Está en la página 1de 2

Nombre: Liza Karen Sarahi Muñiz Ambriz

Clave: 328824

Asignatura: Psicología de las masas

Profesor: Yair Jazim Govea Valladares

Actividad: Reporte de lectura

Identificación e Idealización

Freud, en su texto Psicología de las masas y el Analisis del Yo, explora el concepto de
identificación y su relación con el complejo de Edipo en la Psicología de las masas y el Análisis
del Yo. Describe cómo la identificación es la manifestación inicial de un vínculo emocional con
otra persona, y juega un papel crucial en la prehistoria del complejo de Edipo. Según Freud, el
niño desarrolla un interés especial en su padre y desea ser como él, mientras que al mismo
tiempo comienza a dirigir sus instintos libidinosos hacia su madre.

Freud señala que estos dos vínculos, uno sexual con la madre y otro de identificación con el
padre, coexisten inicialmente sin interferirse. Sin embargo, a medida que la vida psíquica del
niño tiende a unificarse, estos vínculos se acercan y se encuentran, dando lugar al complejo de
Edipo normal. En este complejo, el niño percibe al padre como un obstáculo en su relación con
la madre, lo que puede llevar a una identificación hostil con el padre y a un deseo de
reemplazarlo cerca de la madre.

Freud también menciona tres fuentes de identificación: en primer lugar, como un vínculo
afectivo primitivo con un objeto; en segundo lugar, como una sustitución regresiva de un
vínculo libidinoso con un objeto, mediante la introyección del objeto en el Yo; y en tercer lugar,
como una identificación que surge cuando el sujeto reconoce rasgos comunes con otra persona
que no es objeto de sus instintos sexuales.

Freud también menciona ejemplos de sustitución de objetos perdidos mediante la


identificación con ellos, como en el caso de un niño que, entristecido por la muerte de un
gatito, comienza a identificarse con el animal y adopta comportamientos animales.

En el texto “Los efluvios de las masas: un ensayo en torno al comportamiento colectivo y la


comunicación no verbal” de Fernando Ortiz Lachica, este sostiene que nos unimos a un grupo o
seguimos a un líder porque sentimos lazos afectivos con ellos, similar a como anhelábamos el
amor de un padre en el pasado. Seguir a un líder implica buscar su amor y proyectar en él
nuestro "ideal del yo", es decir, atribuirle las cualidades que deseamos poseer.

Citando a Freud, Fernando Ortiz Lachica refiere que el líder representa el Ideal del Yo de las
masas, aquello que desearían ser y las cualidades que desearían tener. A lo largo de la vida, las
personas construyen su ideal del yo basándose en diversos modelos, ya sean figuras públicas
como el papa Juan Pablo II o Lionel Messi, o incluso personajes de la cultura popular como el
vocalista de un grupo de rock. Cada individuo puede tener múltiples ideales del yo en
diferentes momentos, dependiendo de los grupos a los que pertenezca.

A pesar de querer ser el favorito del líder, la mayoría de las personas se conforman con
identificarse con otros seguidores del líder, creando así un sentido de comunidad y pertenencia
en el grupo. La idealización de los líderes explica en parte por qué las personas están
dispuestas a comportarse de manera irracional, dejando de lado su personalidad individual y su
pensamiento racional, para unirse a eventos de masas y seguir a un líder.

Por último, en el texto “Sublimación, idealización y subjetividad” de María Gérez Ambertím,


ella aborda el tema de la idealización desde una perspectiva que combina la obra de Freud con
los aportes de Lacan, quien fue un seguidor y lector crítico de Freud. Ambertímn sostiene que
la idealización es un proceso en el cual se magnifica y realza psíquicamente al objeto sin
cambiar su naturaleza. Este proceso puede ocurrir tanto en el ámbito de la libido propia como
en el de la libido dirigida hacia un objeto externo. Por ejemplo, la sobrevaloración sexual de un
objeto es un tipo de idealización de ese objeto.

La idealización, según Ambertím, implica un componente que favorece la represión, es decir, el


acto de mantener reprimidos deseos o impulsos no deseados en el inconsciente. En la
idealización, hay una predominancia de lo simbólico e imaginario que busca encubrir la falta o
inconsistencia percibida en el Otro, es decir, en la figura del objeto idealizado. La idealización
conduce a la exaltación del objeto y busca completar la falta percibida en el otro.

Según los aportes de estos autores, el Ideal del Yo, que comprende un conjunto de cualidades
que aspiramos poseer, desempeña un papel crucial en la identificación con un líder o miembro
de una masa. Sin embargo, no estoy completamente de acuerdo con la premisa de Freud sobre
la identificación infantil con el padre y la idealización de su masculinidad, desvalorizando la
feminidad. No obstante, estoy de acuerdo con estos textos acerca de que el líder representa el
Ideal del Yo, encarnando las cualidades que deseamos tener. Por ejemplo, al asistir a un
concierto de rock de un artista admirado, nos sumergimos en la experiencia colectiva,
idealizando no solo al líder: el artista, sino identificándonos con los demás oyentes.

Referencias:

•Freud, S. (1920-22/1992) Psicología de las masas y análisis del yo. Obras Completas. Volumen
XVIII. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu

• Gerez Ambertin, M. (2001). Sublimación, idealización y subjetividad. Tramas 17. UAM X.


México.

• Ortiz Lachica, F. (2013). Los efluvios de las masas: un ensayo en torno al comportamiento
colectivo y la comunicación no verbal. Revista Polis. Vol. 9. Núm. 1

También podría gustarte