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Derecho Comercial I
DC−I · TERCER CUATRIMESTRE
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cionado especialmente para usted.
Índice
Propósito 4
Competencias 6
Objetivos 7
Contenidos mínimos 8
Contenidos 8
Bibliografía 10
Planificación 10
Metodología 11
Evaluación 12
Mapa conceptual 13
Módulos
› Módulo 1 14
› Módulo 2 45
› Módulo 3 63
› Módulo 4 74
Importante
Por ello, nos avocaremos a conocer este proceso de unificación legislativa que ha dado
nacimiento a este nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, cuya reciente vigencia
rige todas las relaciones de derecho privado de nuestra sociedad.
El hecho de haberse unificado en un solo cuerpo normativo todo el derecho privado, sin
que exista el distingo o la distinción legislativa entre actos civiles y actos de comercio, no
quiere decir en modo alguno que en la realidad no existan actos que, por su naturaleza,
origen, finalidad, etc., no sigan siendo considerados actos de la vida civil o actos de co-
mercio. En la materia comercial, el sustento que le da, le ha dado y le seguirá dando a su
existencia es justamente esa realidad que nosotros llamados comercio. Sin que existiera
una realidad que regular no habría necesidad de regulación. Si no existiera el comercio,
no habría derecho comercial. Pero como sí la hay, y esa realidad es tangible, es que, aun-
que no legislativamente, el acto de comercio continúa existiendo.
Solo a fines ilustrativos, seguramente en los últimos meses usted ha viajado en un trans-
porte público automotor, comprado en un kiosco una golosina, adquirido una entrada de
cine, quizá ha utilizado una tarjeta de crédito, tal vez ha contratado un seguro, o ha tra-
mitado y obtenido un crédito en una entidad bancaria. Todos esos actos y muchos otros
que realizamos diariamente, son económica y naturalmente comerciales, y por lo tanto
quedan atrapados bajo la órbita del derecho comercial.
Por ello, en el módulo uno de la materia estudiaremos la realidad del derecho comercial
“El comercio y el Derecho Comercial” (como rama del derecho privado), cuya conceptualiza-
ción nos permitirá adentrarnos en el estudio de esta disciplina que regula las actividades
mercantiles.
Para resaltar alguna de sus características, que le son propias, podemos destacar su cons-
tante evolución, acompañando la continua mutación que presenta la actividad comer-
cial. Por ejemplo, si un país tiene normas jurídicas mercantiles que no son continuamen-
te revisadas, es porque la realidad social que tiene destinada a regir tampoco presenta
cambios, y ello nos induce a pensar en una economía estancada.
En el módulo dos, “Los sujetos de las relaciones mercantiles”, estudiaremos a los sujetos de
las relaciones comerciales, lo que económicamente podemos seguir llamando comer-
ciantes, pero ahora sin un concepto establecido expresamente en el nuevo código ya que
se ha suprimido el llamado estatuto personal del comerciante, y reemplazado ello por
quien realiza una actividad económica organizada. Es así que estudiaremos al comer-
ciante individual, sus derechos y obligaciones, específicas y genéricas, citando por caso el
llevado de una contabilidad organizada y la obligación de rendir cuentas. También serán
objeto de estudio, como persona jurídica comerciante por excelencia, las sociedades en
general, sus requisitos comunes y los tipos societarios existentes.
Contando ya con estos elementos, nos adentraremos en el estudio del módulo tres, “La
teoría general de la contratación. El nuevo sistema legal. Obligaciones y Contratos. Su unificación”
que trata sobre el contrato como eje de las relaciones de derecho privado entre las perso-
nas, es decir el acuerdo de voluntades con influencia en el campo del derecho, analizan-
do los principales aspectos de la teoría contractual. Reviste fundamental importancia co-
nocer los aspectos generales de la contratación, puesto que sin ellos no podemos iniciar
la consideración de los principales contratos, los cuales ocupan nuestra materia de allí en
adelante. El concepto de contrato, su clasificación, la forma y la prueba de los mismos, el
proceso de formación del contrato, las resoluciones contractuales, son los aspectos fun-
damentales que rigen este módulo.
Al finalizar la asignatura, y con el estudio del módulo cuatro, “La compraventa mercantil. El
contrato de seguro”, consideramos dos contratos clásicos como la compraventa y el seguro;
el primero como el contrato madre de la actividad comercial en general, y el segundo por
su importancia económica ya que permite otro sinnúmero de actos y contratos de una
manera accesible, facilitando así la producción y comercialización de bienes y servicios.
Competencias
Disciplinares
› Reconocer las necesidades sociales en relación con las transformaciones del De-
recho en un contexto de Estado republicano de derecho y con compromiso con
los Derechos Humanos.
Tecnológicas
Transversales
Objetivos
› Iniciar el estudio del derecho mercantil como rama del Derecho Privado, para recono-
cer sus aspectos jurídicos y económicos.
› Identificar quién realiza una actividad económica organizada como persona tanto,
humana como jurídica, individual y colectiva, para delimitar claramente sus derechos
y obligaciones.
Contenidos
Módulo 1: El comercio y el Derecho Comercial
El comercio: concepto económico y jurídico. Breve reseña histórica y principales criterios
orientadores a lo largo de la historia. Sistemas subjetivo y objetivo de derecho comercial.
Concepto y caracteres del derecho comercial. Análisis de cada uno de ellos.
Autonomía del derecho comercial. Clases. Nuevo Código Civil y Comercial. Unificación
legislativa. Método y generalidades.
Teoría general de los Títulos de Crédito. Su incorporación al Código Civil y Comercial. Le-
tra de cambio, pagaré y cheques. Leyes especiales.
› VÍTOLO, Daniel Roque: “Manual de Derecho Comercial”, Buenos Aires, Ed. Estudio
2016 /2017
› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.info-
leg.gob.ar/
Complementaria
› Ley 24240. Ley 11867. Ley 12962. Ley 24452. Ley 19550. Ley 17418.
› FAVIER DUBOIS, Eduardo (h). Manual de Derecho Comercial, Buenos Aires, La ley
2016. Editorial Buenos Aires. 2016
› RIVERA, Julio C y MEDINA Graciela. Código Civil y Comercial de la Nación. Buenos
Aires, La Ley 2015.- Editorial Buenos Aires. 2016
Planificación
Porcentaje estimativo por módulo según la cantidad y complejidad de contenidos y ac-
tividades:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
MÓDULO 1 MÓDULO 2 ✔ 1 MÓDULO 3 MÓDULO 4 ✔ 2
Regularidad
Para alcanzar la condición de alumno regular usted deberá aprobar la Evaluación Inte-
gradora dentro de los plazos previstos para el cursado.
Si reprueba esta instancia podrá reelaborar la evaluación según los requerimientos del
docente.
Examen Final
Deberá rendir, en condición de regular, una evaluación final que se realizará a través de
un examen escrito integrador, presencial, en el periodo que disponga la Universidad.
Contenidos
Este módulo comienza con el análisis del concepto de Derecho Comercial y de la materia
específica que regula: el comercio. Se realiza un estudio del derecho mercantil a través
del tiempo y de las distintas concepciones que lo han regulado desde antaño a nuestros
días.
Hemos de estudiar los aspectos generales del derecho mercantil, su vinculación con las
demás normas jurídicas y sus caracteres jurídicos. Consideraremos de manera prepon-
derante el carácter evolutivo, como forma de medir el continuo devenir del derecho mer-
cantil y su influencia sobre el marco económico general de cada país, poniendo el acento
en su autonomía y las fuentes de la que éste surge.
El proceso de unificación legislativa ocurrido en nuestro país en 2015 también será mo-
tivo de especial estudio y atención, abordando sus antecedentes y la lograda unificación
coronada con la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.
En el final del módulo se estudiará también la llamada teoría general de los títulos de
crédito -que ha sido incorporada al nuevo código-, y sus requisitos comunes, para luego
sí abordar en forma general a algunos de ellos en forma especial, como la letra de cam-
bio, el pagaré y el cheque. Hoy en día la actividad comercial, fabril o empresarial gira a
través del crédito, por lo que la existencia y utilización de estos documentos se torna un
imperativo necesario para la instrumentación, circulación y protección de dicho crédito,
produciéndose día a día nuevas incorporaciones de títulos creados a fin de permitir la
circulación de la riqueza. Ejemplo de ello es el cheque de pago diferido, que ha venido
a llenar una necesidad comercial y dar forma legal a una práctica cotidiana de la vida
comercial.
Abordaremos esta cuestión desde el punto de vista teórico pero sin descuidar los aspec-
tos prácticos, motivo por el cual hemos de analizar casos jurisprudenciales que han sen-
tado una línea en la cuestión.
Una vez finalizada la lectura de esta presentación, le proponemos realizar las actividades
propuestas en este módulo para afianzar sus saberes y tomar como referencias las nor-
mativas señaladas en el módulo.
El comercio
El comercio es una de las actividades que el hombre realiza desde la antigüedad y co-
menzó cuando no pudo satisfacer por sí solo, en su tribu o pueblo, sus propias necesida-
des y se vio obligado a intercambiar bienes con otros, siendo el trueque la primera forma
de comerciar.
La primera vía elegida para ello fue la navegación, ya que tanto los ríos como el mar, ante
la inexistencia de caminos seguros, fue el medio para el traslado de las mercancías, espe-
cies o riquezas. Con el devenir histórico, esa forma primitiva de comerciar fue mutando y
evolucionando, apareciendo el intercambio, la riqueza metálica, el papel moneda, la em-
presa de fábrica, la empresa de servicios y muchas otras formas ya mucho más modernas
de comerciar. Todo ello como un hecho de la realidad que el derecho ha reconocido como
actos de comercio en general.
En primer lugar, analizaremos el concepto económico del término, y luego nos adentra-
remos en el jurídico. Esto se debe a que el primer aspecto es restringido en relación al
segundo, el cual abarca situaciones que la ley declara mercantiles.
Se ha dicho que el comercio contiene cuatro aspectos que lo caracterizan, a saber: 1) acti-
vidad de intermediación; 2) deja inalteradas las cosas; 3) habitualidad; 4) ánimo de lucro.
Analizando estos requisitos surge evidente que la realidad económica del comercial es
justamente la intermediación. Alguien que se interpone en el intercambio de bienes y
servicios, o para decirlo más claro, alguien que se pone al medio entre quien tiene un
bien y quiere desprenderse de éste, y quien quiere adquirir dicho bien. Entonces será en-
tonces mercantil la actividad, en su aspecto económico, cuando se limite al intercambio
sin el agregado de manufacturación de las mercaderías y para lucrar. Este último aspec-
to no se presenta sólo cuando se logra una diferencia económica, sino también cuando
se especula en hacerlo, aunque en una primera etapa no exista beneficio económico di-
recto. Así que se sostiene, a nuestro juicio acertadamente, que existirá comercio cuando
mediante una actividad de intermediación se especula en la obtención de un beneficio
económico futuro, motivo por el cual el ánimo de especular es lo caracterizador, más allá
del real beneficio obtenido en la transacción.
En suma, el comercio, visto desde el punto de vista económico, tiene como características
primordiales la intermediación de los productos, realizada con el espíritu de obtener una
ventaja patrimonial, real, actual o futura.
Es por esto que podemos decir que el comercio, jurídicamente, es el conjunto de relacio-
nes de derecho engendradas por las diversas actividades que nuestra legislación vigente
reconoce como mercantiles, siendo más amplio que el anterior este concepto. Aquí no
Énfasis tiene mayor relevancia la intermediación ni el ánimo de lucrar, ya que veremos luego que
el legislador ha considerado comerciales actos en donde estos dos elementos ni siquiera
existen.
Ejemplo de ello son los actos de navegación, los títulos de crédito y los llamados actos
conexos a la actividad comercial. En consecuencia, lo que es considerado comercio en
sentido económico, siempre lo es en lo jurídico, pero jurídicamente existen actos de co-
El Derecho Comercial nació como una rama del derecho privado, por exigencias del mo-
mento histórico. Existe una íntima correlación entre el momento histórico y el derecho
mercantil, lo que explica su evolución de acuerdo al signo de los tiempos que se viven.
En Roma, y ello resulta importante por su penetración legislativa posterior en gran parte
de la Europa continental y luego en nuestras tierras por imperio de la colonización, no se
conocieron normas orgánicas de derecho comercial.
Esto es así, ya que el derecho romano era un derecho para el ciudadano romano y éste
no comerciaba. La actividad comercial era considerada una actividad menor y un tanto
despreciable. Sin embargo, el comercio existía pero era regulado por otro derecho, con-
suetudinario, no oficial ni escrito, que se denominaba Derecho de Gentes, siendo éstas las
gentes, los habitantes del imperio que no gozaban del estatus de ciudadano romano.
Desde la caída del Imperio Romano y fundamentalmente a partir de los siglos XIV y XV,
se comienza a dar un perfil subjetivo al derecho comercial y a concebirlo como la rama
que regula la actividad de un determinado sector: los comerciantes.
El derecho estatutario que nace en las distintas ciudades italianas tiene singular relevan-
cia en la aparición del derecho comercial. Incluso en aquellas se comienzan a resolver las
cuestiones entre los comerciantes mediante una jurisdicción comercial que actúa ex bono
et aquo, o sea, de acuerdo al leal saber y entender. Los procesos eran sumarísimos, sin
formalidades, y los jueces resolvían de acuerdo a los principios de la equidad.
Esta tendencia se acentúa aún más en la Edad Moderna, donde la progresiva generali-
zación del derecho mercantil lo expande hacia los no comerciantes, regulando aspectos
generales de la vida comercial, como por ejemplo la letra de cambio.
Pero ese derecho comercial de base corporativa y subjetiva, basado en la calidad comer-
cial del sujeto, se ve destruido en forma posterior, fundamentalmente por la célebre Ley
de Chepalier de 1791 y los Edictos de Turgot que prohibían y abolían toda forma de agru-
pación en base a corporaciones, permitiendo el acceso al comercio a toda persona, in-
dependientemente de su calidad de comerciante. Se trata del espíritu de la Revolución
Francesa.
Por otro lado, los códigos italianos de 1865 y español de 1829 ya se inclinan directamente
por el sistema objetivo, regulando la actividad cumplida por los comerciantes y por los
particulares, y generalizando de esta manera el derecho comercial. Triunfa en definitiva
la teoría objetiva del derecho comercial, luego recogida por nuestro código de comercio.
Vencido Rosas por Urquiza en Caseros, y habiendo regresado Sarmiento del exilio chi-
leno al país, éste le propone a Vélez Sarsfield la elaboración de un código civil, en lo que
el país trasandino ya había avanzado. Esto además porque legislativamente la sanción
de la Constitución Nacional de 1853 delegaba en el poder legislativo el dictado de los
códigos civil, comercial, penal y de minería. Vélez Sarsfield rechaza dicha propuesta y
por el contrario propone la elaboración de un código de comercio, teniendo en cuenta la
creciente actividad comercial y la importancia del puerto de Buenos Aires como centro
de la actividad comercial. Se avoca a dicha tarea conjuntamente con el Dr. Eduardo Ace-
vedo y en 1859 se sanciona el Código de Comercio, que fue aprobado para la Provincia de
Buenos Aires, gobernada por Valentín Alsina, por encontrarse la misma separada de la
Confederación. Cuando se unifica la Nación, luego de la derrota de Urquiza a manos de
Bartolomé Mitre, dicho código se nacionaliza y pasa a ser el Código de Comercio Argenti-
no en 1862. Fue un código innovador, inspirado en el derecho francés, español, portugués
y el proyecto de Wattemberg. En un principio constaba de cuatro libros: 1) personas de
comercio, 2) actos de comercio, 3) derecho de navegación, y 4) insolvencia de comercian-
Conforme los directores del proyecto de unificación, se tuvieron en cuenta distintos an-
teproyectos y proyectos anteriores, como el de Bibiloni (1926), Llambías (1954), y los pro-
yectos de 1987, 1993 y 1998. Es necesario decir entonces que la unificación legislativa de
estas dos ramas del derecho privado no fue una novedad, ya que como se desprende de
lo antedicho, existieron distintos proyectos que no se cristalizaron en definitiva, pero por
los que se intentó la unificación legislativa hoy lograda.
Pero vale una pequeña aclaración. No dejan de existir las cuestiones civiles y las cuestio-
nes comerciales, sino que en lugar de haber dos cuerpos normativos que la regulen, hoy
existe, el nuevo código, un solo cuerpo legal.
Derecho Comercial
Nos adentramos en el estudio del derecho comercial, rama del derecho privado, que pre-
senta particularidades que le son propias y que en este mundo globalizado se agudizan.
Consideraremos en este curso al derecho comercial, como rama absolutamente evoluti-
va del derecho con continuos cambios que, paradójicamente, demuestran la evolución
creciente de la sociedad a la que rigen.
También debe resaltarse la importancia de los cambios tecnológicos, sobre todo en las
comunicaciones que acerca a las personas y permite un mayor fluido de transacciones.
Las normas jurídicas que regulan el derecho comercial se refieren a la tarea comercial
en sí misma, al cumplimiento de los usos y costumbres mercantiles, e incluso contienen
normas procesales, sobre todo en materia concursal.
Por todo ello, entendemos que el concepto dado por Rocco engloba la mayor parte de los
contenidos del derecho comercial y significa una acertada caracterización de esta rama
del derecho.
Utilitario
Por cuanto se dice que las normas mercantiles tienden a regular aspectos dinámicos de
la vida comercial, siendo una herramienta indispensable para el ejercicio del comercio.
No es dable pensar en la existencia de una comunidad social ajena al comercio, lo que
sólo es concebido en la antigüedad cuando el hombre, por sí solo y aislado de la realidad
social, satisfacía sus propias necesidades.
Consuetudinario
Las normas mercantiles reflejan usos y costumbres arraigados en la vida comercial y tie-
nen, como carácter fundamental, que regular los modos comerciales adoptados por la
gente. Ya nos hemos de explayar sobre ellos al momento de considerar las costumbres
como una de las fuentes del derecho.
Progresivo
Este mismo concepto lo torna un derecho que se adecua al ritmo de los tiempos, in-
fluenciado no sólo por las formas del comerciar sino también por los cambios que se ex-
perimentan en los otros campos de la ciencia con vinculación a la tarea mercantil. Una
sociedad debe ponerse sobre alerta cuando las normas mercantiles se mantienen inal-
terables, puesto que ello constituye un signo inequívoco de una quietud en la actividad
económica que siempre es perjudicial.
Acto de comercio
Como ya fue mencionado, es importante comprender que el comercio es una de las acti-
vidades que el hombre viene realizando desde la antigüedad. En base a ello, y a lo largo
del tiempo, se fueron ensayando distintas teorías acerca del acto de comercio y del dere-
cho comercial, vistas las principales a continuación.
Teoría subjetiva: Las diversas concepciones que ha tenido a lo largo de la historia el acto
de comercio han suscitado las distintas teorías que lo califican de acuerdo al elemen-
to que resulte predominante para su caracterización. La caída del Imperio Romano y
la ausencia de un derecho comercial oficial o escrito, dio lugar que las personas que se
dedicaban a la actividad comercial se asociaran o agruparan gremialmente, lo que dio
cabida al nacimiento de las llamadas asociaciones o corporaciones de comerciantes de
la Edad Media. Estas tenían una doble función; la primera resolver las controversias o
entredichos que se suscitaban entre los comerciantes, y la segunda comenzar a legis-
lar en forma escrita distintas instituciones del comercio. Solo esto se aplicaba a quienes
como comerciantes estaban inscriptos a dicha corporación o asociación. Nace entonces
el derecho comercial como un derecho de una clase de personas, y no como una clase de
actos, poniendo el acento en el sujeto. Por ello, la llamada teoría subjetiva entiende que
el acto de comercio es el realizado por el comerciante dentro de las corporaciones. Como
tal, queda sujeto a las regulaciones jurídicas específicas, con normas propias, fundadas
generalmente en los usos y costumbres comerciales de la época y en la equidad. Tal era
la importancia de los tribunales consulares comerciales, en los que las personas no co-
merciantes que realizaban un acto de comercio aislado caían bajo su jurisdicción, puesto
que eran considerados comerciantes accidentales. En definitiva, la calidad comercial del
acto provenía del carácter de comerciante de la persona que lo realizaba y no de la propia
naturaleza del acto en sí mismo. Se miraba a la persona que realizaba el acto y no al acto
mismo como tal.
Segovia y Siburu mencionan que acto de comercio es todo acto de mediación entre la
oferta y la demanda, para promover y facilitar los cambios y obtener una ganancia cal-
culada sobre la diferencia de valores de cambio. Se criticó esta definición, pues no todo
acto de comercio significa una actividad de intercambio, pero abarca la mayoría de los
caracteres del acto.
Por otra parte, un ilustre autor italiano, Alfredo Rocco sostiene que acto de comercio es
todo aquel que permite o facilita el intercambio. Esta postura también se criticó por los
motivos de la definición anterior, pues existen actividades comerciales que no constitu-
yen intercambio (libramiento de un cheque), y por otro lado hay actividades civiles que
sí pueden realizarlo.
Vivante (autor italiano ilustre) distingue entre objetivos y subjetivos, vinculados con la
persona que los realiza o con su carácter comercial per se.
2. Comerciales por anexión: Actos en donde no existe la intermediación, pero que han sido
reconocidos por la ley como comerciales por su normal conexión con la actividad prin-
cipal, ya que sirven para facilitar, promover, realizar o garantizar un acto de comercio
principal.
Todo esto último ha quedado sin efecto ya que existe hoy una sola ley aplicable por la
unificación legislativa existente, ya no hay una jurisdicción comercial única y se ha dero-
gado el estatuto personal del comerciante y las llamadas sociedades civiles.
Sin embargo, el análisis de lo que establecía este derogado art. 8 es de utilidad para
comprender algunas formas de actos económicamente y naturalmente comerciales,
aunque hoy no sean ley vigente ni podamos hablar de un sistema legislativo de actos
de comercio.
1. “Toda adquisición de una cosa mueble o de un derecho sobre ella, para lucrar con su ena-
jenación, bien sea en el estado en que la recibió o después de darle una forma de mayor o
menor valor”.
La ley expresa “para lucrar con su enajenación”, aunque debió decir “para especular”,
atento a que una operación comercial puede resultar ruinosa y no producir lucro. El lucro
debe ser contemporáneo al acto, causa determinante del mismo, conocido y específico.
Por último, se puede alterar o cambiar la cosa, y aun así sigue siendo un acto comercial.
Surge de este análisis que la intermediación es el dato distintivo de este acto económi-
camente comercial. Se adquiere para transmitir (comprar para vender, pretendiendo ob-
tener ganancia).
3. Toda Operación de cambio, banco, corretaje o remate: Aquí en una misma fórmula se han
incorporado cuatro formas de comercialidad distintas.
Operaciones de Banco: El banco o, mejor dicho, las entidades financieras, son el agente
intermediador entre la oferta y demanda de dinero por excelencia. El banco se interpo-
ne entre quien presta dinero al banco (operaciones de depósito) y quien toma dinero
prestado al banco (operaciones de préstamo). Esto es que el banco presta el mismo dine-
ro que ha tomado precedentemente prestado, no pagando nada por ello o pagando un
interés a un porcentaje determinado, y prestando ese mismo dinero, cobrando siempre
por ello un interés a un porcentaje mayor. La diferencia entre el interés que paga cuan-
do toma dinero y lo que cobra cuando presta (spread), es en definitiva la ganancia del
banco. Dichas operaciones pueden clasificarse en activas (toda operación por la cual el
banco preste dinero), pasivas (toda operación en donde el banco reciba dinero en con-
cepto de depósitos), y neutras (operaciones de servicios como cobro de impuestos, cajas
de seguridad). Son comerciales, y por ende se la aplicarán las disposiciones comerciales
pertinentes.
Operaciones de Corretaje: Las operaciones de corretaje son aquellas mediante las cua-
les una persona se interpone entre la oferta y la demanda para facilitar la contratación.
Corredor es el que acerca la oferta y la demanda, procurando la contratación y además
4. Toda negociación sobre letras de cambio o de plaza, cheques y cualquier otro género de
documentos endosables o al portador.
Hoy podría subsumirse esta fórmula de comercialidad diciendo: toda negociación sobre
títulos de crédito. Se acepta mayoritariamente la definición de estos títulos como “El do-
cumento necesario para hacer valer el derecho crediticio en ellos contenidos”. Son docu-
mentos que nacieron al amparo de la actividad comercial para instrumentar, garantizar y
fomentar el otorgamiento y la circulación del crédito. Existe una incorporación legislativa
en el nuevo código de estos títulos que son tratados allí en forma general. Algunos de
estos de estos títulos son:
› Cheque es una orden de pago pura y simple, librada en contra de un banco, donde el
librador tiene (si el cheque fuera común), o deberá tener (si fuera de pago diferido)
fondos depositados en cuenta corriente o autorización para girar en descubierto.
› Pagaré es un título de crédito formal y completo que contiene una promesa incondi-
cionada y abstracta de pagar una suma determinada de dinero, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.
En este punto en especial habra que estudiar las leyes especiales que regulan dichos
documentos, ya sea al decreto ley que regula la letra de cambio y el pagaré y la ley de
Énfasis cheques.
Lo que se declara como comercial es la actividad que realiza la empresa, sea de fábrica, de
comisión, de mandato, de transporte, etc. La empresa entonces es actividad organizada,
pero careciendo de personalidad, la que siempre está en cabeza de un empresario, que sí
Hay seguro cuando el asegurador, mediante el pago de una prima o cotización, se obliga
a resarcir un daño o cumplir con la prestación convenida si ocurre el evento previsto. El
seguro es un contrato sumamente utilizado ya que gracias a la existencia del mismo se
posibilitan otro tipo de contratos. El asegurador se interpone entre quien puede sufrir
o causar un daño, en su persona o bienes, o a otras personas o bienes ajenos, y el daño
sufrido, obligándose a resarcirlo a cambio de una suma de dinero. Acaecido el daño sur-
ge la obligación del asegurador de pagarlo. Para que exista contrato de seguros deben
existir lo que se llama un interés asegurable (el bien jurídico que se pretenda proteger),
el riesgo (aquello que puede causar un daño que puede o no ocurrir) y la prima (el precio
del contrato de seguros que cobra el asegurador).
En cuanto a la segunda parte del inciso, hoy debería interpretarse como las sociedades en
general y no sólo las anónimas, ya que la ley de sociedades 19.550 comprende distintos ti-
pos societarios: colectiva, en comandita, srl., además de la anónima. El acto de constituir
una sociedad es considerado un acto de comercio, aunque con una gran particularidad,
ya que además de como acto, la sociedad debe verse también como una persona jurídica,
sujeto comerciante por excelencia.
El estudio de las leyes especiales que regulan ambos institutos son de suma importancia
para el conocimiento de estos temas.
Énfasis
IMPORTANTE: Se vuelve a aclarar que el Código de Comercio fue derogado, y que el aná-
lisis realizado de este derogado artículo es solo a fines ejemplificativos.
Para clarificar diremos que fuente es de donde nace, brota o surge algo. En este caso, de
dónde nace, brota o surge el derecho comercial.
La ley. Concepto.
Se ha enunciado que la ley es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por
los órganos adecuados, y que representan la voluntad preponderante de una multitud
asociada. (Del Vecchio)
Existe no una sola ley, sino una pirámide kelseniana que nos permite sistematizar las
leyes en cuatro: a) la Constitución Nacional y las provinciales; 2) las leyes de comercio,
especiales y generales; 3) los reglamentos que se dicten en su consecuencia y 4) las orde-
nanzas comunales.
Son fuente del derecho comercial las leyes que regulan distintos institutos comerciales,
tales como la ley de letra de cambio, de cheque, de quiebras, etc.
Usos y costumbres
Ambos son modos de conducta cumplidos con determinada regularidad, que imponen
una manera de actuar en materia comercial. La diferencia que existe entre ambos es que
mientras las costumbres son formas de conducta aceptadas por la gente, con una fuerza
interna propia que le da carácter obligatorio, en los usos tal característica no existe. No
obstante ello, los códigos en general mencionan a los usos y costumbres como términos.
La doctrina es la opinión de los especialistas, lo que los autores escriben sobre determi-
nados temas, lo que si bien es valioso e imprescindible de conocer, no crea derecho, y no
puede afirmarse que el tema en cuestión es de una u otra manera porque algún autor lo
haya escrito.
Títulos de crédito
En este módulo lo invitamos a identificar los documentos existentes que permiten la cir-
culación de la riqueza y el otorgamiento del crédito a los fines de poder utilizarlos luego
en el momento indicado y de manera pertinente.
César Vivante ha dado un concepto sobre los títulos de crédito, que es aceptado de ma-
nera prácticamente unánime en la doctrina. El tratadista citado ha dicho que los títulos
de crédito son el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo en el
contenido. Esta conceptualización del título de crédito o título valor o circulatorio, como
lo nomina la doctrina en general, tiene la virtud de resaltar los caracteres fundamentales
del instituto y que hacen a la utilidad del mismo.
Los títulos de crédito tienen la finalidad de permitir -en forma rápida, expeditiva, sin ma-
yores formalidades y atendiendo a las necesidades del tráfico comercial- que los títulos
circulen de mano en mano en el mercado y, por ende, que la riqueza tenga un rápido
desplazamiento. Estos títulos han nacido para permitir un proceso ágil de circulación de
riqueza, instrumentada a través de los propios títulos, lo que da fundamento a sus carac-
teres, que hemos de analizar.
Haciendo distinciones
Usted se encuentra en condiciones de realizar la actividad 2 prevista para este módulo.
Actividad
Literalidad: La literalidad de los títulos circulatorios implica que el texto escrito del do-
cumento expresa, delimita y contiene el derecho que dimana de él. En otras palabras, el
alcance y la magnitud del derecho cambiario se encuentran expresados en el texto literal
del documento. Si este carácter no se encontrara presente en los títulos de crédito y, para
poder evaluar y determinar el alcance del derecho cambiario, se debiera efectuar otro
análisis más allá del contenido escrito del documento, la utilidad de los documentos se-
ría prácticamente nula.
Expresa Ignacio Escuti en su obra “Títulos de Crédito” que la literalidad permite la incor-
poración del derecho al texto escrito del documento, de manera tal que se produce una
identidad entre texto escrito y alcance del derecho. Además, la literalidad determina la
necesidad de la posesión del título para obtener la legitimación del derecho cartular en
la persona que pretenda el ejercicio de los derechos cambiarios.
Completividad: De lo anterior se desprende que estos títulos deben ser completos, esto
es, tener todos los requisitos formales para valer como tales, los que variarán según ya en
forma particular del título de que se trate (ej. Firma del librador, fecha de creación, etc.).
Circulación: Estos documentos nacieron no sólo para la instrumentación del crédito, sino
también para favorecer su circulación de mano en mano, estableciéndose una manera
sencilla consistente en la simple entrega del documento y el endoso del mismo. Dicho
endoso, es un acto cambiario que legitima al nuevo tenedor respecto de todos los intervi-
nientes anteriores (librador, original y endosante) que quedan solidariamente obligados
al pago de la suma de dinero contenida en el documento.
› Nominativos: Son los que se transmiten por la entrega del documento, el endoso y su
anotación en registros especiales.
› Causales: Son aquellos títulos en los que la causa tiene relevancia jurídica y, por ende,
la relación causal es oponible a los portadores del mismo.
Por otra parte, de acuerdo a los requisitos que deben ser tenidos en cuenta al momento
de su emisión, los títulos pueden clasificarse en:
› No formales: Por contraposición, son aquellos que no tienen fijada en la ley una forma
expresa de su constitución.
Letra de Cambio
Es el título formal y completo que contiene una promesa incondicionada y abstracta de
hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solidariamente a todos
los que en ella intervienen.
a. Librador: Quien emite el título y asume una obligación solidaria al pago de la misma a
su vencimiento, en forma conjunta con el girado y los posibles endosantes que hubieran
participado de su circulación. b. Girado: Es la persona a cargo de la que se emite el título
y que se convertirá en el principal obligado al pago, en el supuesto de que acepte la letra
y se integre efectivamente a la relación cambiaria. c. Tomador: Es la persona a favor de la
cual se emite la letra, y el titular de los derechos cartulares.
› Denominación
› Promesa de pago
› Nombre del tomador
› Nombre del girado
› Plazo de pago. A la vista, a tiempo vista, a fecha, a tiempo fecha
› Lugar de pago
› Competencia judicial
› Lugar de creación
› Fecha de emisión
Nombre del tomador: Debe consignarse en el texto escrito del título el nombre del be-
neficiario, dado que la letra de cambio no es un documento concebido como título al
portador.
Nombre del girado: El escrito del documento debe contener el nombre del girado, o sea,
de la persona que una vez que lo acepte, se obliga directamente al pago del título a su
vencimiento.
Pagaré
Es un título valor formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma deter-
minada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a los firmantes. En este
título sólo existe una relación bipartita entre el librador del documento y el portador o
beneficiario del mismo, que es el titular de los derechos cartulares.
Promesa de pago pura y simple: Debe contener una promesa incondicionada de pagar
una suma de dinero a su vencimiento.
Plazo de pago: Son los mismos plazos que los enunciados para la letra de cambio.
Nombre del tomador: Debe consignarse el nombre del beneficiario, o sea, de aquel a
quien debe hacerse el pago. El pagaré no es un documento que pueda ser emitido como
título al portador, dado que la ley lo ha concebido con un documento a la orden.
Firma del librador: Es un requisito obvio, puesto que si no se encuentra la firma del libra-
dor no existe posibilidad alguna de atribuirle responsabilidad patrimonial.
Cheque
Es una orden de pago pura y simple librada contra un banco, en la que el librador tiene
fondos suficientes acreditados en cuenta corriente o autorización para girar en descu-
bierto. La existencia del cheque presupone la existencia de un contrato bancario previo
que es la llamada cuenta corriente bancaria que funciona a través de cheques, siendo
este el documento necesario de la misma. La ley 24452 (ley de cheques) regula las dos
clases de cheques existentes; el llamado cheque común, y el llamado cheque de pago di-
ferido. El primero de ellos puede ser conceptualizado con la definición dada al comienzo
de este tema, y el segundo también es una orden de pago librada a cierto tiempo vista en
donde el librador deberá tener fondos suficientes. El cheque común es siempre pagadero
a la vista o su presentación, y el de pago diferido, recién a partir de la fecha de su venci-
miento. El cheque deja de ser una promesa, puesto que tiene la características de ser una
orden que emite una persona en contra de un banco donde tiene contratada una cuenta
Clases de cheques: Común y de Pago diferido, cuyos conceptos hemos dado en el párrafo
anterior. Estas llamadas clases de cheques no deben ser confundidas con distintas for-
mas de emisión, creación o libramiento que pueden realizarse.
› Certificado: A pedido del librador del cheque, el banco certifica por el plazo de cinco
días, que los fondos por los que el cheque fuera librado, efectivamente se encuentran
depositados, y que sólo el beneficiario podrá retirar ese dinero por el plazo estable-
cido. Esto asegura al tenedor la efectiva existencia de los fondos en la cuenta.
Si el cheque fuera librado con la indicación del beneficiario, puede librarse con la cláusu-
la “a la orden” o “no a la orden”. Esto impide en su caso la circulación por endoso.
En cuanto a la prescripción para la acción ejecutiva prevista por la ley para el cobro del
cheque que fuera rechazado es de un año, por lo que superándose dicho plazo, se pierde
dicha acción.
Endoso. Concepto
Hemos dicho precedentemente, que los títulos de crédito son documentos destinados a
permitir la circulación de la riqueza, o sea, a ser transferidos mano a mano. Escuti ha de-
finido el endoso como “el acto escrito, unilateral e incondicional, formalmente accesorio,
que tiene por objeto la transmisión del título de crédito y la legitimación de su poseedor
para el ejercicio de los derechos cartulares”. Participan en él el endosante, o sea quien
entrega el título, y el endosatario, es decir la persona que recibe el título y los documen-
tos que de él se desprenden. El endoso entonces legitima al último tenedor respecto de
los derechos crediticios incorporados en el documento, pudiendo perseguir el pago del
librador original y de todos los sujetos que hubieran participado en esa cadena regular
Para finalizar, lo invitamos entonces a estudiar los temas de este módulo y a comenzar a
conocer el derecho comercial y descubrir esta rama del derecho privado.
Se sugiere una atenta lectura del material bibliográfico básico y las leyes especiales que
regulan jurídicamente estos temas.
Lectura
básica › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Vítolo, en sus capítulos I, II, III y XV de edición
2016.
› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.in-
foleg.gob.ar/
Cheques
Usted se encuentra en condiciones de realizar la actividad 3 prevista para este módulo.
Actividad
Módulo 1 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.
Agencia comercial: Es el contrato bilateral y oneroso en cuya virtud una de las partes se
compromete, en forma duradera y continua, a prestar su actividad a un comerciante o
industrial, conocido como proponente, mediante el pago de una remuneración, gene-
ralmente un porcentaje, a fin de obtener para su comitente la concertación de negocios
dentro de la zona establecida en el contrato.
Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.
Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.
Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.
Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.
Carta de porte: Es el documento necesario del contrato de transporte, emitido por el car-
gador al porteador, que contiene las condiciones esenciales del contrato para facilitarle
la ubicación del destinatario.
Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.
Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.
Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.
Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.
Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.
Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.
Contemplatio domine: Es la carga que pesa sobre el representante de hacer saber al ter-
cero que actúa en nombre y representación de su poderdante, so pena de que los efectos
del acto jurídico recaigan sobre su propio patrimonio.
Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.
Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.
Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.
Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.
Contrato de factoring: Es el contrato financiero que se celebra entre una entidad finan-
ciera (sociedad de factoring) y una empresa (factoreada), por el cual la primera se obliga
a adquirir todos los créditos que se originen a favor de la segunda por su actividad co-
mercial, durante un determinado plazo y asumiendo o no los riesgos de la cobranza del
mismo.
Contrato de leasing: Es un contrato por el cual una persona llamada dador se obliga a
conceder la tenencia para el uso y goce de una cosa a otra persona llamada tomador,
otorgándole una opción de compra a cambio de un precio.
Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.
Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.
Contratos de plazo firme: Son aquellos en los que se perfecciona ab initio la operación,
pero sólo se cumple al final del plazo que las partes han establecido, procediéndose en
ese momento a la entrega del título y al pago del precio convenido.
Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.
Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.
Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.
Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.
Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.
Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.
Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.
Garantía de evicción: Es la otorgada por el vendedor; por medio de ella le asegura al com-
prador la legitimidad de los títulos de propiedad sobre la cosa objeto de la convención.
Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.
Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.
Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.
Ley: Es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por los órganos adecuados
que representan la voluntad preponderante de una multitud asociada.
Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.
Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.
Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.
Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma de-
terminada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los firmantes.
Persona jurídica: Es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones que no
sea persona humana.
Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.
Prima: Es la remuneración que recibe el asegurador por las obligaciones que asume en
un contrato de seguro.
Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.
Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.
Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.
Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.
Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.
Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.
Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.
Módulo 1 | Actividades
actividad 1
Una exposición a modo de síntesis inicial
Para ello, se le solicita un temario respecto de los temas sobre los cuales versará la expo-
sición. Usted piensa que tal vez sea de gran valor realizar una presentación multimedia
con una síntesis de estos temas a los fines de guiar su exposición y permitirle al auditorio
seguirlo a través de un recurso visual.
› Microsoft PowerPoint
› Canva: www.canva.com es un software y sitio web (también puede usarse la app para
dispositivos móviles) de herramientas de diseño gráfico simplificado. Ofrece un catá-
logo de más de 5 millones de plantillas gratuitas y personalizables para editar y crear
proyectos propios. Estas plantillas (presentación, poster, afiche, banner, tarjeta, post
e historias para redes sociales, etc.) cuentan con imágenes, estilos y diseño de texto
propio.
actividad 2
Haciendo distinciones
Para cumplir esta actividad pueden resultarle útiles las siguientes sugerencias:
Gerardo Sabella ha recibido dinero de una indemnización por despido. Ahora piensa que
es importante generar con él nuevos recursos, pero solo tiene experiencia como capataz
en una empresa automotriz. Pensando en su padre, que tenía en su pueblo un negocio de
artículos para el hogar, decide iniciar la actividad de venta de artefactos eléctricos para
el hogar al que denomina “Electro hogar”. Siempre le pareció que su padre realizaba una
actividad sencilla por lo que piensa que no tendrá mayores problemas, y a su vez obten-
drá en poco tiempo un buen usufructo del dinero que le entregaron.
› ¿Estos actos que realiza son actividades comerciales, desde el punto de vista econó-
mico?
› ¿Se advierte intermediación o interposición entre la oferta y la demanda de bienes?
› ¿Existe el ánimo de lucrar con la actividad emprendida?
› ¿Realiza el Sr. Sabella una actividad económica organizada?
actividad 4
Cheques
› Identificar las formas por las cuales se realiza una actividad económica organizada,
para saber si una persona puede ser considerada comerciante o empresario.
› Conocer el sistema de libros contables que establece nuestra legislación, a los fines de
su empleo y reflejo contable de los negocios.
Contenidos
El nuevo Código Civil y Comercial no define a la hoy llamada persona humana, la que se
denominaba en el ordenamiento anterior persona física, remitiendo aquí a lo que usted
ha estudiado ya en la parte general del derecho civil. Sí se hace el distingo con la persona
jurídica, importándonos fundamentalmente dentro de ellas, a las llamadas hoy socieda-
des en general.
Las Sociedades
Una de las principales modificaciones en esta materia, con la sanción del nuevo código,
fue la derogación de las llamadas sociedades civiles, que tenían su regulación legisla-
tiva en el derogado código civil, a partir del art. 1648 del mismo. Por ello, en el sistema
anterior, convivían, aunque un tanto anacrónicamente, estas sociedades civiles con las
sociedades comerciales, contempladas en la llamada ley de sociedades comerciales. Hoy
dicha ley que lleva el número 19550 ha sido modificada en parte, ya que no existen más
las llamadas sociedades comerciales, por lo que la ley se denomina ahora “Ley General
de Sociedades. Otra de las modificaciones de importancia es la creación de la llamada so-
ciedad anónima unipersonal, que permite la existencia de una sociedad de un solo socio.
Por ello, la actual ley ha modificado la definición de las sociedades en su art. 1 cuando
dice: “Habrá sociedad comercial cuando una o varias personas en forma organizada y conforme
uno de los tipos previstos en la ley se obliguen a la realización de aportes para afectarlos a la pro-
ducción de bienes o servicios, participando de las ganancias y soportando las pérdidas”. Se advier-
te de la definición que ya no es necesario que toda sociedad tenga por lo menos dos so-
cios como mínimo.
Esa sociedad reviste para nuestro derecho el carácter de persona jurídica, tan persona
para el derecho como cualquier persona humana, y mirando a la sociedad como persona
Énfasis y como acto, el sólo hecho de su constitución implica un acto de comercio.
El art. 11 de la ley 19550, enumera los llamados requisitos esenciales o tipificantes, lo que
implica que son comunes a toda sociedad, independientemente del tipo societaria o
clase de sociedad de que se trate. Lo mismos pueden resumirse en la existencia de un
solo socio (sociedad anónima unipersonal) o dos o más socios en el resto, también debe
tener toda sociedad un capital que se forma por el aporte de los socios; un objeto social
que debe ser lícito y posible; un domicilio que es atributivo de la jurisdicción; un nombre
al que se le agrega el tipo social o abreviatura conforme la sociedad de que se trate; un
plazo por la cual se constituye la misma, y órganos de representación internos para su
actuación en el mundo económico y jurídico.
Para que una sociedad pueda ser considerada regular debe ser típica. Esa llamada tipici-
dad societaria es algo que surge de la ley, como clase de sociedades distintas, reguladas
en forma taxativa por la ley de sociedades. Esto quiere decir que no existen sociedades
que no sean de algunos de esos tipos (clases) societarios. Los socios al decidir constituir la
sociedad deben necesariamente elegir alguno de esos tipos societarios, quedando dicha
elección a su entera conveniencia. Dentro de esos tipos societarios podemos distinguir
las llamadas sociedades colectivas, de capital e industria, en comandita simple, en co-
mandita por acciones, sociedades de responsabilidad limitada y sociedad anónima, por
citar los más importantes, siendo las dos últimas (SRL y S.A.) las más elegidas ya que per-
miten limitar la responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad, sólo hasta
el valor de su aporte. Dentro de esta última, podemos distinguir la sociedad anónima
cerrada, que no hacer oferta pública de sus acciones, y la anónima abierta, cuyas acciones
cotizan en la bolsa.
La inscripción de la sociedad
Las sociedades comerciales para ser regulares y que el tipo social elegido al momento de
su constitución tenga plenos efectos, debe inscribirse en el Registro Público de Comercio.
Este trámite se inicia por ante el Juez del comercio del domicilio de la sociedad, acompa-
ñando por escrito el contrato social, que contiene los requisitos descriptos anteriormente
establecidos en el art. 11 de la ley.
La sociedad residual
La ley reconoce la existencia de estas sociedades, las que se convierten en tales por no
haberse cumplido con los requisitos formales establecidos en la misma.
Esta sociedad que antes se denominaba sociedad de hecho o irregular, hace que, como
consecuencia de la no inscripción, los socios respondan ahora en forma mancomunada
(en proporción al número de socios y por una porción viril) por las deudas de la sociedad
respecto de terceros, sin gozar de los beneficios de excusión y división, lo que se traduce
que un eventual acreedor de esta sociedad puede atacar tanto el patrimonio de la socie-
dad, tanto y al mismo tiempo el patrimonio de cada uno de los socios, pero reiteramos,
solo en la parte proporcional al número de socios existente. Asimismo, cualquiera de los
Límite del número de socios: Habiendo sido pensada esta sociedad para la pequeña y me-
diana empresa, es lógica la limitación al número de sus integrantes, siendo una sociedad
que si se pretendiera clasificar podría tildarse de mixta, a mitad de camino entre una
sociedad personalista y una sociedad netamente de capital.
Limitación de responsabilidad de los socios: Cabe aclarar que quienes limitan su responsabili-
dad por las deudas de la sociedad son los socios y no la sociedad, la que, como cualquier
persona, tiene plena responsabilidad por las obligaciones contraídas. Lo que implica que
los socios no responden por las deudas de la sociedad respecto de terceros. Por ello no
debe confundirse a la persona sociedad con los socios, ya que son sujetos distintos y con
distinto patrimonio y responsabilidad.
Aportes: En este tipo societario la ley establece que el aporte de los socios debe consistir
en dinero o en bienes de ejecución forzada, no permitiéndose como aporte obligaciones
de hacer. Dichos bienes dejan de pertenecer a los socios para formar parte del capital de
la sociedad. En el caso de que el aporte consistiera en dinero, la ley permite una integra-
ción parcial de por lo menos un veinticinco por ciento del monto total y su integración
posterior en un plazo no mayor a los dos años. Es por eso que los socios, conforme el art.
150 de la ley, garantizan a terceros la verdadera y efectiva integración de los aportes.
Cuotas sociales: El aporte de cada uno de los socios se representa en esta sociedad en cuo-
tas sociales. Es la parte que cada socio tiene en la sociedad en la medida de su aporte.
Dichas cuotas sociales son incorporales (no están representadas en un título), surgiendo
del contrato social, siendo transferibles por cesión. Pueden ser embargadas y ejecutadas.
Administración y Representación: La ley unifica en un solo órgano estas dos funciones. Sien-
do una persona jurídica necesita de personas físicas que la administren (lleven adelan-
te la marcha de la sociedad) y la representen (la obliguen respecto de terceros). En este
tipo societario el órgano establecido lleva el nombre de Gerencia, esto es que la sociedad
deberá estar administrada y representada por gerentes. Estos pueden ser socios de la
misma sociedad o no, pudiendo nombrarse a terceros no socios para esta función. Esta
gerencia puede ser unipersonal (un gerente) o pluripersonal (varios gerentes) y siendo
de esta última forma, con actuación indistinta o conjunta. Los miembros de este órgano
-gerencia- son elegidos por los socios y se encuentran facultados para celebrar todos los
actos que no sean notoriamente extraños al objeto social, obligando en consecuencia a
la sociedad por los mismos.
Requisitos formales: Debe constituirse por escritura pública e inscribirse al igual que el res-
to de las sociedades comerciales.
Limitación del número de socios: Este tipo societario no tiene limitación respecto al número
o cantidad de sus socios.
Aportes: Al igual que en la SRL el aporte debe consistir en dinero o bienes de ejecución
forzada. Encontrándose permitida la integración parcial del aporte en dinero en un vein-
ticinco por ciento como mínimo, al momento de la constitución, y su posterior integra-
ción dentro del plazo de dos años, no rigiendo la garantía de los socios por la efectiva
integración del aporte.
Acciones: El capital de una S.A. se representa en acciones, que deben tener un valor nomi-
nal de diez pesos o sus múltiplos. Dichas acciones son títulos valores que tienen corpora-
lidad, esto es, están materializadas en un documento. Dan derecho al accionista al voto,
al gobierno de la sociedad y al dividendo.
Fiscalización: Se reitera que al ser sociedades más complejas y además sin límite de socios
o accionistas, estos no podrían, como en una pequeña sociedad, controlar los actos del
directorio. Para ello la ley establece un órgano de fiscalización obligatorio llamado Sin-
dicatura, que es el encargado de velar por los intereses de los socios, controlar los actos
del directorio, concurrir a las asambleas con voz pero sin voto y en definitiva proteger los
intereses de los accionistas. Para ser miembro de la sindicatura, hay que ser elegido por
los socios, y tener título habilitante de Contador Público Nacional o Abogado.
En una sociedad anónima los socios toman decisiones a través de un órgano de gobierno,
no permanente que se llama Asamblea. Estas pueden ser ordinarias o extraordinarias,
dependiendo ello de la importancia de los temas a tratarse en el orden del día. Las deci-
siones se aprueban por el juego de las mayorías de capital en general.
Las sociedades anónimas pueden clasificarse en sociedades anónimas cerradas (no rea-
lizan oferta pública de sus acciones) o abiertas, siendo estas las autor- izadas para el ofre-
cimiento público de sus acciones en el mercado de valores.
SOCIEDAD ANONIMA UNIPERSONAL: Se crea este nuevo tipo societario, que permi-
te que una sola persona pueda crear una sociedad, que tendrá entonces un solo socio,
debiendo dicha sociedad estar administrada por un directorio de tres miembros y una
sindicatura también formada por tres integrantes.
Las Sociedades
Usted esta en condiciones de resolver la actividad 1 del módulo.
Actividad
El Menor Comerciante: Sólo subsiste hoy el llamado menor con título habilitante y el
emancipado por matrimonio. Al margen de las distintas posturas doctrinarias habrá que
remitirse a las disposiciones estudiadas en la parte general del derecho civil y el régimen
de capacidad existente.
El comerciante
Usted esta en condiciones de resolver la actividad 2 de este módulo.
Actividad
Dicha norma establece que toda persona jurídica, y la persona humana que lleve adelan-
te una actividad económica organizada, o sea titular de una empresa o establecimiento
comercial, deben cumplir con esta obligación impuesta legalmente.
Excluye esta norma a quienes ejerzan profesiones liberales o realicen actividades agríco-
las ganaderas que no sean realizadas en forma empresaria.
Sistemas legales
Existen dos sistemas en materia de libros de comercio:
1. Sistema inglés: no determina qué libros son obligatorios y, por ende, tampoco especi-
fica sanciones para los comerciantes remisos a llevar libros de comercio. En definitiva
el comerciante llevará los libros contables que quiera y en la forma que quiera.
2. Sistema francés: es el seguido por nuestro código. Si bien determina los libros obliga-
torios para los comerciantes, no plantea sanciones para los remisos. Nuestro sistema
entonces consagra el llevado de libros obligatorios y facultativos en forma obligato-
ria, pero además establece la forma en que dichos libros deben ser llevados.
Para nuestro derecho existen los libros obligatorios como el libro diario, el inventario y
el balance, y otros facultativos que, elegidos por el comerciante, deberá llevar dado el
volumen de sus negocios y la correcta contabilidad de los mismos (ej. Libro de bancos, de
proveedores, etc.), conforme lo establecido por el art. 322 c civil y comercial.
LIBRO DIARIO: Allí el comerciante debe asentar correlativamente día por día los ingre-
sos y egresos que se producen en el desarrollo de su actividad. Si lleva un libro de caja,
éste forma parte del libro diario.
EL BALANCE: A diferencia del anterior, no sólo consta el activo del comerciante sino tam-
bién el pasivo del mismo, reflejando en un momento determinado la composición patri-
monial del comerciante.
Nuestra legislación exige que por lo menos una vez por año el comerciante confeccione
el inventario y el balance. También existen libros especiales, obligatorios por leyes espe-
ciales, que dependen de la actividad de ese comerciante en particular (libros de actas de
una sociedad, libro de registro de los corredores, etc.).
Formalidades
Los arts. 321, 323, 324 y 325 del Código Civil y Comercial disponen las siguientes formali-
dades para los libros:
› Formalidades extrínsecas:
a) Foliados y encuadernados.
b) Deben encontrarse individualizados, con fechas de inicio, con el nombre del
comerciante, el domicilio y número de hojas que contenga.
Todo ello se constata mediante la rubricación de los libros que se realiza ante el Poder
Judicial.
› Formalidades intrínsecas:
En lo que hace al libro de balance, el mismo debe ser claro para que permita conocer el
verdadero estado económico del comerciante; debe ser veraz y exacto en los datos que
contiene y debe tener criterios uniformes de valoración.
La utilización de los arts. 320 y siguientes del Código Civil y Comercial son el pilar y el sus-
tento del tema de libros, los que deberán ser cuidadosa y concienzudamente estudiados.
Énfasis
Por último, estudiaremos la teoría general de la representación a partir del art. 358 del
código, y en especial la representación voluntaria, al igual que el contrato de corretaje,
novedosamente incorporado al código, sin modificar las leyes que regulan en forma es-
pecial esta actividad.
Lo invitamos a continuar transitando los temas de este módulo dos, y a seguir descu-
briendo distintas instituciones el derecho comercial.
Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en sus capítulos V, VI, VII
básica y XIV de edición 2016.
Evaluación
Módulo 2 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.
Arras: Es la suma de dinero que se entrega para confirmar las obligaciones que surgen de
un contrato, teniendo el carácter de confirmatorias, sin poder arrepentirse, salvo pacto
expreso en contrario.
Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.
Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.
Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.
Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.
Carta de porte: Es el documento necesario del contrato de transporte, emitido por el car-
gador al porteador, que contiene las condiciones esenciales del contrato para facilitarle
la ubicación del destinatario.
Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.
Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.
Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.
Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.
Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.
Consignación comercial: Es el contrato por el cual una persona desempeña por otros
negocios determinados, obrando a nombre propio o de la razón social que representa,
consistiendo el acto realizado una compraventa.
Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.
Contemplatio domine: Es la carga que pesa sobre el representante de hacer saber al ter-
cero que actúa en nombre y representación de su poderdante, so pena de que los efectos
del acto jurídico recaigan sobre su propio patrimonio.
Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.
Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.
Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.
Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.
Contrato de leasing: Es un contrato por el cual una persona llamada dador se obliga a
conceder la tenencia para el uso y goce de una cosa a otra persona llamada tomador,
otorgándole una opción de compra a cambio de un precio.
Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.
Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.
Costumbre: Observación constante de una regla de conducta por los miembros de una
comunidad, con la convicción de que aquella responde a una necesidad jurídica.
Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.
Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.
Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.
Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.
Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.
Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.
Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.
Incendio: Se produce cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada
por este o por el calor del fuego hostil.
Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.
Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.
Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.
Ley: Es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por los órganos adecuados
que representan la voluntad preponderante de una multitud asociada.
Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.
Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.
Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.
Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma de-
terminada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los firmantes.
Póliza: Es el documento emitido por el asegurador y que acredita la formación del con-
trato, delimita el riesgo asumido, la prima fijada, el interés asegurable y en general todas
las condiciones de contratación.
Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.
Prima: Es la remuneración que recibe el asegurador por las obligaciones que asume en
un contrato de seguro.
Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.
Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.
Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.
Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.
Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.
Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.
Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.
actividad 2
El comerciante
Cierto día concurre a su estudio el Sr. Ramón Aguirre con el objeto de solicitar asesora-
miento profesional por haber decidido emprender una actividad comercial, más precisa-
mente optó por dedicarse a la compra y venta de indumentaria deportiva. Requiere que
Ud. lo asesore e informe cuáles son los requisitos necesarios para iniciar dicha actividad.
En razón de ello, usted le informa que, conforme al nuevo sistema legal vigente, comen-
zará a realizar una actividad económica organizada, y que ello, al margen de traerle apa-
rejado el cumplimiento de ciertas obligaciones legales propias de dicha actividad, presu-
pone la existencia de capacidad jurídica para llevar adelante dicha actividad.
› Conocer el proceso de génesis del contrato, tanto entre presentes como entre ausen-
tes, para establecer el nacimiento de los derechos y obligaciones y las teorías ensaya-
das al respecto.
› Diferenciar los tipos de contratos y definir las características de cada uno, a los fines
de su correcta utilización en cada supuesto en particular.
› Establecer las distintas modalidades del plazo contractual y el manejo de las obliga-
ciones sin plazo expreso en atención a la legislación vigente, con el objeto de su ade-
cuada aplicación.
› Aprender sobre el manejo del pacto comisorio o cláusula resolutoria, como forma de
resolución de los contratos bilaterales y, de este modo, lograr la disolución del vínculo
contractual.
Contenidos
El fenómeno ocurrido dentro de la unificación del derecho privado y la sanción del actual
Código Civil y Comercial, ha producido que ya no exista un distingo legislativo entre los
contratos, sin que ello implique que cuando dicho contrato contiene una actividad de
intermediación, comercialización de bienes y/o servicios, y realización de actividad eco-
nómica en general, estemos frente a un contrato de naturaleza comercial.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que todo el andamiaje contractual está cons-
truido sobre la base de la autonomía de la voluntad. Si en nuestro ordenamiento no exis-
tiera una norma que le confiriera valor legal a la convención particular, nada de lo con-
venido en el marco de un contrato podría ser luego compelido. Por tal motivo, hemos de
estudiar la autonomía de la voluntad como base del sistema contractual y sus limitacio-
nes, es decir, aquellas situaciones en que excepcionalmente lo convenido por las partes
pierde valor y puede ser revisado.
OBLIGACIONES Y CONTRATOS
El término obligación proviene del latín obligare, o sea, ligarse alrededor de algo. En la
vida jurídica, tiene tres significaciones distintas:
1. Obligación como derecho de alguien: soy titular de tal obligación. El término está
concebido como una facultad.
2. Obligación como deber: por ejemplo, cuando hablamos de las obligaciones comunes
de los comerciantes.
3. Finalmente, se encuentra la acepción que nos interesa y que se refiere al vínculo jurí-
dico existente entre dos personas, mediante el cual una está obligada a cumplir una
prestación y la otra a prestarla.
En cuanto a la clasificación de las obligaciones, las mismas pueden ser de dar, de hacer y
de no hacer. Dentro de las llamadas obligaciones de dar, podemos encontrar las de dar
cosas ciertas, las obligaciones de dar cantidades de cosas y las obligaciones de dar una
suma de dinero.
Todo ello hoy resulta letra muerta porque al derogarse los dos códigos anteriores y san-
cionarse el nuevo Código Civil y Comercial, se ha producido la unificación legislativa, no
Énfasis existiendo entonces en la ley las diferencias que se pretendían encontrar. Hoy entonces
no tiene ningún sentido hablar de obligaciones y contratos comerciales, ya que todas las
obligaciones y todos los contratos, legislativamente, ya no tienen distinción.
CONTRATOS
A los fines de definir un concepto, debemos partir del art.957 del Código Civil y Comercial
que define al contrato cuando dice que “Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos
o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o
extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.”
Este precepto establece la bilateralidad del contrato como acto jurídico, ya que necesa-
riamente se necesitan dos partes, siendo imposible contratar con uno mismo. A su vez se
habla de la manifestación del consentimiento y una declaración común de voluntad a los
fines de perfeccionar o anudar el contrato.
La autonomía de la voluntad: Tiene su sustento legal en el art. 958 del Código Civil y Co-
mercial, cuando establece que las partes son libres para celebrar un contrato y determi-
nar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral
y las buenas costumbres. Esto implica que el artículo citado le otorga validez y fuerza
obligatoria de ley a la convención o acuerdo de voluntades entre dos personas. Ello tiene
las siguientes consecuencias prácticas en:
3) La facultad de elegir entre las legislaciones de los Estados la que sea más conve-
niente a los intereses de los comerciantes, mientras no se viole la ley ni el orden
público. Esto tiene significativa importancia en un mundo globalizado, donde se
pueden realizar acuerdos entre sociedades.
Como en todos los demás aspectos, aquí también el derecho comercial se encuentra in-
disolublemente unido a las contingencias políticas del lugar. Si nos hallamos en un Esta-
do de economía dirigida seguramente las restricciones contractuales serán mayores y la
autonomía de la voluntad estará sumamente condicionada.
En Estados como el nuestro, con una economía prácticamente libre, las únicas restriccio-
nes se encuentran en regulaciones estatales de determinadas actividades o formas de
realizarlas (ejemplo: las bancarias, bolsas y mercados).
2. Gratuitos u onerosos: Art. 967. Serán considerados onerosos, si la ventaja que una par-
te obtiene al contratar, no le es concedida a cambio de una ventaja que debe procurarle a
la otra parte. Serán por el contrario gratuitos, si la ventaja obtenida lo es independiente-
mente de una ventaja que haya que procurarle a la otra parte.
3. Nominados o innominados: El art. 970 del Código Civil y Comercial distingue los con-
tratos en nominados e innominados, de acuerdo a si los mismos se encuentran específi-
camente regulados en la ley o no. Serán nominados los que tengan una regulación legal
específica, y serán innominados aquellos que existan solo por la autonomía de la volun-
tad, sin que la ley los haya regulado todavía.
Aquí la distinción no está dado respecto de si el contrato tuviera una forma o no, ya que
todo contrato la tiene. La oralidad o verbalidad es una forma de contratar. El contrato
será formal si en forma expresa la ley dispone el cumplimiento de alguna formalidad al
momento de la celebración del contrato. El requisito formal que ha pasado a nuestros
días es la escritura del acto, esto es que el contrato se celebre por escrito. Dentro de es-
tos llamados contratos formales podemos distinguir los formales solemnes, en donde el
incumplimiento de lo ordenado por la ley, trae aparejada la nulidad o inexistencia del
contrato (donación de bienes inmuebles, constitución de renta vitalicia y cesión de dere-
chos litigiosos) y formales meramente ad probationem, en donde el incumplimiento del
requisito formal establecido por la ley, no trae aparejada la nulidad del acto, sino gene-
ralmente la inoponibilidad respecto de terceros, o que el contrato no cumpla sus efectos
propios.
El contrato será no formal, cuando la ley deja librado a la voluntad de las partes la instru-
mentación escrita del contrato o no. El principio general que rige en materia contractual,
reitero, es la llamada libertad en la elección de las formas, pudiendo adoptar las partes la
que estimen más conveniente a sus derechos, salvo cuando el contrato sea formal.
El estudio de la clasificación de los contratos resulta vital para la distinción entre unos y
otros, debiendo recurrir para ello a lo regulado en el Código Civil y Comercial
Énfasis
Elementos Esenciales: Son los que hacen a la vida, a la esencia del contrato; aquellos que
no pueden faltar para que existe ese contrato. En la compraventa, la cosa y el precio; en
el mandato, los actos de comercio encomendados; en la prenda, la cosa mueble sobre la
que se constituye el derecho real de garantía; en el mutuo, la entrega de cosas fungibles
y consumibles.
Elementos accidentales: Son aquellos que sí y solo sí son obligatorios para las partes,
si expresamente las mismas los hubieran establecido en el contrato. Ej.: cargos, modos,
condiciones, plazos, intereses punitorios, etc.
La oferta: Es la invitación que una parte realiza a la otra para celebrar un contrato. La doc-
trina ha considerado que la misma debe reunir los siguientes requisitos:
1. Debe ser completa, o sea, ser realizada conjuntamente con todos los elementos
necesarios que le permitan al ofertado celebrar el contrato.
2. Debe ser vinculante, o sea, ser realizada con la intención de contratar y no con un
espíritu jocoso, sin ánimo de compromiso.
3. Debe ser dirigida a persona determinada. Las propuestas que carezcan de este
último requisito no son consideradas ofertas, sino meras invitación a ofrecer y no
obligan a quien las ha realizado. Todo lo explicado precedente- mente se encuen-
tra establecido en el art. 972 del Código Civil y Comercial.
Emitida la oferta pueden darse las siguientes hipótesis: La aceptación, esto es que la par-
te a la cual fue dirigida la oferta la acepte lisa y llanamente y en ese mismo momento. Si
coinciden oferta y aceptación, estamos frente al nacimiento del contrato y por ende al
nacimiento de las obligaciones que surgen del mismo.
La contraoferta implica que la persona a la cual fue dirigida la oferta ni la acepte ni la re-
chace, sino que emita una contraoferta. La persona del potencial aceptante se convierte
en oferente, y así sucesivamente hasta que se llegue a la aceptación final por una de las
partes y exista contrato, o por el contrario no se llegue a un acuerdo y el contrato no se
perfeccione.
El silencio del aceptante al recibir la oferta no implica en modo alguno aceptación, ya que
el principio general en derecho es el de que el que calla nada dice, y no puede inferirse
de su silencio una declaración de voluntad, salvo que la ley en forma especial establezca
lo contrario.
Todo ello en materia de contratos entre presentes, pero pudiendo los contratos celebrar-
se entre ausentes, especialmente por correspondencia epistolar. Existen diversas teorías
para explicar cuándo y en qué momento el contrato queda perfeccionado.
Teoría del conocimiento: Sostiene que la oferta es válida sólo cuando la aceptación llega
al conocimiento del oferente.
Teoría de la expedición: Plantea que la oferta es válida cuando la aceptación ha sido re-
mitida al oferente, aunque la misma no haya arribado a destino.
De acuerdo a lo establecido por el art. 980 del Código Civil y Comercial, nuestro código se
ha inclinado por aceptar la teoría de la recepción, modificando el régimen anterior que
se inclinaba por la teoría de la expedición.
1. Por instrumentos públicos: Aquellos celebrados por escritura pública, en general forma
poco frecuente de celebración de contratos comerciales, atento a la poca celeridad
que los mismos tienen y al costo de esta forma de instrumentación. Existen negocios
jurídicos comerciales que deben celebrarse mediante instrumento público, como es
el caso de las sociedades anónimas y, por ende, su forma de prueba estará conformada
por el instrumento constitutivo.
2. Por las notas de los corredores: Asientos que los corredores deben insertar en el llamado
libro de registro, en donde deben incorporar una por una cada una de las operaciones
que gracias a su intermedio las partes contratantes hubieran realizado. Se trata de un
instrumento privado y, por lo tanto, puede ser argüido de falso.
3. Por documentos firmados por las partes: El llamado instrumento privado, cuyo principal
requisito es la firma de las partes. Se trata de la forma más frecuente para la prueba
de un contrato, pues es la que presenta mayor celeridad. No deben existir raspaduras,
ni enmiendas, ni lugares en blanco en los contratos firmados.
5. Por los libros de comercio: Estos deberán haber sido llevados de acuerdo a lo que dis-
pone la ley, a partir del art. 320 del Código Civil y Comercial en adelante, quedando a
cargo del tribunal la valoración de estos libros.
6. Por confesión o por juramento: Pruebas reguladas por las normas procesales.
8. Por presunciones.
Rescindir implica un nuevo acuerdo de voluntades, en donde ambas partes, así como al
principio se pusieron de acuerdo en celebrar el contrato, se ponen de acuerdo en dejarlo
sin efecto. Entonces la rescisión implica un nuevo acuerdo de voluntades de ambas par-
tes para dejar sin efecto el contrato.
La resolución por el contrario, implica actividad de una sola de las partes respecto de la
otra. Por ello se dice que la resolución es una facultad unilateral (de una parte hacia la
otra), y que el origen de dicha facultad resolutoria puede ser tanto causada como incau-
sada. Será incausada, cuando una parte decida resolver el contrato sin que exista una
causa para ello (el despido sin causa en materia laboral), o causada, cuando dicha cir-
cunstancia se encuentre prevista legal o contractualmente.
Esta figura resolutoria se llama hoy una cláusula resolutoria implícita o expresa, lo que
era conocido en el ordenamiento anterior como pacto comisorio expreso o tácito, el que
se encontraba regulado en el art. 1204 del Código Civil y en el art. 216 del Código de co-
mercio.
El nuevo ordenamiento civil y comercial trata esto en varios artículos, en lugar de en uno
solo como el código anterior.
Resulta una la facultad resolutoria concedida al contratante que ha cumplido con la obli-
gación a su cargo, de exigir el cumplimiento o la resolución del contrato en su caso, a la
parte incumplidora. Tiene como condición indispensable que el contratante acredite:
Cláusula resolutoria implícita: Conforme los artículos 1087, 1988 y 1089 del nuevo Códi-
go Civil y Comercial, se entiende implícito en todos los contratos con prestaciones recí-
procas, otorgando la facultad al contratante que hubiera cumplido con su obligación, de
exigir e intimar en forma fehaciente el cumplimiento del contrato a la parte incumplido-
ra, otorgándole para ello un plazo no inferior a los quince días, bajo apercibimiento de
que el contrato se resuelva en caso de no cumplir en dicho plazo, todo ello más los daños
y perjuicios derivados de la demora. En consecuencia, los requisitos para que proceda
son el incumplimiento de una de las partes, la intimación fehaciente bajo apercibimien-
to y el plazo. Intimada la incumplidora puede suceder que la misma cumpla con su obli-
gación, por lo que el contrato continúa, o que por el contrario no cumpla, con lo que el
contrato quedará, vencido el plazo otorgado, resuelto.
Cláusula resolutoria expresa: A diferencia del anterior, las partes han establecido esta
facultad en una cláusula del contrato. Es entonces la convención expresa previendo que
una de las partes no cumpliera con las obligaciones que nacen del contrato. En este su-
Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en sus capítulos III y XII.
básica Edición 2016.
La instrumentación y la forma
Usted se encuentra en condición de resolver la segunda actividad del módulo.
Actividad
Módulo 3 | Glosario
Administración: Ciencia que, mediante la aplicación del proceso de planificar, organizar,
dirigir y controlar los recursos, persigue el cumplimiento de los objetivos organizacionales.
Agentes de cambio: Son las personas, miembros o no de las organizaciones, que actúan
como impulsores y asumen la responsabilidad de administrar las actividades que el
cambio requiere.
Módulo 3 | Actividades
actividad 1
El automóvil antiguo de colección
Los distintos negocios que las partes realizan tienen relevancia jurídica a través del con-
trato que ellas celebran. El contrato, entonces, es la herramienta o figura jurídica para
que los contratantes adquieran derechos y obligaciones. Pero el perfeccionamiento de
un contrato, o su proceso de formación o nacimiento, tienen particularidades propias
que deben necesariamente cumplirse. Obviamente, por los conocimientos adquiridos en
Para responder cabalmente esta consigna deberá analizar los arts. 971, 972, 973 del C.
Civil y Comercial.
Recomendación
También le informa que para que exista contrato debe coincidir dicha oferta con la acep-
tación de otra parte. Ante ello, Leonardo le consulta si antes de la aceptación puede re-
tirar o arrepentirse de la oferta realizada y, en su caso, si ello puede acarrearle alguna
responsabilidad.
El estudio del art. 975 del C. Civil y Comercial le aportará la solución al tema planteado.
Recomendación
Satisfecho por sus respuestas, Leonardo Iniesta aprovecha para preguntarle acerca del
tema contratos:
› Estoy vinculado comercialmente con otras plazas del país, y me interesa saber, para
que un contrato nazca o se perfeccione, si las partes deben estar frente a frente o si
por el contrario puede perfeccionarse o nacer el contrato por medio de cartas o corres-
pondencia. Si así fuera, ¿en qué momento queda perfeccionado? –finaliza esperando
su respuesta.
Para la correcta realización de la consigna deberá enumerar y explicar cuáles son los me-
dios de prueba contemplados por el Código Civil y Comercial en los arts. 1019 y 1020.
Recomendación
› Entiendo lo que me dice, ¿pero ¿cómo puede demostrarse que un contrato existe o que
las partes tengan obligaciones que cumplir que surjan del mismo? –insiste Martín,
pidiendo más especificidad en su respuesta.
› ¿Qué puede hacerse legalmente en el caso de que el otro contratante deje de cumplir
con sus obligaciones? ¿Existe una solución jurídica para ello?
Ante ello, Ud. responde que no se preocupe ya que la ley ha previsto esta situación para
algunos contratos en una figura jurídica que se denomina pacto comisorio, receptada en
1. ¿Cuáles son las clases de esta cláusula resolutoria que la ley ha previsto?
2. ¿Cuál es el camino legal para resolver un contrato utilizando la forma implícita?
3. ¿Qué debe contener la intimación a formularse en su caso?
actividad 2
La instrumentación y la forma
3. También aconseja que dicho contrato entre las partes se celebre por escrito, a lo que
una de ellas le pregunta si esta es una obligación legal y si todos los contratos deben
celebrarse por escrito.
› Analizar las obligaciones y cargas del asegurado y obligaciones del asegurador, con el
objeto de reconocerlas adecuadamente.
› Analizar y conocer las implicancias procesales del contrato de seguro, para manejar el
instituto de citación en garantía del asegurador.
› Identificar la venta, la promesa de venta de cosa ajena y la venta de cosa futura, para
diferenciar estas modalidades y sus implicancias legales.
› Fijar y delimitar los derechos y obligaciones del comprador y vendedor, para estable-
cer claramente las implicancias para cada una de las partes.
Contenidos
Ocuparán nuestra atención las modalidades que asume la compraventa comercial, y nos
detendremos en el análisis de las políticas de protección al consumidor y lealtad comer-
cial, que día a día adquieren mayor relevancia. Un moderno abogado debe tener especial
consideración en los derechos del consumidor y, por ende la problemática contempla-
da por la ley 24.240 ha de ser meticulosamente estudiada. Los casos prácticos se han de
orientar en ese sentido.
El contrato de seguro es una de las dos figuras contractuales que se analizan en la prime-
ra parte de la asignatura. Estudiamos el seguro, sus instituciones y, en especial, la reti-
cencia y los derechos y obligaciones de las partes del contrato. No escaparán de nuestra
Por tal motivo, hemos de considerar los aspectos sustanciales y procesales del contrato,
con casos teóricos y jurisprudenciales, de donde podremos extraer importantes conclu-
siones de la comparecencia de la aseguradora a los procesos judiciales.
LA COMPRAVENTA
Con la ocurrida unificación legislativa ya no podemos distinguir entre la compraventa
civil y la compraventa comercial en sus aspectos legales, lo que no quiere decir que en la
práctica y la realidad, no sea el contrato madre de la actividad comercial.
Ya no existirán las diferencias legislativas que establecía en art. 1323 del derogado código
civil y el derogado art. 450 del código de comercio, debiendo entones encontrar su defini-
ción en el actual art. 1123 del nuevo Código Civil y Comercial que dice: “Hay compraventa
si una de las partes se obliga a transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un
precio en dinero”.
Caracteres
1. Consensual: Queda perfeccionado por el mero acuerdo de las partes, y no por la entrega
de la cosa vendida, la que es la principal obligación del vendedor.
2. Bilateral: Desde que nacen obligaciones recíprocas para las partes contratantes.
3. Oneroso: Por cambiarse u otorgarse ventajas las partes recíprocamente.
4. No formal: En general, salvo que por la naturaleza de la cosa o por imperio de alguna
ley especial (ej. Ley de defensa del consumidor) se exija el cumplimiento de alguna
formalidad.
Requisitos
Existen elementos que hacen a todo contrato, como el consentimiento, motivo por el
cual la doctrina ha dicho que los elementos esenciales del contrato de compraventa son
y la cosa y el precio.
Venta de cosa a prueba: El art. 1160 del Código Civil y Comercial establece que si el compra-
dor se reserva la facultad de probar la cosa, estamos frente a una compraventa sujeta a
una condición suspensiva, quedando perfeccionado el contrato, pasados los diez días sin
que el comprador haya aceptado, o haya pagado el precio de la cosa.
Venta sobre muestras o de cosas de calidad conocida: Regulada en el art. 1154 c civil y comer-
cial, es la que se realiza identificando el objeto del contrato en base a muestras conocidas
y aprobadas por las partes con anterioridad. Por supuesto, la venta quedará sujeta, en
cuanto hace a su validez, a que el objeto que se entrega sea igual al de la muestra, so
pena de resolverse el contrato.
Venta de cosas en fardos o bajo cubierta: Estableciendo el art. 1155 que si la cosa mueble se
entrega envuelta o bajo cubierta, impidiendo su examen en este momento, el compra-
dor gozará de diez días para reclamar en caso de que exista algún vicio o defecto aparen-
te en la cosa.
Precio: El pago del precio debe ser realizado en dinero, para que podamos hablar de pre-
cio cierto. El supuesto más común de precio cierto es cuando ha sido convenido por las
partes en el contrato, o menos usualmente, cuando debe ser fijado en relación a otra cosa
cierta o cuando ha sido dejado al arbitrio de un tercero. Son los nuevos arts. 1133 y 1134 del
Código Civil y Comercial los que regulan estos supuestos.
Precio dejado al arbitrio de un tercero: Según el art. 1134 es cuando las partes hayan designa-
do a un tercero para que fije el precio del contrato. Las consecuencias de esto son que si el
tercero no fija el precio, el mismo podrá ser fijado por el juez, y que habiéndolo fijado el
tercero, el mismo es irrecurrible por las partes.
Hay que distinguir el llamado precio cierto, del precio irrisorio y del precio vil.
Precio irrisorio: Como la palabra lo indica es un precio tan desproporcionado con el valor
de la cosa objeto del contrato, que el mismo mueve a risa. Dicha desproporción hace que
no exista precio, y por ende no exista contrato por faltar uno de los elementos esenciales
al mismo (ej. vender un automóvil 0 km a un peso).
Precio vil: Es aquel que tampoco guarda ninguna relación con la cosa objeto de la venta,
pero no tanto como el precio irrisorio. Aquí la diferencia es que existe precio y por ende
existe contrato, pudiendo recurrir la parte perjudicada por ejemplo al instituto de la lesión.
Plazo de entrega: La entrega del objeto del contrato debe verificarse en la fecha prevista
en el instrumento; pero si la misma no se ha fijado el vendedor estará obligado a ponerla
a su disposición en el término de 24 horas.
Si el comprador abonó el precio convenido, pero las cosas quedaron en poder del vende-
dor, éste asume el carácter de depositario.
Vicios aparentes
Si la cosa vendida lo fuera envuelta o bajo cubierta, el comprador tiene diez días de
producida la entrega, para reclamar cualquier faltante en la cantidad o vicio en la cali-
dad. Dicha responsabilidad del vendedor cede si en el acto de la entrega hiciera revi-
sar la cosa por el comprador y este la recibiera de conformidad (art. 1155 Código Civil y
Comercial). Aquí se advierte un cambio respecto del ordenamiento anterior que solo
contemplaba un plazo de tres días para realizar el reclamo por vicios aparentes.
Los vicios o defectos ocultos, también llamados vicios redhibitorios, son aquellos que
no pueden ser percibidos por los sentidos al momento de la entrega. Son deficiencias
internas y ocultas de una cuantía o entidad importante que hacen impropia la cosa
para su destino, y que de haber sido conocidos por el comprador no hubiera comprado
la cosa o hubiera ofrecido para un precio menor por la misma (art 1051 Código Civil y
Comercial). Son requisitos de los mismos:
2. Quanti minoris: Del latín, cantidad menor, que deja subsistente el negocio, pero
permite la reducción del precio. Los arts. 1054, 1055 y 1056 del Código Civil y
Comercial establecen un plazo de ejercicio de estas acciones en seis meses conta-
dos a partir de la entrega, coincidiendo con la ley de defensa del consumidor, si la
cosa objeto del contrato hubiera sido una cosa mueble, y de tres años si el objeto
del contrato hubiera sido un bien inmueble.
SEÑAL O ARRAS
En general, puede conceptualizarse como la suma de dinero que una parte entrega a la
otra para asegurar el cumplimiento del contrato de compraventa. Es una práctica muy
aceptada en el tráfico, donde en numerosas oportunidades se requiere que una persona
entregue una suma de dinero para asegurar la operación.
Legalmente, la seña podía obrar como principio de ejecución del contrato (confirma-
toria) la que tiene validez y produce efectos jurídicos a partir de la entrega de la suma
de dinero, o podía permitir el arrepentimiento de quien la recibió o entregó, y que se
encuentra facultado a resolver la obligación restituyendo la suma recibida con otra
igual.
En materia civil, y conforme el art. 1202 del Código Civil ya derogado, la seña era peni-
tencial pudiendo las partes arrepentirse del negocio con una penalidad; perdiendo la
cantidad entregada, si lo hiciera el comprador, y debiendo restituir lo recibido con una
cantidad equivalente, si el que se arrepintiera fuera el vendedor.
El art. 1059 del nuevo Código Civil establece que la seña es siempre confirmatoria y a cuenta de
precio, no pudiendo las partes arrepentirse, salvo que así lo hubieran pactado expresa-
mente en el contrato, perdiendo la seña en su caso o devolviéndola con más una cantidad
equivalente. Pero reiteramos, esta posibilidad de arrepentimiento juega sí y solo sí las
partes lo hubieran expresamente establecido.
Pensemos que sin la existencia de un seguro de vida sería casi imposible que los bancos
pudieran otorgar créditos largo plazo; que sin un seguro de transporte, el precio del fle-
te o boleto sería mucho mayor; que sin un seguro que cubra los riesgos del trabajo, los
costos se elevarían y en razón del riesgo mermaría la ocupación laboral, y muchos otros
supuestos que son posibles en razón de la existencia de este contrato.
Como primera aproximación a la comercialidad del mismo, el inc. 6 del Art. 8 del C. Co-
mercio lo declara acto de comercio, pudiendo clasificarlo como un acto natural o intrín-
secamente comercial, dado que existe una intermediación en el cambio de riesgos.
Además de ello en nuestro sistema existe una ley general que regula el instituto, la que
lleva el Número 17418, siendo conocida como la Ley Nacional de Seguros que se encuen-
tra incorporada al Código de Comercio.
Concepto
El Art. 1 de dicha ley define al seguro diciendo: “Hay contrato de seguro cuando el asegu-
rador se obliga, mediante una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir la presta-
ción convenida, si ocurre el evento previsto.
El concepto del contrato contenido en el artículo primero de la ley que regula el seguro en
la Argentina contempla, en general, las principales características del instituto. El seguro
es una convención o acuerdo de voluntades, mediante el cual se procura la preservación
de un patrimonio de las contingencias imprevistas.
› Bilateral: Puesto que del contrato surgen obligaciones recíprocas, como sería el pago
del siniestro por parte de la aseguradora y de la prima por parte del asegurado. Estas
son las obligaciones principales sin perjuicio de otras que hemos de considerar luego.
› Formal: Aquí la ley se aparta del principio general respecto de la libertad en la elec-
ción de la forma instrumental del contrato, para establecer que el mismo debe cele-
brarse por escrito.
› Buena fe: Hemos de ver seguidamente que este es un principio dominante del con-
trato, a tal punto que la declaración reticente de parte del asegurado perjudica su pos-
tura, aun hecha de buena fe. Se trata de un elemento primordial del convenio, motivo
por el cual la información exacta que ambas partes se deben rige el instituto y regula
el derecho de los contratantes.
Partes
Asegurado o tomador: La ley, en distintas partes de su articulado, denomina de manera
indistinta a esta parte como asegurado o tomador del contrato de seguro. Es la persona
que contrata la cobertura del riesgo o, como dice Halperín, es la persona titular del inte-
rés asegurado. No debe ser confundido con el beneficiario que puede o no coincidir con
el tomador puesto que, por ejemplo, en el seguro de vida, puede una persona contratar
un seguro designando a un tercero como el beneficiario del mismo, dado que, acaecido
el siniestro, se produce la desaparición física del asegurado.
1. Tener por objeto exclusivo efectuar operaciones de seguro: La actividad social que
desarrolle la aseguradora debe ser exclusivamente orientada al seguro, no pudiendo
tener otro objeto social compartido.
2. Estar constituida de acuerdo a la ley: Como a todo ente social se le requiere que al
momento de su conformación jurídica, cumplimente con las disposiciones legales en
vigor. Sólo pueden ser aseguradoras personas jurídicas y dentro de ellas, sociedades
por acciones, sociedades cooperativas y mutuales.
Licitud–Art. 60: El interés debe ser lícito, o sea que la ley impide el aseguramiento de
hechos o actividades ilegales.
En definitiva pueden existir tantas clases se seguros como intereses asegurable existan.
Por ejemplo para un pianista el interés asegurable podrían ser sus manos; para un futbo-
lista sus piernas y para un coleccionista, su colección.
RIESGO. Concepto
Es el segundo elemento del contrato de seguro y ha sido definido como la eventualidad
prevista en el contrato. Es el acontecimiento futuro e incierto al que se supedita el con-
trato de seguro. Nuestro derecho positivo permite la cobertura de toda clase de riesgos
que devenga de una actividad lícita de un bien determinado. Sus condiciones son:
PRIMA. Concepto
Es el tercer elemento del contrato, definido como la remuneración del asegurador por
las obligaciones que asume en el contrato. Es en definitiva el precio del contrato de se-
guro y la principal obligación que surge para el asegurado.
El valor de la prima variará conforme el tipo de seguro de que se trate, del interés asegu-
rable y del riesgo asumido.
Aceptación–Arts. 53 y 54: La ley exige una manifestación expresa de parte del asegurador
sobre la aceptación de la propuesta, no teniendo el silencio valor alguno. A partir enton-
ces en que confluyen oferta y aceptación, siendo este un contrato consensual, existe el
contrato y por ende nacen obligaciones para las partes. Hoy en la práctica la contratación
comercial en general y la del seguro en particular se ha simplificado ya que puede hacer-
PÓLIZA
Es el documento que acredita el contrato de seguro. Es emitida por el asegurador y prue-
ba el contrato, sus alcances, el riesgo asumido y, en general, todas las condiciones de la
contratación. El texto de las pólizas se encuentra pre-aprobado por la Superintendencia,
por lo que reviste el carácter de un contrato de adhesión para el asegurado.
Contenido
› Fecha: Si bien la ley no la exige, es importante para determinar la fecha de existencia
del riesgo.
› Nombre del tomador: Individualiza a la parte del contrato y permite conocer su capa-
cidad para celebrarlo.
› Interés: Conforme lo tenemos dicho, es uno de los elementos primordiales del con-
trato y debe encontrarse perfectamente definido en la póliza.
› Fecha comienzo obligaciones: Puede que no coincida la fecha de celebración del con-
trato con la fecha de inicio de la cobertura del seguro.
› Prima: Es condición esencial que se indique el monto exacto de la prima a cargo del
asegurado, como así también la forma de pago de la misma.
› Interpretación: En general, las cláusulas del contrato de seguro deben ser interpre-
tadas en el marco de un contrato que se celebra de buena fe. Se trata de un contrato
de adhesión donde debe primar la equidad en las prestaciones a cargo de las partes.
Protegiendo ello, la ley 24240 (ley de defensa del consumidor) prohíbe en la inclusión
de las pólizas, cláusulas “leoninas” o abusivas que perjudiquen al asegurado.
La reticencia perjudica el derecho del asegurado, aun cuando el mismo obre de buena
fe, siempre que las circunstancias cuya información ha omitido sean de entidad tal que
no hubieran permitido la contratación del seguro o que se hubieren planteado condicio-
nes diversas. El concepto está en el artículo 5 de la ley 17418. Las causales de reticencia
La reticencia debe ser denunciada por el asegurador dentro del plazo de tres meses de
haber sido conocida, so pena de caducar su derecho y no poder liberarse de las obligacio-
nes. Es un término de caducidad fijado por el Art. 5 de la ley.
Pagar la prima: Si bien surge como la primera obligación a cargo del asegurado, también
estimamos que es una carga puesto que perjudica directamente su derecho. Debe pagar
la prima quien se haya obligado a hacerlo en la póliza y que no siempre es el beneficia-
rio. El pago debe hacerse al asegurador o persona expresamente autorizada por éste; la
autorización puede surgir de las circunstancias de hecho, tal como la posesión de recibos
oficiales. La consecuencia principal en este contrato es que la falta de pago de la prima,
ya sea en su totalidad o en cuotas produce la mora automática y exime de responsabili-
dad al asegurador a hacer frente al siniestro ocurrido después de la falta de pago. Mírese
que la consecuencia es de vital importancia, ya que ante la falta de pago, por el mero
vencimiento del plazo, se pierde la cobertura pactada.
Mantener el estado del riesgo–Arts. 38/40: Dado que el seguro es contratado en base
a un determinado estado de riesgo al que se encuentra sometido el bien protegido, el
asegurado asume la obligación de no agravar dicho estado. Por ejemplo, no podría el ase-
gurado tomar parte en una competencia automovilística con un automotor que ha sido
asegurado para el uso cotidiano, sin previamente informar a la aseguradora.
Informar el siniestro (tres días): Se trata de una carga importantísima del asegurado,
ya que una vez ocurrido el siniestro, la ley impone el plazo de tres días (hábiles) para
efectuar la correspondiente denuncia al asegurador, perdiéndose el derecho al cobro de
la indemnización si no se cumple con la misma. Sólo puede alegarse y probarse que no
se ha informado del siniestro por desconocimiento del hecho; por caso fortuito o fuerza
mayor que lo impidan o por imposibilidad manifiesta de hecho.
Informar los daños sufridos: Es una consecuencia del anterior, donde el asegurado no
sólo se obliga a informar del hecho sino que debe entregar al asegurador la totalidad de
las informaciones atinentes al mismo, con perfecta explicación de los daños producidos,
el volumen de ellos, etc.
Contrato de seguro
En este momento usted se encuentra en condiciones de resolver la actividad 1 del módulo.
Actividad
CLASES DE SEGUROS
Al comienzo dijimos que pueden existir tantas clases se seguros como intereses asegu-
rable existieran. Por ello es la que la ley de seguros enumera y legisla sobre algunos de
ellos, pero en forma meramente enunciativa. Divide a los seguros en patrimoniales y de
personas como una primera clasificación a grandes rasgos. Existe también el seguro que
cubre los infortunios laborales pero ellos son regidos por una ley especial, Ley de Riesgos
del Trabajo y cubiertos por las llamadas Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART).
Sin perjuicio de ello analizaremos una clase especial de seguros que es el de responsabi-
lidad civil, conocido vulgarmente como el seguros contra terceros.
Se hace presente aquí y es importante establecerlo que el tercero carece de acción direc-
ta en contra de la aseguradora, ya que la misma no le ha causado ningún daño y no lo une
con el tercero ninguna relación contractual.
Mediante esta rama del seguro, una persona protege a su patrimonio del reclamo que
le pueda formular un tercero por las consecuencias de un determinado hecho. En la ac-
tualidad, este seguro no tiene límite de la cobertura por parte de la aseguradora, salvo
convención en contrario que limite la responsabilidad de la aseguradora por sobre una
determinada suma de dinero.
Dicho patrimonio puede verse menoscabado con el reclamo judicial (juicio) efectuado
por el tercero damnificado en contra del asegurado. Allí la ley tiene previsto un procedi-
miento, conocido como “citación en garantía” que permite que la aseguradora sea citada
al juicio en el carácter de tercero interesado, y que de existir un fallo condenatorio, pue-
dan serle extensivos los efectos de la sentencia.
Demandado entonces el asegurado, ya sea en un proceso civil o en una acción civil en-
tablada dentro de un proceso penal si existieran lesiones graves u homicidio culposo, el
Asimismo tiene prohibido transar con la contraparte, impidiéndole comenzar las nego-
ciaciones con el tercero a los fines de zanjar el diferendo. Ninguna actividad puede cum-
plir el asegurado sin el conocimiento, consentimiento y participación de la aseguradora.
Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en su capítulo XIII. Edi-
básica ción 2016
› Código Civil y Comercial a partir de su artículo 1123.
¡Éxitos!
Módulo 4 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.
Agencia comercial: Es el contrato bilateral y oneroso en cuya virtud una de las partes se
compromete, en forma duradera y continua, a prestar su actividad a un comerciante o
industrial, conocido como proponente, mediante el pago de una remuneración, gene-
ralmente un porcentaje, a fin de obtener para su comitente la concertación de negocios
dentro de la zona establecida en el contrato.
Arras: Es la suma de dinero que se entrega para confirmar las obligaciones que surgen de
un contrato, teniendo el carácter de confirmatorias, sin poder arrepentirse, salvo pacto
expreso en contrario.
Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.
Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.
Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.
Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.
Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.
Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.
Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.
Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.
Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.
Consignación comercial: Es el contrato por el cual una persona desempeña por otros
negocios determinados, obrando a nombre propio o de la razón social que representa,
consistiendo el acto realizado una compraventa.
Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.
Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.
Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.
Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.
Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.
Contrato de factoring: Es el contrato financiero que se celebra entre una entidad finan-
ciera (sociedad de factoring) y una empresa (factoreada), por el cual la primera se obliga
a adquirir todos los créditos que se originen a favor de la segunda por su actividad co-
mercial, durante un determinado plazo y asumiendo o no los riesgos de la cobranza del
mismo.
Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.
Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.
Contratos de plazo firme: Son aquellos en los que se perfecciona ab initio la operación,
pero sólo se cumple al final del plazo que las partes han establecido, procediéndose en
ese momento a la entrega del título y al pago del precio convenido.
Costumbre: Observación constante de una regla de conducta por los miembros de una
comunidad, con la convicción de que aquella responde a una necesidad jurídica.
Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.
Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.
Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.
Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.
Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.
Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.
Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.
Garantía de evicción: Es la otorgada por el vendedor; por medio de ella le asegura al com-
prador la legitimidad de los títulos de propiedad sobre la cosa objeto de la convención.
Incendio: Se produce cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada
por este o por el calor del fuego hostil.
Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.
Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.
Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.
Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.
Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.
Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.
Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma
determinada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los fir-
mantes.
Persona jurídica: Es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones que no
sea persona humana.
Póliza: Es el documento emitido por el asegurador y que acredita la formación del con-
trato, delimita el riesgo asumido, la prima fijada, el interés asegurable y en general todas
las condiciones de contratación.
Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.
Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.
Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.
Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.
Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.
Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.
Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.
Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.
Módulo 4 | Actividades
actividad 1
Contrato de seguro
Usted llega a su oficina temprano. Esta mañana parece venir muy ajetreada. Al llegar, en-
cuentra en su escritorio cuatro carpetas con llamadas y consultas de diferentes clientes a
las que debe responder con premura.
Carpeta 1
Roberto Aquillo contrata un seguro de incendio que protege su propiedad inmueble. El
seguro se contrata el día cinco de febrero del presente año, sin conocer el Sr. Aquillo que
el día cuatro del mismo mes y año, en horas de la noche, un incendio ha destruido la
propiedad en su totalidad. Le consulta a usted para saber si el seguro es válido o no y por
ende si el asegurador debe restituir la prima cobrada.
Carpeta 2
Justo Abrate contrata un seguro que cubre los daños de un automotor de su propiedad.
Al hacerlo, omite consignar que en forma periódica, no profesional, compite con el au-
tomotor en torneos zonales de automovilismo. La aseguradora toma conocimiento de
ese hecho con fecha 5 de mayo, dos años atrás, y, luego de evaluar la situación, con fecha
3 de septiembre del mismo año le notifica que el contrato es nulo por la reticencia en
la información, por lo que no tomará a su cargo la reparación de un siniestro producido
mientras el vehículo se encontraba compitiendo en dichos torneos. La consulta se refiere
a si considera ajustada a derecho la postura del asegurador.
Carpeta 4
Juan Manuel Lessota, en un contrato de responsabilidad civil, reconoce haber sido partí-
cipe del hecho productor del daño protegido por el seguro, durante la indagatoria a que
ha sido sometido por la Justicia de Instrucción en el proceso penal iniciado a raíz del he-
cho. Al momento de peticionar a la aseguradora el pago del siniestro, ésta se opone adu-
ciendo que el asegurado ha reconocido el hecho y perjudicado su derecho. Le piden que
determine si es ajustada a derecho la postura de la aseguradora.
actividad 2
Hoy es día de reunión
Los jueves es el día de reunión en el estudio donde que se discuten diferentes casos y
es necesario aprovechar estas oportunidades para aclarar dudas y compartir análisis de
diferentes situaciones.
Perfumo extendió una copia a cada uno y comenzó a leer el primer caso:
b) Una persona adquiere una motocicleta de alta cilindrada nueva y sin uso. Pasados
cuatro meses de la entrega, dicha moto deja de funcionar y, conforme consultara el
dueño con su mecánico de confianza, ello se debe a defectos estructurales graves en
el motor, la transmisión y el chasis, que no podían advertirse en la entrega pero que
hacen impropia la cosa para su destino. ¿Le asiste algún derecho al comprador? En su
caso, ¿cuál es? ¿Cuál es el plazo para hacer valer su derecho?