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CÁNCER DE MAMA
Generalidades
El cáncer de mama en el mundo, es uno de los cánceres más comunes de cáncer, y actualmente
tiene una tasa de mortalidad anual alta, sobre todo en enfermedad avanzada. Hoy en día, la
necesidad de comprender la biología del cáncer de mama es evidente para todos, ya que un
mayor conocimiento al respecto brindará una visión más profunda y una perspectiva más
amplia, por lo que se podrían tomar medidas más efectivas para la prevención, el diagnóstico
temprano y el tratamiento de estos pacientes.
Incidencia
Sin embargo, en el Registro de Cáncer de Lima Metropolitana del año 2010-2012, cáncer de
mama es el cáncer más frecuente con una tasa estandarizada por edad de 41 por 100,000
personas, es decir, si extrapolamos a la población peruana total, habría cerca de 6,800 casos por
año, con una tendencia muy clara de aumento en la tasa de incidencia a través de los años, como
puede visualizarse en los siguientes gráficos
Una de las características más importantes que vemos en esta población con cáncer, es que en
comparación a otros países (incluso del mundo desarrollado), tenemos más cáncer de mama en
pacientes jóvenes (menores de 50 años).
Factores de riesgo
El riesgo estimado de por vida de cáncer de mama en las mujeres con mutaciones en BRCA1 y
BRCA2 oscila entre 40 y 85 %. Las portadoras con antecedentes de cáncer de mama tienen un
aumento de riesgo de enfermedad contralateral que puede alcanzar a 5 % por año. Las
mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2 también confieren un riesgo mayor de cáncer de ovario
u otros cánceres primarios.
Exámenes de detección
En ensayos clínicos se estableció que la detección por mamografía, con examen clínico de la
mama o sin este, disminuye la mortalidad por cáncer de mama. Otros exámenes usados para la
detección del cáncer de mama son: ecografía, imágenes por resonancia magnética, biopsia.
Desde el punto de vista patológico, el cáncer de mama puede ser una enfermedad multicéntrica
y bilateral. La enfermedad bilateral es, en cierto modo, más frecuente en las pacientes con
carcinoma lobulillar infiltrante. A los diez años del diagnóstico, el riesgo de cáncer de mama
primario en la mama contralateral oscila entre 3 y 10 %, si bien el tratamiento endocrino
disminuye el riesgo. La presentación de cáncer de mama contralateral se relaciona con un mayor
riesgo de recidiva a distancia. Cuando las portadoras de mutaciones en BRCA1 o BRCA2
recibieron un diagnóstico antes de los 40 años, el riesgo de cáncer de mama contralateral
alcanzó casi 50 % en los 25 años siguientes.
Las pacientes con cáncer de mama se someterán a mamografía bilateral en el momento del
diagnóstico para descartar una enfermedad sincrónica. A fin de detectar recidivas en la mama
ipsilateral de las pacientes sometidas a cirugía con conservación de la mama o un segundo
cáncer primario en la mama contralateral, las pacientes continuarán sometiéndose a
mamografías y exámenes físicos de la mama con regularidad.
Definimos un factor pronóstico como una característica del paciente que identifica subgrupos
que tienen diferentes resultados al margen del tratamiento dado.
El cáncer de mama por lo general se trata con distintas combinaciones de cirugía, radioterapia,
quimioterapia y hormonoterapia. El pronóstico y la selección de tratamiento dependen de las
siguientes características clínicas y patológicas (según las características histológicas e
inmunohistoquímicas convencionales):
• Receptor hormonal positivo.
• HER2/neu positivo.
• Triple negativo (RE, RP, y Her2/neu negativos).
Oncotype DX: el análisis génico Oncotype DX 21 es una prueba de perfil génico con la validación
clínica más extensa hasta el momento, aunque en una manera prospectiva-retrospectiva. Debe
ser para evaluación de pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos y
HER2 negativos, con enfermedad localizada en la mama y que no tienen compromiso ganglionar.
Se genera un puntaje de recurrencia (RS) de 21 genes de acuerdo con la expresión de cada uno
de ellos:
Los carcinomas de mama provienen del mismo segmento: conducto terminal de la unidad
lobular. La mayoría de cánceres de mama son adenocarcinomas, y constituyen más del 95% de
los casos. El carcinoma de mama se divide en carcinoma ductal in situ (DCIS) y carcinoma ductal
invasivo (CID). El CID es la forma más común de cáncer, representa 70-80% de la incidencia de
cáncer de mama en el momento del diagnóstico. DCIS es una proliferación intraductal no
invasiva potencialmente maligna de células epiteliales que se limita a los conductos. El
carcinoma invasivo o infiltrativo se refiere a la proliferación anormal maligna de células
neoplásicas en el tejido mamario, que ha penetrado a través de la pared del conducto hacia el
estroma.
Para el cáncer de mama en estadios I, II, IIIA IIIB ó IIIC operable a menudo se necesita un abordaje
multimodal de tratamiento. Las opciones de tratamiento estándar para el cáncer de mama en
estadio temprano, localizado u operable son las siguientes:
Cirugía
1. Cirugía para conservar la mama (tumorectomía) y biopsia del ganglio linfático centinela
(GLC). Disección de ganglios linfáticos axilares si los GLC resultan positivos.
2. Mastectomía radical modificada (remoción de toda la mama) y biopsia del ganglio linfático
centinela. Disección de ganglios linfáticos axilares si los GLC resultan positivos.
Reconstrucción de la mama es factible, posterior a la radioterapia, si estuviera indicada.
Todos los tipos histológicos de cáncer de mama invasivo se pueden tratar con cirugía
conservadora de la mama más radioterapia. Sin embargo, la presencia de cáncer de mama
inflamatorio es una contraindicación para realizar la cirugía, independientemente del subtipo
histológico. La enfermedad multifocal en la mama y antecedentes de vasculopatía de colágeno
son contraindicaciones relativas para esta cirugía.
El estado de los ganglios axilares sigue siendo el factor pronóstico más importante del desenlace
en pacientes de cáncer de mama. Los ganglios linfáticos axilares se estadifican para ayudar a
determinar el pronóstico y el tratamiento. La biopsia del GLC es el procedimiento inicial estándar
de estadificación para mujeres con cáncer de mama invasivo. El GLC se define como cualquier
ganglio que recibe drenaje directo desde el tumor primario; por lo tanto, permite ubicar más de
un GLC, que es el caso más frecuente. Se ha demostrado una concordancia de 97,5 a 100 % entre
la biopsia de GLC y la disección ganglionar linfática.
Radioterapia.
Linfedema del brazo sigue siendo una preocupación importante para la calidad de vida de las
pacientes de cáncer de mama. El tratamiento de modalidad única de la axila (cirugía o radiación)
se relaciona con una incidencia baja de edema del brazo. La radioterapia axilar en pacientes
sometidas a disección axilar puede aumentar el riesgo de edema del brazo. Se presenta edema
en 2 a 10 % de las pacientes sometidas a disección axilar sola en comparación con 13 a 18 % en
pacientes sometidas a disección axilar y radioterapia adyuvante.
Los medicamentos a elegir, dependerán del tipo molecular de cáncer de mama. Los agentes que
se usan son:
La quimioterapia adyuvante se relaciona con varios efectos tóxicos bien caracterizados que
varían de acuerdo con los fármacos específicos utilizados en cada régimen. Los efectos tóxicos
más comunes son los siguientes: náuseas y vómitos, mielodepresión, alopecia, mucositis. Los
efectos tóxicos menos frecuentes, pero graves, son los siguientes: insuficiencia cardíaca (si se
utiliza antraciclina), complicaciones tromboembólicas, menopausia precoz, segunda neoplasia
maligna (leucemia).
La radioterapia posoperatoria también se puede omitir en una paciente con ganglios axilares
histológicamente negativos después de la terapia preoperatoria, independientemente del
estado de los ganglios linfáticos antes de la terapia preoperatoria; esto permite la adaptación
del tratamiento a la persona.
Entre las posibles desventajas de este enfoque, se incluye la incapacidad para determinar un
estadio patológico exacto después de la quimioterapia preoperatoria. Sin embargo, el
conocimiento de la presencia de enfermedad residual puede proporcionar información
pronóstica más personalizada, como se señaló más arriba. El manejo multidisciplinario de
pacientes sometidas a terapia preoperatoria por un equipo experimentado es esencial para
optimizar los resultados.
De acuerdo con las pruebas disponibles, el tratamiento multimodal con intención curativa es el
estándar de atención para pacientes de cáncer de mama localmente avanzado o inflamatorio.
Las opciones de tratamiento estándar del cáncer de mama localmente avanzado o inflamatorio
pueden incluir los siguientes procedimientos:
• Cirugía para conservar la mama o mastectomía total con disección de ganglio linfático axilar.
• Quimioterapia.
• Radioterapia.
• Hormonoterapia.
La cirugía inicial generalmente se limita a una biopsia a fin de determinar las características
histológicas, el contenido de receptor de estrógeno (RE) y receptor de progesterona (RP), y la
sobrexpresión del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2/neu).
Se recomienda la terapia endocrina para aquellas pacientes con enfermedad metastásica con
receptores hormonales positivos. Sin embargo, las pacientes presentan resistencia a la terapia
endocrina de modo inevitable. Los modelos preclínicos y los estudios clínicos indican que los
inhibidores del blanco de la rapamicina en mamíferos (mTOR) podrían mejorar la eficacia de las
terapias endocrinas. El ensayo Breast Cancer Trial of Oral Everolimus (BOLERO-2 [NCT00863655]
fue un ensayo aleatorizado de fase III controlado con placebo en el que se asignó al azar a
pacientes de cáncer metastásico de mama con receptores hormonales positivos que es
resistente a los inhibidores de la aromatasa no esteroides para recibir el inhibidor mTOR
everolimus más exemestano versus placebo más exemestano o un placebo más exemestano. En
el momento del análisis provisional, la mediana de supervivencia libre de enfermedad fue de 6,9
meses para el everolimus más exemestano y de 2,8 meses para el placebo más exemestano (HR,
0,43; IC 95 %, 0,35–0,54; P < 0,001).
La adición de everolimus al exemestano fue más tóxica que el placebo más exemestano; los
episodios adversos más comunes de grados 3 o 4 fueron estomatitis (8 vs. 1 %), anemia (6 vs. <1
%), disnea (4 vs. 1 %), hiperglicemia (4 vs. <1 %), fatiga (4 vs. 1 %) y neumonitis (3 vs. 0 %).
La terapia con anticuerpos dirigidos a la vía HER2 se ha utilizado desde la década de 1990 y ha
revolucionado el tratamiento del cáncer de mama con HER2/neu positivo metastásico. Hay
varias sustancias dirigidas a HER2 (por ejemplo, trastuzumab, pertuzumab, ado-trastuzumab
emtansina y lapatinib) que se aprobaron para tratar esta enfermedad.
Trastuzumab
En un ensayo de fase III, las pacientes con enfermedad metastásica se asignaron al azar para
recibir quimioterapia sola (doxorrubicina y ciclofosfamida o paclitaxel) o la misma quimioterapia
acompañada de trastuzumab. Las pacientes tratadas con quimioterapia más trastuzumab
tuvieron una ventaja en la supervivencia global en comparación con aquellas que recibieron
quimioterapia sola (25,1 vs. 20,3 meses, P = 0,05). En particular, cuando se combina con
doxorrubicina, el trastuzumab se relaciona con una toxicidad cardíaca importante. Fuera de un
ensayo clínico, el tratamiento estándar de primera línea para el cáncer de mama metastásico
con sobrexpresión de HER2 es quimioterapia con un solo fármaco más trastuzumab.
Pertuzumab
Ado-trastuzumab emtansina
El ado-trastuzumab emtansina (T-DM1) es un conjugado anticuerpo-fármaco que incorpora las
propiedades antitumorales dirigidas al HER2 del trastuzumab con la actividad citotóxica del
inhibidor microtubular DM1. El T-DM1 permite el transporte de fármacos intracelulares
específicos a las células que sobrexpresan HER2, mejorando presuntamente el índice
terapéutico y disminuyendo al mínimo la exposición del tejido normal. El estudio de fase III
EMILIA o TDM4370g (NCT00829166) fue un ensayo aleatorizado sin enmascaramiento con la
participación de 991 pacientes de cáncer de mama con sobrexpresión de HER2, no resecable,
localmente avanzado o metastásico que se habían tratado antes con trastuzumab y un taxano.
Las pacientes se asignaron al azar a T-DM1 o lapatinib más capecitabina. La mediana de la
supervivencia libre de progresión fue de 9,6 meses con T-DM1 versus 6,4 meses con lapatinib
más capecitabina (HR, 0,65; IC 95 %, 0,55–0,77; P < 0,001). La mediana de la supervivencia global
fue más larga con trastuzumab emtansina versus lapatinib con capecitabina (29,9 vs. 25,9 meses;
HR, 0,75 [IC 95 %, 0,64–0,88]. La incidencia de trombocitopenia y el aumento de
aminotransferasa sérica fueron mayores en las pacientes que recibieron el T-DM1, mientras que
las incidencias de diarrea, náuseas, vómitos y eritrodisestesia palmo-plantar fueron más altas
en las pacientes que recibieron lapatinib más capecitabina.
Para las pacientes con cáncer de mama metastásico que portan una mutación de la línea
germinal de BRCA, se observó actividad del inhibidor oral de la poli (adenosina difosfato ribosa)
polimerasa (PARP). El BRCA1 y el BRCA2 son genes oncosupresores que codifican proteínas que
participan en la reparación del ADN a través de la vía de reparación de recombinación homóloga.
La PARP cumple una función fundamental en la reparación del ADN y se ha estudiado como
tratamiento para pacientes de cáncer de mama que albergan una mutación de la línea germinal
de BRCA. En el ensayo aleatorizado sin anonimato de fase III OlympiAD (NCT02000622), se
asignó al azar a 302 pacientes, en una proporción 2:1, a recibir olaparib (300 mg dos veces al
día) o terapia estándar (con capecitabina, eribulina o vinorelbina en monoterapia). Todas las
pacientes habían recibido antes antraciclinas y taxanos en el entorno adyuvante o metastásico,
y aquellas con enfermedad con receptores hormonales positivos también habían recibido
terapia endocrina antes. La mediana de supervivencia libre de progresión fue significativamente
más prolongada en el grupo de olaparib que en el grupo de terapia estándar (7,0 vs. 4,2 meses;
HR para la progresión de la enfermedad o la muerte, 0,58; IC 95 %, 0,43–0,80; P < 0,001). La
supervivencia global no difirió entre los dos grupos de tratamiento. El olaparib fue menos tóxico
que la terapia estándar, la tasa de episodios adversos de grado 3 o mayor fue de 36,6 % en el
grupo de olaparib y de 50,5 % en el grupo de terapia estándar; el grupo de olaparib presentó
con mayor frecuencia anemia, náuseas, vómitos, fatiga, cefalea y tos; el grupo de quimioterapia
presentó con mayor frecuencia neutropenia, eritrodisestesia palmoplantar y anormalidades en
las pruebas de funcionamiento hepático. Cabe agregar que en el análisis de subgrupos se indicó
que la mejora de la SSP con el olaparib fue mayor en el subgrupo Triple Negativo (HR, 0,43; IC
95 %, 0,29–0,63) que en el subgrupo de receptores hormonales positivos (HR, 0,82; IC 95 %,
0,55–1,26).
Quimioterapia
Las pacientes con progresión tumoral son aptas para la quimioterapia citotóxica. No se dispone
de datos que indiquen que la terapia combinada produzca un beneficio para la supervivencia
global en comparación con la terapia con un solo fármaco. Las pacientes con tumores con
receptores hormonales negativos y aquellas con metástasis viscerales también son aptas para
recibir fármacos citotóxicos. No hay datos que indiquen que la terapia combinada produzca un
beneficio para la supervivencia global en comparación con la terapia con un fármaco único. En
un estudio cooperativo del Eastern Cooperative Oncology Intergroup (E-1193), se asignó al azar
a las pacientes para recibir paclitaxel y doxorrubicina administrados ambos en forma combinada
o consecutiva. Aunque tanto la tasa de respuesta y el tiempo transcurrido hasta la progresión
fueron mejores en el caso de la combinación, la supervivencia fue igual en ambos grupos.
Por el momento, no hay datos que apoyen la superioridad de ningún régimen en particular. Se
pueden utilizar fármacos únicos o en combinaciones en sucesión para las pacientes que recaen
con enfermedad metastásica. A menudo se administra quimioterapia combinada si hay pruebas
de enfermedad rápidamente progresiva o crisis viscerales. No se observó que las combinaciones
de quimioterapia y hormonoterapia tuvieran una ventaja para prolongar la SG comparadas con
el uso consecutivo de estos fármacos. Para las decisiones relacionadas con la duración de la
quimioterapia, se pueden considerar los siguientes factores:
BIBLIOGRAFIA
https://www.cancer.gov/espanol/tipos/seno/pro
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S002072921500154X
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5862549/