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21-6-20
PROCESOS CIVILES ESPECIALES CONTENCIOSOS Y CASACIÓN
EL JUICIO DE CUENTAS1
SUMARIO
1. NATURALEZA DEL JUICIO DE CUENTAS. 2. OBLIGACIÓN DE PRESTACIÓN
DE CUENTAS. 2.1. CONDOMINIO. 2.2. CONCUBINATO. 2.3. CONSORCIO. 2.4.
SOCIEDAD CONYUGAL. 2.5. SÍNDICOS Y ADMINISTRADORES JUDICIALES. 2.6.
LOS LIQUIDADORES. 3. PROCEDIMIENTO. 3.1. TRIBUNAL COMPETENTE. 3.2.
ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA ACCIÓN. 4. LOS ESCENARIOS
PROCESALES QUE NACEN CON LA INTIMACIÓN. 4.1. OPOSICIÓN FUNDADA.
4.2. INEXISTENCIA DE LA OBLIGACIÓN DE RENDIR CUENTA. 4.3. OPOSICIÓN
INFUNDADA O NO OPUESTA. 4.4. LA RENDICIÓN DE CUENTAS. 5. LA
EXPERTICIA COMO PRUEBA FUNDAMENTAL EN LA RENDICIÓN DE CUENTAS.
6. LA SENTENCIA.
La Casación Civil ha definido que en los casos en que se hace necesario requerir la cuenta
en virtud de la administración de intereses ajenos, este procedimiento es el único medio
procesal para hacerlas efectivas y la demanda por la vía ordinaria se hace improcedente:
1
Elaborado por Tulio Alberto Álvarez, Profesor Titular UCAB-UCV, en ocasión a sus clases telemáticas en
la coyuntura de la crisis del COVID-19.
del procedimiento ordinario, en virtud de no existir modo auténtico de probar
la obligación y que yerra la recurrida cuando aduce que tal prueba auténtica
se requiere para poder intentar la acción de rendición de cuentas, ya que así lo
ordena la citada disposición legal, y que ese error se pone de manifiesto, desde
luego que en dicha norma en absoluto se prohíbe que la acción pueda ser
admitida por el procedimiento ordinario.
La Sala para decidir, observa que si bien es cierto que el artículo 673 del 2
Código de Procedimiento Civil no prohíbe que el juicio de rendición de cuentas
se intente por vía ordinaria, no lo es menos que el procedimiento ordinario, en
nuestro país, es absolutamente residual, toda vez que, según el artículo 338 del
Código de Procedimiento Civil, las controversias que se susciten entre partes
en reclamación de algún derecho, se ventilarán por el procedimiento ordinario,
si no tienen pautado un procedimiento especial. Es decir, que en principio,
para cada controversia debe existir un procedimiento especial y sólo se tramita
por la vía del procedimiento ordinario al residuo de controversias que no tenga
previsto ese procedimiento especial.
En este tipo de acción, además de obtener el conocimiento exacto del monto de su crédito o
débito líquido, nacido en virtud del vínculo legal o negocial generado por la administración
de bienes o intereses ajenos llevado a cabo por una parte a favor de la otra, el interés
procesal está dirigido a satisfacer la obligación de dar no honrada por el demandado. La
referencia que hace el artículo 673 del C.P.C. es reveladora, en tal sentido:
2
s.S.C.C. N° RC.00196-02.
diferentes a los indicados en la demanda; y estas circunstancias
aparecieren apoyadas con prueba escrita, se suspenderá el juicio de
cuentas, y se entenderán citadas las partes, para la contestación de la
demanda, la cual tendrá lugar dentro de los cinco días siguientes a
cualquier hora de las indicadas en la tablilla a que se refiere el
artículo 192, sin necesidad de la presencia del demandante,
continuando el proceso por los trámites del procedimiento
ordinario. 3
De manera que no tiene sentido una rendición de cuentas que no esté signada por el interés
procesal de satisfacer la acreencia que de ella deriva y así se debe reflejar en el libelo de
demanda. En palabras sencillas, el actor debe plasmar en su escrito el quantum reclamado
para que la eventual decisión que se dicte sea ejecutable. De la misma forma, sostengo que
el acreedor que se niega a recibir las cuentas puede ser accionado por quienes deben
rendirla, invirtiéndose así la posición procesal de las partes.
Entonces queda claro que, en la lógica procedimental que signa la rendición de cuentas, el
deudor que se rehúsa a presentar las cuentas y a pagar lo que debe como consecuencia de su
gestión, puede ser accionado por el acreedor que quiere verlas presentadas. Adicionalmente
a los casos expresamente previstos del tutor, curador, socio, administrador o apoderado,
puedo presentar varias hipótesis de obligados a la prestación de cuentas, veamos:
‘Es doctrina de este Supremo Tribunal que la representación sin poder a que se
contrae el artículo 168 del Código de Procedimiento Civil debe hacerse valer
en forma expresa y no surge en forma espontánea. Así en sentencia del 24 de
octubre de 1995 (Juan Carlos Baptista José y otros contra Pan American
World Airways, Inc.)... la Sala sostuvo:
3
s.S.C.C. N° RC.00175-04 reiterada por la Sala Constitucional en s.S.C. N° 429-09.
2.2. UNIONES ESTABLES DE HECHO
Este punto tiene una connotación constitucional en virtud de que el artículo 77 del Texto
Fundamental establece que “las uniones estables entre un hombre y una mujer que
cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán los mismos efectos que el
matrimonio”; y, como ya indiqué, la existencia de tal situación, origina derechos sobre los
bienes comunes que nacen durante esa unión, tal como se concluye en el artículo 767
eiusdem. La Sala Constitucional interpretando el artículo 77 anteriormente citado destaca el
uso de la voz “unión estable” entre el hombre y la mujer y no el término concubinato
utilizado en la misma Constitución en su artículo 49.5., explicando que “ello es así porque
unión estable es el género, tal como se desprende del artículo 146 del Código Orgánico
Tributario, o del artículo 13-5 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, o del
artículo 785 de la Ley de Cajas de Ahorro y Fondos de Ahorro, siendo el concubinato
una de sus especies”.
4
La Sala Constitucional ha emitido interpretación en los siguientes términos: “Unión estable de hecho entre
un hombre y una mujer”, representa un concepto amplio que va a producir efectos jurídicos,
independientemente de la contribución económica de cada uno de los unidos en el incremento o formación
del patrimonio común o en el de uno de ellos, siendo lo relevante para la determinación de la unión estable,
la cohabitación o vida en común, con carácter de permanencia, y que la pareja sea soltera, formada por
divorciados o viudos entre sí o con solteros, sin que existan impedimentos dirimentes que impidan el
matrimonio. Pero como, al contrario del matrimonio que se perfecciona mediante el acto matrimonial,
recogido en la partida de matrimonio, no se tiene fecha cierta de cuándo comienza la unión estable, ella debe
ser alegada por quien tenga interés en que se declare (parte o tercero) y probada sus características, tales
como la permanencia o estabilidad en el tiempo, los signos exteriores de la existencia de la unión (lo que
resulta similar a la prueba de la posesión de estado en cuanto a la fama y el trato, ya que la condición de la
pareja como tal, debe ser reconocida por el grupo social donde se desenvuelve), así como la necesidad de
que la relación sea excluyente de otra de iguales características, debido a la propia condición de la
estabilidad. Si la unión estable se equipara al matrimonio, y la bigamia se encuentra prohibida, a juicio de
esta Sala es imposible, para que ella produzca efectos jurídicos, la coexistencia de varias relaciones a la vez
en igual plano, a menos que la Ley expresamente señale excepciones. Ahora bien, corresponde conforme al
la permanencia de la vida en común que ha sido reconocida y calificada judicialmente. Esta
es la razón por la cual podría concluirse que la eventual rendición de cuentas de uno de los
concubinos requiere necesariamente la sentencia declarativa de la relación como
instrumento fundamental de la demanda.5
En cuanto a las sociedades mercantiles, a las que se equiparan las formas atípicas que nacen
de los contratos de colaboración empresarial, la prestación de cuentas normalmente se hace
con la periodicidad predeterminada y bajo la forma prevista en los contratos o los estatutos
sociales.
artículo 77 constitucional, a la reserva legal la regulación de las otras uniones estables diversas al
concubinato y, por ello, le está a la Sala vedado, aun por la vía de la jurisdicción normativa, realizar la
tipificación de estas otras uniones, y así se declara”, en s.S.C. N° 1682-05.
5
“Considera la Sala que, para reclamar los posibles efectos civiles del matrimonio, es necesario que la
“unión estable” haya sido declarada conforme a la ley, por lo que se requiere una sentencia definitivamente
firme que la reconozca. En la actualidad, es necesaria una declaración judicial de la unión estable o del
concubinato; dictada en un proceso con ese fin; la cual contenga la duración del mismo, lo que facilita, en
caso del concubinato, la aplicación del artículo 211 del Código Civil, ya que la concepción de un hijo
durante la existencia del mismo, hace presumir que el concubino es el padre del hijo o hija, por lo que la
sentencia declarativa del concubinato debe señalar la fecha de su inicio y de su fin, si fuera el caso; y
reconocer, igualmente, la duración de la unión, cuando ella se ha roto y luego se ha reconstituido,
computando para la determinación final, el tiempo transcurrido desde la fecha de su inicio. Ahora bien, el
matrimonio –por su carácter formal- es una institución que nace y se prueba de manera distinta al
concubinato o a cualquier otra unión estable, y por ello estas últimas no pueden equipararse íntegramente al
matrimonio y, por tanto, no puede pretenderse que, automáticamente, todos los efectos del matrimonio se
apliquen a las “uniones estables”. En consecuencia, no es posible una declaración general que asimile las
uniones (de cualquier tipo) al matrimonio, y por lo tanto, observa la Sala, hay que distinguir cuáles efectos
del matrimonio se aplican al concubinato y a las posibles otras uniones estables”. Idem.
de los comisarios o de personas que nombre especialmente al
efecto. Todo accionista tiene, sin embargo, el derecho de denunciar
a los comisarios los hechos de los administradores que crea
censurables, y los comisarios deben hacer constar que han recibido
la denuncia, en su informe a la asamblea. Cuando la denuncia sea
hecha por un número de socios que represente por lo menos la
décima parte del capital social, deben los comisarios informar sobre
los hechos denunciados. La representación del décimo se 8
comprueba con el depósito de las acciones por los mismos
comisarios, u otra persona notoriamente abonada a juicio de los
comisarios. Las acciones permanecerán depositadas hasta que se
haya verificado la próxima asamblea. Si los comisarios reputan
fundado y urgente el reclamo de los accionistas que representan el
décimo del capital social, deben convocar inmediatamente a una
asamblea que decidirá siempre sobre el reclamo.
problema de la limitación al propio enriquecimiento del accionado. De manera que debe probarse,
necesariamente, el beneficio del administrador en forma íntegra. No tiene sentido entonces abrir la puerta de
un juicio ordinario, limitado en sus efectos, existiendo la rendición de cuentas como proceso especial
contencioso.
7
Sentencia del 21 de enero de 1975 de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, con
Ponencia del Magistrado Carlos Trejo Padilla, tomada de la Compilación de Jurisprudencia de Ramírez y
Garay, Tomo 46, N° 104-75.
a que se refiere el artículo 290 del C.Com., puede intentar también la acción
ordinaria de nulidad absoluta, para que se declare en juicio contencioso la
invalidez del acto (Subrayado mío). También podría ser ejercida por el socio
esa misma acción, cuando se trate de nulidad relativa a una decisión cuya
suspensión no se hubiera ordenado y tampoco hubiera sido confirmada por la
segunda asamblea en referencia, dentro del procedimiento sumario previsto en
el artículo 290 del C.Com.”.
10
iii. Se prevé la posibilidad de intentar una acción ordinaria de nulidad para que se
aclare en juicio la invalidez del acto.
iv. De manera que, aun cuando en los juicios de rendición de cuentas la legitimidad
para actuar depende de una decisión de la asamblea de accionistas, en materia de
nulidad de asambleas si tiene legitimidad el accionista para incoar la acción judicial.
Considero que sólo después de disuelta la sociedad conyugal, puede un cónyuge accionar al
otro para exigir la presentación de cuentas. Durante la vigencia del matrimonio, existen los
mecanismos para la defensa de los intereses de los cónyuges, en ocasión de la
administración de los bienes comunes, tal como se puede constatar en los artículos 168, 170
y 171 del C.C. que rezan textualmente:
El Juez podrá autorizar a uno de los cónyuges para que realice por
sí solo, sobre bienes de la comunidad, alguno de los actos para cuya 11
validez se requiere el consentimiento del otro, cuando ésta se
encuentre imposibilitado para manifestar su voluntad y los intereses
del matrimonio y de la familia así lo impongan. Igualmente el Juez
podrá acordar que el acto lo realice uno de los cónyuges cuando la
negativa del otro fuere injustificada y los mismos intereses
matrimoniales y familiares así lo exijan. En estos casos el Juez
decidirá con conocimiento de causa y previa audiencia del otro
cónyuge, si éste no estuviere imposibilitado, tomando en
consideración la inversión que haya de darse a los fondos
provenientes de dichos actos.
En virtud de la norma establecida en el Parágrafo Primero del Artículo 588 del C.P.C., ha
surgido la practica en el foro de solicitar a los tribunales y estos acordar medidas cautelares
innominadas referidas al nombramiento de funcionarios que coadyuven en la
administración de bienes y empresas participando en su giro comercial hasta tanto se
produzca la definición de los derechos comprometidos en la litis, a los fines de preservar el
patrimonio de las partes en juicio. Cabe entonces la rendición de cuentas que pueden
solicitar los interesados en tal administración.
En materia de particiones entre los socios de sociedades civiles son aplicables las reglas
concernientes a la partición de la herencia con la aclaratoria que, con la disolución de la
sociedad, cesan los poderes de los administradores. De esta forma, a pesar de que en
materia civil la personalidad de la sociedad subsiste para las necesidades de la liquidación
hasta el fin de ésta, existen reglas específicas que regulan la liquidación.
En principio, la liquidación debe hacerse a través de todos los asociados o por un liquidador
que ellos designen por unanimidad; no obstante, la práctica nos enseña que, en la mayoría
de los casos, no existe acuerdo y, en consecuencia, se acude al recurso de la liquidación por
vía judicial. En tal sentido, el artículo 1.683 del C.C. establece las reglas de la liquidación
en los términos siguientes:
Cada uno tomará una suma igual al valor de su aporte, a menos que
este haya consistido en su industria, o en el uso o goce de una cosa.
8
Quiero advertir que la Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia admitió la
posibilidad de un juicio de cuenta por vía incidental en el caso de los depositarios judiciales por razones de
economía procesal, en s.S.P-A. N° 752- 96.
Si aún quedare un excedente, éste será repartido entre los asociados
en proporción a la parte de cada uno en los beneficios.
14
En el ámbito mercantil, concluida o disuelta la compañía, opera el mismo principio de que
los administradores no pueden hacer nuevas operaciones, quedando limitadas sus
facultades, mientras se provee a la liquidación, a cobrar los créditos de la sociedad,
extinguir las obligaciones anteriormente contraídas y realizar las operaciones que se hallen
pendientes. Las reglas de la liquidación de las sociedades mercantiles están determinadas
en el artículo 348 del C.Com. que establece textualmente:
Sobre las facultades de los liquidadores, a diferencia de las sociedades civiles, de no existir
regulación expresa en los estatutos sociales de la compañía, los liquidadores no podrán
ejecutar otros actos y contratos que los que tiendan directamente a la ejecución de la
liquidación. A pesar de la remisión a las disposiciones del Código Civil sobre mandato, en
materia mercantil, el artículo 350 del C.Com. establece la obligación de rendición de
cuentas en los siguientes términos:
9
Por ejemplo, el contenido en el Decreto N° 422 con Rango Valor y Fuerza de Ley que Suprime y
Liquida en Instituto Nacional de Hipódromos y regula actividades Hípicas de fecha 25 de octubre de
1999, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.397, mediante el cual se ordena la supresión y liquidación del
Instituto Nacional de Hipódromos y se crea la Junta Liquidadora del Instituto Nacional de Hipódromos; el
Decreto N° 6.216, con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Supresión y Liquidación del Fondo de Crédito
Industrial (FONCREI), publicado en la Gaceta Oficial N° 5.890 Extraordinario de 31 de julio de 2008; la
Ley Especial de Supresión y Liquidación del Instituto Autónomo Corporación para la Recuperación y
Desarrollo del estado Vargas (CORPOVARGAS), publicada en la Gaceta Oficial N°39358 de fecha 1°de
esquema uniforme de rendición de cuentas en materia de liquidación de sociedades
mercantiles.10
3. EL PROCEDIMIENTO.
Para definir la competencia en este tipo de procedimiento, hay que diferenciar entre las
rendiciones de cuentas que podemos definir como autónomas, por derivarse de una gestión
o administración de intereses ajenos en un negocio jurídico concreto, de aquellas que son
accesorias a procedimientos abiertos como la quiebra, liquidación, divorcio y otros que
implican conexión del juicio de rendición de cuentas, por las causas definidas en el artículo
52 eiusdem. Para la determinación del Tribunal competente, en caso de conexidad o
accesoriedad, se aplica el principio de la competencia del Tribunal que previno primero;
por el contrario, de ser una rendición de cuentas autónoma, deben aplicarse los criterios de
determinación por el territorio, la materia y la cuantía, con base a las características del
negocio jurídico o la gestión de intereses que originan la pretensión. En tal sentido, cabe
citar el siguiente criterio jurisprudencial:
febrero de 2010; o la Ley Especial de Supresión y Liquidación del Instituto Autónomo Fondo Único
Social (IAFUS), publicada en la Gaceta Oficial N°39358 de fecha 1°de febrero de 2010.
9
En el área bancaria el esquema de liquidación previsto en el Decreto N° 6.287, con Rango, Valor y Fuerza
de Ley de Reforma Parcial de la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras, publicado en
la Gaceta Oficial N° 5.892 Extraordinario de fecha 31 de julio de 2008; en cuanto al área de seguros, la
Superintendencia de la Actividad Aseguradora dictó la Resolución mediante la cual se prorroga el Proceso
de Liquidación Administrativa, de las Normas para la Liquidación Administrativa de los Sujetos
Regulados por la Ley de la Actividad Aseguradora, publicada en la Gaceta Oficial N° 39892 de fecha de
27 marzo de 2012. Igualmente, puedo citar la Providencia de FOGADE mediante la cual se dicta las Normas
para la Liquidación de Instituciones del Sector Bancario y Personas Jurídicas Vinculadas, publicada en la
Gaceta Oficial N° 39602 de fecha de 26 de enero 2011.
En el presente caso, se ha intentado el juicio de cuentas por vía principal; rige,
por tanto, el artículo 45 del Código de Procedimiento Civil, según el cual, se
propondrá la demanda ante la autoridad judicial del lugar en donde se hayan
conferido la tutela o la administración o ante el tribunal del domicilio, a
elección del demandante; en concordancia, en algunos casos, que también es el
de autos, con la parte in fine del artículo 43 ibidem, porque hay dos
demandados. Es lo que se conoce en doctrina como forum gestae
administrationis. Distinto hubiera sido el supuesto si la acción se hubiere 17
intentado por vía incidental, en cuyo caso el competente sería el juez que
conozca de la acción principal. La presente regla contiene una concurrencia
electiva de fueros para las demandas sobre rendición de cuentas de una
administración, entendiendo por este último vocablo que “administración” no
significa únicamente “conferida por el Juez”, sino otras, de cualquier
naturaleza y origen.
11
En s.S.C.C. Nº RC.00193-03. Ante un alegato posterior en la impugnación de la sentencia de reenvío, con
el argumento que desconoció la doctrina establecida en la precitada sentencia de Casación, por el hecho de
desestimar una prueba de experticia “porque faltaron algunos datos de los expertos, sobre algunos años y por
alguna insuficiencia de información sobre la raza del ganado que conformó parte de los bienes embargados”,
la Sala volvió a conocer el caso, esta vez por vía de nulidad (Cfr. s.S.C.C. N° RNyC-00510-07). En su
motivación, el accionante de la nulidad insistió en que, “como consecuencia de la desestimación de la
experticia que inadecuadamente hizo la recurrida, declaró con lugar la demanda intentada por la parte
actora, puesto que al estimarse esta prueba, automáticamente se estaría reconociendo que los demandados
cumplieron con la obligación de rendir cuentas reclamadas, lo que hace a su vez inaplicable los efectos del
contenido del artículo 677 del Código de Procedimiento Civil en cuanto a la condena a pagar lo reclamado
en la demanda; precisamente porque la experticia surgió de que efectivamente hubo la presentación de las
cuentas y al no haber acuerdo el Tribunal de la causa la ordenó para que se determinara lo conducente. Al
existir cuentas, entonces, queda eliminada la posibilidad de condenar a los demandados a pagar, cual si
fuese un simple cobro de bolívares, las sumas de dinero que temerariamente señala la parte actora en el
libelo”. La Sala al decidir la nulidad solicitada, ratificó que, “si bien el juez puede apartarse del dictamen de
los expertos, conforme al artículo 1.427 del Código Civil, no lo puede desechar alegando las razones
transcritas, como lo decidió en un caso muy similar la Sala Civil, Mercantil y del Trabajo de la extinta Corte
Suprema de Justicia (28/03/1874. GF N° 83. 2° et. pp 480 y ss). Una vez que los expertos adquieren los
conocimientos suministrados por peritos, pierde completamente toda trascendencia la fuente de adquisición
del saber, siempre y cuando esas informaciones sirvan de fundamento para el informe final y las
conclusiones. Los propios expertos lo confiesan así en el texto del informe: “revisión contable administrativa
en documentación, libros de contabilidad, estados financieros, declaraciones de rentas y otros comprobantes
y soportes administrativos y contables existentes en la Oficina Contable de Claudio Rivera, Contador de
Domingo Antonio Solarte y los existentes en la Hacienda La Unión, propiedad del Sr. Solarte”. O sea, la
cuenta fue formada mediante la consulta a los libros, comprobantes y demás papeles pertenecientes a uno de
los codemandados, en la hacienda propiedad de él, y en la oficina de su contador, porque es de notoriedad en
3.2 ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA ACCIÓN
el proceso que el ganado, una vez embargado, se “confundió” con el de propiedad del Sr. Solarte. Toda esa
documentación fue analizada por los expertos “exhaustivamente”; quiénes revisaron también balances
generales; declaraciones de impuesto sobre la renta y carpetas que respaldan o soportan las transacciones
contables que dan origen a los balances. En consecuencia, al desechar el informe de los expertos por las
razones analizadas precedentemente, la recurrida violó con ello el artículo denunciado, y también
directamente el 1.427 del Código Civil, no denunciado, pero que la Sala lo advierte en obsequio de una de
las finalidades del recurso de casación como es la integridad de la ley. Por las razones expuestas, se declara
procedente la denuncia examinada en este capítulo”. El argumento de parte es inocuo porque el resultado
final del cobro a favor del solicitante de la cuenta se produce al margen de la presentación de la cuenta por lo
que, a pesar de lo absurdo que pueda parecer, repito lo que digo en el aula: El juicio de rendición de cuentas
es un juicio dirigido a la definición de un título ejecutivo para el cobro por lo que su objetivo final no se limita
a obligar al demandado a la presentación de la cuenta.
12
En este punto me muestro en absoluto desacuerdo con la afirmación contenida en la precitada Sentencia de
la Sala de Casación Civil del 25 de abril de 2003 (s.S.C.C. Nº RC.00193-03)cuando afirma que “uno de los
problemas del juicio de cuentas, es que el actor no sabe cuál es el monto exacto del crédito adeudado por el
demandado, y no puede pedir la condenatoria a una suma de dinero determinada, en cuyo caso deberá
esperar que el accionado presente las cuentas o que el tribunal en su sentencia establezca el balance
correspondiente, para que el actor pueda entonces emplear esas cuentas o esa sentencia como título y, en
muchos casos, usando de la vía ejecutiva pueda obtener la satisfacción completa de su pretensión. Sin
embargo, ello no aconteció así en el caso de autos, porque el actor discriminó período por período los frutos
civiles que debieron producir los semovientes embargados, los cuales, agregados al valor de unos bienes
iii. Debe alegarse y acreditarse, en forma auténtica, la obligación que tiene el
demandado de rendirla o la mora en recibirla.
iv. Debe determinarse con exactitud el período de tiempo o negocio jurídico que
origina la gestión o administración de intereses ajenos.
20
El demandado, dentro del lapso de veinte días, presenta formal oposición siguiendo los
siguientes parámetros:
i. Alega haber rendido ya las cuentas o que éstas corresponden a un período distinto o
a negocios diferentes de los indicados en la demanda. La oposición no está limitada
a estas causales que, aunque aparezcan como taxativas en el texto de la Ley, han
sido ampliadas por la Casación Civil de acuerdo a elementos opuestos por la
contraparte que el sentenciador considere pertinente, lo que facilita la conversión
del proceso ejecutivo en ordinario. Efectivamente, en un caso en que los
demandados, en la oportunidad de presentar oposición a la demanda de rendición de
cuentas, optaron por no formularla y, en su lugar, promovieron la cuestión previa
muebles, totalizaron la cantidad de ochenta y siete millones seiscientos sesenta y cinco mil quinientos dos
bolívares con setenta y cinco céntimos (Bs. 87.665.502,75). Sobre esta cantidad era que debían rendir cuenta
los demandados; de lo contrario, debían ser obligados por la decisión del Tribunal al respecto. Al contrario
de lo sostenido por el recurrente, si se aplicara al caso de autos el contenido del artículo denunciado, en todo
caso, “el depositario será responsable de todos los daños y perjuicios que sufran los bienes depositados
mientras dure el depósito”. La sentencia definitiva podía modificar la cuenta eliminando partidas no
justificadas o asientos objetados y llenando aquellas que dejaron de poner los expertos en aplicación del
artículo 681 del Código de Procedimiento Civil, expresando en definitiva el balance que arroje la reforma y
fijando los montos definitivos. Sin embargo, esto es materia para la formalización del recurso de casación,
asunto que escapa a las atribuciones de esta Sala Accidental”. Precisamente, se debe establecer un quantum
de la obligación para que, en el supuesto de contumacia, la Sentencia del Tribunal sea ejecutable.
establecida en el ordinal 11º del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil,
relativa a la prohibición de la ley de admitir la acción propuesta, 13 la Sala de
Casación dio una interpretación extensiva a las posibilidades de la parte demandada
en los siguientes términos:
Ahora bien, dado que en el caso bajo decisión los demandados, como ya se
reseñó, al momento de la oposición en lugar de oponerse alegado cualquiera
de los supuestos preceptuadas en la referida norma, promovieron cuestiones
previas, corresponde a esta Sala en la presente denuncia examinar, si dicha
actuación puede concebirse en esa oportunidad procesal, o si por el contrario,
ello equivale a una falta de oposición (...) esta Sala de Casación Civil
determina que en el juicio de rendición de cuentas puede el demandado, al
momento de la oposición, alegar otras cuestiones previas o de fondo.
Interpretar lo contrario, implicaría una violación al derecho a la defensa del
demandado, pues éste sólo podría oponer cuestiones previas o de fondo en caso
de que su oposición procediera por alguna de las causales previstas en el
Código de Procedimiento Civil, con lo cual se desvirtúa el carácter saneador y
previo al contradictorio propio de esta clase de defensa.
13
s.S.C.C. Nº RC.00114-03; la cual fue ratificada por s.S.C.C. Nº RC.00702-04.
De lo anterior se colige en relación a los supuestos del caso en particular se
quebrantaron importantes principios procesales cuando el a quo declaró que
no hubo oposición, y se desconoció el efecto de los alegatos de resolución
previa formulados por los demandados, vicio no corregido por el Juez
Superior, no decretando la debida reposición a fin de restaurar el debido
proceso y preservar el derecho a la defensa, infringió los artículos delatados y
en consecuencia, la denuncia debe declararse con lugar, tal como se hará de
manera expresa, positiva y precisa en dispositivo de esta sentencia. Así se 22
resuelve.
14
La interpretación extensiva del artículo 673 del Código de Procedimiento Civil, ya había sostenida en
s.S.C.C. RC.00065-89, estableciendo: “...Estima la Sala, sin embargo, que antes de resolver el recurso en sí,
conviene al orden y claridad de la exposición, efectuar algunas precisiones doctrinarias en relación con la
procedencia o no de oponer cuestiones previas en esta clase de procedimiento especial, porque algunos
párrafos del escrito de formalización están dirigidos a negar esa posibilidad jurídica. Según el texto del
artículo 673 del Código de Procedimiento Civil (antes art. 654), pareciera entenderse que el demandado por
rendición de cuentas sólo puede oponer: a) el haber rendido ya las cuentas; y b) que éstas corresponden a un
período distinto o a negocios diferentes a los indicados en la demanda. Sin embargo, tanto la doctrina acerca
del derogado artículo 654 del Código de Procedimiento Civil de 1916, como la jurisprudencia que lo
interpretó, coinciden en no atribuirle carácter taxativo a la enumeración de las defensas que hace la Ley,
pues de ser así, se crearía una situación de manifiesta indefensión, en razón de lo cual se admitió que el
demandado pudiera oponer en esta clase de procedimiento otras excepciones, previas o de fondo, con la
única condición de que comprobara su alegación de modo auténtico. A estas defensas se les dará entonces la
tramitación procesal pertinente, según su naturaleza suspendiéndose por consiguiente el juicio especial de
cuentas y entendiéndose citadas las partes para el acto de contestación...”
respecto a la oposición de una defensa de fondo decidirla conjuntamente con
la sentencia de mérito, vicio este no corregido por el Juez Superior, al no
decretar la oportuna reposición a fin de restaurar el debido proceso y
preservar el derecho de defensa del demandante, por lo que a juicio de esta
Sala, causa un gravamen irreparable al demandante imposibilitando que se
instaure el procedimiento ordinario que le permitiera ejercer sus defensas a
través del acto de la contestación de la demanda, oportunidad única en la cuál
el actor podrá promover pruebas, presentar informes y obtener una sentencia 23
de fondo, así pues, el Juez de la recurrida infringió los artículos delatados y en
consecuencia, la denuncia debe declararse con lugar, tal como se hará de
manera expresa, positiva y precisa en dispositivo de esta sentencia. Así se
resuelve.15
El Juez debe formar juicio en cuanto a este obstáculo que, si no es superado, suspende el
juicio de cuentas y no permite que el proceso entre en su segunda fase. En efecto, sostenida
la oposición, después de la evaluación de que el actor presentó la prueba auténtica de la
obligación y de su extensión, el proceso continúa por los trámites del procedimiento
ordinario y las partes quedan automáticamente citadas para la contestación de la demanda,
la cual tendrá lugar dentro de los cinco días siguientes sin necesidad de la presencia del
demandante. Contra el auto de admisión de la demanda sólo se oirá apelación en el efecto
devolutivo.
15
s.S.C. N° RC.00192-05.
la contestación de la demanda…, (omissis)… continuando el proceso por los
trámites del procedimiento ordinario”.
La otra posibilidad del demandado es alegar que no tiene la obligación de rendir cuentas. Al
producirse la impugnación del deber de hacerlo, que es el presupuesto necesario para la
prosecusión de la acción, el Juez debe decidir con respecto a la existencia de la obligación.
Si decide sobre esa inexistencia, la consecuencia es que el actor carece del interés procesal.
Si se define la existencia de la obligación, el Juez determinará la prestación de cuentas por
el demandado y, de no cumplir con su obligación, aceptará los elementos contenidos en el
instrumento libelar.
El efecto de que el Juez evalúe que la oposición es infundada o que no se apoya en prueba
escrita es la orden dirigida al demandado para que presente las cuentas en el plazo de treinta
días computados a partir de la decisión que defina la incidencia. Contra esta determinación
sólo se oirá apelación en el efecto devolutivo. Asimismo, si el demandado no hace
oposición a la demanda o no presenta las cuentas, en el plazo de veinte días siguientes a su
intimación, se tendrá por cierta la obligación de rendirlas, el período que deben comprender
y los negocios determinados por el demandante en el libelo y se procederá a dictar
sentencia, dentro del lapso de quince días, contados a partir del vencimiento del lapso de
promoción de pruebas, sobre el pago reclamado por el actor en la demanda o la restitución
de los bienes que el demandado hubiere recibido para el actor en ejercicio de la
representación o de la administración conferida.
16
s.S.C.C. N° RC.00159-97.
Es importante advertir que tal efecto se materializa en la medida en que el demandado no
promueva alguna prueba que desvirtúe las presunciones de Ley, dentro de los cinco días
siguientes al vencimiento del lapso de oposición:
En tal caso, se abre un lapso de evacuación de veinte días después de admitidas por el
Tribunal, salvo que se trate de la prueba de experticia, que se constituye en la prueba por
excelencia en este tipo de juicios. La excepción sería entonces la aplicación del
procedimiento de evacuación de la prueba de experticia prevista en el Capítulo VI, Título II
del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. Cuando se abre el lapso de
evacuación de pruebas, el lapso de quince días para dictar la sentencia empieza a
computarse a partir de la conclusión de las pruebas. De tal decisión se oye apelación
libremente. El sentido de los lapsos y estrategias procesales en el juicio de rendición de
cuentas ha sido fijado por la Casación, en los siguientes términos:
17
s.S.C.C. Nº RC.00193-03, ya citada.
Si el demandado no promueve pruebas en los lapsos señalados, se tendrá por
cierta la obligación de rendir cuentas, el período que deben comprender y los
negocios determinados por el demandante, procediéndose a dictar el fallo
sobre el pago reclamado por el actor o la restitución de los bienes que el
demandado hubiere recibido en ejercicio de la representación o de la
administración conferida, todo de conformidad con el artículo 677 del Código
de Procedimiento Civil. 27
18
Sentencia de la S.C.C.C.S.J. del 29 de mayo de 1997 con ponencia del Magistrado Dr. Alirio Abreu Burelli,
en el juicio Penta Import C.A. contra Banco Unión S.A.C.A.
ESCENARIOS EN OCASIÓN DE LA INTIMACIÓN EN EL JUICIO DE CUENTAS
DEMANDA – INTIMACIÓN
28
OPOSICIÓN RENDICIÓN DE CUENTA NO SE PRESENTA
(Prueba escrita) (Plazo de 20 días) NO SE OPONE
1. Se rindió la cuenta
Evacuación
Lapso de 20 días
CONTESTACIÓN DE
LA DEMANDA
5 días después del vencimiento
del lapso de 20 días Sentencia
15 días a conclusión
evacuación
En la práctica existen dos fases en el juicio de rendición de cuentas: Primero el Juez decide
si el demandado está obligado a la prestación de las cuentas; después se define el quantum
del débito o del crédito. La acción de prestación de cuentas es bifásica, siendo que en la
primera etapa apenas es analizada la obligación de presentarla. A los efectos de la
prosecución del procedimiento, al margen de la posibilidad de materializar la oposición, 29
puede producirse la confesión ficta, si el demandado no se defiende ni presenta cuentas, o
puede el demandado reconocer la obligación pero contestar la demanda porque rechaza el
contenido y el pedimento de la demanda. Lo que no procede, en mi criterio, es la
posibilidad de reconvención.
Nuestro sistema procesal requiere que la presentación de cuenta se haga con un mínimo de
rigor técnico de contabilidad o de una forma que tornen compresivos los datos aportados al
proceso, acompañando los libros, instrumentos, comprobantes y papeles relacionados con
la misma. Para suplir el incumplimiento de tal obligación, el artículo 687 del C.P.C.
permite la utilización de la prueba de exhibición de acuerdo a los siguientes parámetros:
Todo esto para permitir al actor el examen de la cuenta y sus recaudos, dentro de los treinta
días siguientes a su presentación, para que el actor manifieste su conformidad u
observaciones. Sobre la presentación de la cuenta cabe la advertencia:
La aceptación de la cuenta por la parte actora tiene como efecto la terminación del juicio y
la activación de la etapa de ejecución de sentencia, si fuere procedente. Es importante
advertir que, aprobadas las cuentas, no hay lugar a una nueva revisión de ellas, salvo que
las partes intenten demandas, en el supuesto de errores, omisiones, falsedades o duplicación
de partidas. Considero que, en el supuesto de que el demandado no haya presentado las
cuentas a que estaba obligado, no le asiste el derecho a impugnar las cuentas presentadas
por el actor en el libelo.
19
La Sentencia de la Sala de Casación Civil del 25 de abril de 2003 anteriormente citada (s.S.C.C. Nº
RC.00193-03) declaró con lugar tres denuncias de infracción de ley: la primera, por error de interpretación
del artículo 681 del Código de Procedimiento Civil, cuya correcta interpretación es que los conocimientos que
aportan los peritos al juicio, son siempre derivados, no individuales y fungibles; no tienen que provenir de la
propia percepción o experiencia; la segunda, por error de interpretación del artículo 676 eiusdem, señalando
que la correcta interpretación está referida a que dicha norma no establece una forma sacramental para la
formación de la cuenta que debe rendir el demandado, pero sí establece tres requisitos esenciales
impretermitibles: i) claridad y precisión de los términos en que está concebida; ii) constancia de las
operaciones por cargos y abonos cronológicos año por año; y iii) comprobación de las partidas a través de la
presentación de los libros, comprobantes y papeles correspondientes a la cuenta. Y en una tercera denuncia,
declara con lugar la infracción del artículo 1.746 conjuntamente con el artículo 1.277 ambos del Código Civil,
por falta de aplicación, pues las partes al no pactar ningún interés debía aplicarse el porcentaje previsto en la
ley que es el del tres por ciento anual (3%).
ESCENARIOS UNA VEZ PRESENTADA LA CUENTA
PRESENTACIÓN DE LA CUENTA
Examen de la Cuenta 31
30 días
CONFORMIDAD OBSERVACIONES
No hay acuerdo
Experticia según
Lib. II, Tít. II, Cap. IV CPC
Fin del juicio
Ejecución de Sentencia
RELACIONADAS CON
SENTENCIA
15 días ss.
5. LA EXPERTICIA COMO PRUEBA FUNDAMENTAL EN LA
RENDICIÓN DE CUENTAS
Según la recurrida, una vez examinada la misma, observa que no es tal prueba
de experticia contable, tal como lo había ordenado la primera instancia, sino
que fue desnaturalizada convirtiéndola en prueba de inspección ocular, en
prueba de exhibición, en prueba de experticia veterinaria, en prueba de
informes, en prueba instrumental y en prueba de testigos, porque los expertos,
según el texto copiado íntegramente del informe, determinaron “tiempo de
preñez; tipo de ganado; destete y mortalidad,” propio de la medicina
veterinaria; cuando verificaron la “existencia y condición” de semovientes y
bienes muebles, actuaron como si estuvieran practicando una inspección
ocular; cuando examinaron en la Hacienda La Unión, propiedad de uno de los
codemandados, “otros documentos que se consideró oportuno solicitar durante
la revisión contable administrativa”, convirtieron la prueba de experticia en
prueba de exhibición; cuando los mismos expertos afirman que consultaron y
analizaron fuentes externas, con el fin de comprobar hechos, que identifican
detalladamente, se pone en evidencia que los expertos no se limitaron
únicamente a las pruebas del proceso; y cuando los expertos afirman que se
consideró el Decreto N° 624, -reforma otro N° 256,- que contiene normas
sobre política lechera, aplican la ley a una situación de hecho, función que solo
le corresponde a un juez. Todas estas razones influyeron en la recurrida para
desestimar la referida experticia, porque la prueba fue desnaturalizada de tal
manera que es imposible atribuirle valor probatorio, además de haberse
infringido la norma que señala a los expertos “ordenar la cuenta según sus
conocimientos en el arte de formarla”
La doctrina estima que los conocimientos que aportan los peritos al juicio, son
siempre derivados, no individuales y fungibles; no tienen que provenir de la
propia percepción o experiencia. Una vez adquiridos esos conocimientos,
pierde completamente toda trascendencia la fuente de adquisición del saber
(Rengel Romberg, Arístides. Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano
según el nuevo Código de 1987.Editorial Arte. Caracas 1997. Tomo IV. p 389).
Y una frase de Stein lo resume magistralmente: el perito que sabe sólo lo que
otros han descubierto, es de gran valor (El Conocimiento Privado del Juez.
Trd. Andrés de la Oliva Santos. Ediciones Universidad de Navarra. Pamplona.
España. 1973. pp 84 y ss). Las nociones precedentes se complementan con la
no exigencia a los expertos que sean científicos o técnicos, ni titulares de
alguna ciencia, arte o industria, porque la ley no lo expresa así, sino
únicamente que tengan conocimientos “especiales” o “prácticos”, ya que la
experticia no siempre versará sobre materia científicas o artísticas; ni siempre
será fácil encontrar personas con esos superiores conocimientos. Debido a
estas circunstancias, la ley habla propiamente de personas que por su 33
profesión, industria o arte, tengan conocimientos prácticos en la materia a que
se refiere la experticia (art. 453 C.P.C.). Al contrario de lo sostenido por la
recurrida, no se invalida dicha prueba sí las opiniones a las cuales arribaron
los expertos las obtuvieron de “fuentes externas” o se apoyaron en los
conocimiento técnicos de la “medicina veterinaria”.
Los puntos sobre los cuales versa la experticia los pueden someter a la opinión
de peritos versados en la materia, en el caso contables y veterinarios, para con
dichas informaciones emitir los expertos su informe final y las conclusiones
derivadas precisamente del procesamiento de los datos obtenidos. Si bien el
juez puede apartarse del dictamen de los expertos, conforme al artículo 1.427
del Código Civil, no lo puede desechar alegando las razones transcritas, como
lo decidió en un caso muy similar la Sala Civil, Mercantil y del Trabajo de la
extinta Corte Suprema de Justicia (28/03/1874. GF N° 83. 2° et. pp 480 y ss).
Una vez que los expertos adquieren los conocimientos suministrados por
peritos, pierde completamente toda trascendencia la fuente de adquisición del
saber, siempre y cuando esas informaciones sirvan de fundamento para el
informe final y las conclusiones. Los propios expertos lo confiesan así en el
texto del informe: “revisión contable administrativa en documentación, libros
de contabilidad, estados financieros, declaraciones de rentas y otros
comprobantes y soportes administrativos y contables existentes en la Oficina
Contable de Claudio Rivera, Contador de Domingo Antonio Solarte y los
existentes en la Hacienda La Unión, propiedad del Sr. Solarte”. O sea, la
cuenta fue formada mediante la consulta a los libros, comprobantes y demás
papeles pertenecientes a uno de los codemandados, en la hacienda propiedad
de él, y en la oficina de su contador, porque es de notoriedad en el proceso que
el ganado, una vez embargado, se “confundió” con el de propiedad del Sr.
Solarte. Toda esa documentación fue analizada por los expertos
“exhaustivamente”; quiénes revisaron también balances generales;
declaraciones de impuesto sobre la renta y carpetas que respaldan o soportan
las transacciones contables que dan origen a los balances. En consecuencia, al
desechar el informe de los expertos por las razones analizadas
precedentemente, la recurrida violó con ello el artículo denunciado, y también
directamente el 1.427 del Código Civil, no denunciado, pero que la Sala lo
advierte en obsequio de una de las finalidades del recurso de casación como es
la integridad de la ley.20
Por tal razón, en el caso de no existir acuerdo sobre la cuenta, se procederá a la experticia
prevista en el Capítulo VI, Título II del Libro Segundo de este Código y, a este efecto, el
Juez fijará día y hora para proceder al nombramiento de los expertos siguiendo las reglas
fijadas para tal prueba, con las siguientes excepciones: 34
20
Idem.
6. LA SENTENCIA
Los efectos de la rendición de cuentas, dado su carácter de juicio ejecutivo, surgen por la
definición del quantum de la obligación que se convierte en el saldo actualizado favorable a
quien compete recibirlo. Como ya indiqué, la decisión del Tribunal se convierte en un título
ejecutivo judicial y le abre al acreedor el proceso de ejecución inmediata. Por tal razón, 35
cuando el Juez proceda a sentenciar, debe resolver todas las dudas y observaciones
presentadas, aun cuando nada se hubiere contestado sobre ellas.
21
s.S.C.C. N° RC-00240-07.
22
En s.S.C.C. N° RC.00601-05: “...La apelación eleva a la instancia de alzada el conocimiento del asunto en
los mismos términos y condiciones en que lo conoció el de la cognición. Por ello, debe entenderse que el
Superior queda con plena jurisdicción sobre el asunto discutido, pudiendo resolver el fondo desvinculado al
pronunciamiento de la instancia inferior, pero sólo limitado respecto a la materia deferida por la
apelación...”