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Pontificia Universidad Javeriana

Estudios Literarios

Semiología y Discurso

Jeison Rey

“La novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out”

-Algunos aspectos del cuento, Julio Cortázar

¿Cómo lograr el knock-out?

Por inicios de la década de los 70, en algún lugar de la Habana de cuyo nombre no puedo

acordarme, el ya venerando escritor Julio Cortázar dio un discurso sobre el cuento. En este, el

autor ponía en duda a cierto autor argentino que intentaba reestructurar la idea del cuento

(Cortázar, 1970, p.1). A lo largo del discurso entre explicaciones de qué es el cuento según él y

la importancia que tiene este género para Latinoamérica, el autor hizo una comparación entre el

boxeo y los géneros de novela y cuento. En esta expuso que “…la novela gana siempre por

puntos, mientras el cuento debe ganar por knock-out” (Cortázar, 1970). Esto quiere decir que los

efectos de la novela son acumulativos en el lector, mientras que un buen cuento es incisivo desde

sus primeras frases. Sin embargo, y a pesar de que coincido en esta opinión del escritor, el cuento

no puede lograr este efecto sin prestarse de algún método que no es general sino especifico de

cada relato. Dicho de otra manera, son necesarios ciertos guantes para lograr el Knock-out. Es

por esto que tras analizar uno de los cuentos más famosos y estudiados del autor: Continuidad de

los parques, y prestándome de las teorías estructuralistas; llegué a la conclusión de que en el


cuento la convergencia de los factores del cual el más importante es la focalización variada es lo

que permite lograr el efecto Knock-out en el lector.

Continuidad de los parques cuenta la historia de un hombre adinerado que se encuentra leyendo

una novela y a pesar de haberla dejado de lado un tiempo, retoma su lectura en la comodidad de

su cabaña sentado en su sillón alto de terciopelo verde. Es así como el personaje se introduce

lentamente en los últimos capítulos de la historia de dos amantes furtivos que se encuentran

preparando a detalle la culminación de un asesinato. Finalmente, el protagonista de la novela

llega al lugar del crimen y se encuentra a las espaldas de un hombre que se encuentra leyendo

una novela en un sillón de terciopelo verde. Dicho de esta manera el relato puede parecer algo

sonso, pero es toda la construcción que se hace con cada una de sus palabras, catálisis e indicios

lo que lo hace un gran cuento en materia literaria y de análisis.

En primer lugar se tienen los indicios, que según Roland Barthes son unidades semánticas que no

funcionan como actos consecuentes sino como conceptos difusos necesarios para el sentido de la

historia (Barthes, 1966, p.19). Dentro del cuento de Cortázar los indicios funcionan como

unidades de significado que esconden detalles que conectan la historia para el resultado final.

“Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una

irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el

terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos.” (Cortázar, 1964)


En el fragmento anterior se puede analizar la secuencia de indicios más significativa del cuento.

Primero se tiene el hecho de que esté sentado en su sillón favorito, que más que un indicio

funciona como núcleo parte del “relato neto” por llamarlo de alguna manera; esto debido a que

esta conectado directamente con el siguiente núcleo. Después, el hecho de estar de espaldas a la

puerta es una situación que conecta directamente con la conclusión de la historia; del mismo

modo que lo hacen la mención del terciopelo verde. Finalmente, el detalle de “los últimos

capítulos” es una forma de presentar y diferenciar las dos ficciones que existen en el cuento, pero

del mismo modo unirlas y empezar a difuminar esa línea que separa el relato del meta relato (que

en este cuento no existe).

En segundo lugar, se tiene el tiempo y el narrador. El tiempo del relato esta en indicativo

pretérito imperfecto y permanece constante a lo largo de todo el relato, esto genera una sensación

de unidad y ayuda a fusionar las dos ficciones. En cuanto al narrador, este es heterodiegético; es

decir que se encuentra fuera del relato y narra en tercera persona, además de tener un

conocimiento absoluto de los hechos que transcurren y la interioridad de los personajes en la

narración. Del mismo modo que el tiempo, este narrador que ve de manera objetiva las

situaciones del relato crea un puente entre el conjunto de mundos del cuento.

Por ultimo, se tiene la aparición del recurso que sirve como guante: la focalización. Esta es

definida según Gerard Genette como el prisma desde que el narrador ve y verbaliza la historia

(Rimmon-Kenan, 2002). A pesar de que los elementos anteriormente nombrados tienen una gran

importancia dentro de lo que es la verosimilitud del cuento, es la focalización la que une de

manera perfecta las dos ficciones y cancela el carácter de meta-relato que podría llegar a tener la
segunda ficción. La focalización en el cuento es de tipo variada lo que permite darle

“materialidad” a los personajes de la segunda ficción, ya que desde la tercera parte del primer

párrafo se les da a ellos la “batuta” de la historia.

“Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las

imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en

la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la

cara por el chicotazo de una rama” (Cortázar, 1964)

En el fragmento anterior se muestra el momento en el que el autor, por medio de un abismo

textual marcado por el primer punto, pasa de tener un relato con focalización interna en el

hombre que lee la novela a tener un relato con focalización cero con foco en los personajes de la

novela. Este mismo vuelve a cambiar mas adelante:

“Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la

cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un

instante para verla correr con el pelo suelto” (Cortázar, 1964)

Esta vez, y ya acercándose al desenlace, la focalización pasa de ser cero a ser interna en el

personaje principal de la novela. Esto termina de fracturar el relato enmarcado y logra que el

lector real llegue a la conclusión de que el personaje de la ficción secundaria y el personaje de la

ficción primaria pertenecen a la misma ficción. Entonces el efecto knock-out se consigues no


solo por la interpretación del lector real activo, llamado lector-cómplice según Cortázar, sino por

la focalización que permite esta sensación en el mismo.

En conclusión, el relato Continuidad de los parques de Julio Cortázar nos presenta un mundo

que a priori esta dividido en dos diferentes ficciones o relatos; sin embargo, y gracias a una serie

de factores entre los cuales resalta especialmente la focalización, estos relatos terminan

juntándose. Los parques se continúan y el autor logra ganarnos por knock-out.

Marzo 8, 2019.

Bibliografía

Cortazar, J. (1970). Algunos aspectos del cuento. Casa de las Américas (60). La Habana: Cuba.

Barthes, R. (1966). Introducción al análisis estructural de los relatos. Communications (8).

Cortazar, J. (1964). Continuidad de los parques. Final del juego. Editorial Sudamericana.

Rimmon-Kenan, S. (2002). Focalizacion. Narrative Fiction: Contemporary Poetics. Routledge.

Londres: Inglaterra.

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