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4.

Localizar posibles intermedias

Tener presentes los jaques u otras posibles amenazas que se pueden convertir en
jugadas intermedias nos puede ayudar bastante a evitar errores en el cáculo durante
nuestras partidas de ajedrez. Ya hablé sobre el tema en el artículo Temas tácticos
en el ajedrez de los niños y el ajedrez de élite.

5. Domina el Sistema Algebraico

¿Puede servirnos el sistema algebraico y su buen uso a calcular mejor en ajedrez?


Reconozco que puede sonar un poco extraño, y sin embargo estoy convencido de ello.
El cálculo no se realiza exclusivamente imaginando los movimientos, sino que en
muchas ocasiones recurrimos al lenguaje. ¿Acaso no pensamos algunas veces nombrando
las jugadas? Incluso veo a jugadores que mueven los labios y casi susurran las
jugadas que van calculando. Pues bien, usarlo correctamente me permitirá retomar el
hilo con mayor facilidad si me pierdo en algún momento. Este tema lo desarrollé
hace tiempo en el artículo Ajedrez y Lenguaje.

6. Evitar interferencias.

En largas variantes que requieren de mucha profundidad es habitual confundirnos en


nuestro análisis porque contamos con que en cierta casilla hay una piezas que
estamos viendo físicamente en ese momento, pero que en nuestras variantes puede
haberse movido. El estar viendo físicamente las piezas a veces provoca este tipo de
interferencias por lo que no es extraño ver a algunos jugadores que tratan de
calcular mirando al infinito. Aunque siempre hay algún infeliz que sólo está
escenificando cómo calcula mirando al tendido, puede ser recomendable dejar de
mirar el tablero al calcular variantes muy largas para no recibir las
interferencias que nos puede producir el sentido de la vista.

7. La regla de “la mirada fresca”

En determinadas posiciones necesitamos efectuar un cálculo largo de variantes, por


la complejidad de la posición o por tratarse de un momento crítico en la partida.
Esto evidentemente implica tener que dedicar un buen rato a nuestro análisis. A
veces nos hallamos enzarzados en profundizar más y más, a veces repasando variantes
que ya hemos calculado (para disgusto de Kotov y su método), y pasan los minutos y
seguimos sin tener las cosas claras. Pero claro, hay que tomar una decisión. ¿No os
ha pasado que después de mover nos damos cuenta de algún detalle importante? ¡Sí,
justo después de mover! En el mismo instante que soltamos la pieza. Esto tiene una
explicación: nuestra manera de mirar la posición cambia dependiendo de la tensión
que tengamos. No nos hallamos con la misma tensión al tener que tomar una decisión
que cuando ya la hemos tomado.

Pues bien, lo que propongo es tratar de conseguir una “mirada fresca” sobre la
posición antes de mover. Ser capaces de “cambiar el chip” y mirarla con otros ojos.
Puede ayudar levantarnos y mirar la posición desde la perspectiva del rival
(tratando de no convertir ese ejercicio en una exhibición de originalidad).
Alejarnos por un segundo de la perspectiva que tenemos puede ayudarnos a conseguir
esa mirada fresca que puede ayudarnos a advertir algún detalle que se nos escapaba.

Ahora, para los ajedrecistas de un nivel avanzado, propongo la siguiente posición.


Se trata de un hermoso problema compuesto por Richard Guerrero, experto en ajedrez
de ataque. Esperamos que con las claves que proponemos para calcular mejor en
ajedrez podáis resoverlo con más facilidad. En la siguiente entrada de nuestro blog
publicaremos la solución.

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