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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

Facultad de Humanidades

Etapa Terminal de Humanidades

Delgado García, Miguel

Núñez Morales, Marisol

182 / turno vespertino

La enseñanza de la pronunciación inglesa en hablantes hispanos

Psicolingüística

Impartida por Valeria Valencia Zamudio

Tijuana, Baja California, diciembre 11 de 2019


Introducción

En este trabajo abordaremos principalmente las situaciones que se presentan a un

hablante del español al adquirir una lengua extranjera (en este caso el inglés) y sus diversos

aspectos en ella, para poder obtener a futuro una mejor visión sobre cómo manejar un

idioma extranjero desde una enseñanza actualizada.

Gracias a diversos estudios fonético-fonológicos se puede intuir cuales son los

problemas más frecuentes de los alumnos y en dónde se les puede ayudar a mejorar,

logrando así un impulso para que estos estén más dispuestos a utilizar su conocimiento en

el extranjero, ya sea de una manera comunicativa oral y escrita.

Esto se hará con el fin de orientar adecuadamente al alumnado y maestro para que

se preparen a los problemas que se abordan en el ámbito educativo y a la necesidad de

comenzar tempranamente el idioma para su facilitación. Ya sea por el entorno en el que se

les rodea, o sólo una necesidad primaria del conocimiento para desenvolverse socialmente

ante estos.

Ante tales situaciones cabe destacar que en lo didáctico, la pronunciación para ellos

es la más difícil, por ello se deberían impulsar mayores formas para una mejor adquisición

de esta. Y a su vez, un mejor medio de enseñanza en el cual la lengua escrita para ellos no

les sea afectada.


La pronunciación y la corrección fonética

Es común que la pronunciación de las lenguas extranjeras se encuentre desatendida

y sin el tratamiento adecuado para su enseñanza, pues los docentes o carecen de materiales,

o los manuales y actividades no desligan pronunciación de corrección fonética. Así que si

escuchamos a un hispano hablando inglés y pensamos que no lo habla correctamente, lo

más probable es que sea porque la pronunciación sigue siendo una asignatura pendiente

(Bartolí, 2005).

La fonética y la pronunciación están tan relacionadas que a lo largo de la historia de

las lenguas se han confundido muchas veces. Sin embargo, lo cierto es que son materiales

diferentes y es necesario separarlas, ya que no es lo mismo enseñar fonética que enseñar

pronunciación. Para Cantero (1998), enseñar pronunciación significa mostrar las estrategias

que permiten formular adecuadamente y entender un discurso oral en su conjunto, a

diferencia de la corrección fonética, que se ocupa de los sonidos aislados y pocas veces del

habla en su totalidad.

La corrección fonética corrige los errores de pronunciación de la lengua estudiada

como si se tratara de un hablante defectuoso. Si la pronunciación del alumno no es correcta,

es porque no cumple las reglas. A esto Cantero lo llama perspectiva preceptiva de la

corrección fonética, según la cual el alumno no es responsable de su mala pronunciación,

sino su lengua materna, y es indispensable tratarlo como a un paciente que padece una

"patología del habla" (Bartolí, 2005).

Para hablar correctamente el idioma extranjero, es necesario desarrollar la

competencia fonológica: el conocimiento y la destreza en la percepción y la producción de


las unidades de sonido (fonemas) de la lengua y su realización en contextos concretos

(alófonos); los rasgos fonéticos que distinguen fonemas (sonoridad, nasalidad, oclusión,

labialidad); la composición fonética de las palabras (estructura silábica, secuencia acentual

de las palabras); fonética de las oraciones (prosodia): o acento y ritmo de las oraciones; o

entonación (Consejo de Europa, 2001). Sin embargo, hay algunos aspectos que dificultan la

adquisición de esta competencia.

En la enseñanza de una segunda lengua la pronunciación pasa a un segundo nivel

por poner mayor cuidado en la comprensión auditiva y la escritura ortográfica. Esto puede

ser válido considerando que si bien ayuda en la comprensión de hablantes nativos, no es

indispensable que sea exactamente igual. No se maneja en sí un método que oriente a los

alumnos, aunque algunos profesores consideran válida la imitación (Giovanni en

Backhouse, 2011). Otro factor que tomar en cuenta es que el aprendizaje se lleva a cabo

con el sistema ortográfico de la lengua estudiada, provocando cierta confusión debido a la

diglosia, más evidente para los hablantes no nativos (Márquez). Un recurso sugerido podría

ser la tabla internacional del sistema fonético.

Por supuesto, otros factores entran en consideración, como la edad. La flexibilidad

del sistema articulatorio se pierde conforme pasa el tiempo. Los sonidos no pronunciados

podrían nunca adquirirse, considerando que los niños pequeños dejan de distinguir todos

los fonemas después de los seis meses. Tomando en cuenta además que cada hablante se

desenvuelve en diferentes contextos, los profesores podrían argumentar que la

pronunciación es imposible de modificar (Backhouse, 2011).


Dificultades para hablar inglés

Estas dificultades involucran las diferencias fonéticas y fonológicas del inglés con

el español. Entre ellas se encuentran: el elevado número de fonemas vocálicos del inglés (a

diferencia del español, que sólo tiene 5 vocales, el inglés tiene 12); un sonido desconocido

para el español, la schwa /_/, presente en casi todas las palabras del inglés; y los 8

diptongos y 2 triptongos del inglés (Rojas, 2013).

Como el cerebro hispano está entrenado para dividir todos los sonidos vocálicos en

cinco clases, a la hora de escuchar a alguien hablar en inglés, el hispanohablante sólo

distingue cinco vocales [a, e, i, o, u], pero pronunciadas de manera “extraña”. Sólo tras

mucho escuchar, el estudiante va distinguiendo la variedad de las vocales inglesas,

diferenciándolas entre sí y también con respecto al español (Reyes & Martínez, 2016).

Algunos ejemplos de palabras frecuentemente mal dichas son:

bus [bʌs] and boss [bᴐs] bat [bæt] and but [bʌt]

live [lIv] and leave [liv] serious [sIriəs] and series [sIrIs]

En cuanto a las consonantes, vale destacar que los fonemas en inglés [∫], [t∫], [3] y

[d3] sheep, cheap, jeep, en español se reducen a [t3].

También el fonema inglés [h] puede resultar problemático. Por ejemplo, en house es

como la [j] española en la palabra jota, pero el símbolo es igual a su grafema h, y resulta

silente como en la palabra en español hielo (Reyes & Martínez, 2016).


Otro problema es que el hispanohablante no se da cuenta de que en el inglés son

dos fonemas diferentes los que generan cambio en el significado, mientras en la norma del

español uno de ellos puede ser un alófono. Algunos ejemplos de pares de fonemas en inglés

que constituyen errores comunes son:

● [b] [v] En español, la pronunciación del grafema v en la palabra vaca como fonema

bilabial.

● [b] o labiodental [v] mantiene su significado. No obstante, bowel movement

(deposición) es diferente de vowel movement (proceso de alargamiento o reducción

de una vocal, como la [ə], si está acentuada o no).

● [s] [z] Las palabras soup, cent, passage versus zebra, visit, dessert, que en la norma

del español por el proceso de seseo no constituyen dos fonemas distintos. Así

pronunciamos zapato y salud con [s].

● [y] y [d ] que pueden provocar confusión entre palabras como you / Jew.

● [s] y [Ɵ] en palabras como sin [sIn] y thin [ƟIn]

Otro hecho es que el estudiante, aunque no oiga el sonido, por asociación con el

español lo "escucha" al procesarlo mentalmente. Esto sucede con la combinación de

consonantes al inicio de la palabra en inglés, lo que da como resultado que se inserte el

sonido [Ɛ]. Como por ejemplo con studio - *estudio, space - *espace. Además, puede haber

conflictos con la entonación y el ritmo que llevan al desplazamiento de la sílaba tónica, ya

que el estudiante no la "escucha"; como el inglés no es una lengua fonética y el español sí,

en el inglés un fonema puede corresponder a dos o tres grafemas. Por ejemplo [f] en laugh,

y no a la correspondencia de uno a uno que se da en el español (Reyes & Martínez, 2016).


Recursos para mejorar el aprendizaje del inglés

Resulta muy común que en México la materia de inglés se enseñe desde la

secundaria hasta la universidad, según veamos los casos en las escuelas públicas, tengan

resultados deficientes en los alumnos. Razones hay múltiples, el maestro no está muy bien

preparado o motivado para impartir las clases, el alumno no está dispuesto aprender, el

programa de estudios es deficiente, por mencionar algunas de las complicaciones, por lo

que el estudiante lleva consigo el problema de no haber aprendido bien el idioma inglés.

Por ello, veremos algunos recursos útiles, como la conciencia lingüística, para fomentar un

mejor grado de aprendizaje del mencionado segundo idioma.

Conciencia lingüística de la lengua madre y del idioma a aprender

Pues bien, un recurso importante es la conciencia lingüística, esta es una parte

fundamental en el desarrollo de la comprensión del habla. Ésta se va adquiriendo con los

métodos de aprendizaje que se le proporcionen a la persona en el proceso de desarrollo

dado que: para que exista conciencia lingüística es preciso que el hablante sepa, por una

parte, que dentro de las posibilidades lingüísticas de su comunidad, puede utilizar varias

formas léxicas o variantes morfológicas “equifuncionales” y por otra que también conozca

la valoración social de las distintas formas (Smicht, 2010).

Para que pueda ser adquirida y mejor desarrollada es necesario tener conocimiento

de la inconsciencia lingüística, aquello que pasamos por alto, ya que incluso con la lengua

madre, entramos en un modo de “automatización”, tras el cual damos por hecho que

conocemos nuestra lengua y no nos interesamos por las reglas. Esto supone que cuando se

adquieren palabras, las personas no recuerdan momentos precisos en los que las adoptan,
sin embargo tienen una reserva de significados que ponen en práctica dentro del contexto

en el que se desenvuelven. Es por ello, que al hablar de conciencia e inconsciencia

lingüística es necesario comprender que a lo largo de los años y estudios realizados del

tema surge la discusión respecto a la relación requisitoria de ambos temas para el desarrollo

del lenguaje en el individuo; algunos teóricos aseguran que la lengua puede adquirirse de

manera inconsciente, mientras que otros reiteran la necesidad de la existencia de la

conciencia al momento del aprendizaje.


Metodología

Como parte del trabajo de campo se decidió optar por entrevistar a una persona, la

misma cuenta con características específicas, como el hecho de poseer como mínimo un

80% de nivel de inglés, ser mujer, y tener 22 años, mismo tiempo en el que ha radicado en

la ciudad de Tijuana, dato que la convierte en una persona comúnmente expuesta a utilizar

ambos idiomas.

Al sujeto de estudio se le asignaron dos frases para pronunciar, una en español y la

otra en inglés, las mismas comparten ciertos componentes (grafemas) que a su vez las

harían similares fonéticamente, tal como el hecho de la [t] o nombrar sílabas como [to], de

esta manera se buscará analizar las posibles diferencias que tendrían los sonidos cuando un

mismo hablante los menciona en distintos idiomas, las frases son “Todo cuanto toco flota”

en español, y “welcome to the king’s garden” en inglés. El análisis se llevará a cabo con la

aplicación Praat.

Resultados

Duración total en español.


Duración total en inglés.

Lo primero que podemos notar al comparar sus duraciones, es que la frase en

español se extiende un poco más que la que está en inglés, esto puede deberse a distintos

motivos, por ejemplo, que en la frase anglosajona existiera una mayor fluidez o se le diera

una interpretación más rápida a las palabras. Esto se debe a que la hablante buscaba crear

una reproducción más cercana al inglés norteamericano, además de que las palabras en

español llegan a ser un tanto parecidas, lo que probablemente hizo que la misma hiciera

alguna pequeña pausa al pronunciarlas.

Sílaba “To” en español.


Sílaba “To” en inglés.

Al analizar las sílabas “to” en ambas reproducciones pudimos percatarnos de cómo

nuestra hipótesis era correcta, pues la hablante sí llegó a pronunciar más fluido el idioma

inglés, al punto de casi no hacer espacios entre las primeras 3 palabras, por lo que fue un

tanto complicado buscar un momento en donde solo se lograra percibir el sonido de “to”, de

cierta manera esto evidencia cómo la entrevistada buscó interpretar un acento específico

para así lograr una pronunciación más aceptada del inglés.

Además, en la frase en español también se encontró una peculiaridad en la forma de

hablar de la participante, cosa que quedó aclarada por ella misma, pues mencionó que toda

su familia es proveniente del estado de Sinaloa, por lo que de cierta manera, su habla estaba

contaminada con el acento de ese lugar, cuestión que justificó porqué ella como hablante se

alejaba un poco del español “estándar”.


Conclusión

En la interpretación de los idiomas influyen diversos puntos a analizar, por ejemplo,

si una persona desea hablar inglés, su pronunciación tendrá ciertas peculiaridades por la

influencia de su idioma natal, o por la misma interpretación que ésta le otorgue (buscando

que su habla sea lo más parecida a la del país en específico que esté imitando), a su vez, la

importancia de ser consciente, tanto de la lengua madre, como del inglés, genera una mayor

retención, puesto que ya no es el uso de pura memoria, sino más bien se participa

activamente en el significado de las palabras.

Este fenómeno también afecta sutilmente la velocidad en la que se pronuncian las

palabras, pues el hablante puede considerar que la interpretación de las palabras en ese

idioma es más fluida.


Referencias

Backhouse, A. (2011). Los principales problemas fonéticos y fonológicos en la


enseñanza del español para extranjeros. Suecia: Högskolan Dalarna

Bartolí, M. (2005). La pronunciación en la clase de lenguas extranjeras. Phonica.


Volumen (1), pp. 1-27. Barcelona, España: Laboratorio de Fonética Aplicada.

Cantero, F. (1998). Conceptos clave en lengua oral. Conceptos clave en didáctica de


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Singapore: National University of Singapore, Centre for Language Studies. Traducción
nuestra

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