debía
estructurarse los Planes Micro-Regionales correspondientes, donde no estaría ausente la
necesaria coordinación con la Argentina, para la integración económica de Mendoza (2).
(Figura color adjunta, vid. infra).
Lamentablemente la visión de los tres planes coordinados se perdió muy pronto luego de su
aprobación, centrándose la atención sólo en el área del Plan Regulador Intercomunal, salvo en
lo referido a vialidad estructurante mayor.
Plan Regulador Micro Regional de Santiago 1960, Ministerio de Obras Públicas.
Archivo de Juan Parrochia Beguin, 2000, por gentileza del Departamento de Urbanismo, F.A.U.
de la Universidad de Chile.
1. La metrópolis de Santiago y sus relaciones con el mundo rural circundante (Fig. Nº4)
La antigua dicotomía tradicional-moderna del dualismo de los años sesenta que visualizó a la
ciudad como el sector moderno e industrial y al mundo rural como agrícola y estancado, ha
cambiado (Heynig K, 1982). Las relaciones urbano rurales se insertan en un ámbito global en
donde lo urbano rural se integran y complementa acorde al reordenamiento territorial global.
Por ende el rol urbano, que demandan los enclaves primo-exportadores, se vincula al terciario
superior. En los últimos años toda América Latina ha tenido un significativo crecimiento de las
inversiones, fortaleciendo el papel de las mayores ciudades como centro de negocios (Díaz A
F, 1998). Existe por lo tanto, un marcado énfasis en la necesidad de convertir a las metrópolis y
ciudades latinoamericanas en "competitivas" aprovechando sus ventajas comparativas,
presencia de transnacionales, centros universitarios, servicios de comunicación y relaciones
internacionales (Borja J., De Form M., 1997).
Mas allá de esta tendencia, los conflictos internos prosiguen en la gran ciudad y más aún,
tienden a consolidarse a través de espacios selectivos de viviendas de lujo y viviendas básicas
de bajos ingresos junto a centros y oficinas comerciales y financieras.
2. El proceso de urbanización del campo metropolitano
El estudio de CIREN-CORFO realizado en 1991, reconoce que el área urbana del Gran
Santiago se ha cuadruplicado en los últimos 50 años, ya que la pérdida de suelos agrícolas de
la periferia, supera a la superficie que la capital llegó a tener desde su fundación hasta 1940.
Más del 90% de los suelos urbanizados corresponden a suelos agrícolas de gran potencial
para todo tipo de cultivos hortícolas y frutales. (Fig.Nº5)
Figura 5
De las 34 comunas que componían el gran Santiago en esa fecha, sólo 10 poseían superficies
significativas de suelos agrícolas. Ellas eran Huechuraba, Quilicura, Renca, Pudahuel, Maipú,
Peñalolén, La Florida, La Pintana, Puente Alto y San Bernando. Las 24 comunas restantes
estaban ya urbanizadas en su totalidad en 1970 o terminaron de hacerlo en los últimos 20
años. En Santiago Norte (Huechuraba, Conchalí y Quilicura) las construcciones de tipo
industrial eran de las de mayor impacto sobre los suelos agrícolas. En la siguiente figura, se
observa el crecimiento poblacional y expansión física de Santiago desde 1940 al año 1992
(Fig.Nº6). Así mismo en el Anexo Nº1 se puede observar la superficie, población de todas la
Región Metropolitana.
FIGURA Nº6
b. El crecimiento de las ciudades menores de la Región Metropolitana
FIGURA Nº7
El acelerado crecimiento de estas ciudades, se explica en una primera instancia, por el
dinamismo del sector frutícola exportable y las consecuentes transformaciones internas del
hábitat rural. En general, existe una clara tendencia espacial hacia la concentración en el
asentamiento de la población campesina. Las empresas agroexportadoras no mantienen fuerza
laboral residente en su interior en oposición al antiguo fundo.
c. Urbanización de elite:
- Superficies agrícolas mayores a 100 ha., cuya demanda es accionada por inmobiliarias que
constituyen condominios de agrado.
- Superficies 10 y 100 ha. Agentes inmobiliarios urbanizan con agua potable, alcantarillado y
electricidad.
En la Fig.Nº 8 se puede observar la parcelación de la superficie rural entre 1994 a 1997.
(Región Metropolitana)
FIGURA Nº 8
La localización geográfica de estos enclaves residenciales de carácter exclusivo, es realizada
por las inmobiliarias que acentúan en la propaganda: el contacto con la naturaleza, el refugio
contra la violencia, el escape de la contaminación de Santiago y una vida comunitaria entre
familias de iguales ingresos y cultura. Es posible observar en estas parcelas una
jerarquerización de la exclusividad e infraestructura, pero, desde todo los aspectos constituyen
espacios cerrados (ghetto) que no se relacionan con su entorno campesino, salvo en la
contratación de servicio doméstico.
a. La sub-urbanización:
Este proceso constituye una urbanización precaria del campo, vinculada en su base al mundo
campesino y a todos los problemas que desarticulan definitivamente su vinculación territorial
(venta de tierras campesinas, diferenciación y descomposición, proletarización, fuerza laboral
temporal, etc.) La relocalización poblacional se proyecta en un hábitat rural cuyas
manifestaciones más evidentes son la pobreza, la deficiente dotación de infraestructura básica
y la vinculación laboral a la agricultura de exportación.
De esta manera, en el paisaje rural metropolitano han aparecido sectores residenciales que
tienen una nueva fisonomía y cuyo carácter es funcional al modelo modernizante de la
agricultura. Estos sectores residenciales son bastante heterogéneos entre sí, dependiendo de
la región de la especialización productiva en donde se sitúen geográficamente. Ellos aparecen
reforzados por demandas y ofertas de distinto origen: comités de allegados rurales que
presionan por viviendas, posibilidades de trabajo extraordinario, trabajos con diferentes
remuneraciones y otras condiciones. En su interior tienden a semejarse a las áreas marginales
de la gran ciudad.
Esta forma de urbanización está representada por asentamientos campesinos que multiplican
su población a través del crecimiento de familias, colectivos que albergan a trabajadores
temporales y campamentos espontáneos en las afueras de las ciudades menores,
generalmente situados en áreas de riesgos. Todos ellos representan en una forma u otra al
desarraigo de vida de los campesinos (Ortega E.,1987).
La venta de las parcelas significó para las familias campesinas la pérdida de su espacio
productivo y su consecuente proletarización. Desde el punto de vista del asentamiento, las
familias que lograron mantener los sitios (5.000m2), continuaron manteniendo sus viviendas en
el mundo rural. Sin embargo, dos fenómenos han ido incidiendo en su densificación. El primero
está representado por el allegamiento de familias que construyen sus viviendas en el sitio,
posibilitando así la formación de verdaderos conglomerados habitacionales de carácter
marginal los cuales se caracterizan por la deficiente infraestructura social básica. El segundo,
consiste en la continua fragmentación interna de los sitios debido a las sucesiones hereditarias.
Como consecuencia de estos procesos han surgido a orillas de los caminos, verdaderas
conurbaciones rurales (Fig.Nº9).
Figura 9
En las áreas de estudio con localidades rurales, los campesinos de San Adolfo y San Jorge,
Comuna de San Bernardo representan un claro ejemplo del avance de la sub-urbanización en
áreas de asentamientos en donde los campesinos solo mantienen aún la vivienda y los sitios.
Las familias que han vendido el sitio y el predio han migrado a ciudades menores o
intermedias, en donde se han asentado en las áreas marginales. Otras familias han construido
sus viviendas en terrenos rurales, públicos dando origen a campamentos espontáneos. Un
ejemplo es el campamento Los Guindos, en la Comuna de Buin, una de las comunas de mayor
actividad frutícola de la Región Metropolitana.
Conclusiones
Desde variados aspectos, se están creando serios problemas ambientales relativos a la calidad
de vida y uso de recursos naturales, insertos en el paisaje rural. Sobre el campo y la ciudad, es
conveniente reflexionar en torno a estos desafíos ambientales futuros. Estos deben
considerarse bajo la perspectiva del desarrollo local y regional integral, en el cual participen
actores sociales cada vez más sensibles en torno a los roles que debe cumplir el mundo rural
(alimentación, recreación, etc.). El problema más grave del mundo rural reside en la
inexistencia de bases de regulación, esto permite la instalación en su interior de vertederos,
industrias contaminantes y otros. La esperanza esta en los nuevos planos reguladores que
introduce la variable territorial y los planes de desarrollo comunal (PLADECOS).
ANEXO Nº1 :REGION METROPOLITANA SUPERFICIE Y POBLACION URBANA Y RURAL
POR COMUNAS
BIBLIOGRAFÍA
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Geographis Vol.57
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Resumen
El objetivo principal de este trabajo fue evaluar la dinámica de cambios de uso del suelo y
vegetación del área de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua, en el periodo 2000-
2010 desde la perspectiva del desarrollo urbano sustentable. Las clases identificadas a
través de proceso de clasificación multiespectral fueron; Agricultura de riego y temporal
(Art), Asentamientos humanos (Ah), Bosques de encino-pino (Bqp), Comunidades de
Matorral (Cm), Cuerpos de agua (Ca) y Comunidades de pastizal (Cp). La evaluación
mostró una adecuada separación espectral para todas las clases. La precisión de las
clasificaciones mostró un coeficiente Kappa 0.80 para 2000 y de 0.81 para 2010. Los
cambios más importantes y evidentes se presentaron en la clase de asentamientos humanos
con una tasa de cambio de 30.80%, lo que equivale a 8,480.25 ha. Las clases
de Comunidades de matorral y Comunidades de pastizal presentaron una tasa de cambio de
-13.33 y -2.49, respectivamente, las cuales fueron probablemente convertidas en
asentamientos humanos.
Material y métodos
Descripción del área de estudio
La zona metropolitana de Chihuahua (figura 1) se conforma de tres municipios: Aldama,
Aquiles Serdán y Chihuahua; entre los tres suman 852,533 habitantes que representan
25.03% con respecto al estado. La determinación del área de estudio se realizó con base en
la zona de presión intermunicipal conformada por las áreas susceptibles a desarrollar
urbanísticamente ubicada entre los tres municipios conurbados, la cual se encuentra
actualmente inmersa en una fuerte presión inmobiliaria considerando el desarrollo
limítrofe de fraccionamientos en los límites municipales (Implan, 2015). Además de
considerar que 97.94% de los habitantes de la ZMCH viven en las tres
localidades clasificadas como urbanas de las 1,268 que la integran (INEGI, 2010a).
Se utilizaron dos escenas de satélite del sensor Landsat TM 2000 y 2010. El Path/Row correspondiente a
la localización de la imagen con relación al índice Landsat fue el 32-40. Los datos y análisis de la
información fueron soportados y procesados en el software IDRISI® y ArcGIS®.
Fuentes de datos
Se utilizaron dos escenas de satélite del sensor Landsat TM 2000 y 2010. El Path/Row
correspondiente a la localización de la imagen con relación al índice Landsat fue el 32-40.
Los datos y análisis de la información fueron soportados y procesados en el software
IDRISI® y ArcGIS®.
Sobreposición de bandas
Como procedimiento base, las bandas de Landsat TM fueron sobrepuestas entre sí para
lograr una conjunción en una sola imagen, procedimiento que se aplicó utilizando la
función de composite de IDIRISI®. En el análisis geoespacial fue empleado Arcmap de
ArcGis 9.0. Las imágenes satelitales fueron tratadas con métodos estándar de acuerdo a los
requerimientos que sugiere Chuvieco (2000) para el análisis de cambio de cobertura y uso
del suelo. Por último, para comparar la serie de tiempo y determinar los cambios
(ganancias o pérdidas) para cada tipo de cobertura en los periodos evaluados, se calculó la
tasa de cambios de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua utilizando la fórmula
de interés compuesto (Puyravaud, 2003).
Resultados
Composición de bandas
El análisis de imágenes de satélite multiespectrales permite generar mapas base de uso de
suelo y vegetación. El análisis preliminar de estos insumos permite obtener una
representación real de las condiciones actuales y pasadas de las coberturas del uso del suelo
y vegetación. Las imágenes de falso color o RGB (Red, Green y Blue), consiste en la
combinación de tres bandas de información para formar una imagen en color. Con este tipo
de combinaciones se pretende extraer y resaltar la información en función de los colores
resultantes. En este trabajo de investigación el empleo de imágenes Landsat TM5
proporcionó los elementos necesarios para obtener mapas base, conformados de las
siguientes combinaciones de las bandas 3 (0.63 – 0.69 µm), 4 (0.76 – 0.90 µm) y 7 (2.08 –
2.35 µm) en el orden del espectro visible rojo, verde y azul (RGB), fueron las seleccionadas
y las que mostraron un buen nivel de detalle en la discriminación de las coberturas
vegetales para los dos periodos evaluados, 2000 y 2010. Las figuras 2 y 3 muestran las
composiciones en falso color obtenidas para los años 2000 y 2010, dichos mapas muestran
las características de las condiciones de uso de suelo y vegetación en 2000 y las mismas
condiciones, con ligeros cambios espaciales, para la imagen de 2010. En las figuras 4 y 5 las
composiciones en falso color manifiestan buen contraste entre los dos periodos evaluados,
evidenciando que la banda que corresponde al infrarrojo cercano (banda 4) es clave en el
análisis de imágenes de satélite, donde el objetivo principal sea determinar cambios entre
las coberturas que componen el territorio.
Figura 2. Composición en falso color de la escena de Landsat TM de 2000 (elaboración propia).
Separabilidad espectral
Se aplicó la técnica de clasificación supervisada basada en el método de máxima
probabilidad para las imágenes del sensor Landsat TM de 2000 y 2010, se llevó a cabo a
través de la asignación de seis clases, las cuales permitieron observar un punto medio entre
la generalización y la dispersión de las clases, y de alguna forma establecer zonas
homogéneas de algunas categorías de uso de suelo y vegetación.
Clasificación multiespectral
En las figuras 4 y 5 se observa la distribución de la vegetación presente en la clasificación
para 2000 y 2010, respectivamente, misma que se encuentra definida por el límite de
presión intermunicipal de Chihuahua, es decir, más de la suma de los tres centros de
población.
Figura 4. Clasificación supervisada de la imagen de Landsat TM de 2000 (elaboración propia).
Figura 5. Clasificación supervisada de la imagen Landsat TM de 2010 (elaboración propia).
Análisis de cambios
La comparación de imágenes clasificadas con respecto al periodo evaluado se presenta en la
tabla II, en ésta se detallan los cambios ocurridos en el lapso de diez años. Los resultados
del análisis se efectuaron tomando como base las clasificaciones independientes de cada
fecha.
Discusión
En estudios relacionados se encontró que los datos empleados del sensor multiespectral
Landsat TM5 permiten determinar con buena precisión el uso de suelo y vegetación de
determinada región (Pinedo, 2008; Ashraf et al., 2008; Dávila, et al., 2016). En el primer
estudio llevado a cabo en la región de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, se resalta la
importancia de la utilización de composiciones en falso color adecuadas y ajustadas para la
región bajo estudio.
En el segundo estudio realizado para la parte norte y oeste de los Estados Unidos se
determinó que las composiciones que mejor se ajustan para representar las coberturas
fueron: banda 3 (0.5 – 0.6 µm), banda 4 (0.7 – 0.8 µm) y banda 5 (0.5 – 0.7 µm),
información que coincide con los análisis obtenidos en este estudio para las bandas 3 y 5.
La pérdida de tierra agrícola que presenta este estudio coincide con un estudio realizado en
Guanajuato, en el cual se obtuvo como principal resultado una tendencia a la disminución
del área agrícola a consecuencia del crecimiento urbano (García et al., 2002). Sin embargo,
si bien se observa de forma visual una pérdida por el crecimiento urbano que hubo hacia la
ciudad de Aldama, por otro lado, existe una ganancia por el incremento que se observa
hacia la parte norte de la ciudad.
Conclusiones
Tomando en cuenta que los cambios más importantes se presentaron en la clase de
asentamientos humanos, resulta evidente la relación que existe entre los procesos de
crecimiento y expansión de la ciudad con el cambio de cobertura y uso de suelo. Por lo
tanto, se concluye que el proceso de expansión urbana de la zona de presión intermunicipal
de Chihuahua ha provocado cambios en la cobertura y uso de suelo. Viéndose
afectadas comunidades de matorral y pastizales de la zona de estudio.
Estudios como éste inciden favorablemente en los patrones y dinámica de cambio en el uso
del suelo mediante la anticipación de las tendencias de cambio y elaboración de pronósticos
que permitan determinar el menor impacto en los recursos naturales debido al crecimiento
de la ciudad en el marco de la planeación urbana sustentable.
Es indudable que la forma en la que se manifiesta la ciudad hoy en día reclama ser vista
desde una forma integral y holística. De esta forma entenderemos que la ciudad se
comporta de un modo distinto que la suma de las partes que la integran. Lo anterior nos
permite encontrar soluciones de forma integral entre las relaciones e interacciones de las
partes y no solamente con un enfoque reduccionista.
La ciudad es una estructura que tiene que ser tratada como sistema complejo, dadas las
múltiples interacciones e interrelaciones de sus variados elementos económicos, sociales y
ambientales. Al hablar de metropolización, hacemos alusión invariablemente a un
crecimiento y expansión de la ciudad y podríamos pensar que este crecimiento representa
un mecanismo de progreso para la población que ocupa ese espacio, al transitar de una
sociedad rural a una eminentemente urbana. Sin embargo, en este proceso de crecimiento
y expansión de la ciudad refleja acentuadas desigualdades sociales y económicas. Por otro
lado, se dificulta la administración de servicios públicos, como el transporte, la seguridad,
la limpieza, entre otros.
La planeación urbana sustentable puede ser una posibilidad para satisfacer las necesidades
de la población sin agotar el capital natural e incluyendo la minimización de costos
ambientales hacia el futuro. Siempre y cuando se desarrolle a escala de ciudad-región,
dado que es un sistema abierto y se tienen que considerar los flujos de agua, energía,
materiales y residuos, sin embargo, las acciones que se realicen en materia
de sustentabilidad cuentan desde cualquier escala espacial. La planeación urbana
sustentable tiene la tarea de integrar la dinámica económica, social y ambiental de la ciudad
en beneficio de la población.
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