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Aspectos éticos y legales de la


evaluación psicológica forense
en México
Adriana Reyes Flores

El ejercicio de la psicología en su contacto con el campo del derecho se


impregna de ambas disciplinas, aplicando los conocimientos y métodos
de la primera a situaciones y sujetos relacionados con procedimientos le-
gales. El psicólogo forense colabora en calidad de perito aportando los
conocimientos científicos de la materia, en los cuales las autoridades ju-
risdiccionales y ministeriales no son expertas, para contribuir al esclare-
cimiento de la verdad histórica de los hechos, con la finalidad última de
formar el convencimiento del juzgador respecto a la coincidencia entre
las afirmaciones formuladas por las partes y las producidas por los medios
de prueba (Carocca, 2005).
Medular en las evaluaciones psicológicas que realiza el/la forense es la
atención al código ético y a los principios normativos que rigen la actua-
ción pericial en psicología, incluidas la legislación mexicana y el respeto a
los derechos humanos tutelados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM) y los tratados internacionales firmados y
ratificados por México (Artículo 1° CPEUM). El forense está obligado
a familiarizarse con las normas que rigen su actuación (Principio 2.01,
APA, 2010) y conocer a profundidad las características, conceptos y ope-
raciones del sistema jurídico en que actúa (Urra, 2010), para sustentar

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Capítulo 10

una actuación legal y ética, además de contar con los conocimientos


propios de la disciplina.
Hay escasa investigación en materia de ética en psicología forense
(García, Lacalle y Pérez, 2011; Molina, Arch y Jarne, 2012; Urra, 2010).
En investigaciones realizadas en España, si bien existe unanimidad en
temas relevantes, se advierte disparidad en la aplicación de algunos crite-
rios éticos entre los/las profesionales, incluso en aquellos con larga expe-
riencia (Molina, Arch y Jarne, 2012; Urra 2010). Se atribuye esa falta de
uniformidad a la ausencia de criterios específicos y concretos, falta de un
código ético especial para el área forense, así como a la limitada enseñan-
za ética. El código ético del psicólogo CEP (Sociedad Mexicana de Psico-
logía SMP, 2010), si bien no es una norma obligatoria para la totalidad de
profesionistas en la materia, es aceptado por la mayoría. Algunos autores
sugieren la elaboración de un código aplicable al área forense en México
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(García, Lacalle y Pérez, 2011; Molina, Arch y Jarne, 2012) que permita
homogeneizar la práctica del/de la psicólogo (a).
Esencial es el respeto irrestricto a los derechos humanos en toda inter-
vención, en la que legalidad y trato digno sean los ejes rectores, en apego
a las reformas constitucionales, del año 2008 en materia de justicia penal
y de derechos humanos en 2011.
El perito está obligado a conocer, proteger y respetar los derechos de
los/las evaluados(as) (Directriz 2.04, APA, 2013), garantizados en las leyes
nacionales y en los sistemas interamericano e internacional de derechos
humanos, para que su peritaje adquiera validez probatoria, especialmen-
te considerando que en el procedimiento penal, cualquier acto y/o prue-
ba realizados con violación a derechos humanos será nulo (Artículo 20,
Fracción IX, CPEUM y; 97 y 357, Código Nacional de Procedimientos
Penales, CNPP).

Pertinencia de la actuación forense


La formación educativa, experiencia profesional y actualización continua
proveen al psicólogo de conocimientos válidos y confiables, sustentados
en la investigación científica (artículos 1 y 4 CEP). Esto permite reconocer
los límites de la profesión (artículo 16 AMAPSI) evitando invadir áreas
afines como la criminología, poligrafía o psiquiatría. En este sentido, los
códigos procesales requieren ostentar el título profesional en la materia a
dictaminar. En el nuevo sistema de justicia penal acusatorio adversarial,
para la acreditación de los peritos se espera una formación especializada
y una vasta experiencia que demuestren su idoneidad. Esta información
debe ser fidedigna (artículos 5 y 6 CEP).

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Aspectos éticos y legales de la evaluación psicológica forense en México

Para una mejor actuación del perito, es preciso valorar la pertinencia


y necesidad de la prueba (artículo 346 CNPP) y los conocimientos cientí-
ficos propios de la intervención solicitada, actuando únicamente en aque-
llos casos para los cuales se tenga la pericia suficiente (artículo 30 CEP).
Para el buen desempeño pericial se requieren idóneas condiciones de
salud mental (artículos 9, 10 y 11 CEP). Se sugiere generar pautas de au-
tocuidado, grupos de supervisión de casos, acudir a psicoterapia, o apli-
car técnicas como el defusing o el debriefing posterior a las intervenciones
y, mantenerse alerta ante posibles reacciones contratransferenciales que
impacten las interpretaciones y conclusiones.
Son causa de impedimento que motivan la excusa o recusación del pe-
rito, situaciones generadoras de posibles conflictos de intereses (artículos
36, 37 y 43 CNPP; CFPP y; 87 CEP). De haber prestado servicios de sa-
lud mental de emergencia a los examinados durante el acompañamiento

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en diligencias o durante la misma evaluación, debe valorarse la pertinen-
cia de continuar el papel forense (Directriz 4.03, APA, 2013).
Es deber del perito gestionar sus cargas de trabajo para proporcionar
un servicio competente y ágil (Directriz 3.02, APA, 2013), respetando los
plazos concedidos por la autoridad para la emisión del dictamen pericial
(Artículo 228, CFPP). Debe informar posibles retrasos de su actuación a
consecuencia de previas actividades periciales designadas es parte de sus
obligaciones. Será la autoridad la responsable de valorar la conveniencia
de su intervención o el auxilio de perito diverso para respetar el derecho a
una justicia pronta (artículo 17 CPEUM; 16 CNPP y; 41 CFPP).
Para estar en condiciones de determinar la pertinencia de su actuación
y decidir si es competente e idóneo, es preciso que, previo a su aceptación
del cargo, el forense tenga acceso al expediente en que es solicitada su
intervención, lo que le permitirá, además, proyectar las particularidades
de la futura evaluación en atención al objetivo pericial y las características
de la persona a evaluar.

Evaluación de grupos vulnerables


Es labor del forense concientizar a las autoridades respecto del especial cui-
dado que requieren las personas que pertenecen a los grupos vulnerables,
con la finalidad última de otorgar un cuidado responsable y salvaguardar su
estabilidad psicológica, adquiriendo la pericia necesaria para el trabajo con
estos grupos o bien, canalizándoles con colegas idóneos (artículo 91 CEP),
evitando su discriminación motivada por su condición (Declaración de las
Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discrimina-
ción racial; Artículo 149 ter, Código Penal Federal CPF y 90 y 92 CEP).

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Capítulo 10

Los protocolos de actuación emitidos por la Suprema Corte de Justicia


de la Nación concretizan lineamientos para las buenas prácticas judiciales
en apego a las leyes mexicanas y los tratados internacionales, se recomien-
da su revisión para mayor referencia, no se ahonda en ellos aquí por la
limitada extensión del documento.
En evaluaciones de niños, niñas y adolescentes primará el interés supe-
rior del niño, adoptando las medidas necesarias para la menor intrusión
en su vida privada y su mejor cuidado. Será la figura responsable de su
atención quien autorice o niegue su participación en el estudio, aunado
a la aquiescencia del menor previa explicación acorde a sus capacidades
(artículos 119 y 120 CEP), similar cuidado implica la persona con trastor-
nos mentales y del comportamiento.
A las personas con discapacidad, que incluyen a aquellas que tengan
deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo,
Sección II

también les será proporcionada una explicación de la actividad pericial


acorde a sus capacidades.
Es preciso contar con intérpretes en lenguaje de señas para el caso de
personas sordomudas, así como intérpretes en la lengua de las personas
indígenas y personas extranjeras (artículos 13 y 14 CEP) con independen-
cia del nivel de comprensión del idioma español con que cuenten. Se hace
necesario evitar posibles prejuicios o malinterpretaciones relacionadas con
las diferencias culturales, así como informar a las personas evaluadas y a la
autoridad, las limitaciones a consecuencia del uso de intérpretes. En la
medida de lo posible, deben emplearse técnicas de valoración y normas
adaptadas para esta población, y/o tomar con las reservas convenientes
las interpretaciones de sus resultados (artículo 33 CEP).
Pese a que no forman parte de estos grupos, el trabajo con víctimas re-
quiere especial delicadeza para evitar la re-victimización o victimización
secundaria, la re-experimentación del trauma y agudización de síntomas.

Consentimiento informado
Para Ramos (2015) los elementos necesarios para poder realizar propia-
mente un consentimiento informado son: que la persona sea autónoma,
que pueda tomar la decisión de forma voluntaria, que sea informada en
cantidad y calidad suficiente y que tenga competencia para tomar una
decisión. El código ético agrega, además, la adecuada documentación
del consentimiento (artículo 118 del CEP). Es pertinente formalizarlo en
un documento escrito donde conste la decisión del evaluado, e incluya
la información proporcionada y su consecuente comprensión, firmando
de conformidad los intervinientes en el acto, incluidos perito, peritado,

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Aspectos éticos y legales de la evaluación psicológica forense en México

asistentes legales (artículo 20 Apartado B fracción VIII y apartado C frac-


ción I CPEUM; 12 fracción IV, 15 y 25, Ley General de Víctimas LGV),
responsables legales e intérpretes.
Se sugiere aclarar al inicio de la intervención la naturaleza de la pe-
ricial, la lealtad hacia la autoridad y la justicia, el procedimiento y su
duración (artículos 105, 106 CEP), que los resultados serán dirigidos a
la autoridad (artículo 51 CEP), el uso de la información y límites de la
confidencialidad forense (artículos 105 y 138 CEP), la libertad para ne-
garse o aceptar ser evaluado(a) y sus consecuencias y explicar a la víctima
el alcance y trascendencia de los exámenes periciales en que participará
(artículo 15, LGV). Incluso informar la pericia del/de la evaluador(a) y la
eficacia de los métodos (Directriz 6.02, APA, 2013).
De ser necesaria la grabación en audio o video de la evaluación, de-
berá ser previamente solicitado el consentimiento (artículo 121 CEP), to-

Sección II
mando las precauciones pertinentes para minimizar los efectos adversos
de su uso y resguardar su integridad.

Evaluación psicológica
Los/las peritos, para el adecuado desarrollo de la evaluación, deberán
realizar éstas en entornos que propicien comodidad, seguridad y privaci-
dad (Directriz 10.04, APA, 2013), ejerciendo un cuidado responsable de
el/la peritado(a), pese a las condiciones legales y/o institucionales que
pudieran solicitar lo contrario, situación en la cual, debe hacerse notar la
contradicción con el principio ético y actuar en respeto de los derechos
de las personas evaluadas (Directriz 10.04, APA, 2013 y Artículos 1.02 y
1.03, APA, 2010). Deben rechazarse condiciones de trabajo que impidan
aplicar los principios éticos y científicos, evitando que su actuación res-
ponda a presiones, incluso negarse a emitir opiniones que no se basen en
la metodología psicológica (artículos 24, 29 y 18 AMAPSI).
El/la perito deberá utilizar instrumentos confiables, válidos y con nor-
mas adaptadas a la población a la que pertenece el evaluado, los cuales
deberán ser útiles, suficientes y actuales, para los fines empleados (artí-
culos 15, 17,18 CEP), teniendo en cuenta las limitaciones por el uso de
instrumentos tradicionales en evaluaciones forenses, y la posible alteración
de los resultados por factores como el estilo de respuesta, la voluntariedad de
la participación (Directriz 10.02, APA, 2013) o posible simulación o disi-
mulación. En caso de advertirse cualquier tipo de reserva o limitación en
las interpretaciones, a consecuencia de las características de la persona,
deberá informarse (artículo 20 CEP). Además, debe identificarse, de qué
modo factores individuales, afectan su relación con el sistema judicial y

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Capítulo 10

el acto analizado (Directriz 2.08, APA, 2013), centrando la evaluación en


factores legalmente relevantes (Directriz 10.01, APA, 2013).
Producto de la intervención del perito, deben preservarse los docu-
mentos de su actuar (Norma Oficial Mexicana 168 relativa al Expediente
Clínico, artículo 54 CEP), manteniendo la confidencialidad y reserva de
la información (artículos 61 y 132 CEP), en atención a las leyes de pro-
tección de datos personales, absteniéndose de usarla en publicaciones,
conferencias o cualquier otro medio (artículo 67 CEP).
Opinión pericial
Las conclusiones, recomendaciones e intervenciones deberán estar sus-
tentados en resultados confiables y válidos de investigaciones científicas,
valoraciones y diagnósticos psicológicos (Artículo 31 CEP), por lo que el
perito deberá emplear diversas fuentes de información que corroboren
Sección II

sus datos y emitir opiniones sólo cuando tiene suficiente información o


datos para sustentar su aseveración (Directrices 9.02 y 9.03, APA, 2013).
El papel del forense consiste en facilitar la comprensión del hecho contro-
vertido en juicio por lo que explica, en la medida de lo posible la relación
entre su opinión pericial, los aspectos legales y el asunto motivo de juicio
(Directrices 11.01 y 11.02, APA, 2013).
Deben reconocerse las limitaciones de los datos y conclusiones emiti-
das en los dictámenes periciales, describiendo las bases de estas, para ren-
dir ante los tribunales un testimonio veraz, honesto e imparcial (artículos
17, 22 y 28 CEP), protestando conducirse con verdad en las declaraciones
(artículos 49 y 371 CNPP) así como un fiel desempeño del encargo (artí-
culo 227 CFPP), evitando falsificar resultados para favorecer a una de las
partes (artículo 55 CEP) e incurrir en falsedad en declaraciones judiciales
y en informes dados a una autoridad, (artículos 247, 247 BIS y 248 CPF).
El/la psicólogo(a) debe abstenerse de emitir opiniones de sujetos no
valorados debidamente (artículo 53 CEP), practicando todas las opera-
ciones y experimentos que su ciencia o arte le sugiera y expresando los he-
chos y circunstancias que fundamenten su opinión (artículo 234, CFPP),
así como las técnicas, métodos, fundamentos teóricos y científicos de la
intervención realizada (artículos 106 y 134 CEP).
Consciente de que al dictamen emitido tendrán acceso los actores pro-
cesales, sólo se reflejarán en éste aquellos datos relevantes para los propó-
sitos de la intervención (Urrúa, 2010), incluyendo sólo lo absolutamente
necesario y pertinente para el asunto judicial, tratando de proteger a los
peritados de cualquier mal uso o mala interpretación (Molina, Arch y Jar-
ne, 2012), acorde con el derecho a la privacidad de las víctimas (artículo
7 Fracción VIII, LGV).

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Aspectos éticos y legales de la evaluación psicológica forense en México

Se sugiere evitar ceder resultados crudos de herramientas psicológi-


cas o sin la interpretación debida a personas no calificadas para su uso
(artículo 52 CEP), incluso tampoco a colegas que no participaron de la
evaluación, considerando que por sí sólo un instrumento no es suficiente
para la formulación de opiniones (artículo 111, AMAPSI), sino que es a
partir de la práctica forense, la impresión clínica generada en el proceso
de evaluación y el análisis de fuentes colaterales, que se obtienen las futu-
ras conclusiones.
En conclusión, es deber del perito promover la calidad científica y
profesional de la disciplina (artículo 112 CEP), el desapego a los sustentos
teóricos y la falta de límites concretos en su actuar demerita la imagen
de la disciplina y crea expectativas y creencias falsas en las autoridades y
abogados a quienes otorga servicios periciales.
La ética y la legalidad están sustentadas en y regidas por principios

Sección II
comunes de respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las perso-
nas, en general no existen contradicciones entre ambas vertientes. Corres-
ponde por tanto al perito en psicología hacer notar aquellas situaciones
en que las interpretaciones y errados antecedentes provoquen determi-
naciones legales que sean discordantes con los principios y propiciasen
un inadecuado cumplimiento ético y científico de la profesión, actuando
en todo acto bajo los principios de cuidado competente y responsable de
los evaluados, así como integridad y responsabilidad hacia la humanidad
(SMP, 2010; Sociedad Interamericana de Psicología, 2008).

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Capítulo 10

Lecturas Recomendadas:
1. Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (2012). Código Ético del
Psicólogo. Recuperado el 12/08/2016 de http://www.amapsi.org/
portal.
2. American Psychological Association APA. (2010) Ethical Principles of
Psychologists and Code of Conduct, United States of America: American Psycho-
logical Association.
3. American Psychological Association APA. (2013). Specialty Guidelines for
Forensic Psychology. American Psychologist, Vol. 68, No. 1, 7–19.
4. Carocca, A. (2005) El nuevo sistema de justicia penal. Chile; LexisNexis.
5. Leyes Federales de México, recuperadas el 08/10/2016 de http://
www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm.
6. Molina, A., Arch, M., Jarne, A. (2012) Conocimiento y aplicación de los
Sección II

principios éticos y deontológicos por parte de los psicólogos forenses expertos en el


ámbito de familia. Anuario de psicología Jurídica. Vol. 22, p. 77-93.
7. Ramos, S. (2015) Elementos necesarios al consentimiento informado en pacientes
con esquizofrenia. Revista Bioética, vol. 23, núm. 1, pp. 20-30.
8. Sociedad Interamericana de Psicología (2008). Declaración Universal de
Principios Éticos Para Psicólogas y Psicólogos. Recuperado el 05/08/2016
de http://bvs.psi.uba.ar/local/File/DeclaracionPrinEticosSIP.PDF
9. Sociedad Mexicana de Psicología (2010). Código ético del psicólogo. Méxi-
co: Trillas.
10. Suprema Corte de Justicia de la Nación, Protocolos de actuación para quie-
nes imparten justicia. Recuperados el 08/10/2016 de https://www.scjn.
gob.mx/libreria/paginas/protocolos.aspx, el 08/10/2016.
11. Tratados Internacionales Celebrados por México, recuperados el
08/10/2016 de http://tratados.sre.gob.mx/.
12. Urra, J. (2010) Criterios éticos para psicólogos Jurídicos. Anuario de psicolo-
gía jurídica. Vol. 20, p. 93-104.

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Tópicos Selectos de Ciencias
Forenses y Seguridad
Eduardo Lorenzo Pérez Campos, Zoraida García Castillo,
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Tópicos Selectos de Ciencias Forenses y Seguridad
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1ª edición 2017

Esta obra se terminó de imprimir el mes de marzo de 2017


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Delegación Cuauhtémoc. C. P. 06400, Ciudad de México

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