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LOS MAYAS

En el estado de Quintana Roo existen innumerables sitios arqueológicos que te harán


revivir la historia, no pierdas la oportunidad de adentrarte en el mundo maya por tu propia
cuenta y conocer lo que esta gran cultura ofrece.
La civilización o cultura maya fue una de las principales civilizaciones que se desarrolló en
la antigua Mesoamérica. Cultura muy destacada por sus elaborados sistemas de
escritura, numéricos y por el uso del calendario, así como por su impresionante arte y
arquitectura. Los antiguos mayas son bien conocidos por sus escritos, de los cuales se
puede leer una gran parte pues fueron descifrados luego de haber sido encontrados, así
como por sus avanzados cálculos matemáticos, astronómicos y calendáricos.
La Cultura Maya habitó la región de los bosques tropicales de las actuales Guatemala,
Honduras y Península de Yucatán sur del actual México.

Características de las Cultura Maya


En lo Social los mayas estaban divididos en 3 Clases (Familia real, Servidores del Estado
y Agricultores).
La economía se basaba en la agricultura, principalmente de maíz, frijoles y tubérculos.
Sus técnicas de irrigación del suelo eran muy avanzadas para la época. Practicaban el
comercio de mercancías con pueblos vecinos y en el interior del imperio.
Se levantaron pirámides, templos y palacios, demostrando un gran avance arquitectónico.
La artesanía también se destacó: hilado de tejidos, uso de tintas en tejidos y ropa.
La religión de este pueblo era politeísta, pues creían en varios dioses ligados a la
naturaleza.
Elaboraron un eficiente y complejo calendario que establecía con exactitud los 365 días
del año.
Así como los egipcios, usaron una escritura basada en símbolos y dibujos (jeroglíficos).
Registraban acontecimientos, fechas, recuento de impuestos y cosechas, guerras y otros
datos importantes.
Desarrollaron mucho las matemáticas, con destaque para la invención de las cifras
decimales y el valor cero.
Esta Cultura se basaba económicamente en la agricultura del maíz, producción realizada
por campesinos que vivían en los alrededores de las ciudades y estados.
La sociedad estaba rígidamente dividida en tres clases a las que el individuo pertenecía
desde el nacimiento. Primero, la familia real, incluyendo ocupantes de los principales
puestos del gobierno y los comerciantes. A continuación, servidores del Estado, como
dirigentes de las ceremonias y responsables de la defensa y cobranza de impuestos, en la
capa más baja, los brazaletes y agricultores.
NAHUATL
El término nahua hace referencia a una comunidad lingüística compuesta por una
serie de grupos que hablan la lengua mexicana, que heredaron de las grandes
culturas del Altiplano Central que llegaron a dominar la Cuenca de México y la
región mesoamericana en la época prehispánica. El vocablo nahua significa hablar
con claridad, con autoridad o conocimiento. Aunque en algunas regiones los
nahuas se refieren a sí mismos como macehuale campesino, tal vez haciendo
referencia a la antigua división clasista de las sociedades nahuas que dividían a la
población en pillis y macehuales. Estos últimos eran la gente común, los
tributarios, casi siempre campesinos.
Desde el punto de vista lingüístico, las lenguas nahuas también conocidas como
azteca, macehuali, mexicanero, mexicano, nahual o náhuat, pertenecen al tronco
yutonahua y junto con el pipil, lengua indígena centroamericana, forman la familia
náhuatl, cuya antigüedad es aproximadamente de 45 a 47 siglos.

Artesanías
Sus productos artesanales están destinados a cubrir necesidades cotidianas. Así
encontramos pueblos nahuas alfareros, herreros o dedicados a producir objetos
rituales como las aceras y papel picado, máscaras o la pirotecnia.
Festividades
En la Ciudad de México, por ejemplificar las festividades de las etnias nahuas, los
pueblos organizan 700 festividades a lo largo de un año. La mayoría de las
celebraciones rinden culto a los santos patronos de los pueblos y barrios, otras se
asocian al ciclo de la producción del maíz y algunas más, son las peregrinaciones
que anualmente parten a los santuarios de Chalma, Amecameca y a la basílica de
la Virgen de Guadalupe. Su organización está a cargo de las mayordomías. La
más importante se realiza en el mes de agosto en honor a la Virgen de la
Asunción. Las fiestas celebradas a los santos principales de cada pueblo son
denominadas fiestas mayores. Además de éstas, se realizan otras fiestas
dedicadas a santos menores: del barrio, de la cruz del pueblo, de la deidad que
cuida el bosque, etcétera. Todas las fiestas reflejan una clara organización
colectiva y reafirman la identidad del grupo.La participación de la comunidad se
hace presente de distintas formas, ya sea participando como parte de una
cuadrilla de danzantes, colocando los adornos de la calle, de la iglesia, o
cooperando con una cierta cantidad de dinero. Durante todo el periodo festivo se
dan intercambios económicos a nivel local, microrregional y regional. Otras fiestas
son las relacionadas con las prácticas prehispánicas, que en su mayoría se
relacionan con el calendario agrícola: la petición de lluvia, la bendición de las
semillas, la pizca y la cosecha. También existen las relacionadas con el ciclo.
MIXTECOS
Los vestigios más antiguos acerca de la ocupación de La Mixteca Alta
están fechados alrededor del 6000 a.C., entre esta fecha y el 700 a.C.
ocurre una constante transformación tecnológica que inicia la
civilización propiamente mixteca. En el periodo comprendido entre los
años 700 y 200 a.C., se establecen varias aldeas. De este último año
al 300 d.C., que corresponde al periodo Clásico, se forman el Estado,
la religión de Estado y el sistema de asentamientos en ciudades,
pueblos y aldeas. Esta etapa da paso a la siguiente fase entre los
años 300 y 1000 d.C., en la que se consolidan cinco centros
ceremoniales de gran importancia. Hacia 1458 se inician las
conquistas mexicas, y con ello la decadencia de los mixtecos, que
ocupaban hasta Tuxtepec y la Mixtequilla. Más tarde se rebelaron
varios pueblos y Tizoc, Ahuizotl y Moctezuma vuelven a extender sus
dominios en la región. La conquista de la Mixteca por parte de los
españoles se vio favorecida por la rivalidad con los pueblos vecinos.
De 1525 a 1530 se repartieron varias encomiendas, los españoles se
avecindaron en las cabeceras de las provincias y desde allí explotaron
a los conquistados. Las formas de trabajo de los españoles, la
encomienda y el repartimiento, pronto dominaron el panorama
económico. Los nuevos cultivos impusieron nuevas tecnologías en el
campo; de éstos destacan el trigo, la cebada, los cítricos, el higo, el
olivo, la vid y el plátano. También se introdujeron algunos animales
como asnos, caballos, mulas, bueyes, borregos, chivos, cerdos, aves
de corral y animales domésticos. Se introdujo el arado y el uso de
carretas de bueyes. La grana cochinilla y las telas de algodón
cobraron auge, igual que la producción de prendas en lana.
Los otomíes

Los otomies del Valle del Mezquital se autodenominan hñähñü de hñä


hablar y hñü, nariz; es decir los que hablan la lengua nasal o los que
hablan dos lenguas. El vocablo ñäñü, según ciertos autores proviene
de Otou, antepasado mítico, o bien se deriva del término othó que
significa pueblo sin residencia. A la llegada de los españoles los
otomíes vieron la posibilidad de liberarse del imperio azteca, razón por
la cual muchos otomíes les dieron todo su apoyo a los conquistadores.
Quienes no quisieron hacerlo se retiraron hacia las montañas,
desplazamiento que se acentuó cuando brotó una epidemia de viruela.
Durante el siglo XVII la ocupación de sus tierras, seguida por el
establecimiento de una misión, creó situaciones de inestabilidad; con
la colonización de las montañas ocupadas por los chichimecas, se
pretendió obligar a los nómadas a modificar su estilo de vida pasando
de la cacería a la agricultura. Los misioneros trataron de convencerlos
en forma pacífica, al mismo tiempo que los inducían al catolicismo. A
cambio prometieron ayudarlos con la distribución periódica de artículos
básicos, lo cual cumplieron pocas veces. Durante el siglo XVIII
muchos otomíes fueron expulsados hacia zonas más áridas y
marginales. El movimiento de Independencia no mejoró en nada sus
condiciones económicas. Los latifundios fueron divididos en pequeñas
propiedades para los criollos y mestizos, y los indios siguieron en
calidad de peones. La producción minera del estado de Hidalgo entró
en crisis y muchos trabajadores emigraron a la Huasteca y Mineral del
Monte, por lo que se registró un descenso de la población masculina.
Durante los años más difíciles de la guerra, muchos otomíes fueron
concentrados por la fuerza en Tulancingo. A pesar de todo, nunca
perdieron su lengua, crearon sus propios cantos, danzas, artesanías y
su cosmovisión.

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