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Ejercicio de Aplicación – Redacción

“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la


conmemoración de las Heroicas Batallas de Junín y Ayacucho”

DATOS GENERALES DEL GRUPO

 TEMA:
Presentación del esquema de producción para la TA1 - 2

 INTEGRANTES:
 Cornejo Gallardo Sonia
 Fernández Meneses Drixon Taylor
 Juárez Castillo Manuel Alex
 Villegas Guevara Luzmila

 CURSO:
Compresión y Redacción de Textos I

 DOCENTE:
Alasteña Saldaña Barboza

 CICLO:
PRIMER CICLO

CHICLAYO 07 DE ABRIL DEL


2024.
DESAFÍOS Y SOLUCIONES PARA COMBATIR
LA INSEGURIDAD CIUDADANA EN LIMA Y EL PERÚ

La inseguridad ciudadana en Lima, Perú, ha alcanzado niveles alarmantes, con un


impacto significativo en la vida de los ciudadanos y en la economía del país. Según datos del
INEI, en los últimos doce meses, cerca del 30% de los peruanos, aproximadamente seis millones
de personas, fueron víctimas de algún delito. Esta cifra refleja una percepción generalizada de
inseguridad que supera el 80% en la población. Además, la tasa de homicidios se sitúa en un
preocupante 5.6% por cada 100 mil habitantes. La presencia de organizaciones criminales
transnacionales, como el Tren de Aragua de Venezuela, el Comando Vermelho de Brasil y Los
Tiguerones de Ecuador, ha contribuido a la complejidad y gravedad del problema, extendiendo su
influencia a provincias y distritos de la costa peruana.

Según Avelino Guillén, exministro del Interior, el estado de emergencia declarado el 28 de


octubre de 2023 en cuatro distritos de Lima es considerado "una medida populista que no
soluciona nada". Esta percepción es compartida por Edgardo Garrido López, ex subcomandante
de la PNP, quien señala que la estrategia actual contra la inseguridad no ha dado los resultados
esperados, evidenciado por la persistencia del sicariato, secuestros y otros delitos.

En San Martín de Porres, el segundo distrito más poblado de Lima, se ha registrado un


aumento alarmante de la criminalidad. Casos como el asalto a un banco ocurrido el 28 de
octubre de 2023 y asesinatos relacionados con el sicariato han generado preocupación en la
población y las autoridades locales.

El estado de emergencia ha tenido un impacto negativo en el turismo peruano,


afectando a cientos de miles de familias que dependen de este sector para su sustento. Países
como el Reino Unido han emitido alertas de viaje, lo que ha contribuido a una disminución en
la llegada de turistas al país.

La Defensoría del Pueblo ha destacado la necesidad de medidas coordinadas y


estrategias a largo plazo para abordar la inseguridad. Se ha propuesto el fortalecimiento de la
capacidad operativa de la Policía Nacional del Perú y el desarrollo de políticas públicas eficientes
como parte de la solución.

Según el INEI, la percepción de inseguridad en el Perú ha disminuido en 3.4 puntos


porcentuales entre febrero y julio de 2023. A pesar de esta mejora, persisten altos niveles de
inseguridad en algunas regiones del país, lo que indica la necesidad de continuar con medidas
para abordar este problema de manera integral.

¿Consideras que el estado de emergencia que el Gobierno declaró en los distritos de


San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres y otros servirá para atacar el problema de
inseguridad ciudadana de raíz y de manera integral?

En cuanto a la controversia presentada, como ciudadano preocupado por la seguridad


y el bienestar de mi comunidad, considero que la declaración de estado de emergencia en los
distritos de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres no es una medida efectiva ni
adecuada para combatir la inseguridad ciudadana. Esta medida, aunque pueda parecer drástica
y necesaria en un primer momento, tiene consecuencias negativas a largo plazo y no aborda las
causas profundas del problema.
Para defender mi postura, detallaré mis bases con argumentos que considero dan razón
de mi opinión:

La declaración de estado de emergencia en los distritos de San Juan de Lurigancho y San


Martín de Porres, aunque presentada como medida para combatir la inseguridad ciudadana,
es una solución que no aborda las causas profundas del problema y podría tener efectos
negativos en la población y en la percepción internacional del país.

La falta de una estrategia integral y sostenible para abordar la inseguridad ciudadana


podría llevar a medidas paliativas como el estado de emergencia, que, si bien pueden tener un
efecto inmediato, no resolverían los problemas de fondo y podrían perpetuar un ciclo de
medidas temporales sin soluciones duraderas.

La aplicación del estado de emergencia en los distritos mencionados podría tener un


impacto negativo en la economía local y nacional, especialmente en sectores como el turismo y
las pequeñas empresas, que dependen en gran medida de la estabilidad y seguridad del
entorno para operar adecuadamente.

El impacto negativo del estado de emergencia en el turismo y la economía podría ser


significativo, ya que medidas extremas como estas podrían disuadir a los turistas y afectar la
confianza en el país como destino seguro, lo que a su vez afectaría a los emprendedores y
trabajadores del sector turístico, generando un impacto económico negativo a largo plazo.

Por tanto, con lo explicado líneas arriba, confirmamos nuestra postura ya que evidencia que las
medidas tomadas por el Estado no logran una solución al problema de la inseguridad
ciudadana en nuestro país.

En conclusión, el estado de emergencia declarado en distritos como San Juan de


Lurigancho y San Martín de Porres para combatir la inseguridad ciudadana plantea desafíos
significativos. Si bien busca abordar problemas urgentes, como la delincuencia organizada, su
efectividad a largo plazo y sus repercusiones en el turismo y la economía son temas que
requieren un análisis detenido y una estrategia integral que no solo se base en medidas de
emergencia, sino en soluciones sostenibles y efectivas para mejorar la seguridad y la calidad de
vida de los ciudadanos.

Una solución para abordar el problema de la inseguridad en Lima y otros distritos del
Perú podría ser implementar programas integrales de prevención del delito en colaboración
con la comunidad. Estos programas podrían incluir acciones como la mejora de la iluminación
pública en áreas vulnerables, la instalación de cámaras de seguridad y la promoción de
actividades deportivas y culturales para jóvenes en riesgo. El impacto de estas medidas sería
crear un entorno más seguro y fomentar la participación activa de la comunidad para prevenir
hechos delictivos, lo que a su vez podría contribuir a reducir la percepción de inseguridad y
mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Otra solución podría ser fortalecer el sistema de justicia penal para asegurar que los
delincuentes sean efectivamente procesados y condenados. Esto implicaría mejorar la
capacitación y equipamiento de la policía y fiscales, así como aumentar la eficiencia y
transparencia del sistema judicial. El impacto de esta medida sería disuadir a los delincuentes y
reducir la impunidad, lo que podría contribuir a la disminución de los índices delictivos y aumentar
la confianza de la población en las instituciones de justicia.

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