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Eldorado

Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y


Literatura

Unidad curricular: Literatura argentina I

Docente a cargo: Prof. Mercado, Liliana

Alumna Responsable: Maders, Diana

Año: Tercero
Ciclo Lectivo: 2023

Segundo Parcial

Consigna:

 Elabora un comentario crítico de lo fantástico cortazariano a partir de la lectura del


postulado de Rosemary Jackson “El modo fantástico”.
El nacimiento y la proyección de la literatura fantástica dentro del ámbito de la
literatura global, se concibe como una reacción frente al exceso de racionalismo y la
interpretación unívoca de la realidad. Por ende, la incorporación de la fantasía (como
elemento estructurante) implica cierta transgresión a los esquemas convencionales de la
lógica, al mismo tiempo que posibilita una búsqueda y exploración de lo posible. Rosemary
Jackson se ha referido en ese sentido, a la función subversiva que implica dicha modalidad
literaria, ya que evidencia una ruptura respecto de los valores dominantes y se permite
plasmar lo silenciado, lo invisible y lo ausente.

La autora aborda lo fantástico como un modo antes que como un género, Así,
enfatiza el aspecto psicoanalítico, el tema del doble o del otro como amenaza y el poder
subversivo de la literatura fantástica. “Lo fantástico implica siempre una ruptura del orden
reconocido, una irrupción de lo inadmisible dentro de la inmutable realidad de todos los
días” (Jackson, 1986, p. 19).

También, afirma Jackson (1986) que “el texto puramente fantástico establece una
vacilación absoluta, tanto en el protagonista como en el lector, quienes no pueden aceptar
los insólitos sucesos que se describen, ni desecharlos como fenómenos sobrenaturales, es
esta vacilación la que define lo fantástico”. Dostoievsky considera que lo fantástico tiene
que estar tan cerca de lo real que uno tiene que creerlo.

Esta tendencia la podemos trasladar a la literatura de Cortázar, en la que la fantasía


asume un relieve especial dentro de la narrativa, sus relatos se estructuran a partir de lo real
y lo irreal, el sueño y el ensueño, lo consciente y lo inconsciente.
Análisis del cuento La continuidad de los parques (Final del juego, 1956)

El tema central del cuento es la continuidad que se establece entre dos mundos de
ficción. El primer mundo, que corresponde a la realidad de un hombre que está leyendo una
novela y termina por comunicarse con un segundo mundo ficcional correspondiente a los
hechos que suceden en la novela que está leyendo. El lugar donde van a coincidir los
mundos es precisamente en los parques, el del lector de la novela y el del bosque de la
cabaña de los amantes, que terminarán fusionándose. De manera que, ya en el título del
cuento está presente el tema central de la narración.

Según un análisis del cuento realizado por Chelle (2014) el relato del cuento se
estructura en dos párrafos, que de alguna manera se corresponden con el contenido temático
de los mismos. Pero internamente presenta tres momentos:

 El primer momento, se centra en la presentación del hombre lector (personaje) y el


mundo que lo rodea.
 El segundo momento, se encuentra dentro del primer párrafo y está centrado en los
acontecimientos de la novela que el personaje lector está leyendo.
 Por último, en el tercer momento, correspondiente al último párrafo, se encuentra el
elemento fantástico del relato, la fusión de los dos mundos.

La intención del autor del relato está planteada desde el principio, en unas pocas
palabras ya se referencian las dos ficciones, el lector y la novela “Había empezado a leer la
novela unos días antes” (Cortázar, 1956). Luego hace referencia a que después de
solucionar todos los negocios y estar completamente tranquilo continuó leyendo “en la
tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles” (Cortázar, 1956), lo que
da la pauta de que el lector para poder envolverse en la trama de la novela necesitaba estar
relajado.

“Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado


como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara
una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos”. (Cortázar,
1956)

En este breve fragmento aparecen elementos dos elementos que son significativos
para que al final ocurra lo fantástico, el sillón verde de terciopelo y el hecho de que el lector
se haya ubicado de espaldas a la puerta para no ser interrumpido. Cuando el asesino de la
novela irrumpa en el mundo del lector, lo hará precisamente por esa puerta y lo encontrará
de espaldas sentado en ese sillón.

Las bases para que se dé lo fantástico ya están echadas desde aquí, hay un lector que
intenta por todos los medios concentrarse y meterse en el mundo de una novela pero
lo extraordinario del caso es que el mundo de la novela se terminará metiendo en el
mundo de él. (Chelle, 2014)

“Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir


hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del
último encuentro en la cabaña del monte” (Cortázar, 1956), con el fragmento inicia el
segundo momento del relato y genera la idea de que el lector pasa a ser un personaje de la
novela, es un testigo de lo que sucede en la cabaña, es decir que está en el lugar y percibe
como todo adquiere color y movimiento; eso significa que se prepara el espacio para que
ocurra el hecho fantástico.

La concreción del hecho fantástico se da cuando inicia el segundo párrafo y se pone


en acción el plan de la pareja (pertenecientes al mundo de la novela) de asesinar al hombre
(el lector de la novela que pertenece al “mundo real”). La fusión de los dos mundos se da
en los parques, en uno se encuentra la oficina del lector, que lee en su sillón de terciopelo
verde y en el otro la cabaña, donde comúnmente los amantes manifestaban su pasión, pero
esta vez iban a cometer un asesinato. “… parapetándose en los árboles y los setos, hasta
distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa”. (Cortázar,
1956, p. 2) esos árboles conectan con la llegada a la casa y la bruma malva tiñe la escena de
carácter fantástico lo que genera un espacio indefinido que permite concretar la continuidad
de los parques.
A medida que el asesino avanza por la casa siguiendo las pistas de la mujer (lo que
genera la idea de que ella conocía todos los movimientos de la casa) y cuando llega a salón
encuentra los antecedentes que se mencionaron en el cuento.

La referencia al sillón de terciopelo verde es el clímax de lo fantástico, mostrando


que quien está leyendo la novela es inequívocamente el personaje lector de la ficción
primaria. El cuento tiene un final abierto, de todas maneras todo indica que el
crimen se consumó y que aquel hombre sentado en un sillón de terciopelo verde
estaba leyendo su propia muerte. (Chelle, 2014)

Teniendo en cuenta los elementos presentes en el texto, es posible definirlo como un


cuento fantástico, porque provoca vacilación tanto en el lector (del cuento) como en el
personaje, ya que ambos creen que los acontecimientos de la novela son reales y el segundo
se introduce en ese otro mundo; además, no se logra saber en cuál de los dos mundos
ficcionales ocurre el asesinato y queda en el lector determinarlo. De esta manera, se
cumplen las tres condiciones de un cuento fantástico según Jackson (1986):

En primer lugar, el texto debe obligar al lector a considerar el mundo de los


personajes como un mundo real y vacilar entre una explicación natural y una
sobrenatural de los hechos; segundo, la vacilación puede ser sentida por el personaje
y tercero, el lector tiene que adoptar una postura frente al texto: deberá rechazar la
interpretación alegórica y la poética. (p. )

Análisis del cuento La noche boca arriba (Final del juego, 1956).

En el cuento el protagonista tiene un accidente en su motocicleta y lo llevan al


hospital, la acción se desarrolla en la época contemporánea. Cuando el hombre ya está en el
hospital, empieza (lo que él percibe) como una pesadilla recurrente en la que es un moteca
perseguido por los Aztecas en la selva, durante las guerras floridas, que tuvieron lugar hace
siglos. El protagonista cree que la pesadilla es solamente un sueño pero lo que sorprende es
que la pesadilla no necesariamente es solo eso, es el hecho de que el protagonista siente el
olor a guerra: “Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba
olores.” (Cortázar 1956, p. 2).

La realidad en la cual existe el hospital y la de la selva, son reales y posibles en la misma


medida, sin embargo uno parece ser el central en el momento en el que el protagonista se
encuentra en el hospital cuando en realidad se encuentra en la selva. Aquí se genera la
vacilación, tanto para el personaje, que cree estar en el hospital, como para el lector que no
logra determinar cuál de los dos mundos es el sueño:

Comprendía que estaba corriendo en plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado
de copas de árboles era menos negro que el resto. “La calzada” pensó, “me salí de la
calzada”. Sus pies se hundían en un colchón de hojas y barro y ya no podía dar un
paso [...] (Cortázar, 1956, p. 3)

El hecho fantástico se hace explícito en el último párrafo cuando el protagonista se


da cuenta que el mundo real es el de los aztecas y el sueño es el mundo contemporáneo, y
eso permite que el lector pueda aclaras sus dudas:

“Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a
despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro,
absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado por extrañas
avenidas de una ciudad asombrosa con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni
humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas” (Cortázar
1956, p. 6).

En el cuento los espacios son paralelos pero el protagonista se halla más bien
arrastrado al mundo de los aztecas ya que, por causa de la fiebre se quedaba dormido y
sueña “La fiebre lo iba ganado despacio y hubiera podido dormirse otra vez, pero saboreaba
el placer de quedarse despierto” (Cortázar, 1956, p. 3) “Con una última esperanza apretó
los párpados, gimiendo por despertar.” (Cortázar 1956, p. 6), estos fragmentos dan la
sensación de que él quería evitar ir a ese mundo y en ese intento creía que el sueño era la
guerra florida y la realidad el hospital, lo que funciona como un mecanismo de defensa.
Nuevamente se cumplen las condiciones planteadas por Jackson (1986) de un relato
fantástico, como en otros cuentos de Cortázar. En La noche boca arriba la vacilación del
personaje con respecto a la realidad y los mundos posibles provoca la vacilación del lector,
quien se niega a creer los hechos insólitos y aun ante la aclaración del final, sigue dudando
acerca de cuál es la realidad del personaje porque el moteca nunca estuvo dormido en la
selva.

Análisis del cuento La salud de los enfermos (Todos los fuegos al fuego, 1966).

El cuento trata de un grupo familiar que por resguardar a “la anciana enferma”
inventa una gran mentira llevándolos a ellos mismos a creer una verdad paralela a la
verdad, en esa situación ocurre el hecho fantástico. Al fin y al cabo todos son enfermos y la
salud de la anciana se basa en la gente que está cerca para decirle que todo está bien.

El personaje central es la madre quien con su enfermedad maneja inconscientemente


los deberes y valores inculcados por años a los hijos. Alrededor de la cual se tejen todas las
mentiras. Emerge todo el conflicto psíquico de la familia a partir de la muerte de Alejandro,
al parecer el hijo menor y favorito de esta madre “Mirá quien habla- dijo tía Clelia- si se te
cae la baba cuando nombras a tu hijo” (Cortázar, 1966, p. 4). Todos esperaban que pasara el
tiempo y que la anciana no se diera cuenta de nada, intentando sostener así el equilibrio
familiar.

El título es una antítesis y es fundamental para entender lo que sucede en el cuento,


ya que establece una dicotomía, la mamá está enferma físicamente pero mentalmente
saludable (se da cuenta que su hijo había muerto a pesar de las mentiras) y los familiares
están enfermos mentalmente porque terminan creyéndose su propia mentira y eso los hace
vacilar al momento de la muerte de la madre:

Tres días después del entierro llegó la última carta de Alejandro, donde como
siempre preguntaba por la salud de mamá y la tía Clelia. Rosa, que la había recibido,
la abrió y empezó a leerla sin pensar, y cuando levantó la vista porque de golpe las
lágrimas la cegaban, se dio cuenta de que mientras la leía había estado pensando en
cómo habría de contarle a Alejandro la noticia de la muerte de mamá. (Cortázar,
1966, p. 11-12)
También hacen vacilar al lector, que por momentos se cree la historia de las cartas
y de la nueva vida de negocios de Alejandro en Brasil. Como sostiene Jackson (1986), la
vacilación se produce tanto en los personajes como en el lector. Existen dos mundos
paralelos en el cuento, en espacios diferentes. En la realidad Alejandro murió y en la
ficción creada está en Brasil trabajando en una empresa de cemento. Ambos mundos son
posibles y tienen características verosímiles.

A modo de cierre, son muy numerosos los estudios realizados sobre la obra
narrativa de Julio Cortázar, uno de los escritores más reconocidos de hispanoamerica desde
mitad del siglo XX. La importancia del juego, la transgresión metaliteraria o la complejidad
técnica narrativa son algunos de los aspectos formales que evidencian la riqueza de su
legado literario.

“El espacio en la narrativa de Cortázar forma una de las principales coordenadas de


la realidad fantástica” (Elbanowski, 1992, p. 278). El espacio suele ser presentado como
una realidad dual compuesta por la interacción entre dos imaginarios indisolubles, el punto
de partida del argumento en sus relatos se localiza en el mundo de lo cotidiano, familiar y
de la lógica tradicional, a medida que la trama avanza, el lector va intuyendo la existencia
de otro mundo alternativo que obedece a parámetros extraordinarios e irracionales y
termina imponiéndose sobre el primero. Las relaciones espaciales quedan subordinadas a
otra categoría estructural del texto, el personaje, todas las divisiones de territorio son
determinadas por la actitud del personaje, su situación y posición.

Este dualismo espacial se puede ver en el cuento La continuidad de los parques en


el cual hay dos espacios superpuestos, el mundo del lector de la novela en su oficina frente
al parque de los robles y el mundo de los personajes de la novela en la cabaña, que al
fusionarse crean el hecho fantástico; también son determinantes los objetos claves de la
escenografía, como los ventanales, la puerta, el parque, el sillón, etc. Lo mismo sucede con
La noche boca arriba, los espacios que confluyen e intensifican lo fantástico son, el del
indio moteca que es perseguido por los aztecas en la guerra florida y el hospital en el que se
encuentra el joven moderno delirante por la fiebre causada por un accidente en motocicleta.
En ambos casos el espacio queda subordinado a lo que hace el personaje y la situación en la
que se encuentra. En el caso de La continuidad de los parques existen dos mundos, pero
uno de ellos es creado por los personajes para reguardar la vida de la mamá y termina por
convertirse en un mundo de ficción, ambos son posibles pero uno es real.

Bibliografía

 Chelle, F. (2014) Análisis del cuento Continuidad de los parques de Julio Cortázar.
Disponible en: https://www.culturamas.es/2016/05/06/analisis-del-cuento-
continuidad-de-los-parques-de-julio-cortazar/ [Consultado el 02/11/23]
 Cortázar, J (1956) Continuidad de los parques. Disponible en:
https://www.literatura.us/cortazar/parques.html [Consultado el 01/11/23]
 Cortázar, J (1956) La noche boca arriba. Disponible en:
https://www.literatura.us/cortazar/arriba.html [Consultado el 01/11/23]
 Cortázar, J (1956) La salud de los enfermos. Disponible en:
https://www.literatura.us/cortazar/enfermos.html [Consultado el 01/11/23]
 Elbanowski, (1992) El espacio y lo fantástico en la cuentística de Cortázar. La
Palabra y el Hombre 81, pp. 273-278.
 Jackson, R. (1986) 1.Modo fantástico. En Fantasy: literatura y subversión. Buenos
Aires: Catálogos Editora.
 Rodríguez Barcón, A. (2020) De alteridades y madrigueras de conejo: espacialidad
y simbología en los cuentos fantásticos de Julio Cortázar. Revista sigma 29, pp.
763-786. Universidade do Porto.

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