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RESUMEN TEMA 3

Como se indicó en el Capítulo 1, existen numerosas definiciones de la política económica en cuanto praxis. Jan
Tinbergen, cuya obra On the Theory of Economic Policy (1952) marcó una línea de desarrollo formal de la política
económica en la que se inscriben economistas tan ilustres como Bent Hansen, H. Theil, K. A. Fox y E. Thorbecke,
se limitó a afirmar que «la política económica consiste en la variación deliberada de los medios para alcanzar
determinados objetivos». J. Meynaud amplió sensiblemente la definición al sostener que la política económica
«la forman el conjunto de decisiones gubernamentales en materia económica, tomando la expresión 'gobierno'
en su sentido lato para que comprenda las diversas autoridades públicas de un país dado». Y el profesor E. S.
Kirschen, y sus colaboradores, se inclinaron por la definición que figura encabezando este texto, aunque en un
trabajo anterior habían adoptado otra más corta, que identificaba simplemente la política económica con la
intervención deliberada del gobierno en los asuntos económicos, para alcanzar sus objetivos»

No resultaría difícil acumular muchas más definiciones sobre la 'política eco nómica' real. La mayor parte de los
textos de introducción en la Economía, los manuales de Macroeconomía y, por supuesto, cualquiera de los
recientes análisis sobre las políticas económicas contemporáneas ofrecen algún tipo de definíción que no se aleja
excesivamente de las anteriores. En realidad, las diferencias que pueden detectarse entre ellas son muy escasas.

Cuatro elementos integran regularmente este tipo de definiciones:

1. La existencia de una autoridad (el gobierno, o el conjunto de autoridades públicas de un país)


2. Unos fines u objetivos cuyo logro se persigue
3. El carácter deliberado de las acciones que la citada autoridad desarrolla en el terreno económico.
4. La existencia de unos instrumentos que pueden ser manipulados o alterados por las autoridades para
tratar de alcanzar los fines propuestos.

En relación con el primero de estos puntos, conviene señalar que la existencia de comunidades de países que
persiguen una mayor integración económica (p. ej., la Unión Europea, o los procesos integradores que se están
desarrollando en el continente americano) hace que también pueda hablarse de una 'política económica' propia
de esas organizaciones supranacionales, pactada o acordada por los respectivos gobiernos y puesta en práctica
por una autoridad que está en alguna medida, al menos- por encima de las de los países integrantes.

El objeto de este capítulo es doble. En primer lugar, propondremos un con- junto de definiciones y conceptos
básicos sobre política económica con el fin de dejarlos ya establecidos para el resto de la obra. Se trata, como se
verá, de una serie de términos y definiciones que, a modo de 'parrilla' de referencia, pueden ser útiles para
desarrollar y/o comprender cualquier análisis o trabajo sobre te- mas de política económica. Clasificar y ordenar
conceptos no constituye, desde luego, un fin en sí mismo, pero. como señalaron E. S. Kirschen y sus colabora-
dores <«la taxonomía es útil si tiene una capacidad explicativa, es decir, si las categorías propuestas sirven para
explicar las diferencias en el tiempo y en el espacio entre las distintas políticas económicas» ¹.

El segundo objetivo del capítulo es ofrecer una primera aproximación a algunos aspectos de las relaciones entre
objetivos e instrumentos, lo que constituye uno de los campos básicos de la teoría de la política económica', de
acuer- do con la expresión acuñada por J. Tinbergen y B. Hansen 2.

TAXONOMIA DE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS

El término ‘taxonomia’, compuesto con las raíces del griego: ‘taxis’, ordenación y ‘nomos’, ley, quizá sea algo
excesivo para referirse al propósito de establecer un cierto orden o clasificación de las políticas económicas.
En el caso de la política económica, es posible ofrecer una ordenación tipológica de conceptos básicos que serán
de notable utilidad analítica y para la adecuada comprensión de algunos temas que se desarrollan.

Es posible diferenciar varios tipos de políticas:

- En función del carácter de los instrumentos cabe distinguir entre políticas cuantitativas, políticas
cualitativas y de reformas
- El nivel de actuación permite diferenciar, a su vez, entre políticas macroeconómicas y microeconómicas.
- La dimensión temporal lleva a calificar las políticas como políticas económicas a corto, a medio y a largo
plazo.

POLÍTICAS CUANTITATICAS, CUALITATIVAS Y DE REFORMAS

Políticas de ordenación: Todas aquellas actuaciones encaminadas a establecer el ´marco´ de actuación de la


economía, en general, y de la política económica en particular. En favor del mercado, serán políticas de ordenación
todas aquellas que se encaminen a hacer que, efectivamente, el mercado funcione bien.

Políticas de proceso: Todas las actuaciones directamente encaminadas a ‘resolver los problemas y desequilibrios
específicos derivados del funcionamiento de la economía’. Se incluyen las políticas sectoriales hasta políticas de
ajuste relativas a la evolución de los precios, equilibrio de balanza de pagos o suavización del ciclo económico.

Políticas cuantitativas: Aquellas modificaciones o variaciones introducidas en el nivel de los instrumentos ya


disponibles en la economía de la que se trate, ej.: modificación del tipo de redescuento del Banco Central. Estas
políticas no modifican ni los fundamentos ni la estructura institucional de la economía en cuestión. Se orientan a
ajustar o tratar de adaptar la economía a los cambios que normalmente se producen.

Políticas cualitativas: Aquellas que se orientan hacia la introducción de cambios estructurales en la economía,
aunque sin afectar a los aspectos esenciales de la organización económico-social. Ej: Una norma que modifique
determinados aspectos del sistema crediticio.

Reformas fundamentales: Cambiar o modificar, totalmente o en parte, los fundamentos mismos del sistema
económico; lo que se pretende es afectar a los aspectos o bases esenciales de la organización socio-económica.
Ej.: La centralización de las decisiones, el control o la anulación de los derechos de propiedad.

Las políticas cuantitativas suponen, simplemente, una modificación de un instrumento que puede afectar a un
objetivo de forma directa y a otros de manera más o menos indirecta. Una política cualitativa, puede dar lugar a
que aumenten (o disminuyan) el número de instrumentos en relación con los objetivos, lo que tendrá influencia
sobre el grado de coherencia posible de las autoridades.

POLITICAS MACROECONÓMICAS Y MICROECONÓMICAS

Política macroeconómica es la contrapartida de la teoría macroeconómica. Su núcleo de atención son los


agregados y variables macroeconómicas que explican los grandes equilibrios de una economía.

Las políticas microeconómicas pueden considerarse como la contrapartida normativa de la teoría


microeconómica, cuyo centro de atención es la toma racional de decisiones por parte de unidades económicas
individuales. Podrían identificarse con aquellas actuaciones de las autoridades que pretenden influir o alterar
dichas decisiones individuales con el fin de modificar la asignación de recursos.
El nivel macro difícilmente puede considerarse como algo separado del microeconómico. Agregados
macroeconómicos resultan de una multitud de decisiones y datos microeconómicos. Las actuaciones y medidas
de carácter macroeconómico tienen siempre implicaciones microeconómicas.

Las políticas microeconómicas se identifican muchas veces con aquellas actuaciones que se dirigen no tanto a
influir en las decisiones de un determinado sujeto, como a un conjunto relativamente delimitado de ellos.

Suelen calificarse como medidas de política microeconómica a todas las que se dirigen a resolver o intentar
solucionar un problema singular que afecte a un grupo de empresas o de individuos.

POLÍTICAS A CORTO Y LARGO PLAZO

El corto plazo suele referirse a periodos de tiempo que como máximo abarcan dieciocho meses.
El medio plazo ha solido identificarse con periodos de 4-5 años.
El largo plazo se ha ligado a periodos superiores a los 8 años, pudiendo abarcar hasta los 12-15 años.

Políticas a corto plazo o de carácter conyugal toman como referencia unos objetivos en términos de estabilidad
de precios, tasa de crecimiento del país o reducción del déficit público. Hay otros objetivos cuyo logro requiere
periodos bastante más largos, como acciones encaminadas a mejorar la distribución de la renta de un país.

Políticas a corto y largo plazo con referencia a un mismo objetivo: Políticas de empleo a corto y largo plazo,
crecimiento económico con el logro de una tasa estable (corto plazo), y acciones encaminadas a crear o mejorar
las condiciones de crecimiento y desarrollo de una economía (largo plazo).
FINES GENERALES, OBJETIVOS ECONÓMICOS Y OBJETIVOS DE CARÁCTER SOCIAL

Fines generales: Se identifican con aquellas motivaciones y propósitos más generales que una sociedad desea o
que se ha propuesto alcanzar. Ej.: el bienestar material, la igualdad, las libertades individuales, la solidaridad
interna.

Objetivos: La concreción de los fines de carácter más general, ya que implican una especificación y cuantificación
de las metas concretar a lograr para mejorar el bienestar económico o una mayor igualdad entre los ciudadanos.

Los policy-markers tienen posibilidad de saber si la economía y sus actuaciones concretas se están moviendo en
la dirección deseada

Generalmente se distinguen en dos grupos de objetivos:

Objetivos de carácter social: Puede ser muy amplio, se integran todos aquellos objetivos que no son propiamente
económicos, pero que, por una parte, se orientan a mejorar o preservar el ‘bienestar social’ y, por otra, absorben
una parte importante de los recursos económicos de la nación.

Objetivos Económicos: Son los que están más íntimamente ligados al bienestar económico general.

- El crecimiento económico
- El logro del pleno empleo
- La estabilidad de precios
- El equilibrio de la balanza de pagos
- Una más equitativa distribución de la renta y la riqueza

La enumeración de los principales objetivos de la política económica no ha sido objeto de unanimidad. Se


definieron ocho objetivos económicos básicos, que se presentaban agrupados del siguiente modo:

1. Objetivos principalmente a corto plazo:


Estabilidad de precios
Pleno empleo
2. Objetivos que esencialmente son a largo plazo:
Expansión de la producción
Aumento del tiempo de ocio
Mejor distribución de la renta
Reducción de las disparidades regionales
Protección de ramas productivas específicas
3. Objetivos demográficos:
Mejora del tamaño y de la estructura de la población

Hay dos observaciones. La primera es que el último de estos objetivos difícilmente puede considerarse como
estrictamente ‘económico’. La segunda es que el objetivo ‘equilibrio de la balanza de pagos’ no figura en la relación
que estamos comentando.

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