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Del friligimous al aire respirado: la historia de las

investigaciones sobre la respiración

Analizamos episodios de historia de la ciencia


¿Sabían que hasta el siglo XVII se creía, por ejemplo, que la respiración
liberaba el friligimous creado por el “fuego innato” del corazón?
Viajamos en el tiempo para conocer cómo tres científicos pusieron a prueba
estas ideas y llegaron a una comprensión más precisa del rol y el
funcionamiento del sistema respiratorio.
Lean el texto y resuelvan las siguientes consignas.

¿Qué preguntas estaban investigando Boyle, Hooke y Lower?

¿Qué experiencias hicieron para investigarlas?

¿Qué descubrieron o lograron demostrar?

¿Cómo cambiaron las ideas de la época a partir de estos


experimentos?

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Viñeta fenomenal

Del friligimous al aire respirado:

la historia de las investigaciones sobre la respiración

Fue recién durante el siglo XVII cuando los médicos empezaron a


entender con más detalle el funcionamiento de los pulmones y de la
respiración. Antes de eso, los médicos pensaban que:

● el aire servía para fomentar el “fuego innato” del corazón


● la distribución del aire en el cuerpo a través del sistema
circulatorio servía para repartir los “espíritus vitales”
● la respiración servía para liberar el friligimous (los productos
nocivos creados por el fuego innato del corazón)

En eso, llegó Robert Boyle, un


químico que, en 1660, demostró
que el aire tenía alguna propiedad
necesaria y esencial para la vida.
Para su experimento, Boyle puso
un pájaro en un contenedor y,
luego, utilizando una bomba de
vacío, sacó todo el aire. A los 10
minutos pudo observar que el
pájaro se agitaba y, al final, se
moría. Lo mismo sucedió cuando
probó con otros animales. Boyle
notó que, para vivir, los animales
necesitaban aire “fresco” (es decir,
el aire que respiramos
habitualmente); si les daba aire
“respirado” (exhalado antes por
algún animal), los organismos no
sobrevivían.

Ilustración de Robert Boyle de la bomba de aire, 1661.

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Más tarde, su asistente Robert Hooke demostró que el aire se absorbía
en el cuerpo en los pulmones. Hasta entonces se pensaba que el aire
entraba al corazón. Hooke usó un experimento en el que abrió el tórax
de un perro e, inyectándole al pulmón aire desde afuera, logró
mantenerlo vivo.

Imagen: An Experiment on a Bird in the Air Pump de Joseph Wright, 1768.

Junto con otro científico llamado Richard Lower, Hooke investigó el


cambio de color en la sangre que entraba y salía del corazón. Los
investigadores notaron que la sangre que entraba al corazón desde el
cuerpo era de un color rojo oscuro. Por otro lado, si extraían la sangre que
salía desde el corazón hacia el cuerpo, que había pasado previamente por
los pulmones, era un color rojo brillante.

También descubrieron
que este cambio en el
color de la sangre no
sucedía si los pulmones
no estaban llenos de aire
fresco (como, por
ejemplo, si les ponían
aire “respirado”). Con
esto, concluyeron que la
sangre cargaba “algo” en
los pulmones que
provenía del aire fresco y
que la hacía cambiar de
Imagen: The Scientists de Rita Greer, 2007
color.

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Creen una viñeta (ilustrada y con textos, al estilo de un cómic) que
represente una conversación de Hooke, Boyle o Lower con un
médico de la época que todavía no creyera que los pulmones sirven
para respirar. Recuerden incluir en la conversación qué preguntas
estaban tratando de contestar los científicos, qué métodos
utilizaron para responderlas y qué demostraron los resultados de
cada experimento.

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