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ABOGACÍA — ABG

materia
Derecho Comercial I
DC−I · TERCER CUATRIMESTRE

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cionado especialmente para usted.
Índice
Propósito 4
Competencias 6
Objetivos 7
Contenidos mínimos 8
Contenidos 8
Bibliografía 10
Planificación 10
Metodología 11
Evaluación 12
Mapa conceptual 13
Módulos
› Módulo 1 14
› Módulo 2 45
› Módulo 3 63
› Módulo 4 74

Importante

Lecturas básicas y complementarias disponibles desde plataforma.

Impresión total del documento 98 páginas

Abogacía | Derecho Comercial I 3


Propósito
Estimado/as estudiantes, es un verdadero placer y un notable desafío presentar esta ma-
teria ante usted, dado la enorme transformación legislativa en materia de derecho pri-
vado, habiéndose unificado legislativamente el mismo, fundiéndose en un solo cuerpo
normativo, a partir de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación en el
año 2015.

Es de público conocimiento que dicha transformación ha implicado la derogación de los


anteriores códigos que regían este tipo de relaciones, esto es el Código Civil por un lado
y el Código de Comercio por el otro. Por ello, legislativamente hoy no existe diferencia
entre actos de la vida civil y actos de la vida comercial, ya que, al haberse unificado la
legislación, reiteramos, legislativamente estamos frente a lo que podemos llamar actos
jurídicos de derecho privado.

Por ello, nos avocaremos a conocer este proceso de unificación legislativa que ha dado
nacimiento a este nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, cuya reciente vigencia
rige todas las relaciones de derecho privado de nuestra sociedad.

El hecho de haberse unificado en un solo cuerpo normativo todo el derecho privado, sin
que exista el distingo o la distinción legislativa entre actos civiles y actos de comercio, no
quiere decir en modo alguno que en la realidad no existan actos que, por su naturaleza,
origen, finalidad, etc., no sigan siendo considerados actos de la vida civil o actos de co-
mercio. En la materia comercial, el sustento que le da, le ha dado y le seguirá dando a su
existencia es justamente esa realidad que nosotros llamados comercio. Sin que existiera
una realidad que regular no habría necesidad de regulación. Si no existiera el comercio,
no habría derecho comercial. Pero como sí la hay, y esa realidad es tangible, es que, aun-
que no legislativamente, el acto de comercio continúa existiendo.

Solo a fines ilustrativos, seguramente en los últimos meses usted ha viajado en un trans-
porte público automotor, comprado en un kiosco una golosina, adquirido una entrada de
cine, quizá ha utilizado una tarjeta de crédito, tal vez ha contratado un seguro, o ha tra-
mitado y obtenido un crédito en una entidad bancaria. Todos esos actos y muchos otros
que realizamos diariamente, son económica y naturalmente comerciales, y por lo tanto
quedan atrapados bajo la órbita del derecho comercial.

Por ello, en el módulo uno de la materia estudiaremos la realidad del derecho comercial
“El comercio y el Derecho Comercial” (como rama del derecho privado), cuya conceptualiza-
ción nos permitirá adentrarnos en el estudio de esta disciplina que regula las actividades
mercantiles.

Para resaltar alguna de sus características, que le son propias, podemos destacar su cons-
tante evolución, acompañando la continua mutación que presenta la actividad comer-
cial. Por ejemplo, si un país tiene normas jurídicas mercantiles que no son continuamen-
te revisadas, es porque la realidad social que tiene destinada a regir tampoco presenta
cambios, y ello nos induce a pensar en una economía estancada.

Abogacía | Derecho Comercial I 4


Entonces, en la primera parte de la materia trataremos de encontrar un concepto unívoco
del Derecho Comercial, partiendo de una noción del comercio como actividad jurídica y
económica. Luego, nos adentraremos al estudio del acto de comercio y las teorías ensa-
yadas respecto del mismo, poniendo luego el acento en nuestro sistema legal de actos de
comercio. Aquí es donde se produce jurídicamente el primero de los cambios existentes.
Deja de existir legislativamente una enumeración de actos de comercio ya que dejan de
ser tratados en forma general de esta manera. Sin embargo, porque en la realidad el acto
económico y comercial no ha dejado de existir, trataremos de distinguir sus particulari-
dades como la intermediación, la circulación y el tráfico de bienes, la realización de actos
en masa, el ánimo de lucro, la producción y comercialización de bienes y servicios y la
naturaleza de la actividad empresarial y su repercusión en el mundo del Derecho.

Vinculado a ello, resulta de vital importancia el estudio de lo que podemos denominar


como teoría general de los Títulos de Crédito, su incorporación legislativa al Código Civil
y Comercial y su regulación específica en el decreto ley que regula la letra de cambio y el
pagaré y la ley de cheques.

En el módulo dos, “Los sujetos de las relaciones mercantiles”, estudiaremos a los sujetos de
las relaciones comerciales, lo que económicamente podemos seguir llamando comer-
ciantes, pero ahora sin un concepto establecido expresamente en el nuevo código ya que
se ha suprimido el llamado estatuto personal del comerciante, y reemplazado ello por
quien realiza una actividad económica organizada. Es así que estudiaremos al comer-
ciante individual, sus derechos y obligaciones, específicas y genéricas, citando por caso el
llevado de una contabilidad organizada y la obligación de rendir cuentas. También serán
objeto de estudio, como persona jurídica comerciante por excelencia, las sociedades en
general, sus requisitos comunes y los tipos societarios existentes.

Haremos también especial hincapié en la teoría general de la representación, que ahora


tiene recepción legislativa en el nuevo código, y cómo se materializa la misma en la acti-
vidad comercial.

Contando ya con estos elementos, nos adentraremos en el estudio del módulo tres, “La
teoría general de la contratación. El nuevo sistema legal. Obligaciones y Contratos. Su unificación”
que trata sobre el contrato como eje de las relaciones de derecho privado entre las perso-
nas, es decir el acuerdo de voluntades con influencia en el campo del derecho, analizan-
do los principales aspectos de la teoría contractual. Reviste fundamental importancia co-
nocer los aspectos generales de la contratación, puesto que sin ellos no podemos iniciar
la consideración de los principales contratos, los cuales ocupan nuestra materia de allí en
adelante. El concepto de contrato, su clasificación, la forma y la prueba de los mismos, el
proceso de formación del contrato, las resoluciones contractuales, son los aspectos fun-
damentales que rigen este módulo.

Al finalizar la asignatura, y con el estudio del módulo cuatro, “La compraventa mercantil. El
contrato de seguro”, consideramos dos contratos clásicos como la compraventa y el seguro;
el primero como el contrato madre de la actividad comercial en general, y el segundo por
su importancia económica ya que permite otro sinnúmero de actos y contratos de una
manera accesible, facilitando así la producción y comercialización de bienes y servicios.

Abogacía | Derecho Comercial I 5


Seguramente en el ejercicio profesional ha de tener usted un trato cotidiano con los con-
tratos comerciales, sea como abogado empresarial o en otra rama del Derecho. Espera-
mos que el estudio de esta materia sea el comienzo del camino que le permita descubrir
esta rama del Derecho Privado, en su parte general y contractual, y le brinde las herra-
mientas necesarias para un fructífero ejercicio profesional.

Les doy la bienvenida nuevamente y quedan invitados/as al estudio de esta materia, y a


aceptar el desafío de su aprendizaje ¡éxitos en este camino!

Competencias
Disciplinares

› Ejercer adecuadamente la profesión, en sede judicial, administrativa o en el ám-


bito privado, identificando correctamente las normas legales para la resolución
de situaciones conflictivas y utilizando de manera pertinente la doctrina y la ju-
risprudencia.

› Implementar de manera pertinente y efectiva los diversos procedimientos de


prevención y resolución de conflictos.

› Desarrollar una visión global de la realidad jurídica en el marco de los tratados


internacionales entre países y regiones.

› Desarrollar competencias para la asistencia jurídica a toda persona física o jurídi-


ca que lo requiera, cuando estén involucradas decisiones de riesgo directo sobre
personas o bienes, tanto en sede judicial como extrajudicial.

› Reconocer las necesidades sociales en relación con las transformaciones del De-
recho en un contexto de Estado republicano de derecho y con compromiso con
los Derechos Humanos.

Tecnológicas

DOMINIO DE HERRAMIENTAS Y TECNOLOGÍAS DIGITALES: saber comunicarse, re-


lacionarse y colaborar en equipo, mejorando los resultados de los procesos en los que
se encuentra implicado en la vida académica.

Transversales

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y TOMA DE DECISIONES: ser capaz de identificar pro-


blemas y desarrollar acciones para dar respuesta a ellos, conforme a fundamentos,
procesos y procedimientos propios de la disciplina.

Abogacía | Derecho Comercial I 6


TRABAJO EN EQUIPO Y COLABORATIVO: saber construir conocimientos y desarrollar
propuestas entre diversas personas, propiciando la integración de diversos saberes
para arribar a soluciones comunes.

RELACIONES INTERPERSONALES: ser capaz de vincularse con otras personas con


empatía, negociando entre distintas posiciones para trabajar por un fin superior.

FLEXIBILIDAD Y ADAPTACIÓN A SITUACIONES NUEVAS: tener una actitud abierta a


cambiar, siendo capaz de modificar una decisión, un rumbo o un proyecto y adoptar
enfoques nuevos a partir de cambios contextuales.

Objetivos
› Iniciar el estudio del derecho mercantil como rama del Derecho Privado, para recono-
cer sus aspectos jurídicos y económicos.

› Distinguir el acto de comercio, en su aspecto económico propiamente dicho, para


identificarlo jurídicamente en nuestro nuevo ordenamiento legal.

› Identificar quién realiza una actividad económica organizada como persona tanto,
humana como jurídica, individual y colectiva, para delimitar claramente sus derechos
y obligaciones.

› Comprender la importancia de un adecuado sistema de contabilidad para aplicarlo y


utilizarlo en el desarrollo y marcha de la actividad económica que le da origen.

› Reconocer la importancia de la Teoría General de los Títulos de Crédito para identifi-


car luego cada uno de ellos en particular.

› Adquirir habilidades en la redacción de diversos tipos contractuales analizados teó-


ricamente, lo que permita elaborar cualquier tipo de contrato comercial, de manera
simple, pero preservando la seguridad jurídica y de ese modo brindar un asesora-
miento correcto y cabal.

› Identificar en sus aspectos generales y específicos el contrato de seguro, con el obje-


tivo de manejar las implicancias de este contrato.

› Manejar el contrato de compraventa, fundamentalmente de la compraventa interna-


cional y de las modernas formas de contratación a distancia, a los fines de asesorar y
resolver los conflictos que pudieran suscitarse.

Abogacía | Derecho Comercial I 7


Contenidos mínimos
El comercio. El derecho comercial y el derecho económico. El acto de comercio. Fuentes
del derecho comercial. Contenidos del derecho comercial. El sistema legal argentino. Có-
digo Civil y Comercial de la Nación. Los sujetos de las relaciones comerciales. Obligacio-
nes y derechos del comerciante.

Contenidos
Módulo 1: El comercio y el Derecho Comercial
El comercio: concepto económico y jurídico. Breve reseña histórica y principales criterios
orientadores a lo largo de la historia. Sistemas subjetivo y objetivo de derecho comercial.
Concepto y caracteres del derecho comercial. Análisis de cada uno de ellos.

El Código de Comercio de Vélez Sarsfield y el sistema actual en el nuevo Código Civil y


Comercial de la Nación.

El derecho empresarial. Codificación del derecho comercial. Sus antecedentes naciona-


les y tendencias actuales. Movimiento de unificación de las obligaciones civiles y comer-
ciales.

Autonomía del derecho comercial. Clases. Nuevo Código Civil y Comercial. Unificación
legislativa. Método y generalidades.

Teoría general del acto de comercio. Diversas concepciones y clasificaciones.

Sistema nacional conforme el Código de Comercio de Vélez Sarsfield, análisis. Sistema


actual.

Fuentes del derecho comercial. La ley: concepto. Usos y costumbres.

Teoría general de los Títulos de Crédito. Su incorporación al Código Civil y Comercial. Le-
tra de cambio, pagaré y cheques. Leyes especiales.

Módulo 2: Los sujetos de las relaciones mercantiles. La representación


Personas físicas y jurídicas, comerciantes y no comerciantes. Análisis de la capacidad en
el nuevo Código Civil y Comercial.

El comerciante: concepto. Adquisición, pérdida y prueba de la calidad de comerciante,


conforme el Código de Comercio de 1859. Sistema actual. Personas físicas o humanas y
personas jurídicas. Las sociedades y las modificaciones legislativas a la ley 19550.

Requisitos esenciales, la sociedad residual, Tipos societarios. La sociedad de responsabi-


lidad limitada, la sociedad anónima. El empresario individual y las sociedades.

Abogacía | Derecho Comercial I 8


El menor comerciante. Distintos supuestos.

Obligaciones comunes. Inscripción registral, contabilidad y registraciones contables. Li-


bros de comercio: Libros obligatorios y facultativos, formalidades. Sujetos obligados y
eximidos. La rendición de cuentas. Distintos supuestos. Aprobación expresa y tácita.

La representación. Fuentes: legal, voluntaria, orgánica. El corretaje. Su incorporación al


Código Civil y Comercial.

Módulo 3: La teoría general de la contratación. El nuevo sistema legal. Obligaciones y


Contratos. Su unificación
Teoría general de la contratación. El contrato: concepto. La autonomía de la voluntad.
Límites. Distintos supuestos. Elementos del contrato. Consentimiento, objeto y causa.
Clasificación de contratos, distintos casos.

Contrato entre ausentes. Perfeccionamiento. Contratos preliminares.

Interpretación, forma y prueba de los contratos.

El plazo y la mora. Resolución contractual: Cláusula resolutoria expresa y cláusula reso-


lutoria implícita (pacto comisorio). Plazo indeterminado. Modernas formas de contrata-
ción comercial. Aspectos generales. Obligaciones y contratos comerciales. La actividad
comercial como derecho de consumo. Ley de defensa del Consumidor.

Módulo 4: La compraventa mercantil. El contrato de seguro


La compraventa. Unificación del régimen legislativo. Comercialización del instituto. Con-
cepto y caracteres. Operaciones excluidas. Análisis. El precio determinado o determina-
ble. Precio vil e irrisorio. Venta de cosas futuras. Venta y promesa de venta de cosa ajena.
Obligaciones y derechos de las partes. La tradición real y simbólica. Vicios ocultos y apa-
rentes. Garantía de evicción. Señal o arras. Ventas internacionales. Cláusulas usuales.

Protección al consumidor. Aspectos teóricos y legales. La negociación y tráfico en masa.

El contrato de seguro. Sujetos. Autorización para funcionar. Formación e interpretación.


Elementos esenciales: Interés asegurable, riesgo y prima. Obligaciones generales y car-
gas de las partes. Seguro de daño, de responsabilidad civil, de incendio, de personas. Su-
brogación y citación en garantía. Principales aspectos.

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Bibliografía
Obligatoria

Material didáctico de producción institucional diseñado y desarrollado especialmente


para cada módulo.

› VÍTOLO, Daniel Roque: “Manual de Derecho Comercial”, Buenos Aires, Ed. Estudio
2016 /2017
› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.info-
leg.gob.ar/

Complementaria

› Ley 24240. Ley 11867. Ley 12962. Ley 24452. Ley 19550. Ley 17418.
› FAVIER DUBOIS, Eduardo (h). Manual de Derecho Comercial, Buenos Aires, La ley
2016. Editorial Buenos Aires. 2016
› RIVERA, Julio C y MEDINA Graciela. Código Civil y Comercial de la Nación. Buenos
Aires, La Ley 2015.- Editorial Buenos Aires. 2016

Planificación
Porcentaje estimativo por módulo según la cantidad y complejidad de contenidos y ac-
tividades:

20% 25% 25% 30%


MÓDULOS 1 2 3 4

Representación de porcentajes en semanas:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
MÓDULO 1 MÓDULO 2 ✔ 1 MÓDULO 3 MÓDULO 4 ✔ 2

✔ Momento para realizar partes de la Evaluación integradora.

Abogacía | Derecho Comercial I 10


Metodología
A) Estrategias de enseñanza: Este espacio curricular fue diseñado según lo previsto en
el Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED) de la UBP (Universidad Blas
Pascal) (Resolución MECCYT 197/2019), las características de los destinatarios, las nece-
sidades de esta disciplina, competencias que se espera promover en esta asignatura y el
perfil del egresado.

En relación con lo anterior, para llevar a cabo la enseñanza se cuenta con:

› Contenidos y actividades de aprendizaje desarrollados en la plataforma virtual miUBP.


› Material bibliográfico especialmente seleccionado.
› Clases en video, en las que el docente expone contenidos que considera relevantes y
que pueden ser visualizadas en cualquier momento.
› Tutorías virtuales que implican diferentes espacios de interacción.

B) Materiales curriculares: Durante el cursado, se fomenta el estudio de los contenidos


(presentados en diferentes soportes y lenguajes) que componen el programa, y la resolu-
ción de las actividades de aprendizaje. De esta forma, se introduce al alumno en los con-
ceptos que se deben dominar en todo lo que respecta al Derecho Comercial I, a partir del
aprovechamiento racional y sustentable que debe efectuar el hombre. También, se invita
a leer bibliografía que enriquece y profundiza dicho desarrollo. Por otra parte, se propo-
ne la resolución de actividades de aprendizaje tanto de carácter optativo como obliga-
torio que se encuentran debidamente identificadas en la plataforma. Algunas de ellas
se centran en la apropiación de conceptos teóricos básicos de la asignatura y otras en la
transferencia mediante un abordaje práctico a través del análisis de casos, ejercitaciones
y situaciones problemáticas. Además, se incentiva la lectura de sentencias judiciales, en
particular las dictadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

C) Modalidad de agrupamiento: En esta asignatura se proponen principalmente instan-


cias de producción individual, en coherencia con los objetivos y contenidos a trabajar.
De esta manera, el alumno puede desenvolverse en forma autónoma, reconociendo sus
fortalezas y debilidades, a la vez que puede desarrollar sus propias estrategias de apren-
dizaje. Es importante destacar que para el estudio de la asignatura los alumnos pueden
optar por agruparse libremente y resolver las actividades de aprendizaje planteadas.

D) Interacción: La comunicación con el docente tutor se realiza a través de los diferentes


medios disponibles en la plataforma miUBP.

E) Formación Práctica: En lo que se refiere a la formación práctica se hace foco en la reso-


lución de problemas que implique el uso de los contenidos estudiados en la asignatura
contextualizados en situaciones que tengan que ver con la carrera.

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Evaluación
La metodología de evaluación propuesta se presenta conforme al Reglamento Académi-
co General de la UBP.

Cada instrumento de evaluación contiene sus criterios de evaluación explicitados y el


puntaje otorgado a cada consigna.

En cuanto a los criterios de acreditación, la escala cuantitativa utilizada para evaluar es


del 1 al 100 y el puntaje mínimo que se requiere para la aprobación es de 50.

Regularidad
Para alcanzar la condición de alumno regular usted deberá aprobar la Evaluación Inte-
gradora dentro de los plazos previstos para el cursado.

Si reprueba esta instancia podrá reelaborar la evaluación según los requerimientos del
docente.

Examen Final
Deberá rendir, en condición de regular, una evaluación final que se realizará a través de
un examen escrito integrador, presencial, en el periodo que disponga la Universidad.

Abogacía | Derecho Comercial I 12


Mapa conceptual

Abogacía | Derecho Comercial I 13


Módulo 1
Microobjetivos

› Identificar la ubicación científica del Derecho Comercial dentro de la estructura jurí-


dica general, para comprender acabadamente el concepto de su autonomía de otras
ramas jurídicas.

› Comprender las implicancias de la especialidad del derecho mercantil, a los fines de


delimitar claramente su campo de acción.

› Advertir la importancia de la moderna concepción del Derecho Comercial como dere-


cho empresario, para su adecuada aplicación a los desafíos que presenta la empresa
moderna.

› Reconocer económica y jurídicamente el acto comercial, a fin de establecer su dife-


renciación con el resto de los actos jurídicos.

› Desarrollar destreza para manejar la circulación de los títulos de crédito, conociendo


las responsabilidades emergentes de los títulos valor en su circulación.

› Reconocer las distintas formas de transmisión de un título de crédito, a los fines de


determinar las consecuencias patrimoniales que implican para las partes.

Contenidos

El comercio y el Derecho Comercial

Este módulo comienza con el análisis del concepto de Derecho Comercial y de la materia
específica que regula: el comercio. Se realiza un estudio del derecho mercantil a través
del tiempo y de las distintas concepciones que lo han regulado desde antaño a nuestros
días.

Abordaremos también el derecho comunitario, esto es el derecho con implicancias inte-


restatales, de tanta trascendencia en esta época.

Hemos de estudiar los aspectos generales del derecho mercantil, su vinculación con las
demás normas jurídicas y sus caracteres jurídicos. Consideraremos de manera prepon-
derante el carácter evolutivo, como forma de medir el continuo devenir del derecho mer-
cantil y su influencia sobre el marco económico general de cada país, poniendo el acento
en su autonomía y las fuentes de la que éste surge.

El proceso de unificación legislativa ocurrido en nuestro país en 2015 también será mo-
tivo de especial estudio y atención, abordando sus antecedentes y la lograda unificación
coronada con la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.

Abogacía | Derecho Comercial I 14


La supresión de un sistema objeto de actos de comercio nos obliga a estudiarlo desde
el punto de vista económico y como actividad típica de la industria mercantil, y ahora
como un acto jurídico de derecho privado. Pero no puede estudiarse ni comprenderse el
sistema legislativo actual, sin conocer nuestros antecedentes y el sistema que contenía el
Código de Comercio de Vélez Sarsfield.

Se estudiarán entonces los llamados actos de comercio naturales o económicamente co-


merciales, las distintas teorías desarrolladas respecto al mismo, sus clasificaciones y su
inserción en este nuevo sistema legislativo actual unificado de derecho privado en nues-
tro país.

En el final del módulo se estudiará también la llamada teoría general de los títulos de
crédito -que ha sido incorporada al nuevo código-, y sus requisitos comunes, para luego
sí abordar en forma general a algunos de ellos en forma especial, como la letra de cam-
bio, el pagaré y el cheque. Hoy en día la actividad comercial, fabril o empresarial gira a
través del crédito, por lo que la existencia y utilización de estos documentos se torna un
imperativo necesario para la instrumentación, circulación y protección de dicho crédito,
produciéndose día a día nuevas incorporaciones de títulos creados a fin de permitir la
circulación de la riqueza. Ejemplo de ello es el cheque de pago diferido, que ha venido
a llenar una necesidad comercial y dar forma legal a una práctica cotidiana de la vida
comercial.

Abordaremos esta cuestión desde el punto de vista teórico pero sin descuidar los aspec-
tos prácticos, motivo por el cual hemos de analizar casos jurisprudenciales que han sen-
tado una línea en la cuestión.

La problemática del título valor o título circulatorio es de significativa importancia en la


preparación del moderno profesional abogado, sea que en el futuro asuma el carácter de
Énfasis consultor de empresa, asesor, o simplemente se dedique al ejercicio profesional.

Una vez finalizada la lectura de esta presentación, le proponemos realizar las actividades
propuestas en este módulo para afianzar sus saberes y tomar como referencias las nor-
mativas señaladas en el módulo.

El comercio
El comercio es una de las actividades que el hombre realiza desde la antigüedad y co-
menzó cuando no pudo satisfacer por sí solo, en su tribu o pueblo, sus propias necesida-
des y se vio obligado a intercambiar bienes con otros, siendo el trueque la primera forma
de comerciar.

La primera vía elegida para ello fue la navegación, ya que tanto los ríos como el mar, ante
la inexistencia de caminos seguros, fue el medio para el traslado de las mercancías, espe-
cies o riquezas. Con el devenir histórico, esa forma primitiva de comerciar fue mutando y
evolucionando, apareciendo el intercambio, la riqueza metálica, el papel moneda, la em-
presa de fábrica, la empresa de servicios y muchas otras formas ya mucho más modernas
de comerciar. Todo ello como un hecho de la realidad que el derecho ha reconocido como
actos de comercio en general.

Abogacía | Derecho Comercial I 15


Constituye la materia prima que ha de moldear el derecho comercial; es la realidad y el
objeto a regular por las normas mercantiles. Por ello, tener un concepto preciso del co-
mercio constituye el punto de partida indispensable para el conocimiento y la enseñanza
del derecho comercial.

En primer lugar, analizaremos el concepto económico del término, y luego nos adentra-
remos en el jurídico. Esto se debe a que el primer aspecto es restringido en relación al
segundo, el cual abarca situaciones que la ley declara mercantiles.

Se ha dicho que el comercio contiene cuatro aspectos que lo caracterizan, a saber: 1) acti-
vidad de intermediación; 2) deja inalteradas las cosas; 3) habitualidad; 4) ánimo de lucro.

En consecuencia, podemos definirlo diciendo que el comercio, económicamente, es la


actividad continuada de intermediación entre productores y consumidores para hacer
llegar a éstos los productos de aquéllos, sin alterarlos y para obtener ganancias.

Analizando estos requisitos surge evidente que la realidad económica del comercial es
justamente la intermediación. Alguien que se interpone en el intercambio de bienes y
servicios, o para decirlo más claro, alguien que se pone al medio entre quien tiene un
bien y quiere desprenderse de éste, y quien quiere adquirir dicho bien. Entonces será en-
tonces mercantil la actividad, en su aspecto económico, cuando se limite al intercambio
sin el agregado de manufacturación de las mercaderías y para lucrar. Este último aspec-
to no se presenta sólo cuando se logra una diferencia económica, sino también cuando
se especula en hacerlo, aunque en una primera etapa no exista beneficio económico di-
recto. Así que se sostiene, a nuestro juicio acertadamente, que existirá comercio cuando
mediante una actividad de intermediación se especula en la obtención de un beneficio
económico futuro, motivo por el cual el ánimo de especular es lo caracterizador, más allá
del real beneficio obtenido en la transacción.

En suma, el comercio, visto desde el punto de vista económico, tiene como características
primordiales la intermediación de los productos, realizada con el espíritu de obtener una
ventaja patrimonial, real, actual o futura.

Ahora bien, al comenzar con el análisis de la problemática mercantil, hemos de advertir


que no siempre la noción económica del comercio engarza en el concepto jurídico, por
cuanto el legislador ha incorporado, en el ámbito mercantil, situaciones que económica-
mente pueden no ser consideradas comerciales.

Es por esto que podemos decir que el comercio, jurídicamente, es el conjunto de relacio-
nes de derecho engendradas por las diversas actividades que nuestra legislación vigente
reconoce como mercantiles, siendo más amplio que el anterior este concepto. Aquí no
Énfasis tiene mayor relevancia la intermediación ni el ánimo de lucrar, ya que veremos luego que
el legislador ha considerado comerciales actos en donde estos dos elementos ni siquiera
existen.

Ejemplo de ello son los actos de navegación, los títulos de crédito y los llamados actos
conexos a la actividad comercial. En consecuencia, lo que es considerado comercio en
sentido económico, siempre lo es en lo jurídico, pero jurídicamente existen actos de co-

Abogacía | Derecho Comercial I 16


mercio que no lo son económicamente, siendo en consecuencia más amplio el concepto
jurídico de comercio.

Antecedentes históricos del derecho comercial


El derecho comercial con características y disposiciones tales como las que conocemos
hoy, comenzó a desarrollarse en el Medioevo; con anterioridad sólo existían normas ais-
ladas, confundidas con un sentimiento religioso y generalmente referidas a la actividad
marítima.

El Derecho Comercial nació como una rama del derecho privado, por exigencias del mo-
mento histórico. Existe una íntima correlación entre el momento histórico y el derecho
mercantil, lo que explica su evolución de acuerdo al signo de los tiempos que se viven.

Primero apareció el trueque, que era sostenido, en un principio de satisfacer necesidades


vitales, y que luego se realizó con ánimo especulativo. Después, con las primeras codifi-
caciones, aparece la noción orgánica de derecho comercial; así, en el código de Hamurabi
(1700 A.C.) ya existían normas sobre agrupamientos societarios y depósito.

También en Grecia existieron regulaciones respecto de cuestiones comerciales atinentes


a la navegación.

En Roma, y ello resulta importante por su penetración legislativa posterior en gran parte
de la Europa continental y luego en nuestras tierras por imperio de la colonización, no se
conocieron normas orgánicas de derecho comercial.

Esto es así, ya que el derecho romano era un derecho para el ciudadano romano y éste
no comerciaba. La actividad comercial era considerada una actividad menor y un tanto
despreciable. Sin embargo, el comercio existía pero era regulado por otro derecho, con-
suetudinario, no oficial ni escrito, que se denominaba Derecho de Gentes, siendo éstas las
gentes, los habitantes del imperio que no gozaban del estatus de ciudadano romano.

Desde la caída del Imperio Romano y fundamentalmente a partir de los siglos XIV y XV,
se comienza a dar un perfil subjetivo al derecho comercial y a concebirlo como la rama
que regula la actividad de un determinado sector: los comerciantes.

El uso de los comerciantes, en su tráfico comercial cotidiano, da origen a un nuevo dere-


cho que se diferencia del civil. Éste, a su vez, se nacionaliza y en consecuencia nace un de-
recho francés, diferenciado del alemán, del italiano, etc. En cambio, el derecho comercial
permanece internacional, como lo era el derecho de gentes anteriormente.

El derecho estatutario que nace en las distintas ciudades italianas tiene singular relevan-
cia en la aparición del derecho comercial. Incluso en aquellas se comienzan a resolver las
cuestiones entre los comerciantes mediante una jurisdicción comercial que actúa ex bono
et aquo, o sea, de acuerdo al leal saber y entender. Los procesos eran sumarísimos, sin
formalidades, y los jueces resolvían de acuerdo a los principios de la equidad.

Abogacía | Derecho Comercial I 17


El gran problema existente entonces, era la ausencia de un derecho orgánico y leyes y
tribunales que en forma uniforme pudieran aplicarse.

Para solucionar la falta de aquel es que en Europa, principalmente en Italia y Francia, y


dado el florecimiento creciente de la actividad comercial y la existencia de conflictos a
resolverse, es que se crean en Europa las llamadas asociaciones o corporaciones de co-
merciantes de la edad media. Estos organismos, no oficiales, estaban formados por co-
merciantes (generalmente de una ciudad) y el requisito para formar parte de la misma
era la mera inscripción en dicho organismo. Eran presididas por un Cónsul y cogoberna-
das por un Consejo. Si hoy pretendiéramos hacer una analogía, aunque los límites no son
tan claros, el cónsul haría las veces de juez y el consejo de poder legislativo. Esto es que el
primero resolvía los conflictos que se suscitaban entre comerciantes y eran sometidos a
su juicio, y el consejo de poder legislativo comenzaba a sistematizar el derecho comercial
en primigenias normas. Nace entonces un derecho comercial subjetivado, esto es basa-
do en el o los sujetos que realizan una actividad, los comerciantes, sin importar el acto
realizado. Uno de los problemas que se presentaron luego, dada a la prolífica actividad
comercial fue la participación de no comerciantes (no inscriptos en la corporación), cuan-
do contrataban con un comerciante y estallaba un diferendo. El derecho común (normas
del derecho civil romano subsistente) era ineficaz en su utilización, y la corporación no
podía intervenir en el juzgamiento ya que una de las partes no era comerciante. ¿Cuál
fue la solución que se encontró a dicho problema? Recurrir a una ficción, ingeniosa, pero
ficción al fin. Esto fue considerar al no comerciante que contrataba con un comerciante,
por ese sólo hecho, ficticiamente inscripto en la corporación y entonces, siendo consi-
deradas ambas personas comerciantes, la competencia de la asociación era aplicable.
De este modo, nace un derecho comercial que se aplica no sólo a los comerciantes, sino
que tiende a regular conflictos que nacen como consecuencia del tráfico comercial, ya
sea que involucren o no a comerciantes individuales o a miembros de corporaciones. Así
es que las instituciones comerciales surgen en el Medioevo, como consecuencia de las
costumbres comerciales —tales como el seguro, la letra de cambio, los documentos a la
orden— se perfeccionan o reglamentan mediante normas específicas contenidas en la
legislación comercial dictada.

Esta tendencia se acentúa aún más en la Edad Moderna, donde la progresiva generali-
zación del derecho mercantil lo expande hacia los no comerciantes, regulando aspectos
generales de la vida comercial, como por ejemplo la letra de cambio.

Pero ese derecho comercial de base corporativa y subjetiva, basado en la calidad comer-
cial del sujeto, se ve destruido en forma posterior, fundamentalmente por la célebre Ley
de Chepalier de 1791 y los Edictos de Turgot que prohibían y abolían toda forma de agru-
pación en base a corporaciones, permitiendo el acceso al comercio a toda persona, in-
dependientemente de su calidad de comerciante. Se trata del espíritu de la Revolución
Francesa.

Asimismo en Francia, y antes de la sanción de un código comercial, se dictan unas leyes


conocidas como las Ordenanzas de Colbert (por el apellido de su autor) que cambian la
mirada sobre la comercialidad, dejando de mirar al sujeto que realiza el acto para, por
el contrario, comenzar a mirar el acto realizado, independientemente si quien lo realiza

Abogacía | Derecho Comercial I 18


fuera comerciante o no. De esta forma se muta de un derecho de una clase de personas
(subjetivo) a un derecho de una clase de actos (objetivo).

Dichas ordenanzas fueron el antecedente legislativo inmediato del código francés de


1807 nace bajo la influencia de Napoleón, como una forma de frenar las bancarrotas, y
consta de cuatro libros principales. El libro I se refiere a los comerciantes en general, in-
cluyendo a las bolsas, sociedades, agentes de bolsas, etc.; el libro II se refiere al comercio
marítimo; el III a la bancarrota, y el IV a la jurisdicción comercial. Los arts. 631 y 632 de
dicho cuerpo normativo dan inicio a la objetivación del derecho comercial, consagrando
legislativamente una serie de actos que por una u otra cuestión, el legislador reconoce
como comerciales. Dicha enumeración fue simplemente enunciativa.

Por otro lado, los códigos italianos de 1865 y español de 1829 ya se inclinan directamente
por el sistema objetivo, regulando la actividad cumplida por los comerciantes y por los
particulares, y generalizando de esta manera el derecho comercial. Triunfa en definitiva
la teoría objetiva del derecho comercial, luego recogida por nuestro código de comercio.

Codificación y sus antecedentes


Como antecedentes directos de las codificaciones nacionales encontramos las regla-
mentaciones de ciudades españolas, tales como la Ordenanza de Bilbao que se co-
mienza a aplicar en el Virreinato del Río de la Plata, conjuntamente con las Leyes de
Indias y la Ordenanza de Castilla. Se crea el Consulado de Comercio de Buenos Aires
y se le otorga jurisdicción comercial en la solución de los conflictos mercantiles. Sus
decisiones podían apelarse ante la Audiencia designada por el alcalde e integrada por
comerciantes reconocidos.

Con posterioridad a 1810 se conocen pocos antecedentes del Código de Comercio de


1859. La Asamblea de 1813 crea la matrícula de comerciante; Rivadavia regula los actos de
comercio y la jurisdicción comercial; y Rosas suprime las moratorias comerciales por los
abusos cometidos.

Vencido Rosas por Urquiza en Caseros, y habiendo regresado Sarmiento del exilio chi-
leno al país, éste le propone a Vélez Sarsfield la elaboración de un código civil, en lo que
el país trasandino ya había avanzado. Esto además porque legislativamente la sanción
de la Constitución Nacional de 1853 delegaba en el poder legislativo el dictado de los
códigos civil, comercial, penal y de minería. Vélez Sarsfield rechaza dicha propuesta y
por el contrario propone la elaboración de un código de comercio, teniendo en cuenta la
creciente actividad comercial y la importancia del puerto de Buenos Aires como centro
de la actividad comercial. Se avoca a dicha tarea conjuntamente con el Dr. Eduardo Ace-
vedo y en 1859 se sanciona el Código de Comercio, que fue aprobado para la Provincia de
Buenos Aires, gobernada por Valentín Alsina, por encontrarse la misma separada de la
Confederación. Cuando se unifica la Nación, luego de la derrota de Urquiza a manos de
Bartolomé Mitre, dicho código se nacionaliza y pasa a ser el Código de Comercio Argenti-
no en 1862. Fue un código innovador, inspirado en el derecho francés, español, portugués
y el proyecto de Wattemberg. En un principio constaba de cuatro libros: 1) personas de
comercio, 2) actos de comercio, 3) derecho de navegación, y 4) insolvencia de comercian-

Abogacía | Derecho Comercial I 19


tes. Fue reformado en 1890 por el proyecto –vanguardista- de Segovia, que le introdujo
numerosos cambios.

Posteriormente, distintas leyes comienzan a regular aspectos comerciales. Si bien algu-


nas se incorporan al Código de Comercio, lo desnaturalizan como un cuerpo orgánico de
normas, como por ejemplo la ley de cheque, de quiebras, de sociedades, de letra de cam-
bio, pagarés, etc.

El Régimen Actual: La ley 26.944. Unificación Legislativa


Con la sanción de la ley 26.944, la que comienza a regir a partir del primero de agosto
del año 2015, se produce en nuestro derecho privado la llamada unificación legislativa,
derogándose el Código Civil y el Código de Comercio redactados por Vélez Sarsfield, y se
sanciona el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Así, se funden en un solo cuerpo
normativo las relaciones de derecho privado, dejando de lado el tratamiento legislativo
por separado que regía hasta entonces; esto es, las cuestiones civiles, reguladas por el
código civil y las comerciales, reguladas por el de comercio.

Conforme los directores del proyecto de unificación, se tuvieron en cuenta distintos an-
teproyectos y proyectos anteriores, como el de Bibiloni (1926), Llambías (1954), y los pro-
yectos de 1987, 1993 y 1998. Es necesario decir entonces que la unificación legislativa de
estas dos ramas del derecho privado no fue una novedad, ya que como se desprende de
lo antedicho, existieron distintos proyectos que no se cristalizaron en definitiva, pero por
los que se intentó la unificación legislativa hoy lograda.

Pero vale una pequeña aclaración. No dejan de existir las cuestiones civiles y las cuestio-
nes comerciales, sino que en lugar de haber dos cuerpos normativos que la regulen, hoy
existe, el nuevo código, un solo cuerpo legal.

Derecho Comercial
Nos adentramos en el estudio del derecho comercial, rama del derecho privado, que pre-
senta particularidades que le son propias y que en este mundo globalizado se agudizan.
Consideraremos en este curso al derecho comercial, como rama absolutamente evoluti-
va del derecho con continuos cambios que, paradójicamente, demuestran la evolución
creciente de la sociedad a la que rigen.

Cuando en un Estado, el derecho comercial no presenta severas mutaciones, es que la


economía no evoluciona, que no existe superación, y por ende que se ha ingresado en
una etapa de estancamiento. Las grandes potencias mundiales descubren cada día nue-
vas formas de vincularse comercialmente, nuevas maneras de estrechar relaciones mer-
cantiles que implican cambios, en una primera etapa, en las convenciones particulares y
luego en las legislaciones que recogen la nueva realidad social que se les presenta.

En cuanto al concepto de derecho comercial, éste puede variar conforme el sistema de


que se trate. Para un sistema subjetivo como el alemán, será el derecho de los comer-
ciantes.

Abogacía | Derecho Comercial I 20


Resumiendo, y en un sistema predominantemente objetivo como el nuestro, propone-
mos la definición de un autor italiano, Alfredo Rocco que define al derecho comercial
como “El conjunto de normas reguladoras de relaciones entre particulares que derivan
de la industria comercial o que son asimiladas a esta, en la disciplina jurídica y en su rea-
lización judicial”.

Entendemos que el anterior es un concepto abarcativo de la gran variedad de aspectos


que componen el derecho comercial. Este conjunto orgánico de normas jurídicas cada
día se expande más, cubriendo nuevas situaciones que el tráfico comercial incorpora
como nuevas formas de comerciar.

También debe resaltarse la importancia de los cambios tecnológicos, sobre todo en las
comunicaciones que acerca a las personas y permite un mayor fluido de transacciones.

Las normas jurídicas que regulan el derecho comercial se refieren a la tarea comercial
en sí misma, al cumplimiento de los usos y costumbres mercantiles, e incluso contienen
normas procesales, sobre todo en materia concursal.

Por todo ello, entendemos que el concepto dado por Rocco engloba la mayor parte de los
contenidos del derecho comercial y significa una acertada caracterización de esta rama
del derecho.

Caracteres del derecho comercial

Utilitario
Por cuanto se dice que las normas mercantiles tienden a regular aspectos dinámicos de
la vida comercial, siendo una herramienta indispensable para el ejercicio del comercio.
No es dable pensar en la existencia de una comunidad social ajena al comercio, lo que
sólo es concebido en la antigüedad cuando el hombre, por sí solo y aislado de la realidad
social, satisfacía sus propias necesidades.

Consuetudinario
Las normas mercantiles reflejan usos y costumbres arraigados en la vida comercial y tie-
nen, como carácter fundamental, que regular los modos comerciales adoptados por la
gente. Ya nos hemos de explayar sobre ellos al momento de considerar las costumbres
como una de las fuentes del derecho.

Progresivo
Este mismo concepto lo torna un derecho que se adecua al ritmo de los tiempos, in-
fluenciado no sólo por las formas del comerciar sino también por los cambios que se ex-
perimentan en los otros campos de la ciencia con vinculación a la tarea mercantil. Una
sociedad debe ponerse sobre alerta cuando las normas mercantiles se mantienen inal-
terables, puesto que ello constituye un signo inequívoco de una quietud en la actividad
económica que siempre es perjudicial.

Abogacía | Derecho Comercial I 21


Universal
Por cuanto los principios fundamentales que regulan el derecho comercial son comunes
a todas las legislaciones, las que sólo le agregan aspectos operativos que son fruto de la
actividad regional. Piénsese por ejemplo en la Unión Europeo y el Mercosur.

Acto de comercio

Concepto del acto de comercio: evolución


En este módulo le proponemos estudiar los principios de la teoría general de los actos
de comercio, para su correcta distinción de otro tipo de actos jurídicos y proceder a su
reconocimiento y correcta aplicación de la legislación vigente.

Como ya fue mencionado, es importante comprender que el comercio es una de las acti-
vidades que el hombre viene realizando desde la antigüedad. En base a ello, y a lo largo
del tiempo, se fueron ensayando distintas teorías acerca del acto de comercio y del dere-
cho comercial, vistas las principales a continuación.

Teoría subjetiva: Las diversas concepciones que ha tenido a lo largo de la historia el acto
de comercio han suscitado las distintas teorías que lo califican de acuerdo al elemen-
to que resulte predominante para su caracterización. La caída del Imperio Romano y
la ausencia de un derecho comercial oficial o escrito, dio lugar que las personas que se
dedicaban a la actividad comercial se asociaran o agruparan gremialmente, lo que dio
cabida al nacimiento de las llamadas asociaciones o corporaciones de comerciantes de
la Edad Media. Estas tenían una doble función; la primera resolver las controversias o
entredichos que se suscitaban entre los comerciantes, y la segunda comenzar a legis-
lar en forma escrita distintas instituciones del comercio. Solo esto se aplicaba a quienes
como comerciantes estaban inscriptos a dicha corporación o asociación. Nace entonces
el derecho comercial como un derecho de una clase de personas, y no como una clase de
actos, poniendo el acento en el sujeto. Por ello, la llamada teoría subjetiva entiende que
el acto de comercio es el realizado por el comerciante dentro de las corporaciones. Como
tal, queda sujeto a las regulaciones jurídicas específicas, con normas propias, fundadas
generalmente en los usos y costumbres comerciales de la época y en la equidad. Tal era
la importancia de los tribunales consulares comerciales, en los que las personas no co-
merciantes que realizaban un acto de comercio aislado caían bajo su jurisdicción, puesto
que eran considerados comerciantes accidentales. En definitiva, la calidad comercial del
acto provenía del carácter de comerciante de la persona que lo realizaba y no de la propia
naturaleza del acto en sí mismo. Se miraba a la persona que realizaba el acto y no al acto
mismo como tal.

Teoría objetiva: La abolición de las corporaciones de comerciantes en Europa, los ideales


de la revolución francesa que pregonaban la igualdad de todos los ciudadanos, y el dicta-
do de ciertas normas relativas a ciertos actos que se consideraban comerciales, indepen-
dientemente de quien los realizara, hace que apareciera otra visión u otra teoría llamada
en esta caso Objetiva, ya que en lugar de poner la mirada sobre el sujeto que realiza el
acto, dicha mirada se posa sobre el acto realizado independientemente de quien lo rea-
lice. Entonces el acto será comercial por tener ciertas particularidades propias, no depen-
diendo si fue realizado por un comerciante o no. Esta teoría se plasma legislativamente

Abogacía | Derecho Comercial I 22


con la sanción del el código francés de 1806, que determina que los actos son comerciales
per se, o sea, con independencia de quien los realiza. Dicha visión empapa legislativa-
mente a toda la Europa continental y por consecuencia de la colonización es la que llega
luego a nuestras tierras. Vélez Sarsfield, autor del Código de Comercio Argentino, tomó
como fuente para su elaboración justamente al código francés. Es por ello que es la con-
cepción adoptada por nuestra legislación, con algunas excepciones. En suma, la comer-
cialidad del acto depende del acto en sí, con independencia de la persona que lo realiza.

Teoría neosubjetivista: También conocida como el llamado derecho de la Empresa, sur-


ge a partir de la nueva industrialización y considera que el acto de comercio no es realiza-
do por el sujeto especifico ni es comercial per se, sino que únicamente es el cumplido por
una nueva estructura creada por el hombre con la finalidad de coordinar la producción
de bienes y servicios llamada empresa. Sólo los actos de empresa pueden y deben ser
considerados comerciales.

Concepto de actos de comercio


Se han dado diversas definiciones sobre el mismo; cada una de ellas se emparentada con
la concepción que sostiene el autor que la realiza. Así, los subjetivistas dicen que acto de
comercio es el que realizan los comerciantes, puesto que ellos entienden que los no co-
merciantes, cuando efectúan un acto de comercio, adquieren la calidad de comerciante
accidental.

Segovia y Siburu mencionan que acto de comercio es todo acto de mediación entre la
oferta y la demanda, para promover y facilitar los cambios y obtener una ganancia cal-
culada sobre la diferencia de valores de cambio. Se criticó esta definición, pues no todo
acto de comercio significa una actividad de intercambio, pero abarca la mayoría de los
caracteres del acto.

Por otra parte, un ilustre autor italiano, Alfredo Rocco sostiene que acto de comercio es
todo aquel que permite o facilita el intercambio. Esta postura también se criticó por los
motivos de la definición anterior, pues existen actividades comerciales que no constitu-
yen intercambio (libramiento de un cheque), y por otro lado hay actividades civiles que
sí pueden realizarlo.

En síntesis, se ha entendido como imposible conceptualizar el acto de comercio. La doc-


trina procura su enumeración legal y determina la competencia comercial para juzgarla.

Clasificación de los actos de comercio


Siburu los clasifica en naturales y legales. En los primeros considera a los económicamen-
te comerciales y, en los segundos, a los que la ley otorga tal carácter con independencia
de su carácter económico.

Vivante (autor italiano ilustre) distingue entre objetivos y subjetivos, vinculados con la
persona que los realiza o con su carácter comercial per se.

Abogacía | Derecho Comercial I 23


Rocco los clasifica de la siguiente manera:

1. Actos intrínsecamente comerciales: Se advierte en ellos como rasgo característico la


intermediación en el cambio, que puede ser sobre cosas (la compra venta comer-
cial), dinero (operaciones de banco), trabajo (la actividad de la empresa) o riesgos (el
seguro).

2. Comerciales por anexión: Actos en donde no existe la intermediación, pero que han sido
reconocidos por la ley como comerciales por su normal conexión con la actividad prin-
cipal, ya que sirven para facilitar, promover, realizar o garantizar un acto de comercio
principal.

Actos de comercio en el sistema nacional


El ya derogado código de comercio, enumeraba en el art. 8 del Código de Comercio una
serie o catálogo de actos que el legislador ha reconocido como comerciales, ya sean na-
turales o por conexión, haciéndolo en forma enunciativa y no taxativamente, puesto que
al comienzo de dicho artículo se dice que se declara “en general”, admitiéndose otras for-
mas de comerciar por similitud o analogía puedan incorporarse en el futuro.

La determinación comercial de un acto era importante por lo que determinaba: 1) la ley


aplicable; 2) la jurisdicción comercial; 3) si quien los realizaba adquirió la calidad de co-
merciante; 4) y si era un ente colectivo, si era una sociedad civil o comercial.

Todo esto último ha quedado sin efecto ya que existe hoy una sola ley aplicable por la
unificación legislativa existente, ya no hay una jurisdicción comercial única y se ha dero-
gado el estatuto personal del comerciante y las llamadas sociedades civiles.

Sin embargo, el análisis de lo que establecía este derogado art. 8 es de utilidad para
comprender algunas formas de actos económicamente y naturalmente comerciales,
aunque hoy no sean ley vigente ni podamos hablar de un sistema legislativo de actos
de comercio.

Se aclara nuevamente que el Código de Comercio se encuentra derogado, y el análisis de


este también derogado artículo de dicho código, se estudia solo a los fines de compren-
Énfasis der y entender como antecedente lo que nuestro régimen actual y el anterior considera-
ba jurídicamente un acto de comercio.

Análisis del derogado art. 8

1. “Toda adquisición de una cosa mueble o de un derecho sobre ella, para lucrar con su ena-
jenación, bien sea en el estado en que la recibió o después de darle una forma de mayor o
menor valor”.

Adquisición es un término que significa incorporación patrimonial. Esto excluye todo


acto de adquisición originaria, como es el caso de bienes recibidos por herencia o dona-
ción. Debe ser onerosa para contraponerla con la gratuita que nunca es comercial. Cosa

Abogacía | Derecho Comercial I 24


mueble comprende también la energía y las fuerzas naturales, capaces de ser apropia-
das. Cuando se refiere a cosas muebles, la ley lo hace en el sentido amplio del término,
comprendiendo las cosas corporales o incorporales, y los derechos sobre las mismas, y
excluyendo únicamente a los inmuebles por una cuestión histórica, ya que el comercio
no se desarrolló a través del intercambio o venta de inmuebles.

La ley expresa “para lucrar con su enajenación”, aunque debió decir “para especular”,
atento a que una operación comercial puede resultar ruinosa y no producir lucro. El lucro
debe ser contemporáneo al acto, causa determinante del mismo, conocido y específico.
Por último, se puede alterar o cambiar la cosa, y aun así sigue siendo un acto comercial.
Surge de este análisis que la intermediación es el dato distintivo de este acto económi-
camente comercial. Se adquiere para transmitir (comprar para vender, pretendiendo ob-
tener ganancia).

2. La transmisión a que se refiere el inciso anterior, o sea la transferencia de los derechos


sobre las cosas muebles antes adquiridas. Quiere decir que tanto la compra o adquisición
como la venta deben efectuarse con dicha intermediación y ánimo de obtener ganancias.

3. Toda Operación de cambio, banco, corretaje o remate: Aquí en una misma fórmula se han
incorporado cuatro formas de comercialidad distintas.

Operaciones de Cambio: Existen dos tipos de operaciones de cambio: el manual, que es


el que realizan las casas de cambio con las divisas, y el trayecticio, que es el que dio origen
a la letra de cambio como modo de circulación de riqueza. En la operación de cambio
manual (cambio de una moneda por otra) el cambista se interpone o intermedia entre
quien quiere vender dicha moneda, y otro que quiere adquirirla, percibiendo por ello
una ganancia calculada entre los precios comprador y vendedor. Estamos entonces fren-
te a un típico acto de intermediación.

Operaciones de Banco: El banco o, mejor dicho, las entidades financieras, son el agente
intermediador entre la oferta y demanda de dinero por excelencia. El banco se interpo-
ne entre quien presta dinero al banco (operaciones de depósito) y quien toma dinero
prestado al banco (operaciones de préstamo). Esto es que el banco presta el mismo dine-
ro que ha tomado precedentemente prestado, no pagando nada por ello o pagando un
interés a un porcentaje determinado, y prestando ese mismo dinero, cobrando siempre
por ello un interés a un porcentaje mayor. La diferencia entre el interés que paga cuan-
do toma dinero y lo que cobra cuando presta (spread), es en definitiva la ganancia del
banco. Dichas operaciones pueden clasificarse en activas (toda operación por la cual el
banco preste dinero), pasivas (toda operación en donde el banco reciba dinero en con-
cepto de depósitos), y neutras (operaciones de servicios como cobro de impuestos, cajas
de seguridad). Son comerciales, y por ende se la aplicarán las disposiciones comerciales
pertinentes.

Operaciones de Corretaje: Las operaciones de corretaje son aquellas mediante las cua-
les una persona se interpone entre la oferta y la demanda para facilitar la contratación.
Corredor es el que acerca la oferta y la demanda, procurando la contratación y además

Abogacía | Derecho Comercial I 25


asesorando a las partes en la realización del negocio, por lo que se exige hoy para esta
profesión el contar con título universitario y posterior matriculación.

Operaciones de Remate: Por último, el inciso se refiere a las operaciones de remate, o


sea, la venta de bienes por intermedio de ofertas públicas realizadas en el ámbito de la
subasta, teniendo presente que el acto de remate, y por ende la actuación del remata-
dor o martillero, van a ser considerados actos de comercio siempre que estemos frente
a remates particulares y extrajudiciales, ya que si estos remates se producen por orden
de un juez, no se le aplican las leyes comerciales, sino las leyes procesales que regulan el
desarrollo de un proceso judicial.

4. Toda negociación sobre letras de cambio o de plaza, cheques y cualquier otro género de
documentos endosables o al portador.

Hoy podría subsumirse esta fórmula de comercialidad diciendo: toda negociación sobre
títulos de crédito. Se acepta mayoritariamente la definición de estos títulos como “El do-
cumento necesario para hacer valer el derecho crediticio en ellos contenidos”. Son docu-
mentos que nacieron al amparo de la actividad comercial para instrumentar, garantizar y
fomentar el otorgamiento y la circulación del crédito. Existe una incorporación legislativa
en el nuevo código de estos títulos que son tratados allí en forma general. Algunos de
estos de estos títulos son:

› Cheque es una orden de pago pura y simple, librada en contra de un banco, donde el
librador tiene (si el cheque fuera común), o deberá tener (si fuera de pago diferido)
fondos depositados en cuenta corriente o autorización para girar en descubierto.

› Pagaré es un título de crédito formal y completo que contiene una promesa incondi-
cionada y abstracta de pagar una suma determinada de dinero, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.

› Warrant es un título de crédito que acredita la existencia de un depósito de mercade-


rías y que permite al titular de las mismas la obtención de fondos, entregando este
título en garantía.

› Debentures es un documento que acredita la realización de un préstamo a una SA.

En este punto en especial habra que estudiar las leyes especiales que regulan dichos
documentos, ya sea al decreto ley que regula la letra de cambio y el pagaré y la ley de
Énfasis cheques.

5. Las empresas de fábrica, comisiones, mandatos comerciales, depósitos, transporte de mer-


caderías o personas, por agua o por tierra.

Lo que se declara como comercial es la actividad que realiza la empresa, sea de fábrica, de
comisión, de mandato, de transporte, etc. La empresa entonces es actividad organizada,
pero careciendo de personalidad, la que siempre está en cabeza de un empresario, que sí

Abogacía | Derecho Comercial I 26


puede ser una persona física o una persona jurídica. La empresa implica coordinación de
factores de producción y conducción unificada, existiendo entonces intermediación en el
trabajo (actividad) que por volumen es considerado un acto comercial.

6. Los seguros y las sociedades anónimas, cualquiera sea su objeto

Hay seguro cuando el asegurador, mediante el pago de una prima o cotización, se obliga
a resarcir un daño o cumplir con la prestación convenida si ocurre el evento previsto. El
seguro es un contrato sumamente utilizado ya que gracias a la existencia del mismo se
posibilitan otro tipo de contratos. El asegurador se interpone entre quien puede sufrir
o causar un daño, en su persona o bienes, o a otras personas o bienes ajenos, y el daño
sufrido, obligándose a resarcirlo a cambio de una suma de dinero. Acaecido el daño sur-
ge la obligación del asegurador de pagarlo. Para que exista contrato de seguros deben
existir lo que se llama un interés asegurable (el bien jurídico que se pretenda proteger),
el riesgo (aquello que puede causar un daño que puede o no ocurrir) y la prima (el precio
del contrato de seguros que cobra el asegurador).

En cuanto a la segunda parte del inciso, hoy debería interpretarse como las sociedades en
general y no sólo las anónimas, ya que la ley de sociedades 19.550 comprende distintos ti-
pos societarios: colectiva, en comandita, srl., además de la anónima. El acto de constituir
una sociedad es considerado un acto de comercio, aunque con una gran particularidad,
ya que además de como acto, la sociedad debe verse también como una persona jurídica,
sujeto comerciante por excelencia.

El estudio de las leyes especiales que regulan ambos institutos son de suma importancia
para el conocimiento de estos temas.
Énfasis
IMPORTANTE: Se vuelve a aclarar que el Código de Comercio fue derogado, y que el aná-
lisis realizado de este derogado artículo es solo a fines ejemplificativos.

Fuentes del derecho comercial


Si partimos de la base ya aceptada de que el derecho es una actividad reguladora del
orden social, hemos de considerar a continuación de qué se nutre el legislador para crear
la norma jurídica mercantil, o sea, cuál es la causa eficiente de donde nace la norma ju-
rídica comercial.

Existen dos clases de fuentes: las materiales y las formales.

Para clarificar diremos que fuente es de donde nace, brota o surge algo. En este caso, de
dónde nace, brota o surge el derecho comercial.

Fuente material es la realidad, la actividad comercial y el modo de comportamiento de


una sociedad determinada. Esta fuente material de vital importancia no es objeto de
estudio aquí, sino que es analizada por la sociología, la psicología, la antropología y la
filosofía en su caso.

Abogacía | Derecho Comercial I 27


Por el contrario, las llamadas fuentes formales del derecho, revelan cómo dicha realidad
(fuente material) se exterioriza jurídicamente.

El derecho comercial se alimenta de dos fuentes formales principalmente: la ley y la cos-


tumbre comercial.

Una exposición a modo de síntesis inicial


Usted se encuentra en condiciones de realizar la actividad 1 prevista para este módulo.
Actividad

La ley. Concepto.
Se ha enunciado que la ley es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por
los órganos adecuados, y que representan la voluntad preponderante de una multitud
asociada. (Del Vecchio)

En consecuencia, la ley mercantil es la norma jurídica emanada de los órganos compe-


tentes del Estado y destinada a regular la materia comercial.

Existe no una sola ley, sino una pirámide kelseniana que nos permite sistematizar las
leyes en cuatro: a) la Constitución Nacional y las provinciales; 2) las leyes de comercio,
especiales y generales; 3) los reglamentos que se dicten en su consecuencia y 4) las orde-
nanzas comunales.

La Constitución Nacional reservó como facultad delegada al Congreso Nacional la de dic-


tar los códigos de fondo, y así se llevó a cabo con el dictado del Código de Comercio. En
el año 2015 el mismo Congreso Nacional aprobó una ley que deroga el Código Civil y el
Código de Comercio, sancionándose el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que
obviamente pasa a ser fuente en este caso de derecho comercial en lo que tenga que ver
con la materia y, por la primacía de las normas, todas las leyes que se sancionen para re-
gular la materia comercial deberán ser concordantes con lo dispuesto por la C.N. En este
sentido, esta es fuente del derecho comercial.

Son fuente del derecho comercial las leyes que regulan distintos institutos comerciales,
tales como la ley de letra de cambio, de cheque, de quiebras, etc.

Usos y costumbres
Ambos son modos de conducta cumplidos con determinada regularidad, que imponen
una manera de actuar en materia comercial. La diferencia que existe entre ambos es que
mientras las costumbres son formas de conducta aceptadas por la gente, con una fuerza
interna propia que le da carácter obligatorio, en los usos tal característica no existe. No
obstante ello, los códigos en general mencionan a los usos y costumbres como términos.

En consecuencia, el uso conocido por el juez debe ser aplicado independientemente de


que las partes lo hayan probado, como si se tratara de la ley misma. Sin embargo, si la
existencia de la costumbre es alegada por las partes, y negada por la otra, surge como un
imperativo el deber de probarla. La costumbre es justamente un hecho y no un derecho,
y como tal debe ser probado.

Abogacía | Derecho Comercial I 28


En materia comercial, y siendo un derecho en constante evolución y cambio, y en ausen-
cia muchas veces de una legislación específica, la costumbre adquiere, de existir, un valor
preponderante. Muchos de los artículos del Código remiten a la costumbre ante la inexis-
tencia de una solución legal expresa.

Otras fuentes del derecho comercial


Algunos autores consideran que la jurisprudencia, la doctrina de los autores, los princi-
pios generales del derecho, la equidad, la analogía, también constituyen fuentes emer-
gentes del derecho comercial. Desde ya adelantamos que dicho criterio no es comparti-
do, dando razones.

La jurisprudencia es el pronunciamiento general y constante de una misma manera de


resolver por parte de las autoridades judiciales, en cuanto hace a la aplicación del dere-
cho. Las decisiones de los tribunales no constituyen fuente de derecho, ya que en nuestro
sistema de control de constitucionalidad, las sentencias de los tribunales, aún superio-
res, no obligan al inferior, no crean derecho obligatorio, sin perjuicio de que el conoci-
miento de dichos precedentes tienen en el ejercicio de la profesión, un importante valor.
El juez no crea el derecho, sino que lo aplica.

La doctrina es la opinión de los especialistas, lo que los autores escriben sobre determi-
nados temas, lo que si bien es valioso e imprescindible de conocer, no crea derecho, y no
puede afirmarse que el tema en cuestión es de una u otra manera porque algún autor lo
haya escrito.

Títulos de crédito
En este módulo lo invitamos a identificar los documentos existentes que permiten la cir-
culación de la riqueza y el otorgamiento del crédito a los fines de poder utilizarlos luego
en el momento indicado y de manera pertinente.

César Vivante ha dado un concepto sobre los títulos de crédito, que es aceptado de ma-
nera prácticamente unánime en la doctrina. El tratadista citado ha dicho que los títulos
de crédito son el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo en el
contenido. Esta conceptualización del título de crédito o título valor o circulatorio, como
lo nomina la doctrina en general, tiene la virtud de resaltar los caracteres fundamentales
del instituto y que hacen a la utilidad del mismo.

Los títulos de crédito tienen la finalidad de permitir -en forma rápida, expeditiva, sin ma-
yores formalidades y atendiendo a las necesidades del tráfico comercial- que los títulos
circulen de mano en mano en el mercado y, por ende, que la riqueza tenga un rápido
desplazamiento. Estos títulos han nacido para permitir un proceso ágil de circulación de
riqueza, instrumentada a través de los propios títulos, lo que da fundamento a sus carac-
teres, que hemos de analizar.

Haciendo distinciones
Usted se encuentra en condiciones de realizar la actividad 2 prevista para este módulo.
Actividad

Abogacía | Derecho Comercial I 29


Caracteres

Literalidad: La literalidad de los títulos circulatorios implica que el texto escrito del do-
cumento expresa, delimita y contiene el derecho que dimana de él. En otras palabras, el
alcance y la magnitud del derecho cambiario se encuentran expresados en el texto literal
del documento. Si este carácter no se encontrara presente en los títulos de crédito y, para
poder evaluar y determinar el alcance del derecho cambiario, se debiera efectuar otro
análisis más allá del contenido escrito del documento, la utilidad de los documentos se-
ría prácticamente nula.

Expresa Ignacio Escuti en su obra “Títulos de Crédito” que la literalidad permite la incor-
poración del derecho al texto escrito del documento, de manera tal que se produce una
identidad entre texto escrito y alcance del derecho. Además, la literalidad determina la
necesidad de la posesión del título para obtener la legitimación del derecho cartular en
la persona que pretenda el ejercicio de los derechos cambiarios.

Completividad: De lo anterior se desprende que estos títulos deben ser completos, esto
es, tener todos los requisitos formales para valer como tales, los que variarán según ya en
forma particular del título de que se trate (ej. Firma del librador, fecha de creación, etc.).

Autonomía: El derecho cartular es un derecho originario que nace al momento de la re-


cepción del título, con independencia del derecho que detentaba quien antes era titular
del documento. La autonomía implica adquisición originaria, independientemente de
las relaciones personales entre el deudor y los poseedores anteriores. En materia civil
rige el principio consagrado por el art. 3270 del C. Civil, mediante el cual nadie puede
transmitir un derecho mejor y más extenso que el que tenía de quien lo recibió; en cam-
bio, en materia cambiaria el derecho cartular nace en cada uno de los titulares cambia-
rios, con independencia de las relaciones personales de los anteriores titulares.

Abstracción: Implica la independencia del derecho cartular de la causa de la obligación


que le dio origen. En estos documentos no se encuentra expresada la causa de la obliga-
ción dineraria, por lo que han sido llamados títulos sin expresión de causa, lo que veda
discusiones causales posteriores.

Circulación: Estos documentos nacieron no sólo para la instrumentación del crédito, sino
también para favorecer su circulación de mano en mano, estableciéndose una manera
sencilla consistente en la simple entrega del documento y el endoso del mismo. Dicho
endoso, es un acto cambiario que legitima al nuevo tenedor respecto de todos los intervi-
nientes anteriores (librador, original y endosante) que quedan solidariamente obligados
al pago de la suma de dinero contenida en el documento.

Clasificación de los Títulos


De acuerdo a distintos parámetros se han realizado numerosas clasificaciones de los tí-
tulos valor. Así, por la ley de circulación, los títulos pueden ser:

› Al portador: Circulación sólo mediante la entrega del documento; el ejercicio de los


derechos cartulares está habilitado a favor de quien detente la posesión del docu-

Abogacía | Derecho Comercial I 30


mento habilitado por una cadena regular de endosos, aunque el último fuere en
blanco. Se transfieren por mera entrega del documento.

› A la orden: No sólo se requiere la entrega del documento para su transferencia sino


también el endoso, sea éste completo o en blanco.

› Nominativos: Son los que se transmiten por la entrega del documento, el endoso y su
anotación en registros especiales.

Otra clasificación intentada por la doctrina es la referida a la vinculación con la causa de


títulos, con lo que resulta lo siguiente:

› Abstractos: Conforme lo tenemos dicho, son aquellos títulos que se desvinculan de


la causa que les ha dado origen al momento de su circulación. Ello impide que al por-
tador del título le puedan ser opuestas las defensas que tienen su origen en la causa
eficiente de la emisión del documento.

› Causales: Son aquellos títulos en los que la causa tiene relevancia jurídica y, por ende,
la relación causal es oponible a los portadores del mismo.

Por otra parte, de acuerdo a los requisitos que deben ser tenidos en cuenta al momento
de su emisión, los títulos pueden clasificarse en:

› Formales: Son aquellos cuya existencia depende del cumplimiento de determinadas


formalidades al momento de su creación. Ejemplo: la letra de cambio, que deja de ser
tal si le falta alguno de los requisitos determinados por el art. 1 del dec. 5965/63.

› No formales: Por contraposición, son aquellos que no tienen fijada en la ley una forma
expresa de su constitución.

› Títulos abstractos: letra de cambio, pagaré y cheque.

Ser o no ser... una actividad económica comercial


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Actividad

Letra de Cambio
Es el título formal y completo que contiene una promesa incondicionada y abstracta de
hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solidariamente a todos
los que en ella intervienen.

De su concepto se desprende que se trata de un título formal, o sea que su existencia


depende del cumplimiento de formalidades expresamente consagradas en la ley. Es,
además, un título completo, lo que implica que debe bastarse a sí mismo, contener en el
propio título la totalidad de las relaciones cambiarias que emergen del mismo.

Abogacía | Derecho Comercial I 31


La promesa que contiene la letra de cambio debe ser pura y simple, o sea, no sujeta a
condición alguna, y determina que quien libra la letra promete el hecho de un tercero.
Se entabla una relación tripartita entre el librador del documento, el girado que es el
principal obligado al pago luego de que la acepte y el portador o tenedor del título, quien
ejercerá los derechos cartulares.

Las partes que intervienen en la letra de cambio son las siguientes:

a. Librador: Quien emite el título y asume una obligación solidaria al pago de la misma a
su vencimiento, en forma conjunta con el girado y los posibles endosantes que hubieran
participado de su circulación. b. Girado: Es la persona a cargo de la que se emite el título
y que se convertirá en el principal obligado al pago, en el supuesto de que acepte la letra
y se integre efectivamente a la relación cambiaria. c. Tomador: Es la persona a favor de la
cual se emite la letra, y el titular de los derechos cartulares.

Elementos formales de la letra de cambio–Art. 1, dec. 5965/63:

› Denominación
› Promesa de pago
› Nombre del tomador
› Nombre del girado
› Plazo de pago. A la vista, a tiempo vista, a fecha, a tiempo fecha
› Lugar de pago
› Competencia judicial
› Lugar de creación
› Fecha de emisión

Denominación: Es requisito indispensable para la validez del título que contenga en su


texto la expresión “letra de cambio” o la cláusula “a la orden”.

Promesa de pago: En el escrito del documento debe contener la promesa incondiciona-


da de hacer pagar una suma de dinero.

Nombre del tomador: Debe consignarse en el texto escrito del título el nombre del be-
neficiario, dado que la letra de cambio no es un documento concebido como título al
portador.

Nombre del girado: El escrito del documento debe contener el nombre del girado, o sea,
de la persona que una vez que lo acepte, se obliga directamente al pago del título a su
vencimiento.

Plazo de vencimiento: La letra de cambio puede emitirse de acuerdo a los siguientes


vencimientos:

A la vista: Vence en el momento mismo de la presentación al pago.

Abogacía | Derecho Comercial I 32


A cierto tiempo vista: Vence a un determinado plazo, contenido en la propia letra, que
comienza a computarse desde el momento en que ésta se presenta para su aceptación
(ejemplo: a 30 días vista).

A día fijo: se indica en la letra el día del vencimiento del título.

Pagaré
Es un título valor formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma deter-
minada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a los firmantes. En este
título sólo existe una relación bipartita entre el librador del documento y el portador o
beneficiario del mismo, que es el titular de los derechos cartulares.

Requisitos formales del pagaré–Art. 101


Pagaré o cláusula a la orden: Debe contener en su texto la denominación escrita de la
palabra “pagaré” o tener inserta la cláusula “a la orden”.

Promesa de pago pura y simple: Debe contener una promesa incondicionada de pagar
una suma de dinero a su vencimiento.

Plazo de pago: Son los mismos plazos que los enunciados para la letra de cambio.

Lugar de pago: Domicilio en donde debe hacerse el pago.-

Nombre del tomador: Debe consignarse el nombre del beneficiario, o sea, de aquel a
quien debe hacerse el pago. El pagaré no es un documento que pueda ser emitido como
título al portador, dado que la ley lo ha concebido con un documento a la orden.

Lugar y fecha de libramiento: Lugar y fecha de creación de título.

Firma del librador: Es un requisito obvio, puesto que si no se encuentra la firma del libra-
dor no existe posibilidad alguna de atribuirle responsabilidad patrimonial.

Cheque
Es una orden de pago pura y simple librada contra un banco, en la que el librador tiene
fondos suficientes acreditados en cuenta corriente o autorización para girar en descu-
bierto. La existencia del cheque presupone la existencia de un contrato bancario previo
que es la llamada cuenta corriente bancaria que funciona a través de cheques, siendo
este el documento necesario de la misma. La ley 24452 (ley de cheques) regula las dos
clases de cheques existentes; el llamado cheque común, y el llamado cheque de pago di-
ferido. El primero de ellos puede ser conceptualizado con la definición dada al comienzo
de este tema, y el segundo también es una orden de pago librada a cierto tiempo vista en
donde el librador deberá tener fondos suficientes. El cheque común es siempre pagadero
a la vista o su presentación, y el de pago diferido, recién a partir de la fecha de su venci-
miento. El cheque deja de ser una promesa, puesto que tiene la características de ser una
orden que emite una persona en contra de un banco donde tiene contratada una cuenta

Abogacía | Derecho Comercial I 33


corriente bancaria, con fondos suficientes. Ello implica que la entidad bancaria no puede
rehusar el pago, siempre que el título reúna los requisitos formales y que el librador del
cheque tenga fondos suficientes o autorización para girar.

Clases de cheques: Común y de Pago diferido, cuyos conceptos hemos dado en el párrafo
anterior. Estas llamadas clases de cheques no deben ser confundidas con distintas for-
mas de emisión, creación o libramiento que pueden realizarse.

Formas de emisión: cruzado–certificado- al portador- a la orden- no a la orden

› Cruzado: La inserción de dos barras paralelas en el ángulo superior izquierdo del


cheque impide que el mismo pueda ser cobrado por ventanilla, obligando a su tene-
dor a depositarlo en una cuenta bancaria.

› Certificado: A pedido del librador del cheque, el banco certifica por el plazo de cinco
días, que los fondos por los que el cheque fuera librado, efectivamente se encuentran
depositados, y que sólo el beneficiario podrá retirar ese dinero por el plazo estable-
cido. Esto asegura al tenedor la efectiva existencia de los fondos en la cuenta.

› Al portador: Se libra el cheque sin la indicación del beneficiario. El tenedor original o


el último tenedor, tendrá que insertar su nombre y apellido en el cheque y así proce-
der luego a su cobro.

Si el cheque fuera librado con la indicación del beneficiario, puede librarse con la cláusu-
la “a la orden” o “no a la orden”. Esto impide en su caso la circulación por endoso.

Plazos de presentación y prescripción


El plazo de presentación de un cheque a su cobro es de treinta días (corridos), contados
desde la fecha de emisión en el llamado cheque común y desde la fecha de pago en el
llamado cheque de pago diferido.

En cuanto a la prescripción para la acción ejecutiva prevista por la ley para el cobro del
cheque que fuera rechazado es de un año, por lo que superándose dicho plazo, se pierde
dicha acción.

Endoso. Concepto
Hemos dicho precedentemente, que los títulos de crédito son documentos destinados a
permitir la circulación de la riqueza, o sea, a ser transferidos mano a mano. Escuti ha de-
finido el endoso como “el acto escrito, unilateral e incondicional, formalmente accesorio,
que tiene por objeto la transmisión del título de crédito y la legitimación de su poseedor
para el ejercicio de los derechos cartulares”. Participan en él el endosante, o sea quien
entrega el título, y el endosatario, es decir la persona que recibe el título y los documen-
tos que de él se desprenden. El endoso entonces legitima al último tenedor respecto de
los derechos crediticios incorporados en el documento, pudiendo perseguir el pago del
librador original y de todos los sujetos que hubieran participado en esa cadena regular

Abogacía | Derecho Comercial I 34


de endosos. En la actualidad y en materia de cheques, existe una limitación el número de
endosos, pero sólo por una cuestión fiscal.

Para finalizar, lo invitamos entonces a estudiar los temas de este módulo y a comenzar a
conocer el derecho comercial y descubrir esta rama del derecho privado.

Se sugiere una atenta lectura del material bibliográfico básico y las leyes especiales que
regulan jurídicamente estos temas.
Lectura
básica › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Vítolo, en sus capítulos I, II, III y XV de edición
2016.
› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.in-
foleg.gob.ar/

Para complementar el análisis sugerimos indagar en la lectura de:

Lectura › Decreto Ley 5965/63. Disponible en https://tinyurl.com/mayzxp7k


complementaria
› Ley 24.452. Disponible en https://tinyurl.com/mwtnuybv

Cheques
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Actividad

Módulo 1 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.

Actividad económica organizada: Es la realización de actos de intermediación, de ca-


rácter económico, pretendiendo obtener una ganancia. Además, comprende la actividad
empresaria en la comercialización de bienes y/o servicios.

Adquisición: Es la incorporación de un bien al patrimonio de una persona, pudiendo ser


dicha adquisición originaria o derivada, contractual o extracontractual, a título oneroso
o a título gratuito.

Agencia comercial: Es el contrato bilateral y oneroso en cuya virtud una de las partes se
compromete, en forma duradera y continua, a prestar su actividad a un comerciante o
industrial, conocido como proponente, mediante el pago de una remuneración, gene-
ralmente un porcentaje, a fin de obtener para su comitente la concertación de negocios
dentro de la zona establecida en el contrato.

Abogacía | Derecho Comercial I 35


Arras: Es la suma de dinero que se entrega para confirmar las obligaciones que surgen de
un contrato, teniendo el carácter de confirmatorias, sin poder arrepentirse, salvo pacto
expreso en contrario.

Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.

Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.

Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.

Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.

Carta de porte: Es el documento necesario del contrato de transporte, emitido por el car-
gador al porteador, que contiene las condiciones esenciales del contrato para facilitarle
la ubicación del destinatario.

Causa del contrato: Es la finalidad económico-jurídica, propia de cada tipo de contrato y


tenida en cuenta al momento de la contratación.

Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.

Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.

Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.

Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.

Comercio económico: Actividad continua de intermediación entre productores y consu-


midores para hacer llegar a éstos los productos de aquellos, sin alterarlos, y obtener una
utilidad en dinero.

Comercio jurídico: Es el conjunto de relaciones de derecho, engendradas por diversas


actividades a las que nuestra legislación vigente reconoce como mercantiles.

Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.

Abogacía | Derecho Comercial I 36


Consignación comercial: Es el contrato por el cual una persona desempeña por otros
negocios determinados, obrando a nombre propio o de la razón social que representa,
consistiendo el acto realizado una compraventa.

Concepto económico de comercio: Es de menor amplitud que el jurídico, por cuanto


solo tiene en cuenta el hecho económico. En general, los autores consideran que existe
comercio cuando existe intermediación para el cambio con ánimo especulativo, esto es,
con propósito de obtener una utilidad en dinero, aunque ello no sea inmediato.

Concepto jurídico de comercio: Es aquella actividad humana a la que la ley le otorga el


carácter de tal, con independencia de la existencia concreta de la intermediación como
fenómeno económico.

Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.

Contemplatio domine: Es la carga que pesa sobre el representante de hacer saber al ter-
cero que actúa en nombre y representación de su poderdante, so pena de que los efectos
del acto jurídico recaigan sobre su propio patrimonio.

Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.

Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.

Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.

Contrato de asistencia técnica: Es el contrato mediante el cual el concedente se obliga a


transferir, además de conocimientos técnicos, el personal especializado que permite la
producción en serie de los productos o la prestación de los servicios de que se trate.

Contrato de distribución comercial: Es el medio mediante el cual una empresa, utilizan-


do los servicios de otra empresa o de un individuo, obtiene que sus productos lleguen al
mercado con más facilidad, en diversos lugares y a distintos clientes.

Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.

Contrato de factoring: Es el contrato financiero que se celebra entre una entidad finan-
ciera (sociedad de factoring) y una empresa (factoreada), por el cual la primera se obliga
a adquirir todos los créditos que se originen a favor de la segunda por su actividad co-
mercial, durante un determinado plazo y asumiendo o no los riesgos de la cobranza del
mismo.

Abogacía | Derecho Comercial I 37


Contrato de fideicomiso: Es aquel mediante el cual una persona (fiduciante) transmite
la propiedad fiduciaria de bienes determinados a otra (fiduciario), que se obliga a ejer-
cerla en beneficio de quien se designe en el contrato (beneficiario) y a transmitirla, al
cumplimiento de un plazo o condición, al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario.
Es el contrato por el cual una persona recibe de otra un encargo respecto de un bien de-
terminado, cuya propiedad se le transfiere a título de confianza, para que al cumplimien-
to de un plazo o condición le dé el destino convenido (Carregal).

Contrato de franquicia comercial: Es aquel mediante el cual un comerciante, llamado


franquiciante, otorga licencia a otro, llamado franquiciado, para la venta de productos o
prestación de servicios de su titularidad.

Contrato de know how: Es el contrato mediante el cual se transmiten los conocimientos


y experiencias de orden técnico, comercial, administrativo, financiero o de otra naturale-
za, aplicables en la práctica de la explotación de una empresa.

Contrato de leasing: Es un contrato por el cual una persona llamada dador se obliga a
conceder la tenencia para el uso y goce de una cosa a otra persona llamada tomador,
otorgándole una opción de compra a cambio de un precio.

Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.

Contrato de seguro: Hay contrato de seguro cuando el asegurador se obliga, mediante el


pago de una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir una prestación convenida,
si ocurre el evento previsto (art. 1, ley 17418).

Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.

Contrato de transporte comercial: Es el contrato por el cual una parte (porteador), en


forma organizada, se obliga a transportar personas (pasajeros) o cosas (carga) de un lu-
gar a otro por un precio en dinero.

Contratos de operaciones de contado: Son contratos de ejecución continuada, califica-


dos como de pronta ejecución y en los cuales la propiedad de los títulos queda perfeccio-
nada de acuerdo a la ley de circulación de los mismos.

Contratos de plazo firme: Son aquellos en los que se perfecciona ab initio la operación,
pero sólo se cumple al final del plazo que las partes han establecido, procediéndose en
ese momento a la entrega del título y al pago del precio convenido.

Corredor: Es la persona que se interpone profesionalmente entre la oferta y la demanda,


para facilitar o promover la conclusión del contrato.

Abogacía | Derecho Comercial I 38


Costumbre: Observación constante de una regla de conducta por los miembros de una
comunidad, con la convicción de que aquella responde a una necesidad jurídica.

Cuenta corriente mercantil o comercial: Es el contrato nominado y típico, regulado por


el C. de Comercio, que se caracteriza por el hecho de que dos sujetos se conceden mu-
tuamente créditos en forma recíproca, conviniendo en novar en la cuenta corriente las
relaciones que nacen de esta concesión y proceder al pago que resulte de la diferencia a
cargo de uno de ellos, después de la compensación de varias remesas.

Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.

Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.

Empresa: Es la actividad organizada con la finalidad de producir bienes y servicios con


destino al mercado.

Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.

Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.

Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.

Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.

Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.

Filial: Es la sociedad jurídicamente independiente de la sociedad madre, pero económi-


camente dependiente de ella.

Garantía de evicción: Es la otorgada por el vendedor; por medio de ella le asegura al com-
prador la legitimidad de los títulos de propiedad sobre la cosa objeto de la convención.

Hacienda mercantil: Es el conjunto de bienes, materiales e inmateriales, organizados


por el empresario para el ejercicio de su actividad profesional.

Abogacía | Derecho Comercial I 39


Incendio: Se produce cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada
por este o por el calor del fuego hostil.

Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.

Jurisprudencia: Pronunciamiento general y constante de una misma manera por parte


de las autoridades judiciales en cuanto hace a la aplicación del derecho.

Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.

Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.

Ley: Es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por los órganos adecuados
que representan la voluntad preponderante de una multitud asociada.

Llave: Es la capacidad de hacienda, por su composición y por el impulso dado a su organi-


zación, de producir económicamente y brindar beneficios al empresario.

Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.

Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.

Mercados de valores: Son los organismos técnicos de fiscalización y liquidación de ope-


raciones sobre títulos valores. Lugares donde se realizan las transacciones sobre los títu-
los valores.

Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.

Obligaciones del asegurado: Es un mandato jurídico cuyo incumplimiento es violación a


la ley, puesto en interés ajeno al asegurado, con sanción jurídica que permite la ejecución
forzada.

Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma de-
terminada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los firmantes.

Persona jurídica: Es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones que no
sea persona humana.

Abogacía | Derecho Comercial I 40


Póliza: Es el documento emitido por el asegurador y que acredita la formación del con-
trato, delimita el riesgo asumido, la prima fijada, el interés asegurable y en general todas
las condiciones de contratación.

Prenda común o con desplazamiento: Es el contrato de garantía por el cual el deudor, o


un tercero en su nombre, entrega al acreedor una cosa mueble en seguridad o garantía
de una obligación.

Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.

Prescripción liberatoria: Es un medio de extinción de obligación por el transcurso del


tiempo y la inacción del titular del derecho.

Prima: Es la remuneración que recibe el asegurador por las obligaciones que asume en
un contrato de seguro.

Procura: Es el instrumento en el que consta la declaración de voluntad emitida por el


representado, indicando los límites de la representación y aceptando las consecuencias
jurídicas del actuar del representante.

Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.

Registro Público de Comercio: Es el organismo del Estado encargado de llevar la matrí-


cula de los comerciantes e inscribir los documentos cuya publicidad es exigida por la ley
mercantil.

Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.

Rendición de cuentas: Es la descripción gráfica y contable de los resultados de una ope-


ración mercantil.

Representación: La representación nace cuando un sujeto (representante) ejecuta un


negocio jurídico en nombre de otro (representado), de modo que el negocio jurídico se
considera como celebrado por éste último y los derechos y obligaciones del acto pasan al
representado.

Reticencia: Es toda declaración falsa o insuficiente realizada por el asegurado al asegu-


rador, aun hecha de buena fe, que a juicio de peritos hubiera impedido el contrato o mo-
dificado las condiciones de contratación y que torna nulo el contrato.

Abogacía | Derecho Comercial I 41


Riesgo: Es la eventualidad prevista en el contrato.

Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.

Sede comercial: Es el lugar físico donde el empresario tiene la administración principal


de su actividad económica.

Seguro de responsabilidad civil: Es el seguro mediante el cual el asegurador se obliga a


mantener indemne el patrimonio del asegurado por cuanto deba a un tercero, en razón
de la responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en un
plazo convenido.

Tecnología: Es el conjunto de conocimientos propios de un oficio mecánico o arte indus-


trial.

Teoría de la autonomía de voluntad: Lo acordado por las partes en un contrato forma


para ellos una regla obligatoria a la que deben someterse como si fuera la ley misma.

Título de crédito: Es el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo


en el contenido.

Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.

Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.

Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.

Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.

Módulo 1 | Actividades
actividad 1
Una exposición a modo de síntesis inicial

Habiendo egresado de la Universidad usted se ha especializado en el Derecho Comercial


por ser la rama del derecho privado que más le interesó al cursar sus estudios. Por los co-
nocimientos adquiridos, su estudio del tema y su constante dedicación se ha convertido
en un profesional reconocido en la materia. Por ello, la Cámara Empresaria del Comercio
y la Industria lo invita a brindar una conferencia respecto de la evolución del Derecho Co-
mercial en nuestro país y su diferenciación, dentro del Derecho Privado, con el Derecho
Civil.

Abogacía | Derecho Comercial I 42


El desarrollo de su exposición deberá iniciarse con el análisis de la llamada concepción
subjetiva del Derecho Comercial, el paso de los sistemas latinos a la concepción objetiva
y la reciente unificación legislativa ocurrida en nuestro derecho privado.

Para ello, se le solicita un temario respecto de los temas sobre los cuales versará la expo-
sición. Usted piensa que tal vez sea de gran valor realizar una presentación multimedia
con una síntesis de estos temas a los fines de guiar su exposición y permitirle al auditorio
seguirlo a través de un recurso visual.

Algunas herramientas para realizar las presentaciones multimedia pueden ser:

› Microsoft PowerPoint

› PREZI: funciona íntegramente a través de Internet https://prezi.com/es/. Para apren-


der a utilizar este sencillo programa, le ofrecemos un tutorial: https://tinyurl.com/3wz-
brdcj

› Canva: www.canva.com es un software y sitio web (también puede usarse la app para
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actividad 2
Haciendo distinciones

Siendo el comercio una típica actividad de intermediación, no existiendo ya la distinción


legislativa entre el derecho civil y el derecho comercial, distinga en la exposición solici-
tada en la anterior actividad, estos tipos de actos por su aspecto económico. Realícelo de
forma escrita.

Para cumplir esta actividad pueden resultarle útiles las siguientes sugerencias:

1. Distinga el aspecto económico que caracteriza al acto de comercio, la intermediación


y el ánimo de lucro de estos actos. Para ello puede tomar como ejemplos los que deta-
lla cada uno de los incisos del artículo 8 del C. de Comercio, que si bien ya no son ley
vigente, sirven como ejemplo adecuado para la distinción solicitada.

2. Explique el significado de la circulación de bienes, el ánimo de lucro y la intermedia-


ción entre la oferta y la demanda de bienes, dando algunos ejemplos de ello.

3. Explique el significado de empresa como actividad conforme nuestro sistema legal y


proceda a realizar una breve distinción entre el concepto de empresa y el concepto de
empresario.

Abogacía | Derecho Comercial I 43


actividad 3
Ser o no ser... una actividad económica comercial

Gerardo Sabella ha recibido dinero de una indemnización por despido. Ahora piensa que
es importante generar con él nuevos recursos, pero solo tiene experiencia como capataz
en una empresa automotriz. Pensando en su padre, que tenía en su pueblo un negocio de
artículos para el hogar, decide iniciar la actividad de venta de artefactos eléctricos para
el hogar al que denomina “Electro hogar”. Siempre le pareció que su padre realizaba una
actividad sencilla por lo que piensa que no tendrá mayores problemas, y a su vez obten-
drá en poco tiempo un buen usufructo del dinero que le entregaron.

Pensando en el caso presentado le proponemos analizarlo teniendo en cuenta los si-


guientes interrogantes. Recuerde que es importante fundamentar su respuesta.

› ¿Estos actos que realiza son actividades comerciales, desde el punto de vista econó-
mico?
› ¿Se advierte intermediación o interposición entre la oferta y la demanda de bienes?
› ¿Existe el ánimo de lucrar con la actividad emprendida?
› ¿Realiza el Sr. Sabella una actividad económica organizada?

actividad 4
Cheques

Don Ramón Aguirre comienza la explotación de un negocio de venta de indumentaria


deportiva. Sus proveedores le sugieren la conveniencia de trabajar con cheques, por lo
que decide a esos fines abrir una cuenta corriente bancaria en un banco de la ciudad.
Abierta dicha cuenta, el banco le entrega una libreta de cheques para que comience a
utilizarlos.

En razón de lo expuesto, y de forma escrita, responda:

a) ¿Cuáles son las clases de cheques que establece nuestra legislación?


b) Elabore un concepto de cada uno de ellos y señale sus diferencias.

Abogacía | Derecho Comercial I 44


Módulo 2
Microobjetivos

› Identificar las formas por las cuales se realiza una actividad económica organizada,
para saber si una persona puede ser considerada comerciante o empresario.

› Reconocer las características que distinguen a la persona humana comerciante de la


persona jurídica comerciante, a los fines de las obligaciones que pesan sobre cada una.

› Reconocer a las sociedades como la persona jurídica comerciante por excelencia, en


pos de comprender sus principales rasgos característicos.

› Analizar las obligaciones genéricas y comunes de los comerciantes, para distinguirlas


como propias de dicho estatus.

› Conocer el sistema de libros contables que establece nuestra legislación, a los fines de
su empleo y reflejo contable de los negocios.

› Entender el instituto de la representación y los mecanismos que rigen el negocio


jurídico representativo, para así poder establecer los límites de la actuación del
representante.

Contenidos

Los sujetos de las relaciones mercantiles. La representación

La actividad comercial requiere de un sujeto que la desarrolle, y ello es la materia de


nuestra consideración en la primera parte de este módulo. ¿Cómo se puede presentar el
sujeto como actor de la actividad comercial y económica?, ¿cuáles son sus incompatibi-
lidades y prohibiciones, derechos y obligaciones?, Estos son temas que forman parte del
contenido principal de este módulo.

En el Módulo 1 concluimos el estudio del comercio, es decir, de la materia comercial. Aquí


abordaremos la persona que tiene a su cargo el cumplimiento de dicha actividad y, con
ello, estudiaremos al comerciante: su concepto y los elementos que lo componen. Ve-
remos sobre quién puede recaer esta actividad económica: sobre la persona humana o
sobre la persona jurídica.

Las incompatibilidades y prohibiciones para asumir la calidad de comerciante han de ser


consideradas a los fines de poder diferenciar los casos en que no puede presumirse tal
condición.

Hemos de estudiar también el análisis de los derechos y obligaciones de los comercian-


tes y, entre ellas, de algunas que tienen una especial relevancia en el mundo mercantil
actual, tales como el llevado de un sistema adecuado de contabilidad y libros contables.

Abogacía | Derecho Comercial I 45


El estudio y conocimiento del sujeto de las relaciones mercantiles es uno de los temas
más trascendentes de la materia y de especial significación toda vez que resultaría im-
posible conocer los actos y contratos de comercio sin tener una noción clara de la persona
destinada a cumplirlos.

El nuevo Código Civil y Comercial no define a la hoy llamada persona humana, la que se
denominaba en el ordenamiento anterior persona física, remitiendo aquí a lo que usted
ha estudiado ya en la parte general del derecho civil. Sí se hace el distingo con la persona
jurídica, importándonos fundamentalmente dentro de ellas, a las llamadas hoy socieda-
des en general.

Las Sociedades
Una de las principales modificaciones en esta materia, con la sanción del nuevo código,
fue la derogación de las llamadas sociedades civiles, que tenían su regulación legisla-
tiva en el derogado código civil, a partir del art. 1648 del mismo. Por ello, en el sistema
anterior, convivían, aunque un tanto anacrónicamente, estas sociedades civiles con las
sociedades comerciales, contempladas en la llamada ley de sociedades comerciales. Hoy
dicha ley que lleva el número 19550 ha sido modificada en parte, ya que no existen más
las llamadas sociedades comerciales, por lo que la ley se denomina ahora “Ley General
de Sociedades. Otra de las modificaciones de importancia es la creación de la llamada so-
ciedad anónima unipersonal, que permite la existencia de una sociedad de un solo socio.

Por ello, la actual ley ha modificado la definición de las sociedades en su art. 1 cuando
dice: “Habrá sociedad comercial cuando una o varias personas en forma organizada y conforme
uno de los tipos previstos en la ley se obliguen a la realización de aportes para afectarlos a la pro-
ducción de bienes o servicios, participando de las ganancias y soportando las pérdidas”. Se advier-
te de la definición que ya no es necesario que toda sociedad tenga por lo menos dos so-
cios como mínimo.

Esa sociedad reviste para nuestro derecho el carácter de persona jurídica, tan persona
para el derecho como cualquier persona humana, y mirando a la sociedad como persona
Énfasis y como acto, el sólo hecho de su constitución implica un acto de comercio.

El art. 11 de la ley 19550, enumera los llamados requisitos esenciales o tipificantes, lo que
implica que son comunes a toda sociedad, independientemente del tipo societaria o
clase de sociedad de que se trate. Lo mismos pueden resumirse en la existencia de un
solo socio (sociedad anónima unipersonal) o dos o más socios en el resto, también debe
tener toda sociedad un capital que se forma por el aporte de los socios; un objeto social
que debe ser lícito y posible; un domicilio que es atributivo de la jurisdicción; un nombre
al que se le agrega el tipo social o abreviatura conforme la sociedad de que se trate; un
plazo por la cual se constituye la misma, y órganos de representación internos para su
actuación en el mundo económico y jurídico.

A su vez, se establecen requisitos formales o instrumentales respecto de su constitución,


los que pueden resumirse en que las sociedades deben constituirse por escrito (contrato
social o estatuto) debiendo ser inscripto el mismo en una oficina que se llama Registro
Público de Comercio. La falta de cumplimiento de estos requisitos (inscripción) no inva-

Abogacía | Derecho Comercial I 46


lida la existencia de la sociedad, sino que la convierte en una llamada sociedad residual,
conforme la nueva designación (antes sociedades de hecho e irregulares), no perdiendo
por ello su personalidad, pero haciendo responsables a sus socios frente a terceros por
las deudas de la sociedad, aunque ahora respondiendo en forma mancomunada y no
solidaria por no haber justamente cumplido con la obligación de la inscripción.

Para que una sociedad pueda ser considerada regular debe ser típica. Esa llamada tipici-
dad societaria es algo que surge de la ley, como clase de sociedades distintas, reguladas
en forma taxativa por la ley de sociedades. Esto quiere decir que no existen sociedades
que no sean de algunos de esos tipos (clases) societarios. Los socios al decidir constituir la
sociedad deben necesariamente elegir alguno de esos tipos societarios, quedando dicha
elección a su entera conveniencia. Dentro de esos tipos societarios podemos distinguir
las llamadas sociedades colectivas, de capital e industria, en comandita simple, en co-
mandita por acciones, sociedades de responsabilidad limitada y sociedad anónima, por
citar los más importantes, siendo las dos últimas (SRL y S.A.) las más elegidas ya que per-
miten limitar la responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad, sólo hasta
el valor de su aporte. Dentro de esta última, podemos distinguir la sociedad anónima
cerrada, que no hacer oferta pública de sus acciones, y la anónima abierta, cuyas acciones
cotizan en la bolsa.

La inscripción de la sociedad
Las sociedades comerciales para ser regulares y que el tipo social elegido al momento de
su constitución tenga plenos efectos, debe inscribirse en el Registro Público de Comercio.
Este trámite se inicia por ante el Juez del comercio del domicilio de la sociedad, acompa-
ñando por escrito el contrato social, que contiene los requisitos descriptos anteriormente
establecidos en el art. 11 de la ley.

El Juez realiza entonces un control de legalidad, y si se verifican los requisitos esenciales


en forma correcta, dicta una resolución ordenando al Registro Público de Comercio la
toma de razón e inscripción de la sociedad.

A partir de allí la sociedad se encuentra regularmente constituida, siendo los efectos de


la inscripción meramente regularizatorios y publicitarios, y no constitutivos. Esto quiere
Énfasis decir que la sociedad no nace por la inscripción, sino por la voluntad de los socios.

La sociedad residual
La ley reconoce la existencia de estas sociedades, las que se convierten en tales por no
haberse cumplido con los requisitos formales establecidos en la misma.

Esta sociedad que antes se denominaba sociedad de hecho o irregular, hace que, como
consecuencia de la no inscripción, los socios respondan ahora en forma mancomunada
(en proporción al número de socios y por una porción viril) por las deudas de la sociedad
respecto de terceros, sin gozar de los beneficios de excusión y división, lo que se traduce
que un eventual acreedor de esta sociedad puede atacar tanto el patrimonio de la socie-
dad, tanto y al mismo tiempo el patrimonio de cada uno de los socios, pero reiteramos,
solo en la parte proporcional al número de socios existente. Asimismo, cualquiera de los

Abogacía | Derecho Comercial I 47


socios que la conforman, invocando la existencia de la sociedad, la obligan respecto de
terceros, sin necesidad del consentimiento de los otros socios. Por último, cualquier me-
dio de prueba de los admitidos en derecho puede ser utilizado para probar la existencia
de una sociedad de estas características.

SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA: Se trata de un tipo societario que nace


fundamentalmente para la pequeña y mediana empresa, tutelada por la ley de socieda-
des comerciales a partir del art. 148 en adelante. Como rasgos característicos de la misma
puede enumerarse la limitación en el número de socios que no puede superar los cin-
cuenta; la limitación de responsabilidad de los socios hasta el límite del aporte efectua-
do, la división del capital en cuotas sociales, incorporales que deben tener un valor de
diez pesos o sus múltiplos, un órgano de administración y representación denominado
gerencia, y la responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios por la efectiva integra-
ción del aporte.

Requisitos formales: La sociedad de responsabilidad limitada, para que tenga efectos el


tipo social adoptado, debe constituirse por escrito, bastando el instrumento privado con
firma certificada de sus socios, e inscribirse en el Registro Público de Comercio.

Denominación: No es necesario incluir en la denominación el nombre de los socios, admi-


tiendo un nombre de fantasía, pero siempre seguido del tipo societario elegido, esto es
sociedad de responsabilidad limitada o su abreviatura S.R.L.

Límite del número de socios: Habiendo sido pensada esta sociedad para la pequeña y me-
diana empresa, es lógica la limitación al número de sus integrantes, siendo una sociedad
que si se pretendiera clasificar podría tildarse de mixta, a mitad de camino entre una
sociedad personalista y una sociedad netamente de capital.

Limitación de responsabilidad de los socios: Cabe aclarar que quienes limitan su responsabili-
dad por las deudas de la sociedad son los socios y no la sociedad, la que, como cualquier
persona, tiene plena responsabilidad por las obligaciones contraídas. Lo que implica que
los socios no responden por las deudas de la sociedad respecto de terceros. Por ello no
debe confundirse a la persona sociedad con los socios, ya que son sujetos distintos y con
distinto patrimonio y responsabilidad.

Aportes: En este tipo societario la ley establece que el aporte de los socios debe consistir
en dinero o en bienes de ejecución forzada, no permitiéndose como aporte obligaciones
de hacer. Dichos bienes dejan de pertenecer a los socios para formar parte del capital de
la sociedad. En el caso de que el aporte consistiera en dinero, la ley permite una integra-
ción parcial de por lo menos un veinticinco por ciento del monto total y su integración
posterior en un plazo no mayor a los dos años. Es por eso que los socios, conforme el art.
150 de la ley, garantizan a terceros la verdadera y efectiva integración de los aportes.

Cuotas sociales: El aporte de cada uno de los socios se representa en esta sociedad en cuo-
tas sociales. Es la parte que cada socio tiene en la sociedad en la medida de su aporte.
Dichas cuotas sociales son incorporales (no están representadas en un título), surgiendo
del contrato social, siendo transferibles por cesión. Pueden ser embargadas y ejecutadas.

Abogacía | Derecho Comercial I 48


El valor de cada cuota se fija en diez pesos o sus múltiplos. La cuota social le otorga al so-
cio dos tipos de derechos según la proporción del aporte. Derechos de gobierno (dirigir la
sociedad) a través del voto y derechos patrimoniales al cobro de ganancias o dividendos
si los hubiera.

Administración y Representación: La ley unifica en un solo órgano estas dos funciones. Sien-
do una persona jurídica necesita de personas físicas que la administren (lleven adelan-
te la marcha de la sociedad) y la representen (la obliguen respecto de terceros). En este
tipo societario el órgano establecido lleva el nombre de Gerencia, esto es que la sociedad
deberá estar administrada y representada por gerentes. Estos pueden ser socios de la
misma sociedad o no, pudiendo nombrarse a terceros no socios para esta función. Esta
gerencia puede ser unipersonal (un gerente) o pluripersonal (varios gerentes) y siendo
de esta última forma, con actuación indistinta o conjunta. Los miembros de este órgano
-gerencia- son elegidos por los socios y se encuentran facultados para celebrar todos los
actos que no sean notoriamente extraños al objeto social, obligando en consecuencia a
la sociedad por los mismos.

SOCIEDAD ANONIMA: Sociedad netamente capitalista, pensada para la gran empresa


y aglutinante en general de grandes masas de capital para destinarlos a la producción de
bienes y servicios. Una organización societaria más compleja que la SRL, distinguiéndose
los siguientes rasgos característicos.

Requisitos formales: Debe constituirse por escritura pública e inscribirse al igual que el res-
to de las sociedades comerciales.

Denominación: Admite un nombre de fantasía como designación, con el aditamento so-


ciedad anónima o su abreviatura.

Limitación del número de socios: Este tipo societario no tiene limitación respecto al número
o cantidad de sus socios.

Aportes: Al igual que en la SRL el aporte debe consistir en dinero o bienes de ejecución
forzada. Encontrándose permitida la integración parcial del aporte en dinero en un vein-
ticinco por ciento como mínimo, al momento de la constitución, y su posterior integra-
ción dentro del plazo de dos años, no rigiendo la garantía de los socios por la efectiva
integración del aporte.

Acciones: El capital de una S.A. se representa en acciones, que deben tener un valor nomi-
nal de diez pesos o sus múltiplos. Dichas acciones son títulos valores que tienen corpora-
lidad, esto es, están materializadas en un documento. Dan derecho al accionista al voto,
al gobierno de la sociedad y al dividendo.

Administración, Representación y Fiscalización: Al ser sociedades más complejas y sin limita-


ción del número de socios, la ley ha diferenciado tres órganos distintos para el funciona-
miento de la sociedad.

Abogacía | Derecho Comercial I 49


Administración: El órgano de administración de una sociedad anónima se llama Directo-
rio, compuesto por directores, socios o no, elegidos en asamblea por los socios. Ese di-
rectorio puede ser unipersonal o pluripersonal, y este último con actuación indistinta o
conjunta.

Representación: El presidente del directorio de una sociedad anónima es quien tiene la


facultad de representarla, esto es, vincularla con terceros.

Fiscalización: Se reitera que al ser sociedades más complejas y además sin límite de socios
o accionistas, estos no podrían, como en una pequeña sociedad, controlar los actos del
directorio. Para ello la ley establece un órgano de fiscalización obligatorio llamado Sin-
dicatura, que es el encargado de velar por los intereses de los socios, controlar los actos
del directorio, concurrir a las asambleas con voz pero sin voto y en definitiva proteger los
intereses de los accionistas. Para ser miembro de la sindicatura, hay que ser elegido por
los socios, y tener título habilitante de Contador Público Nacional o Abogado.

En una sociedad anónima los socios toman decisiones a través de un órgano de gobierno,
no permanente que se llama Asamblea. Estas pueden ser ordinarias o extraordinarias,
dependiendo ello de la importancia de los temas a tratarse en el orden del día. Las deci-
siones se aprueban por el juego de las mayorías de capital en general.

Las sociedades anónimas pueden clasificarse en sociedades anónimas cerradas (no rea-
lizan oferta pública de sus acciones) o abiertas, siendo estas las autor- izadas para el ofre-
cimiento público de sus acciones en el mercado de valores.

SOCIEDAD ANONIMA UNIPERSONAL: Se crea este nuevo tipo societario, que permi-
te que una sola persona pueda crear una sociedad, que tendrá entonces un solo socio,
debiendo dicha sociedad estar administrada por un directorio de tres miembros y una
sindicatura también formada por tres integrantes.

Es de suma importancia el estudio de las sociedades residuales, la sociedad de responsa-


bilidad limitada y la sociedad anónima, debiendo tener presente la legislación especial
Énfasis aplicable.

Las Sociedades
Usted esta en condiciones de resolver la actividad 1 del módulo.
Actividad

El Menor Comerciante: Sólo subsiste hoy el llamado menor con título habilitante y el
emancipado por matrimonio. Al margen de las distintas posturas doctrinarias habrá que
remitirse a las disposiciones estudiadas en la parte general del derecho civil y el régimen
de capacidad existente.

Adquisición de la calidad de comerciante: El nuevo código no contempla el llamado es-


tatuto personal del comerciante, habiendo sido reemplazada esta fórmula por quien lle-
ve una actividad económica organizada, quien sea titular de un fondo de comercio o una

Abogacía | Derecho Comercial I 50


actividad empresarial. Se critica por parte de la doctrina, y con razón, la eliminación de
ese estatuto del comerciante que se encontraba definido en el art. 1 del código de comer-
cio ya derogado, por esta fórmula un tanto vaga e imprecisa. De todos modos, aunque el
nuevo ordenamiento no hable de “comerciante” sin dudas sería la palabra para definir a
quien lleva adelante esa actividad económica.

La importancia de ello, reiteramos, es que siendo considerado dentro de esta “categoría”


surgirá la obligación de un sistema de contabilidad ordenado y la obligación de conser-
vación de esas constancias por un plazo establecido en la misma ley.

El comerciante
Usted esta en condiciones de resolver la actividad 2 de este módulo.
Actividad

Sistemas legislativos en el derecho comparado


Existen fundamentalmente dos sistemas para la adquisición de la calidad de comercian-
te en el derecho comparado, el sistema formalista y el sistema realista, aunque algunos
autores hablen también de un sistema mixto.

Sistema Formalista: Propio del derecho alemán, en donde la inscripción en un registro


convierte a la persona en comerciante sin importar que actos realice. Dicha inscripción es
constitutiva entonces de un derecho y una calidad determinada, ya que mientras la per-
sona no se encuentre inscripta no podrá serle atribuida dicha calidad. En buen romance:
se inscribió, en comerciante; no se inscribió, no lo es.

Sistema Realista: De raigambre francesa, en donde lo que hace comerciante a la perso-


na no es la inscripción (requisito formal), sino la actividad que lleva a cabo o desarrolla
(basada en la realidad), que es en definitiva realizar actos de comercio en forma habi-
tual y profesional. Quiere decir que la persona no se convierte en comerciante por la ins-
cripción. Ahora bien, vale aclarar que el derecho francés, como lo hacía nuestro derecho
hasta la vigencia de la ley actual, establecen la obligación de inscribirse en un registro.
Dicha inscripción no es constitutiva, sino meramente declarativa y pub- licitaria, siendo
la consecuencia de la no inscripción en Francia del pago de una multa, esto es, una san-
ción dineraria.

Libros de comercio: La necesidad de que el comerciante mantenga una contabilidad


organizada tiene implícita la de llevar adelante libros de comercio en orden. Esto tiene
una triple incidencia: 1) por el interés del comerciante que le permite conocer su estado
financiero en todo momento, 2) por el interés de quien contrata con el mismo, pues le
permite conocer el estado económico y financiero del comerciante y 3) por interés de la
sociedad en su conjunto, dado que en caso de procesos falenciales se puede desentrañar
las causas de la falencias y la evolución comercial del comerciante.

No obstante ello, en la actualidad y con el desarrollo de la informática, el acceso que se


tiene a la contabilidad de los comerciantes permite conocer en instantes el estado de sus
negocios, la evolución, el índice de endeudamiento, etc.

Abogacía | Derecho Comercial I 51


El art. 320 y siguientes del Código Civil y Comercial determina la necesidad de que los
comerciantes lleven libros de comercio de manera tal que den cuenta y razón de sus ope-
raciones y que tengan una contabilidad organizada.

Dicha norma establece que toda persona jurídica, y la persona humana que lleve adelan-
te una actividad económica organizada, o sea titular de una empresa o establecimiento
comercial, deben cumplir con esta obligación impuesta legalmente.

Excluye esta norma a quienes ejerzan profesiones liberales o realicen actividades agríco-
las ganaderas que no sean realizadas en forma empresaria.

Sistemas legales
Existen dos sistemas en materia de libros de comercio:

1. Sistema inglés: no determina qué libros son obligatorios y, por ende, tampoco especi-
fica sanciones para los comerciantes remisos a llevar libros de comercio. En definitiva
el comerciante llevará los libros contables que quiera y en la forma que quiera.

2. Sistema francés: es el seguido por nuestro código. Si bien determina los libros obliga-
torios para los comerciantes, no plantea sanciones para los remisos. Nuestro sistema
entonces consagra el llevado de libros obligatorios y facultativos en forma obligato-
ria, pero además establece la forma en que dichos libros deben ser llevados.

Para nuestro derecho existen los libros obligatorios como el libro diario, el inventario y
el balance, y otros facultativos que, elegidos por el comerciante, deberá llevar dado el
volumen de sus negocios y la correcta contabilidad de los mismos (ej. Libro de bancos, de
proveedores, etc.), conforme lo establecido por el art. 322 c civil y comercial.

LIBRO DIARIO: Allí el comerciante debe asentar correlativamente día por día los ingre-
sos y egresos que se producen en el desarrollo de su actividad. Si lleva un libro de caja,
éste forma parte del libro diario.

INVENTARIO: Es un libro fundacional donde el comerciante tiene la obligación de asen-


tar la totalidad de bienes con los que cuenta al momento del inicio de la actividad.

EL BALANCE: A diferencia del anterior, no sólo consta el activo del comerciante sino tam-
bién el pasivo del mismo, reflejando en un momento determinado la composición patri-
monial del comerciante.

Nuestra legislación exige que por lo menos una vez por año el comerciante confeccione
el inventario y el balance. También existen libros especiales, obligatorios por leyes espe-
ciales, que dependen de la actividad de ese comerciante en particular (libros de actas de
una sociedad, libro de registro de los corredores, etc.).

La ley de sociedades comerciales permite que el comerciante solicite a la autoridad de


contralor la sustitución de los libros de comercio (excepto el de inventario) por otro tipo
de sistemas contables computarizados.

Abogacía | Derecho Comercial I 52


El cese de la actividad comercial no implica la suspensión automática de la obligación de
llevar los libros de comercio; esto se efectúa recién cuando se haya producido el cese total
de la actividad comercial y de sus efectos. Por ello la ley obliga a conservar los libros de
comercio por el término de diez años, a partir de la cesación del giro comercial.

Formalidades
Los arts. 321, 323, 324 y 325 del Código Civil y Comercial disponen las siguientes formali-
dades para los libros:

› Formalidades extrínsecas:

a) Foliados y encuadernados.
b) Deben encontrarse individualizados, con fechas de inicio, con el nombre del
comerciante, el domicilio y número de hojas que contenga.

Todo ello se constata mediante la rubricación de los libros que se realiza ante el Poder
Judicial.

› Formalidades intrínsecas:

1. Llevados en idioma español. Si el comerciante posee otra lengua, puede utilizarla


en los libros, pero al ser presentados deben acompañarse de traducción.
2. Los asientos deben ser llevados en el mismo orden en que se realizan las operacio-
nes. No puede dejarse espacios en blanco.
3. Se prohíbe tachar, sacar hojas, mutilar de cualquier manera el libro.

En lo que hace al libro de balance, el mismo debe ser claro para que permita conocer el
verdadero estado económico del comerciante; debe ser veraz y exacto en los datos que
contiene y debe tener criterios uniformes de valoración.

Eficacia probatoria de los libros


Conforme el art. 330 del nuevo código, los libros, llevados en forma, pueden ser admiti-
dos como un medio de prueba en juicio, estableciendo dicha norma el valor probatorio
de los mismos, y por cuál de las partes en su caso pueden ser aprovechados.

Exhibición de los libros


Judicialmente y sólo judicialmente, el obligado puede ser compelido a la presentación o
exhibición de los libros de comercio ya sea ésta en forma general, sólo procedente en un
juicio universal (sucesión, quiebra) en donde se encuentra comprometido todo el patri-
monio de la persona, por lo que se exhibirán todos los libros y todo el contenido de los
mismos, y la exhibición parcial, que solo pro- cede en un juicio singular, a pedido de par-
te, y solo comprenderá la exhibición del asiento contable que tenga relación con lo que se
discute en ese juicio. Todo ello se encuentra establecido por el art. 331 del nuevo código.

Abogacía | Derecho Comercial I 53


Conservación de los libros de comercio
El comerciante durante el ejercicio de la actividad o habiendo ya finalizada la misma,
debe conservar los libros de comercio por el plazo de diez años, conforme lo establecido
por el art. 328 del Código Civil y Comercial.

La utilización de los arts. 320 y siguientes del Código Civil y Comercial son el pilar y el sus-
tento del tema de libros, los que deberán ser cuidadosa y concienzudamente estudiados.
Énfasis

RENDICION DE CUENTAS: También es objeto de estudio el tema en este módulo, como


una obligación de quien realiza negocios por otro, siendo importante el estudio del art.
856 y siguientes y en especial los artículos 861 y 862 del Código Civil y Comercial.

Por último, estudiaremos la teoría general de la representación a partir del art. 358 del
código, y en especial la representación voluntaria, al igual que el contrato de corretaje,
novedosamente incorporado al código, sin modificar las leyes que regulan en forma es-
pecial esta actividad.

Lo invitamos a continuar transitando los temas de este módulo dos, y a seguir descu-
briendo distintas instituciones el derecho comercial.

Resulta importante realizar la atenta lectura de:

Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en sus capítulos V, VI, VII
básica y XIV de edición 2016.

› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.in-


foleg.gob.ar/

Lo invitamos a resolver la Primera Parte de la Evaluación Integradora.

Evaluación

Módulo 2 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.

Actividad económica organizada: Es la realización de actos de intermediación, de ca-


rácter económico, pretendiendo obtener una ganancia. Además, comprende la actividad
empresaria en la comercialización de bienes y/o servicios.

Adquisición: Es la incorporación de un bien al patrimonio de una persona, pudiendo ser


dicha adquisición originaria o derivada, contractual o extracontractual, a título oneroso
o a título gratuito.

Abogacía | Derecho Comercial I 54


Agencia comercial: Es el contrato bilateral y oneroso en cuya virtud una de las partes se
compromete, en forma duradera y continua, a prestar su actividad a un comerciante o
industrial, conocido como proponente, mediante el pago de una remuneración, gene-
ralmente un porcentaje, a fin de obtener para su comitente la concertación de negocios
dentro de la zona establecida en el contrato.

Arras: Es la suma de dinero que se entrega para confirmar las obligaciones que surgen de
un contrato, teniendo el carácter de confirmatorias, sin poder arrepentirse, salvo pacto
expreso en contrario.

Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.

Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.

Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.

Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.

Carta de porte: Es el documento necesario del contrato de transporte, emitido por el car-
gador al porteador, que contiene las condiciones esenciales del contrato para facilitarle
la ubicación del destinatario.

Causa del contrato: Es la finalidad económico-jurídica, propia de cada tipo de contrato y


tenida en cuenta al momento de la contratación.

Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.

Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.

Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.

Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.

Comercio económico: Actividad continua de intermediación entre productores y consu-


midores para hacer llegar a éstos los productos de aquellos, sin alterarlos, y obtener una
utilidad en dinero.

Abogacía | Derecho Comercial I 55


Comercio jurídico: Es el conjunto de relaciones de derecho, engendradas por diversas
actividades a las que nuestra legislación vigente reconoce como mercantiles.

Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.

Consignación comercial: Es el contrato por el cual una persona desempeña por otros
negocios determinados, obrando a nombre propio o de la razón social que representa,
consistiendo el acto realizado una compraventa.

Concepto económico de comercio: Es de menor amplitud que el jurídico, por cuanto


solo tiene en cuenta el hecho económico. En general, los autores consideran que existe
comercio cuando existe intermediación para el cambio con ánimo especulativo, esto es,
con propósito de obtener una utilidad en dinero, aunque ello no sea inmediato.

Concepto jurídico de comercio: Es aquella actividad humana a la que la ley le otorga el


carácter de tal, con independencia de la existencia concreta de la intermediación como
fenómeno económico.

Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.

Contemplatio domine: Es la carga que pesa sobre el representante de hacer saber al ter-
cero que actúa en nombre y representación de su poderdante, so pena de que los efectos
del acto jurídico recaigan sobre su propio patrimonio.

Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.

Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.

Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.

Contrato de asistencia técnica: Es el contrato mediante el cual el concedente se obliga a


transferir, además de conocimientos técnicos, el personal especializado que permite la
producción en serie de los productos o la prestación de los servicios de que se trate.

Contrato de distribución comercial: Es el medio mediante el cual una empresa, utilizan-


do los servicios de otra empresa o de un individuo, obtiene que sus productos lleguen al
mercado con más facilidad, en diversos lugares y a distintos clientes.

Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.

Abogacía | Derecho Comercial I 56


Contrato de factoring: Es el contrato financiero que se celebra entre una entidad finan-
ciera (sociedad de factoring) y una empresa (factoreada), por el cual la primera se obliga
a adquirir todos los créditos que se originen a favor de la segunda por su actividad co-
mercial, durante un determinado plazo y asumiendo o no los riesgos de la cobranza del
mismo.

Contrato de fideicomiso: Es aquel mediante el cual una persona (fiduciante) transmite


la propiedad fiduciaria de bienes determinados a otra (fiduciario), que se obliga a ejer-
cerla en beneficio de quien se designe en el contrato (beneficiario) y a transmitirla, al
cumplimiento de un plazo o condición, al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario.
Es el contrato por el cual una persona recibe de otra un encargo respecto de un bien de-
terminado, cuya propiedad se le transfiere a título de confianza, para que al cumplimien-
to de un plazo o condición le dé el destino convenido (Carregal).

Contrato de franquicia comercial: Es aquel mediante el cual un comerciante, llamado


franquiciante, otorga licencia a otro, llamado franquiciado, para la venta de productos o
prestación de servicios de su titularidad.

Contrato de know how: Es el contrato mediante el cual se transmiten los conocimientos


y experiencias de orden técnico, comercial, administrativo, financiero o de otra naturale-
za, aplicables en la práctica de la explotación de una empresa.

Contrato de leasing: Es un contrato por el cual una persona llamada dador se obliga a
conceder la tenencia para el uso y goce de una cosa a otra persona llamada tomador,
otorgándole una opción de compra a cambio de un precio.

Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.

Contrato de seguro: Hay contrato de seguro cuando el asegurador se obliga, mediante el


pago de una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir una prestación convenida,
si ocurre el evento previsto (art. 1, ley 17418).

Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.

Contrato de transporte comercial: Es el contrato por el cual una parte (porteador), en


forma organizada, se obliga a transportar personas (pasajeros) o cosas (carga) de un lu-
gar a otro por un precio en dinero.

Contratos de operaciones de contado: Son contratos de ejecución continuada, califica-


dos como de pronta ejecución y en los cuales la propiedad de los títulos queda perfeccio-
nada de acuerdo a la ley de circulación de los mismos.

Abogacía | Derecho Comercial I 57


Contratos de plazo firme: Son aquellos en los que se perfecciona ab initio la operación,
pero sólo se cumple al final del plazo que las partes han establecido, procediéndose en
ese momento a la entrega del título y al pago del precio convenido.

Corredor: Es la persona que se interpone profesionalmente entre la oferta y la demanda,


para facilitar o promover la conclusión del contrato.

Costumbre: Observación constante de una regla de conducta por los miembros de una
comunidad, con la convicción de que aquella responde a una necesidad jurídica.

Cuenta corriente mercantil o comercial: Es el contrato nominado y típico, regulado por


el C. de Comercio, que se caracteriza por el hecho de que dos sujetos se conceden mu-
tuamente créditos en forma recíproca, conviniendo en novar en la cuenta corriente las
relaciones que nacen de esta concesión y proceder al pago que resulte de la diferencia a
cargo de uno de ellos, después de la compensación de varias remesas.

Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.

Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.

Empresa: Es la actividad organizada con la finalidad de producir bienes y servicios con


destino al mercado.

Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.

Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.

Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.

Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.

Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.

Filial: Es la sociedad jurídicamente independiente de la sociedad madre, pero económi-


camente dependiente de ella.

Abogacía | Derecho Comercial I 58


Garantía de evicción: Es la otorgada por el vendedor; por medio de ella le asegura al com-
prador la legitimidad de los títulos de propiedad sobre la cosa objeto de la convención.

Hacienda mercantil: Es el conjunto de bienes, materiales e inmateriales, organizados


por el empresario para el ejercicio de su actividad profesional.

Incendio: Se produce cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada
por este o por el calor del fuego hostil.

Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.

Jurisprudencia: Pronunciamiento general y constante de una misma manera por parte


de las autoridades judiciales en cuanto hace a la aplicación del derecho.

Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.

Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.

Ley: Es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por los órganos adecuados
que representan la voluntad preponderante de una multitud asociada.

Llave: Es la capacidad de hacienda, por su composición y por el impulso dado a su organi-


zación, de producir económicamente y brindar beneficios al empresario.

Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.

Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.

Mercados de valores: Son los organismos técnicos de fiscalización y liquidación de ope-


raciones sobre títulos valores. Lugares donde se realizan las transacciones sobre los títu-
los valores.

Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.

Obligaciones del asegurado: Es un mandato jurídico cuyo incumplimiento es violación a


la ley, puesto en interés ajeno al asegurado, con sanción jurídica que permite la ejecución
forzada.

Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma de-
terminada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los firmantes.

Abogacía | Derecho Comercial I 59


Persona jurídica: Es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones que no
sea persona humana.

Póliza: Es el documento emitido por el asegurador y que acredita la formación del con-
trato, delimita el riesgo asumido, la prima fijada, el interés asegurable y en general todas
las condiciones de contratación.

Prenda común o con desplazamiento: Es el contrato de garantía por el cual el deudor, o


un tercero en su nombre, entrega al acreedor una cosa mueble en seguridad o garantía
de una obligación.

Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.

Prescripción liberatoria: Es un medio de extinción de obligación por el transcurso del


tiempo y la inacción del titular del derecho.

Prima: Es la remuneración que recibe el asegurador por las obligaciones que asume en
un contrato de seguro.

Procura: Es el instrumento en el que consta la declaración de voluntad emitida por el


representado, indicando los límites de la representación y aceptando las consecuencias
jurídicas del actuar del representante.

Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.

Registro Público de Comercio: Es el organismo del Estado encargado de llevar la matrí-


cula de los comerciantes e inscribir los documentos cuya publicidad es exigida por la ley
mercantil.

Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.

Rendición de cuentas: Es la descripción gráfica y contable de los resultados de una ope-


ración mercantil.

Representación: La representación nace cuando un sujeto (representante) ejecuta un


negocio jurídico en nombre de otro (representado), de modo que el negocio jurídico se
considera como celebrado por éste último y los derechos y obligaciones del acto pasan al
representado.

Abogacía | Derecho Comercial I 60


Reticencia: Es toda declaración falsa o insuficiente realizada por el asegurado al asegu-
rador, aun hecha de buena fe, que a juicio de peritos hubiera impedido el contrato o mo-
dificado las condiciones de contratación y que torna nulo el contrato.

Riesgo: Es la eventualidad prevista en el contrato.

Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.

Sede comercial: Es el lugar físico donde el empresario tiene la administración principal


de su actividad económica.

Seguro de responsabilidad civil: Es el seguro mediante el cual el asegurador se obliga a


mantener indemne el patrimonio del asegurado por cuanto deba a un tercero, en razón
de la responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en un
plazo convenido.

Tecnología: Es el conjunto de conocimientos propios de un oficio mecánico o arte


industrial.

Teoría de la autonomía de voluntad: Lo acordado por las partes en un contrato forma


para ellos una regla obligatoria a la que deben someterse como si fuera la ley misma.

Título de crédito: Es el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo


en el contenido.

Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.

Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.

Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.

Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.

Abogacía | Derecho Comercial I 61


Módulo 2 | Actividades
actividad 1
Las sociedades

Su mismo cliente, el Sr. Ramón Aguirre, en razón de la buena marcha de su actividad


comercial, recibe la propuesta de un amigo para asociarse con él en su emprendimiento.

En mérito de ello le consulta:

a) Jurídicamente, ¿qué es una sociedad?


b) ¿Se puede crear una sociedad sin la necesidad de socios?
c) ¿Cuáles son los requisitos que toda sociedad debe tener para existir?
d) Además le consulta si la sociedad a crearse debe inscribirse en algún registro especial.

actividad 2
El comerciante

Cierto día concurre a su estudio el Sr. Ramón Aguirre con el objeto de solicitar asesora-
miento profesional por haber decidido emprender una actividad comercial, más precisa-
mente optó por dedicarse a la compra y venta de indumentaria deportiva. Requiere que
Ud. lo asesore e informe cuáles son los requisitos necesarios para iniciar dicha actividad.

En razón de ello, usted le informa que, conforme al nuevo sistema legal vigente, comen-
zará a realizar una actividad económica organizada, y que ello, al margen de traerle apa-
rejado el cumplimiento de ciertas obligaciones legales propias de dicha actividad, presu-
pone la existencia de capacidad jurídica para llevar adelante dicha actividad.

Indique cuál es el régimen legal de la llamada capacidad de ejercicio plena en el nuevo


Código Civil y Comercial.

Abogacía | Derecho Comercial I 62


Módulo 3
Microobjetivos

› Conocer la teoría general de la contratación, fijando los elementos del contrato,


medios de prueba y sus normas de interpretación a la luz de la legislación actual, para
su aplicación a supuestos concretos de la vida profesional.

› Identificar los distintos tipos de contratos conforme la legislación vigente y la doc-


trina, para lograr un eficaz reconocimiento de cada uno de ellos.

› Conocer el proceso de génesis del contrato, tanto entre presentes como entre ausen-
tes, para establecer el nacimiento de los derechos y obligaciones y las teorías ensaya-
das al respecto.

› Establecer el alcance de la autonomía de la voluntad y de las causas que la limitan,


con el objeto de poder reconocer la validez de los contratos como actos jurídicos.

› Diferenciar los tipos de contratos y definir las características de cada uno, a los fines
de su correcta utilización en cada supuesto en particular.

› Establecer las distintas modalidades del plazo contractual y el manejo de las obliga-
ciones sin plazo expreso en atención a la legislación vigente, con el objeto de su ade-
cuada aplicación.

› Aprender sobre el manejo del pacto comisorio o cláusula resolutoria, como forma de
resolución de los contratos bilaterales y, de este modo, lograr la disolución del vínculo
contractual.

Contenidos

La teoría general de la contratación. El nuevo sistema legal. Obligaciones y Contratos.


Su unificación

La teoría general de la contratación es la materia de la cual se ocupa este módulo tercero


de la materia. Es la base para el estudio de la parte especial de la asignatura ya que en
su gran mayoría el resto del programa está dedicado al conocimiento de los contratos
comerciales. Si desconocemos los principios generales de los contratos, mal podemos
asumir el estudio de cada uno de los tipos contractuales, clásicos y modernos, que hoy se
aplican en la vida mercantil.

El fenómeno ocurrido dentro de la unificación del derecho privado y la sanción del actual
Código Civil y Comercial, ha producido que ya no exista un distingo legislativo entre los
contratos, sin que ello implique que cuando dicho contrato contiene una actividad de
intermediación, comercialización de bienes y/o servicios, y realización de actividad eco-
nómica en general, estemos frente a un contrato de naturaleza comercial.

Abogacía | Derecho Comercial I 63


Todo vínculo convencional se encuentra regulado por los mismos principios jurídicos, in-
fluyendo de manera decisiva en cada una de las características contractuales que hemos
de estudiar luego.

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que todo el andamiaje contractual está cons-
truido sobre la base de la autonomía de la voluntad. Si en nuestro ordenamiento no exis-
tiera una norma que le confiriera valor legal a la convención particular, nada de lo con-
venido en el marco de un contrato podría ser luego compelido. Por tal motivo, hemos de
estudiar la autonomía de la voluntad como base del sistema contractual y sus limitacio-
nes, es decir, aquellas situaciones en que excepcionalmente lo convenido por las partes
pierde valor y puede ser revisado.

El estudio de la formación o génesis del contrato, sus clasificaciones, el modo de probarlo


y, en su caso, la forma de resolverlo será objeto, aunque en forma sintética de este módu-
lo de estudio.

El pacto comisorio, hoy llamado “cláusula resolutoria”, de actualidad en el mundo de la


contratación mercantil, ocupará un lugar especial en nuestro estudio. Hemos de analizar
su contenido, como también la forma y los mecanismos para su articulación, con casos
teóricos y prácticos que nos permitan manejar el instituto y su implementación en la vida
mercantil.

OBLIGACIONES Y CONTRATOS
El término obligación proviene del latín obligare, o sea, ligarse alrededor de algo. En la
vida jurídica, tiene tres significaciones distintas:

1. Obligación como derecho de alguien: soy titular de tal obligación. El término está
concebido como una facultad.

2. Obligación como deber: por ejemplo, cuando hablamos de las obligaciones comunes
de los comerciantes.

3. Finalmente, se encuentra la acepción que nos interesa y que se refiere al vínculo jurí-
dico existente entre dos personas, mediante el cual una está obligada a cumplir una
prestación y la otra a prestarla.

En cuanto a la clasificación de las obligaciones, las mismas pueden ser de dar, de hacer y
de no hacer. Dentro de las llamadas obligaciones de dar, podemos encontrar las de dar
cosas ciertas, las obligaciones de dar cantidades de cosas y las obligaciones de dar una
suma de dinero.

Obligaciones comerciales: Diferencia con las civiles. Unificación legislativa


Los autores se han preocupado cuando existía en nuestro ordenamiento jurídico, un ré-
gimen dual de legislación en materia de derecho privado; el ordenamiento civil por un
lado y el comercial por el otro, de encontrar diferencias en las obligaciones para así dis-
tinguir una obligación civil de una. Aclaramos desde ya que dichos esfuerzos han sido

Abogacía | Derecho Comercial I 64


estériles ya que estos llamados caracteres legales de las obligaciones comerciales, no han
podido distinguir claramente una obligación civil de una comercial. Sin embargo, se ci-
tan a continuación ya que en algunos casos las diferencias han servido para la distinción,
aunque en forma parcial, como la prescripción, la mora automática, el pacto comisorio,
la solidaridad, la presunción de onerosidad, etc.

Todo ello hoy resulta letra muerta porque al derogarse los dos códigos anteriores y san-
cionarse el nuevo Código Civil y Comercial, se ha producido la unificación legislativa, no
Énfasis existiendo entonces en la ley las diferencias que se pretendían encontrar. Hoy entonces
no tiene ningún sentido hablar de obligaciones y contratos comerciales, ya que todas las
obligaciones y todos los contratos, legislativamente, ya no tienen distinción.

CONTRATOS
A los fines de definir un concepto, debemos partir del art.957 del Código Civil y Comercial
que define al contrato cuando dice que “Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos
o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o
extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.”

Este precepto establece la bilateralidad del contrato como acto jurídico, ya que necesa-
riamente se necesitan dos partes, siendo imposible contratar con uno mismo. A su vez se
habla de la manifestación del consentimiento y una declaración común de voluntad a los
fines de perfeccionar o anudar el contrato.

Otro de los elementos que caracterizan al contrato, además de la pluralidad de partes,


es que el acuerdo arribado tiene que estar atrapado por el mundo del derecho y tener un
contenido patrimonial.

La autonomía de la voluntad: Tiene su sustento legal en el art. 958 del Código Civil y Co-
mercial, cuando establece que las partes son libres para celebrar un contrato y determi-
nar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral
y las buenas costumbres. Esto implica que el artículo citado le otorga validez y fuerza
obligatoria de ley a la convención o acuerdo de voluntades entre dos personas. Ello tiene
las siguientes consecuencias prácticas en:

1) La libertad de las partes de contratar o no.

2) La potestad del individuo de discutir en un pie de igualdad las cláusulas contrac-


tuales (y la importancia que tal principio asume en un mundo comercial de contra-
tos de adhesión).

3) La facultad de elegir entre las legislaciones de los Estados la que sea más conve-
niente a los intereses de los comerciantes, mientras no se viole la ley ni el orden
público. Esto tiene significativa importancia en un mundo globalizado, donde se
pueden realizar acuerdos entre sociedades.

4) La facultad de incluir en los contratos las cláusulas que se estimen convenientes.

Abogacía | Derecho Comercial I 65


En definitiva, por medio de la autonomía de la voluntad las partes son libres para arribar
a acuerdos, convenio o contratos, sin tener que sujetarse a moldes rígidos que condicio-
nen los mismos.

Como en todos los demás aspectos, aquí también el derecho comercial se encuentra in-
disolublemente unido a las contingencias políticas del lugar. Si nos hallamos en un Esta-
do de economía dirigida seguramente las restricciones contractuales serán mayores y la
autonomía de la voluntad estará sumamente condicionada.

En Estados como el nuestro, con una economía prácticamente libre, las únicas restriccio-
nes se encuentran en regulaciones estatales de determinadas actividades o formas de
realizarlas (ejemplo: las bancarias, bolsas y mercados).

La autonomía de la voluntad tiene su aplicación práctica en el hecho de que las partes


pueden arribar a cualquier tipo de convención o acuerdo, aunque el mismo no se encuen-
tre nominado en la ley. En definitiva los límites principales a la autonomía de la voluntad
son el orden público, ya que el convenio de partes no puede contrariar normas de tipo
imperativo, la posibilidad y la licitud.

Clasificación de los contratos

1. Bilaterales y unilaterales: Art. 966. De acuerdo a si las obligaciones emergentes de los


mismos quedan a cargo de una o de las dos partes. En los contratos bilaterales surgen
obligaciones recíprocas para cada una de las partes contratantes, mientras que en los
unilaterales, una sola de las partes queda obligada hacia la otra. Serán ejemplos de con-
tratos bilaterales la compraventa, el mandato, el depósito. Serán ejemplos de contrato
unilateral, la donación y la fianza.

2. Gratuitos u onerosos: Art. 967. Serán considerados onerosos, si la ventaja que una par-
te obtiene al contratar, no le es concedida a cambio de una ventaja que debe procurarle a
la otra parte. Serán por el contrario gratuitos, si la ventaja obtenida lo es independiente-
mente de una ventaja que haya que procurarle a la otra parte.

3. Nominados o innominados: El art. 970 del Código Civil y Comercial distingue los con-
tratos en nominados e innominados, de acuerdo a si los mismos se encuentran específi-
camente regulados en la ley o no. Serán nominados los que tengan una regulación legal
específica, y serán innominados aquellos que existan solo por la autonomía de la volun-
tad, sin que la ley los haya regulado todavía.

4. Conmutativos o aleatorios: Art. 968. Se consideran aleatorios cuando las consecuen-


cias del contrato para ambas partes, o para una de ellas, dependen de un acontecimiento
incierto, esto es un alea, un riesgo, en donde las partes o una de ellas no conozcan de
antemano las ventajas que el contrato puede procurarle (contrato de seguro, contratos
de juego, apuesta o suerte). Por el contrario, serán conmutativos, cuando las partes al
momento de contratar conozcan lo que el contrato puede depararle.

Abogacía | Derecho Comercial I 66


5. Formales y no formales: Art 969. Se puede entender por forma, al el conjunto de so-
lemnidades que deben observarse al tiempo de la formación de los contratos. Tanto en
materia civil como en materia comercial rige el principio de la libertad de las partes en
la elección de la forma de celebración del contrato, salvo que la ley le haya exigido una
propia.

Aquí la distinción no está dado respecto de si el contrato tuviera una forma o no, ya que
todo contrato la tiene. La oralidad o verbalidad es una forma de contratar. El contrato
será formal si en forma expresa la ley dispone el cumplimiento de alguna formalidad al
momento de la celebración del contrato. El requisito formal que ha pasado a nuestros
días es la escritura del acto, esto es que el contrato se celebre por escrito. Dentro de es-
tos llamados contratos formales podemos distinguir los formales solemnes, en donde el
incumplimiento de lo ordenado por la ley, trae aparejada la nulidad o inexistencia del
contrato (donación de bienes inmuebles, constitución de renta vitalicia y cesión de dere-
chos litigiosos) y formales meramente ad probationem, en donde el incumplimiento del
requisito formal establecido por la ley, no trae aparejada la nulidad del acto, sino gene-
ralmente la inoponibilidad respecto de terceros, o que el contrato no cumpla sus efectos
propios.

El contrato será no formal, cuando la ley deja librado a la voluntad de las partes la instru-
mentación escrita del contrato o no. El principio general que rige en materia contractual,
reitero, es la llamada libertad en la elección de las formas, pudiendo adoptar las partes la
que estimen más conveniente a sus derechos, salvo cuando el contrato sea formal.

El estudio de la clasificación de los contratos resulta vital para la distinción entre unos y
otros, debiendo recurrir para ello a lo regulado en el Código Civil y Comercial
Énfasis

Elementos del contrato


Pueden distinguirse tres clases de elementos en los contratos, detallados a continuación:

Elementos Esenciales: Son los que hacen a la vida, a la esencia del contrato; aquellos que
no pueden faltar para que existe ese contrato. En la compraventa, la cosa y el precio; en
el mandato, los actos de comercio encomendados; en la prenda, la cosa mueble sobre la
que se constituye el derecho real de garantía; en el mutuo, la entrega de cosas fungibles
y consumibles.

Elementos naturales: Son aquellos que no se encuentran especialmente pacta- dos o


convenidos expresamente por las partes, pero que juegan en el contrato por una dispo-
sición legal. Ej.: garantía de evicción, garantía por vicios redhibitorios, pacto comisorio
tácito.

Elementos accidentales: Son aquellos que sí y solo sí son obligatorios para las partes,
si expresamente las mismas los hubieran establecido en el contrato. Ej.: cargos, modos,
condiciones, plazos, intereses punitorios, etc.

El automóvil antiguo de colección


Usted se encuentra en condición de resolver la primera actividad del módulo.
Actividad

Abogacía | Derecho Comercial I 67


Formación de los contratos
La formación de los contratos implica el proceso que se lleva a cabo para que el contrato
exista, esto es para que coincidan las declaraciones de voluntad de los contratantes. El
primer paso para que comience este proceso es la llamada oferta.

La oferta: Es la invitación que una parte realiza a la otra para celebrar un contrato. La doc-
trina ha considerado que la misma debe reunir los siguientes requisitos:

1. Debe ser completa, o sea, ser realizada conjuntamente con todos los elementos
necesarios que le permitan al ofertado celebrar el contrato.

2. Debe ser vinculante, o sea, ser realizada con la intención de contratar y no con un
espíritu jocoso, sin ánimo de compromiso.

3. Debe ser dirigida a persona determinada. Las propuestas que carezcan de este
último requisito no son consideradas ofertas, sino meras invitación a ofrecer y no
obligan a quien las ha realizado. Todo lo explicado precedente- mente se encuen-
tra establecido en el art. 972 del Código Civil y Comercial.

Emitida la oferta pueden darse las siguientes hipótesis: La aceptación, esto es que la par-
te a la cual fue dirigida la oferta la acepte lisa y llanamente y en ese mismo momento. Si
coinciden oferta y aceptación, estamos frente al nacimiento del contrato y por ende al
nacimiento de las obligaciones que surgen del mismo.

La contraoferta implica que la persona a la cual fue dirigida la oferta ni la acepte ni la re-
chace, sino que emita una contraoferta. La persona del potencial aceptante se convierte
en oferente, y así sucesivamente hasta que se llegue a la aceptación final por una de las
partes y exista contrato, o por el contrario no se llegue a un acuerdo y el contrato no se
perfeccione.

El silencio del aceptante al recibir la oferta no implica en modo alguno aceptación, ya que
el principio general en derecho es el de que el que calla nada dice, y no puede inferirse
de su silencio una declaración de voluntad, salvo que la ley en forma especial establezca
lo contrario.

Todo ello en materia de contratos entre presentes, pero pudiendo los contratos celebrar-
se entre ausentes, especialmente por correspondencia epistolar. Existen diversas teorías
para explicar cuándo y en qué momento el contrato queda perfeccionado.

Teoría del conocimiento: Sostiene que la oferta es válida sólo cuando la aceptación llega
al conocimiento del oferente.

Teoría de la declaración: Entiende que la oferta es válida cuando existe voluntad de


aceptación por parte del aceptante, aunque no emita declaración pero siempre que la
exteriorice de algún modo.

Teoría de la expedición: Plantea que la oferta es válida cuando la aceptación ha sido re-
mitida al oferente, aunque la misma no haya arribado a destino.

Abogacía | Derecho Comercial I 68


Teoría de la recepción: Sólo la oferta se considera válida y se ha perfeccionado el contrato
cuando la aceptación ha sido receptada, esto es recibida por el oferente, aunque no la
hubiera efectivamente conocido.

De acuerdo a lo establecido por el art. 980 del Código Civil y Comercial, nuestro código se
ha inclinado por aceptar la teoría de la recepción, modificando el régimen anterior que
se inclinaba por la teoría de la expedición.

Prueba de los contratos


En cuanto a la prueba de los contratos, al derogarse el código de comercio, no se indi-
can específicamente los medios probatorios, sino que se remite a los que se encuentren
permitidos por los ordenamientos procesales de cada jurisdicción. Sin perjuicio de ello
y de tener que recurrir a los códigos de procedimientos, pueden citarse como medios de
prueba:

1. Por instrumentos públicos: Aquellos celebrados por escritura pública, en general forma
poco frecuente de celebración de contratos comerciales, atento a la poca celeridad
que los mismos tienen y al costo de esta forma de instrumentación. Existen negocios
jurídicos comerciales que deben celebrarse mediante instrumento público, como es
el caso de las sociedades anónimas y, por ende, su forma de prueba estará conformada
por el instrumento constitutivo.

2. Por las notas de los corredores: Asientos que los corredores deben insertar en el llamado
libro de registro, en donde deben incorporar una por una cada una de las operaciones
que gracias a su intermedio las partes contratantes hubieran realizado. Se trata de un
instrumento privado y, por lo tanto, puede ser argüido de falso.

3. Por documentos firmados por las partes: El llamado instrumento privado, cuyo principal
requisito es la firma de las partes. Se trata de la forma más frecuente para la prueba
de un contrato, pues es la que presenta mayor celeridad. No deben existir raspaduras,
ni enmiendas, ni lugares en blanco en los contratos firmados.

4. Por la correspondencia epistolar: Su valoración quedará reservada al Tribunal.

5. Por los libros de comercio: Estos deberán haber sido llevados de acuerdo a lo que dis-
pone la ley, a partir del art. 320 del Código Civil y Comercial en adelante, quedando a
cargo del tribunal la valoración de estos libros.

6. Por confesión o por juramento: Pruebas reguladas por las normas procesales.

7. Por testigos: Cuya merituación realizará el juez, respecto de manifestaciones que el


testigo realizara de hechos percibidos por sus sentidos.

8. Por presunciones.

Abogacía | Derecho Comercial I 69


Terminación anticipada de un contrato: Rescisión, resolución
Los contratos se realizan para cumplirse, pero puede suceder que dentro de las llamadas
vicisitudes del contrato, el mismo no fuera cumplido. Aquí hay que distinguir dos figuras
que suelen confundirse, la rescisión y la resolución del contrato.

Rescindir implica un nuevo acuerdo de voluntades, en donde ambas partes, así como al
principio se pusieron de acuerdo en celebrar el contrato, se ponen de acuerdo en dejarlo
sin efecto. Entonces la rescisión implica un nuevo acuerdo de voluntades de ambas par-
tes para dejar sin efecto el contrato.

La resolución por el contrario, implica actividad de una sola de las partes respecto de la
otra. Por ello se dice que la resolución es una facultad unilateral (de una parte hacia la
otra), y que el origen de dicha facultad resolutoria puede ser tanto causada como incau-
sada. Será incausada, cuando una parte decida resolver el contrato sin que exista una
causa para ello (el despido sin causa en materia laboral), o causada, cuando dicha cir-
cunstancia se encuentre prevista legal o contractualmente.

Esta figura resolutoria se llama hoy una cláusula resolutoria implícita o expresa, lo que
era conocido en el ordenamiento anterior como pacto comisorio expreso o tácito, el que
se encontraba regulado en el art. 1204 del Código Civil y en el art. 216 del Código de co-
mercio.

El nuevo ordenamiento civil y comercial trata esto en varios artículos, en lugar de en uno
solo como el código anterior.

Resulta una la facultad resolutoria concedida al contratante que ha cumplido con la obli-
gación a su cargo, de exigir el cumplimiento o la resolución del contrato en su caso, a la
parte incumplidora. Tiene como condición indispensable que el contratante acredite:

1. Un contrato con prestaciones recíprocas.


2. Haber cumplido con las prestaciones a su cargo.
3. Actividad de la parte cumplidora.

Cláusula resolutoria implícita: Conforme los artículos 1087, 1988 y 1089 del nuevo Códi-
go Civil y Comercial, se entiende implícito en todos los contratos con prestaciones recí-
procas, otorgando la facultad al contratante que hubiera cumplido con su obligación, de
exigir e intimar en forma fehaciente el cumplimiento del contrato a la parte incumplido-
ra, otorgándole para ello un plazo no inferior a los quince días, bajo apercibimiento de
que el contrato se resuelva en caso de no cumplir en dicho plazo, todo ello más los daños
y perjuicios derivados de la demora. En consecuencia, los requisitos para que proceda
son el incumplimiento de una de las partes, la intimación fehaciente bajo apercibimien-
to y el plazo. Intimada la incumplidora puede suceder que la misma cumpla con su obli-
gación, por lo que el contrato continúa, o que por el contrario no cumpla, con lo que el
contrato quedará, vencido el plazo otorgado, resuelto.

Cláusula resolutoria expresa: A diferencia del anterior, las partes han establecido esta
facultad en una cláusula del contrato. Es entonces la convención expresa previendo que
una de las partes no cumpliera con las obligaciones que nacen del contrato. En este su-

Abogacía | Derecho Comercial I 70


puesto, existiendo el incumplimiento de una de las partes, la otra podrá resolver el con-
trato notificando en forma fehaciente su voluntad de resolver, sin necesidad de la inti-
mación previa al cumplimiento y otorgamiento del plazo.

Es importante la lectura de la bibliografía básica sugerida:

Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en sus capítulos III y XII.
básica Edición 2016.

› Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Disponible en: https://servicios.info-


leg.gob.ar/

La instrumentación y la forma
Usted se encuentra en condición de resolver la segunda actividad del módulo.
Actividad

Módulo 3 | Glosario
Administración: Ciencia que, mediante la aplicación del proceso de planificar, organizar,
dirigir y controlar los recursos, persigue el cumplimiento de los objetivos organizacionales.

Agentes de cambio: Son las personas, miembros o no de las organizaciones, que actúan
como impulsores y asumen la responsabilidad de administrar las actividades que el
cambio requiere.

Ambiente de tareas (Microentorno): Entorno más próximo a la organización o entorno


inmediato que influye de manera directa sobre la organización y ésta no puede contro-
larlo, pero sí puede responderle y neutralizar sus efectos.

Ambiente General (Macroentorno):. Entrono más alejado a la organización o entorno


mediato que influye de manera indirecta sobre la organización porque sus efectos reper-
cuten sobre todo el microentorno dónde se encuentra la organización.

Módulo 3 | Actividades
actividad 1
El automóvil antiguo de colección

Los distintos negocios que las partes realizan tienen relevancia jurídica a través del con-
trato que ellas celebran. El contrato, entonces, es la herramienta o figura jurídica para
que los contratantes adquieran derechos y obligaciones. Pero el perfeccionamiento de
un contrato, o su proceso de formación o nacimiento, tienen particularidades propias
que deben necesariamente cumplirse. Obviamente, por los conocimientos adquiridos en

Abogacía | Derecho Comercial I 71


la Universidad usted las conoce, lo que no ocurre siempre con alguno de los contratantes
o clientes.

Compartamos este caso:


Uno de sus clientes, Leonardo Iniesta, tiene intenciones de ofrecer en venta un antiguo
automóvil de colección que recibió como herencia de su abuela. Dicho rodado se encuen-
tra en muy buen estado de conservación y tiene varios interesados pues, por la originali-
dad del bien, tienta a adquirirlo a muchas personas que tienen buen poder adquisitivo.
Recurre a usted para saber cuál sería el modo correcto de efectuar el ofrecimiento, ya que
está en juego mucho dinero. Usted le responde que primero debe formularse una oferta,
explicándole concretamente a dicho cliente en qué consiste y cuáles son sus requisitos.

Para responder cabalmente esta consigna deberá analizar los arts. 971, 972, 973 del C.
Civil y Comercial.
Recomendación

También le informa que para que exista contrato debe coincidir dicha oferta con la acep-
tación de otra parte. Ante ello, Leonardo le consulta si antes de la aceptación puede re-
tirar o arrepentirse de la oferta realizada y, en su caso, si ello puede acarrearle alguna
responsabilidad.

El estudio del art. 975 del C. Civil y Comercial le aportará la solución al tema planteado.

Recomendación
Satisfecho por sus respuestas, Leonardo Iniesta aprovecha para preguntarle acerca del
tema contratos:

› Estoy vinculado comercialmente con otras plazas del país, y me interesa saber, para
que un contrato nazca o se perfeccione, si las partes deben estar frente a frente o si
por el contrario puede perfeccionarse o nacer el contrato por medio de cartas o corres-
pondencia. Si así fuera, ¿en qué momento queda perfeccionado? –finaliza esperando
su respuesta.

Para la correcta realización de la consigna deberá enumerar y explicar cuáles son los me-
dios de prueba contemplados por el Código Civil y Comercial en los arts. 1019 y 1020.
Recomendación
› Entiendo lo que me dice, ¿pero ¿cómo puede demostrarse que un contrato existe o que
las partes tengan obligaciones que cumplir que surjan del mismo? –insiste Martín,
pidiendo más especificidad en su respuesta.

Para terminar, Martín Mallo le pregunta:

› ¿Qué puede hacerse legalmente en el caso de que el otro contratante deje de cumplir
con sus obligaciones? ¿Existe una solución jurídica para ello?

Ante ello, Ud. responde que no se preocupe ya que la ley ha previsto esta situación para
algunos contratos en una figura jurídica que se denomina pacto comisorio, receptada en

Abogacía | Derecho Comercial I 72


el Código como cláusula resolutoria. Su cliente, interesado en conocer más respecto del
tema, le pregunta lo siguiente:

1. ¿Cuáles son las clases de esta cláusula resolutoria que la ley ha previsto?
2. ¿Cuál es el camino legal para resolver un contrato utilizando la forma implícita?
3. ¿Qué debe contener la intimación a formularse en su caso?

actividad 2
La instrumentación y la forma

Finalmente, los contratantes han llegado a un acuerdo y ahora es el momento de instru-


mentar el negocio realizado, en este caso un contrato de compraventa comercial. Ambas
partes le han encargado la redacción de este contrato:

1. Queda a su cargo la redacción de un contrato de compraventa de mercaderías, que


contenga en su texto la identificación de las partes, las principales obligaciones que
asumen, la descripción de la cosa y el pago del precio.

2. Además, mientras se lleva a cabo la confección o instrumentación del contrato, Ud.


aconseja la entrega de una seña para asegurar el cumplimiento de la obligación, a lo
que uno de los contratantes le pregunta cuáles son los efectos de esa seña en materia
comercial. Su respuesta queda consignada en un escrito.

3. También aconseja que dicho contrato entre las partes se celebre por escrito, a lo que
una de ellas le pregunta si esta es una obligación legal y si todos los contratos deben
celebrarse por escrito.

Abogacía | Derecho Comercial I 73


Módulo 4
Microobjetivos

› Definir y delimitar el contrato de seguro, su formación, sus elementos esenciales y las


partes contratantes, analizando además el instituto de reticencia, a fin de brindar un
correcto asesoramiento respecto de esta modalidad contractual.

› Analizar las obligaciones y cargas del asegurado y obligaciones del asegurador, con el
objeto de reconocerlas adecuadamente.

› Conocer y delimitar las condiciones de los seguros de daños, de responsabilidad civil


e incendio, para lograr la correcta identificación de cada uno.

› Analizar y conocer las implicancias procesales del contrato de seguro, para manejar el
instituto de citación en garantía del asegurador.

› Comprender el concepto de la compraventa comercial, sus caracteres y las obligacio-


nes que surgen para las partes, a los fines de reconocerlo como contrato y distinguirlo
de otras formas contractuales similares.

› Identificar la venta, la promesa de venta de cosa ajena y la venta de cosa futura, para
diferenciar estas modalidades y sus implicancias legales.

› Fijar y delimitar los derechos y obligaciones del comprador y vendedor, para estable-
cer claramente las implicancias para cada una de las partes.

Contenidos

La compraventa mercantil. El contrato de seguro

La compraventa, aunque hoy no exista el distingo legislativo que la clasifique como de


naturaleza civil o comercial, es la típica actividad mercantil contractual y, por ello hemos
de estudiar sus principales características y considerar las principales modalidades del
contrato. Además, en la última parte del módulo veremos las convenciones internacio-
nales que regulan el contrato cumplido entre personas que habitan en distintos Estados.

Ocuparán nuestra atención las modalidades que asume la compraventa comercial, y nos
detendremos en el análisis de las políticas de protección al consumidor y lealtad comer-
cial, que día a día adquieren mayor relevancia. Un moderno abogado debe tener especial
consideración en los derechos del consumidor y, por ende la problemática contempla-
da por la ley 24.240 ha de ser meticulosamente estudiada. Los casos prácticos se han de
orientar en ese sentido.

El contrato de seguro es una de las dos figuras contractuales que se analizan en la prime-
ra parte de la asignatura. Estudiamos el seguro, sus instituciones y, en especial, la reti-
cencia y los derechos y obligaciones de las partes del contrato. No escaparán de nuestra

Abogacía | Derecho Comercial I 74


consideración las implicancias procesales del contrato y, específicamente, la citación en
garantía en el marco de los procesos judiciales.

El contrato de seguro presenta la característica de ser un convenio que se encuentra re-


gulado por principios especiales, donde la cristalinidad de la convención está asegurada
por la ley que la regula. El instituto del seguro se encuentra fuertemente influido por el
principio de la buena fe, motivo por el cual la reticencia perjudica al reticente, aun cuan-
do haya actuado de buena fe.

Por tal motivo, hemos de considerar los aspectos sustanciales y procesales del contrato,
con casos teóricos y jurisprudenciales, de donde podremos extraer importantes conclu-
siones de la comparecencia de la aseguradora a los procesos judiciales.

LA COMPRAVENTA
Con la ocurrida unificación legislativa ya no podemos distinguir entre la compraventa
civil y la compraventa comercial en sus aspectos legales, lo que no quiere decir que en la
práctica y la realidad, no sea el contrato madre de la actividad comercial.

Ya no existirán las diferencias legislativas que establecía en art. 1323 del derogado código
civil y el derogado art. 450 del código de comercio, debiendo entones encontrar su defini-
ción en el actual art. 1123 del nuevo Código Civil y Comercial que dice: “Hay compraventa
si una de las partes se obliga a transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un
precio en dinero”.

Ya no existen diferencias generales, entonces, si la cosa es mueble o inmueble, o si la


comercialidad del acto consistía en comprar para revender, pretendiendo ganar dinero.

Caracteres
1. Consensual: Queda perfeccionado por el mero acuerdo de las partes, y no por la entrega
de la cosa vendida, la que es la principal obligación del vendedor.
2. Bilateral: Desde que nacen obligaciones recíprocas para las partes contratantes.
3. Oneroso: Por cambiarse u otorgarse ventajas las partes recíprocamente.
4. No formal: En general, salvo que por la naturaleza de la cosa o por imperio de alguna
ley especial (ej. Ley de defensa del consumidor) se exija el cumplimiento de alguna
formalidad.

Requisitos
Existen elementos que hacen a todo contrato, como el consentimiento, motivo por el
cual la doctrina ha dicho que los elementos esenciales del contrato de compraventa son
y la cosa y el precio.

En cuanto a la cosa, debe ser susceptible de valor, determinada o determinable, cierta y


existente, o con la posibilidad cierta de existir, tanto real como jurídicamente. También
se permite la venta de la cosa ajena, total o parcialmente, solución que el viejo código de

Abogacía | Derecho Comercial I 75


comercio contenía en su art. 453. Todas estas cuestiones se encuentran reguladas en los
arts. 1130, 1131 y 1132 del Código Civil y Comercial.

Venta de cosa a prueba: El art. 1160 del Código Civil y Comercial establece que si el compra-
dor se reserva la facultad de probar la cosa, estamos frente a una compraventa sujeta a
una condición suspensiva, quedando perfeccionado el contrato, pasados los diez días sin
que el comprador haya aceptado, o haya pagado el precio de la cosa.

Venta sobre muestras o de cosas de calidad conocida: Regulada en el art. 1154 c civil y comer-
cial, es la que se realiza identificando el objeto del contrato en base a muestras conocidas
y aprobadas por las partes con anterioridad. Por supuesto, la venta quedará sujeta, en
cuanto hace a su validez, a que el objeto que se entrega sea igual al de la muestra, so
pena de resolverse el contrato.

Venta de cosas en fardos o bajo cubierta: Estableciendo el art. 1155 que si la cosa mueble se
entrega envuelta o bajo cubierta, impidiendo su examen en este momento, el compra-
dor gozará de diez días para reclamar en caso de que exista algún vicio o defecto aparen-
te en la cosa.

Precio: El pago del precio debe ser realizado en dinero, para que podamos hablar de pre-
cio cierto. El supuesto más común de precio cierto es cuando ha sido convenido por las
partes en el contrato, o menos usualmente, cuando debe ser fijado en relación a otra cosa
cierta o cuando ha sido dejado al arbitrio de un tercero. Son los nuevos arts. 1133 y 1134 del
Código Civil y Comercial los que regulan estos supuestos.

Precio dejado al arbitrio de un tercero: Según el art. 1134 es cuando las partes hayan designa-
do a un tercero para que fije el precio del contrato. Las consecuencias de esto son que si el
tercero no fija el precio, el mismo podrá ser fijado por el juez, y que habiéndolo fijado el
tercero, el mismo es irrecurrible por las partes.

Hay que distinguir el llamado precio cierto, del precio irrisorio y del precio vil.

Precio irrisorio: Como la palabra lo indica es un precio tan desproporcionado con el valor
de la cosa objeto del contrato, que el mismo mueve a risa. Dicha desproporción hace que
no exista precio, y por ende no exista contrato por faltar uno de los elementos esenciales
al mismo (ej. vender un automóvil 0 km a un peso).

Precio vil: Es aquel que tampoco guarda ninguna relación con la cosa objeto de la venta,
pero no tanto como el precio irrisorio. Aquí la diferencia es que existe precio y por ende
existe contrato, pudiendo recurrir la parte perjudicada por ejemplo al instituto de la lesión.

Obligaciones del vendedor


Conservar la cosa: El vendedor es depositario de la cosa que ha sido aceptada por el com-
prador, asumiendo las obligaciones de depositario hasta el momento de su entrega, sal-
vo que el comprador haya sido constituido en mora para recibir la cosa.

Abogacía | Derecho Comercial I 76


Entrega de la cosa: La que debe materializar en tiempo útil de acuerdo a lo pactado. La
entrega se realiza mediante la tradición.

La tradición: La tradición real es la entrega efectiva de la cosa vendida en el lugar y plazo


convenido, mientras que la simbólica es la entrega que se presume por una serie de sig-
nos exteriores que si bien no se entrega la cosa, se concede la posibilidad de hacerse de
la misma por parte del comprador.

Lo importante de la tradición o entrega es que mientras la misma no se produzca, el com-


prador todavía no adquiere el derecho real de dominio de la cosa, esto es, no se hace
todavía dueño de la misma.

Plazo de entrega: La entrega del objeto del contrato debe verificarse en la fecha prevista
en el instrumento; pero si la misma no se ha fijado el vendedor estará obligado a ponerla
a su disposición en el término de 24 horas.

Si el comprador abonó el precio convenido, pero las cosas quedaron en poder del vende-
dor, éste asume el carácter de depositario.

Obligación del comprador


1. Pagar el precio en tiempo y forma.
2. Recibir la cosa.

Garantías por vicios aparentes y vicios ocultos

Vicios aparentes
Si la cosa vendida lo fuera envuelta o bajo cubierta, el comprador tiene diez días de
producida la entrega, para reclamar cualquier faltante en la cantidad o vicio en la cali-
dad. Dicha responsabilidad del vendedor cede si en el acto de la entrega hiciera revi-
sar la cosa por el comprador y este la recibiera de conformidad (art. 1155 Código Civil y
Comercial). Aquí se advierte un cambio respecto del ordenamiento anterior que solo
contemplaba un plazo de tres días para realizar el reclamo por vicios aparentes.

Los vicios o defectos ocultos, también llamados vicios redhibitorios, son aquellos que
no pueden ser percibidos por los sentidos al momento de la entrega. Son deficiencias
internas y ocultas de una cuantía o entidad importante que hacen impropia la cosa
para su destino, y que de haber sido conocidos por el comprador no hubiera comprado
la cosa o hubiera ofrecido para un precio menor por la misma (art 1051 Código Civil y
Comercial). Son requisitos de los mismos:

1. Que sea un defecto oculto.


2. Que exista al momento de la tradición de la cosa.
3. Que la torne inepta para su destino.
4. Que en caso de haberse conocido hubiere anulado la operación o la hubiere modi-
ficado substancialmente.

Abogacía | Derecho Comercial I 77


Constatada la existencia de vicios ocultos surgen dos acciones para el comprador:

1. Redhibitoria: O resolutoria propiamente dicha, que produce la resolución del con-


trato, debiendo el comprador devolver la cosa y el vendedor restituir el precio,
aunque el vendedor desconociera la existencia de estos vicios, con derecho al
resarcimiento por daños y perjuicios si el vendedor hubiera sido de mala fe, esto es
que conociera la existencia de los mismos.

2. Quanti minoris: Del latín, cantidad menor, que deja subsistente el negocio, pero
permite la reducción del precio. Los arts. 1054, 1055 y 1056 del Código Civil y
Comercial establecen un plazo de ejercicio de estas acciones en seis meses conta-
dos a partir de la entrega, coincidiendo con la ley de defensa del consumidor, si la
cosa objeto del contrato hubiera sido una cosa mueble, y de tres años si el objeto
del contrato hubiera sido un bien inmueble.

SEÑAL O ARRAS
En general, puede conceptualizarse como la suma de dinero que una parte entrega a la
otra para asegurar el cumplimiento del contrato de compraventa. Es una práctica muy
aceptada en el tráfico, donde en numerosas oportunidades se requiere que una persona
entregue una suma de dinero para asegurar la operación.

Legalmente, la seña podía obrar como principio de ejecución del contrato (confirma-
toria) la que tiene validez y produce efectos jurídicos a partir de la entrega de la suma
de dinero, o podía permitir el arrepentimiento de quien la recibió o entregó, y que se
encuentra facultado a resolver la obligación restituyendo la suma recibida con otra
igual.

En materia comercial, según el art. 475, Código de Comercio ya derogado, la seña


siempre era confirmatoria, y se considera a cuenta de precio y como principio de eje-
cución del contrato no pudiendo las partes arrepentirse, y encontrándose obligadas al
cumplimiento de las obligaciones del contrato.

En materia civil, y conforme el art. 1202 del Código Civil ya derogado, la seña era peni-
tencial pudiendo las partes arrepentirse del negocio con una penalidad; perdiendo la
cantidad entregada, si lo hiciera el comprador, y debiendo restituir lo recibido con una
cantidad equivalente, si el que se arrepintiera fuera el vendedor.

El art. 1059 del nuevo Código Civil establece que la seña es siempre confirmatoria y a cuenta de
precio, no pudiendo las partes arrepentirse, salvo que así lo hubieran pactado expresa-
mente en el contrato, perdiendo la seña en su caso o devolviéndola con más una cantidad
equivalente. Pero reiteramos, esta posibilidad de arrepentimiento juega sí y solo sí las
partes lo hubieran expresamente establecido.

Resulta de vital importancia el estudio de la compraventa, como contrato madre de la ac-


tividad, siendo necesario para su aprendizaje, la lectura del material sugerido, el Código
Énfasis Civil y Comercial y la realización de las actividades propuestas.

Abogacía | Derecho Comercial I 78


El Seguro
Para comenzar, señalamos que el Contrato de Seguro es un contrato comercial que per-
mite la realización de otros actos, comerciales o no, que de no existir, dichos actos no
podrían ser llevados a cabo, o tendrían una cuantía económica elevada que dificultaría
su realización.

Pensemos que sin la existencia de un seguro de vida sería casi imposible que los bancos
pudieran otorgar créditos largo plazo; que sin un seguro de transporte, el precio del fle-
te o boleto sería mucho mayor; que sin un seguro que cubra los riesgos del trabajo, los
costos se elevarían y en razón del riesgo mermaría la ocupación laboral, y muchos otros
supuestos que son posibles en razón de la existencia de este contrato.

Como primera aproximación a la comercialidad del mismo, el inc. 6 del Art. 8 del C. Co-
mercio lo declara acto de comercio, pudiendo clasificarlo como un acto natural o intrín-
secamente comercial, dado que existe una intermediación en el cambio de riesgos.

En nuestro ordenamiento jurídico la actividad aseguradora no es una actividad comer-


cial libre, sino que la misma se encuentra sujeta a una previa autorización para funcionar
y un control estatal permanente; el que se realiza por un ente de control que es la Super-
intendencia de Seguros de la Nación. Dicho ente tiene una importancia relevante, ya que
no sólo otorga la autorización para funcionar, si se cumplen los lineamientos de solvencia
que deben tener las compañías aseguradoras, sino también que dicha solvencia patri-
monial se mantenga en el tiempo.

Además de ello en nuestro sistema existe una ley general que regula el instituto, la que
lleva el Número 17418, siendo conocida como la Ley Nacional de Seguros que se encuen-
tra incorporada al Código de Comercio.

Concepto
El Art. 1 de dicha ley define al seguro diciendo: “Hay contrato de seguro cuando el asegu-
rador se obliga, mediante una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir la presta-
ción convenida, si ocurre el evento previsto.

El concepto del contrato contenido en el artículo primero de la ley que regula el seguro en
la Argentina contempla, en general, las principales características del instituto. El seguro
es una convención o acuerdo de voluntades, mediante el cual se procura la preservación
de un patrimonio de las contingencias imprevistas.

El seguro es un contrato de resguardo patrimonial que tiene como finalidad específica


resguardar un bien de las consecuencias de un hecho futuro e incierto, pero de manera
Énfasis alguna debe ser entendido como una forma de obtener una utilidad injustificada por un
hecho dañoso. Es un típico acto de intermediación, ya que la aseguradora se interpone
entre la persona que puede sufrir un daño en su persona o bienes, o causar un daño a
terceros, obligándose a resarcirlo si ocurre el siniestro, a cambio de la percepción de una
suma de dinero.

Abogacía | Derecho Comercial I 79


Caracteres
› Consensual: Ello por cuanto el contrato queda perfeccionado con el mero consenti-
miento de las partes y a partir de tal fecha surgen obligaciones recíprocas que hemos
de analizar en este módulo.

› Bilateral: Puesto que del contrato surgen obligaciones recíprocas, como sería el pago
del siniestro por parte de la aseguradora y de la prima por parte del asegurado. Estas
son las obligaciones principales sin perjuicio de otras que hemos de considerar luego.

› Oneroso: La contraprestación a cargo de ambas partes es siempre onerosa, no pre-


viéndose la existencia de un contrato de seguro sin contraprestación dineraria.

› Aleatorio: Si bien el alea, o sea lo incierto del acontecimiento al cual se encuentra


sujeto el pago indemnizatorio, es una característica propia del contrato, parte de la
doctrina sostiene que el contrato es conmutativo. Ello es así por entender que las ase-
guradoras se manejan en base a datos estadísticos que les permiten tener la debida
previsión por los riesgos asumidos conociendo, en su mayor parte, el índice de sinies-
tralidad que presenta cada rama de la actividad, motivo por el cual disminuye la
incertidumbre que parece regir el contrato. Sin perjuicio de ello sostenemos el álea
del contrato ya que la estadística no es una ciencia exacta y el riesgo existe.

› Formal: Aquí la ley se aparta del principio general respecto de la libertad en la elec-
ción de la forma instrumental del contrato, para establecer que el mismo debe cele-
brarse por escrito.

› Buena fe: Hemos de ver seguidamente que este es un principio dominante del con-
trato, a tal punto que la declaración reticente de parte del asegurado perjudica su pos-
tura, aun hecha de buena fe. Se trata de un elemento primordial del convenio, motivo
por el cual la información exacta que ambas partes se deben rige el instituto y regula
el derecho de los contratantes.

Partes
Asegurado o tomador: La ley, en distintas partes de su articulado, denomina de manera
indistinta a esta parte como asegurado o tomador del contrato de seguro. Es la persona
que contrata la cobertura del riesgo o, como dice Halperín, es la persona titular del inte-
rés asegurado. No debe ser confundido con el beneficiario que puede o no coincidir con
el tomador puesto que, por ejemplo, en el seguro de vida, puede una persona contratar
un seguro designando a un tercero como el beneficiario del mismo, dado que, acaecido
el siniestro, se produce la desaparición física del asegurado.

Asegurador: De acuerdo a nuestra ley y a las normas vigentes de la Superintendencia de


Seguros de la Nación, se exige que el asegurador sea una empresa o una organización
puesta al servicio de la actividad del seguro. La Superintendencia aprueba las pólizas; de-
termina primas mínimas y reservas; analiza balances y contabilidad; aplica sanciones de
suspensión o retiro, o sea que ejerce una actividad de fiscalización sobre la actuación de
las aseguradoras, garantizando que las mismas mantengan una solvencia mínima con
relación a las contrataciones que realizan.

Abogacía | Derecho Comercial I 80


La ley 20091 determina que las aseguradoras deben cumplir con requisitos mínimos con
el fin de obtener la autorización para emitir pólizas de parte de la Superintendencia; son
los fijados en el art. 7, a saber:

1. Tener por objeto exclusivo efectuar operaciones de seguro: La actividad social que
desarrolle la aseguradora debe ser exclusivamente orientada al seguro, no pudiendo
tener otro objeto social compartido.

2. Estar constituida de acuerdo a la ley: Como a todo ente social se le requiere que al
momento de su conformación jurídica, cumplimente con las disposiciones legales en
vigor. Sólo pueden ser aseguradoras personas jurídicas y dentro de ellas, sociedades
por acciones, sociedades cooperativas y mutuales.

3. Capital mínimo: Dicho capital estará determinado de acuerdo a la categoría que se le


asigne al ente asegurador, o sea, al monto de riesgo que se le permita asumir en los
contratos que celebre.

4. Balance de los cinco últimos ejercicios: Deberá demostrar el estado de solvencia


patrimonial, mediante el agregado de los balances de los últimos ejercicios, a fin
de permitir evaluar al ente fiscalizador el estado de las cuentas sociales, el nivel de
endeudamiento, el patrimonio neto, la conformación del activo y pasivo, etc. En este
punto es donde se deben extremar los recaudos por parte de la Superintendencia,
pues en numerosos casos se han acompañado balances que no reflejan la real situa-
ción económica de las empresas.

5. Plazo de duración del contrato superior a la rama de seguro a explotar: La asegura-


dora debe tener previsto un plazo de vigencia societaria superior al tiempo de vigen-
cias de las pólizas que contrate. Por ejemplo, no será el mismo plazo de vida societario
que se le exija a una aseguradora dedicada al rubro seguro de vida que al rubro seguro
de daños.

6. Ajustarse a planes fijados por la Superintendencia: Ello implica que la fiscalizadora


examina las propuestas de póliza de seguro que realicen las aseguradoras, la forma
de cálculo de las reservas técnicas previstas para afrontar el pago de los siniestros, etc.

7. Ser conveniente la actuación de la aseguradora para el mercado de seguros: Esto


implica que la Superintendencia debe formular un juicio de oportunidad sobre la con-
veniencia de autorizar a una nueva entidad a introducirse en el mercado del seguro, y
que ello no implique distorsionar el mismo, perturbar la actuación de las demás, etc.

ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO DE SEGURO


Hemos de considerar los tres elementos indispensables para la existencia del contrato
de seguro, de cuyo análisis y consideración se podrán extraer importantes conclusiones.
No puede existir contrato válido de seguro sin la presencia de los elementos que se deta-
llen seguidamente:

Abogacía | Derecho Comercial I 81


INTERES ASEGURABLE. Concepto
Es la relación lícita y posible de valor económico que una persona le otorga a un deter-
minado bien. Dicho en otros términos, es la expectativa lícita y justa que debe tener el
asegurado sobre el valor del bien que se asegura. En la práctica, la directa implicancia
que tiene este elemento es perturbar y prohibir el sobre seguro, o sea, la obtención de
una utilidad mediante la utilización de un contrato de seguro. El seguro es un contrato
que tiene como finalidad la preservación de un patrimonio mediante la cobertura de un
riesgo, pero de modo alguno puede ser entendido como un medio para obtener una ven-
taja patrimonial.

Dice Halperín que el interés asegurable depende de tres elementos: la existencia de un


bien, la relación jurídica con éste y la exposición del bien a un riesgo determinado. En
definitiva, el interés debe existir al comienzo de la vigencia del contrato y mantenerse
durante la vida total del mismo.

Licitud–Art. 60: El interés debe ser lícito, o sea que la ley impide el aseguramiento de
hechos o actividades ilegales.

Infra y sobreseguro–Arts. 62/5: El primero es cuando la suma asegurada es menor al va-


lor total del bien, y está permitido. Una persona puede asegurar una parte de un bien sea
porque es copropietaria del mismo o porque así lo ha decidido. Cuando el siniestro es
parcial, la aseguradora sólo debe cubrir el monto proporcional del total del bien asegura-
do. Ejemplo: al asegurar el 50% del valor de un bien, que resulta destruido en un 30%, la
aseguradora sólo deberá afrontar el pago del 15% del valor total del bien.

En contrapartida, el sobreseguro es perseguido por la ley dado que, conforme lo hemos


dicho, el contrato de seguro no persigue la obtención de un beneficio extra para el asegu-
rado, sino restablecer la relación patrimonial por la pérdida del bien siniestrado. El efec-
to es la nulidad del contrato y la prueba del ánimo doloso, si contratar con sobreseguro
está a cargo del asegurador.

Pluralidad de seguros–Arts. 67/8: Existirá cuando, ante distintos aseguradores, se pro-


tege un mismo bien por el mismo riesgo y cubriendo en el total de los seguros el interés
asegurable. Es lícito que un asegurado reparta entre varias aseguradoras el riesgo, con la
finalidad de quedar suficientemente protegido.

En definitiva pueden existir tantas clases se seguros como intereses asegurable existan.
Por ejemplo para un pianista el interés asegurable podrían ser sus manos; para un futbo-
lista sus piernas y para un coleccionista, su colección.

RIESGO. Concepto
Es el segundo elemento del contrato de seguro y ha sido definido como la eventualidad
prevista en el contrato. Es el acontecimiento futuro e incierto al que se supedita el con-
trato de seguro. Nuestro derecho positivo permite la cobertura de toda clase de riesgos
que devenga de una actividad lícita de un bien determinado. Sus condiciones son:

Abogacía | Derecho Comercial I 82


› Necesidad: Debe existir al momento del inicio de la cobertura. Arts. 3 y 81.

› Incierto: Debe ser un hecho cuya ocurrencia no puede preverse.

› Lícito e individualizado: Debe delimitarse claramente el riesgo cuya cobertura se


pretende con el contrato. Por tal motivo es importante al momento de concertar el
contrato, especificar claramente el riesgo al cual se encuentra sometido el bien pro-
tegido. Este elemento caracteriza el álea del contrato, ya que sin riesgo no existe con-
trato de seguro.

PRIMA. Concepto
Es el tercer elemento del contrato, definido como la remuneración del asegurador por
las obligaciones que asume en el contrato. Es en definitiva el precio del contrato de se-
guro y la principal obligación que surge para el asegurado.

Precio (prima o cotización): Se encuentra regulada por parte de la Superintendencia de


Seguros de la Nación, que impide el cobro de primas mínimas que distorsionen el mer-
cado de seguro. Por lo tanto, debe ser adecuada, suficiente, no abusiva, pero tampoco
monopólica.

El ente de fiscalización de seguro citado tiene como finalidad mantener la transparencia


del mercado de seguro y, por ende, se opone a la percepción de primas que no permitan
cubrir adecuadamente los costos de las empresas y con ello poder afrontar el pago de los
siniestros.

El valor de la prima variará conforme el tipo de seguro de que se trate, del interés asegu-
rable y del riesgo asumido.

Formación del contrato


Al contrario de lo que generalmente se entiende, el contrato de seguro se forma median-
te la oferta que realiza el asegurado, al que se contiene en lo que se denomina propues-
ta de seguro. En la práctica, es la compañía aseguradora la que busca a los asegurados
para formalizar el contrato, pero jurídicamente la vinculación es inversa, toda vez que
el tomador es quien realiza la oferta que luego puede ser aceptada por la aseguradora
mediante la emisión de la póliza.

Oferta–Art. 4: La propuesta de seguro no obliga a las partes, hasta su aceptación por el


asegurador y la emisión de la póliza. La norma citada regula que el asegurador dispone
de 15 días luego de receptada la prórroga del contrato para aceptarla, so pena de que su
silencio implique aceptación.

Aceptación–Arts. 53 y 54: La ley exige una manifestación expresa de parte del asegurador
sobre la aceptación de la propuesta, no teniendo el silencio valor alguno. A partir enton-
ces en que confluyen oferta y aceptación, siendo este un contrato consensual, existe el
contrato y por ende nacen obligaciones para las partes. Hoy en la práctica la contratación
comercial en general y la del seguro en particular se ha simplificado ya que puede hacer-

Abogacía | Derecho Comercial I 83


se aún por teléfono o Internet. Ello implica que el seguro existe, pero es imposible que en
ese mismo acto se cumpla con el requisito formal que es la emisión de la póliza (nombre
del instrumento privado que contiene el acuerdo de voluntades) Por ello es conveniente
solicitar y la aseguradora se encuentra obligado a emitir lo que se denomina un certifi-
cado de cobertura. Esta carta o certificado de cobertura provisorio no debe confundir-
se con una póliza de seguro, en donde constarán todos los derechos y obligaciones y las
condiciones generales y particulares del contrato. La carta de cobertura es un documento
emanado de la aseguradora que se entrega al asegurado hasta el momento de la emisión
definitiva de la póliza, y que sirve en caso de ser necesario, para probar la existencia del
contrato.

PÓLIZA
Es el documento que acredita el contrato de seguro. Es emitida por el asegurador y prue-
ba el contrato, sus alcances, el riesgo asumido y, en general, todas las condiciones de la
contratación. El texto de las pólizas se encuentra pre-aprobado por la Superintendencia,
por lo que reviste el carácter de un contrato de adhesión para el asegurado.

Contenido
› Fecha: Si bien la ley no la exige, es importante para determinar la fecha de existencia
del riesgo.

› Residencia: Es el domicilio de las partes donde deben realizarse las notificaciones


relacionadas con el contrato de seguro.

› Profesión: Es importante en determinados seguros, como el de personas.

› Nombre del tomador: Individualiza a la parte del contrato y permite conocer su capa-
cidad para celebrarlo.

› Interés: Conforme lo tenemos dicho, es uno de los elementos primordiales del con-
trato y debe encontrarse perfectamente definido en la póliza.

› Valor del interés: Es el monto del capital asegurado.

› Riesgo asumido: Debe delimitarse claramente el acontecimiento futuro e incierto al


cual se supedita el pago del siniestro.

› Fecha comienzo obligaciones: Puede que no coincida la fecha de celebración del con-
trato con la fecha de inicio de la cobertura del seguro.

› Prima: Es condición esencial que se indique el monto exacto de la prima a cargo del
asegurado, como así también la forma de pago de la misma.

› Beneficiarios: Conforme lo tenemos dicho, en muchos contratos no coincide el


nombre del tomador con el del beneficiario; en los seguros de vida nunca ocurre.

Abogacía | Derecho Comercial I 84


› Firma del asegurador

› Formas de la póliza: De acuerdo al modo de circulación, o sea, a la forma en que se


transfieren, las pólizas pueden ser emitidas nominativas, a la orden o al portador,
salvo en los seguros de personas que deben ser siempre nominativas.

› Interpretación: En general, las cláusulas del contrato de seguro deben ser interpre-
tadas en el marco de un contrato que se celebra de buena fe. Se trata de un contrato
de adhesión donde debe primar la equidad en las prestaciones a cargo de las partes.
Protegiendo ello, la ley 24240 (ley de defensa del consumidor) prohíbe en la inclusión
de las pólizas, cláusulas “leoninas” o abusivas que perjudiquen al asegurado.

OBLIGACIONES DE LAS PARTES


Comenzamos con las obligaciones a cargo del asegurador, distinguiendo las siguientes:

› Obligación de indemnizar: Es la principal obligación a su cargo. Debe afrontar las con-


secuencias del siniestro de acuerdo a los términos de la póliza o dentro de los quince
días de aceptada la indemnización propuesta por el asegurado (Art. 49). Este puede
munirse de la totalidad de la información necesaria sobre la forma de ocurrencia del
siniestro para luego afrontar el pago de la indemnización. Esta obligación consiste
en mantener indemne el patrimonio del asegurado ante el hecho dañoso. Aclaramos
asimismo que esta obligación es para con el asegurado, el que en razón del daño cau-
sado o sufrido puede sufrir el menoscabo patrimonial que justamente el seguro debe
evitar.

› Pronunciamiento sobre el derecho–Art. 56: Se trata de una obligación importante


a cargo del asegurador, cual es la de manifestarse sobre el derecho del asegurado al
pago de la indemnización, so pena de que el silencio pueda ser entendido como acep-
tación del reclamo.

› Determinación de la indemnización–Liquidador–Art. 57: Cuando no exista una base


cierta para la determinación de la indemnización, debe sujetarse el monto a pagar a
juicio de peritos calificados para determinar el mismo. El perito debe actuar en base al
real estado de las cosas, determinando con precisión el monto del perjuicio, pudiendo
su tarea ser controlada por peritos de parte. Art. 78

Obligaciones del asegurado


Reticencias: Es uno de los principales institutos del contrato de seguro y demuestra el
ánimo con el cual debe este concretarse. El tomador se encuentra obligado a transmitirle
al asegurador la totalidad de las condiciones, informaciones y datos que tengan atinen-
cia directa con la apreciación del riesgo.

La reticencia perjudica el derecho del asegurado, aun cuando el mismo obre de buena
fe, siempre que las circunstancias cuya información ha omitido sean de entidad tal que
no hubieran permitido la contratación del seguro o que se hubieren planteado condicio-
nes diversas. El concepto está en el artículo 5 de la ley 17418. Las causales de reticencia

Abogacía | Derecho Comercial I 85


comprenden el no brindar información al momento de contratar, ya sea en forma total
o parcialmente, que de haber sido conocida por el asegurador no hubiera contratado o
hubiera cobrado un precio mayor por el contrato. Pueden citarse a manera de ejemplo
en un seguro de vida, no informar la adicción al tabaco, la práctica de deportes de riesgo,
etc. De existir estas causales de reticencia perjudican al asegurado, eximiendo de res-
ponsabilidad al asegurador ante el eventual acaecimiento del siniestro. Pero en general,
en derecho quien alega un hecho se encuentra obligado a su prueba y de ello no escapa la
reticencia. Si el asegurador intenta librarse de la obligación del pago del siniestro, debe
necesariamente acreditar de manera fehaciente que el asegurado ha sido reticente al
momento de informar sobre el riesgo, no teniendo que acreditar dolo ni mala fe.

La reticencia debe ser denunciada por el asegurador dentro del plazo de tres meses de
haber sido conocida, so pena de caducar su derecho y no poder liberarse de las obligacio-
nes. Es un término de caducidad fijado por el Art. 5 de la ley.

Pagar la prima: Si bien surge como la primera obligación a cargo del asegurado, también
estimamos que es una carga puesto que perjudica directamente su derecho. Debe pagar
la prima quien se haya obligado a hacerlo en la póliza y que no siempre es el beneficia-
rio. El pago debe hacerse al asegurador o persona expresamente autorizada por éste; la
autorización puede surgir de las circunstancias de hecho, tal como la posesión de recibos
oficiales. La consecuencia principal en este contrato es que la falta de pago de la prima,
ya sea en su totalidad o en cuotas produce la mora automática y exime de responsabili-
dad al asegurador a hacer frente al siniestro ocurrido después de la falta de pago. Mírese
que la consecuencia es de vital importancia, ya que ante la falta de pago, por el mero
vencimiento del plazo, se pierde la cobertura pactada.

Mantener el estado del riesgo–Arts. 38/40: Dado que el seguro es contratado en base
a un determinado estado de riesgo al que se encuentra sometido el bien protegido, el
asegurado asume la obligación de no agravar dicho estado. Por ejemplo, no podría el ase-
gurado tomar parte en una competencia automovilística con un automotor que ha sido
asegurado para el uso cotidiano, sin previamente informar a la aseguradora.

La falta de denuncia de la agravación perjudica el derecho del asegurado sobre el cobro


del siniestro, salvo que hubiere actuado sin dolo o que no conociera la agravación del
riesgo.

Informar el siniestro (tres días): Se trata de una carga importantísima del asegurado,
ya que una vez ocurrido el siniestro, la ley impone el plazo de tres días (hábiles) para
efectuar la correspondiente denuncia al asegurador, perdiéndose el derecho al cobro de
la indemnización si no se cumple con la misma. Sólo puede alegarse y probarse que no
se ha informado del siniestro por desconocimiento del hecho; por caso fortuito o fuerza
mayor que lo impidan o por imposibilidad manifiesta de hecho.

Informar los daños sufridos: Es una consecuencia del anterior, donde el asegurado no
sólo se obliga a informar del hecho sino que debe entregar al asegurador la totalidad de
las informaciones atinentes al mismo, con perfecta explicación de los daños producidos,
el volumen de ellos, etc.

Abogacía | Derecho Comercial I 86


Prevenir el siniestro: El seguro es un contrato que tiende a preservar a una persona de un
daño, pero que obliga al asegurado a adoptar la totalidad de los recaudos para que ese
daño no se produzca. La violación de esta carga, con culpa grave o dolo del asegurado,
perjudica su derecho al cobro de la indemnización. La obligación no sólo se limita a pre-
venir el siniestro, sino a evitar las ocasiones que permitan su producción.

En síntesis y como se habrá advertido, el incumplimiento de las obligaciones o cargas que


la ley pone en cabeza del asegurado trae aparejado el deslinde de responsabilidad por
parte de la aseguradora y la declinación de cobertura.

Contrato de seguro
En este momento usted se encuentra en condiciones de resolver la actividad 1 del módulo.
Actividad

CLASES DE SEGUROS
Al comienzo dijimos que pueden existir tantas clases se seguros como intereses asegu-
rable existieran. Por ello es la que la ley de seguros enumera y legisla sobre algunos de
ellos, pero en forma meramente enunciativa. Divide a los seguros en patrimoniales y de
personas como una primera clasificación a grandes rasgos. Existe también el seguro que
cubre los infortunios laborales pero ellos son regidos por una ley especial, Ley de Riesgos
del Trabajo y cubiertos por las llamadas Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART).

Sin perjuicio de ello analizaremos una clase especial de seguros que es el de responsabi-
lidad civil, conocido vulgarmente como el seguros contra terceros.

Se hace presente aquí y es importante establecerlo que el tercero carece de acción direc-
ta en contra de la aseguradora, ya que la misma no le ha causado ningún daño y no lo une
con el tercero ninguna relación contractual.

Responsabilidad civil: Es el seguro mediante el cual el asegurador se obliga a mante-


ner indemne el patrimonio del asegurado por cuanto deba a un tercero en razón de la
responsabilidad prevista en el contrato, como consecuencia de un hecho acaecido en el
plazo convenido.

Mediante esta rama del seguro, una persona protege a su patrimonio del reclamo que
le pueda formular un tercero por las consecuencias de un determinado hecho. En la ac-
tualidad, este seguro no tiene límite de la cobertura por parte de la aseguradora, salvo
convención en contrario que limite la responsabilidad de la aseguradora por sobre una
determinada suma de dinero.

Dicho patrimonio puede verse menoscabado con el reclamo judicial (juicio) efectuado
por el tercero damnificado en contra del asegurado. Allí la ley tiene previsto un procedi-
miento, conocido como “citación en garantía” que permite que la aseguradora sea citada
al juicio en el carácter de tercero interesado, y que de existir un fallo condenatorio, pue-
dan serle extensivos los efectos de la sentencia.

Demandado entonces el asegurado, ya sea en un proceso civil o en una acción civil en-
tablada dentro de un proceso penal si existieran lesiones graves u homicidio culposo, el

Abogacía | Derecho Comercial I 87


asegurado, para mantener incólume la cobertura, debe citar al juicio a la aseguradora
en la primera oportunidad procesal. Esto es que comparecerá al pleito, fijará domicilio y
denunciará la existencia del seguro, solicitándose cite a comparecer a la aseguradora al
pleito.

Asimismo tiene prohibido transar con la contraparte, impidiéndole comenzar las nego-
ciaciones con el tercero a los fines de zanjar el diferendo. Ninguna actividad puede cum-
plir el asegurado sin el conocimiento, consentimiento y participación de la aseguradora.

Tampoco puede reconocer su propia responsabilidad en el hecho dañoso, siendo esto


una consecuencia lógica de lo dicho anteriormente y debe ser cumplida con atención. No
puede adoptarse medida alguna que le signifique un reconocimiento de responsabili-
dad del asegurado en la producción del evento.

Obligaciones del asegurador


Conducir legalmente el proceso: Ello implica que se obliga a proveer al asegurado de
los medios necesarios para la defensa de sus derechos, brindándole en forma gratuito el
patrocinio letrado, tanto en sede civil como en sede penal.

Aceptar la citación en garantía–Art. 118: Es quizás la obligación típica del contrato de


seguro a cargo del asegurador. Cuando la póliza se encuentra vigente y el asegurado ha
cumplido con la totalidad de las obligaciones a su cargo, la aseguradora debe compare-
cer al proceso judicial que se hubiere iniciado, proveer a la defensa de los intereses del
asegurado y afrontar las consecuencias patrimoniales del juicio.

Cumplir la sentencia condenatoria: Es una consecuencia lógica del contrato de seguro e


implica no sólo cumplir con la sentencia definitiva que se dicte en el juicio, afrontando
a la condena económica y de ese modo satisfacer la pretensión del tercero y mantener
incólumne el patrimonio del asegurado.

Aprender correctamente este contrato redundará en el futuro ejercicio profesional ya


que es un tema de permanente actualidad y de resolución teórica y práctica.
Énfasis

Es importante destacar la lectura del material básico sugerido:

Lectura › “Manual de Derecho Comercial” del Dr. Daniel Roque Vítolo, en su capítulo XIII. Edi-
básica ción 2016
› Código Civil y Comercial a partir de su artículo 1123.

Hoy es día de reunión


Usted se encuentra en condiciones de resolver la actividad 2 del módulo
Actividad

Abogacía | Derecho Comercial I 88


Y así llegamos al final del módulo, y de la materia, esperando que este primer abordaje
al derecho comercial le haya despertado interés y haya descubierto su importancia en el
Evaluación ejercicio futuro de la profesión. Gracias por permitirnos acompañarlo en este viaje y el
conocimiento, aprendizaje y aplicación de esta rama del derecho.

Lo invitamos a resolver la Segunda Parte de la Evaluación Integradora.

¡Éxitos!

Módulo 4 | Glosario
Abstracción cartular: Es la independencia del derecho cartular de la causa que le dio
origen.

Actividad económica organizada: Es la realización de actos de intermediación, de ca-


rácter económico, pretendiendo obtener una ganancia. Además, comprende la actividad
empresaria en la comercialización de bienes y/o servicios.

Adquisición: Es la incorporación de un bien al patrimonio de una persona, pudiendo ser


dicha adquisición originaria o derivada, contractual o extracontractual, a título oneroso
o a título gratuito.

Agencia comercial: Es el contrato bilateral y oneroso en cuya virtud una de las partes se
compromete, en forma duradera y continua, a prestar su actividad a un comerciante o
industrial, conocido como proponente, mediante el pago de una remuneración, gene-
ralmente un porcentaje, a fin de obtener para su comitente la concertación de negocios
dentro de la zona establecida en el contrato.

Arras: Es la suma de dinero que se entrega para confirmar las obligaciones que surgen de
un contrato, teniendo el carácter de confirmatorias, sin poder arrepentirse, salvo pacto
expreso en contrario.

Autonomía cartular: Adquisición originaria por cada uno de los que participen en la cir-
culación de un título valor, que los hace adquirir un derecho nuevo.

Autonomía de la voluntad: Las convenciones hechas por las partes en los contratos cons-
tituyen para ellas una regla a la que deben someterse como a la ley misma.

Bolsas: Son instituciones para la reunión regular de los comerciantes, con el fin de trafi-
car en masa sobre mercancías o títulos valores, mediante contratos tipo.

Cargas del asegurado: Es una regla de convivencia que depende de la voluntad del ase-
gurado, puesta en su propio beneficio, sin sanción económica, y que no puede ser objeto
de ejecución forzada.

Abogacía | Derecho Comercial I 89


Carta de porte: Es el documento necesario del contrato de transporte, emitido por el car-
gador al porteador, que contiene las condiciones esenciales del contrato para facilitarle
la ubicación del destinatario.

Causa del contrato: Es la finalidad económico-jurídica, propia de cada tipo de contrato y


tenida en cuenta al momento de la contratación.

Cheque: Es una orden de pago pura y simple, librada contra un banco donde el libra-
dor tiene o deberá tener fondos depositados en cuenta corriente bancaria o autorización
para girar en descubierto, pudiendo ser ya sea cheques comunes y/o de pago diferido.

Cláusula CIF: Significa que dentro del precio convenido se encuentra incluido el costo del
producto, el seguro por el traslado y el pago del flete al lugar de entrega.

Cláusula FOB: Significa que, dentro del precio de compra de la cosa, se encuentra inclui-
do el pago de los gastos de traslado de la mercadería a bordo del barco.

Comerciante: Persona física que realiza una actividad económica organizada o una acti-
vidad empresarial.

Comercio económico: Actividad continua de intermediación entre productores y consu-


midores para hacer llegar a éstos los productos de aquellos, sin alterarlos, y obtener una
utilidad en dinero.

Comercio jurídico: Es el conjunto de relaciones de derecho, engendradas por diversas


actividades a las que nuestra legislación vigente reconoce como mercantiles.

Compraventa: Es el contrato por el cual una persona se obliga a entregar a otra persona
una cosa en propiedad, a cambio de un precio.

Consignación comercial: Es el contrato por el cual una persona desempeña por otros
negocios determinados, obrando a nombre propio o de la razón social que representa,
consistiendo el acto realizado una compraventa.

Concepto económico de comercio: Es de menor amplitud que el jurídico, por cuanto


solo tiene en cuenta el hecho económico. En general, los autores consideran que existe
comercio cuando existe intermediación para el cambio con ánimo especulativo, esto es,
con propósito de obtener una utilidad en dinero, aunque ello no sea inmediato.

Concepto jurídico de comercio: Es aquella actividad humana a la que la ley le otorga el


carácter de tal, con independencia de la existencia concreta de la intermediación como
fenómeno económico.

Concesión comercial: Es el contrato por el cual una parte, llamada concesionario, tiene la
exclusividad de la venta de una mercadería, producto o prestación de un servicio a favor
del concedente, actuando en nombre y por cuenta propia.

Abogacía | Derecho Comercial I 90


Contemplatio domine: Es la carga que pesa sobre el representante de hacer saber al ter-
cero que actúa en nombre y representación de su poderdante, so pena de que los efectos
del acto jurídico recaigan sobre su propio patrimonio.

Contrato: Hay contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una de-
claración de voluntad común destinada a regular sus derechos.

Contrato de adhesión: Es aquel cuyo contenido resulta predeterminado por una de las
partes y la otra solo se debe limitar a aceptarlo sin poder modificarlo.

Contrato de ahorro con fines determinados: Es el contrato por el cual las personas, reali-
zando pagos periódicos, efectúan ahorro de sumas de dinero, las que luego son aplicadas
a la adquisición de productos o prestación de servicios.

Contrato de asistencia técnica: Es el contrato mediante el cual el concedente se obliga a


transferir, además de conocimientos técnicos, el personal especializado que permite la
producción en serie de los productos o la prestación de los servicios de que se trate.

Contrato de distribución comercial: Es el medio mediante el cual una empresa, utilizan-


do los servicios de otra empresa o de un individuo, obtiene que sus productos lleguen al
mercado con más facilidad, en diversos lugares y a distintos clientes.

Contrato de engineering: Es aquel mediante el cual una empresa suministra a otra an-
tecedentes y estudios técnicos, generalmente de alto nivel de especialización, sobre un
proyecto o cuestión específica.

Contrato de factoring: Es el contrato financiero que se celebra entre una entidad finan-
ciera (sociedad de factoring) y una empresa (factoreada), por el cual la primera se obliga
a adquirir todos los créditos que se originen a favor de la segunda por su actividad co-
mercial, durante un determinado plazo y asumiendo o no los riesgos de la cobranza del
mismo.

Contrato de fideicomiso: Es aquel mediante el cual una persona (fiduciante) transmite


la propiedad fiduciaria de bienes determinados a otra (fiduciario), que se obliga a ejer-
cerla en beneficio de quien se designe en el contrato (beneficiario) y a transmitirla, al
cumplimiento de un plazo o condición, al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario.
Es el contrato por el cual una persona recibe de otra un encargo respecto de un bien de-
terminado, cuya propiedad se le transfiere a título de confianza, para que al cumplimien-
to de un plazo o condición le dé el destino convenido (Carregal).

Contrato de franquicia comercial: Es aquel mediante el cual un comerciante, llamado


franquiciante, otorga licencia a otro, llamado franquiciado, para la venta de productos o
prestación de servicios de su titularidad.

Contrato de know how: Es el contrato mediante el cual se transmiten los conocimientos


y experiencias de orden técnico, comercial, administrativo, financiero o de otra naturale-
za, aplicables en la práctica de la explotación de una empresa.

Abogacía | Derecho Comercial I 91


Contrato de leasing: Es un contrato por el cual una persona llamada dador se obliga a
conceder la tenencia para el uso y goce de una cosa a otra persona llamada tomador,
otorgándole una opción de compra a cambio de un precio.

Contrato de mutuo: Es el contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa
fungible, que puede consumir, devolviendo en el tiempo igual cantidad de cosas, de la
misma especie y calidad.

Contrato de seguro: Hay contrato de seguro cuando el asegurador se obliga, mediante el


pago de una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir una prestación convenida,
si ocurre el evento previsto (art. 1, ley 17418).

Contrato de suministro comercial: Es el contrato por el cual una parte se obliga, median-
te compensaciones de un precio, a ejecutar a favor de otra prestaciones periódicas o con-
tinuadas de cosas.

Contrato de transporte comercial: Es el contrato por el cual una parte (porteador), en


forma organizada, se obliga a transportar personas (pasajeros) o cosas (carga) de un lu-
gar a otro por un precio en dinero.

Contratos de operaciones de contado: Son contratos de ejecución continuada, califica-


dos como de pronta ejecución y en los cuales la propiedad de los títulos queda perfeccio-
nada de acuerdo a la ley de circulación de los mismos.

Contratos de plazo firme: Son aquellos en los que se perfecciona ab initio la operación,
pero sólo se cumple al final del plazo que las partes han establecido, procediéndose en
ese momento a la entrega del título y al pago del precio convenido.

Corredor: Es la persona que se interpone profesionalmente entre la oferta y la demanda,


para facilitar o promover la conclusión del contrato.

Costumbre: Observación constante de una regla de conducta por los miembros de una
comunidad, con la convicción de que aquella responde a una necesidad jurídica.

Cuenta corriente mercantil o comercial: Es el contrato nominado y típico, regulado por


el C. de Comercio, que se caracteriza por el hecho de que dos sujetos se conceden mu-
tuamente créditos en forma recíproca, conviniendo en novar en la cuenta corriente las
relaciones que nacen de esta concesión y proceder al pago que resulte de la diferencia a
cargo de uno de ellos, después de la compensación de varias remesas.

Depósito: Es el contrato mediante el cual una de las partes se obliga a guardar una cosa
mueble que otra le confía, por un precio cierto en dinero o en vinculación con una activi-
dad comercial, y a restituir la misma e idéntica cosa.

Derecho comercial: Conjunto de normas jurídicas reguladoras de las relaciones entre los
particulares que derivan de la industria comercial o que son asimiladas a ésta, en la dis-
ciplina jurídica y en su realización judicial.

Abogacía | Derecho Comercial I 92


Empresa: Es la actividad organizada con la finalidad de producir bienes y servicios con
destino al mercado.

Empresa de fábrica: Con la palabra empresa se quiere indicar en el Código a toda organi-
zación puesta al servicio de un fin comercial, en este caso destinada dicha organización a
la producción de bienes, sea por medio de un conjunto de hombres o de una sola perso-
na. Existen organizaciones unipersonales.

Fianza: Es el contrato mediante el cual una persona toma a su cargo una obligación aje-
na, para el caso de que no la cumpla quien la contrajo, pudiendo entonces serle exigido
el cumplimiento de esa obligación ajena.

Fideicomisario: Es el sujeto a quien se ha destinado para que reciba los bienes como des-
tino final del patrimonio fiduciario, pudiendo ser el mismo fiduciante o un tercero.

Fiduciante: Es el que transmite la propiedad fiduciaria de sus cosas. Puede ser cualquier
sujeto y debe tener capacidad legal para enajenar.

Fiduciario: Es quien, teniendo capacidad legal para contratar, recibe la propiedad fidu-
ciaria de los bienes fideicomitidos, los administra conforme a la manda, y al cumplimien-
to del plazo o condición los entrega a quien se le ha indicado.

Filial: Es la sociedad jurídicamente independiente de la sociedad madre, pero económi-


camente dependiente de ella.

Garantía de evicción: Es la otorgada por el vendedor; por medio de ella le asegura al com-
prador la legitimidad de los títulos de propiedad sobre la cosa objeto de la convención.

Hacienda mercantil: Es el conjunto de bienes, materiales e inmateriales, organizados


por el empresario para el ejercicio de su actividad profesional.

Incendio: Se produce cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada
por este o por el calor del fuego hostil.

Interés asegurable: Es la relación lícita y posible del valor económico sobre un bien.

Jurisprudencia: Pronunciamiento general y constante de una misma manera por parte


de las autoridades judiciales en cuanto hace a la aplicación del derecho.

Know how: Son los conocimientos y experiencias de orden técnico, comercial y de eco-
nomía de empresa, cuya utilización le permite al beneficiario la producción de objetos y
también la organización y administración de las actividades mercantiles.

Letra de cambio: Es el título formal y completo que contiene una promesa incondiciona-
da y abstracta de hacer pagar una suma de dinero a su vencimiento, y que vincula solida-
riamente a todos los que intervienen en su circulación.

Abogacía | Derecho Comercial I 93


Ley: Es el pronunciamiento solemne del derecho, expresado por los órganos adecuados
que representan la voluntad preponderante de una multitud asociada.

Llave: Es la capacidad de hacienda, por su composición y por el impulso dado a su organi-


zación, de producir económicamente y brindar beneficios al empresario.

Mandato: Es un contrato por el cual una persona se obliga a administrar uno o más nego-
cios comerciales lícitos de otro.

Martillero: Es la persona con título habilitante, que realiza la venta de una cosa al mejor
postor, recibiendo ofertas del público especialmente convocado, luego de haberle hecho
conocer las bondades del producto que se vende.

Mercados de valores: Son los organismos técnicos de fiscalización y liquidación de ope-


raciones sobre títulos valores. Lugares donde se realizan las transacciones sobre los títu-
los valores.

Mercancía: Es la cosa mueble, con aptitud para el tráfico y valor ínsito, que pertenece
actualmente a la actividad económica.

Obligaciones del asegurado: Es un mandato jurídico cuyo incumplimiento es violación a


la ley, puesto en interés ajeno al asegurado, con sanción jurídica que permite la ejecución
forzada.

Pagaré: Es el título formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma
determinada de dinero a su vencimiento y que vincula solidariamente a todos los fir-
mantes.

Persona jurídica: Es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones que no
sea persona humana.

Póliza: Es el documento emitido por el asegurador y que acredita la formación del con-
trato, delimita el riesgo asumido, la prima fijada, el interés asegurable y en general todas
las condiciones de contratación.

Prenda común o con desplazamiento: Es el contrato de garantía por el cual el deudor, o


un tercero en su nombre, entrega al acreedor una cosa mueble en seguridad o garantía
de una obligación.

Prenda con registro: Es el derecho real constituido a favor de cualquier acreedor, me-
diante inscripción registral, para garantizar cualquier clase de obligación, recayendo
prevalecientemente sobre bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero que
restan en poder de estos.

Prescripción liberatoria: Es un medio de extinción de obligación por el transcurso del


tiempo y la inacción del titular del derecho.

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Prima: Es la remuneración que recibe el asegurador por las obligaciones que asume en
un contrato de seguro.

Procura: Es el instrumento en el que consta la declaración de voluntad emitida por el


representado, indicando los límites de la representación y aceptando las consecuencias
jurídicas del actuar del representante.

Profesión: Es la calidad o condición social que asume quien, para obtener un rédito esta-
ble, dedica la propia capacidad física, intelectual y financiera a una determinada activi-
dad productiva.

Registro Público de Comercio: Es el organismo del Estado encargado de llevar la matrí-


cula de los comerciantes e inscribir los documentos cuya publicidad es exigida por la ley
mercantil.

Remate: Es la venta hecha al mejor postor, mediante ofertas que se realizan en voz alta,
en un lugar determinado adonde se ha invitado a concurrir a un cierto número de inte-
resados en adquirir las cosas ofrecidas, previamente expuestas y descriptas en sus carac-
terísticas.

Rendición de cuentas: Es la descripción gráfica y contable de los resultados de una ope-


ración mercantil.

Representación: La representación nace cuando un sujeto (representante) ejecuta un


negocio jurídico en nombre de otro (representado), de modo que el negocio jurídico se
considera como celebrado por éste último y los derechos y obligaciones del acto pasan al
representado.

Reticencia: Es toda declaración falsa o insuficiente realizada por el asegurado al asegu-


rador, aun hecha de buena fe, que a juicio de peritos hubiera impedido el contrato o mo-
dificado las condiciones de contratación y que torna nulo el contrato.

Riesgo: Es la eventualidad prevista en el contrato.

Royalty: Es el precio que se obliga a pagar el importador de tecnología por la técnica que
recepta.

Sede comercial: Es el lugar físico donde el empresario tiene la administración principal


de su actividad económica.

Seguro de responsabilidad civil: Es el seguro mediante el cual el asegurador se obliga a


mantener indemne el patrimonio del asegurado por cuanto deba a un tercero, en razón
de la responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en un
plazo convenido.

Tecnología: Es el conjunto de conocimientos propios de un oficio mecánico o arte


industrial.

Abogacía | Derecho Comercial I 95


Teoría de la autonomía de voluntad: Lo acordado por las partes en un contrato forma
para ellos una regla obligatoria a la que deben someterse como si fuera la ley misma.

Título de crédito: Es el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo


en el contenido.

Tradición: Es la entrega voluntaria de una cosa vendida, la que es recibida por el compra-
dor también de manera voluntaria.

Utilidad: Debe entenderse como ánimo de especular, esto es, de obtener una ventaja
patrimonial, más allá de que se logre o no hacerlo.

Vicios aparentes: Son los defectos de la cosa que pueden ser apreciados por el simple
reconocimiento al momento de la entrega.

Vicios redhibitorios: Son los defectos que se encuentran ocultos y que no pueden ser ad-
vertidos por el simple reconocimiento al momento de la entrega.

Módulo 4 | Actividades
actividad 1
Contrato de seguro

Usted llega a su oficina temprano. Esta mañana parece venir muy ajetreada. Al llegar, en-
cuentra en su escritorio cuatro carpetas con llamadas y consultas de diferentes clientes a
las que debe responder con premura.

Carpeta 1
Roberto Aquillo contrata un seguro de incendio que protege su propiedad inmueble. El
seguro se contrata el día cinco de febrero del presente año, sin conocer el Sr. Aquillo que
el día cuatro del mismo mes y año, en horas de la noche, un incendio ha destruido la
propiedad en su totalidad. Le consulta a usted para saber si el seguro es válido o no y por
ende si el asegurador debe restituir la prima cobrada.

Carpeta 2
Justo Abrate contrata un seguro que cubre los daños de un automotor de su propiedad.
Al hacerlo, omite consignar que en forma periódica, no profesional, compite con el au-
tomotor en torneos zonales de automovilismo. La aseguradora toma conocimiento de
ese hecho con fecha 5 de mayo, dos años atrás, y, luego de evaluar la situación, con fecha
3 de septiembre del mismo año le notifica que el contrato es nulo por la reticencia en
la información, por lo que no tomará a su cargo la reparación de un siniestro producido
mientras el vehículo se encontraba compitiendo en dichos torneos. La consulta se refiere
a si considera ajustada a derecho la postura del asegurador.

Abogacía | Derecho Comercial I 96


Carpeta 3
Rosalía Rufino tiene asegurada su finca campestre contra incendio. Toma conocimiento,
con fecha 5 de mayo del presente año, que el día 2 del mismo mes y año, un incendio
producido por un cortocircuito eléctrico ha destruido totalmente su propiedad. Con fe-
cha 7 de mayo notifica a la aseguradora del acaecimiento del siniestro, la que se niega a
afrontar el pago del mismo aduciendo que ha sido notificada fuera del término legal. En
consecuencia, deberá usted determinar si es ajustada a derecho la postura de la asegura-
dora, dando los fundamentos de su respuesta.

Carpeta 4
Juan Manuel Lessota, en un contrato de responsabilidad civil, reconoce haber sido partí-
cipe del hecho productor del daño protegido por el seguro, durante la indagatoria a que
ha sido sometido por la Justicia de Instrucción en el proceso penal iniciado a raíz del he-
cho. Al momento de peticionar a la aseguradora el pago del siniestro, ésta se opone adu-
ciendo que el asegurado ha reconocido el hecho y perjudicado su derecho. Le piden que
determine si es ajustada a derecho la postura de la aseguradora.

actividad 2
Hoy es día de reunión

Los jueves es el día de reunión en el estudio donde que se discuten diferentes casos y
es necesario aprovechar estas oportunidades para aclarar dudas y compartir análisis de
diferentes situaciones.

El Dr. Roberto Perfumo preside hoy la reunión. La modalidad de trabajo es particular:


después de escuchar el problema, cada uno de los participantes elabora una respuesta y
los argumentos que la sostienen.

Perfumo extendió una copia a cada uno y comenzó a leer el primer caso:

Casos para analizar:

a) La Cámara de Apelaciones de la Nación ha resuelto (JA 3,585) que con la unificación


legislativa ya no existen dudas que la venta de una cosa ajena es válida conforme
nuestro ordenamiento legal ¿Es ajustada a derecho la postura del Tribunal? ¿Cuál es
el fundamento jurídico del fallo?

b) Una persona adquiere una motocicleta de alta cilindrada nueva y sin uso. Pasados
cuatro meses de la entrega, dicha moto deja de funcionar y, conforme consultara el
dueño con su mecánico de confianza, ello se debe a defectos estructurales graves en
el motor, la transmisión y el chasis, que no podían advertirse en la entrega pero que
hacen impropia la cosa para su destino. ¿Le asiste algún derecho al comprador? En su
caso, ¿cuál es? ¿Cuál es el plazo para hacer valer su derecho?

Abogacía | Derecho Comercial I 97


c) Una persona vende por catálogo una maquinaria, describiéndose y acompañando en
folleto sus características técnicas. Al momento de la entrega el comprador se resiste
a recibir dicha maquinaria, objeto del contrato, argumentando que no coincide con el
catálogo y que, por ende, no es de la misma calidad. Deberá indicarse cuál es la solu-
ción legal aplicable al caso.

d) En una concesionaria de la ciudad una persona decide adquirir un automóvil usado


ofertado en venta. Satisfecha con el estado y precio del rodado, no contando con todo
el dinero en ese momento, entrega una suma en concepto de seña, comprometién-
dose a abonar el saldo dentro de cinco días, cuando le será entregado el bien. Llegado
dicho día el vendedor le manifiesta que se ha arrepentido de la operación, ofrecién-
dole la devolución de la seña con más una cantidad equivalente, lo que es recha-
zado por el comprador, que exige la entrega de la cosa. Determine cuál es la postura
correcta, dando el fundamento legal de la respuesta.

e) Una persona adquiere un electrodoméstico que se encuentra embalado (envuelto


y guardado en una caja) que no permite fácilmente su examen al momento de la
entrega. Al desarmarse en forma posterior dichos envoltorios, el comprador advierte
que la cosa presenta una rotura visible que desnaturaliza la cosa y la desmerece en su
valor. Deberá indicarse si le asiste algún derecho al comprador y en qué plazo puede
ejercerlo. Responda también en su caso, qué pudo exigir el vendedor para liberarse de
su responsabilidad por el estado de la cosa.

Abogacía | Derecho Comercial I 98

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