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La visión de Ucrania.
Para entender cómo se debe el conflicto que, actualmente, protagoniza todos los
medios, hay que excavar en cada uno de los bandos que lo protagonizan. En esta
ocasión, trataremos la visión Ucraniana.
La visión rusa, así como el origen histórico más global, harán hincapié mis respectivas
compañeras, Uxía y Natalia; en este documento, sin embargo, es necesario hacer un
acercamiento breve y así se hará.
ÍNDICE.
El origen del conflicto está lejos de lo que asumimos la población; pese que se tiene la
creencia que éste surge en febrero del 2022, el verdadero inicio da lugar en el desajuste
ocasionado por los acuerdos realizados una vez dada la caída de la Unión Soviética a finales
del siglo pasado (más concretamente, en 1991).
Más precisamente, la falta de acuerdo o entendimiento a la hora de hacer el reparto territorial.
Los precedentes de lo que ocurre están impulsados, no solo por la que es ahora la Federación
Rusa y los demás estados, si no también por los retazos de lo que una vez fue la URSS.
Además de los diferentes “rifi - rafes” históricos entre ambas naciones, que les hace mantener
viva una posición confrontativa.
2. El modelo gubernamental.
El paso a la democracia, junto con otras sumas modernas (estabilización, reforma y transición
económica), se vió afectado por el entorno en el que se veía envuelto el país: políticos
corruptos que no inspiraban confianza, sospechas de fraude, denuncias de manipulación de
las elecciones.
De hecho, se dió la conocida “Revolución Naranja” (Gamboa, 2014): gracias al revuelo de
los ciudadanos en contra de la falsificación de los resultados en 2004, el Tribunal Supremo
denegó el Gobierno electo cómo tal. Esto fue considerado cómo una victoria democrática,
pese que no fructificó debido a la mala elección del candidato cómo precursor demócrata.
Se reorienta el modelo gubernamental junto con Yanokovich, en 2010, hacía una cara más
autoritaria. Rechazando la posibilidad de integrarse en la UE (desencadenó una nueva
revolución; “Euromaidán”), el presidente velaba por restablecer los vínculos con la
Federación Rusa.
También conocida cómo la Revolución de la dignidad (Kuzio, 2018), fue batallada incluso
con armas de fuego; la población consideraba que era desconectarse de la democracia y tal
fue el revuelo que Yanokovich hubo de huir a Rusia, provocando un vacío de poder en el
2014 que fue cubierto por Poroshenko y la Constitución Ucraniana redactada en el 2004.
En el momento en que comienzan a desencadenarse los primeros retazos del conflicto,
Ucrania no había establecido aún un sistema lo suficientemente estable cómo para enfrentarse
a este; de hecho, los ciudadanos se veían divididos en intereses y confundidos debido tanto
cambio.
A su misma vez, había desplegado soldados de forma encubierta a lo largo y ancho del
territorio, protegiendo las fronteras de Crimea del resto de Ucrania.
Gracias a diferentes estrategias, tanto militares cómo técnicas, Rusia logró escalar en sus
propósitos: también alzaron enemistad en Donbás, provincias al este de Ucrania -
actualmente ocupadas por Rusia - caracterizadas por su industrialización.
Cabe recalcar que todo este despliegue se hizo de forma no negociada, sin poner a la mesa
debates ni mediaciones: de hecho, Poroshenko deseaba estrechar vínculos con el país vecino
y dió pie varias veces a que esto ocurriese (de forma fallida).
Es un ejemplo, los Acuerdos de Ginebra, que no fructificaron debido la negativa de la
Federación en las condiciones que se propusieron.
Sin embargo, el Protocolo de Minsk (impulsado por la OSCE) si fue firmado por Ucrania, la
Federación Rusa y Donbás: prometía alto al fuego, reformas constitucionales, amnistías… Su
implantación propulsó realizar un segundo protocolo, debido la falta de asentamiento del
primero, y añadía la vigilancia de los regímenes acordados por el Grupo Contacto Trilateral
(formado por las tres potencias mencionadas).
Se consideró entonces una fase pasiva en 2015, pese que siguieron darse enfrentamientos
constantes.
El incidente naval en 2018, en la región del Mar Negro. es otro de los muchos de esos
enfrentamientos.
Llegados a lo que ahora es el conflicto bélico y el paso atrás de la guerra híbrida (cómo lo
denominaba la OTAN al inicio), el 21 de febrero de 2022 comienza una operación militar por
parte del frente ruso en la región de Donbás y que se despliega a sus cercanías en el sureste y
noreste de la frontera(Kiev, Mar de Azov…).
La Federación Rusa acusa a la OTAN de hacer de las regiones en una militancia y las
proclama Repúblicas; días después, tanto la propia OTAN cómo el resto de Occidente
comenzaron la expulsión y rechazo formal de Rusia en los tratados y contactos
internacionales.
Las tropas rusas no paran de avanzar, incluso a día de hoy; no se ha producido negociación
alguna. Los ataques se dan a infraestructuras civiles, turísticas… Sobretodo, se aglomeran las
directivas en las regiones del este: dónde ataque y contraataque es más vívido aún.
a. Aliados en la Guerra.
Se realizan con frecuencia excursiones diplomáticas de los aliados a Kiev, de forma pacífica
y con el objetivo de dar un frente unido (Rubio, 2022).
Una escueta lista de los visitantes es la siguiente: Presidenta de la Comisión Europea,
Presidente del Consejo Europeo, Secretario General de la ONU, Presidenta del Congreso de
la EEUU…
Kuzio, T. (2018). Euromaidan revolution, Crimea and Russia–Ukraine war: why it is time for
a review of Ukrainian–Russian studies. Eurasian Geography and Economics, 59 (3–4),
529–553. https://doi.org/10.1080/15387216.2019.1571428