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PLENO DE LA SUPREMA CORTE

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

AZOL ROSSAINZZ ESTRADA y MARÍA GENOVEVA


LOREDO RODRÍGUEZ, con la personalidad o legitimación ad
procésum reconocida en los autos del juicio de amparo directo laboral
número D-471/2005, mismo que promovimos a nombre de nuestro
mandante JOSÉ PAZ REYES PALACIOS , y sus relacionados D-
527/2005 y D-528/2005 (y todos ellos ligados o conexos con los
diversos D-408/2004, D-477/2004, D-478/2004 y D-
479/2004), de los que se sustancian ante el Tribunal Colegiado del
Vigésimo Octavo Circuito en el Estado de Tlaxcala , Tlax.. Señalamos
como domicilio procesal el despacho ubicado en calle Tonalá número
ciento veintiuno, interior ciento uno, colonia Roma, Delegación
Cuauhtémoc de la ciudad de México, Distrito Federal; y autorizamos al
Abogado RUBÉN FERNANDO REYES CASTAÑEDA y a los Pasantes de
Derecho MARÍA CONCEPCIÓN AGUILAR ORTIZ y RAFAEL ROSAS
HERNÁNDEZ, para que conjunta o separadamente reciban las
notificaciones que nos correspondan y se impongan de los autos que
se formen con motivo de esta promoción. Respetuosamente
comparecemos para manifestar que:

Venimos a interponer este RECURSO DE REVISIÓN contra


la sentencia definitiva dictada el día dieciséis del mes de marzo del
año en curso, en los autos del juicio de amparo directo laboral número
D-471/2005 supraindicado, y notificada por listas el día veinticuatro
de ese mismo mes; en la parte en que se negó el amparo a nuestro
poderdante, respecto de la reclamada inconstitucionalidad de la
fracción IV del artículo 12 de la Ley Laboral de los Servidores Públicos
del Estado de Tlaxcala, Tlax.; y de conformidad con lo establecido en
los artículos 82, 83 fracción V, 84 fracción II, 86, 88, 89, 90 y demás
relativos de la Ley de Amparo.

Expresando enseguida los antecedentes y agravio


respectivos:
I. ANTECEDENTES MÁS IMPORTANTES DEL
CASO QUE NOS OCUPA.- Para un mejor entendimiento del
agravio que más adelante se expresará, resulta indispensable traer a
colación las actuaciones trascendentales del juicio generador del acto
reclamado en este juicio de garantías; incluyendo un resumen de todas
las ejecutorias dictadas por el Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo
Circuito en todos los juicios de amparos directos que promovimos las
partes interesadas, contra los dos primeros laudos que dictó la
responsable. Desde luego que cumpliendo los lineamientos inherentes
de nuestra Ley de Amparo, también transcribiremos la parte toral de la
sentencia que se combate, en la que se negó el amparo contra la
inconstitucionalidad de la norma impugnada.

A. ACTUACIONES PRACTICADAS EN EL JUICIO


GENERADOR DEL ACTO RECLAMADO, EN EL QUE SE ESTÁ
APLICANDO LA NORMA JURÍDICA TILDADA DE
INCONSTITUCIONAL:

1. DEMANDA LABORAL.- Mediante demanda presentada


ante la Sala Laboral Burocrática del Poder Judicial Estado de Tlaxcala, el día
dos del mes de enero del año dos mil dos, nuestro mandante JOSÉ PAZ
REYES PALACIOS reclamó a la Secretaría de Gobierno, Dirección de
Vialidad y Seguridad Pública, Departamento o Unidad Administrativa de la
Policía Industrial y Bancaria dependiente de esa Dirección, Oficialía Mayor
de Gobierno y Dirección de Pensiones Civiles, todas del Estado de Tlaxcala,
Tlax., el pago de diversas prestaciones laborales (legales y contractuales) y
de seguridad social que le corresponden, como consecuencia de la relación
laboral que sostuvo para con las patronales demandadas; pues del día
dieciséis de octubre del año de mil novecientos ochenta y uno, al día treinta
y uno del mes de junio del año dos mil uno, SE DESEMPEÑÓ,
INICIALMENTE COMO POLICÍA PREVENTIVO O POLICÍA CUARTO Y
FINALMENTE COMO POLICÍA INDUSTRIAL BANCARIO, HASTA QUE
OPTÓ POR RENUNCIAR A SU TRABAJO PARA ACOGERSE AL SISTEMA
DE PENSIÓN POR VEJEZ O CESANTÍA, MISMA QUE EFECTIVAMENTE
LE FUE CONCEDIDA POR LA DEMANDADA DIRECCIÓN DE PENSIONES
CIVILES DEL ESTADO DE TLAXCALA, TLAX..

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Las prestaciones laborales reclamadas consistieron en el pago de
diferencias salariales, jornada extraordinaria, aguinaldo, vacaciones, prima
vacacional, días de descanso semanal, prima adicional, días de descanso
obligatorio; así como el pago de otras prestaciones contenidas en el
contrato colectivo de trabajo, signado entre las empleadoras y el sindicato
burocrático respectivo. Las prestaciones de seguridad social consistieron en
el pago de las diferencias económicas del monto de la pensión por vejez o
cesantía que le fue concedida, y como consecuencia de no pagarle
correctamente sus salarios mientras estuvo en activo, ni haberle otorgado
los dos ascensos automáticos al momento de pensionarse.

2. CONTESTACIÓN A LA DEMANDA LABORAL.- Dicha


demanda fue radicada bajo el expediente número 01/2002, de los del índice
de la autoridad laboral antes citada. La audiencia trifásica se desahogó a las
nueve horas con treinta minutos del día siete de mayo del año dos mil dos;
en la cual las entidades demandadas dieron contestación a la demanda
presentada en su contra, adoptando las siguientes posturas:

a. POR LO QUE HACE A LAS PATRONALES


DEMANDADAS.- Esas empleadoras argumentaron lo siguiente:

1). RECONOCIERON EXPRESAMENTE QUE EXISTIÓ UNA


RELACIÓN LABORAL PARA CON EL ACTOR, AUNQUE LO
CONCEPTUALIZARON COMO TRABAJADOR DE CONFIANZA;
IGUALMENTE RECONOCIERON QUE EL ACTOR LES PRESENTÓ SU
RENUNCIA LABORAL, PARA ACOGERSE AL SISTEMA PENSIONARIO
POR VEJEZ O CESANTÍA .

CONSECUENTEMENTE, ES DE HACERSE NOTAR QUE


NINGUNA DE LAS PATRONALES ALEGÓ COMO EXCEPCIÓN O DEFENSA,
DE MANERA DIRECTA NI SUBSIDIARIA, EL CONTENIDO DE LA
FRACCIÓN XIII DEL APARTADO “B” DEL ARTÍCULO 123 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL DE LA REPUBLICA, O SEA QUE LA
NATURALEZA DE LA RELACIÓN DE SERVICIOS DEL ACTOR HAYA SIDO
DE CARÁCTER ADMINISTRATIVA; SINO QUE RECONOCIERON LA
EXISTENCIA DE UNA RELACIÓN ESTRICTAMENTE LABORAL, ASI
COMO LA VIGENCIA Y APLICACIÓN DE LAS LEYES DE SEGURIDAD
PÚBLICA Y LABORAL BUROCRÁTICA ESTATALES.

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2). Negaron la procedencia del pago de las prestaciones
laborales reclamadas, porque según las patronales, las de índole legal
fueron cubiertas correcta y oportunamente; y las de carácter contractual y
de seguridad social no le correspondían al actor, al haber laborado para
ellas como servidor público de confianza.

3). En particular, por el asunto que nos ocupa, RESPECTO DE


LA JORNADA EXTRAORDINARIA RECLAMADA , las empleadoras
manifestaron que su trabajador sólo laboró la jornada diurna normal;
negando, por consecuencia el horario extraordinario reclamado en la
demanda. Además opusieron al respecto la excepción de prescripción, para
circunscribir el reclamo a un solo año. ES DE HACERSE NOTAR QUE
NINGUNA DE LAS PATRONALES ALEGÓ, DE MANERA DIRECTA NI
SUBSIDIARIA, QUE EL TRABAJADOR ACTOR HAYA LABORADO EN LA
“JORNADA ESPECIAL” PREVISTA EN LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO
12 DE LA LEY LABORAL BUROCRÁTICA DE NUESTRO ESTADO, QUE
INDEBIDAMENTE EXCLUYE LAS HORAS EXTRAS, Y QUE ES LA
SUSTANCIA DE ESTE RECURSO; SEGURAMENTE PORQUE MUY A SU
PESAR COMPARTÍAN EL ARGUMENTO DE LA INCONSTITUCIONALIDAD
DE DICHA JORNADA QUE DESDE LA DEMANDA EL ACTOR JUSTIFICÓ.

b. POR LO QUE HACE A LA DIRECCIÓN DE


PENSIONES CIVILES DEMANDADA.- Esta adujo, en esencia, que
estaba de acuerdo en aumentar la pensión del actor, siempre y cuando las
patronales pagasen las diferencias de las cuotas “obrero-patronales”
inherentes.

3. INCIDENTE DE INCOMPETENCIA.- Es de hacerse


notar que las patronales demandadas, inmediatamente después de contestar
la libellus promovieron un incidente de previo y especial pronunciamiento
de incompetencia de la autoridad laboral que las enjuiciaba, argumentando,
contradictoriamente, por un lado que de conformidad con lo preceptuado en
el artículo 9º de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Tlaxcala, Tlax.,
las relaciones de trabajo de los elementos de los cuerpos de seguridad
pública se deben regir por dicha ley y sólo en lo que no prevea la misma,
será aplicable el Código Laboral burocrático del mismo Estado; y por el otro
que como esta Suprema Corte de Justicia de la Nación había determinado,
con base en el contenido de la fracción XIII del Apartado B del artículo 123

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de la Constitución Federal de la República, que no existe relación de trabajo
en esos casos. Y que por tanto dicha autoridad laboral debía declinar su
competencia a favor del Consejo de Honor y Justicia de la demandada
Dirección de Vialidad y Seguridad Pública. Por su lado, la otra demandada,
aunque propiamente confesó las prestaciones que se le reclamaron, se
adhirió al incidente de incompetencia planteado por sus codemandadas.

Esa incidencia se declaró improcedente por la responsable


ordenadora, al considerar los reclamos laborales y de seguridad social
planteados; así como el reconocimiento de la relación de trabajo que
realizaron las patronales demandadas.

La interlocutoria correspondiente causó estado, ya que la misma


no fue impugnada por alguna de las partes interesadas, a través del juicio
de amparo indirecto que en esos casos procede. Consecuentemente, se
prosiguió con la normal tramitación del juicio laboral burocrático de marras,
en el que se nos reconoció la calidad de apoderados legales del actor.

4. SENTIDO DEL PRIMER LAUDO DICTADO POR LA


RESPONSABLE ORDENADORA Y DE LAS EJECUTORIAS DE
LOS JUICIOS DE AMPARO DIRECTOS CORRESPONDIENTES:

Tras el desahogo de todas las etapas del procedimiento laboral,


el día veintitrés del mes de junio del año dos mil cuatro la Sala Laboral
Burocrática del Estado de Tlaxcala, Tlax., emitió el primer laudo
correspondiente a dicho asunto, EN EL QUE RECONOCIÓ EXPRESAMENTE
QUE NUESTRO MANDANTE FUE TRABAJADOR DE CONFIANZA DE LAS
PATRONALES DEMANDADAS, CONFORME AL ESCRITO DE DEMANDA,
SUS CONTESTACIONES Y EL CAUDAL PROBATORIO APORTADO POR
LAS PARTES, condenando exclusivamente al pago de jornada
extraordinaria, días de descanso semanal y primas adicionales; y
absolviendo del pago del resto de las prestaciones laborales (legales y
contractuales) y de seguridad social reclamadas. La absolución del pago de
las prestaciones contractuales, se basó en el argumento de la ordenadora de
considerar que no le era aplicable al actor el pacto colectivo laboral, por
tratarse de un empleado o trabajador de confianza y nó de base; y de las
prestaciones legales, al hecho de haber demandado después de presentada
la renuncia laboral. Y con esos criterios también absolvió de las prestaciones
de seguridad social.

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a. AMPARO DIRECTO DEL TRABAJADOR.- En contra de
tales determinaciones absolutorias, nos inconformamos ante el Tribunal
Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito, a través de un juicio de amparo
directo, MISMO QUE FUE RADICADO BAJO EL EXPEDIENTE NÚMERO D-
408/2004; y resuelto el día dieciséis de junio del año dos mil cinco (un
poco más de diez meses después de que se promovió), en el sentido de
conceder el amparo y la protección de la justicia federal a nuestro
mandante, para el efecto de que con libre jurisdicción la autoridad laboral
señalada como responsable, emitiera nuevo laudo en el cual determinara la
procedencia las diversas prestaciones contractuales reclamadas, aunque en
los considerandos reconoció que el actor tuvo el carácter de trabajador,
dejando ver que aún cuando se le caracterizara como empleado de
confianza, le resultaba aplicable el pacto colectivo de trabajo invocado
desde la demanda laboral.

b. AMPAROS DIRECTOS DE LAS PATRONALES.- Por su


parte, las patronales demandadas también recurrieron el laudo en comento,
a través de los juicios de amparos directos radicados bajo los
EXPEDIENTES NÚMEROS D-477/2004, D-478/2004 Y D-479/2004 ,
de los del índice del mencionado Tribunal Colegiado, los cuales fueron
resueltos en la misma sesión que el nuestro, negándoles totalmente el
amparo a las demandadas Secretaría de Gobierno y Dirección de Vialidad y
Seguridad Pública (D-478/2004), Oficialía Mayor de Gobierno (D-477/2004) y
Departamento o Unidad Administrativa de la Policía Industrial y Bancaria (D-
479/2004). DICHA NEGATIVA OBEDECIÓ A QUE, DE IGUAL MANERA
QUE EN NUESTRO JUICIO DE AMPARO, RECONOCIÓ QUE EL ACTOR
TUVO EL CARÁCTER DE TRABAJADOR, DEJANDO VER QUE AÚN
CUANDO SE LE CARACTERIZARA COMO EMPLEADO DE CONFIANZA, LE
RESULTABA APLICABLE EL PACTO COLECTIVO DE TRABAJO
INVOCADO DESDE LA DEMANDA LABORAL, AMÉN DE QUE SI LE
CORRESPONDÍAN LAS PRESTACIONES LABORALES LEGALES
RECLAMADAS.

Y MALAMENTE LE CONCEDIÓ EL AMPARO AL


DEPARTAMENTO O UNIDAD ADMINISTRATIVA DE LA POLICÍA
INDUSTRIAL Y BANCARIA (D-479/2004), CONTRA LA CONDENA AL
PAGO DE LA JORNADA EXTRAORDINARIA, ARGUMENTANDO QUE

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DEBÍA APLICARSE EL CONTENIDO DE LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO
12 DE LA LEY LABORAL BUROCRÁTICA DEL ESTADO, EL QUE
ESTABLECE LA “JORNADA ESPECIAL” Y SIN POSIBILIDAD DE
GENERARSE EL PAGO DE HORAS EXTRAS .

5. SENTIDO DEL SEGUNDO LAUDO DICTADO POR


LA RESPONSABLE ORDENADORA Y DE LAS EJECUTORIAS DE
LOS JUICIOS DE AMPARO DIRECTOS CORRESPONDIENTES;
ASÍ COMO DEL RECURSO DE QUEJA POR EXCESO QUE AL
EFECTO PROMOVIMOS:

En cumplimiento de las ejecutorias de amparo supraindicadas, el


día veintisiete de junio del año dos mil cinco la autoridad laboral emitió un
segundo laudo, en el cual condenó a las patronales demandadas al pago de
las prestaciones laborales legales consistentes en: días de descanso
semanal, prima adicional y vacaciones; y al pago de las prestaciones
laborales contractuales consistentes en: prima de antigüedad, primas de
quinquenio y por aniversario de día del trabajo. E INDEBIDAMENTE A
TODAS LAS PATRONALES DEMANDADAS LAS ABSOLVIÓ DEL PAGO DE
LA JORNADA EXTRAORDINARIA, NO OBSTANTE QUE A LA ÚNICA QUE
SE LE CONCEDIÓ EL AMPARO PARA DICHO EFECTO FUE AL
DEPARTAMENTO O UNIDAD ADMINISTRATIVA DE LA POLICÍA
INDUSTRIAL Y BANCARIA DEMANDADA.

Independientemente del juicio de amparo directo que


promovimos contra esas absoluciones “genéricas”, y que más adelante
comentaremos, al haberse hecho extensivos a todas las demandadas los
efectos del amparo concedido sólo al Departamento o Unidad Administrativa
de la Policía Industrial y Bancaria, contra la condena por el pago de la
jornada extraordinaria; interpusimos el correspondiente recurso de queja
por exceso ante el mismo Tribunal Colegiado, el que radicó ese recurso bajo
el expediente número Q-40/20005. Habiéndose declarado infundada,
sin mayor argumento, nuestra queja el día veinte de octubre del año
retropróximo.

a. AMPARO DIRECTO DEL TRABAJADOR.- Así las cosas


y tomando en consideración que el segundo laudo de mérito fue
erróneamente dictado, nuevamente promovimos otro juicio de amparo

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directo ante el mismo Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito,
radicándose bajo el expediente número D-471/2005.

En dicho juicio impugnamos tres cuestiones fundamentales, a


saber: 1.- La absolución de las prestaciones laborales contractuales,
consistentes en: bono anual de productividad, seguro de retiro, bono por
aniversario sindical y otorgamiento de dos ascensos o niveles; 2.- El mal
cálculo del salario para el pago de la prima de antigüedad; y 3.- LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 12 DE
LA LEY LABORAL BUROCRÁTICA DEL ESTADO, EL QUE ESTABLECE LA
“JORNADA ESPECIAL” Y SIN POSIBILIDAD DE GENERARSE EL PAGO
DE HORAS EXTRAS, QUE POR VEZ PRIMERA SE LE ESTABA
APLICANDO A NUESTRO MANDANTE EN EL LAUDO COMBATIDO.

El juicio de amparo directo en comento, fue resuelto el día


dieciséis de marzo del año en curso (ahora sólo un poco más de ocho meses
después de que se promovió), en el siguiente sentido:

1. Reconociendo que el actor tuvo el carácter de trabajador o


empleado de confianza, le concedió el amparo y la protección de la justicia
federal a nuestro mandante y para el efecto de que con libertad de
jurisdicción la autoridad laboral señalada como responsable, emitiera nuevo
laudo en el cual determinara la procedencia de las prestaciones laborales
contractuales reclamadas, consistentes en: bono anual de productividad,
seguro de retiro, bono por aniversario sindical y otorgamiento de dos
ascensos o niveles.

Llama mucho la atención que se haya reservado jurisdicción a la


responsable para la emisión de un nuevo laudo; siendo que en los
considerandos de su sentencia, el Tribunal Colegiado afirmó
categóricamente que al actor trabajador e impetrante le resulta totalmente
aplicable el pacto colectivo de trabajo invocado desde la demanda laboral, y
que había sido incorrecta la decisión judicial al absolver de esas
prestaciones contractuales.

2. Asimismo, le concedió el amparo y la protección de la justicia


federal a nuestro mandante, para el efecto de que esa misma autoridad
laboral señalada como responsable, en el nuevo laudo que emitiera

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determinara correctamente el cálculo del salario que servirá de base para el
pago de la prima de antigüedad.

3. Sin embargo, de manera ilegal y hasta contradictoria, NEGÓ


EL AMPARO SOLICITADO CONTRA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA
FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 12 DE LA LEY LABORAL BUROCRÁTICA
DEL ESTADO, EL QUE ESTABLECE LA “JORNADA ESPECIAL” Y SIN
POSIBILIDAD DE GENERARSE EL PAGO DE HORAS EXTRAS, CON LOS
ARGUMENTOS QUE SE TRANSCRIBEN MÁS ADELANTE; Y QUE SON,
PRECISAMENTE, LA MATERIA O SUSTANCIA DE ESTE RECURSO Y QUE
SE IMPUGNARÁN PORMENORIZADAMENTE EN LOS CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN DE ESTE MEDIO DE IMPUGNACIÓN.

b. AMPAROS DIRECTOS DE LAS PATRONALES.-


Inconformes con las condenas contenidas en el segundo laudo
supraindicado, las patronales demandadas promovieron sendos juicios de
amparos directos, los cuales fueron radicados bajo los expedientes números
D-527/2005 y D-528/2005 , los cuales fueron resueltos en la misma
sesión que el nuestro, negándoles totalmente el amparo.

DICHA NEGATIVA OBEDECIÓ A QUE, DE IGUAL MANERA


QUE EN NUESTRO JUICIO DE AMPARO, EL TRIBUNAL COLEGIADO
RECONOCIÓ QUE EL ACTOR TUVO EL CARÁCTER DE TRABAJADOR O
EMPLEADO DE CONFIANZA, Y QUE LE RESULTA APLICABLE EL PACTO
COLECTIVO DE TRABAJO INVOCADO DESDE LA DEMANDA LABORAL,
AMÉN DE QUE SI LE CORRESPONDÍAN LAS PRESTACIONES
LABORALES LEGALES RECLAMADAS .

6. SENTIDO DEL TERCER LAUDO DICTADO POR LA


RESPONSABLE ORDENADORA.- En cumplimiento del fallo protector,
el día veintisiete del mes retropróximo, la autoridad laboral responsable
dictó un tercer laudo, en el cual se condenó a las patronales demandadas al
pago de las prestaciones laborales de: días de descanso semanal, prima
adicional, prima de antigüedad, primas de quinquenio, aniversario de Día del
Trabajo, vacaciones y seguro de retiro. Absolviendo del pago de las
restantes prestaciones reclamadas, incluida la jornada extraordinaria
laborada por nuestro poderdante.

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B. TRANSCRIPCIÓN DE LA PARTE CONSIDERATIVA
DEL LAUDO RECLAMADO, QUE A SU VEZ SE TRANSCRIBIÓ EN
LA SENTENCIA IMPUGNADA (PÁGINAS 7 A LA 12) Y QUE LE
SIRVIÓ DE BASE AL TRIBUNAL COLEGIADO PARA EMITIR
DICHA SENTENCIA (el subrayado es nuestro, para resaltar los hechos
indubitables, reconocidos por las partes, la responsable y hasta por el
Tribunal Colegiado) :

CUARTO.- La parte considerativa del laudo reclamado, es del tenor


siguiente:

SEGUNDO.- De la demanda, contestación a la demanda y demás


actuaciones procesales que integran el presente expediente, se desprende
como HECHOS CIERTOS: 1.- QUE ENTRE EL ACTOR C. JOSÉ PAZ REYES
PALACIOS Y LAS DEMANDADAS Secretaría de Gobierno, Dirección de
Vialidad y Seguridad Pública, dependiente de dicha Secretaría, Departamento
Administrativo de la Policía Industrial Bancaria, dependiente de dicha
Dirección y la Oficialía Mayor de Gobierno del Estado , EXISTIERON
RELACIONES LABORALES A PARTIR DEL DÍA DIECISÉIS DE OCTUBRE DE
MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y UNO, OCUPANDO EL HOY ACTOR EL
PUESTO DE POLICÍA PREVENTIVO (POLICÍA CUARTO) ADSCRITO A LA
CITADA DIRECCIÓN DE VIALIDAD Y SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO.
2.- Que a partir del dieciséis de julio de mil novecientos ochenta y nueve, EL
HOY DEMANDANTE DESEMPEÑÓ EL PUESTO DE POLICÍA INDUSTRIAL
BANCARIO, PERCIBIENDO COMO ÚLTIMO SALARIO BASE MENSUAL LA
CANTIDAD DE MIL OCHOCIENTOS NOVENTA Y CUATRO PESOS CON DIEZ
CENTAVOS ($1,894.10), más setecientos setenta y siete pesos ($777.00), por
concepto de despensa o canasta básica. 3.- QUE ACTUALMENTE EL HOY
ACTOR YA NO ES SERVIDOR PÚBLICO EN ACTIVO AL SERVICIO DE LAS
DEMANDADAS EN VIRTUD DE HABERSE ACOGIDO AL SISTEMA DE
PENSIONES de la entidad pública denominada Pensiones Civiles del Estado de
Tlaxcala, en la modalidad de pensión por vejez, con fecha primero de julio de
dos mil uno, PREVIA RENUNCIA al puesto que venía desempeñando como
policía industrial bancario; otorgándosele al otrora trabajador activo una
pensión equivalente al cincuenta y seis punto siete por ciento (56.7%), sobre
salario base $1,073.95 (mil setenta y tres pesos con noventa y cinco
centavos), más el cien por ciento (100%), del concepto de despensa o canasta
básica, $777.00 (setecientos setenta y siete pesos), haciendo un total mensual
percibido por la pensión en cuestión de $1,895.95 (mil ochocientos cincuenta
pesos con noventa y cinco centavos). 4.- Que el hoy actor, al momento de
solicitar su pensión por vejez, contaba con sesenta y dos años de edad, así
como una antigüedad de servicios prestados de (17) diecisiete años con (01)
un mes y (20) veinte días, y (17) diecisiete años (01) un día de aportaciones
interrumpida a Pensiones Civiles del Estado. Como HECHOS
CONTROVERTIDOS a dilucidar en este asunto, tenemos: 1) Determinar si
como se afirma en el escrito inicial de demanda, el trabajador hoy actor tiene
derecho a las diferencias salariales reclamadas en el apartado I, inciso A, del
escrito inicial de demanda, por todo el tiempo y a partir del veintinueve de
julio de mil novecientos noventa y ocho, con motivo de la publicación de la
Ley de Seguridad Pública del Estado de Tlaxcala, o si como se manifiesta en
vía de excepción, no le asiste tal derecho en virtud de haber percibido
un salario superior al que establece el artículo 37, fracción II, de la
citada Ley de Seguridad Pública, equivalente a por lo menos tres
salarios mínimos generales para los elementos de los cuerpos de
seguridad pública; y como consecuencia de una u otra situación, determinar
si procede condenar o no a la demandada al cumplimiento y pago de los
derechos y prestaciones laborales demandadas en los incisos B), C) y CH), en
el apartado II, del escrito de demanda. 2) Determinar si procede condenar o
absolver a la parte demandada del cumplimiento y pago de las prestaciones
contractuales reclamadas por el actor en el apartado I, incisos B), C), CH),
H), I), J), K) y LL), en el apartado II, inciso A), de su libelo. 3).- Definir si
procede condenar o absolver a la parte demandada al pago del resto de las
prestaciones demandadas por el actor en su libelo, apartado I, incisos D), E),
F), G), y L). TERCERO.- Entrando al análisis del primer controvertido
planteado en este asunto, relativo a la procedencia o no de los derechos y

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prestaciones laborales reclamadas en los incisos B), C) y CH), del apartado II,
del escrito de demanda, y toda vez que las demandadas empleadores
opusieron como excepción la falta de acción y derecho para demandar tales
derechos, AL HABER PERCIBIDO EL HOY ACTOR UN SALARIO SUPERIOR
AL QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 37, FRACCIÓN II, DE LA LEY DE
SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO DE TLAXCALA, EQUIVALENTE A POR
LO MENOS TRES SALARIOS MÍNIMOS GENERALES PARA LOS ELEMENTOS
DE LOS CUERPOS DE SEGURIDAD PÚBLICA, tenemos que debe dilucidarse,
en primer término, el derecho del hoy actor de percibir el salario retroactivo
que demanda y, por tanto, todo el tiempo de servicios prestados a partir del
veintinueve de julio de mil novecientos noventa y ocho, con motivo de la
publicación de la citada Ley de Seguridad Pública. Y al respecto, hay que
partir de cuatro circunstancias: UNA, QUE EL TRABAJADOR JOSÉ PAZ
REYES PALACIOS, RENUNCIÓ A SU TRABAJO con fecha treinta de junio de
dos mil uno, mediante escrito dirigido al C. LUIS CORONA VELÁSQUEZ,
Director de Recursos Humanos, en el que el hoy actor manifestó que no se le
adeudó cantidad alguna “por concepto de indemnización, vacaciones, prima
vacacional, prima de antigüedad, horas extras, aguinaldo, séptimos días,
salarios devengados, así como las que pudieran derivarse de las condiciones
generales de trabajo y en general de todas y cada una de las prestaciones
laborales y de seguridad social a las que tuve derecho mientras duró la
relación laboral que hoy voluntaria da por terminada”, agregada a fojas 18 de
autos, independientemente de que haya sido obligado, o no, a ello para
acogerse al sistema de jubilación o pensión por vejez o cesantía por parte de
Pensiones Civiles del Estado, como lo refiere el numeral IV del capítulo de
hechos de su demanda, en virtud de que no aportó prueba alguna al respecto,
lo que le correspondía, y en todo caso, ninguna trascendencia tiene al
controvertido examinar; DOS, QUE EL TRABAJADOR JOSÉ PAZ REYES
PALACIOS, PRESTÓ SUS SERVICIOS LABORALES AL GOBIERNO DEL
ESTADO, CON UNA ANTIGÜEDAD EN EL SERVICIO DE “17 AÑOS, 1 MES,
20 DÍAS”, SEGÚN CONSTANCIA DE FECHA OCHO DE JUNIO DE DOS MIL
UNO, EXPEDIDA POR EL C. LUIS CORONA VELÁSQUEZ, DIRECTOR DE
RECURSOS HUMANOS DEL PODER EJECUTIVO, que obra a fojas 19 de autos
y que hace prueba plena en virtud de ser documento expedido por funcionario
público en ejercicio de sus funciones sin necesidad de perfeccionamiento,
independientemente de que haya dejado de laborar, o no, del quince de enero
de mil novecientos ochenta y siete al quince de julio de mil novecientos
ochenta y nueve, para reingresar al día siguiente, como lo refiere la parte
demandada en el punto 1 del capítulo de hechos de contestación a la
demanda, en virtud de que no acreditó tal extremo como le correspondía, y en
todo caso, porque ninguna trascendencia tiene el controvertido examinar ya
que en la mencionada constancia de servicios no se computa ese supuesto
período de interrupción de labores, pues de haberlo hecho, se tendría un total
de diecinueve años, ocho meses, y quince días de servicios; TRES, QUE LAS
PARTES ESTÁN CONFORMES CON EL MONTO DEL ÚLTIMO SALARIO BASE
MENSUAL PERCIBIDO POR EL ACTOR, siendo tal salario por la cantidad de
mil ochocientos noventa y cuatro pesos con diez centavos ($1,894.10), dando
un básico diario de $63.13 (sesenta y tres pesos con trece centavos), así
como el importe del concepto denominado despensa o canasta básica, que
asciende a la cantidad de setecientos setenta y siete pesos ($777.00); y
CUATRO, QUE LA PARTE DEMANDA OPUSO LA EXCEPCIÓN DE
PRESCRIPCIÓN EN TÉRMINOS DE LOS ARTÍCULOS 81 DE LA LEY
LABORAL DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS PARA EL ESTADO DE TLAXCALA
Y SUS MUNICIPIOS, Y POR TANTO, 516 DE LA SUPLETORIA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO, la cual ha de operar en un año retroactivo a la fecha de
presentación de la demanda…

C. TRANSCRIPCIÓN DE LA SENTENCIA IMPUGNADA


(PÁGINAS 89 A LA 101), EN LA PARTE EN QUE SE DECIDIÓ O
CALIFICÓ DE CONSTITUCIONAL LA FRACCIÓN IV DEL
ARTÍCULO 12 DE LA LEY LABORAL BUROCRÁTICA DEL
ESTADO DE TLAXCALA, TLAX., DONDE SE ESTABLECE LA
“JORNADA ESPECIAL” SIN POSIBILIDAD DE GENERARSE EL
PAGO DE HORAS EXTRAS (el subrayado es nuestro, para resaltar los
puntos torales de la sentencia combatida) :

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OCTAVO.- Son infundados por una parte y fundados en otra, los conceptos
de violación hechos valer por el quejoso.

Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 158 y 166, fracción IV, de
la Ley de Amparo, se procede al análisis del concepto de violación en el
que se plantea la inconstitucionalidad del artículo 12, fracción IV, de
la Ley Laboral de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala y sus
Municipios.

DICHO NUMERAL SIRVIÓ DE SUSTENTO LEGAL EN EL LAUDO


RECLAMADO, PARA ABSOLVER A LOS DEMANDADOS DEL PAGO DE
JORNADA EXTRAORDINARIA.

El quejoso hace valer substancialmente como concepto de violación,


que es inconstitucional la fracción IV del artículo 12 de la Ley Laboral
de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala y sus Municipios, al
ir en contra de lo ordenado en el artículo 123 de la Constitución
General de la República, lo que origina un perjuicio a la parte trabajadora,
pues si bien conforme al artículo 116, fracción VI, de nuestra carta
magna, se dotó de facultades a las legislaturas locales para que
regulen las relaciones laborales entre los Estados y sus trabajadores,
ello debe hacerse apegándose al artículo 123 referido ; pero en el caso,
el legislador estatal en las tres primeras fracciones del numeral 12 de la
legislación en comento, estableció cuanto dura la jornada de trabajo diurna,
nocturna y mixta, sin embargo “inventó” una jornada especial que rebasa
la máxima permitida por la Constitución Federal ; de ahí, que tal
disposición es inconstitucional, causándose con ello agravio a la parte
trabajadora al haberse absuelto en el juicio natural al demandado de la
prestación relativa al pago de tiempo extraordinario laborado, por estar
sujetos a esa jornada especial; máxime, que tal disposición tampoco
establece que la jornada extraordinaria debe pagarse con un ciento por
ciento más que lo normal por las primeras nueve horas extras
semanarias, y con un doscientos por ciento más de las que rebasen
esas nueve.

La parte quejosa apoya sus razonamientos en los siguientes


criterios:

Jurisprudencia 5/96, emitida por la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación , visible en la página 225, del Tomo III, de
febrero de 1996, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, que dice:

“ TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS PODERES DEL ESTADO, DE LOS


MUNICIPIOS Y DE LOS ORGANISMOS PÚBLICOS COORDINADOS Y
DESCENTRALIZADOS DE CARÁCTER ESTATAL DEL ESTADO DE MÉXICO.
DERECHO AL PAGO DE TIEMPO EXTRAORDINARIO CUANDO DESEMPEÑAN UNA
JORNADA SUPERIOR AL MÁXIMO LEGAL . De la interpretación armónica y
sistemática de los artículos 5o., 115, fracción VIII, 123, apartado "B", fracc iones I, II
y XIV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 1, 3, 8, 9, 15, 18
a 24 y octavo transitorio, del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los
Pode res del Estado, de los Municipios y de los Organismos Públicos Coordinados y
Desc entralizados de Carácter Estatal; y, 58, 59, 68, 98 y 99, de la Ley Federal del
Trabajo, estos últimos de aplicación supletoria al precitado Estatuto Jurídico, se
infiere que los trabajadores sujetos al mismo, aun los que posean una
categoría de confianza, tienen derecho al pago de tiempo extraordinario,
cuando desempeñan una jornada que excede al máximo legal de cuarenta y
ocho horas a la semana , puesto que si bien es cierto la distribución del horario
puede ser convencional; también lo es que esta libertad posee el límite de no escapar
al margen establecido. Por tanto, si por necesidades del servicio o, por
circunstancias especiales, se pactan turnos de veinticuatro horas de trabajo
por veinticuatro horas de descanso, no obstante que exista aceptación del
empleado público, ello no implica la renuncia al derecho a percibir sus
emolumentos que retribuyan los servicios prestados en exceso a la jornada
legal que, por definición constitucional, deben ser considerados como tiempo
extraordinario .”

14
Tesis aislada sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Sexto Circuito, visible en la página 1303, del Tomo
XV, de enero de 2002, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, que dice:

“ JORNADA ESPECIAL DE CUERPOS DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO


DE TLAXCALA. LOS SERVICIOS PRESTADOS EN EXCESO A LA JORNADA
NORMAL DEBEN SER CONSIDERADOS COMO TIEMPO EXTRAORDINARIO.
SUPREMACÍA DEL TEXTO CONSTITUCIONAL RESPECTO A LA LEGISLACIÓN
LOCAL . De una correcta exégesis sistemática del artículo 123, apartado B,
fracciones I, II, XIII y XIV , en correlación con el 5o. y 115, fracción VIII, de la
Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos; 58, 59, 68, 98 y 99 de la Ley
Federal del Trabajo, se obtiene que los trabajadores sujetos a dicho régimen
constitucional y legal, aun en el caso de aquellos que poseen el
nombramiento de policía, tienen derecho al pago de tiempo extraordinario ,
cuando desempeñan una jornada que excede el máximo legal de cuarenta y ocho
horas a la semana; ello encuentra justificación porque si bien es cierto que la
distribución del horario se encuentra expresamente establecida en la Ley
Laboral de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala y sus Municipios
como jornada especial, la que se ajustará en razón de las necesidades del
servicio, sin que en esos casos se consideren horas extraordinarias, también
es verdad que una ley secundaria no puede estar por encima del dogma
constitucional y, bajo esa premisa, las necesidades del servicio no pueden,
en manera alguna, implicar renuncia de los trabajadores al derecho de
perc ibir sus emolumentos que retribuyan los servicios prestados en exceso a
la jornada normal , los cuales deben ser considerados como tiempo extraordinario,
por definición constitucional; consecuentemente, bajo el anterior contexto debe
interpretarse el contenido de los artículos 12, fracción IV y 13 de la
mencionada Ley Laboral de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala y
sus Municipios .”

Es infundado el concepto de violación que hace valer la parte


quejosa, de acuerdo con las siguientes consideraciones.

El artículo 123, apartado “B”, fracción XIII, primer párrafo de la


Constitución General de la República, dispone lo siguiente:

“ARTÍCULO 123, APARTADO B.- Toda persona tiene derecho al trabajo


digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la
organización social para el trabajo, conforme a la ley.- El Congreso de la
Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el
trabajo, las cuales regirán: B. Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del
Distrito Federal y sus trabajadores: ...XIII.- Los militares, marinos, personal
del servicios exterior, agentes del ministerio público y los miembros de las
instituciones policiales, se regirán por sus propias leyes...”

Por su parte, el artículo 12 de la Ley Laboral de los Servidores Públicos del


Estado de Tlaxcala y sus Municipios, dispone lo siguiente:

“ARTÍCULO 12. La jornada de trabajo será diurna, nocturna, mixta y


especial, y según sea el caso, tendrá las siguientes características: I.- Será
jornada diurna, la comprendida entre las seis y las veinte horas y ésta no
podrá exceder de siete horas diarias.- II.- Será jornada nocturna, la
comprendida entre las veinte y las seis horas y no podrá exceder de seis horas
diarias.- III.- Será jornada mixta, aquella que comprenda períodos de ambas
jornadas, siempre y cuando el período nocturno no abarque más de tres horas,
pues en tal caso se considerará como nocturna, la duración máxima de la
jornada mixta será de seis horas y media; y IV.- La jornada especial
funcionará en servicio de policía, resguardo, bomberos y similares y se
ajustará a las necesidades de servicio, sin que se consideren en esos casos
horas extraordinarias.”

Es el caso, se observa que quedó demostrado en el procedimiento


laboral de origen, que el hoy quejoso se desempeñó como policía
preventivo.

En esa tesitura, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en


la jurisprudencia 24/95, visible en la página 43, del Tomo II, de septiembre

15
de 1995, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
sostuvo el siguiente criterio:

“POLICÍAS MUNICIPALES Y JUDICIALES AL SERVICIO DEL GOBIERNO


DEL ESTADO DE MÉXICO Y DE SUS MUNICIPIOS. SU RELACIÓN JURÍDICA
ES DE NATURALEZA ADMINISTRATIVA.- La relación Estado-empleado fue,
en principio de naturaleza administrativa, pero en derecho positivo mexicano,
en beneficio y protección de los empleados, ha transformado la naturaleza de
dicha relación equiparándola a una de carácter laboral y ha considerado al
Estado como un patrón sui géneris. Sin embargo, de dicho tratamiento general
se encuentran excluidos cuatro grupos a saber: los militares, los marinos, los
cuerpos de seguridad pública y el personal del servicio exterior, para los
cuales la relación sigue siendo de orden administrativo y, el Estado,
autoridad. Por tanto, si los miembros de la policía municipal o judicial del
Estado de México, constituyen un cuerpo de seguridad pública, están excluidos
por la fracción XIII Apartado B del artículo 123, en relación con los artículos
115, fracción VIII, segundo párrafo y 116, fracción V, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la determinación jurídica que
considera la relación del servicio asimilada a la de trabajo y al Estado
equiparado a un patrón, de donde se concluye que la relación que guardan con
el gobierno del Estado o del Municipio, es de naturaleza administrativa y se
rige por las normas también administrativas de la ley y reglamentos que les
correspondan y que, por lo tanto, las determinaciones que dichas entidades
tomen en torno a ésta no constituyen actos de particulares, sino de una
autoridad, que en el caso particular referente a la orden de baja del servicio,
hace procedente el juicio de amparo ante el juez de Distrito.”

Como se advierte del anterior criterio, la prestación de servicios de


los cuerpos de seguridad pública no son de naturaleza laboral, sino del
orden administrativo; por tanto, si el hoy quejoso desempeñó la función de
policía preventivo, entonces perteneció a un cuerpo de seguridad pública, y
por ello en términos de la fracción XIII, apartado B, del artículo 123, de la
Constitución Federal, no se puede considerar que exista relación laboral
con los demandados, sino una de naturaleza administrativa .

No pasa inadvertido para este tribunal, que si la relación de origen no es


del orden laboral, sino administrativa, la Sala Electoral Administrativa del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tlaxcala, debió conocer de la
controversia; sin embargo, pese a que se planteó incidente de incompetencia,
lo declaró “improcedente”, sin que dicha determinación haya sido objeto de
impugnación en amparo indirecto, por lo que se avocó al conocimiento de
fondo del asunto; y en el amparo directo no puede estudiarse tal aspecto,
atento al criterio contenido en la tesis 2a./J. 84/2002, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la
página 203, del Tomo XVI, de agosto de 2002, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, de rubro y texto siguientes:

“AMPARO DIRECTO. NO PROCEDE INTRODUCIR EN EL JUICIO EL


EXAMEN NOVEDOSO DE LA INCOMPETENCIA DE LA RESPONSABLE NI A
TÍTULO DE SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE, NI BAJO EL
ARGUMENTO DE QUE EL ORDENAMIENTO QUE RIGE LA COMPETENCIA HA
SIDO DECLARADO INCONSTITUCIONAL POR JURISPRUDENCIA DE LA
SUPREMA CORTE. Si no se planteó en el juicio ordinario, es improcedente
que en el amparo directo se introduzca como novedoso el estudio de la
incompetencia de la autoridad responsable, ni aun en el caso de que dicho
análisis se efectúe a título de suplencia de la queja deficiente por considerar
que el ordenamiento que rige la competencia ha sido declarado
inconstitucional por jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, pues ese examen requiere, necesariamente, de su previo
cuestionamiento, en vía de excepción, en el juicio natural y, en su caso, a
través del juicio de amparo indirecto, toda vez que la resolución mediante la
cual se considere infundada dicha excepción, es de aquellas que se consideran
de imposible reparación para efectos del juicio de garantías, en virtud de que
se emite en atención a la naturaleza del negocio y, consiguientemente, incide
en la determinación de la ley aplicable al procedimiento ordinario respectivo,
de manera que si aquella resolución no se combate mediante el citado juicio
de amparo indirecto, el efecto que produciría ese consentimiento sería el de
que las partes contendientes continuaran en el litigio ante esa autoridad, y no
ante la que se considere competente, la que, si bien tiene las mismas

16
funciones, no aplica la misma ley conforme a la cual debe regirse el
procedimiento.”

En relación con el tema en análisis, se confirma la idea de que la


relación de los cuerpos de seguridad pública con el Estado es de
carácter administrativa, no laboral, de acuerdo con el criterio contenido
en la tesis 2a./J. 2/203, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, visible en la página 322, del Tomo XVII, de enero de
2003, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, que
dice:

“COMPETENCIA PARA CONOCER DE LOS CONFLICTOS DERIVADOS DE


LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE MIEMBROS DE LOS CUERPOS DE
SEGURIDAD PÚBLICA EN EL ESTADO DE TLAXCALA. CORRESPONDE, POR
AFINIDAD, A LA SALA ELECTORAL-ADMINISTRATIVA DEL TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA DE ESA ENTIDAD FEDERATIVA. En la tesis de
jurisprudencia P./J. 24/1995, sustentada por el Tribunal Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 43, Tomo II,
correspondiente al mes de septiembre de 1995, de la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, se estableció que los
miembros de la policía municipal o judicial forman parte de un cuerpo de
seguridad pública y mantienen una relación de naturaleza administrativa con
el Gobierno del Estado o del Municipio, la cual se rige por las normas legales
y reglamentarias correspondientes, por disposición expresa del artículo 123,
apartado B, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, con lo cual se excluye de considerar a aquéllos, así como a los
militares, marinos y al personal del servicio exterior, como sujetos de una
relación laboral con la institución a la que prestan sus servicios. En
congruencia con tal criterio, y tomando en consideración que la Ley de
Seguridad Pública y la Ley Orgánica del Poder Judicial, ambas del Estado de
Tlaxcala, no señalan con precisión la competencia de determinada autoridad
de esa entidad federativa, para conocer de las demandas promovidas por un
policía municipal o judicial contra autoridades del propio Estado, con la
finalidad de que se deduzcan pretensiones derivadas de la prestación de sus
servicios, la competencia debe recaer en la Sala Electoral-Administrativa del
Tribunal Superior de Justicia de la entidad, por ser ese tribunal el más afín
para conocer de la demanda relativa, toda vez que está facultado para
conocer de las controversias que se susciten entre los particulares y las
administraciones públicas estatales y municipales, ya sean centralizadas o
descentralizadas, esto es, de la materia contenciosa administrativa. Lo
anterior, en acatamiento a lo dispuesto por el segundo párrafo del artículo 17
de la Constitución Federal, que consagra la garantía consistente en que toda
persona tiene derecho a que se le administre justicia."

Una vez definida que la naturaleza del servicio prestado por el


quejoso a la parte demandada fue administrativa, estamos en
condiciones de señalar que no puede establecerse que la fracción IV
del artículo 12 de la Ley Laboral de los Servidores Públicos del Estado
de Tlaxcala y sus Municipios, sea inconstitucional por encontrarse en
controversia con el artículo 123 de nuestra carta magna , pues aun
cuando aquel dispositivo regula una jornada especial que funcionará en
servicio de policía, resguardo, bomberos y similares, la que se ajustará a las
necesidades del servicio, sin que en estos casos se consideren horas extras;
lo cierto es, que las prerrogativas que señala el artículo 123, apartado
B, fracción XIII, de la Constitución General de la República, a favor de
los trabajadores al servicio del Estado, no pueden aplicarse a los
cuerpos de seguridad pública, al no existir una relación laboral, sino
una del orden administrativo, esto es, dejar a las legislaturas locales
en libertad de regular las condiciones laborales del mencionado grupo
de servidores, por lo que al disponer de esa libertad, la forma en que
lo hagan no puede ser contraria a la ley fundamental . (ESTA PARTE, EN
CURSIVAS, DEL RAZONAMIENTO RESULTA OBSCURA).

ASÍ LAS COSAS, LOS CRITERIOS QUE CITA LA PARTE QUEJOSA NO


RESULTAN APLICABLES AL CASO EN CONCRETO, PUES LA
JURISPRUDENCIA 5/96, EMITIDA POR LA SEGUNDA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, NO SE REFIERE AL PAGO
DE JORNADA EXTRAORDINARIA A FAVOR DE POLICÍAS O CUERPOS DE
SEGURIDAD PÚBLICA.

17
POR LAS RAZONES INDICADAS, ESTE TRIBUNAL COLEGIADO NO
COMPARTE LA TESIS AISLADA SOSTENIDA POR EL SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SEXTO CIRCUITO, TRASCRITO
EN LÍNEAS PRECEDENTES de rubro: “JORNADA ESPECIAL DE CUERPOS DE
SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO DE TLAXCALA. LOS SERVICIOS PRESTADOS
EN EXCESO A LA JORNADA NORMAL DEBEN SER CONSIDERADOS COMO TIEMPO
EXTRAORDINARIO. SUPREMACÍA DEL TEXTO CONSTITUCIONAL RESPECTO A LA
LEGISLACIÓN LOCAL.”

Además, en dicho criterio se parte de la base equivocada de que la


relación entre los miembros de las instituciones policiales y los
municipios es de carácter laboral, lo que no es correcto, tal como
quedó precisado en líneas precedentes , pues se insiste, de acuerdo con el
artículo 123 apartado “B”, fracción XIII, de la Constitución, los Policías
forman un grupo especial de servidores, cuya relación con el Estado según los
criterios que sobre el particular ha sustentado la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, y que fueron citados con antelación, no es de naturaleza laboral,
sino administrativa, POR LO QUE NO APLICA EN SU FAVOR EL TEXTO
CONSTITUCIONAL A QUE ALUDE EL IMPETRANTE, Y EN CONSECUENCIA,
EL ARTÍCULO 12, FRACCIÓN IV, DE LA LEY LABORAL DE LOS
SERVIDORES PÚBLICOS DEL ESTADO DE TLAXCALA Y SUS MUNICIPIOS,
NO ES VIOLATORIO DEL REFERIDO PRECEPTO CONSTITUCIONAL .

Aunado a lo anterior, si bien es cierto que el artículo 116 fracción VI, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que las
relaciones laborales entre los Estados y sus trabajadores, se rigen de acuerdo
a lo establecido por las legislaturas locales, con base en lo dispuesto en el
artículo 123 constitucional, también lo es que dicho numeral no aplica al caso
que nos atañe, y por la misma razón que ha quedado precisada, esto es, QUE
LA RELACIÓN QUE EXISTIÓ ENTRE LOS QUEJOSOS Y EL AYUNTAMIENTO
TERCERO PERJUDICADO, no es de naturaleza laboral sino administrativa.
(ESTA PARTE, EN CURSIVAS, DEL RAZONAMIENTO RESULTA AJENA A LA LITIS
CONSTITUCIONAL, PUES EN ÉSTA SÓLO HAY UN QUEJOSO Y NO EXISTE UN
AYUNTAMIENTO QUE ACTÚE COMO TERCERO PERJUDICADO).

FINALMENTE, DEBE TOMARSE EN CUENTA QUE EL LEGISLADOR


FEDERAL(sic) EN LA FRACCIÓN XIII DEL APARTADO B, DEL ARTÍCULO
123 CONSTITUCIONAL, ESTABLECIÓ QUE LOS MIEMBROS DE LAS
INSTITUCIONES POLICIALES SE REGIRÍAN POR SUS PROPIAS LEYES ;
luego, si el artículo 12, fracción IV, de la Ley Laboral de los Servidores
Públicos del Estado de Tlaxcala y sus Municipios, no establece horas extras en
favor de sus miembros, ello no se traduce en la inconstitucionalidad de la
norma citada previamente, toda vez que esta disposición dejó a la ley
secundaria la reglamentación de la relaciones administrativas existentes entre
los cuerpos de seguridad y el Estado.

En razón de lo anterior el concepto de violación en estudio resulta


infundado.

II. AGRAVIO CAUSADO EN LA SENTENCIA


RECURRIDA:

A. HECHO INFRACTOR O FUENTE DEL AGRAVIO.-


Lo constituye la sentencia definitiva dictada el día dieciséis del mes de
marzo del año en curso, en los autos del juicio de amparo directo
laboral número D-471/2005, por el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Octavo Circuito en el Estado de Tlaxcala, Tlax., y notificada por listas
el día veinticuatro de ese mismo mes; en la parte en que se negó el
amparo a nuestro poderdante, respecto de la reclamada

18
inconstitucionalidad de la fracción IV del artículo 12 de la Ley Laboral

de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala, Tlax..

B. DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES Y
LEGALES SECUNDARIAS VIOLADAS.- Se violan en perjuicio de
nuestro mandante los derechos contenidos en los artículos 5º, 14, 16,
116 fracción VI, 123 y 133 de la Constitución Federal de la República;
21, 22, 26 y 39 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado; 60, 61, 66 y 68 de la Ley Federal del Trabajo; 9 y 37 de la
Ley de Seguridad Pública del Estado de Tlaxcala, Tlax.; y 1º y 2º de
la Ley Laboral de los Servidores Públicos del Estado de Tlaxcala, Tlax..

Asimismo, se violan los derechos contenidos en la


jurisprudencia número 5/96 emitida por la Segunda Sala de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación (en la contradicción de varias
tesis, número 24/94), visible en la página 225, del Tomo III, de
febrero de 1996, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, de título “TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS
PODERES DEL ESTADO, DE LOS MUNICIPIOS Y DE LOS ORGANISMOS
PÚBLICOS COORDINADOS Y DESCENTRALIZADOS DE CARÁCTER
ESTATAL DEL ESTADO DE MÉXICO. DERECHO AL PAGO DE TIEMPO
EXTRAORDINARIO CUANDO DESEMPEÑAN UNA JORNADA SUPERIOR
AL MÁXIMO LEGAL”; y l a t e s i s a i s l a d a s u s t e n t a d a p o r e l S e g u n d o
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Sexto Circuito, al que
hasta hace poco pertenecía nuestro Estado de Tlaxcala, Tlax., visible
en la página 1303, del Tomo XV, de enero de 2002, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, de título
“JORNADA ESPECIAL DE CUERPOS DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL
ESTADO DE TLAXCALA. LOS SERVICIOS PRESTADOS EN EXCESO A LA
JORNADA NORMAL DEBEN SER CONSIDERADOS COMO TIEMPO
EXTRAORDINARIO. SUPREMACÍA DEL TEXTO CONSTITUCIONAL
RESPECTO A LA LEGISLACIÓN LOCAL” .

C. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN.- Lo constituye el


hecho de que el Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito en el
Estado de Tlaxcala, Tlax., inobservando los dispositivos
constitucionales, legales secundarios y jurisprudenciales antes
invocados; en forma indebida le negó a nuestro poderdante el amparo
y protección solicitados contra la inconstitucionalidad de la fracción IV

19
del artículo 12 de la Ley Laboral de los Servidores Públicos del Estado
de Tlaxcala, Tlax., produciendo, por consecuencia, que la responsable
ordenadora en este juicio de garantías esté absolviendo a las
patronales demandadas del pago de la jornada extraordinaria que el
quejoso laboró para sus empleadoras; como se pasa a demostrar en los
siguientes puntos, en donde primeramente resumiremos la sustancia de
la decisión judicial impugnada y luego analizaremos
pormenorizadamente esa sustancia:

1. Como es de verse, la ratio decidendi de la sentencia


impugnada, radica en dos puntos concretos, a saber:

a. En principio, que según el Tribunal Colegiado, el quejoso


no tuvo el carácter de trabajador de las patronales demandadas, pues
al desempeñarse como policía preventivo estatal, su relación fue
exclusivamente de índole administrativa; y que esto es así conforme al
contenido de la fracción XIII del artículo 123 Apartado “B” de la
Constitución General de la República y la correspondiente
interpretación jurisprudencial que a ese dispositivo le ha dado esta
Suprema Corte.

b. Y por otro lado, que partiendo de la premisa anterior, el


dispositivo legal impugnado no contraviene las garantías individuales
del quejoso, consagradas en el artículo 123 Constitucional, pues éstas
sólo se aplican a los trabajadores; y que en consecuencia el Legislador
Tlaxcalteca tiene libertad para haber creado la “jornada especial”, en
tratándose de policías o cuerpos de seguridad pública, sin contrariar a
nuestra Ley Fundamental.

Y además sostiene que la jurisprudencia número 5/96 de la


Segunda Sala de esta Suprema Corte, que nosotros invocamos como
fundamento de la inconstitucionalidad reclamada, no resulta aplicable
al caso que nos ocupa; debido a que la misma “… no se refiere al pago
de jornada extraordinaria a favor de policías o cuerpos de seguridad.”.
Y afirma que mucho menos comparte la tesis jurisprudencial aislada
que le invocamos del Segundo Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Sexto Circuito, y al que hasta hace poco pertenecía
nuestra Entidad Federativa; en atención a que en la misma “… se parte

20
de la base equivocada de que la relación entre los miembros de las
instituciones policiales y los Municipios (sic) es de carácter laboral, lo
que no es correcto, tal como quedó precisado en líneas precedentes…”.

2. Desde luego que no le asiste la razón al Tribunal


Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito, en la parte en que afirma que
el quejoso, al desempeñarse como policía estatal, no tuvo el carácter
de trabajador de las patronales demandadas, y que su relación fue
exclusivamente de índole administrativa; conforme al contenido de la
fracción XIII del artículo 123 Apartado “B” de la Constitución General
de la República, e inclusive con la interpretación jurisprudencial que le
ha dado esta Suprema Corte. Lo anterior obedece a las siguientes
consideraciones:

a. La fracción XIII del Apartado “B” del artículo 123


Constitucional al abordar la naturaleza jurídica de la prestación de
servicios de los policías, establece, en lo que aquí interesa, que “SE
REGIRÁN POR SUS PROPIAS LEYES”. O sea que, y lo decimos con el
respeto debido, para dilucidar el punto que nos ocupa, en principio no
debemos tomar en cuenta lo que esta Suprema Corte establezca al
respecto; sino, precisamente, lo que determine esa “ley propia o
particular”, que en el caso del Estado de Tlaxcala, se trata de su Ley
de Seguridad Pública. expedida cumpliendo el mandato de los
artículos 115 fracción VIII, segundo párrafo, y 116 fracción VI de la
Carta Magna Federal. Es decir, al desarrollar o reglamentar ese
dispositivo constitucional, cada legislador secundario, federal o
estatal, en principio está en absoluta libertad de determinar las
características que tendrá en su territorio la prestación del servicio
público que brindan los cuerpos policíacos; teniendo, obviamente,
como límite el marco constitucional de las garantías individuales y
sociales, consagradas en los artículos 5º y 123 respectivos.

Y esto obedece, precisamente, a que aquélla fracción XIII


del Apartado “B” del numeral 123, en ningún momento dispone
categóricamente que los policías y similares no deban ser considerados
como trabajadores y que por ende no deban contar con los beneficios
laborales y de seguridad social, por lo que denodadamente lucharon
los Mártires de Cananea y Río Blanco y que tanto lustre han dado a
nuestra Constitución en el concierto internacional; más bien al

21
respecto el Constituyente Permanente lo único que quiso introducir,
fue un sistema laboral más rígido, militarizado o semimilitarizado, pero
jamás ordenó que se soslayen de plano los derechos de esos
trabajadores. Nosotros, y también lo decimos respetuosamente, no
compartimos el criterio de este Alto Tribunal, de que los policías no
sean trabajadores; sin embargo, en este momento, afortunadamente,
esa opinión no es preponderante, puesto que para nuestra fortuna, en
Tlaxcala nuestros legisladores, en uso de esa “libertad” sí han
considerado a los policías como trabajadores, en la ley en comento.

Así las cosas, cuando menos en nuestra Entidad Federativa


Tlaxcalteca, podemos afirmar sin lugar a dudas, que las relaciones de
“servicios” de los policías no son de carácter administrativas, sino de
índole laboral, por que ellos sí son trabajadores; y se rigen por esa
Ley de Seguridad Pública del Estado y además por el Código Laboral
Burocrático Estatal. Resaltando que en la primera de esas normas de
forma expresa se les conceptualiza a los policías como trabajadores;
se les otorga la inamovilidad; se les concede como salario mínimo el
“que nunca será menor al equivalente de tres salarios mínimos
diarios”; y si bien prevé que tienen jornadas “acordes con las
necesidades del servicio”, éstas se concatenan con el reconocimiento
implícito del pago de las horas extras, pues se agrega al hablar de
esta jornada “y disfrutar de las prestaciones conforme a la ley”; e
inclusive nos remite para todo lo no previsto a ese Código Laboral
Burocrático.

Para demostrar nuestro aserto, basta con analizar el


contenido de los artículos 9 y 37 de la primera norma jurídica y los
diversos 1º, primer párrafo, y 2º de la segunda; los que son del tenor
siguiente:

LEY DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO

ARTÍCULO 9.- SON ELEMENTOS DE LOS CUERPOS DE SEGURIDAD PÚBLICA,


AQUELLOS A QUIENES SE LES ATRIBUYE ESE CARÁCTER, MEDIANTE
NOMBRAMIENTO O INSTRUMENTO JURÍDICO EQUIVALENTE, EXPEDIDO POR
AUTORIDAD COMPETENTE DE LA SECRETARÍA (SE REFIERE A LA SECRETARÍA DE
GOBIERNO), DE LA PROCURADURÍA (SE REFIERE A LA PROCURADURÍA GENERAL
DE JUSTICIA) O DE LOS AYUNTAMIENTOS SEGÚN SEA LA COMPETENCIA. LOS
SERVIDORES PÚBLICOS ADMINISTRATIVOS, TENDRÁN EL MISMO CARÁCTER. EN
TODO CASO, LOS NOMBRAMIENTOS SE HARÁN ÚNICAMENTE A LOS EGRESADOS
DE LOS INSTITUTOS DE FORMACIÓN O PROFESIONALIZACIÓN POLICIALES.

LAS RELACIONES DE TRABAJO DE LOS ELEMENTOS DE LOS CUERPOS


DE SEGURIDAD PÚBLICA, SE REGIRÁN POR ESTA LEY Y, EN LO NO

22
PREVISTO, POR LA LEY LABORAL DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL
ESTADO Y SUS MUNICIPIOS.
ARTÍCULO 37.- SIN PERJUICIO DE LO PREVISTO EN LOS
ORDENAMIENTOS DE CARÁCTER LABORAL Y DE SEGURIDAD SOCIAL
RESPECTIVOS, LOS ELEMENTOS DE LOS CUERPOS DE SEGURIDAD PÚBLICA,
TENDRÁN LOS SIGUIENTES DERECHOS:

I.- SER INAMOVIBLES DE SU CARGO, SALVO QUE INCURRAN EN DELITOS


O FALTAS SEÑALADAS POR LA LEY.

II.- PERCIBIR UN SALARIO DIGNO Y REMUNERADO , ACORDE CON LAS


CARACTERÍSTICAS DEL SERVICIO, EL CUAL TIENDA A SATISFACER LAS
NECESIDADES ESENCIALES DE UN JEFE DE FAMILIA EN EL ORDEN MATERIAL,
SOCIAL, CULTURAL Y RECREATIVO Y QUE NUNCA SERÁ MENOR AL
EQUIVALENTE DE TRES SALARIOS MÍNIMOS DIARIOS .

---------------

VIII.- TENER JORNADAS DE TRABAJO ACORDES CON LAS NECESIDADES


DEL SERVICIO Y DISFRUTAR DE LAS PRESTACIONES CONFORME A LA LEY .

---------------

LEY LABORAL DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL ESTADO DE


TLAXCALA Y SUS MUNICIPIOS:

ARTÍCULO 1º.- LA PRESENTE LEY REGULA LAS RELACIONES LABORALES


QUE SE ESTABLECEN POR UNA PARTE, ENTRE LOS PODERES LEGISLATIVO,
EJECUTIVO Y JUDICIAL, LOS AYUNTAMIENTOS, FIDEICOMISOS PÚBLICOS,
ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS, EMPRESAS DE PARTICIPACIÓN ESTATAL O
MUNICIPAL O CUALQUIERA OTRA ENTIDAD PÚBLICA TLAXCALTECA, EN QUE POR
LEYES, DECRETOS, REGLAMENTOS O EN OTROS ORDENAMIENTOS SE
ESTABLEZCA SU CARÁCTER PÚBLICO; Y POR LA OTRA LOS SERVIDORES
PÚBLICOS QUE A DICHAS ENTIDADES PRESTEN UN SERVICIO.

ARTÍCULO 2º.- SERVIDOR PÚBLICO ES LA PERSONA QUE PRESTA UN


SERVICIO PERSONAL SUBORDINADO FÍSICO O INTELECTUAL O DE AMBOS
GÉNEROS A LAS ENTIDADES PÚBLICAS ENUMERADAS EN EL ARTÍCULO
ANTERIOR, EN VIRTUD DE NOMBRAMIENTO EXPEDIDO A SU FAVOR O POR
APARECER EN LA NÓMINA DE SUELDOS.

b. En conclusión, no se puede negar que nuestro mandante-


policía sí sea un trabajador y que como tal laboró para las patronales,
por los siguientes motivos:

1). En principio, por el imperativo de los dispositivos


legales Tlaxcaltecas antes transcritos, cuyo origen es, precisamente,
esa fracción XIII del Apartado “B” del artículo 123 de la Constitución
Federal, en concordancia con los diversos 115 y 116 de la misma
Norma Fundamental. En donde el legislador tlaxcalteca, en uso de su
“libertad legislativa” caracteriza expresamente a los policías como
trabajadores, incluso inamovibles.

23
2). Por otro lado, porque así expresamente lo reconocieron
las empleadoras demandadas, cuando dieron contestación a la libellus
presentada en su contra, aunque lo hayan calificado de empleado de
confianza; como se observa de la transcripción que antecede, del laudo
que dictó la responsable.

3). Igual reconocimiento realizó la responsable ordenadora,


en los tres laudos que hasta el momento ha emitido.

4). Finalmente, y aunque de manera contradictoria con el


criterio que ahora combatimos, EL PROPIO TRIBUNAL COLEGIADO

DEL VIGÉSIMO OCTAVO CIRCUITO, YA EN SIETE OCASIONES


HA RECONOCIDO LA EXISTENCIA DE UNA RELACIÓN DE TRABAJO
ENTRE NUESTRO MANDANTE Y LAS EMPLEADORAS DEMANDADAS ;
y esto es así, pues en los cuatro amparos directos impetrados contra el
primer laudo de la responsable, resolvió en tres de ellos negarles el
amparo a las empleadoras contra las pocas prestaciones laborales que
le fueron concedidas al actor-trabajador (expedientes de amparos
directos laborales números D-477/2004, D-478/2004 y D-479/2004) y a
nosotros nos lo concedió para obtener mayor condena (D-408/2004). Y
en los últimos tres amparos directos promovidos contra el segundo
laudo, decidió en dos de ellos negar la protección constitucional a las
patronales (D-527/2005 y D-528/2005), y en el que nosotros
promovimos (D-471/2005) resolvió concedernos “la mitad de lo
pedido”, pero en todos ellos estuvo presente, precisamente, la relación
laboral del actor-trabajador.

Para que esta Suprema Corte pueda corroborar el


contenido o sentido de esas siete ejecutorias antes
mencionadas, en el escrito presentatorio de este recurso, le
hemos solicitado al Tribunal Colegiado infractor que se sirva
remitirle las copias certificadas correspondientes; lo que
pedimos por economía procesal, pues estamos ciertos que de
cualquier manera esta Suprema Corte lo haría de oficio, para
allegarse de los antecedentes de este asunto, pero ello sólo
retardaría la tramitación y resolución de este recurso.

24
c. Como es de verse, la decisión jurisdiccional ahora
recurrida, fue dictada contra las constancias procesales de los autos
de este juicio. Inclusive contradiciéndose el propio Tribunal Colegiado,
pues por un lado le concede el amparo a nuestro cliente para que la
responsable condene a las patronales a que le paguen al quejoso,
como trabajador que es, varias prestaciones laborales estrictamente
contractuales; y por el otro lado, en su misma resolución sostiene que
el actor o quejoso no es un trabajador.

Es más, pareciera que con su decisión judicial, pretende


suplir alguna deficiencia de la queja de las patronales demandadas, ya
que ninguna de ellas se excepcionó alegando la pretendida “relación
administrativa”; sino que siempre reconocieron al quejoso como su
trabajador, tanto durante la duración de su relación (pagándole
salarios y demás prestaciones legales laborales), como cuando le
aceptaron su renuncia (la que obviamente ellas mismas
confeccionaron, pues ahí el trabajador se dedicó a dizque reconocer
que no se le adeudaban un sinfín de prestaciones laborales) y al
contestar la demanda.

De ahí que resulte inexplicable que el Tribunal Colegiado


infractor, sólo traiga a colación el criterio de esta Corte para negar la
declaratoria de inconstitucionalidad reclamada; pero la omita o soslaye
para resolver las demás cuestiones que todas las partes le hemos
venido planteando, pues en todas ellas reconoce que sí existe una
relación de trabajo entre el quejoso y sus empleadoras; y resuelve las
diferencias de índole laboral, aplicando, precisamente, las Leyes de
Seguridad Pública y Laboral Burocrática Estatales Tlaxcaltecas.

3. Tampoco le asiste la razón jurídica al Tribunal infractor,


en el segundo punto toral de la sentencia que combatimos, donde
sostiene que el dispositivo legal impugnado no contraviene las
garantías individuales consagradas en el artículo 123 Constitucional,
porque éstas sólo se aplican a los trabajadores; y que en esa virtud el
Legislador Tlaxcalteca ejerció su libertad al crear la “jornada especial”
para los policías, sin contrariar la Ley Fundamental de la Unión.

Y mucho menos le asiste la razón cuando trata de justificar


que la jurisprudencia número 5/96 de la Segunda Sala de esta

25
Suprema Corte no resulta aplicable en este juicio, debido a que la
misma no se refiere a las jornadas extraordinarias de policías. Y
tampoco al afirmar que no comparte la tesis jurisprudencial del
Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Sexto Circuito,
en atención a que en ella se reconoce relación de carácter laboral
entre los policías y el gobierno.

Enseguida demostraremos nuestros asertos, al expresar los


siguientes argumentos:

a. Por principio de cuentas, no es cierto que la


jurisprudencia número 5/96 de la Segunda Sala de la Suprema Corte
no resulte aplicable en este juicio; ya que la misma, contrariamente a
lo que sostiene el Tribunal Inferior, si se refiere a jornadas
extraordinarias de policías, pues precisamente esa fue la materia de
las tesis que participaron en la contradicción inherente número 24/94
resuelta el día once de agosto del año dos mil cinco. De ahí que,
finalmente, se vengan “por tierra” los argumentos de dicho Tribunal
para justificar su omisión de declaratoria de inconstitucionalidad.

Para demostrar lo que se afirma, y sin el afán vanidoso de


“enseñarles” a usted señores Ministros el contenido de su propia
jurisprudencia, transcribiremos (con un subrayado nuestro) los datos
mínimos que permiten observar que los juicios de amparos directos
que provocaron las emisión de las tesis, que compitieron en ese
procedimiento de contradicción, fueron promovidos, precisamente, por
policías del Estado de México:

CONTRADICCION DE TESIS VARIOS 24/94. ENTRE LAS SUSTENTADAS


POR LOS ENTONCES TRIBUNALES COLEGIADOS TERCERO Y SEGUNDO DEL
SEGUNDO CIRCUITO (ACTUALES SEGUNDO EN MATERIAS PENAL Y
ADMINISTRATIVA Y PRIMERO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO,
RESPECTIVAMENTE).
CONSIDERANDOS:
TERCERO.- Corresponde a continuación, como consecuencia, verificar si en el
caso existe la contradicción denunciada entre los criterios de referencia.
I). Del juicio de amparo directo A.D. 822/92, radicado en el entonces Tercer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, se desprenden los antecedentes que
en seguida se enuncian:
a).- Juventino Gutiérrez Marín, ante el Tribunal de Arbitraje del Estado de
México, interpuso demanda laboral en contra del Cuerpo de Guardias de
Seguridad Industrial Bancaria, Comercial y Urbana del Valle Cuautitlán Texcoco
y del Consejo de la Administración del Fondo del Retiro para pago de los
integrantes del cuerpo de guardia de seguridad referido en primer término y,
entre otras prestaciones, reclamó:

26
b).- El pago de treinta y dos horas extras semanales , por todo el tiempo de la
duración de la relación laboral (...)
-------------------
Inconforme con dicho laudo, el trabajador promovió demanda de amparo
directo, de la cual correspondió, por razón de turno, al entonces Tercer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, el que dictó sentencia …………en el
sentido de conceder al quejoso la Protección Federal solicitada, con base en
las consideraciones que en lo conducente se reproducen a la letra:
"QUINTO.- (...) ……………. En consecuencia, todos los trabajadores tienen
derecho al pago de horas extras, siempre que tengan la obligación de estar al
servicio del patrón el tiempo excedente de la jornada legal; de ahí que como
en el caso concreto, el actor en su calidad de vigilante perteneciente al cuerpo
de guardias de seguridad demandado, está obligado a trabajar para ésta en
forma continua conforme a la jornada asignada como la que precisó el actor,
pero a este horario debía corresponder un descanso que al término de la
semana se ajustara a la jornada legal, y si no es así, resulta que el trabajador
presta sus servicios al patrón en una jornada que excede de las cuarenta y
ocho horas semanales, es indudable que éste tiene derecho a que se le cubra
el tiempo excedente considerándolo jornada extraordinaria de labores. Además,
cabe apuntar que el Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los
Poderes del Estado encuentra su origen en el artículo 115, fracción IX
constitucional, que establece que las relaciones de trabajo de los Estados y
Municipios con sus trabajadores se regirán por las leyes respectivas que
expidan las legislaturas de los Estados y Municipios respectivos, empero, esta
libertad se encuentra condicionada a que dichas relaciones de trabajo se
establezcan con base a las disposiciones del artículo 123 constitucional, por
tanto, debe concluirse que los estatutos y leyes que expidan las legislaturas de
los Estados para regular el trabajo de sus empleados no pueden ir en
contravención a las garantías sociales mínimas previstas por el artículo 123
citado, como el propio numeral 115 de la Constitución lo dispone. Por
consiguiente, aun cuando en el caso el actor hubiera admitido laborar en la
jornada de veinticuatro horas de trabajo por veinticuatro horas de descanso,
inherente a que la naturaleza especial del trabajo que aquél desempeñaba, ello
no es obstáculo para que se le cubran, considerándolo como tiempo
extraordinario, ya que no sería justo, ni legal, que perdiera el producto de su
trabajo en provecho del patrón, además de que de ser así, se conculcarían las
disposiciones constitucionales anteriormente descritas. Por lo tanto, el tribunal
responsable transgredió en perjuicio del quejoso los artículos 123 de la
Constitución Federal; 18, 19, 20, 21, 22 y 23, del Estatuto Jurídico de los
Poderes del Estado, Municipios y Organismos Públicos Coordinados y
Descentralizados de Carácter Estatal, así como las garantías individuales
consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales .- ……………

II). Ahora bien, de la ejecutoria…… que recayó al juicio de garantías 117/93


deducido por el actor laboral, Vicente Aguilar Loredo, el anterior Tercer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, en lo que interesa, determinó:

"QUINTO.- El quejoso aduce que el laudo reclamado viola en su perjuicio las


garantías consagradas en los artículos 5o., 14 y 16 constitucionales, al no
haberse condenado a la patronal al pago de tiempo extraordinario, no obstante
el haberse comprobado que laboró dicho período. …….. El concepto de violación
resulta fundado. ….. Por su parte, la patronal no controvirtió tal horario, sino
que se concretó a indicar que no le asistía al actor derecho alguno para
reclamar el pago de tiempo extra, ya que no lo había laborado, además, porque
el trabajo de policía es de carácter especial con un horario que aceptó el
propio actor; ……. En consecuencia, todos los trabajadores tienen derecho al
pago de horas extras, siempre que tengan la obligación de estar al servicio del
patrón el tiempo excedente de la jornada legal; de ahí que, como en el caso
concreto, el actor en su calidad de policía municipal del Municipio (sic) de
Naucalpan de Juárez, México, estaba obligado a trabajar para éste en forma
continua, …… es indudable que éste tiene derecho a que se le cubra el tiempo
excedente, considerándolo jornada extraordinaria de labores. Además, cabe
puntualizar que el Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los
Poderes del Estado, encuentra su origen en el artículo 115, fracción IX
constitucional, que establece que las relaciones de trabajo en los Estados y
Municipios con sus trabajadores se regirán por las leyes respectivas que

27
expidan las legislaturas de los Estados y Municipios respectivos, empero, esta
facultad se encuentra condicionada a que dichas relaciones de trabajo se
establezcan con base a las disposiciones del artículo 123 constitucional, por
tanto, debe concluirse que los estatutos y leyes que expidan las legislaturas de
los Estados para regular el trabajo de sus empleados no pueden ir en
contravención a las garantías sociales mínimas previstas por el artículo 123
citado, como el propio numeral 115 de la Constitución lo dispone. Por
consiguiente, aun cuando en el caso, el actor hubiese admitido laborar en la
jornada de veinticuatro horas de trabajo por veinticuatro horas de descanso,
inherente a que la naturaleza especial del trabajo que aquél desempeñaba, ello
no es obstáculo para que se le cubran, considerándolo como tiempo
extraordinario, ya que no sería justo, ni legal, que perdiera el producto de su
trabajo en provecho del patrón, además de que de ser así, se conculcarían las
disposiciones constitucionales anteriormente transcritas . ……
III). En lo tocante a la ejecutoria …. relativa al juicio de amparo 82/94,
promovido por Zenón Valdés Flores, el cuerpo colegiado de referencia virtió los
razonamientos que guardan semejanza a los ya descritos, pero en idéntico
sentido de conceder al quejoso el amparo solicitado, por lo que resulta ocioso
reproducir a la letra esos argumentos.

Las resoluciones de mérito dieron origen a la tesis que en seguida se


transcribe:
"JORNADA DE TRABAJO. LAS DISPOSICIONES CONTENIDAS EN EL
ESTATUTO JURIDICO DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS
PODERES DEL ESTADO, MUNICIPIOS Y ORGANISMOS PUBLICOS,
COORDINADOS Y DESCENTRALIZADOS DE CARACTER ESTATAL, NO
PUEDEN CONTRAVENIR LO PREVISTO POR EL ARTICULO 123
CONSTITUCIONAL.- ……
Por su parte, el anterior Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, al
resolver los amparos directos 856/91, 648/92, 764/92, 774/92 y 654/93, todos
deducidos por trabajadores de confianza y sujetos del Estatuto Jurídico de los
Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, Municipios y Organismos
Públicos Coordinados y Descentralizados de Carácter Estatal, únicamente en
cuanto a las prestaciones inherentes al salario y de seguridad social, determinó
negar la Protección Federal solicitada y, en lo que importa para el tema a
tratar, en el expediente A.D. 856/91, promovido por Ruperto Sánchez Becerril,
se basó en los argumentos siguientes:
"CUARTO.- Los conceptos de violación son infundados.- En efecto, …… Así
pues, tomando en consideración que el propio actor señala en su escrito de
demanda la categoría con que fue contratado como guardia B (sargento
segundo) del Cuerpo de Guardias Industrial, Bancaria, Comercial y Urbana del
Valle de Toluca, con una jornada que comprendía veinticuatro horas de trabajo
por veinticuatro horas de descanso, resulta claro que en la misma no se
comprenden horas extraordinarias sobre todo si se toma en cuenta que la
asignación de la jornada en esos términos obedece a las necesidades del
propio trabajo,…. (...)"
En términos muy similares fueron resueltos los restantes juicios de garantías
que, en obvio de reiteraciones innecesarias, se dan por reproducidos .
Las resoluciones de dichos juicios de amparo integraron jurisprudencia
definida, cuyos rubro y texto a la letra dicen:
"TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS PODERES DEL ESTADO, MUNICIPIOS Y
ORGANISMOS PUBLICOS COORDINADOS Y DESCENTRALIZADOS DE CARACTER
ESTATAL, ESTATUTO JURIDICO DE LOS. TIEMPO EXTRAORDINARIO, CASO EN
QUE NO SE GENERA.- …..
Amén de que el Estatuto invocado responde al mandato establecido en el
artículo 115, fracción VIII constitucional, enfocado a que las relaciones de
trabajo de los Estados y Municipios con sus trabajadores se regirán por las
leyes respectivas expedidas por las legislaturas de las entidades federativas.
Mas esta facultad está condicionada a los márgenes previstos en el precepto
123 de la Carta Magna, es decir, aquellos ordenamientos en ningún supuesto
pueden contrariar las garantías sociales que como mínimos están tuteladas en
esa Norma Fundamental. Independientemente del consentimiento externado por
el trabajador en cuanto al desempeño de una jornada de veinticuatro horas
laboradas por veinticuatro de descanso, EN RAZÓN A LA NATURALEZA ESPECIAL

28
DE LA ACTIVIDAD (VIGILANCIA Y/O SEGURIDAD) PORQUE A NINGUNA PERSONA
PUEDE PRIVÁRSELE DE RECIBIR EL PRODUCTO DE SU TRABAJO.

En contraste con lo anterior, el entonces Segundo Tribunal Colegiado del


Segundo Circuito, en esencia, ……… Asimismo, que tomando en cuenta las
categorías de los actores laborales relacionados con la seguridad o vigilancia
con una jornada de veinticuatro horas de trabajo por veinticuatro horas de
descanso, concluye que no determina tiempo extraordinario, debido a que el
desempeño de la jornada, en los términos descritos, obedece a las necesidades
de la prestación de los servicios, cuya carga se ve compensada con las
veinticuatro horas de descanso disfrutadas inmediatamente después de
concluidas las labores.

c) Y el tercer requisito se torna satisfecho, como sigue:


LOS CRITERIOS DISÍMBOLOS SURGIERON DEL ESTUDIO DE LOS MISMOS
ELEMENTOS, ESTO ES, DEL PLANTEAMIENTO DEL RECLAMO SOMETIDO
ANTE LA POTESTAD COMÚN REFERIDO AL PAGO DE HORAS EXTRAS; DE LA
ACTIVIDAD ESPECÍFICA VINCULADA CON LA SEGURIDAD O VIGILANCIA
PÚBLICAS Y, DE MANERA ADMINICULADA, CON LAS DISPOSICIONES
CONSTITUCIONALES Y DE CARÁCTER SECUNDARIO EN EL PRIMER CASO
Y, CON BASE TAN SÓLO EN ESTOS ÚLTIMOS, EN EL OTRO, LOS ÓRGANOS
DE CONTROL CONSTITUCIONAL ARRIBARON A CONCLUSIONES OPUESTAS .

CUARTO.- ESTA SEGUNDA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE


LA NACIÓN ESTIMA QUE DEBE PREVALECER CON EL CARÁCTER DE
JURISPRUDENCIA, EN LO ESENCIAL, EL CRITERIO SUSTENTADO POR EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO, ANTES DE SU
ESPECIALIZACIÓN.

Establecido lo anterior, de las disposiciones legales transcritas, cabe destacar


que el artículo 123, apartado "B", fracción I, dispone la regla genérica acerca
de la duración de las jornadas máximas diurna y nocturna que serán de ocho y
siete horas, respectivamente, admitiendo su prolongación, bajo la limitante de
que en ningún caso, el trabajo extraordinario podrá exceder de tres horas
diarias ni de tres veces consecutivas.
Aunado a ello, es pertinente tomar en cuenta que, en forma paralela, el
dispositivo 5o. de la Carta Suprema consagra la garantía específica de la
libertad de trabajo y, en lo conducente, señala que nadie puede ser privado del
producto de su trabajo, sino por resolución judicial.
Todo el panorama normativo enunciado, permite inferir que si los actores en
los juicios naturales afirmaron tener una jornada de trabajo de veinticuatro
horas por veinticuatro de descanso y así sucesivamente, resulta incuestionable
que el tiempo excedente al máximo de cuarenta y ocho horas semanales, debe
ser estimado de carácter extraordinario y remunerado como tal, conforme a la
interpretación de las fracciones I y II, del artículo 123, apartado "B"
constitucional, relacionado con los diversos numerales 19 y 24, del Estatuto en
consulta.
Sin que tenga relevancia alguna la invocación que hace el anterior Segundo
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, en sus sentencias, de lo dispuesto por
el artículo 15 del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado,
Municipios y de los Organismos Públicos Coordinados y Descentralizados de
Carácter Estatal, que ordena: "ARTICULO 15. El nombramiento aceptado obliga
al cumplimiento de las condiciones fijadas en él y las consecuencias que sean
conforme a la buena fe, al uso o a la ley", porque, conforme al principio de la
supremacía constitucional concebido en el artículo 133 de la Carta Magna,
ésta, junto con las leyes emanadas de ella a través del Congreso de la Unión y
los tratados internacionales, acordes con la misma y aprobados por el Senado,
serán la Ley Suprema de toda la unión y los jueces de cada Estado se
arreglarán a dicha Constitución, leyes o tratados, a pesar de las disposiciones
en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades
federativas.
Ello aunado al principio de irrenunciabilidad de los derechos derivados del
Estatuto citado que favorezcan a los trabajadores (artículo 8 del Estatuto). Y

29
el correlativo previsto como normas protectoras y privilegios del salario a que
se contraen los numerales 98 y 99 de la Ley Federal del Trabajo, de aplicación
supletoria a la materia de que se trata.
No obstante lo anterior y, como se advierte de los antecedentes narrados
correspondientes a los juicios laborales de origen, las relaciones de trabajo
sujetas a la duración de la jornada en turnos de veinticuatro horas por otras
tantas de descanso, imperó hasta la conclusión de la prestación de los
servicios de carácter subordinado; que si bien es cierto, surgió a virtud de un
nombramiento aceptado con una vinculación obligatoria a las condiciones
fijadas en él y a las consecuencias inherentes conforme a la buena fe, al uso o
a la ley, acorde con el artículo 15 del Estatuto Jurídico de referencia, esta
eventualidad, de modo alguno, puede constituir el sustento para estimar que
ese consentimiento expreso envuelva o determine la renuncia al derecho de
recibir, en forma íntegra, la remuneración a los servicios prestados, máxime
que en la mayoría de los casos concretos, el extremo en cuestión fue
reconocido por la parte demandada, o bien, en el supuesto de haberse
presentado controversia sobre el particular, corrió a su cargo el acreditar que
el actor tan sólo desempeñó la jornada legal, con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 784, fracción VIII de la Ley Federal del Trabajo, de aplicación
supletoria, mas no reducirse a manifestar que "por necesidades del servicio",
dado que aun en este evento, no existió razón legal para eximir a la parte
demandada del pago del tiempo extraordinario reclamado.
En consecuencia, el argumento externado por el anterior Segundo Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito, basado en la aceptación de las condiciones
generales de trabajo, en especial, en cuanto a los turnos asignados, carece,
por lo expuesto anteriormente, de la debida consistencia jurídica; el otro
argumento, consistente en que la fijación "de la jornada en esos términos
obedece a necesidades del propio trabajo", puesto que aun cuando después del
desempeño de veinticuatro horas de labor, los empleados contaban con un día
de descanso, tampoco justifica el privarlos de la remuneración devengada por
los servicios prestados.
En las condiciones apuntadas, debe prevalecer, en esencia, como
jurisprudencia el criterio sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del
Segundo Circuito (ahora Segundo en Materias Penal y Administrativa),
conforme a los términos que a continuación se establecen :

TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS PODERES DEL ESTADO, DE LOS


MUNICIPIOS Y DE LOS ORGANISMOS PUBLICOS COORDINADOS Y
DESCENTRALIZADOS DE CARACTER ESTATAL DEL ESTADO DE MEXICO.
DERECHO AL PAGO DE TIEMPO EXTRAORDINARIO CUANDO DESEMPEÑAN
UNA JORNADA SUPERIOR AL MAXIMO LEGAL.- ……………

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:


PRIMERO.- Existe contradicción entre los criterios sustentados por los
anteriores Tribunales Colegiados Tercero y Segundo del Segundo Circuito en
las ejecutorias dictadas en los amparos directos 822/92, 117/93 y 82/94,
promovidas por Juventino Gutiérrez Marín, Vicente Aguilar Loredo y Zenón
Valdés Flores; así como los tocas de amparo 856/91, 648/92, 764/92, 774/92 y
654/93, promovidos por Ruperto Sánchez Becerril, Miguel Angel Duarte Mota,
Armando Flores Fuentes, Elías Hernández Gabriel y Malaquías Murillo Rosales y
otro, respectivamente.
SEGUNDO.- Debe prevalecer, en esencia, el criterio sustentado por el
Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito , actual Segundo en
Materias Penal y Administrativa.
Así, lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
por unanimidad de cinco votos de los ministros: Genaro David Góngora
Pimentel, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano y presidente Juan Díaz Romero. Fue ponente el
primero de los ministros antes mencionados.

Como es de verse de la anterior transcripción abreviada, la


jurisprudencia de la Segunda Sala de esta Suprema Corte que le

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invocamos al Tribunal infractor, sí resulta ad hoc para el caso que nos
ocupa; tanto porque reconoce que los policías Mexiquenses sí son
trabajadores (tal como acontece en el caso de los Tlaxcaltecas), como
porque precisamente refiriéndose a ellos, determina que debe pagarse
la jornada extraordinaria que laboren, so pena de violentar el orden
constitucional que debe imperar. Es decir que el no reconocimiento de
jornadas extraordinarias, aún en el caso de los policías, contraviene
sus garantías individuales contenidas en los artículos 5º, 14, 16 y 123
de la Carta Magna o Ley de Leyes.

b. Consecuente con lo anterior, podemos afirmar que la


tesis jurisprudencial aislada del Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
que también invocamos en nuestra libellus de amparo, igualmente
resulta aplicable al caso que nos ocupa; ya que al interpretar la
fracción IV del artículo 12 de nuestra Ley Laboral Burocrática
Tlaxcalteca y declararla inconstitucional, parte de dos asertos
fundamentales: 1.- Los policías Tlaxcaltecas sí son trabajadores; y
2.- Todo trabajador, aún los policías, deben gozar del pago de las
jornadas extraordinarias que laboren.

Igual criterio sustentó el otrora Tercer Tribunal Colegiado


“Mixto” del Sexto Circuito, al resolver un caso idéntico al que nos
ocupa, dentro del juicio de amparo directo laboral número D-
310/1990; tal y como se hizo notar desde la demanda laboral que
presentó nuestro cliente (página 8) y se demostró durante el sumario;
pues se ofreció como prueba la ejecutoria de marras y el laudo
correspondiente, que fue dictado dentro del expediente número
44/1988 de los del índice de la misma responsable. Aunque, por
desgracia, también fue soslayada por el A quo.

c. Así, es como ha quedado en relieve que la fracción IV del


artículo 12 de nuestra Ley Laboral Burocrática Tlaxcalteca resulta y
debe declararse inconstitucional por esta Suprema Corte de Justicia de
la Nación, al contravenir los dispositivos constitucionales y legales
secundarios que se invocaron como violados con antelación.

Esa declaración de inconstitucionalidad que se solicita a


este órgano de control, debe ser para el efecto de que la responsable
ordenadora emita nuevo laudo, en el que reiterando todas las

31
condenas que se han venido acumulando a lo largo del trámite de
tantos juicios de amparos directos, también condene a las patronales
al pago de la jornada extraordinaria que laboró para ellas el quejoso
(por cierto como originalmente lo había hecho esa responsable en su
primer laudo); es decir comparando las duraciones de las jornadas
diurna, nocturna y mixta que prevén las tres primeras fracciones del
artículo impugnado, con la jornada que laboró nuestro cliente, para
condenar al pago de las horas extras, con las sanciones que prevé la
Ley Federal del Trabajo, de aplicación supletoria en términos del
artículo 8º del Código Laboral Burocrático del Estado de Tlaxcala.

ch. Finalmente, en aras de que prevalezca el orden


constitucional y por ende la justicia social a favor de nuestro
mandante, respetuosamente solicitamos a este Alto Tribunal que, de
ser necesario y por tratarse de la parte más débil en este juicio,
aplique a beneficio del quejoso la suplencia de la deficiencia de
nuestra queja; a fin de concederle el amparo que en su nombre
impetramos.

En merito de lo antes expuesto y fundado, atentamente


pido:

PRIMERO.- Se admita a trámite este recurso y se


sustancie conforme a derecho.

SEGUNDO.- En su oportunidad procesal, se revoque la


resolución impugnada, en los términos propuestos en este ocurso.

PROTESTAMOS NUESTRO RESPETO

Tlaxcala de Xicohténcatl, a diez de abril del año dos mil seis.

32
JUICIO DE AMPARO DIRECTO
LABORAL NÚMERO: D-471/2005,
RELACIONADO CON LOS DIVERSOS
D-527/2005 Y D-528/2005

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO


OCTAVO CIRCUITO EN EL ESTADO

AZOL ROSSAINZZ ESTRADA y MARÍA GENOVEVA


LOREDO RODRÍGUEZ, con la personalidad o legitimación ad
procésum reconocida en autos, respetuosamente comparecemos para
manifestar que:

En virtud de estar inconformes con la sentencia dictada por


este Tribunal el día dieciséis del mes de marzo del año en curso, en la
parte en que negó el amparo a nuestro mandante JOSÉ PAZ REYES
PALACIOS, respecto de la reclamada inconstitucionalidad de la
fracción IV del artículo 12 de la Ley Laboral Burocrática del Estado; de
conformidad con lo establecido en los artículos 82, 83 fracción V, 84
fracción II, 86, 88, 89, 90 y demás relativos de la Ley de Amparo, NOS
PERMITIMOS INTERPONER EL CORRESPONDIENTE RECURSO DE
REVISIÓN, el que se anexa a este escrito, con las copias respectivas.

En vista de lo anterior, solicitamos a este Tribunal que


previos los trámites iniciales respectivos, remita nuestro recurso al
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (el que habrá de
admitirlo y resolverlo conforme a derecho), conjuntamente con los
autos originales de este juicio de amparo Y AGREGANDO COPIAS
CERTIFICADAS DE LAS SENTENCIAS DEFINITIVAS DICTADAS POR
ESTE MISMO TRIBUNAL, DENTRO DE LOS JUICIOS DE AMPAROS
DIRECTOS LABORALES NÚMEROS D-527/2005, D-528/2005,
D-408/2004, D-477/2004, D-478/2004 Y D-479/2004 , POR
TENER ESTRECHA RELACIÓN CON EL RECURSO QUE AHORA
INTERPONEMOS EN ESTE JUICIO DE GARANTÍAS, Y QUE ESE
ALTO TRIBUNAL DEL PAÍS REQUERIRÁ PARA EMITIR SU
SENTENCIA DE SEGUNDO GRADO; Y MÁXIME QUE ASÍ SE LO
ESTAMOS HACIENDO SABER A ESE TRIBUNAL EN EL RECURSO
QUE AHORA INTERPONEMOS.

Por lo expuesto y fundado, atentamente pedimos, se sirva:

ÚNICO.- Acordar de conformidad lo solicitado, por ser


procedente en términos de ley.

PROTESTAMOS NUESTRO RESPETO

Tlaxcala de Xicohténcatl, a diez de abril del año dos mil seis .

33

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