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Universidad Metropolitana de Honduras

13D3-filosofia / Campus Gracias

Teorías de la filosofía Mary Wollstonecraft

Grupo E

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Avelina Valentín Orellana 202401090


Britney Jasmin Mendez Oliva 202301527
Jennifer Hanai Cortes Alfaro 202400337
Yanci Yohana Vásquez Bautista 202400418

Master: Fanny Navarro

9 de febrero de 2024
Teoría de la educación equitativa de Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft, la primera filósofa feminista de la historia. Causó un
enorme revuelo en su época. La vida y la obra de Mary Wollstonecraft son un
ejemplo de la búsqueda de la independencia, que trató de contagiar a las
mujeres de su tiempo, pero también, y muy especialmente, a las generaciones
que estaban por venir.
En el siglo XVIII el sentido común dictaba que hombres y mujeres debían
recibir una educación diferente que se adaptase a sus distintas "naturalezas".
Esta idea fue cuestionada por Mary Wollstonecraft, que hizo algo
revolucionario: poner en duda la idea de que el hecho de que hombres y
mujeres se comporten de modo distinto signifique que eso debas ser así en
todos los casos o, incluso, promovido socialmente. En definitiva, esta referente
del feminismo más temprano señaló que, independientemente de nuestras
características biológicas, todos somos seres humanos y por
defecto merecemos un trato igual al margen de cualquier discriminación.
En una época en la que una fuerte tradición misógina difamaba a aquellas
escritoras que intentaban entrar en el «universo masculino de la literatura»,
considerando una «falta de recato» que osaran publicar y llevando a muchas a
permanecer en el anonimato, Wollstonecraft desafió con sus escritos las
sesgadas miradas de prominentes figuras intelectuales y formó parte del
estimulante círculo que incluía a Samuel Johnson y Thomas Paine. Como una
gran pionera de los movimientos feministas que surgirían años después, tanto
sus cartas como sus libros reflejan con gran audacia y originalidad una
exploración de los problemas sociales desde una posición que reconoce la
humanidad en su totalidad. Los ideales que defendía no habían sido
alcanzados hasta el momento ya que delineaban, sin considerar distinciones de
clase o casta, la igualdad social e intelectual de los sexos a la vez que
asociaban los privilegios de los hombres con la subyugación de la mujer. La
consistencia de su planteamiento por la justicia social permea toda su obra,
engranando un amplio espectro de temas como la tiranía con que ciertas
instituciones sociales oprimen al ser humano, la educación como base de
independencia y libertad, las nefastas consecuencias del matrimonio como
única alternativa «decente» para una mujer, las degradantes condiciones de los
trabajadores pobres y la corruptibilidad de los políticos. El pensamiento
filosófico de John Locke y el de Richard Price influyeron en su trabajo, con la
afirmación recurrente de que el crecimiento moral e intelectual eran
inseparables, iluminándose mutuamente la fe y la mente. Pero su referente
destacado fue la historiadora Catharine Macaulay que en 1790 publicó Cartas
sobre la educación, afirmando que si hombres y mujeres eran iguales ante Dios
también debían serlo en su vida terrenal, proponiendo un modelo educativo que
dejara de suprimir la energía natural de las mujeres hasta convertirlas, según el
ideal femenino de entonces, en personas dependientes, sentimentales y
débiles.
En Reflexiones sobre la educación de las hijas, primer libro de Wollstonecraft
de 1786, ya pueden identificarse ciertos trazos de las temáticas que se
expondrán en su Vindicación. Se trata de un conjunto de ensayos sobre los
cuidados en la infancia, con especial énfasis en la educación de las niñas. Si
bien eran comunes los libros de conducta, el suyo se diferenciaba de los
tradicionales, y fue su sorprendente enfoque lo que llamó de inmediato la
atención del editor Joseph Johnson, quien apostaría por su trabajo desde ese
momento. En un capítulo titulado «Situaciones desafortunadas», describe las
dificultades a las que se enfrentaban las jóvenes que debían ganar su sustento
porque sus padres habían perdido sus medios económicos. Gran parte del
contenido surgió de su propia experiencia, puesto que su progenitor era
alcohólico y había despilfarrado la herencia familiar. A los 19 años Mary dejó su
hogar para trabajar como dama de compañía de una viuda adinerada y luego
también como institutriz en una familia de raíces aristócratas. En contraste con
la realidad de su propia familia, estas vivencias le brindaron la oportunidad de
conocer y reflexionar sobre ciertos estilos de vida que conducían a existencias
superficiales y ociosas; puntualizando en la formación que se dirigía a las
mujeres, basada en una excesiva importancia en el aspecto exterior,
trivialidades y modales artificiales, pensados para impresionar al «sexo
opuesto». También ejerció como docente y en su firme compromiso con la
educación de todas las personas, expresó ideas revolucionarias para la
mentalidad de la época, como promover el ejercicio mental sin descuidar el
desarrollo emocional de niños y niñas, sin temor a formar mujeres inteligentes e
independientes y hombres preparados para experimentar y mostrar su
sensibilidad.
En 1788 publicó la novela Mary y el ejemplar de literatura infantil Relatos
originales de la vida real, que en su reedición de 1791 contó con ilustraciones
del poeta y grabador William Blake, xilografías que en perfecta armonía con el
estilo de Wollstonecraft rompían con la ornamentación rococó de principios del
siglo dieciocho y se centraban en iluminar los estados del ser.
Hasta ese momento, sus escritos se habían mantenido dentro de lo que se
consideraba géneros literarios menores, abiertos en parte a las mujeres:
ficción, libros de comportamiento e infantiles.

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