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La tasa de mortalidad es el número de muertes por

cada 1.000 habitantes durante un año determinado.


Estas se ven afectadas por muchas características de
la población, especialmente la estructura por edad.
En demografía, la mortalidad infantil se refiere a la
muerte de los menores de un año. Las causas de la
mortalidad infantil son las enfermedades
infecciosas, incluidas las infecciones respiratorias
agudas, la diarrea y la malaria, junto con las
complicaciones del parto prematuro, la asfixia y los
traumatismos en el parto y las anomalías
congénitas siguen siendo las principales causas de
muerte de los niños menores de 5 años.

La mortalidad infantil puede reducirse


drásticamente mediante la lactancia
materna, una nutrición adecuada, agua
potable, educación sobre salud y
población, programas de inmunización,
terapia de rehidratación oral y
espaciamiento de los nacimientos.

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