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Lengua oficial y lengua nacional

En muchos países alrededor del mundo, la cuestión del idioma oficial y el idioma nacional es
crucial tanto en términos de identidad nacional como de política pública. Estos dos términos,
"lengua nacional" y "lengua oficial", no son necesariamente intercambiables y conllevan
connotaciones y significados distintos. En este texto, exploraremos las diferencias entre estos
dos conceptos y su relevancia.

A. Lengua Nacional

La "lengua nacional" se refiere al idioma que identifica a un país o nación en términos de su


historia, cultura y identidad colectiva. Es la lengua que la mayoría de los habitantes de una
nación hablan como su primera lengua o lengua materna. Esta lengua es frecuentemente un
factor unificador en la construcción de una identidad nacional y puede tener profundos vínculos
emocionales y culturales para sus hablantes.

La importancia de la lengua nacional radica en su capacidad para unificar a la población dentro


de una nación, proporcionando un medio de comunicación común y facilitando la transmisión
de valores culturales, tradiciones y conocimientos ancestrales de generación en generación.
Además, puede desempeñar un papel vital en la preservación de la diversidad cultural y
lingüística dentro de una sociedad.

B. Lengua Oficial

Por otro lado, la "lengua oficial" es el idioma designado por el gobierno de un país para llevar a
cabo funciones administrativas, legales y educativas dentro de su territorio. A menudo, pero no
siempre, coincide con la lengua nacional. En algunos casos, un país puede tener múltiples
lenguas nacionales pero solo una lengua oficial, lo que puede reflejar una diversidad lingüística
dentro de la nación.

La designación de una lengua como oficial implica que el gobierno reconoce y respalda su uso
en diversos contextos oficiales, como la administración pública, la educación y el sistema
judicial. Esto puede tener implicaciones significativas para los ciudadanos en términos de acceso
a servicios gubernamentales, participación en la vida política y oportunidades económicas.

Diferencias y Relación

Es importante destacar que mientras que la lengua nacional puede servir como un símbolo de
identidad cultural y cohesión social, la lengua oficial está más estrechamente asociada con las
funciones prácticas y administrativas dentro de un país. Aunque en muchos casos la lengua
nacional y la lengua oficial pueden ser la misma, no siempre es así, y esta distinción puede ser
especialmente relevante en países con poblaciones lingüísticamente diversas.

En conclusión, tanto la lengua nacional como la lengua oficial desempeñan roles importantes en
la configuración de la identidad nacional y la cohesión social, aunque tienen funciones y
significados distintos. La comprensión de estas diferencias es fundamental para abordar
cuestiones relacionadas con la política lingüística, la diversidad cultural y la igualdad de
oportunidades dentro de una sociedad. En el contexto universitario, el estudio de las lenguas
nacionales y oficiales puede proporcionar una perspectiva valiosa sobre las complejidades de la
identidad nacional y los derechos lingüísticos.
Hay varios países en todo el mundo donde se observan diferencias entre la lengua nacional y la
lengua oficial, lo que ha dado lugar a conflictos y tensiones en algunos casos. Algunos ejemplos
notables incluyen:

Bélgica: Bélgica es un país con tres comunidades lingüísticas principales: flamencos que hablan
neerlandés, valones que hablan francés y la comunidad germanófona. Aunque el neerlandés y
el francés son considerados las lenguas nacionales de sus respectivas regiones, ambas son
reconocidas como lenguas oficiales en todo el país. Los conflictos lingüísticos y políticos entre
estas comunidades han sido persistentes, con tensiones sobre el estatus y la promoción de cada
lengua.

Canadá: Canadá es un país oficialmente bilingüe, con el inglés y el francés reconocidos como
lenguas oficiales a nivel federal. Sin embargo, existen tensiones y conflictos en algunas
provincias, como Quebec, donde el francés es la lengua mayoritaria y se han dado luchas
políticas por su reconocimiento y promoción.

Sudáfrica: Sudáfrica es un país multilingüe con 11 lenguas oficiales, incluidas el zulú, el xhosa, el
afrikáans y el inglés. El zulú y el xhosa son las lenguas más habladas, pero el inglés es
ampliamente utilizado en el gobierno y los negocios. Aunque se han realizado esfuerzos para
promover la igualdad lingüística, persisten tensiones sobre el estatus y el uso de diferentes
idiomas en la sociedad sudafricana.

India: India es otro ejemplo de un país lingüísticamente diverso con múltiples lenguas oficiales
a nivel estatal y dos lenguas oficiales a nivel nacional: el hindi y el inglés. El hindi es reconocido
como la lengua nacional, pero su promoción a nivel nacional ha generado tensiones con las
comunidades que hablan lenguas regionales, lo que ha llevado a conflictos sobre la política
lingüística y el uso del hindi en todo el país.

En muchos otros lugares del mundo, las cuestiones relacionadas con el idioma siguen siendo
temas importantes en la política y la sociedad, y la forma en que se abordan estas diferencias
puede tener un impacto significativo en la cohesión social y la igualdad de oportunidades.

A continuación, se detallan algunos ejemplos de países y regiones donde el español ostenta


diferentes estatus lingüísticos:

España: En España, el español es la lengua oficial a nivel nacional y es hablado por la gran
mayoría de la población. La Constitución de 1978 establece que el español, también conocido
como castellano, es la lengua oficial del Estado español. Además, reconoce la diversidad
lingüística del país y garantiza el respeto y la protección de las lenguas cooficiales, como el
catalán en Cataluña, el gallego en Galicia y el vasco en el País Vasco y Navarra.

México: En México, el español es la lengua oficial y la más hablada. La Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos establece que el español es la lengua nacional y oficial del país.
Reconoce también la existencia de las lenguas indígenas y otorga derechos a las comunidades
indígenas para preservar y desarrollar sus lenguas y culturas, como el náhuatl, el maya, el
mixteco y el zapoteco, entre otras.

Argentina: En Argentina, el español es la lengua más utilizada. La Constitución Nacional no indica


cuál es la lengua oficial. En su artículo 14, la Carta Magna dictamina que todos los habitantes de
la nación tienen derecho a estudiar y aprender, aunque no indica cuál será la lengua de
enseñanza. Existe un Proyecto de “Ley del Idioma” de 2004. Y en ese año corrientes incluyó el
Guaraní como lengua oficial alternativa.
Con respecto a las Atribuciones del Congreso, el artículo 75 señala la obligación de sancionar
leyes de educación que respeten las particularidades provinciales y locales. Sin embargo, solo
menciona las lenguas indígenas entre tales particularidades, en tanto reconoce en el inciso 17
los derechos lingüísticos de los pueblos originarios a partir de la reforma de 1994.

La realidad es que, si bien se emplea mayoritariamente el castellano, contamos con un mapa


lingüístico de gran diversidad. Se hablan lenguas de pueblos originarios, como el guaraní, el
mapudungun (mapuches), el quechua o quicuua (noroeste), el aimara (jujuy) , el wichi ( de los
wichis o matacos) y el qom (tobas del gran chaco).En algunas regiones donde estas lenguas
tienen una presencia significativa, se promueve su enseñanza y revitalización como parte de los
esfuerzos para fortalecer la identidad cultural de las comunidades indígenas. Sin embargo,
persisten desafíos en cuanto al acceso a la educación bilingüe y el reconocimiento de los
derechos lingüísticos de estas comunidades.

Se advierten lenguas de inmigración, como el alemán, el árabe, el armenio, el chino, el coreano,


el francés, el ídish, el inglés, el italiano, el japonés y el portugués, entre otras. Y además, existen
formas híbridas, como el portuñol en la zona de frontera con Brasil y diversas mezclas de guaraní
y español tanto en la frontera con Paraguay como entre guaraníhablantes en otras zonas.

Dentro de este amplio abanico se encuentra también la lengua de señas argentina (LSA), que
utiliza la comunidad sorda.

Colombia: En Colombia, el español es la lengua oficial y predominante. La Constitución Política


de Colombia establece que el español es la lengua oficial del país. Reconoce la diversidad
lingüística de Colombia y garantiza el respeto y la protección de las lenguas y culturas de las
comunidades indígenas y afrodescendientes reconocidas como cooficiales en algunas regiones.

Perú: En Perú, la Constitución Política reconoce al español como el idioma oficial del país.
Además, se reconoce la diversidad lingüística y se protege el uso de las lenguas indígenas,
especialmente en áreas donde son predominantes.

Chile: En Chile, la Constitución establece que el español es el idioma oficial del país. Reconoce
también la existencia de otras lenguas, pero no les otorga un estatus oficial a nivel nacional.

Ecuador: La Constitución de Ecuador establece que el español es la lengua oficial del país.
Reconoce la diversidad lingüística y garantiza el respeto y la promoción de las lenguas
ancestrales de las nacionalidades y pueblos indígenas.

Bolivia: En Bolivia, la Constitución Política del Estado reconoce al español y al quechua como las
lenguas oficiales del país, y también garantiza la protección de otras lenguas indígenas. Además,
se establece el derecho de las personas a recibir servicios en su lengua materna.

Uruguay: La Constitución de Uruguay establece que el español es la lengua oficial del país.
Reconoce la diversidad cultural y lingüística y promueve la protección y promoción de las
lenguas indígenas y de otras comunidades.

Paraguay: En Paraguay, la Constitución establece que el español y el guaraní son los idiomas
oficiales del país. Reconoce el carácter bilingüe de la nación y garantiza el respeto y la promoción
de ambas lenguas.

Se denominan política lingüística a las decisiones adoptadas, generalmente por el Estado, sobre
el uso público de las lenguas. Incluyen, entre otras, fijar las lenguas oficiales de un país, decidir
las lenguas de la escuela, reformar la ortografía, fijar una terminología y determinar qué lenguas
se utilizan en los medios de comunicación.

En nuestro país, por ejemplo, la Ley de Radiodifusión Nº 22.285 de 1980 restringió la


programación en lenguas extranjeras: las emisiones debían difundirse “en idioma castellano” y
las que se difundieran en otras lenguas debían ser “traducidas simultánea o consecutivamente”,
con algunas excepciones (por ejemplo, las composiciones musicales o los programas de
enseñanza de lenguas).

Como toda regulación de las prácticas sociales, las políticas lingüísticas están vinculadas con
otras políticas: interior, exterior, económica, social, cultural. Por eso, resulta imprescindible
analizar las políticas lingüísticas en función de las coyunturas en las que se producen y de los
intereses que encarnan. Su carácter dinámico e ideológico explica, por ejemplo, por qué durante
la Guerra de Malvinas se prohibieron las denominaciones en inglés, pese a que las relaciones
económicas seguían estando subordinadas a los países anglófonos.

Por lo demás, a veces la política lingüística busca la resolución de problemas de índole práctica
con consecuencias concretas en el uso. Este fue el objetivo, por ejemplo, de los lineamientos
que la Ley 1420, llamada Ley de Educación Común, en 1884 diseñaba sobre la lengua. Pues con
la inclusión de “Idioma Nacional” como materia básica tanto para niños como en escuelas para
adultos se apuntaba a integrar cultural y económicamente a los inmigrantes. En el orden
simbólico esta medida buscaba conformar una nacionalidad en construcción cuando se pensaba
que las naciones debían ser monolingües.

La identidad social de una persona también se configura conforme a la lengua que utilice y la
forma en que se exprese. En suma, las lenguas no solo suponen una manera de representar el
mundo, sino que además ellas mismas son juzgadas desde una cosmovisión. A raíz de esto vale
decir que las lenguas permiten expresar ideas, pero también hablan de quienes las emplean.
Dicho de otro modo, las lenguas no solo son útiles o necesarias, sino que poseen una función
identitaria, es decir, contribuyen a construir identidades.

C. Español o Castellano

El español, conocido también como castellano, posee una notable influencia a nivel global,
siendo la lengua oficial en la mayoría de los países de América Latina y en España. Su presencia
se extiende más allá de estas fronteras, siendo hablado en comunidades significativas en Estados
Unidos y otras partes del mundo.

El idioma hablado en España y en gran parte de América Latina, así como por comunidades
hispanohablantes en otros lugares del mundo, es conocido comúnmente como "español". Este
término se deriva del latín "Hispaniolus", que significa "de Hispania", el nombre romano para la
península ibérica. Históricamente, "español" ha sido utilizado para describir la lengua
comúnmente hablada en el Reino de España y sus territorios coloniales.

Por otro lado, existe el término "castellano", que hace referencia específicamente al dialecto del
español que se originó en el Reino de Castilla, una región histórica en el centro de España. En la
Edad Media, el reino de Castilla tuvo un papel central en la unificación y expansión del idioma
español, y su dialecto se convirtió en la forma predominante del idioma que se hablaba en la
península ibérica.

La distinción entre "español" y "castellano" ha sido objeto de debate en diferentes momentos


de la historia y en distintos contextos geográficos. Algunas personas argumentan que el término
"español" es más inclusivo y refleja la diversidad de hablantes de la lengua en todo el mundo,
mientras que otros prefieren el término "castellano" por su vínculo histórico con la región de
Castilla y su papel en el desarrollo del idioma.

En la práctica, ambos términos se utilizan de manera intercambiable en la mayoría de los casos


y son ampliamente reconocidos como sinónimos para referirse a la misma lengua. La elección
entre "español" y "castellano" a menudo depende del contexto cultural, geográfico y personal
de los hablantes. En definitiva, tanto "español" como "castellano" son términos válidos y
aceptados para describir la lengua oficial de España y de muchos otros países hispanohablantes.

"El español no es solamente el idioma del país español, sino también el de una gran parte de
América Latina. El castellano, que se habla principalmente en Castilla, es solo una de las
muchas variedades del español". - Real Academia Española

"La denominación correcta de nuestra lengua es español, no castellano. Este último término
solo se justifica para designar uno de los dialectos románicos de España, el dialecto castellano.
Sin embargo, el español se habla también en otras naciones de América y en una parte de
África". - Andrés Bello

Estas citas provienen de algunos de los autores más reconocidos en el ámbito hispanohablante
y reflejan su perspectiva sobre la distinción entre "español" y "castellano" en el contexto del
idioma y la cultura.

El español es una lengua viva que trasciende fronteras y culturas. El término 'castellano',
aunque válido, tiende a limitar su alcance a la región de Castilla, mientras que 'español' abarca
toda la diversidad lingüística y cultural de los países hispanohablantes". - Mario Vargas Llosa

"El español es el idioma de Cervantes, un patrimonio compartido por más de 500 millones de
hablantes en todo el mundo. La denominación 'castellano' se refiere a una de sus variantes
regionales, pero 'español' es el término más adecuado para referirse a la lengua en su
conjunto". - Carlos Fuentes

"El español es mucho más que el dialecto castellano de una región particular. Es la lengua de la
literatura, la ciencia y el arte en un vasto territorio que abarca desde España hasta América
Latina. 'Castellano' puede ser un término adecuado en ciertos contextos, pero 'español' es la
denominación que mejor refleja su universalidad". - Isabel Allende

"El español es la lengua que nos une como hispanohablantes en un mundo cada vez más
interconectado. Mientras que 'castellano' puede evocar connotaciones regionales, 'español'
nos recuerda nuestra identidad común y nuestra rica herencia lingüística". - Gabriel García
Márquez.

D. Pahispánico
La Real Academia Española (RAE) define el término "panhispánico" como aquel que abarca o se
extiende por todos los países hispanohablantes, refiriéndose a cuestiones lingüísticas, culturales
o políticas que conciernen a todas las naciones y comunidades donde se habla español. Este
adjetivo se utiliza para indicar la universalidad o la amplitud que abarca toda la comunidad de
hablantes de español en el mundo.
En el ámbito lingüístico, el término "panhispánico" se emplea para hacer referencia a cuestiones
relacionadas con la normativa, la gramática, el léxico y la ortografía del español que se aplican
de manera común en todos los países hispanohablantes. Por ejemplo, la "Ortografía de la lengua
española" y el "Diccionario de la lengua española", elaborados por la Real Academia Española,
son obras de referencia panhispánica que buscan establecer criterios y normas que sean válidos
para todos los hispanohablantes, sin importar su ubicación geográfica.

En el ámbito cultural y político, el término "panhispánico" puede referirse a iniciativas, eventos


o proyectos que tienen como objetivo promover la unidad y la colaboración entre los países de
habla hispana. Por ejemplo, el Congreso de la Lengua Española, que se celebra periódicamente
y reúne a expertos, escritores y académicos de todos los países hispanohablantes, es un evento
de carácter panhispánico que busca fortalecer los lazos culturales y lingüísticos entre las
diferentes naciones.

En resumen, el término "panhispánico" se utiliza para denotar aquello que abarca o concierne a
todos los países y comunidades donde se habla español, ya sea en el ámbito lingüístico, cultural
o político. Representa la idea de unidad y colaboración entre los hispanohablantes de todo el
mundo

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