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El Dia Que Conoci A Pedro
El Dia Que Conoci A Pedro
después de asistir a misa dominical, nos preparamos para hacer las compras de la
despensa de la semana, en la ciudad donde ellos vivían, solo existían tres comercios, el
grande, al terminar de realizar las compras ahí, seguía otro comercio muy popular en la
ciudad conocido como la bola y al final una tienda que tenia un nombre de una cada
comercial muy grande en la cuidad de México el Palacio de Hierro, aun costado vivía mi
Bisabuela Remedios.
en auto, el pueblo tenia dos plazas una grande y una pequeña, la primera se encuentra
a un costado del palacio municipal y la otra frente a la iglesia de San Antonio de Padua.
A lo lejos vi un señor con una enorme caja de palomitas a sus espaldas, una
un hombre delgado de cabello corto casi a rapa, el ofrecía sus productos a las personas
Mi abuelo de oficio peluquero y barbero, lo llamo con fuerza Pedrito venga para
acá, con una voz pausada le contesto que necesita mi tremendo que dicen esos de
Dijo pedrito que la voy a dar mi tremendo, mi abuelo contesto tres Bolsas de
cambio, a lo cual pedrito contesto como cree tremendo lo justo justo, bueno te disparo
una coca esa si se la acepto contesto Pedrito con una gran sonrisa, hay le encargo mi
caja, al darse vuelta me llamo mi atención unos hules color café que salían de la bolsa
trasera del pantalón de mezclilla, pregunte a mi abuelo que es eso que lleva en su bolsa
Mejor pregúntale a Pedrito para que la usa, en cuanto volvió con los refrescos,
un poco temeroso pregunte, para que es eso que trae en la bolsa trasera de tu
nuevo que vienen a robarse a las muchachas del pueblo, pero no te asustes güero mi
Recuerdo que mi abuelo platico de política, beisbol, de un tal Che y un Fidel que
él decía que los gringos les tenían miedo, mi abuela solo escucha mientras se tomaba
su refresco, al terminar su refresco le dio las gracias a mis abuelos por su coca, tomo
su caja con palomitas y siguió con sus ventas, entre los visitantes que paseaban por la
plaza.
Mi abuelo me conto que su nombre era Pedro Coronel Orozco, que era sobrino
alegría ¡ya terminé de vender mis palomitas! mi tremendo. Ese domingo conocí al